10 Minutos y 2 Personajes + Coro. Un coro está cantando enfrente de la congregación un himno: “Santo, santo, santo”. Dios llama la atención de Julia y entablan una conversación. Nadie más puede oírle. Le habla con voz tan potente que piensa que alguien del coro le está interrumpiendo.
¿ME ESTÁS HABLANDO A MÍ, SEÑOR?
Escrito por Kathy Graff y traducido con permiso por Loida Somolinos
PERSONAJES
CORO
JULIA
DIOS
OBRA
El coro está cantando “Santo, santo, santo” con unos himnarios.
DIOS. ¿Qué estás haciendo?
Julia mira a uno de los miembros del coro. Se dirige a éste mientras el coro sigue cantando.
JULIA. ¿Cómo que qué estoy haciendo? Estoy cantando.
MIEMBRO 1. Le mira con cara de asombro. Perdón, yo no he dicho nada.
Continúan cantando. Hay una pequeña pausa.
DIOS. Julia.
JULIA. Mira a otro miembro del coro. ¿Qué?
MIEMBRO 2 la mira extrañado.
JULIA. ¿No ha oído nada?
MIEMBRO. No, nada. Por favor, déjeme tranquilo. Estoy intentando adorar al Señor.
Continúan cantando. Hay otra pequeña pausa. Cuando empiezan a hablar el resto del coro canta cada vez más bajo y se va fuera del escenario lentamente y dejan a Julia hablando con Dios.
DIOS. Julia.
JULIA. Está bien, ¿quién es?
DIOS. Soy yo.
JULIA. ¿Eres tú... Señor?
DIOS. ¿Qué estás haciendo?
JULIA. Estoy cantando una canción. Ya sabes, para ti.
DIOS. ¿De verdad?
JULIA. Bueno, Señor, me parece que no es el mejor momento para discutirlo ahora... Estoy en el medio de la adoración.
DIOS. ¿Me estás adorando?
Llegados a este punto la música se deja de oír y los otros personajes salen lentamente del escenario.
JULIA. Hombre, pues sí. Cantamos todos los domingos esta canción antes de la ofrenda. Es una gran tradición en esta iglesia. Mira, me la sé de memoria, sin mirar el himnario.
DIOS. ¿Por qué estás aquí?
JULIA. Leo me llamó y me preguntó si podía ocupar el sitio de Aurora en el coro porque no se encontraba bien; si no, estaría sentada en mi banco. Lo señala. Ese de allí...
DIOS. No. ¿Por qué estás AQUÍ?
JULIA. ¿Quieres decir, aquí, en la iglesia? Pausa. Pues vengo desde hace tanto que ya me he acostumbrado. Me gusta. Me hace sentir bien. Y es una buena medicina para la semana que empieza.
DIOS. ¿Dónde está tu corazón?
JULIA. Pues, no sé dónde está mi corazón pero sí sé dónde está mi mente. En esos 1500 euros que le debo a hacienda. En el capó de mi coche... sólo tú sabes lo que me va a costar. La lavadora está rota. Ya sabes qué ocupada he estado con los programas últimamente y además he tenido que hacer de canguro las pasadas noches. ¡Estoy agotada!
DIOS. Entonces, no te has preparado mucho para venir esta mañana aquí a adorarme.
JULIA. ¿Prepararme?
DIOS. ¿Por qué no me has dicho nada de tus problemas esta semana?
JULIA. ¿Cuándo? No he tenido tiempo. He estado tan ocupada... duda... preocupándome por estas cosas que...
DIOS. ¿Te has olvidado de la promesa que he hecho a través de mi hijo?
JULIA. ¿Cuál?
DIOS. “Venid a mí todos los que estáis cansados y cargados y yo os haré descansar”
JULIA. Sí que me acuerdo. Esa es una de esas promesas que sentía que estabas hablando directamente. Pero Señor, las cosas son diferentes ahora. Mi vida está tan llena de obligaciones...
DIOS. ¿Y qué hay de tus obligaciones conmigo? ¿De amarme y adorarme con todo tu corazón, mente y alma?
JULIA. Pausa. Tienes razón, Señor. Quiero estar cerca de ti pero me he olvidado de cómo. Quiero verte en mi corazón pero no puedo dejar todo a un lado y centrarme en ti. Eso no puede ser. ¿Qué hago?
DIOS. Pausa. Intenta pedirme ayuda.
Hay una pausa. Julia inclina su cabeza, cierra sus ojos y empieza a orar en silencio.
DIOS. Déjame encargarme de tus preocupaciones.
Se empieza a escuchar la canción “I see the Lord”.
DIOS. Ahora, ya puedes darme alabanzas.
Se escucha la letra de la canción “I see the Lord”.
Veo al Señor sentado en su trono, alabadle
Y el velo de su túnica, llena el templo con su gloria
Y toda la tierra se llena de su gloria.
Santo, Santo, Santo, Santo
Santo es el Señor
Santo, Santo, Santo, Santo
Santo es el Señor
…………………………………
© Kathy Graff 1998, todos los derechos reservados. Esta obra se puede representar gratuitamente con la condición de que no se saque ningún beneficio económico de la misma ni se cobre por la entrada. La autora agradecería que se le notificara cuándo y con qué propósitos se van a llevar a cabo con la representación de la obra. Se puede contactar con ella en: katgraff@cpurity.com
Esta obra es una traducción del inglés “Are you talking to me, Lord?” y se encuentra en www.dramatix.org
Escrito por Kathy Graff y traducido con permiso por Loida Somolinos
PERSONAJES
CORO
JULIA
DIOS
OBRA
El coro está cantando “Santo, santo, santo” con unos himnarios.
DIOS. ¿Qué estás haciendo?
Julia mira a uno de los miembros del coro. Se dirige a éste mientras el coro sigue cantando.
JULIA. ¿Cómo que qué estoy haciendo? Estoy cantando.
MIEMBRO 1. Le mira con cara de asombro. Perdón, yo no he dicho nada.
Continúan cantando. Hay una pequeña pausa.
DIOS. Julia.
JULIA. Mira a otro miembro del coro. ¿Qué?
MIEMBRO 2 la mira extrañado.
JULIA. ¿No ha oído nada?
MIEMBRO. No, nada. Por favor, déjeme tranquilo. Estoy intentando adorar al Señor.
Continúan cantando. Hay otra pequeña pausa. Cuando empiezan a hablar el resto del coro canta cada vez más bajo y se va fuera del escenario lentamente y dejan a Julia hablando con Dios.
DIOS. Julia.
JULIA. Está bien, ¿quién es?
DIOS. Soy yo.
JULIA. ¿Eres tú... Señor?
DIOS. ¿Qué estás haciendo?
JULIA. Estoy cantando una canción. Ya sabes, para ti.
DIOS. ¿De verdad?
JULIA. Bueno, Señor, me parece que no es el mejor momento para discutirlo ahora... Estoy en el medio de la adoración.
DIOS. ¿Me estás adorando?
Llegados a este punto la música se deja de oír y los otros personajes salen lentamente del escenario.
JULIA. Hombre, pues sí. Cantamos todos los domingos esta canción antes de la ofrenda. Es una gran tradición en esta iglesia. Mira, me la sé de memoria, sin mirar el himnario.
DIOS. ¿Por qué estás aquí?
JULIA. Leo me llamó y me preguntó si podía ocupar el sitio de Aurora en el coro porque no se encontraba bien; si no, estaría sentada en mi banco. Lo señala. Ese de allí...
DIOS. No. ¿Por qué estás AQUÍ?
JULIA. ¿Quieres decir, aquí, en la iglesia? Pausa. Pues vengo desde hace tanto que ya me he acostumbrado. Me gusta. Me hace sentir bien. Y es una buena medicina para la semana que empieza.
DIOS. ¿Dónde está tu corazón?
JULIA. Pues, no sé dónde está mi corazón pero sí sé dónde está mi mente. En esos 1500 euros que le debo a hacienda. En el capó de mi coche... sólo tú sabes lo que me va a costar. La lavadora está rota. Ya sabes qué ocupada he estado con los programas últimamente y además he tenido que hacer de canguro las pasadas noches. ¡Estoy agotada!
DIOS. Entonces, no te has preparado mucho para venir esta mañana aquí a adorarme.
JULIA. ¿Prepararme?
DIOS. ¿Por qué no me has dicho nada de tus problemas esta semana?
JULIA. ¿Cuándo? No he tenido tiempo. He estado tan ocupada... duda... preocupándome por estas cosas que...
DIOS. ¿Te has olvidado de la promesa que he hecho a través de mi hijo?
JULIA. ¿Cuál?
DIOS. “Venid a mí todos los que estáis cansados y cargados y yo os haré descansar”
JULIA. Sí que me acuerdo. Esa es una de esas promesas que sentía que estabas hablando directamente. Pero Señor, las cosas son diferentes ahora. Mi vida está tan llena de obligaciones...
DIOS. ¿Y qué hay de tus obligaciones conmigo? ¿De amarme y adorarme con todo tu corazón, mente y alma?
JULIA. Pausa. Tienes razón, Señor. Quiero estar cerca de ti pero me he olvidado de cómo. Quiero verte en mi corazón pero no puedo dejar todo a un lado y centrarme en ti. Eso no puede ser. ¿Qué hago?
DIOS. Pausa. Intenta pedirme ayuda.
Hay una pausa. Julia inclina su cabeza, cierra sus ojos y empieza a orar en silencio.
DIOS. Déjame encargarme de tus preocupaciones.
Se empieza a escuchar la canción “I see the Lord”.
DIOS. Ahora, ya puedes darme alabanzas.
Se escucha la letra de la canción “I see the Lord”.
Veo al Señor sentado en su trono, alabadle
Y el velo de su túnica, llena el templo con su gloria
Y toda la tierra se llena de su gloria.
Santo, Santo, Santo, Santo
Santo es el Señor
Santo, Santo, Santo, Santo
Santo es el Señor
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© Kathy Graff 1998, todos los derechos reservados. Esta obra se puede representar gratuitamente con la condición de que no se saque ningún beneficio económico de la misma ni se cobre por la entrada. La autora agradecería que se le notificara cuándo y con qué propósitos se van a llevar a cabo con la representación de la obra. Se puede contactar con ella en: katgraff@cpurity.com
Esta obra es una traducción del inglés “Are you talking to me, Lord?” y se encuentra en www.dramatix.org
3 comentarios:
Si es muy vonito porque en realidad asi e como vamos muchos ala iglsia que segun nosotros alabamos a dios pero nuestra mente y nuestro corazon estan en otro lugar y noestamos adorando adios si en verdad buscamos a dios y le adoramos como el quiere el puede aser grandes cosas en nuestra vida hay que buscar a dios con todo nuestro corazon y grandes cosas van a susedr en nuestra vida que dios tebendiga y te guarde
Si es muy vonito porque en realidad asi e como vamos muchos ala iglsia que segun nosotros alabamos a dios pero nuestra mente y nuestro corazon estan en otro lugar y noestamos adorando adios si en verdad buscamos a dios y le adoramos como el quiere el puede aser grandes cosas en nuestra vida hay que buscar a dios con todo nuestro corazon y grandes cosas van a susedr en nuestra vida que dios tebendiga y te guarde
Lo compartí con mi clase de Adultos, y les gusto. Lo vamos a presentar, pero con títeres. Gracias por su aporte a la obra del Señor.
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