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2012 - España

Cógeme una estrella, madre

2 Minutos y 2 Personajes. Una niña le pide a su madre unos regalitos para Jesús.

CÓGEME UNA ESTRELLA, MADRE


PERSONAJES

NIÑA
MADRE


NIÑA. Cógeme una estrella madre
que se la voy a llevar,
a ese Niño que me han dicho que
ha nacido en un portal.

MADRE. Está muy fría la noche
y las estrellas muy altas,
llevarle un tarro de miel
que es buena para la garganta.

NIÑA. Madre, cógeme una flor,
que se la lleve al Niño.

MADRE. Es invierno y se han secado
las flores en el camino.

NIÑA. Madre, dame esos turrones
que se los quiero llevar
para que ese Niño pobre
tenga algo para cenar.

Se vende tiempo

20 Minutos y 8 Personajes. Varios personajes desean comprar aquel tiempo que han desperdiciado en sus vidas. ¿Será demasiado tarde? Se trata de una obra sugerente para introducir el año nuevo.


SE VENDE TIEMPO
Nelly G. De Sousa Matías y arreglos por Millys Sánchez




PERSONAJES


VENDEDOR
HOMBRE ENFERMO
ESPOSO
ESPOSA
SEÑORA
HOMBRE
ABUELA
VOZ




INTRODUCCIÓN. Un año más ha llegado a su fin. Cabe ahora hacer una mirada retrospectiva y analizar lo logrado en el año anterior. Sin duda que veremos en el camino fracasos y triunfos, y que también querríamos vivir nuevamente algunas experiencias, unas porque fueron agradables, y otras para tener la oportunidad de cambiar nuestro proceder frente a ellas, y de esa manera cambiar la historia de lo que en el presente es nuestra vida y la de muchos que nos rodean. Es por esa razón que hoy hemos decidido presentar un programa – alegoría donde se plantea qué ocurriría si pudiese venderse el tiempo.




(Poner el letrero en frente de “SE VENDE TIEMPO”. Entra el Vendedor y se sienta detrás de la mesa o se pone de pie detrás del mostrador esperando que vengan los clientes)

VENDEDOR. Señoras y señores, hoy por primera vez hemos sacado a la venta un producto de inmenso valor. Sin él nadie ha logrado vivir. Muchos han intentado usarlo dos veces pero les ha sido imposible. Sin embargo, hoy en este lugar me propongo venderlo. Ese producto tan costoso se llama TIEMPO. ¿Quién de los que están aquí hoy, quiere comprar algo de tiempo? Estoy aquí para servirles.

HOMBRE ENFERMO. (Sale desde atrás y se acerca al frente tosiendo y caminando muy despacio). Yo, señor (cof, cof.) ¿Podría usted venderme un año? (Cof, cof.) Quisiera volver a vivir el año que ha pasado… por favor.

VENDEDOR. Bueno, señor, la verdad es que no le vendemos el tiempo a cualquiera. Para poder hacerlo necesitamos tener razones muy importantes que justifiquen la venta. ¿Para qué quiere usted el año que ha pasado? ¿Qué hará con él?

HOMBRE ENFERMO. (Cof, cof.) Yo lo necesito desesperadamente, y verá que cuando le cuente mis razones, me lo venderá inmediatamente. El año pasado trabajé muchísimo. Quería darles comodidad y buen vivir a mi familia, a mis hijos y a mi esposa y por supuesto para mí mismo también. Comencé a notar fuertes dolores de cabeza y pasado un corto tiempo, también mi estómago comenzó a tener problemas. A pesar de que algunos días tenía fiebre y dolores muy fuertes, igual me levantaba y me iba al trabajo. Tengo un negocio importante y había que atenderlo, yo pensaba que nadie podía hacerlo mejor que yo, también creía que mis problemas de salud eran pasajeros, por alguna indigestión o resfriado, por esa razón no fui al médico enseguida. Mi familia comenzó a preocuparse mucho. Un día vino a verme un amigo y me contó que a él le habían pasado síntomas parecidos y que se había curado con un medicamento muy bueno. Compré ese medicamento y empecé a tomarlo pero no mejoré. Justo la semana pasada agobiado por los fuertes dolores decidí ir al médico. Me hicieron análisis, radiografías y toda clase de pruebas y el especialista me dio la triste noticia (cof, cof), por la cual estoy aquí: Tengo una enfermedad incurable y mortal.

VENDEDOR. (Se levanta o sale de detrás de mostrador y mirándolo atentamente le dice:) No entiendo por qué quiere comprar el último año. ¿Volvería a repetir todos esos dolores que me ha contado?

HOMBRE ENFERMO. Pero, ¿Cómo? (Cof, cof.) ¿No entiende? Si yo tuviera la oportunidad de volver a vivir, me gustarían a mí los años que he vivido desde que soy adulto, pero me conformo con el último año, le prestaría atención a mi salud. Podría hacerme a tiempo el tratamiento que necesitaba para mi enfermedad, para que no llegara a ser fatal, o quizás hubiese evitado el tanto trabajo y descuido de mí mismo, que es lo que me la ha ocasionado. Por favor, se lo suplico. (Cof, cof.) ¡Apiádese de mí! Véndame el último año, tan siquiera, lo necesito para seguir viviendo.

VOZ. “MUY ESCASA ATENCIÓN SE SUELE DAR A LA CONSERVACIÓN DE LA SALUD. ES MUCHO MEJOR PREVENIR LA ENFERMEDAD QUE SABER TRATARLA UNA VEZ CONTRAIDA. ES DEBER DE TODA PERSONA, PARA SU PROPIO BIEN Y EL DE LA HUMANIDAD, CONOCER LAS LEYES DE LA VIDA Y OBEDECERLAS CON TODA CONCIENCIA”.

VENDEDOR. La verdad, buen hombre (dice poniéndole las manos en los hombros), es que su caso es muy triste, me gustaría estudiar su caso, para ver si hay algo que pueda hacer para remediar su problema.
HOMBRE ENFERMO. Por favor, intente hacer algo, sé que Dios ha permitido esta enfermedad con alguna finalidad, pero no quiero tenerla, quiero corregir cualquier error que haya podido cometer.

VOZ. LA ENFERMEDAD NO SOBREVIENE NUNCA SIN CAUSA. DESCUIDADANDO LAS LEYES DE LA SALUD SE LE PREPARA EL CAMINO Y SE LA INVITA A VENIR. MUCHOS SUFREN LAS CONSECUIENCIAS DE LAS TRANSGRESIONES DE SUS PADRES. OTROS, LA MAYORÍA, SIN EMBARGO, SUFREN LAS CONSECUENCIAS DE SU MAL COMPORTAMIENTO. EN SU MODO DE COMER, BEBER, VESTIR Y TRABAJAR, NO HACEN CASO DE LOS PRINCIPIOS QUE RIGEN LA SALUD. SU TRANSGRESIÓN DE LAS LEYES DE LA NATURALEZA PRODUCE RESULTADOS INFALIBLES, Y CUANDO LA ENFERMEDAD LES SOBREVIENE, MUCHOS NO LA ACHACAN A LA VERDADERA CAUSA, SINO QUE MURMURAN CONTRA DIOS. PERO DIOS NO ES RESPONSABLE DE LOS PADECIMIENTOS CONSIGUIENTES AL DESPRECIO DE LA LEY NATURAL.

VENDEDOR. (Volviendo detrás del mostrador.) Evidentemente Señor, usted descuidó irresponsablemente su salud, quiso juntar más dinero para tener más comodidad y bienestar y para darlo a su familia, y ahora, ¿de qué servirá todo eso si usted no está con ellos para disfrutarlo? Lo siento mucho, pero no puedo venderle el año que me pide, porque su enfermedad es fruto de su propio descuido. Nosotros vendemos el tiempo a quien sabe usarlo, más que venderlo incluso se lo regalamos. No puedo ayudarle.

(El Hombre Enfermo se va con la cabeza baja y tosiendo por la puerta trasera. Se acerca un hombre solo, mira fijamente todo el escenario y especialmente el cartel de “SE VENDE TIEMPO”. Sale corriendo y lego pasados unos segundo vuelve por el centro muy emocionado y deprisa con su esposa embarazada.)

VENDEDOR. ¿En qué puedo ayudarles señor y señora?

ESPOSO. Bien... (dice de manera alegre) al ver ese cartel, me alegré mucho y fui corriendo a contárselo a mi esposa. Por eso hemos venido juntos porque necesitamos comprar mucho tiempo.

VENDEDOR. Muy bien, para eso estamos. ¿Cuánto tiempo desean comprar?

ESPOSO. ¡Veinte años!

VENDEDOR. ¡Veinte años! ¿Y por qué necesitan tanto tiempo?

ESPOSA. Estamos necesitando urgentemente retroceder al momento en que nació nuestro hijo Carlos. Queremos tener la oportunidad de educarlo otra vez.

VENDEDOR. ¿Qué razones de valor tienen para pedir todo ese tiempo para volver a educar a su hijo?

ESPOSO. Verá usted, señor, nos equivocamos en la forma y métodos de educación. Lamentablemente nos damos cuenta ahora de nuestros errores.

VOZ. INSTRUYE AL NIÑO EN SU CARRERA, QUE CUANDO FUERE VIEJO NO SE APARTARA DE ELLA. (Proverbios 22:6)

VENDEDOR. ¿Podrían explicarse mejor, por favor?

ESPOSO. (Sentándose e invitando a sentar a su esposa.) (Con tristeza.) Ayer presenciamos estremecidos el resultado de la educación equivocada que le dimos. Ayer juzgaron a nuestro hijo y lo sentenciaron a cadena perpetua por un asesinato. Señor, esto es muy doloroso para un padre, pero tengo que admitir que nosotros mismos tenemos la culpa. Desde que nació le dimos todos los gustos. Cuando daba muestras de mal carácter no lo corregimos pensando que cuando fuera más grande comprendería mejor y solo se corregiría. Por eso necesitamos reeducarle otra vez desde niño.

(Entra desde el centro una señora.)

SEÑORA. Oiga, si es así, yo también quiero tiempo para reeducar a mi hija nuevamente.

VENDEDOR. Y usted, ¿por qué quiere tiempo para eso, señora?

SEÑORA. (Acercándose y sentándose en la silla libre). Mire usted, necesito ese tiempo, aproximadamente unos quince años porque comprendo que si puedo volver atrás, puedo dedicarle a mi hija el tiempo que no le dediqué y la atención que no le presté. Puedo jugar más con ella, en vez de dejarla que se entretuviera con los videojuegos y los juegos de ordenador. También mi esposo, podría estar más tiempo con ella, aunque llegara cansado del trabajo y de esa manera enseñarle los dos, muchas verdades que si las hubiera conocido, no hubiese elegido los compañeros y amigos que eligió, y no estuviera hoy con dieciséis años embarazada y rodeada de malas influencias. Además, podríamos dedicarle tiempo para estudiar con ella el amor de Dios y de esa manera que su mente se influencie con las cosas celestiales, así no estaría alejada de Dios y de la iglesia como está hoy. ¿Comprende usted mi necesidad?

VENDEDOR. Sí, señora. Puedo entenderla. Pero aún así, tengo que estudiar tanto su caso como el de esta pareja, pues son muy similares, y tendría que ver si merecen que se les venda ese tiempo.

PAREJA. Sí, señor, por favor, necesitamos ese tiempo.

VOZ. APENA EL CORAZÓN VER LA NECEDAD DE LOS PADRES EN EL EJERCICIO DE LA AUTORIDAD QUE DIOS LES HA DADO. HOMBRES QUE EN TODO LO DEMÁS SON CONSECUENTES E INTELIGENTES, FRACASAN EN LA COMPRENSION DE LOS PRINCIPIOS QUE DEBIERAN EMPLEAR EN LA EDUCACIÓN DE SUS HIJOS PEQUEÑOS. NO LES DAN INSTRUCCIÓN CORRECTA EN EL TIEMPO CUANDO UN EJEMPLO PIADOSO Y UNA FIRME DECISIÓN, SON INDISPENSABLES PARA GUIAR CORRECTAMENTE LA MENTE INEXPERTA QUE IGNORA LAS INFLUENCIAS ENGAÑOSAS Y PELIGROSAS A LAS QUE TENDRA QUE HACER FRENTE POR DOQUIERA.”

ESPOSA. Señor vendedor, otro problema que tuvimos fue la obediencia. Faltamos en enseñarle a obedecer nuestras órdenes, y así creció haciendo su voluntad, sin importarle lo que nosotros le decíamos.

SEÑORA. Ese problema no es vuestro solamente. ¿Por qué creen que hoy mi hija está dónde está? Porque tanto su padre como yo no le enseñamos los principios correctos de disciplina y obediencia.

VOZ. SE DEBERÍA EXPLICAR QUE EL GOBIERNO DE DIOS NO RECONOCE TRANSIGENCIAS CON EL MAL. NI EN EL HOGAR, NI EN LA ESCUELA SE DEBERIA TOLERAR LA DESOBEDIENCIA. NINGÚN PADRE NI MAESTRO QUE DESEE SINCERAMENTE EL BIENESTAR DE LOS QUE ESTÁN A SU CUIDADO, TRANSIGIRÁ CON LA VOLUNTAD TERCA QUE DESAFÍA LA AUTORIDAD O RECURRA AL SUBTERFUGIO O A LA EVASIVA A FIN DE ESQUIVAR LA OBEDIENCIA.

ESPOSO. Nuestro hijo se acostumbró a contestar mal, irritarse rápidamente y llegó el momento que a la menor palabra, ya nos gritaba y salía de la casa dando un portazo.

VOZ. CON DEMASIADA FRECUENCIA, SE CREA UN ESTADO DE REBELIÓN EN EL CORAZÓN DE LOS HIJOS, DEBIDO A LA DISCIPLINA ERRÓNEA DE LOS PADRES, CUANDO LOS HIJOS HABRÍAN FORMADO BUENOS Y ARMONIOSOS CARACTERES SI SE HUBIERA SEGUIDO UN CURSO DE ACCION ADECUADO.

SEÑORA. Cuando mi hija se iba de la casa y desaparecía todo el día, fue cuando mi esposo y yo nos dimos cuenta de que andaba en malas compañías.

ESPOSA. Nosotros pensábamos que si le mostrábamos más tolerancia nuestro hijo se daría cuenta por sí mismo de su mal proceder, pero a medida que el tiempo pasaba más obstinado se ponía. Nuestras esperanzas quedaron rotas cuando supimos que era culpable de homicidio. Todos los proyectos que hicimos mirándole en su cuna quedaron despedazados, al saber que el resto de su vida quedará en la cárcel pagando un horroroso crimen (Dice con voz llorosa.) Ahora al mirar hacia atrás, nos damos cuenta de que hubiéramos tenido que corregir sus defectos desde pequeño, porque ya ve usted los resultados de pensar que él mismo logrará educarse sabiamente. No puedo soportar mi culpabilidad. ¡Necesito que me venda los últimos veinte años de vida!

VOZ. MADRES, ESTAD SEGURAS DE QUE DISCIPLINÁIS DEBIDAMENTE A VUESTROS HIJOS DURANTE LOS PRIMEROS TRES AÑOS DE SU VIDA. NO LES PERMITÁIS QUE FORMEN SUS DESEOS Y APETENCIAS. LA MADRE DEBE SER LA MENTE PARA SU HIJO. LOS PRIMEROS TRES AÑOS SON EL TIEMPO CUANDO SE DOBLA LA DIMINUTA RAMA. LAS MADRES DEBIERAN ENTENDER LA IMPORTANCIA QUE EXISTE EN ESE PERIODO. ENTONCES ES CUANDO SE ESTABLECE EL FUNDAMENTO.

ESPOSO. Por favor, señor, considere usted nuestra desesperación. Tenga la bondad de entregarnos nuevamente esos veinte años que necesitamos para educar correctamente a nuestro hijo.

SEÑORA. Sí, señor, tenga piedad. Le pagaré el precio que quiera, pero necesito con urgencia esos quince años de la vida de mi hija, para evitarle a ella y a mí, todo el sufrimiento que ahora vivimos.

VOZ. EL VALOR DEL TIEMPO ESCAPA A TODO CÓMPUTO. EL TIEMPO DESPERDICIADO NUNCA PUEDE RECUPERARSE.

VENDEDOR. Señoras, señor. Todos somos responsables de nuestros actos mientras estemos en este mundo de prueba. Todos tenemos poder que viene de Dios para controlar nuestras acciones si lo deseamos con todo el corazón. El tiempo para educar a vuestros hijos ya pasó. Lo lamento mucho pero no puedo venderle esos 20 años a ustedes ni esos quince años que me pide usted. Para ustedes dos lo único que puedo hacer es venderles tiempo para que puedan educar al hijo que aún esta por nacer y no repetir los mismos errores que cometieron con el anterior.

SEÑORA. Lo sabía, sabía que todo iba a ser inútil. (Sale diciendo estas palabras.)

(El vendedor le entrega un billete en forma de reloj de arena representando el tiempo que le da.)

ESPOSOS. De todas formas, gracias por su ayuda. Intentaremos utilizar bien el tiempo para darle una buena educación cristiana con la ayuda del Señor, a nuestro bebé y que pueda tener un futuro hermoso. (Salen.)

(Entra un hombre un poco desaliñado.)

HOMBRE. ¡Qué suerte! Pude encontrar la dirección. Hace mucho tiempo que estoy buscando este negocio, porque necesito comprar 30 años de vida.

VENDEDOR. ¿30 años? ¿Y cuántos años tiene usted?

HOMBRE. Yo tengo 42.

VENDEDOR. Y, ¿qué hará con los treinta años?

HOMBRE. Mire usted (dice caminando como contando la historia), cuando yo tenía 12 años dejé de estudiar. Apenas completé la escuela primaria, mis padres insistieron para que continuara estudiando, pero yo quería disfrutar de la vida no teniendo ninguna obligación, entonces comencé a frecuentar los lugares de diversión. Cuando pasó la novedad de esa libertad me aburrí y busqué un trabajo. Desde entonces hasta ahora no hago más que preguntarme por qué no seguí estudiando. Ahora podría tener un lugar distinto en la sociedad. ¿Por qué dejé transcurrir los años sin prepararme para trabajar en algún oficio o profesión en vez de pasármela por ahí sin obligación ninguna? Por eso quiero regresar a los 12 años, para comenzar a estudiar y luego ingresar en algún instituto de oficio o a la universidad. Quiero redimir el tiempo desperdiciado.

VOZ. LAS FACULTADES MENTALES NECESITAN SER CULTIVADAS A FIN DE QUE PUEDAN EJERCERSE PARA LA GLORIA DE DIOS. DEBIERA PRESTARSE CUIDADOSA ATENCIÓN AL CULTIVO DEL INTELECTO A FIN DE QUE LOS DIVERSOS ÓRGANOS DE LA MENTE SEAN IGUALMENTE ROBUSTOS AL EJERCITARSE CADA UNO EN SU PAPEL INDIVIDUAL.

VENDEDOR. Lo lamento mucho, señor. No puedo venderle ese tiempo que me pide, el que le pertenecía ya lo gastó de muy mala manera y es imposible volver atrás. Solo puedo darle tiempo para que en lo adelante aproveche los años que le quedan, pues nunca es tarde para poder resarcir nuestros errores.

HOMBRE. Bueno, no es lo que quería, pero pienso que todavía estoy a tiempo de aprovechar, aunque ya no tenga el mismo vigor, ni la misma capacidad mental... así que déme usted ese tiempo.

VENDEDOR. (Le da un billete representando que le entrega tiempo. Tiempo en forma de un reloj de arena o normal.) Tenga, buen hombre, ojalá que pueda aprovecharlo con la ayuda de Dios.

HOMBRE. Gracias, señor. (Se va alejando y dice) Hombre, no era lo que quería, pero algo es algo y peor es nada.

(Entra una abuelita, con un bastón.)

ABUELA. Hola, señor vendedor de tiempo. Alguien me dijo que este negocio lo habían abierto, y he venido porque necesito al menos unos cincuenta años.

VENDEDOR. Siéntese, abuelita. Pero, ¿para qué necesita usted esa cantidad tan grande de tiempo?

ABUELA. Verá usted, señor. Quiero todo ese tiempo, para volver a mis años de juventud, cuando tenía mucho vigor, energía. Cuando mis capacidades mentales y físicas estaban en su mejor momento. Cuando era joven, tuve la oportunidad de conocer a Dios. Realmente desde muy niña tuve esa oportunidad. Pero entonces, cuando Jesús me pedía que le diera mis talentos y mi juventud, antes que llegaran los años en que dijera, que no tengo en ellos contentamiento, no le hacía caso. Y por eso, es que ahora quisiera más años.

VENDEDOR. Abuelita, me parece que entiendo un poco su historia, pero acláreme un poco más lo que me cuenta, por favor.

ABUELA. Pues, yo en la edad de la juventud no quería comprometerme con nada ni con nadie a menos que no fuera para satisfacer mis gustos, y mis ideas. Irme por ahí de juerga, divertirme, hacer lo que me pedía el cuerpo… Sin embargo, cualquier cosa que significara tener que hacer algo en la iglesia, por mis hermanos o por Jesús, o tan siquiera levantarme temprano para estudiar la Biblia o para orar, era desagradable al extremo para mí. Sin embargo, ahora, ahora que no tengo fuerzas, que veo que la vida se me va, la experiencia y los años me han enseñado, que los mejores momentos para dedicarlos a trabajar por el Señor y a consagrarme a su causa eran aquellos.

VOZ. DIOS QUIERE QUE LOS JOVENES LLEGUEN A SER HOMBRES DE MENTE SERIA, A ESTAR PREPARADOS PARA LA ACCIÓN EN SU NOBLE OBRA Y A SER APTOS PARA LLEVAR RESPONSABILIDADES. DIOS LLAMA A JÓVENES DE CORAZÓN INCORRUPTO, FUERTES Y VALIENTES, DECIDIDOS A PELEAR EN LA LUCHA QUE LES ESPERA, PARA QUE GLORIFIQUEN A DIOS Y BENEFICIEN A LA HUMANIDAD. SI LOS JÓVENES TAN SOLO HICIERAN DE LA BIBLIA UN OBJETO DE ESTUDIO, CALMASEN SUS IMPETUOSOS DESEOS Y ESCUCHASEN LA VOZ DE SU CREADOR Y REDENTOR, NO SÓLO ESTARÍAN EN PAZ CON DIOS, SINO QUE SE SENTIRÍAN ENNOBLECIDOS Y ELEVADOS.

VENDEDOR. Me temo que su caso es muy complicado, pues se trata de cosas de interés eterno.

ABUELA. Lo sé, señor. Pero es que me gustaría mucho poder hacer cosas para Dios, ahora que veo que la verdadera felicidad se encontraba en buscar a Dios y su reino primeramente, y lo demás me sería añadido. He desperdiciado mis años, y no he encontrando en ellos el contentamiento que pensé encontraría. Pues he visto que todo es pasajero y nada de lo que antes me parecía bien, me edificó, ni preparó para afrontar la vida.

VENDEDOR. Abuelita, lo lamento mucho. No puedo darle el tiempo que me pide aunque quisiera, porque los años de su juventud ya han sido utilizados para usted en cosas que no tenían valor imperecedero. Lo único que puedo hacer es darle un poquito de tiempo para que aproveche los recursos que le queden todavía, para ayudar a otros jóvenes y adultos a encaminar sus vidas por donde usted debió llevarla en su momento.

ABUELA. (Poniéndose en pie.) Ay Señor, no sabe cuánto lo siento... Pero al menos doy gracias a Dios, que todavía vivo y tengo un poco de tiempo más, para ayudar a otros y para servirle a él y amarle. Gracias por su ayuda. (Sale.)

VENDEDOR. La verdad es que me dan mucha lástima los casos que he tenido hoy, y mucho más el de esta abuelita. Señor, ¿tienes algo que decirnos a mí y a tu iglesia sobre esto?

VOZ DE JESUS. “LLEVAD LA LUZ POR DONDEQUIERA QUE VAYÁIS. MOSTRAD QUE TENÉIS FORTALEZA DE PROPÓSITO, QUE NO SOIS INDECISOS, NI OS DEJÁIS LLEVAR FÁCILMENTE POR LAS PERSUACIONES DE LOS MALOS COMPAÑEROS. NO DEIS PRESTO ASENTIMIENTO A LAS SUGESTIONES DE LOS QUE DESHONRAN A DIOS, ANTES BIEN TRATAD DE REFORMAR, RESTAURAR Y SALVAR A LAS ALMAS DEL MAL. NO VACILÉIS EN TRABAJAR POR MÍ, PORQUE OS PAREZCA QUE ES POCO LO QUE PODÉIS HACER. HACED ESE POCO CON FIDELIDAD, PUES DIOS OBRARÁ JUNTO CON VUESTROS ESFUERZOS. ÉL ESCRIBIRÁ EN EL LIBRO DE LA VIDA VUESTROS NOMBRES, COMO NOMBRES DE QUIENES SON DIGNOS DE ENTRAR EN EL GOZO DEL SEÑOR.

VENDEDOR. Bueno, ¿hay todavía alguien más que quiera tiempo? (Pausa.) Veo que nadie más. La verdad es que no puedo vender tiempo hacia atrás, para recuperar el pasado, solo puedo dar tiempo hacia delante, hacia el futuro. ¡Qué bueno sería que utilizáramos correctamente el tiempo del cual disponemos todavía! Ahora debo irme a buscar otras iglesias y otros lugares, donde pueda ayudar a las personas a administrar correctamente el tiempo que Dios les da. Gracias a todos por su atención.

(Sale. Se apagan las luces y se oye la voz de Jesús.)

VOZ DE JESUS. “NO TENÉIS TIEMPO QUE PERDER. TRATAD FERVOROSAMENTE DE PONER MADERA SÓLIDA EN LA EDIFICACIÓN DE VUESTRO CARÁCTER. OS ROGAMOS POR CAUSA DE CRISTO, QUE SEÁIS FIELES DIARIAMENTE AL SERVICIO DE DIOS, Y HALLARÉIS QUE NO NECESITÁIS MUCHOS DÍAS DE FIESTA PARA PASAR OCIOSAMENTE, NI MUCHO DINERO PARA GASTAR EN LOS GUSTOS Y PLACERES. EL CIELO OBSERVA A AQUELLOS QUE TRATAN DE MEJORAR Y DE MODELARSE A LA SEMEJANZA DE CRISTO. CUANDO EL AGENTE HUMANO SE SOMETE A CRISTO, EL ESPÍRITU SANTO LLEVA A CABO UNA GRAN OBRA EN SU FAVOR.

Y Dios no castigó al mundo

30 Minutos y 20 Personajes. El pecado de la humanidad exigía un sacrificio de amor por parte de Dios. En lugar de castigar a la humanidad se hizo hombre para salvarnos.


Y DIOS NO CASTIGÓ AL MUNDO
Adaptado por Millys Sánchez


PERSONAJES

CARLOS
ESTER
NARRADOR
ADÁN
EVA
ÁNGEL 1
ÁNGEL 2
ÁNGEL 3
VOZ DE CRISTO
DIRECTOR
PASTOR 1
PASTOR 2
MARÍA
JOSÉ
JUDÍO
JUDÍA
REY 1
REY 2
REY 3
MUJER DEL PUEBLO

PRIMERA ESCENA

(Los personajes que representan a los habitantes de los mundos no caídos, aparecen vestidos con túnicas blancas, conversando. El tema de la conversación de ellos es lo que acaba de suceder en el planeta tierra. Mientras conversan pueden contemplar una diapositiva del planeta tierra proyectada sobre una pantalla grande. Música instrumental suave de fondo.)

ESTER. Amigos, creo que todos ustedes saben lo que acaba de suceder en ese planeta recién creado por nuestro Soberano.

CARLOS. ¿Te refieres al Planeta Tierra?

ESTER. Exactamente. ¿Recuerdas cuánta alegría nos produjo ver esa preciosa joya azul y a la maravillosa pareja que lo habitaría?

CARLOS. Sí, es cierto, pero no sé lo que acaba de suceder, ¿por qué no me lo cuentas?

ESTER. Los ángeles que pasaron de visita hoy nos han informado de que la pareja fracasó en la prueba, y cedieron a los engaños del enemigo, pensé que lo sabías.

CARLOS. No, no sabía nada (exclama asombrado). ¿Quieres decir que fallaron en la misma prueba que nuestros antepasados superaron con éxito?, ¿la del árbol de la ciencia del bien y del mal?

ESTER. Efectivamente. Así es.

CARLOS. Eso me preocupa, Ester. No quiero siquiera pensar que después de todo, Lucifer haya tenido razón al decir que las leyes de nuestro Soberano eran imposibles de cumplir.

ESTER. Por favor, Carlos, ni siquiera debías pensar en esa posibilidad. Lucifer ha engañado a los ángeles y ahora pretende seguir con su engaño en todo el Universo. Me pregunto si el Todopoderoso destruirá ahora ese Planeta. Yo creo que debería hacerlo, pues ahora mismo es la única mancha de todo el Universo.

CARLOS. Un momento, Ester, nuestro soberano no es tan vengativo, recuerda que el fundamento de su gobierno es el amor. Sin embargo, no puedo imaginar cómo irá a actuar Dios en esta situación.

ESTER. No te preocupes, Carlos. Nuestro Dios es sabio. Yo tengo un profundo interés en los acontecimientos que seguirán. Creo que ese planeta Tierra se ha convertido en el centro de atención de todo el Universo. Vamos a casa, a ver si hay alguna nueva noticia.

CARLOS. Vamos.

(Salen.)

NARRADOR. El gobierno de Dios incluía no sólo a los habitantes del cielo, sino también los de todos los mundos que había creado. Era necesario que los planes de Satanás se desarrollasen en toda su plenitud para que su verdadera naturaleza y tendencia fuesen vistas por todos. Aun los ángeles leales no podían discernir bien su carácter, ni ver hacia dónde se encaminaba su obra. Ahora el enemigo había triunfado en la tierra. ¿Qué hará Dios?


SEGUNDA ESCENA:

(Adán y Eva, que pueden ser dos de los que representan otros personajes, puesto que no aparecerán más, vestidos de pieles, están postrados en tierra sumidos en profundo dolor. En la otra mitad del escenario, los ángeles comentan con tristeza lo ocurrido.)

ÁNGEL 1. Yo estoy dispuesto a dar mi vida por salvar a esa querida pareja. Me apena verles sufrir tanto.

ÁNGEL 2. A mí me pasa lo mismo, y creo que a todos nosotros también. He sabido que algunos ángeles han ido a ofrecer sus propias vidas a nuestro soberano, y le han dicho que todos estamos listos a ofrecernos en sacrificio.

ÁNGEL 1. Por cierto, ahí llega uno de los que han ido a presentarse ante nuestro Señor. Veamos qué nos dice.

ÁNGEL 3. (Entrando con cara entristecida.) Compañeros, lamento informarles que nuestro soberano dice que la vida de un ángel no puede satisfacer la deuda. Sólo nuestro amado Comandante puede hacerlo, y él está listo a pagar el precio.

(Hay murmullos de sorpresa y de dolor entre los otros dos ángeles.)

ÁNGEL 1. ¡No puede ser! Nuestro amado jefe no puede rebajarse tanto.

(Después de estas palabras se proyecta una diapositiva de Jesús, antes de escucharse al que haga la voz de Cristo. Los ángeles se postran al escuchar la voz de Jesús.)

VOZ DE CRISTO. Mis amados, el plan es que mediante mi encarnación en naturaleza humana y posterior muerte, rescataré a muchos y destruiré el imperio de la muerte. Ustedes tendrán una parte activa, ayudarán en este plan de salvación; cuidarán y protegerán de los ángeles caídos, a los que me acepten. Todavía no ha llegado el momento en que me iré a la tierra, pero cuando llegue el cumplimiento del tiempo, haré lo que fuere necesario.

(Se apagan las luces y la diapositiva y los ángeles salen.)

NARRADOR. (Música apropiada de fondo.) Adán y Eva tuvieron muchos hijos e hijas, muchos de ellos se rebelaron contra Dios y el mundo cada vez se corrompía más y más, tanto, que Dios tuvo que enviar el diluvio para limpiarlo (Efectos de sonido de lluvia y gritos). Después del mismo, las nuevas generaciones parecían haber comprendido la lección, pero pronto manifestaron el mismo espíritu de rebelión. Sólo un hombre mostró ser un verdadero hijo de Dios (Espacio para poner diapositiva de Abraham). Abraham, que sería el padre del pueblo de Israel. Escuchemos las noticias comentadas por los seres no caídos de otros mundos.




TERCERA ESCENA

(Entran por el pasillo central los habitantes de otros mundos hablando mientras caminan hacia el frente).

ESTER. Carlos, me alegra comunicarte que el plan de Dios para salvar a la tierra ha tomado un nuevo rumbo.

CARLOS. (Con voz alegre y a la expectativa.) ¿De verdad? ¡Cuéntame, me interesa!

ESTER. Nuestro soberano ha elegido a un pueblo especial para que le cuente al mundo que su Hijo irá a la tierra para rescatarlos del poder del enemigo.

CARLOS. (Con mucha algarabía.) ¡Excelente! Sin duda ese pueblo que ha sido elegido especialmente, llevará con rapidez a todas las naciones las buenas nuevas.

ESTER. Sí, yo creo que sí, puesto que de ese pueblo saldrá el Libertador, el Hijo de Dios que tomará la forma humana y la nacionalidad de ese pueblo. Sigamos adelante para contarles la noticia a nuestros vecinos.

CARLOS. Claro, ¡Vayamos!

(Música de fondo triste y luces a medio apagar. Se proyecta la diapositiva de un profeta dirigiéndose al pueblo).

NARRADOR. Durante más de 1.000 años los judíos esperaron la venida del Mesías. En este acontecimiento habían cifrado sus más gloriosas esperanzas, sólo que éstas se basaban en la grandeza mundanal. Desde el tiempo en que entraron en la tierra de Canaán, se apartaron de los mandamientos de Dios y siguieron los caminos de los paganos. En vano Dios les mandaba advertencias por sus profetas. En vano sufrieron el castigo de la opresión pagana. A cada reforma le seguía una apostasía mayor. Aunque los judíos deseaban el advenimiento del Mesías, no tenían verdadero concepto de su misión.

INTERMEDIO MUSICAL

DIRECTOR. Detengámonos un momento y veamos cómo se cumplió lo predicho por los profetas.

(Escribir en el centro de una pizarra: EL CUMPLIMIENTO DEL TIEMPO. Tener un mapa del Imperio Romano a mano. El Director habla mientras muestra el mapa).

Quiero destacar que todo se estaba preparando para la venida del Mesías. El mundo entero estaba maduro para recibirlo. Veamos por qué:

1. Las naciones estaban unidas bajo un mismo imperio.
2. Los judíos que habitaban en otros países acudían a Jerusalén para las fiestas.
3. Las Escrituras estaban traducidas al Griego.
4. Los sistemas paganos estaban perdiendo su poder sobre las personas, y la humanidad estaba cada vez más degradada por siglos de trasgresión.

Veamos lo que sigue sucediendo en los mundos no caídos.

(El Director sale y se ilumina la parte donde están los habitantes de otros mundos, Ester y Carlos, mirando a la diapositiva del planeta Tierra que se proyecta).




CUARTA ESCENA

ESTER. Creo que la situación del planeta Tierra ya es intolerable. Tú te habrás enterado de la maldad que reina en la tierra. Observa, parece que toda ella estuviese en tinieblas.

CARLOS. Yo había pensado que ese pueblo elegido sería la solución para iluminar el mundo. Me espanta ver que el enemigo ha vencido.

ESTER. Yo había pensado igual que tú, Carlos. Ellos también se han corrompido. El profeta tiene razón cuando dijo que “desde la planta del pie, hasta la cabeza, no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga”.

CARLOS. (Alzando la mano imperativo.) Yo creo que ha llegado el momento en que Jehová debe levantarse a barrer a los habitantes de la tierra.

ESTER. Estoy de acuerdo contigo, Carlos. Ya no hay más esperanzas para el mundo; es el momento en que debe desaparecer de nuestro universo.

CARLOS. Yo creo que todos los seres del universo piensan igual. Nuestro amado comandante no tiene por qué ir a rebajarse y sufrir por quienes no tienen ningún interés por él. Y si no, vayamos a preguntar a los demás.

(Salen.)

NARRADOR. Si Dios hubiese actuado como pensaban los seres del Universo, el enemigo habría triunfado. Él habría dicho que sus acusaciones eran ciertas y habría extendido su rebelión a los mundos superiores. En lugar de destruir el mundo, Dios envió a su hijo para salvarlo.

(Explosión de música navideña... “Al mundo paz, nació Jesús”. Se apagan las luces.)




QUINTA ESCENA

(Cuando se encienden las luces los ángeles están en el escenario del Cielo.)

ÁNGEL 1. Por lo que nuestro soberano ha dicho en la última reunión, ha llegado el tiempo en que el niño prometido nacería en la tierra.

ÁNGEL 2. Sardis, (dirigiéndose al Ángel 1.) Tú que has recorrido la Tierra, ¿está la humanidad preparada para tan majestuoso evento?

ÁNGEL 2. (Muy apenado.) No, al contrario. Todos están distraídos en sus propias actividades. Sólo unos pocos leen las Escrituras, pero aún ellos no se dan cuenta del tiempo en que viven. Oye, ahí viene Gnosis, el director del coro (señala hacia el pasillo central por donde viene acercándose el Ángel 3), a ver qué tiene que decirnos.

ÁNGEL 3. (En tono muy alegre.) Compañeros, Dios me ha dado la orden de que bajemos a la tierra a saludar con cánticos al niño de Belén, al mismo tiempo que anunciemos a los Pastores su llegada.

ÁNGEL 1 y 2. Pues vamos hacia allá. (Salen todos muy contentos.)

(Se apagan las luces y se retira el biombo que cubre la escena del pesebre mientras se escucha música navideña de fondo: “Se oye un canto en alta esfera”. Se encienden las luces y aparecen los pastores viniendo desde atrás, dirigiéndose al pesebre)

PASTOR 1. ¿Ha nacido algún bebé aquí esta noche? (Dice preguntando al público.)

PERSONA DEL PÚBLICO. (Se pone en pie.) Sí, allí en el establo. (Señala hacia el pesebre.)

PASTOR 2. Seguramente que éste es el niño del cual nos habló el ángel. (Dice mientras se llegan hasta donde están María y José).

(Los pastores llegan al pesebre y se postran ante el niño.)

JOSÉ. (Saliendo al encuentro de los pastores.) Pero, ¿qué hacéis aquí a estas horas de la noche?

MARÍA. ¿Habéis venido a llevarnos a otro lugar?

PASTOR 2. (Poniéndose en pie los pastores). No, quedaos tranquilos. Estábamos en la vigilia de la noche hablando del tiempo en que nacería el Mesías, cuando quedamos iluminados por una luz blanca, de tal modo que podíamos ver a las ovejas cerca de nosotros, a las colinas de Israel, y hacia la ciudad de Belén.

PASTOR 1. Quedamos tan asombrados, que no podíamos ni siquiera hablar mientras escuchábamos un coro sublime cantar: “¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz para con los hombres!

PASTOR 2. De pronto, un ángel se nos acercó y nos dijo: “No temáis, pues he aquí que os traigo una buena nueva que será de gran de alegría para todo el pueblo: que os ha nacido hoy en la ciudad de David un Salvador, que es el Mesías, el Señor”.

PASTOR 1. No podíamos creerlo. ¡El Mesías ha nacido! Entonces el ángel agregó: “Y esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales y recostado en un pesebre”.

MARÍA. ¡Alabado sea el Señor! Bendito y sagrado su nombre, que ha mirado con gracia a su sierva para ser madre del Redentor de Israel. Ahora entiendo que su rostro se inclina para cuidar tiernamente a este niñito que será el Santo, el Poderoso, el Salvador.

(Entran los magos desde el fondo del salón preguntando a diferentes personas por el Mesías)

REY 1. ¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer?

JUDÍA. (Se levanta desde el público.) ¿Rey de los Judíos? ¿No se refiere usted a Herodes?

REY 2. No. Un nuevo rey. Vuestro rey. Su estrella hemos visto en el oriente y hemos venido para adorarlo.

JUDÍO. (Poniéndose en pie y en tono enojado) No hay ningún nuevo rey aquí.

REY 3. Pero debe haber. Venimos desde el Oriente porque apareció una estrella más clara y brillante que las demás. Ya hace tiempo que investigamos a los profetas de vuestro pueblo, y según esas profecías está por venir o ha venido ya el Mesías. ¿Acaso no conocéis las profecías? (Dice dirigiéndose al público.)

JUDÍO. Bueno, los que se ocupan de eso son los sacerdotes. Una persona como yo no necesita saber de teología.

(Los magos hablan entre sí en medio del pasillo, mientras se escucha al Narrador.)

NARRADOR. Muy pronto la ciudad entera estaba hablando acerca de estos extranjeros que habían viajado centenares de kilómetros para encontrar al nuevo rey de los judíos. Para entonces, las noticias relativas a los sabios de oriente llegaron a oídos de Herodes, y la historia sonaba a traición. Se sintió perplejo. Tal vez los judíos estaban por rebelarse de nuevo y esta historia relativa al nuevo rey era parte de un complot. De manera que llamó a “todos los príncipes de los sacerdotes y a los escribas y exigió que le dijeran “dónde había de nacer el Mesías”.

MUJER DEL PUEBLO. (Poniéndose en pie desde un banco de delante se levanta llevando un cántaro en la cabeza, y se dirige a los reyes hablándoles). Los sabios de nuestro pueblo dicen que en Belén de Judá nacería el Mesías, pues escrito está por el profeta: “Y tú Belén, tierra de Judá, no eres ciertamente la más pequeña entre los príncipes de Judá, porque de ti saldrá un jefe que apacentará a mi pueblo Israel”. (Sigue su camino)

REY 2. Vamos rápido para allá.

REY 3. ¡Vayamos pues!

REY 1. Si, démonos prisa. (Parten hacia el pesebre.)

(Al llegar al frente se postran y ofrecen presentes al niño. Música de fondo navideña pero solemne, por ejemplo “Noche de paz”.)

MARÍA. Muchas gracias, distinguidos sabios. Venís a honrar al niño que es el Mesías. ¡Dios os bendiga!

(Se escucha la música más alta mientas se apagan las luces. Se encienden cuando los habitantes de otros mundos entran. Se iluminan las dos partes del escenario)

ESTER. ¡No puedo creerlo! ¡Dios se humilló hasta lo sumo para salvar a la humanidad! ¡Y yo que creía que la destruiría!

CARLOS. Sabía del amor de Dios, pero no me imaginaba que fuera tan grande. Hay algo que me asombra sobremanera, y es la indiferencia de la gente. Sólo unos pocos pastores y los tres extranjeros vinieron para adorarle, cuando hubiese tenido que estar lleno el establo.

ESTER. ¿Será que las generaciones futuras lo identificarán como su Salvador? ¿O será que harán igual que los israelitas de hoy?

CARLOS. El transcurrir de los siglos lo dirá, Ester. Mientras tanto estaremos todos los habitantes de estos mundos atentos para ver qué sucederá en el Planeta Tierra.

(Música apropiada de fondo)

NARRADOR. Y la humanidad siguió el mismo camino que sus antepasados. Al igual que antaño, unos pocos son los que esperan a Jesús en su segunda venida. También unos pocos son los que valoran el sacrificio hecho por el Rey del Universo al hacerse niño y nacer junto a las bestias. ¿A qué grupo perteneces tú? ¿Al que ignora los tiempos en que vivimos y el sacrificio de nuestro Señor o al que espera ansioso la segunda venida de Jesús? Tú decides.

En busca de un abeto

8 Minutos y 13 Personajes. Una familia sale en busca de un bonito abeto para decorar su casa y en el camino se encuentran a unos pastores que les anuncian que Jesús ha nacido. Todos acuden al portal y cada uno le entrega al niño aquello que tiene.

EN BUSCA DE UN ABETO


PERSONAJES

NARRADOR
JUAN
SARA
NIÑO
NIÑA
PASTOR 1
PASTOR 2
PASTOR 3
PASTOR 4
PASTOR 5
PASTOR 6
JOSÉ
MARÍA

NARRADOR. Juan y Sara vivían en un pueblecito rodeado de montañas. Era diciembre y hacía mucho frío por aquellas tierras. Los niños disfrutaban de las vacaciones de Navidad. Sara prepara la comida mientras los niños leen un cuento y el padre ve la tele mientras acaricia al perro.

SARA. ¡Vamos, venid a comer que os he preparado una sopa calentita!

NARRADOR. Todos se sientan en la mesa y comienzan a comer.

JUAN. ¡Qué sopa más rica, Sara!

NIÑO. ¡Está quemando!

NIÑA. ¡A mí no me gusta nada la sopa, mamá!

(El perro ladra.)

JUAN. (Mirando por la ventana.) ¡El cielo está muy raro! Creo que pronto va a nevar, ¿qué os parece si esta tarde nos vamos al bosque a buscar un abeto?

NIÑOS. (Levantándose y dando saltos.) ¡Bien, bien, papá!

SARA. Lo pondremos en el salón y lo adornaremos con bolas de colores, será el árbol más bonito de este pueblo.

NARRADOR. Cuando terminaron de comer recogieron entre todos la mesa y se abrigaron para salir en busca del árbol de Navidad. Por el camino Juan y Sara cogidos de la mano hablaban mientras los niños cantaban y saltaban por el camino. El perro les seguía.

NIÑO. ¡Papá! ¡Papá! He visto un abeto escondido entre las rocas (señalando).

NIÑA. Sí, yo también lo veo.

(Se acercan.)

SARA. ¡Es precioso, Juan!

NARRADOR. Juan saca su hacha (que lleva colgada en la cintura) y empieza a cortar el árbol. (Todos lo movían.) Luego se lo echa al hombro, y deciden regresar a casa cuando....

(Suenan cencerros.)

JUAN. ¿Qué es lo que se oye por ahí?

SARA. Parece un rebaño de ovejas.

NIÑOS. Mirad, ¡viene gente por el camino! ¡Vienen corriendo!

(Llegan donde están ellos.)

SARA. ¿Pasa algo?

PASTOR 1. ¡Vamos deprisa, nos han dicho que ha nacido el Hijo de Dios y que está detrás de aquel monte!

PASTOR 2. Dicen que ha nacido entre un buey y una mula.

PASTOR 3. ¡Y ha nacido en un pesebre!

TODOS. ¡Vamos con vosotros! Queremos ver a ese niño.

NARRADOR. Caminaron deprisa mientras Juan llevaba cargado en la espalda el árbol de Navidad. Ya se había hecho de noche cuando empezaron a caer los primeros copos de nieve.

NIÑOS. ¡Está nevando!

NIÑA. Podemos hacer un muñeco y llevárselo al Niño.

JUAN. Este árbol me pesa demasiado. Pero... (Mirando al árbol.) ¡Si está cubierto de copos de nieve!

PASTOR 4. Mirad qué resplandor hay detrás de aquella montaña.

PASTOR 5. Vamos hacia allí.

PASTOR 6. Ya estamos cerca.

NARRADOR. Al final, todos llegaron a la cueva y dentro de ella se encontraron a una mujer bella y a un hombre con barbas y pelo largo que cuidaban de un hermoso niño. Los pastores rodearon la cuna y le dieron sus regalos.

PASTOR 1. Yo te traigo la mejor de mis ovejas.

PASTOR 2. Yo el más blanco de mis quesos.

PASTOR 3. Yo la más joven de mis cabras.

PASTOR 4. Yo esta botella de leche.

PASTOR 5. Yo el turrón con mi merienda.

PASTOR 6. Yo te regalo mi zamarra (se la quita y la deja en el pesebre).

NIÑOS. Nosotros te regalamos este muñeco de nieve.

NARRADOR. Juan pensó en el abeto. Lo bajó de sus espaldas y dijo cogiendo a Sara por el hombro:

JUAN. “Nosotros te regalamos lo único que tenemos. Este árbol y todo nuestro cariño”.

NARRADOR. El Niño miró el abeto, y en ese momento cada copo de nieve que lo cubría se convirtió en una estrella, y el portal de Belén se llenó de luz. Todos cantaron.

(Cantan noche de paz.)

NARRADOR. Cuentan que desde entonces, cuando llega la Navidad, hay un árbol con luces en todas nuestras casas.

Joven y amigo

6 Minutos y 4 Personajes. Este drama forma parte de un programa relativo a la amistad en el que se pretende enfatizar la necesidad de tener, como cristianos, relaciones significativas los unos con los otros. Trata de la amistad profunda entre Jonatán y David. Si desea el programa, nos lo solicite.

JOVEN Y AMIGO

PERSONAJES

NARRADOR
JONATÁN
DAVID
SAÚL


NARRADOR. Hay pocas cosas en la vida que amanecen más a algunos individuos que la pérdida del poder. Y eso era lo que el rey Saúl estaba enfrentando. En su esfuerzo por retener el trono de Israel, decidió acabar con la vida de David, el hijo de Isaí, que era su potencial sucesor. La Biblia relata un intento de Saúl para matarlo. Irónicamente, el mismo hijo de Saúl, Jonatán, es quien ayudó a David a evitar su muerte prematura. La historia de esa increíble amistad se encuentra en 1 Samuel 20, donde vemos a David buscando desesperadamente una respuesta de su amigo de confianza, Jonatán.

DAVID. (Implorando.) ¿Qué hice yo? ¿Cuál es mi ofensa? ¿Qué piensa tu padre que hice equivocadamente para tratar de matarme?

JONATÁN. ¡Por Dios! No hay la idea de matarte. Sé que mi padre no hará nada sin decírmelo. ¿Por qué escondería mi padre una cosa así de mí? ¡No puedo creerlo!

DAVID. Estoy pronto para jurarte que es así, tu padre dijo para sí mismo: "Jonatán no debe saberlo, porque si lo sabe quedará resentido", ya que él sabe que tú me tienes en gran consideración. Así como vive el Señor, y tú vives, hay apenas un paso entre mí y la muerte.

JONATÁN. ¿Qué deseas que haga?

DAVID. (Pensativo.) Mañana es luna nueva, y deberé cenar con el rey. Déjame ir y esconderme en el campo hasta la tercera noche. Si tu padre nota mi falta, entonces dile: "David me pidió que lo dejara ir a hacer una visita rápida a su hogar en Belén, pues es el sacrificio anual de toda su familia". Si el dice: "Está bien", será una buena señal para mí; pero si él se indigna, sabrás que decidió hacerme mal. (Serio.) Querido Jonatán, usa de misericordia conmigo; pues tú y yo hicimos una solemne alianza ante el Señor. Mátame si tengo culpa. ¿Por qué me dejarás caer en las manos de tu padre?

JONATÁN. (Atónito.) ¡Por Dios! Si descubro que mi padre planea tu mal, te avisaré.

DAVID. ¿Cómo me lo harás saber?

JONATÁN. (Pausa.) Ven conmigo al campo.

NARRADOR. De esa forma fueron juntos al campo y Jonatán le dijo a David…

JONATÁN. (Intensamente.) Te prometo a ti, David, delante del Señor Dios de Israel, que mañana a esta misma hora sondearé a mi padre por tercera vez y, si veo que él tiene buena disposición para contigo, haré que lo sepas. Si mi padre se vuelve desconfiado, que el Señor haga conmigo el mismo mal y más, si yo no te lo hiciera saber y no te pusiera a resguardo. ¡El Señor será contigo como ha sido con mi padre! Te prometo que mientras yo viva tendrás mi amistad fiel, como el Señor requiere; y si yo muero, tú continuarás siendo leal a mi familia para siempre. Cuando el Señor elimine de la tierra a todos los enemigos de David, que el Señor te llame a prestar cuentas si tú y tu casa dejaren de ser mis amigos.

NARRADOR. Jonatán renovó su promesa a David por causa de su amor por él, pues lo amaba como a sí mismo. Entonces le dijo…

JONATÁN. Mañana es luna nueva, y se darán cuenta de tu ausencia cuando vean tu lugar vacío. Por lo tanto, vete al caer la noche, por tercera vez, al mismo lugar donde te escondiste en la tarde de la fiesta, y queda allí escondido. Cuando yo vaya, lanzaré tres flechas en aquella dirección, como si estuviera intentando acertar un blanco. Mandaré a mi ayudante que vaya a buscar las flechas. Si yo le digo: "Mira, las flechas están de este lado, júntalas", entonces podrás salir del escondite. Estarás seguro, te lo prometo. Pero si yo le digo: "Mira, las flechas están del otro lado, más adelante", entonces el Señor te habrá dicho que debes partir. El Señor quede entre tú y yo para siempre.

NARRADOR. Así que David se escondió en los campos. Llegó la luna nueva, la cena estaba preparada, y el rey se sentó para cenar. Saúl se sentó en su lugar de costumbre junto a la pared. Y Abner se sentó a su lado; Jonatán también estaba presente, (hacer una pequeña pausa), pero el lugar de David estaba vacío. Aquel día Saúl no dijo nada, pues pensó que David estaba ausente por algún motivo, tal vez por estar ritualmente impuro. Pero al segundo día, el día siguiente a la luna nueva, el lugar de David todavía estaba vacío, y Saúl le dijo a su hijo Jonatán: "¿Por qué el hijo de Isaí no vino a la fiesta, ni ayer ni hoy?"

JONATÁN. David me pidió permiso para ir a Belén. Dijo: “Nuestra familia está sacrificando en la ciudad y mi hermano me pidió que estuviera allí. Ahora, si hallé gracia delante de ti, déjame ir a ver a mis hermanos". Por eso no vino a cenar con el rey.

SAÚL. (Airado.) ¡Hijo de madre perversa y rebelde! Te hiciste amigo del hijo de Isaí sólo para traer vergüenza a ti mismo y deshonra a tu madre, pero yo lo voy a arreglar. Mientras el hijo de Isaí viva, ni tú ni tu corona estarán seguras. Manda que lo busquen, merece morir.

JONATÁN. (Resentido.) ¡El merece morir! ¿Por qué? ¿Qué hizo?

NARRADOR. Entonces Saúl tomó su lanza e intentó matarlo; y él supo que su padre quería la muerte de David. Jonatán dejó la mesa violentamente y no comió nada ese segundo día de las fiestas; pues estaba indignado por causa de David, pues su padre lo había humillado. A la mañana siguiente, Jonatán salió al campo para encontrar a David en la hora combinada, llevando un ayudante con él. Le dijo al muchacho…

JONATÁN. Corre a buscar las flechas; voy a tirarlas.

NARRADOR. El muchachito corrió, y él tiró las flechas por sobre su cabeza. Cuando el muchacho llegó al lugar donde las flechas habían caído, Jonatán gritó…

JONATÁN. ¡Mira, las flechas están más allá, rápido! ¡No hay tiempo que perder! ¡Apresúrate!

NARRADOR. El muchachito juntó las flechas y se las llevó a su maestro; pero sólo Jonatán y David sabían lo que significaba; el muchacho no entendió nada. Jonatán entregó sus armas al ayudante y le mandó que las llevara de vuelta a la ciudad. Cuando el muchacho se fue, David salió de su escondite y se inclinó humildemente tres veces. Se besaron y lloraron juntos, y el dolor de David era todavía mayor que el de Jonatán. Jonatán le dijo a David…

JONATÁN. ¡Vete y ponte a salvo! Porque juramos ambos en el nombre del Señor, que es el testigo para siempre entre tú y yo y entre tus descendientes y mis descendientes.

NARRADOR. David se fue y Jonatán volvió a la ciudad. Sus caminos se separaron en ese momento, pero estaban unidos para siempre por la amistad.

Los frutos del espíritu

5 Minutos y 6 Personajes. El propósito del drama es para que todos vean como los frutos de Espíritu Santo son más fuertes que las cosas negativas de la vida.


LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU

PERSONAJES

AMOR
ODIO
FE
ENVIDIA
VOZ
MAESTRA

(Entran los Jóvenes al salón.)

VOZ. Vamos a ver cómo se llevan en la Escuela estos 5 jóvenes.

AMOR. ¡Hola Maestra! Buenos días.

MAESTRA. Buenos Días, Amor. Hola Clase, estoy muy contenta porque dos de ustedes sacaron un perfecto en su examen de matemáticas, pero los demás no estudiaron y sacaron un 20 de 100. Eso está muy mal. Bueno, es hora de receso, hablaremos después del examen.

ODIO. ¡Ay, sí! ¡Hola maestra! (Tocando el cabello de amor.) Yo soy la favorita de la maestra, eres una boba, no te soporto.

FE. No la molestes, Odio.

ENVIDIA. Eres horrible, Fe y no te metas en lo que no te importa. Dile más, Odio.

MAESTRA. Hola clase, bueno, después de ver los exámenes me di cuenta de que Odio y Envidia no estudiaron en nada. Niñas, tienen que estudiar más, en especial para el próximo examen de Estudios Sociales. Bueno, cojan sus asignaciones y las veo el lunes, que tengan un buen fin de semana y estudien mucho.

(Suena el timbre o campana de despedida.)

AMOR. Yo voy a estudiar mucho para poder tener un perfecto en el examen. ¿Y ustedes van a estudiar?

ODIO. No, estúpida, yo voy para el cine, a mí no me gusta estudiar. ¡Ay, la estudiante perfecta va a estudiar! ¡Qué chiste me das!

FE. ¿Por qué ustedes siempre tienen que hacer sentir mal a Amor? Ella nunca les hace nada a ustedes. ¿No se sienten mal por sus acciones y actitudes? Bueno, yo voy a orar por ustedes. En la Iglesia mañana.

ENVIDIA. Bueno, como quieras, Fe. Yo tampoco voy a estudiar, no tengo necesidad de eso y además no me gusta la escuela. Éste es mi último año de Escuela Superior. El año que viene me voy para la universidad de Florida.

ODIO. Oye, Envidia, ¿vas para la fiesta de graduación el Sábado por la noche? ¿Te busco en mi carro?

AMOR. Bueno, yo no voy, en mi iglesia hay un social, ¿quieren ustedes ir?

ENVIDIA. ¿Qué honda es la tuya? Yo no voy con las monjas para su social con los viejos, aburridos de la iglesia.

FE. Bueno, Odio y Envidia os voy a dar el número de mi celular si queréis llamarme y os daré la dirección.

ODIO. Bueno, está bien, aunque no pienso que cambie de pensamiento. Esa fiesta suena padrísima y creo que voy a ir.

(Salen las niñas para sus hogares.)

VOZ. Llega el Sábado por la noche. Amor y Fe salen juntas para el Social Iglesia. Odio y Envidia salen para la fiesta pero en el camino tiene un accidente terrible porque estaban bebiendo. No se atrevían a llamar a sus padres así que llamaron a Amor y a Fe. Tristemente Odio murió pero Envidia quedó viva. Ella se dio de cuenta de que verdaderamente Amor y Fe no eran malas y que ellas sí querían ser sus amigas. Ya la joven no se llama Envidia sino Gozo porque ella encontró a Cristo y en su corazón solo hay Gozo.

ENVIDIA. La vida antigua ya yo dejé. Ahora mi nombre es Gozo, aunque Odio no se arrepintió yo sí. Y ayudaré a otros para que también conozcan a Cristo y se puedan arrepentir.

Mi amigo fiel

25 Minutos y 9 Personajes + Extras. Un niño descubre gracias a una vieja biblia de su abuelo y a las lecturas que éste le hace, un verdadero amigo: Jesús. ¡¡VER FOTOS!!


MI AMIGO FIEL

PERSONAJES

DARÍO
PAPÁ
MAMÁ
TATA
LOLI
MARÍA
JOSÉ
JESÚS
ÁNGEL
PASTORES



PRIMER ACTO

(Sala de lectura.)

(Darío se encuentra solo jugando en el suelo. Con los libros de la biblioteca hace torres, caminos, puentes. Juega con un auto, hace el ruido simulando el motor. Unos minutos después, encuentra un libro gigante lleno de polvo, intenta cargarlo y se le cae. Escucha que la mama lo llama y lo esconde detrás de los almohadones.)

MAMÁ. ¡Dadi… Dadi!

(Darío no contesta.)

MAMÁ. (Entra en escena.) Darío, ¿no escuchas que te estoy llamando?

DARÍO. (Se hace el distraído, y con voz muy tranquila.) ¿Qué má?

MAMÁ. Me haces el favor de ordenar este lío, va a llegar papá y vamos a cenar.

DARÍO. No es un lío…es mi pista. (Se pone de pie y muy enojado.) Aparte estoy esperando a papi para mostrarle algo. (La empuja despacio y triste.) Salí mala, vos nunca entendés nada…

MAMÁ. Pero hijo, todos los días es lo mismo.

(Se retira la madre resignada. Al rato llega el padre, con ropa de trabajo, cansado.)

PADRE. Hola, hijo.

DARÍO. ¡Papi! (Darío corre a saludarlo, lo abraza y lo toma de la mano.) Vení, mirá mi pista…

PAPÁ. ¡Uy! ¡Qué buena! (Se sienta en el sillón, se desata la corbata. Expresión de cansado.) ¡Uy! ¿Ya vio mami este lío?

DARÍO. Sí… (Luego agrega con voz baja.) Espera que te muestro algo, ¿eh?

(Busca la Biblia detrás de los almohadones y agrega.)

DARÍO. ¡Mirá lo que encontré, pá! (Le muestra un libro muy grande y viejo.)

PAPÁ. ¡Ah, la Biblia del abuelo! (La toma en sus manos y le sopla el polvo.)

DARÍO. ¿La qué?

PAPÁ. La Bi-blia.

DARÍO. ¿Y qué es la Biblia?

PAPÁ. La palabra de Dios… Pero sos chico Dadi, no vas a entender. Guardála donde estaba. (La deja en el suelo.)

DARÍO. Pero pá, quería que me la leas…

PAPÁ. ¿Leértela, ahora? Estás loco. Dadi estoy muerto.

(Dadi insiste.)

PAPA. NO, vamos a cenar. Ordena este despiole.

DARÍO. ¡Ufa! (Papá se retira, Dadi comienza a ordenar.)



APAGÓN- RELATO

(Es aconsejable si se hace con chicos pequeños, que una luz alumbre al relator. Puede estar sentado en una silla al lado del escenario. Si no, con una voz en off sería suficiente.)


Relato 1. Darío (10 años) Sí, es verdad, esas fueron las palabras textuales de papá. Siempre estaba ocupado, cansado. Para mí nunca tenia tiempo… Lo único que hacía era trabajar y quejarse. ¡Ah! Perdón, me olvidé de presentarme. Yo soy Darío, me dicen “Dadi”. Han pasado algunos años y decidí a contarles mi historia.
¿En qué estaba? Perdón, lo que pasa es que me emociono y me pierdo.
¡Ah! Les contaba de papá. Era muy bueno… pero me prestaba muy poca atención. Aparte ni él ni mama me comprendían. Para ellos mis pistas de autos, las torres, las carpas que yo me armaba eran lío, desorden. Entonces trataba de hablar de cosas interesantes… Pero era entonces cuando resultaba ser un metido en las cosas de grandes, me sacaban corriendo. ¿Quién los entendía? Aquel día yo había descubierto EL GRAN LIBRO, la Biblia del tata. El tata era mi abuelo materno, un campeón. El sí que me comprendía, era el único que me hablaba bajito, sin gritarme y con palabras que yo entendía… Pero vivía lejos en un campo y solo venía para la Navidad. A veces me agarraba la furia y me daban ganas de correr hasta donde él estaba. Pero, ¿cómo olvidarme de aquel día, en que mamá me dio la gran noticia?




SEGUNDO ACTO

(Sala de lectura.)

(Darío se encuentra solo disfrazado de algún superhéroe, juega, salta desde el sillón a los almohadones, se cae, etc. Después de unos minutos suena el teléfono.)


MAMÁ. ¡Dadi… Dario!

(Él no contesta sigue jugando.)

MAMÁ. ¡Atendeeeee!

DARÍO. (Atiende.) ¿Hola? (Silencio.) Sí, Dadi. ¿Quién habla? (Silencio.) ¡TATAAA!! Pero si vos no tenés teléfono… (Silencio.) ¡Ah! Me parecía. (En voz bajita, porque entra la madre.) Tati, ¿te cuento una cosa? Voy a tener una hermanita… Se va a llamar Lorena, ¿sabés?

MAMÁ. Bueno, dale, hijo, ¡que le va a salir caro!

DARÍO. Sí… Bueno… (Gesto de apuro con la mano.) Yo también te quiero, te paso. (Le pasa a su mamá.)

MAMÁ. ¡Hola Papá! Sí, bien… hecha una vaca. Bueno, contame… ¿Qué te dijeron? (Silencio.) Me lo imaginé. No te preocupes no hay ningún problema, ya lo hablé con
Pablo. (Silencio.) Salís, ¿cuándo? (Silencio.) Ok, ahí vamos a estar. Cuídate viejo. Chau.

(Darío estaba atento a la conversación.)

DARÍO. ¿Qué dijo mamá? ¿A dónde vamos a estar nosotros?

MAMÁ. Bueno, hace rato que quería decírtelo pero como sabía que te ibas a poner muy ansioso preferí esperar a que me confirmase el Tata.

DARÍO. ¡Dale!

MAMÁ. Bueno… tu abuelo, el tata, va a venir a Buenos Aires. Pero para siempre, no de visita.

DARÍO. ¿A vivir? ¿De verdad, má? (Festeja saltando.)

MAMÁ. Sí, van a vender el campo, el tata está muy viejito ya y tenemos que cuidarlo.

(Festeja Darío.) Por eso Dadi… tenés que portarte muy bien cuando venga, ¿sí?

DARÍO. Sí, má, ¡me voy a portar requetebien! (La abraza.) ¿Y puede dormir conmigo?

MAMÁ. Vamos a ver qué dice papá…



APAGON- RELATO 2

Relato 2. Darío (10 años)

El tata… ¿Cómo olvidarme de él? Mi corazón saltaba de alegría cada vez que lo nombraban. Tenía una mirada tierna, un rostro siempre con barba. Se parecía a Papá Noel. Sí, para mí que lo era, pero nunca me lo quiso decir… Era el único que me alzaba cuando quería decirme algo, estaba viejito, pero tenía una fuerza… Me encantaba mirar detrás de sus anteojos. Sus ojos brillantes parecían dos caramelos de dulce de leche.
Lo primero que hice cuando llegó, fue mostrarle ese misterioso libro. Porque para mí la Biblia era misteriosa. Lo que yo no entendía era cómo papá nunca quiso leérmela si era la palabra de Dios. Fue entonces cuando el Tata, (siempre el Campeón) todas las tardes se sentaba en el sillón, al lado de la lámpara y la biblioteca. Y sentado sobre sus rodillas, escuchaba atento las maravillosas historias de Jesús. ¡Ese sí que era un héroe! Era el mejor amigo del tata… y mío también. Disfrutábamos tanto los tres juntos: Jesús, el tata y yo. Bueno… a Jesús no lo veía, pero sé que ahí estaba: ¡siempre presente!
Un día el Tata me explicó que debía invitar a Jesús a vivir en mi corazón. Porque Él era el hijo de Dios y me amaba más que nadie, tanto como para dar su vida por mí en la cruz. Yo no entendía porqué se dejó matar… Hasta que me explicó que era la única forma de perdonarme y ser feliz para siempre. Y miren que la palabra “siempre” es larga; significa que por siempre jamás yo seré feliz con mi Jesús. Perdón… como les dije me emociono y me voy lejos. Deseaba tanto conocerlo, que no perdí el tiempo, ese mismo día le entregué mi vida a Jesús. Hice la oración junto a mi tata.
Mis manos estaban agarradas a las de él, yo las apretaba como si no quisiera soltarlas, fue el día más inolvidable. Me había decidido por Jesús.



TERCER ACTO

(Sala de lectura.)

(El tata se encuentra sentado en el sillón. Dadi a sus pies, cantando.)

DARÍO. “Cristo me ama, bien lo sé, su palabra me hace ver, que los niños son de aquel y el es nuestro amigo fiel”.

DARÍO y TATA. (Cantan juntos.) “Sí, Cristo me ama. La Biblia dice así...”

TATA ¡Que rápido que la aprendiste! ¿Eh?

DARÍO. Viste Tata… (Silencio.) ¿Sabés qué? Yo cuando sea grande voy a ser sabiundo como vos y me voy a saber todos los “ventrículos”.

TATA. (Ríe.) No… ¡Ja, ja, ja! Hijo, no se dice así, se dice “sabio” y “versículos”.

DARÍO. Bueno, eso, porque me voy a saber todas las cosas de Dios.

(Tata interrumpe.)

TATA. Muy bien, Dadi, sos un chico muy inteligente.

(Dadi se para y busca la Biblia y pregunta con una voz muy suavecita.)

DARÍO. Tata, ¿me lees otra vez el nacimiento de Jesús?

TATA. ¿Otra ve? Pero ya te la leí esta mañana, hijo.

(Pero Darío se sienta mientras le contesta el tata, sobre su falda o en el piso con la Biblia.)

DARÍO. Dale…

TATA. (Se ríe.) Pero nada de quedarse dormido, ¿eh?

(Darío niega con la cabeza. Tata comienza a relatar muy pausado la historia del nacimiento de Jesús. Se apagan las luces, se ilumina solo al Tata y se oye su voz relatando. A medida que transcurre la historia comienzan a interpretarla. María y José aparecen en escena, iluminados por detrás del público, caminan entre el mismo hasta el escenario. Aparecen los ángeles, los magos, que luego se dirigen al pesebre, donde se encuentran los padres, con el niño Jesús.)

TATA. María y José estaban comprometidos para casarse, ella se encontraba en cinta, embarazada. Salieron del pueblo de Nazaret, de la región de Judea; para inscribirse. Y después de mucho andar llegaron a Belén. María estaba muy cansada y sucedió que mientras buscaban un lugar donde pasar la noche, llegó el momento de dar a luz. Pero no había lugar para ellos en el Mesón, entonces se dirigieron a un establo lleno de animales.
Y Allí tuvieron su primer hijo, lo llamaron Jesús como les había anunciado el ángel y lo envolvieron en pañales. Cerca de Belén había unos pastores que paseaban de noche por el campo, cuidando sus ovejas. De pronto… se les apareció un ángel de Dios y la gloria del Señor brilló alrededor de ellos y tuvieron mucho miedo. Pero el ángel les dijo: “no tengan miedo, porque les traigo una buena noticia, que será motivo de gran alegría para todos. Hoy ha nacido en Belén un salvador, el Mesías, nuestro Señor Jesús. Como señal, encontraran ustedes al niño acostado en un establo, envuelto en pañales." Cuando el ángel subió al cielo, los pastores dijeron: “¡Vayamos pues a ver a Jesús!” Buscaron el establo y allí estaban María, José y el niño Jesús. Todos estaban muy felices y admirados. Su mamá María guardaba todo esto en su corazón y lo tenía muy presente… ¡HABÍA NACIDO EL HIJO DE DIOS!



CUARTO ACTO

(Sala de lectura.)

(Se muestra un cartel que diga 5 años después. Darío de 10 años está con su hermanita decorando el arbolito de navidad. Loli pone un adorno.)

DARÍO. Salí nena, hacés todo mal, ahí no va ese…

LOLI. ¿Por qué? Vos no decís donde va, a mí me gusta acá.

DARÍO. ¡No! ¡Andate! Mamá me dijo que lo decore yo. Mirá que la llamo, ¿eh?

LOLI. ¡Llamála! Total, si vos me peleas Papá Noel no te va a traer nada. (Le hace muecas y entra la mamá.)

MAMÁ. ¡Ey! Basta de pelearse.

LOLI. Él la empezó… ¿No dijiste que yo lo puedo ayudar?

MAMÁ. Sí, entre los dos lo tienen que hacer. Está quedando muy lindo. Igual nosotras dos nos tenemos que ir a hacer unas compras. ¿Vamos, Loli?

LOLI. Sí pero no tardemos mucho, porque quiero estar para cuando venga Papá Noel, ¿sí má?

MAMÁ. ¡Uy… pero falta mucho! Enseguida volvemos. Chau, Dadi. Si llama papá decile que no llegue tarde, por favor.

DARÍO. Bueno, chau.

(Al cabo de un rato se oye la voz en off de Jesús.)

VOZ EN OFF. ¡Schhhh! (Darío mira para todos lados buscando de donde sale el chisteo. Se oye nuevamente.)

DARÍO. ¿Quién está ahí? (Con voz de asustado.)

VOZ EN OFF. ¡Ey, Dadi! Soy yo, Jesús, tu amigo.

DARÍO. (Dadi sorprendido) ¿Qué Jesús?

VOZ EN OFF. Sí, ¿que pasó? ¿Ya te olvidaste de mí? Hace mucho que no me hablas.

DARÍO. (Asustado.) No, Jesús, no me olvidé de vos, pero…

VOZ EN OFF. Sí, ya sé, extrañas a tu abuelo.

DARÍO. Sí, Jesús, cuando murió no entendía por... por qué. (Enojado.)

VOZ EN OFF. Mira, Dadi, ya sé que es muy difícil para vos, pero el Tata había vivido muchos años. Ahora pensá que está durmiendo en paz, sin dolor…

DARÍO. Es que era mi mejor amigo… (Esconde la cara entre sus brazos para comenzar a llorar.)

VOZ EN OFF. Sí, pero entonces, ¿yo no soy tu amigo? ¿Qué pasó, Dadi? ¿Por qué te olvidas de mí? Yo te extraño demasiado, todos los días espero que te acerques a mí, que me hables, que me confíes tus cosas… como antes… y siempre seguís de largo, estás apurado para ir al cole, y ni siquiera ahora que se acerca el día de mi cumpleaños me hablas…

(Silencio. Darío continúa con la cara escondida oyendo.)

VOZ EN OFF. ¿Te acordás de este sillón? (Darío lo mira.) ¿De las horas que pasábamos junto al Tata? Yo estuve siempre ahí, entonces, ¿por qué te olvidas de mí?

DARÍO. (Levanta la cabeza y agrega.) No, Jesús, no me olvidé de vos, yo pensé que me habías dejado de querer…

VOZ EN OFF. No, Darío. Grábate esto en tu corazón: “YO JAMÁS DEJARÉ DE AMARTE, MORÍ POR VOS EN UNA CRUZ Y HOY NADA PUEDE SEPARARNOS”. Ni la muerte, ni los problemas ni la enfermedad… ni siquiera las macanas que te mandás. SIEMPRE VOY A PERDONARTE. Y voy a ser siempre tu amigo fiel.

DARÍO. Entonces, Jesús, ¿me perdonas?

VOZ EN OFF. Sí, hijo mío, pero ya olvidé todo, pero hay algo que tengo hacer y solo vos podes ayudarme.

DARÍO. ¿Yo?

VOZ EN OFF. Sí, vos. Quiero que compartas mi amor con tus padres, que aún no me conocen.

DARÍO. Sí, Señor, hiciste tanto por mí, ¡éste va a ser mi regalo de Navidad para vos!


APAGON-( se arma rápido la escena familiar)



QUINTO ACTO

(Sala de lectura.)

(Música de Navidad. Se encuentra toda la familia sentada junto al árbol abriendo regalos. Festejando. Darío se para y les da un paquete muy grande.)

DARÍO. Esto es para ustedes.

(El papá y Loli lo abren.)

PAPÁ. ¡La Biblia del tata!

DARÍO. Sí, éste es un regalo de parte mía, del tata y de… Jesús.

PAPÁ y MAMÁ. Gracias, hijo.

DARÍO. Quiero decirles que no tenemos que dejar olvidado a Jesús porque Él nos ama a todos y a vos también, Loli. (La abraza.)

MAMÁ. Sí, hijo, es verdad. Necesitamos mucho de Jesús en casa. (Mamá y papá se toman de la mano.)

LOLI. Yo también quiero aprender de Él y ser muy sabiunda.

DARÍO. Se dice “sabia”.

(Todos se ríen.)

¿Navidad en tiempos de guerra?

20 Minutos y 14 Personajes. Un padre le cuenta a su hijo la historia del nacimiento de Jesús así como diversas historias de la Biblia en las que los dirigientes pusieron su confianza o Dios o la rechazaron.


¿NAVIDAD EN TIEMPOS DE GUERRA?
Jaime Bouchillon



PERSONAJES

PADRE
HIJO
ISAÍAS
ACAZ
CÉSAR
ROMÁN
JOSÉ
MARÍA
SIMEÓN
HERODES
ÁNGEL
SABIOS DE ORIENTE

(El padre va con ropa de calle y el hijo en pijama.)

ESCENOGRAFÍA: El escenario se dividirá en dos secciones. Para el padre y el hijo se puede poner un sillón o una cama. El jovencito lleva pijama. Tienen una televisión que da la espalda al público. Puede estar encendida sin volumen. El sonido es aparte. Debe apagarse poco después de iniciar la obra, con un control remoto si es posible. Todo depende de las circunstancias, y se puede adapta a la imaginación del espectador.
Por otro lado está la zona que va a moverse más. De acuerdo a las posibilidades será más complejo o sencillo: si es posible poner un biombo donde se colgarán cortinas que ambienten los diferentes escenarios: una cortina lujosa para el rey Acaz y Herodes, una cortina lujosa pero de estilo diferente para el César, una tela de manta sencilla para la casa de José y María, un dibujo en tela de la entrada del templo y una cortina blanca para el ángel.


PRIMERA ESCENA

(Rey Acaz con una silla adornada como un trono.)



SEGUNDA ESCENA

(Escena con el César. Mismo trono con telas que cuelgan de él, rollos en las manos de Román, secretario del Cesar.)



TERCERA ESCENA

(Sólo cuelga una cortina de manta. María aparece con un atado de ropa para su viaje a Belén.)



CUARTA ESCENA

(Nada de cortinas. Este se adapta según los recursos. Si es posible tener un paisaje en vez de cortina, mostrando la entrada del templo.)



QUINTA ESCENA

(Igual que la primera escena.)




SEXTA ESCENA.

(Sólo una cortina blanca. Un tapete donde está dormido José. También se adapta si puede ponerse una pequeña litera, o si incluso puede estar María y el Bebé dormidos al lado de José.)


(AMBIENTE: Luces adecuadas para encenderse y apagarse repetidamente durante la obra. Al inicio sonidos de noticiero anunciando guerras, se apaga el sonido cuando el padre apaga la TV. Después se puede poner música suave mientras se hacen las transiciones, voces en la escena del templo, llanto de bebés cuando se habla de la matanza de los inocentes que planeó Herodes… Al final la música del himno: “Al mundo paz”. La luz enfoca un lado del escenario donde el niño está en su cama. Aparenta estar viendo la televisión y se escucha en el ambiente un noticiario que está narrando una guerra. Su cara demuestra temor por las escenas que ve en la televisión. El niño tiene junto a él una Biblia que pretende leer antes de dormir. De ella leerá el padre los pasajes correspondientes. Entra el papá y el jovencito lo saluda. El papá toma el control remoto y apaga la TV.)

NIÑO. ¿Cómo te fue papi en tu estudio bíblico?

PAPÁ. Bien, hijito mío. Fue un estudio interesante. Se trató de cómo surgían las guerras y la diferencia que había cuando un rey creía y confiaba en Dios y cuando un rey sabía que Dios existía pero no confiaba en Él.

NIÑO. ¡Las guerras dan miedo! ¿Qué dice la Biblia de esos reyes?

PAPÁ. ¡Tranquilo, no hay que temer! Primero te voy a leer acerca de un rey que hace lo recto ante los ojos de Dios. 2 Crónicas 14:9-12 Relata lo que el rey Asa hizo cuando los Etíopes vinieron contra Judá para hacerle guerra. (Empieza a leer 2 Crónicas 14:10-12 y 14:2-6.)

NIÑO. ¡Qué sabio rey!

PAPÁ. Ahora fíjate cómo era el rey Acaz. (Empieza a leer 2 Crónicas 28:1-5 y 2 Reyes 16:7-8.)

NIÑO. Este rey no buscó la ayuda de Dios y le fue mal.

PAPÁ. Así es, hijo. Se desvió de la ley de Dios y se idolatró con las costumbres de otras naciones. Aun así, fíjate en la misericordia divina. Dios todavía le envió al profeta Isaías, quien le dijo al rey Acaz:

(Se apaga la luz que alumbra la anterior escena y se enciende la que alumbra las escenas secundarias. Esta vez Isaías está frente a Acaz y éste en su trono. Isaías con gran autoridad y educación le está reconviniendo.)

ISAÍAS. “¡Guarda y repósate! No temas ni se turbe tu corazón a causa de estos dos reyes que se levantan contra ti, haciendo guerra… Pide para ti señal de Jehová tu Dios, demandándola ya sea de abajo en lo profundo, o de arriba en lo alto.” (Isaías 7:4 y 11)

ACAZ. (Fingiendo piedad, se nota altanero.) No pediré, y no tentaré a Jehová.

ISAÍAS. ¡Oigan ahora, descendientes de David! ¿Les es poco el ser molestos a los hombres, sino que también lo sean ustedes a mi Dios? Por tanto, el Señor mismo les dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel. (Isaías 7:13-14) “El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos… Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto”. (Is. 9:6-7).

(Las luces de la escena anterior se apagan y se vuelve a enfocar al niño y su padre.)

PAPÁ. ¡Bueno, hijo! Estos son dos ejemplos; primero, un rey que confiaba plenamente en Dios, después un rey que no confiaba en Dios. ¿Entiendes ahora la diferencia?

NIÑO. Sí, papa.

PAPÁ. Ahora, por el hecho de que nos falta solamente una semana para celebrar el día en el cual el niño profetizado por Isaías nació, me gustaría continuar con esta parte de la historia. Unos 750 años después de esa profecía de Isaías, aquel niño nació en Belén.

(Aparece en escena el César con sus ropas romanas, sentado en el trono que antes estaba ocupado por Acaz. Se pueden poner jarrones y detalles sencillos como telas colgadas, que muestren los diferentes escenarios. El César llama a su secretario. Voz de autoritario y voluntarioso rey.)

CÉSAR. ¡Román!

ROMÁN. Salve, César.

CÉSAR. Promulga un edicto de mi parte. Que todo mundo sea empadronado. Que cada uno vaya a su ciudad correspondiente para empadronarse.

ROMÁN. Así lo haré, César.

(Se apagan las luces y se oye la voz del secretario dando órdenes para que la gente vaya a sus lugares de origen a empadronarse por orden del César. Esto da tiempo a quitar todo jarrón y el trono y a dejar sólo unos sencillos trapos colgando, nada lujoso. Aparece primero José y luego María embarazada, con un ata de ropa para el viaje.)

JOSÉ. ¡María, María! ¿Estás lista ya?

MARÍA. José, ¿qué está pasando? ¿Por qué tanta urgencia? Piensa que el bebé no tarda en llegar.

JOSÉ. María tienes que venir conmigo a la ciudad de Belén para empadronarnos. Es nuestro deber obedecer a los gobernantes.

MARÍA. ¿En estas condiciones?

JOSÉ. María, eres mi mujer, estás desposada conmigo, y sin importar las condiciones tenemos que cumplir este mandato. El Señor nos cuidará.

(Se oye la voz del padre y se vuelve a apagar la luz. José y María salen. Conforme el padre va narrando aparece primero Simón, un ancianito, y la luz lo enfoca. Después aparecen José y María. Ella ya no se ve encinta, sino que tiene el bebé en brazos.)

PAPÁ. Y el Señor los cuidó, pero sus designios habían establecido que el bebé naciera en Belén, cuando María y José llegaron para anotarse en el censo. La gente de su época se enteró porque ángeles y personas anunciaron este evento de esperanza mundial.
Unos cuarenta días después de su nacimiento sus papás lo llevaron al templo de la ciudad de Jerusalén. Ahora te voy a leer lo que está escrito en Lucas 2:25-33 acerca de lo que pasó aquel día.
“He aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel. El Espíritu Santo estaba sobre él y le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor. Movido por el Espíritu, vino al templo. Cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo para hacer por él conforme al rito de la ley, él le tomó en sus brazos y bendijo a Dios, diciendo:

(Entran José y María y se encuentran con Simeón, que los estaba esperando.)

SIMEÓN. ‘Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, conforme a tu palabra, porque han visto mis ojos tu salvación, la cual has preparado en presencia de todos los pueblos, luz para revelación a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel.’

(José y su madre se maravillan de todo lo que escuchan. Se apagan las luces nuevamente y se escucha al padre hablar en la oscuridad, mientras se vuelven a colgar un manto real y se mete el trono, donde el rey Herodes estará sentado. Los sabios entran y se dirigen con respeto a él.)

VOZ DE PAPÁ. Después de ofrecer el sacrificio de palomas en el templo, María y José volvieron a Belén. Unos días después unos hombres sabios, expertos en el estudio de las estrellas, llegaron a Jerusalén y se dirigieron a donde pensaban que encontrarían al rey recién nacido: al palacio del rey Herodes:

(Se encienden las luces para enfocar a Herodes y los sabios.)

HOMBRES SABIOS. ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Hemos visto su estrella en el oriente y hemos venido a adorarle.

(Se apagan las luces cuando Herodes hace un gran gesto de asombro. De nuevo sólo se escucha la voz del padre.)

VOZ DE PAPÁ. Oyendo esto, el rey Herodes se turbó y todos de su gobierno en Jerusalén también. Inmediatamente el rey convocó a todos los principales sacerdotes y los escribas y les preguntó dónde debería estar el Mesías prometido. Sus sacerdotes y escribas le explicaron que debería estar en Belén de Judea, porque así está escrito por el profeta: “Y tú, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá porque de ti saldrá un guiador que apacentará a mi pueblo Israel.”
Entonces Herodes, volvió a hablar en secreto con los sabios, e indagó diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella y enviándolos a Belén, les dijo:

(Se enciende nuevamente la luz de la escena de Herodes y los sabios.)

REY HERODES. Vayan a Belén y averigüen con diligencia acerca del niño. Cuando lo hallen, háganmelo saber para que yo también vaya y le adore.

(Se apaga la luz. Vuelve a sonar la voz del padre. Mientras, se quita el trono y sólo aparecerá en luz tenue el ángel y se ve a José acostado en el suelo.)

PAPÁ. Ellos, habiendo oído al rey, se fueron y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos hasta que llegando, se detuvo sobre donde estaba el niño. Al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron. Abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. Pero, siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen al rey Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.
Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y le dijo:

(Se enciende la luz. Ángel y José en la escena.)

ÁNGEL. “Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto. Permanece allá hasta que yo te diga porque acontecerá que el rey Herodes buscará al niño para matarlo.”

(Se apaga la luz que alumbra esa escena y se enciende la luz donde el niño está con ojos de gran asombro escuchando a su padre.)

PAPÁ. Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre y se fue a Egipto. Se quedaron en Egipto hasta la muerte de Herodes para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: “De Egipto llamé a mi Hijo.”
Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores.

(El niño está realmente asustado y su padre lo calma al hacerlo reflexionar.)

PAPÁ. Calma, hijo mío. Como sabes, Dios cuidó al bebé Jesús. Él cumplió toda su vida bajo la protección de Dios. Como te das cuenta en el mundo siempre ha habido gente buena como el Rey Asa, Simeón y los hombres sabios; y también gente mala como el rey Acaz y el rey Herodes. Pero, a través de la historia vemos la mano de Dios cuidando a los suyos y guiando los eventos, ¡Y ESTO INCLUYE LAS GUERRAS!

NIÑO. ¡Qué alivio saber eso, papi! ¿Así que no te preocupan las guerras que hoy surgen en el mundo?

PAPÁ. No, mi hijito, porque la Escritura dice que guerras son una de cinco cosas que señalan la cercanía de la venida del Señor Jesucristo. Cada día que pasa nos damos cuenta de que la situación se está poniendo tal como la palabra de Dios nos enseña en Mateo 24:6-7: “Y oiréis de guerras y rumores de guerras. Mirad que no os turbéis porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación y reino contra reino y habrá pestes y hambres y terremotos en diferentes lugares.”
Lo que nos toca hacer a nosotros es participar en la evangelización del mundo porque Mateo 24:14 dice, “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo para testimonio a todas las naciones; entonces, vendrá el fin.”

NIÑO. Es bueno tener la confianza de que Jesucristo es nuestro Salvador. ¡Todo está bajo su control!

PAPÁ. ¡Sí hijo! Me siento feliz de saber que tú, a tu edad, tienes tu fe puesta en el Señor Jesucristo como tu Salvador personal y confías en las promesas de Dios. Este es el tiempo para recordar que aunque estamos en tiempos difíciles, tenemos una gran esperanza. El pueblo de Dios proclama su paz.

(Leen juntos y a gran voz: “Porque Dios no envió a su hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.” (Juan 3:17). Se apagan las luces y se escuchan las notas del himno “Al mundo paz”.)

Navidad es dar

25 Minutos y 24 Personajes. Unos jóvenes encuentran el verdadero sentido de la Navidad en compartir con otros: compartir regalos y compartir las buenas nuevas de salvación.


NAVIDAD ES DAR


PERSONAJES

KEILA
PAULINITO
CARLITOS
ABIMAEL
LIZMAURA
ELÍZABETH
RAQUEL
DANY
MIRUSKA
CHELO
XIOMY
CITO
LIDIA
JOSÉ LUIS
IVETTE
PATRI
CARO
ARIANA
LADYSMARIE
TOMÁS
LILIANA
ÁNGEL
JOSÉ
MARÍA


ESCENA I

(Grupo de adolescentes camina desde atrás por el pasillo del medio.)

KEILA. ¡Qué felicidad! Hoy salí de mi último examen final. ¡Cuánto material y cuánto tuve que aprenderme…! Pero por fin, ya puedo comenzar a sentir el espíritu de la verdadera Navidad: tiempo libre de vacaciones, ir de tiendas, recibir regalos…

PAULINITO. Bueno, yo seré feliz después de mañana pues es cuando tomo mi último examen y entrego mi proyecto final de ciencias. Y en cuanto a ir de tiendas, Keila, me avisas pues tengo que completar mi lista de pedidos…

CARLITOS. Oye, ustedes siempre tan agobiados con los estudios… Yo como estudio por mi cuenta… Y definitivamente que esa es la mejor escuela, estoy libre desde la semana pasada; ya hasta se me olvidó la forma y lo que son los libros…Y estas Navidades sí que me las voy a gozar, es más, ¡ya me las estoy gozando! La lista para Santa y los Reyes la tengo preparada desde el mes pasado, desde noviembre, y aquí en mi wallet tengo una fotocopia para asegurarme que no se vayan a equivocar ni que me falte nada de todo lo que pedí…Se las voy a leer:
- Un scooter rojo, porque el azul y verde está muy usado…
- Un guante, bate y guantillas que combinen con el uniforme nuevo del equipo “Eagles”.
- Una bicicle…

ABIMAEL. Ya está bueno, chico, ¡tú siempre de lucio! Deja que te regalen lo que te vayan a regalar y luego nos los enseñas. No empieces a hacer alarde desde ahora, además, todo lo que te regalan a ti, nosotros nos lo disfrutamos, pues el Santa y los Reyes de casa, no son tan dadivosos como los tuyos pero siempre pasan y dejan su regalito, ¿viste?

KEILA. Chicos, los dejo, pues esta noche vamos a ir a cenar con los Fonalledas y tengo que ir a peinarme y hacerme las uñas y sobretodo a repasar la etiqueta y protocolo a seguir con los utensilios de la mesa. Ya saben lo estricta que es mi adorada madre con esos detallitos de clase…Y ustedes, ¿qué van a hacer?

PAULINITO. ¡Ay! Ni me lo recuerdes pues, hermanita, yo siempre confundo las copas, la que es para el agua y la del cocktail…Así que más me vale que me ponga a practicar, pues si no, mami me matará con sus miradas, muecas y ademanes cada vez que me equivoque…

LIZMAURA. Suerte con su práctica de etiqueta, yo como estoy tan emocionada con el proyecto especial de la iglesia de compartir regalos con los niños de la comunidad… Ya saben, se lo había comentado antes e incluso los había invitado a participar. No hay satisfacción más grande que cuando damos con alegría y compartimos con los que tienen necesidad. En realidad esa es la verdadera Navidad. Así que esta tarde nos vamos a reunir para clasificar los regalos que hemos reunido y ver cuántos más nos faltan.

CARLITOS. Bueno, que les vaya bien a ustedes la cena, y a ti, Lizmaura, con tu proyecto de compartir que nosotros nos vamos a jugar basket… ¡Sabrás que te voy a ganar! (Se refiere a Abimael.)

(Se dividen. Unos salen por el medio del pasillo y otros por el lado de la plataforma.)



ESCENA II


(Decorado: bnquitos en una universidad.)

PATRI. La colgá del siglo, del milenio me acabo de dar en este examen de economía… ¡Sea mi vida gris! Después que llevo amanecida todas estas noches para embotellarme la diferencia de lo que es macro y micro economía, pues juraba que esa era la pregunta de desarrollo porque yo no sé para qué la profe le dio tanto énfasis… y viene y se le ocurre preguntar sobre la relación de demanda versus - consumo... ¡Qué fastidio!

CARO. Nena, ¡a llorar pa’ maternidad! A mí no me fue tan mal, pero es que yo no lo dejo como tú todo para última hora. Era demasiado material y no sé cómo tú pretendías aprendértelo en un par de días.

LADYSMARIE. Ya está bueno de hablar de lo mismo, total el resultado si pasamos o nos colgamos como adornos de arbolito en plena Navidad, no lo podemos cambiar, así que basta de discusiones y mejor vamos a planificar dónde ir a celebrar el cierre de este semestre.

LILIANA. ¡Estoy de acuerdo contigo, manita! Nada mejor que celebremos desde ahora antes de que nos lleguen las notas, pues después resolveremos. ¿Pa’ dónde vamos? ¿Qué quieren hacer?

TOMÁS. Panitas, yo conozco un sitio ideal; los muchachos y yo jangeamos allí casi todos los fines de semana. ¡Está brutal! Ese lugar está como queso, ¿viste? Un ambiente alegre, hacemos par de chistes, nos tomamos algo pa’ refrescarnos, en fin… Dejamos que el Christmas Spirit se nos meta de los pies a la cabeza y ¡a gozar se ha dicho! ¡Celebremos que ya es Navidad!

ARIANA. ¿Saben? Yo estoy de acuerdo con ustedes: debemos ir a celebrar pero, ¿no se han puesto a pensar que aquí falta alguien? Digo, todos somos amigos de Elizabeth, ella pertenece a nuestro grupo y desde hace par de días que no la noto igual, es más, hoy hasta llegó tarde al examen que yo pensé que ya ni iba a venir.

PATRI. Es cierto, y fue la primera en entregarlo… Para mí que ni lo completó. Yo la he notado como tristona, y aunque le he preguntado qué le pasaba no me ha contado mucho…

CARO. Pero, Patri, ¿cómo pretendes que te dé detalles de lo que le está pasando si tú le preguntas como si estuvieras preparando un reportaje de televisión? “Noto tu cara algo rara, ¿te duele algo o es que tienes problemas con tus padres, hermanos o es con tu novio? Dime, ¿qué se siente estar deprimida? ¿Has rebajado, es que no estás comiendo?”

PATRI. Mi hijita, ¡qué exagerada eres! Yo no le pregunte tan seguido, por lo menos yo hacía una pausa a ver si se animaba a contestarme algo…

ARIANA. Ya está bueno, ¡ustedes dos siempre discutiendo! Lo importante aquí no es saber todos los detalles de lo que le esta pasando a Elizabeth, sino que le demostremos que somos sus verdaderos amigos, que nos importa mucho que ella pueda disfrutar de estas Navidades con alegría y que sienta nuestra genuina compañía, pues la verdadera Navidad consiste en dar y compartir con aquellos que necesitan, y si ella necesita compañía, para eso estamos sus amigos…

LADYSMARIE. Estoy 100% de acuerdo con ustedes, chicas, debemos decir presente, pues ella nos necesita.

LILIANA. ¡Ay, qué tragedia! No es que a mí no me importe Elizabeth, pero es que yo estoy más por ir a celebrar y festejar que servir una vez más de paño de lágrimas. Todos tenemos nuestros problemas, ¿quién ha dicho que esta vida todo es color de rosa? Lo que hay que hacer es no darle tanta mente a las cosas, y si el problema tiene solución se resolverá y si no, pues aprender a vivir con eso. Además, con el tiempo todo se olvida…

TOMÁS. Lo que Lili dice es verdad. Yo voy a conseguir a los demás muchachos y las espero allá, no me fallen…

PATRI. Oye, pero, ¿cómo se llama el sitio y por dónde queda?

TOMÁS. Queda en el viejo San Juan, Pier10, Lili las lleva… Nos vemos…

ARIANA. Vamos a llegarle de sorpresa a Elizabeth y así la tratamos de convencer entre todas de que nos acompañe y de que se desahogue un poco con nosotras.

TODAS. Sí, vamos, buena idea… (Salen por el medio de la iglesia.)



ESCENA III


(Decorado: Sala de hogar, cajas y bolsas de regalos.)

JOSÉ LUIS. Parece increíble, ¡cuántos regalos hemos reunido…! A la verdad que la gente de la iglesia se ha esmerado en compartir y se ha dado cuenta de que el verdadero significado de la Navidad está en dar…

IVETTE. Estoy de acuerdo contigo, con la ayuda de Dios ya tenemos un regalito para cada niño necesitado…

(Tocan a la puerta y llegan Dany, Miruska, Xiomy, Chelo.)

CITO. Yo abro, no se preocupen. Ya voy, ¿quien será? ¿Cómo están? ¡Adelante!

XIOMY. Estamos muy bien. Sobretodo contentos pues encontramos un baratillo de juguetes, que pudimos comprar más cositas por menos…

DANY. Sí, a Chelo hubo que sacarlo de aquella tienda, pues se volvió como un nene con tantos juguetes… Ni que fueran todos para él… Iba de un lado a otro y cogía uno y soltaba otro… Ya sabes cómo es él…

MIRUSKA. Oye, tú no hables mucho, que tú estabas igual que él: los dos parecían nenes jugando con todo lo que encontraban… En realidad, éstas sí que son Navidades… Es emocionante el poder compartir y de lo que tenemos dar a aquellos que no tienen nada. Sé que en el cielo hay alegría, pues Jesús eso fue lo que nos dejó como enseñanza: Al hacerlo a uno de aquellos pequeñitos, a mí lo hiciste.

CITO. Es cierto, y cuando partió en dos ocasiones los panes y los peces, lo que había bendijo, lo partió, y dio y sobró en abundancia. Jesús, que es el mayor y mejor regalo que podamos hacer en estas Navidades, nos dejó su ejemplo.

JOSÉ LUIS. Bueno, muchachos, estamos muy agradecidos por su esfuerzo y por ese espíritu navideño. Gracias por los regalos, las familias necesitadas se lo van a agradecer en gran manera.

DANY. Sólo vinimos a entregarles esto así que ya nos vamos.

CHELO. Cuídense y nos dejan saber si necesitan ayuda

(Miruska y Xiomy afirman.)

MIRUSKA. Sí, nos dejan saber en lo que podamos ayudar…

(Se van.)

LIDIA. Yo creo que debemos ir acomodando estas bolsas y estos regalos con los demás. Además debemos incluirlos en la lista para así llevar cuenta de cuántos en total tenemos.

IVETTE. Buena idea, muchachos, ¿nos ayudan?

(Salen con los regalos para la parte de atrás.)



ESCENA IV


(Decorado: Sala de hogar.)

(Los personajes entran con bolsas de regalos en las manos.)

RAQUEL. Keilita, déjame verte las uñas. La muchacha del Beauty, Marisol, llamó que salía para acá así que en 15 minutos va a estar llegando para peinarnos y hacernos las uñas. Debemos ir repasando los detalles de etiqueta y protocolo en la mesa, pues los de saludar y sonreír ya ustedes lo dominan muy bien. Keila, recuerda que la servilleta es lo primero que desdoblas al sentarte incluso antes de tomar la copa del agua. Paulinito, el tenedor más pequeño es para la ensalada y está a tu mano izquierda. La cucharita del postre siempre te la ponen al frente del plato. Niños, ¿me están prestando atención? Los veo un poco pensativos o distraídos, ¿qué les pasa?

KEILA. Mami, es que en realidad tantos compromisos y tantas cenas con la gente de sociedad, que las palabras de mi amiga Lizmaura me están haciendo reflexionar… ¿Cuál debe ser el verdadero espíritu de la Navidad? Tanta formalidad y como quiera de esas fiestas y cenas uno sale con el estómago lleno pero el alma vacía…

PAULINITO. Yo pienso igual… En esas cenas tenemos que conservar la postura correcta, no hacer chistes ni ademanes de más… Hay que mostrarse interesado sobre los temas superficiales que se hablan… Me pregunto cómo se sentirá compartir con otros niños en un ambiente más relax y sin tantas reglas y protocolos, simplemente jugando o haciendo chistes y podernos reír a carcajadas…

RAQUEL. ¿Qué están diciendo? Año tras año es nuestra costumbre el participar de estas cenas, es un privilegio para las familias que nos invitan que nosotros asistamos… Ustedes han estado siempre dispuestos a asistir… Es un compromiso con la sociedad y ese es en parte el precio de ser niños con cierta clase… No entiendo a qué viene o de dónde surgen sus comentarios…

KEILA. Es que desde hace unos días y sobretodo hoy estuve hablando con Lizmaura y ella me ha estado invitando e insistiendo a que participe de un proyecto especial que tiene su iglesia. Ella me asegura que el verdadero espíritu de Navidad va mas allá de las cenas pomposas, que los trajes y accesorios de última moda, que las joyas más costosas y que el recibir todos los regalos que se me antoje… Me habla de Jesús, que siendo Rey de Reyes, nació en un humilde pesebre rodeado de animales y aunque lo visitaron reyes que le llevaron mirra, incienso y oro, también recibió el regalo de la presencia de pastores…

(Se congela la escena en la plataforma y entran por el medio los pastores PAULINO, ÁNGEL NIEVES, JOSELITO Y ORLANDO BEZARES. Comentan de lo glorioso y majestuoso de aquella noche cuando los ángeles se les aparecieron y los guiaron hasta el pesebre donde encontraron al niño envuelto en panales en un humilde pesebre y ellos le ofrecieron su compañía dando Gloria a las alturas y en la tierra pa. Cuando terminan su parte salen por el medio de l pasillo y toma acción la plataforma.)

PAULINITO. Mami, te pedimos que por esta vez nos des permiso y nos excuses de la cena de esta noche y nos dejes participar con nuestros amigos de ese proyecto especial de compartir con familias necesitadas que recibirán nuestros regalos sin poder reciprocarnos… Sé que las sonrisas en sus rostros significarán más que mil palabras. Yo quiero que ese sea mi regalo: ver sus caras rebosantes de felicidad.

KEILA. Mami, déjanos sentir el verdadero espíritu navideño: el de dar y compartir a Jesús, que es el mayor regalo. Y además, las cosas que me compraste hoy las voy a llevar para allá y sé que el gozo de ver a otros abriendo esos regalos con esa expresión de sorpresa y agradecimiento llenará mi ser; esa experiencia será lo más valioso de esta Navidad, el poder compartir con los demás…

RAQUEL. Bueno, si eso es lo que ustedes quieren… a la verdad que al escucharlos me han hecho reflexionar y estoy de acuerdo, ¡qué lindo es el poder compartir y dar sin esperar nada a cambio…! Eso fue lo que nos enseñó Jesús. ¡Vayan y que Dios los bendiga!



ESCENA V


(Decorado: sala de hogar.)

(Elizabeth está leyendo recostada con desgano en un sillón y tocan a la puerta. Sin querer se levanta y va a abrir la puerta.)

TODAS. ¿Cómo estás? Te echamos de menos… Nos hace falta hablar contigo y por eso hemos venido…

ELIZABETH. Pues estoy más o menos bien. Les agradezco su visita. A la verdad es que desde hace meses vengo confrontando unos cuantos problemas y aunque en el grupo había tratado de disimular para que ustedes no se dieran cuenta… Pero desde la semana pasada ya no aguanto más y dejé de actuar…

PATRI. Sí que eres tremenda actriz pues hasta ayer no nos habíamos enterado de que te sucedía algo… Hoy pensamos que no ibas a tomar el examen…

CARO. Si hasta nos extrañó que llegaras tan tarde y fuera la primera en entregarlo, ¿qué te pasa?

ARIANA. Somos tus amigas y nos interesa tu bienestar… Perdona si quizás no nos habíamos dado cuenta por estar pendiente de cosas triviales. Sabes que puedes contar con nosotras, así que en lo que te podamos ayudar…

LADYSMARIE. Todas en alguna que otra ocasión nos hemos sentido medio down o depre, así que te vamos a entender y como siempre sabemos guardar secretos.

LILIANA. Claro que para darte un poco más de ánimo te invitamos a que vengas con nosotras a celebrar el cierre de semestre y la llegada de la Navidad en el viejo San Juan, ¿qué dices, nos acompañas?

ELIZABETH. Gracias, amigas, la verdad es que al verlas aquí, que hayan venido hasta mi casa demuestran que en realidad son muy sinceras y verdaderas, gracias por su compañía… En estos días he tenido unas cuantas situaciones y diferencias con mis padres y con mi novio, sin embargo lo he puesto todo en las manos de Dios y confío que Él obrará… Antes de que llegaran estaba leyendo sobre la noche en que Jesús nació, que José y María estaban solos en un establo, el único lugar donde consiguieron alojamiento acompañados de animales sin que nadie se percatara que aquel era el Salvador del mundo, solos en una ciudad repleta de gente tan llena que no había posada y tan vacía pues estaban todos envueltos en cosas triviales dejando pasar por alto lo más importante: el nacimiento del Mesías.

(Se congela la escena en la plataforma y aparece el ángel en el bautisterio. Se enciende el spot Light.)

(El ángel comenta sobre cómo aunque José y María estaban aparentemente solos en el establo, estaban rodeados por ángeles, que la estrella de Belén era un grupo de ángeles que la formaban y fue la que guió a los pastores hasta el pesebre…Cuanto regocijo había en el cielo, allí el nacimiento del Mesías no había pasado por alto, al contrario, se celebraba con jubilo su llegada, llegada de salvación a esta tierra… Recordemos que muchas veces nos podemos sentir solos u olvidados, pero hay alguien que siempre está a nuestro lado, velando nuestras pisadas, guiándonos por el camino correcto y quien siempre está dispuesto a brindarnos salvación, ese es Jesús.)

(Cuando termina su parte espera que se apague el sporlight y sale.)

ELIZABETH. Quisiera que en vez de ir a celebrar al viejo San Juan me acompañaran a la actividad especial que coordina la iglesia de compartir regalos con familias necesitadas. Piensen cuántas bendiciones han recibido durante este año y lo agradecidas que debemos de estar porque Jesús nos ha cuidado, nos regala la vida, nos brinda la oportunidad de estudiar, de tener familia y amistades, tenemos que comer, que vestir donde vivir y muchas otras cosas más… Será bien lindo el poder pasar un rato con aquellos que tienen necesidad no de las cosas materiales nada más sino de conocer de Jesús y ser nosotros quienes le llevemos algunos presentes y el regalo mayor a Cristo Jesús.

ARIANA. (Junto con Caro y Ladysmarie.) Creo que es muy buena idea, nosotras te acompañamos. ¡Sabemos que será una linda experiencia! ¡Hará de estas Navidades, algo diferente!

LILIANA. Bueno, a mi me gustaría ir pero yo no puedo dejar solo a Tomas y quedarle mal a los muchachos, así que yo me voy pa’l viejo San Juan…

PATRI. Yo te acompaño Lili, de todas formas quizás podemos ir a los dos sitios, cualquier cosa que nos decidamos las llamamos por el Celu’.

(Salen todas. Elizabeth con bolsas de regalos.)



ESCENA VI

(Decorado: Sala de hogar.)

(Están todos los personajes de las Escenas I y II.)

JOSÉ LUIS. Estamos listos, muchachos, ya las calles están repartidas, creo que estamos claro en cuanto a lo que debemos decir, además de entregar el regalo recordemos que lo más importante es que compartamos y hablemos de Jesús, ¡quien es nuestro mayor regalo!

(Tocan a la puerta.)

CITO. ¿Quién será ahora? Ya no esperamos a nadie más…

KEILA. (Con Paulinito.) Somos amigos de Lizmaura y queremos unirnos a ustedes en esta actividad especial: aquí están nuestros regalos.

(Llega el grupo de Elizabeth y sus amigas.)

ELIZABETH. ¡Qué bueno que todavía no se han ido! Mis compañeras y yo queremos compartir estos presentes y a nuestro amigo Jesús con todos aquellos que lo necesiten.

CITO. Adelante, han llegado a muy buena hora pues estábamos a punto de salir. ¡Qué bueno que se han decidido a participar, pues no hay mayor bendición que la de poder dar sin esperar recibir y no hay verdadera Navidad si no se sabe compartir!

(Se congela la escena en la plataforma y aparecen José y María en el bautisterio. Se enciende el spotlight y esperan hasta el final del programa.)

JOSÉ LUIS. Ya estamos listos, ¡qué buen grupo tenemos! ¡Con gozo vayamos por la comunidad a compartir las buenas de salvación!

(Con música de fondo, salen todos con las bolsas de regalos por el medio de la iglesia, tarareando cánticos de Navidad.)

Que como María digamos: “he aquí tu sierva” para que seamos instrumentos del Señor en sus manos en esta Navidad, en todo el año y siempre. El mayor y mejor regalo es hablar y vivir para Jesús, quien vino a Salvarnos. Compartamos a viva voz las buenas de salvación que hace muchos años en Belén nació ese Salvador que es Cristo el Señor y que solo espera que le abramos nuestro corazón para nacer y vivir allí con nosotros por siempre. ¿Quieres tú en esta noche aceptar a Emanuel-Dios con nosotros, en tu vida y así aceptar tu regalo de vida eterna?