20 Minutos y 8 Personajes. Varios personajes desean comprar aquel tiempo que han desperdiciado en sus vidas. ¿Será demasiado tarde? Se trata de una obra sugerente para introducir el año nuevo.
SE VENDE TIEMPO
Nelly G. De Sousa Matías y arreglos por Millys Sánchez
PERSONAJES
VENDEDOR
HOMBRE ENFERMO
ESPOSO
ESPOSA
SEÑORA
HOMBRE
ABUELA
VOZ
INTRODUCCIÓN. Un año más ha llegado a su fin. Cabe ahora hacer una mirada retrospectiva y analizar lo logrado en el año anterior. Sin duda que veremos en el camino fracasos y triunfos, y que también querríamos vivir nuevamente algunas experiencias, unas porque fueron agradables, y otras para tener la oportunidad de cambiar nuestro proceder frente a ellas, y de esa manera cambiar la historia de lo que en el presente es nuestra vida y la de muchos que nos rodean. Es por esa razón que hoy hemos decidido presentar un programa – alegoría donde se plantea qué ocurriría si pudiese venderse el tiempo.
(Poner el letrero en frente de “SE VENDE TIEMPO”. Entra el Vendedor y se sienta detrás de la mesa o se pone de pie detrás del mostrador esperando que vengan los clientes)
VENDEDOR. Señoras y señores, hoy por primera vez hemos sacado a la venta un producto de inmenso valor. Sin él nadie ha logrado vivir. Muchos han intentado usarlo dos veces pero les ha sido imposible. Sin embargo, hoy en este lugar me propongo venderlo. Ese producto tan costoso se llama TIEMPO. ¿Quién de los que están aquí hoy, quiere comprar algo de tiempo? Estoy aquí para servirles.
HOMBRE ENFERMO. (Sale desde atrás y se acerca al frente tosiendo y caminando muy despacio). Yo, señor (cof, cof.) ¿Podría usted venderme un año? (Cof, cof.) Quisiera volver a vivir el año que ha pasado… por favor.
VENDEDOR. Bueno, señor, la verdad es que no le vendemos el tiempo a cualquiera. Para poder hacerlo necesitamos tener razones muy importantes que justifiquen la venta. ¿Para qué quiere usted el año que ha pasado? ¿Qué hará con él?
HOMBRE ENFERMO. (Cof, cof.) Yo lo necesito desesperadamente, y verá que cuando le cuente mis razones, me lo venderá inmediatamente. El año pasado trabajé muchísimo. Quería darles comodidad y buen vivir a mi familia, a mis hijos y a mi esposa y por supuesto para mí mismo también. Comencé a notar fuertes dolores de cabeza y pasado un corto tiempo, también mi estómago comenzó a tener problemas. A pesar de que algunos días tenía fiebre y dolores muy fuertes, igual me levantaba y me iba al trabajo. Tengo un negocio importante y había que atenderlo, yo pensaba que nadie podía hacerlo mejor que yo, también creía que mis problemas de salud eran pasajeros, por alguna indigestión o resfriado, por esa razón no fui al médico enseguida. Mi familia comenzó a preocuparse mucho. Un día vino a verme un amigo y me contó que a él le habían pasado síntomas parecidos y que se había curado con un medicamento muy bueno. Compré ese medicamento y empecé a tomarlo pero no mejoré. Justo la semana pasada agobiado por los fuertes dolores decidí ir al médico. Me hicieron análisis, radiografías y toda clase de pruebas y el especialista me dio la triste noticia (cof, cof), por la cual estoy aquí: Tengo una enfermedad incurable y mortal.
VENDEDOR. (Se levanta o sale de detrás de mostrador y mirándolo atentamente le dice:) No entiendo por qué quiere comprar el último año. ¿Volvería a repetir todos esos dolores que me ha contado?
HOMBRE ENFERMO. Pero, ¿Cómo? (Cof, cof.) ¿No entiende? Si yo tuviera la oportunidad de volver a vivir, me gustarían a mí los años que he vivido desde que soy adulto, pero me conformo con el último año, le prestaría atención a mi salud. Podría hacerme a tiempo el tratamiento que necesitaba para mi enfermedad, para que no llegara a ser fatal, o quizás hubiese evitado el tanto trabajo y descuido de mí mismo, que es lo que me la ha ocasionado. Por favor, se lo suplico. (Cof, cof.) ¡Apiádese de mí! Véndame el último año, tan siquiera, lo necesito para seguir viviendo.
VOZ. “MUY ESCASA ATENCIÓN SE SUELE DAR A LA CONSERVACIÓN DE LA SALUD. ES MUCHO MEJOR PREVENIR LA ENFERMEDAD QUE SABER TRATARLA UNA VEZ CONTRAIDA. ES DEBER DE TODA PERSONA, PARA SU PROPIO BIEN Y EL DE LA HUMANIDAD, CONOCER LAS LEYES DE LA VIDA Y OBEDECERLAS CON TODA CONCIENCIA”.
VENDEDOR. La verdad, buen hombre (dice poniéndole las manos en los hombros), es que su caso es muy triste, me gustaría estudiar su caso, para ver si hay algo que pueda hacer para remediar su problema.
HOMBRE ENFERMO. Por favor, intente hacer algo, sé que Dios ha permitido esta enfermedad con alguna finalidad, pero no quiero tenerla, quiero corregir cualquier error que haya podido cometer.
VOZ. LA ENFERMEDAD NO SOBREVIENE NUNCA SIN CAUSA. DESCUIDADANDO LAS LEYES DE LA SALUD SE LE PREPARA EL CAMINO Y SE LA INVITA A VENIR. MUCHOS SUFREN LAS CONSECUIENCIAS DE LAS TRANSGRESIONES DE SUS PADRES. OTROS, LA MAYORÍA, SIN EMBARGO, SUFREN LAS CONSECUENCIAS DE SU MAL COMPORTAMIENTO. EN SU MODO DE COMER, BEBER, VESTIR Y TRABAJAR, NO HACEN CASO DE LOS PRINCIPIOS QUE RIGEN LA SALUD. SU TRANSGRESIÓN DE LAS LEYES DE LA NATURALEZA PRODUCE RESULTADOS INFALIBLES, Y CUANDO LA ENFERMEDAD LES SOBREVIENE, MUCHOS NO LA ACHACAN A LA VERDADERA CAUSA, SINO QUE MURMURAN CONTRA DIOS. PERO DIOS NO ES RESPONSABLE DE LOS PADECIMIENTOS CONSIGUIENTES AL DESPRECIO DE LA LEY NATURAL.
VENDEDOR. Señoras y señores, hoy por primera vez hemos sacado a la venta un producto de inmenso valor. Sin él nadie ha logrado vivir. Muchos han intentado usarlo dos veces pero les ha sido imposible. Sin embargo, hoy en este lugar me propongo venderlo. Ese producto tan costoso se llama TIEMPO. ¿Quién de los que están aquí hoy, quiere comprar algo de tiempo? Estoy aquí para servirles.
HOMBRE ENFERMO. (Sale desde atrás y se acerca al frente tosiendo y caminando muy despacio). Yo, señor (cof, cof.) ¿Podría usted venderme un año? (Cof, cof.) Quisiera volver a vivir el año que ha pasado… por favor.
VENDEDOR. Bueno, señor, la verdad es que no le vendemos el tiempo a cualquiera. Para poder hacerlo necesitamos tener razones muy importantes que justifiquen la venta. ¿Para qué quiere usted el año que ha pasado? ¿Qué hará con él?
HOMBRE ENFERMO. (Cof, cof.) Yo lo necesito desesperadamente, y verá que cuando le cuente mis razones, me lo venderá inmediatamente. El año pasado trabajé muchísimo. Quería darles comodidad y buen vivir a mi familia, a mis hijos y a mi esposa y por supuesto para mí mismo también. Comencé a notar fuertes dolores de cabeza y pasado un corto tiempo, también mi estómago comenzó a tener problemas. A pesar de que algunos días tenía fiebre y dolores muy fuertes, igual me levantaba y me iba al trabajo. Tengo un negocio importante y había que atenderlo, yo pensaba que nadie podía hacerlo mejor que yo, también creía que mis problemas de salud eran pasajeros, por alguna indigestión o resfriado, por esa razón no fui al médico enseguida. Mi familia comenzó a preocuparse mucho. Un día vino a verme un amigo y me contó que a él le habían pasado síntomas parecidos y que se había curado con un medicamento muy bueno. Compré ese medicamento y empecé a tomarlo pero no mejoré. Justo la semana pasada agobiado por los fuertes dolores decidí ir al médico. Me hicieron análisis, radiografías y toda clase de pruebas y el especialista me dio la triste noticia (cof, cof), por la cual estoy aquí: Tengo una enfermedad incurable y mortal.
VENDEDOR. (Se levanta o sale de detrás de mostrador y mirándolo atentamente le dice:) No entiendo por qué quiere comprar el último año. ¿Volvería a repetir todos esos dolores que me ha contado?
HOMBRE ENFERMO. Pero, ¿Cómo? (Cof, cof.) ¿No entiende? Si yo tuviera la oportunidad de volver a vivir, me gustarían a mí los años que he vivido desde que soy adulto, pero me conformo con el último año, le prestaría atención a mi salud. Podría hacerme a tiempo el tratamiento que necesitaba para mi enfermedad, para que no llegara a ser fatal, o quizás hubiese evitado el tanto trabajo y descuido de mí mismo, que es lo que me la ha ocasionado. Por favor, se lo suplico. (Cof, cof.) ¡Apiádese de mí! Véndame el último año, tan siquiera, lo necesito para seguir viviendo.
VOZ. “MUY ESCASA ATENCIÓN SE SUELE DAR A LA CONSERVACIÓN DE LA SALUD. ES MUCHO MEJOR PREVENIR LA ENFERMEDAD QUE SABER TRATARLA UNA VEZ CONTRAIDA. ES DEBER DE TODA PERSONA, PARA SU PROPIO BIEN Y EL DE LA HUMANIDAD, CONOCER LAS LEYES DE LA VIDA Y OBEDECERLAS CON TODA CONCIENCIA”.
VENDEDOR. La verdad, buen hombre (dice poniéndole las manos en los hombros), es que su caso es muy triste, me gustaría estudiar su caso, para ver si hay algo que pueda hacer para remediar su problema.
HOMBRE ENFERMO. Por favor, intente hacer algo, sé que Dios ha permitido esta enfermedad con alguna finalidad, pero no quiero tenerla, quiero corregir cualquier error que haya podido cometer.
VOZ. LA ENFERMEDAD NO SOBREVIENE NUNCA SIN CAUSA. DESCUIDADANDO LAS LEYES DE LA SALUD SE LE PREPARA EL CAMINO Y SE LA INVITA A VENIR. MUCHOS SUFREN LAS CONSECUIENCIAS DE LAS TRANSGRESIONES DE SUS PADRES. OTROS, LA MAYORÍA, SIN EMBARGO, SUFREN LAS CONSECUENCIAS DE SU MAL COMPORTAMIENTO. EN SU MODO DE COMER, BEBER, VESTIR Y TRABAJAR, NO HACEN CASO DE LOS PRINCIPIOS QUE RIGEN LA SALUD. SU TRANSGRESIÓN DE LAS LEYES DE LA NATURALEZA PRODUCE RESULTADOS INFALIBLES, Y CUANDO LA ENFERMEDAD LES SOBREVIENE, MUCHOS NO LA ACHACAN A LA VERDADERA CAUSA, SINO QUE MURMURAN CONTRA DIOS. PERO DIOS NO ES RESPONSABLE DE LOS PADECIMIENTOS CONSIGUIENTES AL DESPRECIO DE LA LEY NATURAL.
VENDEDOR. (Volviendo detrás del mostrador.) Evidentemente Señor, usted descuidó irresponsablemente su salud, quiso juntar más dinero para tener más comodidad y bienestar y para darlo a su familia, y ahora, ¿de qué servirá todo eso si usted no está con ellos para disfrutarlo? Lo siento mucho, pero no puedo venderle el año que me pide, porque su enfermedad es fruto de su propio descuido. Nosotros vendemos el tiempo a quien sabe usarlo, más que venderlo incluso se lo regalamos. No puedo ayudarle.
(El Hombre Enfermo se va con la cabeza baja y tosiendo por la puerta trasera. Se acerca un hombre solo, mira fijamente todo el escenario y especialmente el cartel de “SE VENDE TIEMPO”. Sale corriendo y lego pasados unos segundo vuelve por el centro muy emocionado y deprisa con su esposa embarazada.)
VENDEDOR. ¿En qué puedo ayudarles señor y señora?
ESPOSO. Bien... (dice de manera alegre) al ver ese cartel, me alegré mucho y fui corriendo a contárselo a mi esposa. Por eso hemos venido juntos porque necesitamos comprar mucho tiempo.
VENDEDOR. Muy bien, para eso estamos. ¿Cuánto tiempo desean comprar?
ESPOSO. ¡Veinte años!
VENDEDOR. ¡Veinte años! ¿Y por qué necesitan tanto tiempo?
ESPOSA. Estamos necesitando urgentemente retroceder al momento en que nació nuestro hijo Carlos. Queremos tener la oportunidad de educarlo otra vez.
VENDEDOR. ¿Qué razones de valor tienen para pedir todo ese tiempo para volver a educar a su hijo?
ESPOSO. Verá usted, señor, nos equivocamos en la forma y métodos de educación. Lamentablemente nos damos cuenta ahora de nuestros errores.
VOZ. INSTRUYE AL NIÑO EN SU CARRERA, QUE CUANDO FUERE VIEJO NO SE APARTARA DE ELLA. (Proverbios 22:6)
VENDEDOR. ¿Podrían explicarse mejor, por favor?
ESPOSO. (Sentándose e invitando a sentar a su esposa.) (Con tristeza.) Ayer presenciamos estremecidos el resultado de la educación equivocada que le dimos. Ayer juzgaron a nuestro hijo y lo sentenciaron a cadena perpetua por un asesinato. Señor, esto es muy doloroso para un padre, pero tengo que admitir que nosotros mismos tenemos la culpa. Desde que nació le dimos todos los gustos. Cuando daba muestras de mal carácter no lo corregimos pensando que cuando fuera más grande comprendería mejor y solo se corregiría. Por eso necesitamos reeducarle otra vez desde niño.
(Entra desde el centro una señora.)
SEÑORA. Oiga, si es así, yo también quiero tiempo para reeducar a mi hija nuevamente.
VENDEDOR. Y usted, ¿por qué quiere tiempo para eso, señora?
SEÑORA. (Acercándose y sentándose en la silla libre). Mire usted, necesito ese tiempo, aproximadamente unos quince años porque comprendo que si puedo volver atrás, puedo dedicarle a mi hija el tiempo que no le dediqué y la atención que no le presté. Puedo jugar más con ella, en vez de dejarla que se entretuviera con los videojuegos y los juegos de ordenador. También mi esposo, podría estar más tiempo con ella, aunque llegara cansado del trabajo y de esa manera enseñarle los dos, muchas verdades que si las hubiera conocido, no hubiese elegido los compañeros y amigos que eligió, y no estuviera hoy con dieciséis años embarazada y rodeada de malas influencias. Además, podríamos dedicarle tiempo para estudiar con ella el amor de Dios y de esa manera que su mente se influencie con las cosas celestiales, así no estaría alejada de Dios y de la iglesia como está hoy. ¿Comprende usted mi necesidad?
VENDEDOR. Sí, señora. Puedo entenderla. Pero aún así, tengo que estudiar tanto su caso como el de esta pareja, pues son muy similares, y tendría que ver si merecen que se les venda ese tiempo.
PAREJA. Sí, señor, por favor, necesitamos ese tiempo.
VOZ. APENA EL CORAZÓN VER LA NECEDAD DE LOS PADRES EN EL EJERCICIO DE LA AUTORIDAD QUE DIOS LES HA DADO. HOMBRES QUE EN TODO LO DEMÁS SON CONSECUENTES E INTELIGENTES, FRACASAN EN LA COMPRENSION DE LOS PRINCIPIOS QUE DEBIERAN EMPLEAR EN LA EDUCACIÓN DE SUS HIJOS PEQUEÑOS. NO LES DAN INSTRUCCIÓN CORRECTA EN EL TIEMPO CUANDO UN EJEMPLO PIADOSO Y UNA FIRME DECISIÓN, SON INDISPENSABLES PARA GUIAR CORRECTAMENTE LA MENTE INEXPERTA QUE IGNORA LAS INFLUENCIAS ENGAÑOSAS Y PELIGROSAS A LAS QUE TENDRA QUE HACER FRENTE POR DOQUIERA.”
ESPOSA. Señor vendedor, otro problema que tuvimos fue la obediencia. Faltamos en enseñarle a obedecer nuestras órdenes, y así creció haciendo su voluntad, sin importarle lo que nosotros le decíamos.
SEÑORA. Ese problema no es vuestro solamente. ¿Por qué creen que hoy mi hija está dónde está? Porque tanto su padre como yo no le enseñamos los principios correctos de disciplina y obediencia.
VOZ. SE DEBERÍA EXPLICAR QUE EL GOBIERNO DE DIOS NO RECONOCE TRANSIGENCIAS CON EL MAL. NI EN EL HOGAR, NI EN LA ESCUELA SE DEBERIA TOLERAR LA DESOBEDIENCIA. NINGÚN PADRE NI MAESTRO QUE DESEE SINCERAMENTE EL BIENESTAR DE LOS QUE ESTÁN A SU CUIDADO, TRANSIGIRÁ CON LA VOLUNTAD TERCA QUE DESAFÍA LA AUTORIDAD O RECURRA AL SUBTERFUGIO O A LA EVASIVA A FIN DE ESQUIVAR LA OBEDIENCIA.
ESPOSO. Nuestro hijo se acostumbró a contestar mal, irritarse rápidamente y llegó el momento que a la menor palabra, ya nos gritaba y salía de la casa dando un portazo.
VOZ. CON DEMASIADA FRECUENCIA, SE CREA UN ESTADO DE REBELIÓN EN EL CORAZÓN DE LOS HIJOS, DEBIDO A LA DISCIPLINA ERRÓNEA DE LOS PADRES, CUANDO LOS HIJOS HABRÍAN FORMADO BUENOS Y ARMONIOSOS CARACTERES SI SE HUBIERA SEGUIDO UN CURSO DE ACCION ADECUADO.
SEÑORA. Cuando mi hija se iba de la casa y desaparecía todo el día, fue cuando mi esposo y yo nos dimos cuenta de que andaba en malas compañías.
ESPOSA. Nosotros pensábamos que si le mostrábamos más tolerancia nuestro hijo se daría cuenta por sí mismo de su mal proceder, pero a medida que el tiempo pasaba más obstinado se ponía. Nuestras esperanzas quedaron rotas cuando supimos que era culpable de homicidio. Todos los proyectos que hicimos mirándole en su cuna quedaron despedazados, al saber que el resto de su vida quedará en la cárcel pagando un horroroso crimen (Dice con voz llorosa.) Ahora al mirar hacia atrás, nos damos cuenta de que hubiéramos tenido que corregir sus defectos desde pequeño, porque ya ve usted los resultados de pensar que él mismo logrará educarse sabiamente. No puedo soportar mi culpabilidad. ¡Necesito que me venda los últimos veinte años de vida!
VOZ. MADRES, ESTAD SEGURAS DE QUE DISCIPLINÁIS DEBIDAMENTE A VUESTROS HIJOS DURANTE LOS PRIMEROS TRES AÑOS DE SU VIDA. NO LES PERMITÁIS QUE FORMEN SUS DESEOS Y APETENCIAS. LA MADRE DEBE SER LA MENTE PARA SU HIJO. LOS PRIMEROS TRES AÑOS SON EL TIEMPO CUANDO SE DOBLA LA DIMINUTA RAMA. LAS MADRES DEBIERAN ENTENDER LA IMPORTANCIA QUE EXISTE EN ESE PERIODO. ENTONCES ES CUANDO SE ESTABLECE EL FUNDAMENTO.
ESPOSO. Por favor, señor, considere usted nuestra desesperación. Tenga la bondad de entregarnos nuevamente esos veinte años que necesitamos para educar correctamente a nuestro hijo.
SEÑORA. Sí, señor, tenga piedad. Le pagaré el precio que quiera, pero necesito con urgencia esos quince años de la vida de mi hija, para evitarle a ella y a mí, todo el sufrimiento que ahora vivimos.
VOZ. EL VALOR DEL TIEMPO ESCAPA A TODO CÓMPUTO. EL TIEMPO DESPERDICIADO NUNCA PUEDE RECUPERARSE.
VENDEDOR. Señoras, señor. Todos somos responsables de nuestros actos mientras estemos en este mundo de prueba. Todos tenemos poder que viene de Dios para controlar nuestras acciones si lo deseamos con todo el corazón. El tiempo para educar a vuestros hijos ya pasó. Lo lamento mucho pero no puedo venderle esos 20 años a ustedes ni esos quince años que me pide usted. Para ustedes dos lo único que puedo hacer es venderles tiempo para que puedan educar al hijo que aún esta por nacer y no repetir los mismos errores que cometieron con el anterior.
SEÑORA. Lo sabía, sabía que todo iba a ser inútil. (Sale diciendo estas palabras.)
(El vendedor le entrega un billete en forma de reloj de arena representando el tiempo que le da.)
ESPOSOS. De todas formas, gracias por su ayuda. Intentaremos utilizar bien el tiempo para darle una buena educación cristiana con la ayuda del Señor, a nuestro bebé y que pueda tener un futuro hermoso. (Salen.)
(Entra un hombre un poco desaliñado.)
HOMBRE. ¡Qué suerte! Pude encontrar la dirección. Hace mucho tiempo que estoy buscando este negocio, porque necesito comprar 30 años de vida.
VENDEDOR. ¿30 años? ¿Y cuántos años tiene usted?
HOMBRE. Yo tengo 42.
VENDEDOR. Y, ¿qué hará con los treinta años?
HOMBRE. Mire usted (dice caminando como contando la historia), cuando yo tenía 12 años dejé de estudiar. Apenas completé la escuela primaria, mis padres insistieron para que continuara estudiando, pero yo quería disfrutar de la vida no teniendo ninguna obligación, entonces comencé a frecuentar los lugares de diversión. Cuando pasó la novedad de esa libertad me aburrí y busqué un trabajo. Desde entonces hasta ahora no hago más que preguntarme por qué no seguí estudiando. Ahora podría tener un lugar distinto en la sociedad. ¿Por qué dejé transcurrir los años sin prepararme para trabajar en algún oficio o profesión en vez de pasármela por ahí sin obligación ninguna? Por eso quiero regresar a los 12 años, para comenzar a estudiar y luego ingresar en algún instituto de oficio o a la universidad. Quiero redimir el tiempo desperdiciado.
VOZ. LAS FACULTADES MENTALES NECESITAN SER CULTIVADAS A FIN DE QUE PUEDAN EJERCERSE PARA LA GLORIA DE DIOS. DEBIERA PRESTARSE CUIDADOSA ATENCIÓN AL CULTIVO DEL INTELECTO A FIN DE QUE LOS DIVERSOS ÓRGANOS DE LA MENTE SEAN IGUALMENTE ROBUSTOS AL EJERCITARSE CADA UNO EN SU PAPEL INDIVIDUAL.
VENDEDOR. Lo lamento mucho, señor. No puedo venderle ese tiempo que me pide, el que le pertenecía ya lo gastó de muy mala manera y es imposible volver atrás. Solo puedo darle tiempo para que en lo adelante aproveche los años que le quedan, pues nunca es tarde para poder resarcir nuestros errores.
HOMBRE. Bueno, no es lo que quería, pero pienso que todavía estoy a tiempo de aprovechar, aunque ya no tenga el mismo vigor, ni la misma capacidad mental... así que déme usted ese tiempo.
VENDEDOR. (Le da un billete representando que le entrega tiempo. Tiempo en forma de un reloj de arena o normal.) Tenga, buen hombre, ojalá que pueda aprovecharlo con la ayuda de Dios.
HOMBRE. Gracias, señor. (Se va alejando y dice) Hombre, no era lo que quería, pero algo es algo y peor es nada.
(Entra una abuelita, con un bastón.)
ABUELA. Hola, señor vendedor de tiempo. Alguien me dijo que este negocio lo habían abierto, y he venido porque necesito al menos unos cincuenta años.
VENDEDOR. Siéntese, abuelita. Pero, ¿para qué necesita usted esa cantidad tan grande de tiempo?
ABUELA. Verá usted, señor. Quiero todo ese tiempo, para volver a mis años de juventud, cuando tenía mucho vigor, energía. Cuando mis capacidades mentales y físicas estaban en su mejor momento. Cuando era joven, tuve la oportunidad de conocer a Dios. Realmente desde muy niña tuve esa oportunidad. Pero entonces, cuando Jesús me pedía que le diera mis talentos y mi juventud, antes que llegaran los años en que dijera, que no tengo en ellos contentamiento, no le hacía caso. Y por eso, es que ahora quisiera más años.
VENDEDOR. Abuelita, me parece que entiendo un poco su historia, pero acláreme un poco más lo que me cuenta, por favor.
ABUELA. Pues, yo en la edad de la juventud no quería comprometerme con nada ni con nadie a menos que no fuera para satisfacer mis gustos, y mis ideas. Irme por ahí de juerga, divertirme, hacer lo que me pedía el cuerpo… Sin embargo, cualquier cosa que significara tener que hacer algo en la iglesia, por mis hermanos o por Jesús, o tan siquiera levantarme temprano para estudiar la Biblia o para orar, era desagradable al extremo para mí. Sin embargo, ahora, ahora que no tengo fuerzas, que veo que la vida se me va, la experiencia y los años me han enseñado, que los mejores momentos para dedicarlos a trabajar por el Señor y a consagrarme a su causa eran aquellos.
VOZ. DIOS QUIERE QUE LOS JOVENES LLEGUEN A SER HOMBRES DE MENTE SERIA, A ESTAR PREPARADOS PARA LA ACCIÓN EN SU NOBLE OBRA Y A SER APTOS PARA LLEVAR RESPONSABILIDADES. DIOS LLAMA A JÓVENES DE CORAZÓN INCORRUPTO, FUERTES Y VALIENTES, DECIDIDOS A PELEAR EN LA LUCHA QUE LES ESPERA, PARA QUE GLORIFIQUEN A DIOS Y BENEFICIEN A LA HUMANIDAD. SI LOS JÓVENES TAN SOLO HICIERAN DE LA BIBLIA UN OBJETO DE ESTUDIO, CALMASEN SUS IMPETUOSOS DESEOS Y ESCUCHASEN LA VOZ DE SU CREADOR Y REDENTOR, NO SÓLO ESTARÍAN EN PAZ CON DIOS, SINO QUE SE SENTIRÍAN ENNOBLECIDOS Y ELEVADOS.
VENDEDOR. Me temo que su caso es muy complicado, pues se trata de cosas de interés eterno.
ABUELA. Lo sé, señor. Pero es que me gustaría mucho poder hacer cosas para Dios, ahora que veo que la verdadera felicidad se encontraba en buscar a Dios y su reino primeramente, y lo demás me sería añadido. He desperdiciado mis años, y no he encontrando en ellos el contentamiento que pensé encontraría. Pues he visto que todo es pasajero y nada de lo que antes me parecía bien, me edificó, ni preparó para afrontar la vida.
VENDEDOR. Abuelita, lo lamento mucho. No puedo darle el tiempo que me pide aunque quisiera, porque los años de su juventud ya han sido utilizados para usted en cosas que no tenían valor imperecedero. Lo único que puedo hacer es darle un poquito de tiempo para que aproveche los recursos que le queden todavía, para ayudar a otros jóvenes y adultos a encaminar sus vidas por donde usted debió llevarla en su momento.
ABUELA. (Poniéndose en pie.) Ay Señor, no sabe cuánto lo siento... Pero al menos doy gracias a Dios, que todavía vivo y tengo un poco de tiempo más, para ayudar a otros y para servirle a él y amarle. Gracias por su ayuda. (Sale.)
VENDEDOR. La verdad es que me dan mucha lástima los casos que he tenido hoy, y mucho más el de esta abuelita. Señor, ¿tienes algo que decirnos a mí y a tu iglesia sobre esto?
VOZ DE JESUS. “LLEVAD LA LUZ POR DONDEQUIERA QUE VAYÁIS. MOSTRAD QUE TENÉIS FORTALEZA DE PROPÓSITO, QUE NO SOIS INDECISOS, NI OS DEJÁIS LLEVAR FÁCILMENTE POR LAS PERSUACIONES DE LOS MALOS COMPAÑEROS. NO DEIS PRESTO ASENTIMIENTO A LAS SUGESTIONES DE LOS QUE DESHONRAN A DIOS, ANTES BIEN TRATAD DE REFORMAR, RESTAURAR Y SALVAR A LAS ALMAS DEL MAL. NO VACILÉIS EN TRABAJAR POR MÍ, PORQUE OS PAREZCA QUE ES POCO LO QUE PODÉIS HACER. HACED ESE POCO CON FIDELIDAD, PUES DIOS OBRARÁ JUNTO CON VUESTROS ESFUERZOS. ÉL ESCRIBIRÁ EN EL LIBRO DE LA VIDA VUESTROS NOMBRES, COMO NOMBRES DE QUIENES SON DIGNOS DE ENTRAR EN EL GOZO DEL SEÑOR.
VENDEDOR. Bueno, ¿hay todavía alguien más que quiera tiempo? (Pausa.) Veo que nadie más. La verdad es que no puedo vender tiempo hacia atrás, para recuperar el pasado, solo puedo dar tiempo hacia delante, hacia el futuro. ¡Qué bueno sería que utilizáramos correctamente el tiempo del cual disponemos todavía! Ahora debo irme a buscar otras iglesias y otros lugares, donde pueda ayudar a las personas a administrar correctamente el tiempo que Dios les da. Gracias a todos por su atención.
(Sale. Se apagan las luces y se oye la voz de Jesús.)
VOZ DE JESUS. “NO TENÉIS TIEMPO QUE PERDER. TRATAD FERVOROSAMENTE DE PONER MADERA SÓLIDA EN LA EDIFICACIÓN DE VUESTRO CARÁCTER. OS ROGAMOS POR CAUSA DE CRISTO, QUE SEÁIS FIELES DIARIAMENTE AL SERVICIO DE DIOS, Y HALLARÉIS QUE NO NECESITÁIS MUCHOS DÍAS DE FIESTA PARA PASAR OCIOSAMENTE, NI MUCHO DINERO PARA GASTAR EN LOS GUSTOS Y PLACERES. EL CIELO OBSERVA A AQUELLOS QUE TRATAN DE MEJORAR Y DE MODELARSE A LA SEMEJANZA DE CRISTO. CUANDO EL AGENTE HUMANO SE SOMETE A CRISTO, EL ESPÍRITU SANTO LLEVA A CABO UNA GRAN OBRA EN SU FAVOR.
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