12 Minutos y 8 Personajes + Extras. La estrella de Belén en tiempos de Jesús y tiempos modernos.
BAJO LAS ESTRELLAS
PERSONAJES
BETTY
SAMUEL
SABIO 1
SABIO 2
SABIO 3
HERODES
ELISABET
JOSÉ
PRIMER ACTO - EN LA CIUDAD DE DAVID
PRIMERA ESCENA
(El cuarto del trono en el palacio de Herodes. Él está sentado en el trono rodeado de sus asistentes. A un lado del cuarto están Elizabet y Samuel cuchicheando.)
ELIZABET. ¿Por qué hay tanto alboroto, Samuel? Dime pronto, antes de que me envíen a otro trabajo.
SAMUEL. No creo que te envíen a otro trabajo pronto, Elisabet. La corte está muy interesada en ver lo que está pasando aquí. ¿Te acuerdas de esa estrella tan brillante que vimos anoche?
ELISABET. ¡Oh, sí, Samuel! Todo el mundo se pregunta su significado. ¿Ya saben lo que significa?
SAMUEL. Sí, uno hombres sabios han llegado hablando sobre eso. Parecen reyes extranjeros. ¡Aquí llegan!
(Los hombres sabios entran al cuarto y caminan hacia el trono de Herodes.)
HERODES. Bienvenidos a Jerusalén. Hemos estado preocupados por la presencia de la estrella brillante. ¿Nos podrían decir su significado?
SABIO 1. La estrella nos ha guiado desde nuestros lugares en el este. ¿Dónde está el que es nacido rey de los judíos? Es su estrella la que hemos visto y hemos venido a adorarle.
HERODES. Hemos llamado a los sacerdotes y escribas y se han reunido. Ellos dicen que este llamado rey debe nacer en Belén. ¿Qué nos dijiste, Sadoc?
SADOC. (Dando un paso al frente.) Así está escrito por el profeta: “Saldrá estrella de Jacob y levantarase cetro de Israel...”
HERODES. ¡Ah! Yo ya reino sobre Israel. ¿Quién es este que ha nacido? ¿A qué hora dicen que vieron la estrella?
SABIO 2. Hace muchos meses apareció la estrella y nosotros la vimos. Hemos estado siguiéndola por mucho tiempo. Iremos a Belén.
HERODES. Vayan, y busquen diligentemente al niño. Cuando lo encuentren, envíenme un mensaje. Yo también iré a adorarle.
(Los hombres sabios hacen una reverencia y dejan el lugar.)
ELISABET. ¿Crees ya que es el tiempo que el prometido haya llegado?
SAMUEL. Si es así, Herodes tratará de deshacerse de él. Eso de ir a adorarle es una mentira. Herodes nunca haría tal cosa.
ELISABET. Herodes ha estado preocupado estos últimos días desde que apareció la estrella. Se puede notar. Y si es otro rey, no lo soportará. A él no le importa el derramamiento de sangre.
SAMUEL. Eso es cierto. Cualquiera que se atraviesa en su camino… (hace un ademán con la mano como de cortar el cuello). Elísabet, estaré ausente por uno o dos días.
ELISABET. ¡Samuel! ¿A dónde vas? ¿Tienes permiso?
SAMUEL. No, ni se darán cuenta en todo este tumulto. Voy a seguir a esos hombres sabios. Tengo que apurarme. (Habla rápido.) Es probable que ellos hayan salido ya. Tú vigila lo que sucede aquí, Elísabet. Te traeré el resto de las noticias. (Sale corriendo de la escena.)
SEGUNDA ESCENA
(Un cuarto de piedra en Belén. María cargando al bebé está sentada en una silla cerca del establo. José está sentado en una tabla, lee en voz alta del libro Isaías.)
JOSÉ. María, estas son las palabras del profeta Isaías: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado sobre su hombro; y llamarase su nombre Admirable,
Consejero, Dios fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”.
(Se escucha un golpe en la puerta. José se levanta y abre. Se hace para atrás al entrar los hombres sabios y arrodillarse delante del bebé. Samuel aparece en la puerta. Se queda allí observando silenciosamente mientras los hombres sabios ofrecen sus regalos uno por uno al niño. Ellos hacen una reverencia y después salen del lugar. Samuel desaparece de la puerta antes de que ellos salgan.)
TERCERA ESCENA
(El cuarto del trono en el palacio de Herodes. Elísabet y Samuel a un lado Tres días después.)
ELISABET. ¡Samuel, estás de regreso! No había ningún niño, ¿verdad?
SAMUEL. ¿Por qué dudas, Elísabet?
ELISABET. Los hombres sabios nunca regresaron. Ellos no encontraron a ese nuevo rey.
SAMUEL. Sí, sí lo encontraron, Elísabet. La estrella los guió directamente a la ciudad de
David. Ellos encontraron al niño en Belén. Yo los seguí hasta allí. Me paré en la puerta y vi cómo se inclinaban ante el niño. Tenían regalos costosos: oro, mirra e incienso. Ellos se arrodillaron y adoraron.
ELISABET. ¿Tú crees que el es el nuevo rey?
SAMUEL. Sin duda alguna. Yo seguí la estrella al igual que los hombres sabios. Los guió directamente hasta su puerta.
ELISABET. Pero los hombres sabios nunca regresaron.
SAMUEL. Eso es, Elísabet. Algo sucedió que los hizo cambiar. Quizás ellos supieran que él no quería localizar el niño para adorarle. Yo los vi salir de Belén por otro camino. Ellos conocen la importancia del niño, no lo van a entregar a Herodes.
ELISABET. Espero que no. Pero Herodes se ha ido enojando cada día más. Mírale cómo
está ahora.
HERODES. ¡Esos tontos! Se han burlado de mí. Quizás no haya ningún niño. Pero, ¿y si lo hay…? Yo lo encontraré. Nadie me quitará el trono. Hombres sabios… Una estrella… Un nuevo rey… ¡Bah! ¡Qué mentira! ¡Guardias! Ordenen al ejército que mate a todos los niños de dos años para abajo. Limpien a Belén y sus alrededores. No dejen uno vivo. Eso dará con él también. ¡Así lo mataré a él!
(Los guardias salen del salón.)
ELISABET. (Con mirada de terror.) ¡Samuel! Eso es lo más horrible que he escuchado. Fue horrible cuando mató a su esposa e hijos… Pero bebés pequeñitos, inocentes... Y al nuevo rey también. ¡Oh, qué terrible!
SAMUEL. Si este bebé es el rey, y yo estoy seguro de que sí lo es, Dios lo cuidará. Él es el don de Dios para nosotros, Elísabet. Esa estrella era una señal del maravilloso regalo. Él ha llegado y todo el ejército de Herodes no lo podrá destruir.
ELISABET. Si todo lo que dices fuera cierto…
SAMUEL. Estoy seguro de que es cierto, Elísabet. Yo lo vi ahí, bajo la estrella en la ciudad de David.
SEGUNDO ACTO - EN LA CAPITAL
PRIMERA ESCENA
(Bajo un árbol de navidad en el centro de la ciudad. Betty y Samuel están debajo del gran árbol. Las personas van de un lugar a otro comprando regalos de navidad. Todos andan apurados. Al atardecer, en vísperas de navidad.)
BETTY. La capital es un lugar raro, Samuel. ¿Qué significan tantas carreras?
SAMUEL. El tío Manuel dice que siempre es así antes de la noche de navidad. Es el momento de dar regalos y de los árboles de navidad. Mira ese árbol tan grande, ¿no es hermoso?
BETTY. (Con lágrimas en los ojos.) Es hermoso pero no parece navidad. En casa en el campo, todo es tan pacífico y colmado para navidad... Los servicios en la iglesia, el coro… ¿Dónde está todo eso? El regalo más grande es olvidado.
SAMUEL. No es realmente olvidado, Betty. (Mira hacia arriba y ve la estrella) ¡Mira esa estrella! (La señala.)
BETTY. La he estado observando, Samuel. Es lo único que me recuerda la navidad. La he estado mirando todo el tiempo, en vez de ese colorido árbol.
SAMUEL. ¿Dónde crees que está? Debe estar en un edificio. Me pregunto quién la pondría allí. Vamos a ver si la encontramos, Betty.
BETTY. Sí, vamos. El tío Manuel quería que viéramos la ciudad en navidad. No quiero regresar y decirle que solo hemos estado un poco nostálgicos. Especialmente cuando él se ha portado tan bien y nos ha traído a vivir con él, ahora que papá y mamá se han ido.
SAMUEL. No será muy difícil encontrarla. Se ve allá adelante.
(Caminan hacia la estrella y salen de la escena.)
SEGUNDA ESCENA
(Interior de una iglesia. Si es posible, haga de la audiencia parte de la escena. La escena comienza, Betty y Samuel entran a la iglesia. 20 minutos después. El coro canta suavemente «Noche de Paz».)
BETTY. (Susurrando.) Es una iglesia, Samuel. La estrella nos guió hasta aquí.
SAMUEL. Sí, la estrella la tienen sujeta con un poste, bien alta.
BETTY. Entremos, Samuel.
SAMUEL. ¿No quieres ver más las decoraciones de navidad?
BETTY. Mejor quisiera quedarme aquí por un rato. El servicio está por comenzar. Escucha, están cantando «Noche de Paz».
(Caminan hasta el frente y se sientan.)
MINISTRO. (En el pulpito.) Nuestro texto de hoy es Mateo 2:1,2. (Lo lee todo y se sienta a un lado del púlpito).
(El coro canta: «Vamos reyes tres a Belén». Los reyes se inclinan y entregan sus regalos y dejan el lugar cuando se termina el canto.)
TERCERA ESCENA
(Vuelta a la escena primera. Al lado del árbol de Navidad. La estrella sigue brillando en la oscuridad. Unos minutos más tarde.)
BETTY. Todo parece ser diferente ahora, Samuel. Me siento mejor.
SAMUEL. Yo también, Betty. Ahora sé que ellos también recuerdan al niño Jesús y el significado de la estrella de navidad.
BETTY. ¡No es maravilloso que aun hoy en día la estrella guíe a las personas a adorarle!
SAMUEL. Tal como lo dice san Mateo: «Cuando vieron la estrella se regocijaron...»
BETTY. Casi lloraba cuando alguien me decía «Feliz Navidad». No puedo entender como se puede ser feliz en medio de este apuro. Pero ahora sí me siento feliz, Samuel.
SAMUEL. Sí, Betty, cuando recordamos el verdadero significado de la Navidad, sentimos mucha felicidad.
BAJO LAS ESTRELLAS
PERSONAJES
BETTY
SAMUEL
SABIO 1
SABIO 2
SABIO 3
HERODES
ELISABET
JOSÉ
PRIMER ACTO - EN LA CIUDAD DE DAVID
PRIMERA ESCENA
(El cuarto del trono en el palacio de Herodes. Él está sentado en el trono rodeado de sus asistentes. A un lado del cuarto están Elizabet y Samuel cuchicheando.)
ELIZABET. ¿Por qué hay tanto alboroto, Samuel? Dime pronto, antes de que me envíen a otro trabajo.
SAMUEL. No creo que te envíen a otro trabajo pronto, Elisabet. La corte está muy interesada en ver lo que está pasando aquí. ¿Te acuerdas de esa estrella tan brillante que vimos anoche?
ELISABET. ¡Oh, sí, Samuel! Todo el mundo se pregunta su significado. ¿Ya saben lo que significa?
SAMUEL. Sí, uno hombres sabios han llegado hablando sobre eso. Parecen reyes extranjeros. ¡Aquí llegan!
(Los hombres sabios entran al cuarto y caminan hacia el trono de Herodes.)
HERODES. Bienvenidos a Jerusalén. Hemos estado preocupados por la presencia de la estrella brillante. ¿Nos podrían decir su significado?
SABIO 1. La estrella nos ha guiado desde nuestros lugares en el este. ¿Dónde está el que es nacido rey de los judíos? Es su estrella la que hemos visto y hemos venido a adorarle.
HERODES. Hemos llamado a los sacerdotes y escribas y se han reunido. Ellos dicen que este llamado rey debe nacer en Belén. ¿Qué nos dijiste, Sadoc?
SADOC. (Dando un paso al frente.) Así está escrito por el profeta: “Saldrá estrella de Jacob y levantarase cetro de Israel...”
HERODES. ¡Ah! Yo ya reino sobre Israel. ¿Quién es este que ha nacido? ¿A qué hora dicen que vieron la estrella?
SABIO 2. Hace muchos meses apareció la estrella y nosotros la vimos. Hemos estado siguiéndola por mucho tiempo. Iremos a Belén.
HERODES. Vayan, y busquen diligentemente al niño. Cuando lo encuentren, envíenme un mensaje. Yo también iré a adorarle.
(Los hombres sabios hacen una reverencia y dejan el lugar.)
ELISABET. ¿Crees ya que es el tiempo que el prometido haya llegado?
SAMUEL. Si es así, Herodes tratará de deshacerse de él. Eso de ir a adorarle es una mentira. Herodes nunca haría tal cosa.
ELISABET. Herodes ha estado preocupado estos últimos días desde que apareció la estrella. Se puede notar. Y si es otro rey, no lo soportará. A él no le importa el derramamiento de sangre.
SAMUEL. Eso es cierto. Cualquiera que se atraviesa en su camino… (hace un ademán con la mano como de cortar el cuello). Elísabet, estaré ausente por uno o dos días.
ELISABET. ¡Samuel! ¿A dónde vas? ¿Tienes permiso?
SAMUEL. No, ni se darán cuenta en todo este tumulto. Voy a seguir a esos hombres sabios. Tengo que apurarme. (Habla rápido.) Es probable que ellos hayan salido ya. Tú vigila lo que sucede aquí, Elísabet. Te traeré el resto de las noticias. (Sale corriendo de la escena.)
SEGUNDA ESCENA
(Un cuarto de piedra en Belén. María cargando al bebé está sentada en una silla cerca del establo. José está sentado en una tabla, lee en voz alta del libro Isaías.)
JOSÉ. María, estas son las palabras del profeta Isaías: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado sobre su hombro; y llamarase su nombre Admirable,
Consejero, Dios fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”.
(Se escucha un golpe en la puerta. José se levanta y abre. Se hace para atrás al entrar los hombres sabios y arrodillarse delante del bebé. Samuel aparece en la puerta. Se queda allí observando silenciosamente mientras los hombres sabios ofrecen sus regalos uno por uno al niño. Ellos hacen una reverencia y después salen del lugar. Samuel desaparece de la puerta antes de que ellos salgan.)
TERCERA ESCENA
(El cuarto del trono en el palacio de Herodes. Elísabet y Samuel a un lado Tres días después.)
ELISABET. ¡Samuel, estás de regreso! No había ningún niño, ¿verdad?
SAMUEL. ¿Por qué dudas, Elísabet?
ELISABET. Los hombres sabios nunca regresaron. Ellos no encontraron a ese nuevo rey.
SAMUEL. Sí, sí lo encontraron, Elísabet. La estrella los guió directamente a la ciudad de
David. Ellos encontraron al niño en Belén. Yo los seguí hasta allí. Me paré en la puerta y vi cómo se inclinaban ante el niño. Tenían regalos costosos: oro, mirra e incienso. Ellos se arrodillaron y adoraron.
ELISABET. ¿Tú crees que el es el nuevo rey?
SAMUEL. Sin duda alguna. Yo seguí la estrella al igual que los hombres sabios. Los guió directamente hasta su puerta.
ELISABET. Pero los hombres sabios nunca regresaron.
SAMUEL. Eso es, Elísabet. Algo sucedió que los hizo cambiar. Quizás ellos supieran que él no quería localizar el niño para adorarle. Yo los vi salir de Belén por otro camino. Ellos conocen la importancia del niño, no lo van a entregar a Herodes.
ELISABET. Espero que no. Pero Herodes se ha ido enojando cada día más. Mírale cómo
está ahora.
HERODES. ¡Esos tontos! Se han burlado de mí. Quizás no haya ningún niño. Pero, ¿y si lo hay…? Yo lo encontraré. Nadie me quitará el trono. Hombres sabios… Una estrella… Un nuevo rey… ¡Bah! ¡Qué mentira! ¡Guardias! Ordenen al ejército que mate a todos los niños de dos años para abajo. Limpien a Belén y sus alrededores. No dejen uno vivo. Eso dará con él también. ¡Así lo mataré a él!
(Los guardias salen del salón.)
ELISABET. (Con mirada de terror.) ¡Samuel! Eso es lo más horrible que he escuchado. Fue horrible cuando mató a su esposa e hijos… Pero bebés pequeñitos, inocentes... Y al nuevo rey también. ¡Oh, qué terrible!
SAMUEL. Si este bebé es el rey, y yo estoy seguro de que sí lo es, Dios lo cuidará. Él es el don de Dios para nosotros, Elísabet. Esa estrella era una señal del maravilloso regalo. Él ha llegado y todo el ejército de Herodes no lo podrá destruir.
ELISABET. Si todo lo que dices fuera cierto…
SAMUEL. Estoy seguro de que es cierto, Elísabet. Yo lo vi ahí, bajo la estrella en la ciudad de David.
SEGUNDO ACTO - EN LA CAPITAL
PRIMERA ESCENA
(Bajo un árbol de navidad en el centro de la ciudad. Betty y Samuel están debajo del gran árbol. Las personas van de un lugar a otro comprando regalos de navidad. Todos andan apurados. Al atardecer, en vísperas de navidad.)
BETTY. La capital es un lugar raro, Samuel. ¿Qué significan tantas carreras?
SAMUEL. El tío Manuel dice que siempre es así antes de la noche de navidad. Es el momento de dar regalos y de los árboles de navidad. Mira ese árbol tan grande, ¿no es hermoso?
BETTY. (Con lágrimas en los ojos.) Es hermoso pero no parece navidad. En casa en el campo, todo es tan pacífico y colmado para navidad... Los servicios en la iglesia, el coro… ¿Dónde está todo eso? El regalo más grande es olvidado.
SAMUEL. No es realmente olvidado, Betty. (Mira hacia arriba y ve la estrella) ¡Mira esa estrella! (La señala.)
BETTY. La he estado observando, Samuel. Es lo único que me recuerda la navidad. La he estado mirando todo el tiempo, en vez de ese colorido árbol.
SAMUEL. ¿Dónde crees que está? Debe estar en un edificio. Me pregunto quién la pondría allí. Vamos a ver si la encontramos, Betty.
BETTY. Sí, vamos. El tío Manuel quería que viéramos la ciudad en navidad. No quiero regresar y decirle que solo hemos estado un poco nostálgicos. Especialmente cuando él se ha portado tan bien y nos ha traído a vivir con él, ahora que papá y mamá se han ido.
SAMUEL. No será muy difícil encontrarla. Se ve allá adelante.
(Caminan hacia la estrella y salen de la escena.)
SEGUNDA ESCENA
(Interior de una iglesia. Si es posible, haga de la audiencia parte de la escena. La escena comienza, Betty y Samuel entran a la iglesia. 20 minutos después. El coro canta suavemente «Noche de Paz».)
BETTY. (Susurrando.) Es una iglesia, Samuel. La estrella nos guió hasta aquí.
SAMUEL. Sí, la estrella la tienen sujeta con un poste, bien alta.
BETTY. Entremos, Samuel.
SAMUEL. ¿No quieres ver más las decoraciones de navidad?
BETTY. Mejor quisiera quedarme aquí por un rato. El servicio está por comenzar. Escucha, están cantando «Noche de Paz».
(Caminan hasta el frente y se sientan.)
MINISTRO. (En el pulpito.) Nuestro texto de hoy es Mateo 2:1,2. (Lo lee todo y se sienta a un lado del púlpito).
(El coro canta: «Vamos reyes tres a Belén». Los reyes se inclinan y entregan sus regalos y dejan el lugar cuando se termina el canto.)
TERCERA ESCENA
(Vuelta a la escena primera. Al lado del árbol de Navidad. La estrella sigue brillando en la oscuridad. Unos minutos más tarde.)
BETTY. Todo parece ser diferente ahora, Samuel. Me siento mejor.
SAMUEL. Yo también, Betty. Ahora sé que ellos también recuerdan al niño Jesús y el significado de la estrella de navidad.
BETTY. ¡No es maravilloso que aun hoy en día la estrella guíe a las personas a adorarle!
SAMUEL. Tal como lo dice san Mateo: «Cuando vieron la estrella se regocijaron...»
BETTY. Casi lloraba cuando alguien me decía «Feliz Navidad». No puedo entender como se puede ser feliz en medio de este apuro. Pero ahora sí me siento feliz, Samuel.
SAMUEL. Sí, Betty, cuando recordamos el verdadero significado de la Navidad, sentimos mucha felicidad.
2 comentarios:
ESTAN MUY PADRES Y INTERESANTES ES DE MUCHA BENDICION PARA NOSOTROS LOS CRISTIANOS
si es muy divertida
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