8 Minutos y 3 Personajes. Dos niñas se enseñan los regalos que han recibido por Navidad pero una tercera niña pobre se les acerca y deciden compartir sus regalos con ella.
BONDAD DEL ALMA
PERSONAJES
CAROLINA
NIDIA
ANDREA
(Aparecen Carolina y Nidia, cada una con una bolsa llena de regalo.)
CAROLINA. ¡Qué bonita Navidad!
NIDIA. ¡Sí, qué preciosa Nochebuena!
CAROLINA. ¿Te ha gustado, Nidia?
NIDIA. Pero mucho, ¿no es verdad que estuvo preciosa, Carolina?
CAROLINA. Hoy he sido muy dichosa, de regalo estoy llena.
NIDIA. Pues yo estoy feliz. ¡Qué noche tan deliciosa ha sido esta Nochebuena! Mira, te mostraré los regalos que me han dado.
CAROLINA. Y tú te vas a admirar cuando puedas contemplar lo que a mí me han regalado.
(Abren las bolsas y al hablar van sacando lo que mencionan.)
CAROLINA. Un libro muy interesante.
NIDIA. Un vestido, jamás he visto en mi vida tan hermoso.
CAROLINA. Un perfume, de un aroma muy refinado.
NIDIA. Pues a mí unos zapatitos y una medias que el domingo estrenaré.
CAROLINA. Un cinturón primoroso.
NIDIA. De dulces, ¡vaya un montón!
CAROLINA. Los dulces yo ni los cuento, aquí he traído una ración en esta bolsa que son para comer.
(Los saca y le da a Nidia.)
NIDIA. Al momento…
CAROLINA. ¿Sabes? No soy tan feliz.
NIDIA. ¿Por qué no estás conforme?
CAROLINA. Sí, de regalos estoy llena pero… no los merezco pues no he hecho nada para merecerlos.
NIDIA. Tienes razón. Ojalá pudiéramos hacer una buena acción a lo menos.
CAROLINA. Probaremos… Los premios a merecer y tendremos más placer en esta noche.
(Entra Andrea pobremente vestida y triste.)
ANDREA. ¡Hola, chiquillas!
CAROLINA. Andrea, ¿tú por aquí? Hace tiempo que no me visitas.
NIDIA. (Tomándole las manos cariñosamente.) Tienes muy frías las manitas, ¿has estado enferma?
ANDREA. Sí.
CAROLINA. ¿Por qué estás triste debiendo estar llena de gozo?
ANDREA. Es que mi madre...
CAROLINA. Entiendo, no te permitieron que vieses la Nochebuena.
NIDIA. Pues, ¿qué te ha pasado?
ANDREA. Es que no tengo dinero y ni un regalo me han dado, mi dolor esto ha causado, aunque yo siempre cuido y lleno de cariño a mi madre, pero me entristece al verla llorar.
CAROLINA. Comprendo tu tristeza.
NIDIA. (A Carolina, le habla al oído. Señala las bolsas que habían dejado en el suelo cuando entró Andrea.)
CAROLINA. (A Nidia.) Sí, pero calla, porque quiero decírselo yo primero. (Toma su bolsa, la abre y se la enseña a Andrea.)
ANDREA. Cosas muy bonitas les han regalado.
CAROLINA. Y... ¿te gustan?
ANDREA. (Con duda.) Chiquillas...
CAROLINA. Pues escoge sin temor.
ANDREA. No se burlen de mi pena.
NIDIA. (Tomando su bolsa y abriéndola.) ¿Burlarnos? No, ten mis cosas.
(Van dando a Andrea lo que indican.)
CAROLINA. Mi libro.
NIDIA. Dulces, llena tu bolsa que es Nochebuena. ¡Debemos ser muy dichosas!
ANDREA. (Asombrada.) Pero niñas, por favor, decidme si esto es verdad.
CAROLINA. Es verdad, y sin temor puedes llevarlos.
ANDREA. (Mirando al cielo.) Señor, gracias por tu bondad, también yo soy dichosa, tengo dulces y regalos… (Dirigiéndose a Carolina y a Nidia.) Vosotras sois muy bondadosas.
CAROLINA. Después te traeré otra cosa.
ANDREA. (Dirigiéndose a Carolina.) Ya estoy satisfecha.
CAROLINA. Ya soy feliz, Nidia.
ANDREA. Yo estoy llena de alegría.
TODAS. ¡Qué preciosa Nochebuena! ¡Qué hermosa Navidad!
(Las tres se toman de la mano y de esta manera se retiran cantando “Noche de paz”.)
CAROLINA
NIDIA
ANDREA
(Aparecen Carolina y Nidia, cada una con una bolsa llena de regalo.)
CAROLINA. ¡Qué bonita Navidad!
NIDIA. ¡Sí, qué preciosa Nochebuena!
CAROLINA. ¿Te ha gustado, Nidia?
NIDIA. Pero mucho, ¿no es verdad que estuvo preciosa, Carolina?
CAROLINA. Hoy he sido muy dichosa, de regalo estoy llena.
NIDIA. Pues yo estoy feliz. ¡Qué noche tan deliciosa ha sido esta Nochebuena! Mira, te mostraré los regalos que me han dado.
CAROLINA. Y tú te vas a admirar cuando puedas contemplar lo que a mí me han regalado.
(Abren las bolsas y al hablar van sacando lo que mencionan.)
CAROLINA. Un libro muy interesante.
NIDIA. Un vestido, jamás he visto en mi vida tan hermoso.
CAROLINA. Un perfume, de un aroma muy refinado.
NIDIA. Pues a mí unos zapatitos y una medias que el domingo estrenaré.
CAROLINA. Un cinturón primoroso.
NIDIA. De dulces, ¡vaya un montón!
CAROLINA. Los dulces yo ni los cuento, aquí he traído una ración en esta bolsa que son para comer.
(Los saca y le da a Nidia.)
NIDIA. Al momento…
CAROLINA. ¿Sabes? No soy tan feliz.
NIDIA. ¿Por qué no estás conforme?
CAROLINA. Sí, de regalos estoy llena pero… no los merezco pues no he hecho nada para merecerlos.
NIDIA. Tienes razón. Ojalá pudiéramos hacer una buena acción a lo menos.
CAROLINA. Probaremos… Los premios a merecer y tendremos más placer en esta noche.
(Entra Andrea pobremente vestida y triste.)
ANDREA. ¡Hola, chiquillas!
CAROLINA. Andrea, ¿tú por aquí? Hace tiempo que no me visitas.
NIDIA. (Tomándole las manos cariñosamente.) Tienes muy frías las manitas, ¿has estado enferma?
ANDREA. Sí.
CAROLINA. ¿Por qué estás triste debiendo estar llena de gozo?
ANDREA. Es que mi madre...
CAROLINA. Entiendo, no te permitieron que vieses la Nochebuena.
NIDIA. Pues, ¿qué te ha pasado?
ANDREA. Es que no tengo dinero y ni un regalo me han dado, mi dolor esto ha causado, aunque yo siempre cuido y lleno de cariño a mi madre, pero me entristece al verla llorar.
CAROLINA. Comprendo tu tristeza.
NIDIA. (A Carolina, le habla al oído. Señala las bolsas que habían dejado en el suelo cuando entró Andrea.)
CAROLINA. (A Nidia.) Sí, pero calla, porque quiero decírselo yo primero. (Toma su bolsa, la abre y se la enseña a Andrea.)
ANDREA. Cosas muy bonitas les han regalado.
CAROLINA. Y... ¿te gustan?
ANDREA. (Con duda.) Chiquillas...
CAROLINA. Pues escoge sin temor.
ANDREA. No se burlen de mi pena.
NIDIA. (Tomando su bolsa y abriéndola.) ¿Burlarnos? No, ten mis cosas.
(Van dando a Andrea lo que indican.)
CAROLINA. Mi libro.
NIDIA. Dulces, llena tu bolsa que es Nochebuena. ¡Debemos ser muy dichosas!
ANDREA. (Asombrada.) Pero niñas, por favor, decidme si esto es verdad.
CAROLINA. Es verdad, y sin temor puedes llevarlos.
ANDREA. (Mirando al cielo.) Señor, gracias por tu bondad, también yo soy dichosa, tengo dulces y regalos… (Dirigiéndose a Carolina y a Nidia.) Vosotras sois muy bondadosas.
CAROLINA. Después te traeré otra cosa.
ANDREA. (Dirigiéndose a Carolina.) Ya estoy satisfecha.
CAROLINA. Ya soy feliz, Nidia.
ANDREA. Yo estoy llena de alegría.
TODAS. ¡Qué preciosa Nochebuena! ¡Qué hermosa Navidad!
(Las tres se toman de la mano y de esta manera se retiran cantando “Noche de paz”.)
5 comentarios:
Que preciosa historia, llega hasta el alma
Gracias por compartir esta historia, la utilizare para la actuacion de nuestros niños en la iglesia.
mire me ha gustado pero... ¿no hay historias que sean del mismo tiempo de 2 a 5 min.y de 2 personas
mas bonite historia de navidad no prodia a ver que bonita y que dichosa soy de poder leerla muchas
graciassssss
Excelente historia la voy a dramatizar en mi iglesia. Gracias.
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