5 Minutos y 10 Personajes. Esta obra muestra la importancia de la ofrenda en la iglesia: varios billetes y monedas disputan por qué unos son más importantes que otros.
LOS PLATUDOS
Francisco Badilla
(Contexto: Se trata de una conversación entre billetes y monedas dando su punto de vista de quién es el más importante dentro de la Iglesia. Esta Obra se debe adaptar a los distintos valores que tienen las monedas y billetes de cada país. En lo posible realizarlo con atuendos chistosos.)
PERSONAJES
BILLETE DE 20000
BILLETE DE 10000
BILLETE DE 5000
BILLETE DE 1000
BILLETE DE 500
MONEDA DE 100
MONEDA DE 50
MONEDA DE 10
MONEDA DE 5
MONEDA DE 1
ESCENA 1
BILLETE DE 20.000. Yo, soy el más importante, a mí me andan trayendo los ricos en sus billeteras, las señoras ricas en sus carteras de cuero, soy tan importante que valgo más que todos ustedes juntos, conmigo compran las cosas más grandes y bonitas... “soy el más platudo”.
BILLETE DE 10.000. Tú te equivocas, porque yo sí que soy importante, soy azulito, bonito tengo encima la foto de un peladito súper importante, además soy más sencillo que tú. Conmigo compran cosas medianamente caras sin que estén dando tanto sencillo... “yo sÍ que valgo”.
BILLETE DE 5.000. Se equivocan los 2, yo sí que soy importante. A ustedes nadie los quiere porque cuando van a pagar nadie tiene vuelto, no son como yo, conmigo se paga la luz, el agua, soy súper práctico, además miren a quién llevo conmigo: “la Gabrielita” (según nuestro dinero), ella sí que sabe lo que es bueno... “yo sí que soy útil”.
BILLETE DE 1.000. ¡Qué pena me dan! Están tan ilusionados en ser los primeros que no se dan cuenta de que yo estoy ahí. Yo ando en el bolsillo de todo el mundo: del pobre, del rico, el joven, el viejo, todos… Soy súper sencillo, sirvo para todo y soy verde, verde, verdecito... “yo sí que soy necesario”.
BILLETE DE 500. Todos se equivocan, porque si hablamos de importancia y sencillez, yo soy lo más importante y lo más sencillo que existe. A mí me ocupan para todas las cosas, soy el más ocupado, nadie que tenga plata puede andar sin mí, sirvo para todo, desde lo más grande hasta lo más pequeño... “yo sí que soy indispensable”.
(Entre todos miran a las monedas.)
BILLETES: ¿Ustedes no conversan?
MONEDAD DE 100. No, nosotras no jugamos.
MONEDA DE 50. Nosotras vamos a la iglesia.
MONEDA DE 10. Sí, somos evangélicas.
MONEDA DE 5. La única parte donde nos reciben es en la iglesia.
MONEDA DE 1. Sí, pero el tesorero se enoja con nosotras cuando tiene que contarnos porque somos muchas.
MONEDA DE 10. Es más, allá somos tan importantes que somos las únicas que estamos en la ofrenda.
MONEDA DE 50. Sí, casi nunca nos encontramos con uno como ustedes.
MONEDA DE 100. Sí, y cuando llegan es porque hay visitas.
MONEDA DE 5. Pero cuando no viene nadie, jugamos entre nosotras no más.
MONEDA DE 1. Ya, ahora nos vamos porque va a empezar el servicio.
MONEDA DE 10. Sí, mejor nos vamos rápido que están por pasar la ofrenda.
(Todas las monedas se van y se quedan los billetes solos.)
BILLETE DE 20.000. Vamos a comer algo... yo pago.
BILLETE DE 10.000. Estás loco, yo cancelo.
BILLETE DE 5.000. Si no comemos tanto, yo pago.
BILLETE DE 1.000. Si falta, cuenten conmigo.
BILLETE DE 500. Entonces yo dejo la propina.
(Reflexión: Esta actuación nos muestra qué importancia le damos a nuestra entrega económica en la Iglesia. Texto Reflexivo: 2 Corintios 9:7 “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre”.)
PERSONAJES
BILLETE DE 20000
BILLETE DE 10000
BILLETE DE 5000
BILLETE DE 1000
BILLETE DE 500
MONEDA DE 100
MONEDA DE 50
MONEDA DE 10
MONEDA DE 5
MONEDA DE 1
ESCENA 1
BILLETE DE 20.000. Yo, soy el más importante, a mí me andan trayendo los ricos en sus billeteras, las señoras ricas en sus carteras de cuero, soy tan importante que valgo más que todos ustedes juntos, conmigo compran las cosas más grandes y bonitas... “soy el más platudo”.
BILLETE DE 10.000. Tú te equivocas, porque yo sí que soy importante, soy azulito, bonito tengo encima la foto de un peladito súper importante, además soy más sencillo que tú. Conmigo compran cosas medianamente caras sin que estén dando tanto sencillo... “yo sÍ que valgo”.
BILLETE DE 5.000. Se equivocan los 2, yo sí que soy importante. A ustedes nadie los quiere porque cuando van a pagar nadie tiene vuelto, no son como yo, conmigo se paga la luz, el agua, soy súper práctico, además miren a quién llevo conmigo: “la Gabrielita” (según nuestro dinero), ella sí que sabe lo que es bueno... “yo sí que soy útil”.
BILLETE DE 1.000. ¡Qué pena me dan! Están tan ilusionados en ser los primeros que no se dan cuenta de que yo estoy ahí. Yo ando en el bolsillo de todo el mundo: del pobre, del rico, el joven, el viejo, todos… Soy súper sencillo, sirvo para todo y soy verde, verde, verdecito... “yo sí que soy necesario”.
BILLETE DE 500. Todos se equivocan, porque si hablamos de importancia y sencillez, yo soy lo más importante y lo más sencillo que existe. A mí me ocupan para todas las cosas, soy el más ocupado, nadie que tenga plata puede andar sin mí, sirvo para todo, desde lo más grande hasta lo más pequeño... “yo sí que soy indispensable”.
(Entre todos miran a las monedas.)
BILLETES: ¿Ustedes no conversan?
MONEDAD DE 100. No, nosotras no jugamos.
MONEDA DE 50. Nosotras vamos a la iglesia.
MONEDA DE 10. Sí, somos evangélicas.
MONEDA DE 5. La única parte donde nos reciben es en la iglesia.
MONEDA DE 1. Sí, pero el tesorero se enoja con nosotras cuando tiene que contarnos porque somos muchas.
MONEDA DE 10. Es más, allá somos tan importantes que somos las únicas que estamos en la ofrenda.
MONEDA DE 50. Sí, casi nunca nos encontramos con uno como ustedes.
MONEDA DE 100. Sí, y cuando llegan es porque hay visitas.
MONEDA DE 5. Pero cuando no viene nadie, jugamos entre nosotras no más.
MONEDA DE 1. Ya, ahora nos vamos porque va a empezar el servicio.
MONEDA DE 10. Sí, mejor nos vamos rápido que están por pasar la ofrenda.
(Todas las monedas se van y se quedan los billetes solos.)
BILLETE DE 20.000. Vamos a comer algo... yo pago.
BILLETE DE 10.000. Estás loco, yo cancelo.
BILLETE DE 5.000. Si no comemos tanto, yo pago.
BILLETE DE 1.000. Si falta, cuenten conmigo.
BILLETE DE 500. Entonces yo dejo la propina.
(Reflexión: Esta actuación nos muestra qué importancia le damos a nuestra entrega económica en la Iglesia. Texto Reflexivo: 2 Corintios 9:7 “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre”.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario