20 Minutos y 9 Personajes + Extras. Un joven reflexiona, a través de las palabras de la una canción, la importancia de tener un encuentro personal con Jesús y el deseo misionero de compartir con otros pueblos alrededor del mundo el significado de la Navidad.
LA NAVIDAD ALREDEDOR DEL MUNDO
Iván AmadéPERSONAJES
RELATOR
PABLO NIÑO
PABLO ADULTO
MARTÍN (Hijo de Pablo)
ESPOSA de Pablo
MADRE de Pablo joven
MADRE de Pablo adulta
FAMILIAR
LÍDER
EXTRAS: Compañeros de trabajo, familiares, personajes del sueño
CANCIONES
"El pajarillo" de Marcos Vidal (Cara a Cara)
"Enciende una luz" Marcos Witt
RELATOR. La Navidad es una época muy especial del año, en la cual todos nos encontramos extrañamente sensibles. El espíritu navideño se hace sentir, aun en los corazones más cerrados a Dios.
Aunque la densa oscuridad del mundo ha hecho que muchas personas hayan perdido de vista el real significado de esta festividad, siempre emergen luces que hacen denotar el camino errado y el verdadero. Esta historia es una de ellas. Una historia cercana al corazón de Dios que pretende despertarnos del sueño para hacernos oír lo que Dios clama hacia nosotros.
(Pablo es pequeño. Está en brazos de su madre.)
PABLO. Mamá, ¿cuánto falta para la Navidad? ¡Estoy ansioso por los regalos!
MADRE. Hijo, te voy a contar una historia para que entiendas lo que realmente es la Navidad. Había un pajarito que no conocía la navidad en su país y salió a buscarla...
(Cantante solista, tema completo "El pajarillo". Se retiran mama y niño.)
ESCENA 2
RELATOR. Pablo nunca olvidaría esa historia, porque ahí la Navidad tuvo un nuevo significado para él. Mientra fue niño, miraba cada pajarito y se preguntaba si sería de su país o si acaso vendría de otras tierras para conocer la navidad...
(Pablo ya adulto, se dirige a su trabajo.)
RELATOR. Ahora han pasado muchos años, esas cosas son solo un recuerdo de sensaciones que Pablo quisiera volver a vivir: el Dios de su niñez con el que quisiera volver a encontrarse, pero se sentía lejos de él, a pesar de que asistía a la iglesia regularmente y colaboraba cada vez que se lo solicitaban. Pablo, recuerdo sus oraciones de niño, nunca sintió tan cercano al Señor… Hoy se pregunta cómo poder encontrarlo otra vez. ¡Qué paradójico! ¡Un cristiano que necesita encontrar a Cristo! ¡Resulta que ahora él era el pajarillo que salía a buscar la navidad!
ESCENA 3
(Pablo en su escritorio, habla por teléfono.)
PABLO. Sí, los costos deben bajar, ya sé que queda menos personal, pero no hay dinero. Ya sabe usted que debemos subir el superávit… Las fiestas, sí ya sé, las fiestas... veremos qué podemos hacer, pero aprenda, Gutiérrez, que el mundo de los negocios es así. (Cuelga el teléfono. Bufa. Se toma la cabeza y la mueve.)
(Entran sus compañeros. Hablan de fútbol. De placeres y diversión. Pablo participa con ellos. Suena el teléfono otra vez. Atiende. Los compañeros se retiran.)
PABLO. ¡Hola hijo! Sí... ¿Qué necesitas? Sí, pedile a mamá. ¿Cuánto necesitas…? No, no puedo darte tanto... No, hijo, no... Cuando llegue a casa lo hablamos.
ESCENA 4
(Pablo regresa a casa.)
PABLO. Mi hijo preocupado por las misiones, mi pequeño hijo preocupado por los que no saben lo que es la navidad… No lo puedo entender, con los problemas que tengo en la empresa y este muchacho me pide dinero para ayudar a un desconocido que dice que está predicando en no sé dónde… Ahora le voy a hacer poner los pies sobre la tierra…
(De pronto mira un árbol y le sorprende la belleza de un ave que no acostumbraba a ver. Se escucha la voz de Pablo como si pensara: “¡Ese ave no es de este lugar!”. Se detiene. Solista canta una estrofa de "el pajarillo". Pablo de queda conmovido, como si su conciencia le hablara.)
PABLO. No, no, no, esto ya pasó, fue solo un pensamiento de la niñez. Sigo mi camino, tengo muchos problemas de esta tierra que arreglar como para pensar en volver a cosas pasadas. Ahora que recuerdo, ¡hoy es 24! ¡Tengo que comprar algo para la nochebuena, uy, regalos, comida, dinero que se escurre como agua entre los dedos...
(Se apagan las luces. Colocar mesa, dos sillas y Martín entra. Se vuelve a iluminar el escenario.)
ESCENA 5
(Pablo y su hijo. Se saludan.)
PABLO. Hijo, ¿a qué se debe que pretendas que mi dinero vaya a un desconocido que no sabes en que lo usará? ¿No sabes todo lo que está pasando en la empresa?
MARTÍN. Papá, no es un desconocido, es un hermano nuestro y está cumpliendo con la Gran Comisión donde no lo conocen, como nos mandó el Señor... Papá, ¿cómo no entiendes esto? Además, tu empresa funciona bien, no nos falta nada, al contrario, estos meses hemos tenido mayores ingresos que el anterior... aunque te veamos menos... estamos económicamente bien, no necesitamos más...
PABLO. Hijo, si me ves menos es por mi arduo trabajo y aun así no he alcanzado mis metas económicas... Y por lo otro que te preocupa, somos buenos cristianos, no robamos, asistimos a la iglesia, a veces ayudamos, tu madre y yo trabajamos mucho para darte lo mejor. Ahora, contame a qué se debe tu nueva inquietud, por qué vas tanto ahora a la Iglesia, ya que hace un año no te podíamos hacer ir ni a palos...
MARTÍN. ¡Qué bueno que me lo preguntaras después de tanto tiempo! El Señor me liberó de una vida sin sentido, sin propósito y ahora quiero servirle.
PABLO. Hijo mío, no te falta nada, estudias, haces todo lo que te gusta ¿cómo me hablas de una vida sin propósito? ¿No querías estudiar también en el Instituto?
MARTÍN. Sí, pero ahora siento que conocí verdaderamente al Señor, volví a encontrarme con el Dios de mi niñez.
(Pablo queda anonadado, y aunque lo disimula, lo dicho por su hijo lo ha conmovido y quiere saber más.)
PABLO. Sígueme contando, ¿qué es eso del Dios de tu niñez? ¿Cuántos dioses hay?
MARTÍN. Solo uno, papá, pero ahora pude volver a encontrarlo.
PABLO. ¿Acaso lo habías perdido?
MARTÍN. Cuando era niño, sentía su presencia, soñaba con él y deseaba servirle, pero al llegar a la adolescencia, algo ya no era igual, parecía ya no oírme... Luego supe que era por mis pecados y cuando lo entendí, me arrepentí, lo acepté y pude encontrarlo otra vez.
PABLO. Pero hijo, fuimos toda la vida a la Iglesia, ¿cómo hablas de aceptarle?
MARTÍN. El pecado arruinó mi juventud, iba a la Iglesia pero no me arrepentía... Vos sabes de qué hablo...
PABLO. Sí, lo sé, no te podíamos hacer convertir.
MARTÍN. ¿Vos cuando volviste a encontrarte con el Dios de tu niñez? ¿A qué edad te pasó lo que me pasó a mí?
(Pablo agacha la cabeza y enmudece.)
MARTÍN. Te voy a contar cómo empezó todo. Por las noches oía una voz, luego fue en mis sueños. La voz me decía, "pasa a este lado y ayúdanos". Luego el pastor me leyó en el libro de los Hechos la historia de Pablo cuando iba en su viaje misionero y fue a Macedonia. Esa noche tuve un sueño...
(Se apagan las luces.)
ESCENA 6
(Se encienden las luces: Una joven cabileña aparece y le dice "pasa y ayúdanos, queremos conocer la navidad" repetidamente y le da todos sus datos. Un joven chino aparece y habla de la navidad en su país en medio de la persecución "pasa a este lado y ayúdanos". Un joven alemán habla de las navidades pasadas, y dice "pasa y ayúdanos, solo uno de cada mil de nosotros conoce a Cristo". Un joven quechua dice "pasa a este lado y ayúdanos, en Sudamérica aun hay lugares donde el evangelio no ha llegado, somos un 70% que no tenemos navidad".)
(Se vuelven a apagar las luces. Se retiran los personajes del sueño.)
ESCENA 7
PABLO. Y nosotros no valoramos lo que tenemos.
MARTÍN. ¿Me entiendes ahora? Aquí se rechaza a Cristo pero se sabe de él, ahí, ni siquiera han oído una sola vez...
(Pablo queda pensativo, abruptamente se levanta.)
PABLO. Vamos, hay que preparar la cena de navidad.
(Martín se va triste y pensativo creyendo que su padre no había entendido. Pablo queda solo y camina, suspira. Se arrodilla. Ora. Adora. Solista canta "el pajarillo". Apagar las luces.)
ESCENA FINAL
(Noche de navidad. Iluminar. La mesa servida, los familiares van llegando, se saludan. Pablo está como en otro mundo. Hora de brindar. Todos alegres pero Pablo sigue en su mundo. Su madre le pregunta qué pasa. Pablo trata de fingir. Vuelven a preguntarle y él quebrantado les cuenta lo que pasó.)
PABLO. Acabo de conocer a Jesucristo.
FAMILIAR. Pero, ¿no vas a la Iglesia desde siempre?
PABLO. Pasé muchos años de religioso pero ahora lo conozco de verdad.
MADRE. Entiendo, pero, ¿por qué estás triste entonces?
PABLO. Porque no puedo dejar de pensar que en este momento hay mas de un 40% del mundo que no tienen navidad...
FAMILIAR. Sí, la situación económica, seguro que algunos no tienen ni para un pan dulce y una sidra...
PABLO. No, esto es más grave, ni siquiera saben que existe la navidad, porque no saben tampoco que hay un salvador... (Mira a su madre y dice…) Hay muchos pajarillos tropicales, que buscan la navidad... Quiero que al brindar, pensemos en ellos y luego oremos al Señor de la mies para que envíe obreros a la mies, porque los obreros son pocos, pero la mies es mucha.
(Todos se toman de la mano luego de brindar. Oran.)
(Grupo de alabanza comienza a cantar "Enciende una luz". Líder de alabanza lee las palabras de enciende una luz y se canta con la Iglesia.)
LÍDER. En el mundo hay más del 40 % de la población que no han escuchado el nombre de Jesús. Esto representa 2.400.000.000 de almas. No lo han oído en ninguna canción. No lo han leído en sus libros de historia porque no tienen libros de historia, porque ni tienen alfabeto. Esas son las etnias que viven en las montañas y en los desiertos del mundo, marginados y olvidados por los demás. Mientras que en la Iglesia del Señor perdemos el tiempo, en pleitos, celos y divisiones, estos miles de millones se van a una eternidad sin Dios. ¿Qué vamos a hacer, tú y yo? ¿Seremos la generación que les lleve las buenas nuevas de salvación?
(Mientras terminamos de cantar enciende una luz, aparecen los personajes del sueño con pancartas que dicen: "somos 2.400.000.000", "no tenemos navidad"; "Pasa y ayúdanos". Entran en el orden que se mencionan.)
RELATOR
PABLO NIÑO
PABLO ADULTO
MARTÍN (Hijo de Pablo)
ESPOSA de Pablo
MADRE de Pablo joven
MADRE de Pablo adulta
FAMILIAR
LÍDER
EXTRAS: Compañeros de trabajo, familiares, personajes del sueño
CANCIONES
"El pajarillo" de Marcos Vidal (Cara a Cara)
"Enciende una luz" Marcos Witt
RELATOR. La Navidad es una época muy especial del año, en la cual todos nos encontramos extrañamente sensibles. El espíritu navideño se hace sentir, aun en los corazones más cerrados a Dios.
Aunque la densa oscuridad del mundo ha hecho que muchas personas hayan perdido de vista el real significado de esta festividad, siempre emergen luces que hacen denotar el camino errado y el verdadero. Esta historia es una de ellas. Una historia cercana al corazón de Dios que pretende despertarnos del sueño para hacernos oír lo que Dios clama hacia nosotros.
(Pablo es pequeño. Está en brazos de su madre.)
PABLO. Mamá, ¿cuánto falta para la Navidad? ¡Estoy ansioso por los regalos!
MADRE. Hijo, te voy a contar una historia para que entiendas lo que realmente es la Navidad. Había un pajarito que no conocía la navidad en su país y salió a buscarla...
(Cantante solista, tema completo "El pajarillo". Se retiran mama y niño.)
ESCENA 2
RELATOR. Pablo nunca olvidaría esa historia, porque ahí la Navidad tuvo un nuevo significado para él. Mientra fue niño, miraba cada pajarito y se preguntaba si sería de su país o si acaso vendría de otras tierras para conocer la navidad...
(Pablo ya adulto, se dirige a su trabajo.)
RELATOR. Ahora han pasado muchos años, esas cosas son solo un recuerdo de sensaciones que Pablo quisiera volver a vivir: el Dios de su niñez con el que quisiera volver a encontrarse, pero se sentía lejos de él, a pesar de que asistía a la iglesia regularmente y colaboraba cada vez que se lo solicitaban. Pablo, recuerdo sus oraciones de niño, nunca sintió tan cercano al Señor… Hoy se pregunta cómo poder encontrarlo otra vez. ¡Qué paradójico! ¡Un cristiano que necesita encontrar a Cristo! ¡Resulta que ahora él era el pajarillo que salía a buscar la navidad!
ESCENA 3
(Pablo en su escritorio, habla por teléfono.)
PABLO. Sí, los costos deben bajar, ya sé que queda menos personal, pero no hay dinero. Ya sabe usted que debemos subir el superávit… Las fiestas, sí ya sé, las fiestas... veremos qué podemos hacer, pero aprenda, Gutiérrez, que el mundo de los negocios es así. (Cuelga el teléfono. Bufa. Se toma la cabeza y la mueve.)
(Entran sus compañeros. Hablan de fútbol. De placeres y diversión. Pablo participa con ellos. Suena el teléfono otra vez. Atiende. Los compañeros se retiran.)
PABLO. ¡Hola hijo! Sí... ¿Qué necesitas? Sí, pedile a mamá. ¿Cuánto necesitas…? No, no puedo darte tanto... No, hijo, no... Cuando llegue a casa lo hablamos.
ESCENA 4
(Pablo regresa a casa.)
PABLO. Mi hijo preocupado por las misiones, mi pequeño hijo preocupado por los que no saben lo que es la navidad… No lo puedo entender, con los problemas que tengo en la empresa y este muchacho me pide dinero para ayudar a un desconocido que dice que está predicando en no sé dónde… Ahora le voy a hacer poner los pies sobre la tierra…
(De pronto mira un árbol y le sorprende la belleza de un ave que no acostumbraba a ver. Se escucha la voz de Pablo como si pensara: “¡Ese ave no es de este lugar!”. Se detiene. Solista canta una estrofa de "el pajarillo". Pablo de queda conmovido, como si su conciencia le hablara.)
PABLO. No, no, no, esto ya pasó, fue solo un pensamiento de la niñez. Sigo mi camino, tengo muchos problemas de esta tierra que arreglar como para pensar en volver a cosas pasadas. Ahora que recuerdo, ¡hoy es 24! ¡Tengo que comprar algo para la nochebuena, uy, regalos, comida, dinero que se escurre como agua entre los dedos...
(Se apagan las luces. Colocar mesa, dos sillas y Martín entra. Se vuelve a iluminar el escenario.)
ESCENA 5
(Pablo y su hijo. Se saludan.)
PABLO. Hijo, ¿a qué se debe que pretendas que mi dinero vaya a un desconocido que no sabes en que lo usará? ¿No sabes todo lo que está pasando en la empresa?
MARTÍN. Papá, no es un desconocido, es un hermano nuestro y está cumpliendo con la Gran Comisión donde no lo conocen, como nos mandó el Señor... Papá, ¿cómo no entiendes esto? Además, tu empresa funciona bien, no nos falta nada, al contrario, estos meses hemos tenido mayores ingresos que el anterior... aunque te veamos menos... estamos económicamente bien, no necesitamos más...
PABLO. Hijo, si me ves menos es por mi arduo trabajo y aun así no he alcanzado mis metas económicas... Y por lo otro que te preocupa, somos buenos cristianos, no robamos, asistimos a la iglesia, a veces ayudamos, tu madre y yo trabajamos mucho para darte lo mejor. Ahora, contame a qué se debe tu nueva inquietud, por qué vas tanto ahora a la Iglesia, ya que hace un año no te podíamos hacer ir ni a palos...
MARTÍN. ¡Qué bueno que me lo preguntaras después de tanto tiempo! El Señor me liberó de una vida sin sentido, sin propósito y ahora quiero servirle.
PABLO. Hijo mío, no te falta nada, estudias, haces todo lo que te gusta ¿cómo me hablas de una vida sin propósito? ¿No querías estudiar también en el Instituto?
MARTÍN. Sí, pero ahora siento que conocí verdaderamente al Señor, volví a encontrarme con el Dios de mi niñez.
(Pablo queda anonadado, y aunque lo disimula, lo dicho por su hijo lo ha conmovido y quiere saber más.)
PABLO. Sígueme contando, ¿qué es eso del Dios de tu niñez? ¿Cuántos dioses hay?
MARTÍN. Solo uno, papá, pero ahora pude volver a encontrarlo.
PABLO. ¿Acaso lo habías perdido?
MARTÍN. Cuando era niño, sentía su presencia, soñaba con él y deseaba servirle, pero al llegar a la adolescencia, algo ya no era igual, parecía ya no oírme... Luego supe que era por mis pecados y cuando lo entendí, me arrepentí, lo acepté y pude encontrarlo otra vez.
PABLO. Pero hijo, fuimos toda la vida a la Iglesia, ¿cómo hablas de aceptarle?
MARTÍN. El pecado arruinó mi juventud, iba a la Iglesia pero no me arrepentía... Vos sabes de qué hablo...
PABLO. Sí, lo sé, no te podíamos hacer convertir.
MARTÍN. ¿Vos cuando volviste a encontrarte con el Dios de tu niñez? ¿A qué edad te pasó lo que me pasó a mí?
(Pablo agacha la cabeza y enmudece.)
MARTÍN. Te voy a contar cómo empezó todo. Por las noches oía una voz, luego fue en mis sueños. La voz me decía, "pasa a este lado y ayúdanos". Luego el pastor me leyó en el libro de los Hechos la historia de Pablo cuando iba en su viaje misionero y fue a Macedonia. Esa noche tuve un sueño...
(Se apagan las luces.)
ESCENA 6
(Se encienden las luces: Una joven cabileña aparece y le dice "pasa y ayúdanos, queremos conocer la navidad" repetidamente y le da todos sus datos. Un joven chino aparece y habla de la navidad en su país en medio de la persecución "pasa a este lado y ayúdanos". Un joven alemán habla de las navidades pasadas, y dice "pasa y ayúdanos, solo uno de cada mil de nosotros conoce a Cristo". Un joven quechua dice "pasa a este lado y ayúdanos, en Sudamérica aun hay lugares donde el evangelio no ha llegado, somos un 70% que no tenemos navidad".)
(Se vuelven a apagar las luces. Se retiran los personajes del sueño.)
ESCENA 7
PABLO. Y nosotros no valoramos lo que tenemos.
MARTÍN. ¿Me entiendes ahora? Aquí se rechaza a Cristo pero se sabe de él, ahí, ni siquiera han oído una sola vez...
(Pablo queda pensativo, abruptamente se levanta.)
PABLO. Vamos, hay que preparar la cena de navidad.
(Martín se va triste y pensativo creyendo que su padre no había entendido. Pablo queda solo y camina, suspira. Se arrodilla. Ora. Adora. Solista canta "el pajarillo". Apagar las luces.)
ESCENA FINAL
(Noche de navidad. Iluminar. La mesa servida, los familiares van llegando, se saludan. Pablo está como en otro mundo. Hora de brindar. Todos alegres pero Pablo sigue en su mundo. Su madre le pregunta qué pasa. Pablo trata de fingir. Vuelven a preguntarle y él quebrantado les cuenta lo que pasó.)
PABLO. Acabo de conocer a Jesucristo.
FAMILIAR. Pero, ¿no vas a la Iglesia desde siempre?
PABLO. Pasé muchos años de religioso pero ahora lo conozco de verdad.
MADRE. Entiendo, pero, ¿por qué estás triste entonces?
PABLO. Porque no puedo dejar de pensar que en este momento hay mas de un 40% del mundo que no tienen navidad...
FAMILIAR. Sí, la situación económica, seguro que algunos no tienen ni para un pan dulce y una sidra...
PABLO. No, esto es más grave, ni siquiera saben que existe la navidad, porque no saben tampoco que hay un salvador... (Mira a su madre y dice…) Hay muchos pajarillos tropicales, que buscan la navidad... Quiero que al brindar, pensemos en ellos y luego oremos al Señor de la mies para que envíe obreros a la mies, porque los obreros son pocos, pero la mies es mucha.
(Todos se toman de la mano luego de brindar. Oran.)
(Grupo de alabanza comienza a cantar "Enciende una luz". Líder de alabanza lee las palabras de enciende una luz y se canta con la Iglesia.)
LÍDER. En el mundo hay más del 40 % de la población que no han escuchado el nombre de Jesús. Esto representa 2.400.000.000 de almas. No lo han oído en ninguna canción. No lo han leído en sus libros de historia porque no tienen libros de historia, porque ni tienen alfabeto. Esas son las etnias que viven en las montañas y en los desiertos del mundo, marginados y olvidados por los demás. Mientras que en la Iglesia del Señor perdemos el tiempo, en pleitos, celos y divisiones, estos miles de millones se van a una eternidad sin Dios. ¿Qué vamos a hacer, tú y yo? ¿Seremos la generación que les lleve las buenas nuevas de salvación?
(Mientras terminamos de cantar enciende una luz, aparecen los personajes del sueño con pancartas que dicen: "somos 2.400.000.000", "no tenemos navidad"; "Pasa y ayúdanos". Entran en el orden que se mencionan.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario