17 Minutos y 8 Personajes. Cuando un autobús se estropea en la víspera de Nochebuena, los pasajeros tienen que cambiar su actitud si quieren salir con bien.
CRISIS NAVIDEÑA
Savita Mitra y Bea Oertel, traducido por Loida SomolinosPERSONAJES
PACO
ADRIÁN
SUSANA
VICENTE
SRA. ARNAL
RAQUEL
TINA
LORENA
OBRA
(El conductor Paco coge los billetes de los pasajeros a medida que suben al autobús en la estación del Norte.)
ADRIÁN. ¿Puedo meter mi bici dentro del autobús? Está nuevita, es un regalo prenavideño de mis padres. La he llamado Julieta y no me gustaría que cogiera una hipotermia en el maletero.
PACO. Haz lo que quieras.
(Adrián mete su bicicleta en el autobús.)
SUSANA. (Confundida.) ¿Va este autobús a Oviedo?
PACO. (Sarcástico) No, a Gibraltar, pues claro...
(Susana sube en el autobús.)
VICENTE. (Contentillo.) Aquí llegamos mi amorcito y yo. (Besa la botella. Sube al autobús y grita…) ¡Vamos de viaje! (Se deja caer en la bicicleta de Adrián.)
SRA. ARNAL. ¿Vamos a llegar a tiempo? Porque no puedo llegar tarde…
PACO. Llegaremos cuando lleguemos. (La Sra. Arnal sube al autobús).
RAQUEL. ¡Hola! ¿Qué tal?
PACO. Bien, tome asiento, por favor. (Raquel se sube al autobús.)
TINA. ¡Feliz Navidad! ¿Va a poner villancicos en el autobús?
PACO. Sí, hombre, ¿y qué más?
TINA. Pero es Nochebuena.
(Tina, decepcionada, sube al autobús.)
LORENA. Espero que mis zapatos no se echen a perder después de todo el rato que he caminado por la nieve... ¿Qué diría mi novio si los viera? No me lo perdonaría así que espero que la calefacción funcione bien para que se sequen pronto. (Lorena se sube al autobús.)
PACO. (Hablando consigo mismo.) ¿Por qué me da la impresión de que llevo un zoo en el autobús? (Se sube al autobús y cierra la puerta.)
LORENA. (A Adrián.) Espero que esta bicicleta tan sucia no me roce la ropa. ¿Tienes idea de lo que cuesta el abrigo que llevo?
ADRIÁN. ¿Ese retal? Unos 10 euros.
LORENA. (Ofendida, hablando para sí misma.) Maldita tormenta que me obliga a coger el autobús y viajar con toda esta chusma…
VICENTE. Alguien se está mosqueando…
(Lorena ignora el comentario y las miradas del resto y mira por la ventanilla.)
RAQUEL. (A Vicente.) “Sea agradable…” (Se ríe.)
VICENTE. ¿Quieres un poco de espíritu navideño?
RAQUEL. No, gracias. No lo necesito. No necesito ahogar mis penas.
VICENTE. ¿Por qué no?
RAQUEL. Porque sé que flotan.
SRA. ARNAL. (A Tina.) Perdone, ¿puede decirme la hora? Tengo que llevar a Oviedo a tiempo. Mis suegros llegan de Alemania hoy y no puedo llegar tarde.
TINA. No llevo reloj pero mi madre me va a regalar uno para Navidad. (Se gira a Susana que le está golpeando el asiento con el pie.) ¿Podría parar, por favor?
SUSANA. (Sarcástico.) ¡Lo siento!
(Todo el mundo se echa a dormir. De repente el motor empieza a hacer ruidos. Paco intenta poner en marcha el motor otra vez pero el motor está muerto. Todo el mundo se despierta y empiezan a dar mal.)
PACO. Ya está bien. Quédense todos quietos y calladitos. Voy a mirar el motor.
VICENTE. A mí me da igual si nos quedamos aquí hasta mañana. Total, ya llevo conmigo lo único que necesito. (Besa a su botella.)
ADRIÁN. Pero tengo que ir pronto a la feria de bicicletas.
LORENA. Si no llego a tiempo mi novio me dejará y qué voy a hacer yo…
ADRIÁN. (Con ironía.) ¡Genial, tirados en la A-2!
LORENA. (Lo fulmina con la mirada.) ¿Sabes el qué? Deberías usar un exfoliante…
ADRIÁN. ¿Qué?
RAQUEL. Mis abuelos me están esperando y se van a preocupar mucho si no llego.
SRA. ARNAL. Si no llego a tiempo para recoger a mis suegros, les voy a dar una mala impresión. Mi suegra piensa que no soy lo suficientemente buena para Dieter.
TINA. Voy a perderme los regalos. ¡Oh no!
SUSANA. Por lo menos yo no tengo a nadie que me espere…
RAQUEL. (Girándose hacia él.) ¡Oh, vaya…!
PACO. (Sube al autobús.) A ver, atención todo el mundo. El autobús se ha estropeado.
LORENA. Eso ya lo sabemos. Pero, ¿qué es lo que le pasa?
PACO. No lo sé… La radio no funciona tampoco. ¿Alguien tiene un móvil?
RAQUEL. Yo, tome. (Se lo pasa.)
(Paco marca y espera.)
PACO. No hay cobertura en esta zona.
LORENA. ¡Nos vamos a morir aquí!
RAQUEL. No, nos vamos a congelar.
SRA. ARNAL. ¡Me estoy quedando fría! (Los otros asienten.)
PACO. Me imagino que tendrán ropa en sus maletas. ¿Quién quiere traer maletas?
(Todos señalan a otros.)
PACO. (A Adrián.) Tú, esteroide, haz buen uso de esos músculos.
ADRIÁN. ¡Hace frío afuera! ¡Que alguien me acompañe! (Señala a Susana.) ¿Y ese chaval? No está haciendo nada.
SUSANA. Vale, ya voy.
(Los dos se bajan del autobús y se las apañan en la tormenta de nieve para sacar maletas del maletero. Jaime regresa cargado.)
LORENA. Ten cuidado con mis maletas. ¿Me has traído las 4?
(Adrián se sube al autobús y se cae al suelo.)
RAQUEL. ¿Está bien? (Se levanta y se acerca a Adrián.) Dios mío, creo que tiene hipotermia. (Lo cubre con su abrigo.)
VICENTE. Esto lo mantendrá en calor. (Le acerca su botella.)
RAQUEL. ¡Ni hablar! ¿No sabes que eso le destrozará el hígado?
TINA. ¡Tengo hambre! ¿Tiene alguien algo de comer?
SRA. ARNAL. Tengo algunas magdalenas pero son para mí. (Le da un mordisco a una.)
TINA. ¡Muchas gracias!
(Raquel se sienta junto a Jaime al fondo del autobús.)
RAQUEL. ¡Hola! ¿Qué tal?
SUSANA. Bien. ¿Qué te espera en Oviedo para que estés tan contenta?
RAQUEL. Lo típico, ya sabes, cena familiar, primos, servicio en la iglesia… ¿Y tú?
SUSANA. Nada.
RAQUEL. Vaya. ¿Nunca has tenido una verdadera Navidad en familia?
SUSANA. Creo que no.
RAQUEL. ¿Te gustaría pasar la Navidad con mi familia? Nos encantaría que vinieras.
SUSANA. ¿Estás segura? ¿Por qué les gustaría que fuera yo?
RAQUEL. Pues porque de eso se trata la Navidad. Consiste en dar.
SUSANA. En dar, ¿el qué?
(Todos se acercan para escuchar lo que Raquel y Jaime están hablando.)
RAQUEL. El amor que Dios nos ha dado.
SUSANA. ¿Dios? ¿Qué tiene que ver Él con Navidad?
RAQUEL. ¿No sabes que Jesús nació en Navidad?
SUSANA. Dios, Jesús… ¿Qué pasa?
RAQUEL. Es muy simple. Dios envió a su hijo Jesús para que naciera como un bebé en Navidad hace mucho tiempo. Cuando creció, murió en una cruz por todas las cosas malas que hemos hecho para que podamos estar bien con Dios otra vez. Jesús fue un regalo para nosotros y nosotros damos regalos para recordar Su regalo.
TINA. Vaya, ¿por eso damos regalos?
RAQUEL. ¡Aja!
SRA. ARNAL. Siento haber sido tan egoísta con las magdalenas. ¿A quién le apetece una? (Pasa la bolsa entre todos.)
ADRIÁN. (A Lorena.) Perdona por lo de tu abrigo, la verdad es que es muy bonito.
LORENA. No importa, disculpa por haberme metido contigo. ¿Te encuentras mejor?
ADRIÁN. Sí.
PACO. Esto es un pastelón. Voy a ver si funciona el motor otra vez.
ADRIÁN. ¿Puedo ir yo también? ¿Eh?
PACO. Vale, esteroide. (Se para.) ¡Lo siento!
(Los dos se bajan del autobús en la tormenta.)
SUSANA. (A Raquel.) ¿De verdad que me invitas a tu casa por Navidad?
RAQUEL. De verdad. No es la primera vez que tenemos invitados en esas fechas. Mi familia está muy acostumbrada.
SUSANA. De alguna forma siento como si no fuera una coincidencia que nos quedásemos todos atrapados en este autobús. Quizá tenía que ser así para que por un momento reflexionásemos sobre lo que significa la Navidad. (Todo el mundo asiente.) Gracias por invitarme, no me lo perdería por nada del mundo. ¿Tendréis pavo para cenar?
RAQUEL. ¡Hombre! Por supuesto.
SUSANA. Ahora más que nunca quiero que se arregle este autobús.
(Paco y Adrián suben al autobús sacudiéndose la nieve.)
PACO. ¿Sabéis el qué? Adrián ha descubierto cuál era el problema.
ADRIÁN. Ah, una tontería.
PACO. Parece que la correa del ventilador se ha roto.
LORENA. Eso mismo nos pasó a mi novio y a mí cuando íbamos conduciendo por los Alpes en su deportivo. La misma cosa. Él me dijo que le diera mis… mis medias y yo le dijo que no, así que usamos sus calcetines.
ADRIÁN. De acuerdo, dánoslas…
LORENA. Vale, pero solo porque es Navidad. (Se quita las medias y se las da a Adrián.)
(Adrián las sujeta a disgusto entre dos dedos. Adrián y Paco se bajan del autobús.)
RAQUEL. (A Lorena.) Gracias por las medias.
LORENA. Bueno, también tengo mi corazoncito.
TINA. (A Raquel.) ¿De verdad crees en Dios, en Jesús y todas esas cosas?
RAQUEL. (Sonriendo.) ¡Claro!
TINA. Vaya
SRA. ARNAL. Voy a sugerir a mi familia que vayamos a la iglesia esta Navidad. Nunca es tarde para empezar una buena tradición.
PACO. (Se sube al autobús.) ¡Vamos a ver si movemos al chico!
(Paco intenta poner en marcha el autobús pero no lo consigue.)
PACO. Creo que se ha terminado el anticongelante.
VICENTE. (Levantándose lentamente.) Ya te puedes imaginar lo que me cuesta desprenderme de esto pero porque es Navidad y todos vosotros sois unos tipos estupendos, os dono mi incentivo navideño. (Levanta la botella)
RAQUEL. ¡Esa es la única cosa para la que es buena tu amiguita!
PACO. (Sale del autobús) ¡Eh, Adrián! ¿Puedes echar esto en el anticongelante? (Le pasa a Adrián la botella. Adrián la echa en el motor y se vuelve al autobús)
(Paco lo pone en marcha y funciona. Todo el mundo se alegra)
TINA. Ey, vamos a cantar algún villancico.
TODOS. “Noche de paz…
FIN
PACO
ADRIÁN
SUSANA
VICENTE
SRA. ARNAL
RAQUEL
TINA
LORENA
OBRA
(El conductor Paco coge los billetes de los pasajeros a medida que suben al autobús en la estación del Norte.)
ADRIÁN. ¿Puedo meter mi bici dentro del autobús? Está nuevita, es un regalo prenavideño de mis padres. La he llamado Julieta y no me gustaría que cogiera una hipotermia en el maletero.
PACO. Haz lo que quieras.
(Adrián mete su bicicleta en el autobús.)
SUSANA. (Confundida.) ¿Va este autobús a Oviedo?
PACO. (Sarcástico) No, a Gibraltar, pues claro...
(Susana sube en el autobús.)
VICENTE. (Contentillo.) Aquí llegamos mi amorcito y yo. (Besa la botella. Sube al autobús y grita…) ¡Vamos de viaje! (Se deja caer en la bicicleta de Adrián.)
SRA. ARNAL. ¿Vamos a llegar a tiempo? Porque no puedo llegar tarde…
PACO. Llegaremos cuando lleguemos. (La Sra. Arnal sube al autobús).
RAQUEL. ¡Hola! ¿Qué tal?
PACO. Bien, tome asiento, por favor. (Raquel se sube al autobús.)
TINA. ¡Feliz Navidad! ¿Va a poner villancicos en el autobús?
PACO. Sí, hombre, ¿y qué más?
TINA. Pero es Nochebuena.
(Tina, decepcionada, sube al autobús.)
LORENA. Espero que mis zapatos no se echen a perder después de todo el rato que he caminado por la nieve... ¿Qué diría mi novio si los viera? No me lo perdonaría así que espero que la calefacción funcione bien para que se sequen pronto. (Lorena se sube al autobús.)
PACO. (Hablando consigo mismo.) ¿Por qué me da la impresión de que llevo un zoo en el autobús? (Se sube al autobús y cierra la puerta.)
LORENA. (A Adrián.) Espero que esta bicicleta tan sucia no me roce la ropa. ¿Tienes idea de lo que cuesta el abrigo que llevo?
ADRIÁN. ¿Ese retal? Unos 10 euros.
LORENA. (Ofendida, hablando para sí misma.) Maldita tormenta que me obliga a coger el autobús y viajar con toda esta chusma…
VICENTE. Alguien se está mosqueando…
(Lorena ignora el comentario y las miradas del resto y mira por la ventanilla.)
RAQUEL. (A Vicente.) “Sea agradable…” (Se ríe.)
VICENTE. ¿Quieres un poco de espíritu navideño?
RAQUEL. No, gracias. No lo necesito. No necesito ahogar mis penas.
VICENTE. ¿Por qué no?
RAQUEL. Porque sé que flotan.
SRA. ARNAL. (A Tina.) Perdone, ¿puede decirme la hora? Tengo que llevar a Oviedo a tiempo. Mis suegros llegan de Alemania hoy y no puedo llegar tarde.
TINA. No llevo reloj pero mi madre me va a regalar uno para Navidad. (Se gira a Susana que le está golpeando el asiento con el pie.) ¿Podría parar, por favor?
SUSANA. (Sarcástico.) ¡Lo siento!
(Todo el mundo se echa a dormir. De repente el motor empieza a hacer ruidos. Paco intenta poner en marcha el motor otra vez pero el motor está muerto. Todo el mundo se despierta y empiezan a dar mal.)
PACO. Ya está bien. Quédense todos quietos y calladitos. Voy a mirar el motor.
VICENTE. A mí me da igual si nos quedamos aquí hasta mañana. Total, ya llevo conmigo lo único que necesito. (Besa a su botella.)
ADRIÁN. Pero tengo que ir pronto a la feria de bicicletas.
LORENA. Si no llego a tiempo mi novio me dejará y qué voy a hacer yo…
ADRIÁN. (Con ironía.) ¡Genial, tirados en la A-2!
LORENA. (Lo fulmina con la mirada.) ¿Sabes el qué? Deberías usar un exfoliante…
ADRIÁN. ¿Qué?
RAQUEL. Mis abuelos me están esperando y se van a preocupar mucho si no llego.
SRA. ARNAL. Si no llego a tiempo para recoger a mis suegros, les voy a dar una mala impresión. Mi suegra piensa que no soy lo suficientemente buena para Dieter.
TINA. Voy a perderme los regalos. ¡Oh no!
SUSANA. Por lo menos yo no tengo a nadie que me espere…
RAQUEL. (Girándose hacia él.) ¡Oh, vaya…!
PACO. (Sube al autobús.) A ver, atención todo el mundo. El autobús se ha estropeado.
LORENA. Eso ya lo sabemos. Pero, ¿qué es lo que le pasa?
PACO. No lo sé… La radio no funciona tampoco. ¿Alguien tiene un móvil?
RAQUEL. Yo, tome. (Se lo pasa.)
(Paco marca y espera.)
PACO. No hay cobertura en esta zona.
LORENA. ¡Nos vamos a morir aquí!
RAQUEL. No, nos vamos a congelar.
SRA. ARNAL. ¡Me estoy quedando fría! (Los otros asienten.)
PACO. Me imagino que tendrán ropa en sus maletas. ¿Quién quiere traer maletas?
(Todos señalan a otros.)
PACO. (A Adrián.) Tú, esteroide, haz buen uso de esos músculos.
ADRIÁN. ¡Hace frío afuera! ¡Que alguien me acompañe! (Señala a Susana.) ¿Y ese chaval? No está haciendo nada.
SUSANA. Vale, ya voy.
(Los dos se bajan del autobús y se las apañan en la tormenta de nieve para sacar maletas del maletero. Jaime regresa cargado.)
LORENA. Ten cuidado con mis maletas. ¿Me has traído las 4?
(Adrián se sube al autobús y se cae al suelo.)
RAQUEL. ¿Está bien? (Se levanta y se acerca a Adrián.) Dios mío, creo que tiene hipotermia. (Lo cubre con su abrigo.)
VICENTE. Esto lo mantendrá en calor. (Le acerca su botella.)
RAQUEL. ¡Ni hablar! ¿No sabes que eso le destrozará el hígado?
TINA. ¡Tengo hambre! ¿Tiene alguien algo de comer?
SRA. ARNAL. Tengo algunas magdalenas pero son para mí. (Le da un mordisco a una.)
TINA. ¡Muchas gracias!
(Raquel se sienta junto a Jaime al fondo del autobús.)
RAQUEL. ¡Hola! ¿Qué tal?
SUSANA. Bien. ¿Qué te espera en Oviedo para que estés tan contenta?
RAQUEL. Lo típico, ya sabes, cena familiar, primos, servicio en la iglesia… ¿Y tú?
SUSANA. Nada.
RAQUEL. Vaya. ¿Nunca has tenido una verdadera Navidad en familia?
SUSANA. Creo que no.
RAQUEL. ¿Te gustaría pasar la Navidad con mi familia? Nos encantaría que vinieras.
SUSANA. ¿Estás segura? ¿Por qué les gustaría que fuera yo?
RAQUEL. Pues porque de eso se trata la Navidad. Consiste en dar.
SUSANA. En dar, ¿el qué?
(Todos se acercan para escuchar lo que Raquel y Jaime están hablando.)
RAQUEL. El amor que Dios nos ha dado.
SUSANA. ¿Dios? ¿Qué tiene que ver Él con Navidad?
RAQUEL. ¿No sabes que Jesús nació en Navidad?
SUSANA. Dios, Jesús… ¿Qué pasa?
RAQUEL. Es muy simple. Dios envió a su hijo Jesús para que naciera como un bebé en Navidad hace mucho tiempo. Cuando creció, murió en una cruz por todas las cosas malas que hemos hecho para que podamos estar bien con Dios otra vez. Jesús fue un regalo para nosotros y nosotros damos regalos para recordar Su regalo.
TINA. Vaya, ¿por eso damos regalos?
RAQUEL. ¡Aja!
SRA. ARNAL. Siento haber sido tan egoísta con las magdalenas. ¿A quién le apetece una? (Pasa la bolsa entre todos.)
ADRIÁN. (A Lorena.) Perdona por lo de tu abrigo, la verdad es que es muy bonito.
LORENA. No importa, disculpa por haberme metido contigo. ¿Te encuentras mejor?
ADRIÁN. Sí.
PACO. Esto es un pastelón. Voy a ver si funciona el motor otra vez.
ADRIÁN. ¿Puedo ir yo también? ¿Eh?
PACO. Vale, esteroide. (Se para.) ¡Lo siento!
(Los dos se bajan del autobús en la tormenta.)
SUSANA. (A Raquel.) ¿De verdad que me invitas a tu casa por Navidad?
RAQUEL. De verdad. No es la primera vez que tenemos invitados en esas fechas. Mi familia está muy acostumbrada.
SUSANA. De alguna forma siento como si no fuera una coincidencia que nos quedásemos todos atrapados en este autobús. Quizá tenía que ser así para que por un momento reflexionásemos sobre lo que significa la Navidad. (Todo el mundo asiente.) Gracias por invitarme, no me lo perdería por nada del mundo. ¿Tendréis pavo para cenar?
RAQUEL. ¡Hombre! Por supuesto.
SUSANA. Ahora más que nunca quiero que se arregle este autobús.
(Paco y Adrián suben al autobús sacudiéndose la nieve.)
PACO. ¿Sabéis el qué? Adrián ha descubierto cuál era el problema.
ADRIÁN. Ah, una tontería.
PACO. Parece que la correa del ventilador se ha roto.
LORENA. Eso mismo nos pasó a mi novio y a mí cuando íbamos conduciendo por los Alpes en su deportivo. La misma cosa. Él me dijo que le diera mis… mis medias y yo le dijo que no, así que usamos sus calcetines.
ADRIÁN. De acuerdo, dánoslas…
LORENA. Vale, pero solo porque es Navidad. (Se quita las medias y se las da a Adrián.)
(Adrián las sujeta a disgusto entre dos dedos. Adrián y Paco se bajan del autobús.)
RAQUEL. (A Lorena.) Gracias por las medias.
LORENA. Bueno, también tengo mi corazoncito.
TINA. (A Raquel.) ¿De verdad crees en Dios, en Jesús y todas esas cosas?
RAQUEL. (Sonriendo.) ¡Claro!
TINA. Vaya
SRA. ARNAL. Voy a sugerir a mi familia que vayamos a la iglesia esta Navidad. Nunca es tarde para empezar una buena tradición.
PACO. (Se sube al autobús.) ¡Vamos a ver si movemos al chico!
(Paco intenta poner en marcha el autobús pero no lo consigue.)
PACO. Creo que se ha terminado el anticongelante.
VICENTE. (Levantándose lentamente.) Ya te puedes imaginar lo que me cuesta desprenderme de esto pero porque es Navidad y todos vosotros sois unos tipos estupendos, os dono mi incentivo navideño. (Levanta la botella)
RAQUEL. ¡Esa es la única cosa para la que es buena tu amiguita!
PACO. (Sale del autobús) ¡Eh, Adrián! ¿Puedes echar esto en el anticongelante? (Le pasa a Adrián la botella. Adrián la echa en el motor y se vuelve al autobús)
(Paco lo pone en marcha y funciona. Todo el mundo se alegra)
TINA. Ey, vamos a cantar algún villancico.
TODOS. “Noche de paz…
FIN
Copyright 2005 Bea Oertel y Savita Mitra, todos los derechos reservados.
No se exige ninguna tarifa para la puesta en marcha de la obra pero se ruega que se notifique a las autoras en la siguiente dirección: beaoertel@yahoo.com si se va a representar
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