8 Minutos y 4 Personajes. Dos hermanos piensan que por la psicología moderna pueden cambiar el carácter aunque el único que puede hacerlo es Cristo.
CÓMO CAMBIAR
PERSONAJES
MAYRA
BETO
RAÚL
NARRADOR
ESCENA I
(Mayra y Beto están cenando pan dulce y café. Beto está leyendo una revista.)
MAYRA. ¿Qué estas leyendo?
BETO. Es un artículo acerca de Benjamín Franklin. Hizo un experimento para mejorar su conducta, un plan para eliminar fallas.
MAYRA. ¿Y tuvo éxito?
BETO. No, después de cierto tiempo abandonó su proyecto.
MAYRA. Pero fue un fracaso porque no tenía las ventajas de la psicología moderna. Mediante métodos para modificación de conductas, es posible cambiar a una persona.
BETO. No lo creo. Solamente porque has estudiado un año en la facultad de psicología piensas que sabes todo. Yo soy tu hermano menor que todavía está en la prepa y por eso no sé nada. Pero tú eres la fuente de todo conocimiento. Dudo que tus métodos puedan cambiar a alguien.
MAYRA. Es porque no has leído los reportes de las investigaciones más recientes en las revistas de psicología.
BETO. Si es posible, quiero que cambies tú misma. Una vez me dijiste que la persona necesita tener la voluntad de cambiar y entonces cambiará, Si cambias tú misma, nunca se puede usar el pretexto que la persona no quería cambiar. Pero tú puedes darnos una demostración; tienes bastantes fallas.
MAYRA. ¿Y piensas que eres perfecto?
BETO. No, pero soy honesto. Sé que hay cosas que no puedo cambiar. Regresando al tema de tus fallas; te enojas fácilmente, no te gusta esperar, siempre estás al frente de la línea y te sirves a ti misma primero. Interrumpes mis llamadas para hablar tú, pero yo sí necesito esperar una hora y media, esto está muy bien. Realmente eres egoísta. Además, eres experta en inventar mentiritas para disculparte.
MAYRA. ¡Cómo exageras!
BETO. ¿Quieres que ponga por escrito 25 ejemplos de cada una de estas debilidades? Puedo también añadir otras.
MAYRA. No, pues, es cierto que a veces me enojo, que no me gusta esperar y soy buena para presentar razones para no hacer algo, pero puedo cambiar. Y quiero cambiar para mostrarme que tengo razón. Solamente requiere que substituya paciencia por enojo, generosidad por egoísmo y la pura verdad por imaginación. También puedo reportarme cada semana con Rita para que pueda saber de mi progreso. Con esto puedo reprogramar mi conducta en seis semanas y puedo ser diferente.
BETO. Y si lo haces te daré 500 pesos y si no, me los darás tú; y vamos a ponerlo por escrito.
MAYRA. Está bien; ambos vamos a firmar.
NARRADOR. Rápidamente pasaron las seis semanas. Beto no podía atrapar a Mayra en una falla en alguna de las áreas mencionadas. Ya debía 500 pesos. No podía pagar la primera parte hasta recibir su cheque esa semana pero pensó en un plan.
ESCENA II
(Beto hablando por teléfono y Mayra esperando para usarlo.)
BETO. (Hablando por teléfono con todo detalle acerca de un juego de fútbol. Mayra ansiosa por usar el teléfono dando señas apuntando a su reloj. Beto sin darse cuenta continúa hablando acerca del juego de fútbol.)
MAYRA. Por favor, necesito hacer una llamada. (Beto habla acerca de un problema de su carro, de cosas de trabajo y de un problema con un vecino. De pronto Mayra explota.) Dame el teléfono. (Mayra toma el teléfono físicamente y lo cuelga.) Nuestra abuelita va a perder su cita con el especialista por tu culpa. Necesito hablarle para recogerla ahorita.
BETO. (Tomando el teléfono.) Voy a hacer primero otra llamada. (Beto marca el teléfono.) Abuelita, ¿cómo estás?
VOZ de ABUELITA. Muy bien. ¡Qué bueno oír tu voz, Betito!
BETO. ¿Cuándo tienes tu cita con el especialista?
ABUELITA. No tengo cita con ningún especialista. Estoy bien, ni voy con el doctor Rivera.
BETO. Está bonito el día. ¡Que la pases muy bien! Te amo. Adiós.
ABUELITA. Adiós, Betito.
BETO. (Con triunfo.) Ya gané. Nada te debo. Tú me debes. ¿Cuándo me vas a pagar? Yo tengo la razón. Tu psicología no sirve, te enojaste, no esperaste tu turno y dijiste una mentira.
MAYRA. No es justo; hiciste todo esto a propósito.
(Tocan a la puerta.)
BETO. Pasa, Raúl. (Se saludan.) Viniste a tiempo para celebrar. Gané 500 pesos.
RAÚL. ¿Cómo?
BETO. Mostré a Mayra que toda su psicología no puede realmente cambiar a una persona. Después de usar sus técnicas todavía se enoja, todavía es egoísta y todavía cuenta mentiras. Por eso gané 500 pesos.
MAYRA. No es justo. Tú a propósito hablaste una hora y trece minutos por teléfono.
RAÚL. ¿Saben ustedes lo que dice la Biblia acerca de la naturaleza humana?
MAYRA y BETO. No
RAÚL. La Biblia dice en Jeremías 17:9 “Engañoso es el corazón, más que todas las cosas y perverso, ¿Quién lo conocerá?”
BETO. ¿Ves? Tengo razón.
MAYRA. ¿Y qué de tu orgullo?
RAÚL. Sí, dentro de nosotros siempre encontraremos motivos malos, pero a pesar de esto somos tan valiosos para Dios que Cristo murió por nosotros y vino para ser nuestro Salvador. Romanos 5:8 dice: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” Mateo 1:21 explica. “llamarás su nombre Jesús porque Él salvará a su pueblo de sus pecados.”
MAYRA. ¿Y Cristo puede ayudarnos a cambiar conductas?
RAÚL. Sí, puede ayudarnos a cambiar aquí en la Tierra. Después de aceptar a Cristo, le tenemos viviendo en nosotros. Podemos recibir el poder para obedecerle y ganar la victoria sobre el pecado. Ya tenemos la posibilidad de conectarnos en su poder, pero si intentamos todo en nuestras fuerzas, todavía vamos a fallar. Pero todo empieza con aceptar a Cristo en el corazón. ¿Tienes interés en aceptar a Cristo?
BETO. Yo sí.
MAYRA. Yo también.
RAÚL. Ustedes pueden hacerlo ahora por medio de una oración pidiendo perdón y dando las riendas de sus vidas completamente a Cristo. Las palabras no son mágicas y Dios ve qué hay dentro de sus corazones. Si con toda sinceridad rinden sus derechos a Cristo entregando a Él toda su vida, Él de una manera sobrenatural entrará en su corazón. ¿Quieren orar conmigo para pedir perdón por sus pecados e invitar a Cristo a morar en sus vidas?
BETO. Sí, eso es lo que necesito.
MAYRA. Yo quiero este poder.
RAÚL. Entonces, Repitan después de mí, “Señor Jesús... yo sé que soy pecador... me arrepiento de mis pecados...lava mi corazón con Tu sangre... entra en mi corazón para ser dueño de mi vida... quisiera obedecerte toda mi vida... con tu poder evitaré lo que dice la Biblia que es pecado... gracias por morir en la cruz por mí... gracias por entrar en mi corazón como has prometido... amén.
MAYRA. Beto, voy por tus 500 pesos.
BETO. Ninguno tenía la razón, olvídalo. Quédate con el dinero.
MAYRA
BETO
RAÚL
NARRADOR
ESCENA I
(Mayra y Beto están cenando pan dulce y café. Beto está leyendo una revista.)
MAYRA. ¿Qué estas leyendo?
BETO. Es un artículo acerca de Benjamín Franklin. Hizo un experimento para mejorar su conducta, un plan para eliminar fallas.
MAYRA. ¿Y tuvo éxito?
BETO. No, después de cierto tiempo abandonó su proyecto.
MAYRA. Pero fue un fracaso porque no tenía las ventajas de la psicología moderna. Mediante métodos para modificación de conductas, es posible cambiar a una persona.
BETO. No lo creo. Solamente porque has estudiado un año en la facultad de psicología piensas que sabes todo. Yo soy tu hermano menor que todavía está en la prepa y por eso no sé nada. Pero tú eres la fuente de todo conocimiento. Dudo que tus métodos puedan cambiar a alguien.
MAYRA. Es porque no has leído los reportes de las investigaciones más recientes en las revistas de psicología.
BETO. Si es posible, quiero que cambies tú misma. Una vez me dijiste que la persona necesita tener la voluntad de cambiar y entonces cambiará, Si cambias tú misma, nunca se puede usar el pretexto que la persona no quería cambiar. Pero tú puedes darnos una demostración; tienes bastantes fallas.
MAYRA. ¿Y piensas que eres perfecto?
BETO. No, pero soy honesto. Sé que hay cosas que no puedo cambiar. Regresando al tema de tus fallas; te enojas fácilmente, no te gusta esperar, siempre estás al frente de la línea y te sirves a ti misma primero. Interrumpes mis llamadas para hablar tú, pero yo sí necesito esperar una hora y media, esto está muy bien. Realmente eres egoísta. Además, eres experta en inventar mentiritas para disculparte.
MAYRA. ¡Cómo exageras!
BETO. ¿Quieres que ponga por escrito 25 ejemplos de cada una de estas debilidades? Puedo también añadir otras.
MAYRA. No, pues, es cierto que a veces me enojo, que no me gusta esperar y soy buena para presentar razones para no hacer algo, pero puedo cambiar. Y quiero cambiar para mostrarme que tengo razón. Solamente requiere que substituya paciencia por enojo, generosidad por egoísmo y la pura verdad por imaginación. También puedo reportarme cada semana con Rita para que pueda saber de mi progreso. Con esto puedo reprogramar mi conducta en seis semanas y puedo ser diferente.
BETO. Y si lo haces te daré 500 pesos y si no, me los darás tú; y vamos a ponerlo por escrito.
MAYRA. Está bien; ambos vamos a firmar.
NARRADOR. Rápidamente pasaron las seis semanas. Beto no podía atrapar a Mayra en una falla en alguna de las áreas mencionadas. Ya debía 500 pesos. No podía pagar la primera parte hasta recibir su cheque esa semana pero pensó en un plan.
ESCENA II
(Beto hablando por teléfono y Mayra esperando para usarlo.)
BETO. (Hablando por teléfono con todo detalle acerca de un juego de fútbol. Mayra ansiosa por usar el teléfono dando señas apuntando a su reloj. Beto sin darse cuenta continúa hablando acerca del juego de fútbol.)
MAYRA. Por favor, necesito hacer una llamada. (Beto habla acerca de un problema de su carro, de cosas de trabajo y de un problema con un vecino. De pronto Mayra explota.) Dame el teléfono. (Mayra toma el teléfono físicamente y lo cuelga.) Nuestra abuelita va a perder su cita con el especialista por tu culpa. Necesito hablarle para recogerla ahorita.
BETO. (Tomando el teléfono.) Voy a hacer primero otra llamada. (Beto marca el teléfono.) Abuelita, ¿cómo estás?
VOZ de ABUELITA. Muy bien. ¡Qué bueno oír tu voz, Betito!
BETO. ¿Cuándo tienes tu cita con el especialista?
ABUELITA. No tengo cita con ningún especialista. Estoy bien, ni voy con el doctor Rivera.
BETO. Está bonito el día. ¡Que la pases muy bien! Te amo. Adiós.
ABUELITA. Adiós, Betito.
BETO. (Con triunfo.) Ya gané. Nada te debo. Tú me debes. ¿Cuándo me vas a pagar? Yo tengo la razón. Tu psicología no sirve, te enojaste, no esperaste tu turno y dijiste una mentira.
MAYRA. No es justo; hiciste todo esto a propósito.
(Tocan a la puerta.)
BETO. Pasa, Raúl. (Se saludan.) Viniste a tiempo para celebrar. Gané 500 pesos.
RAÚL. ¿Cómo?
BETO. Mostré a Mayra que toda su psicología no puede realmente cambiar a una persona. Después de usar sus técnicas todavía se enoja, todavía es egoísta y todavía cuenta mentiras. Por eso gané 500 pesos.
MAYRA. No es justo. Tú a propósito hablaste una hora y trece minutos por teléfono.
RAÚL. ¿Saben ustedes lo que dice la Biblia acerca de la naturaleza humana?
MAYRA y BETO. No
RAÚL. La Biblia dice en Jeremías 17:9 “Engañoso es el corazón, más que todas las cosas y perverso, ¿Quién lo conocerá?”
BETO. ¿Ves? Tengo razón.
MAYRA. ¿Y qué de tu orgullo?
RAÚL. Sí, dentro de nosotros siempre encontraremos motivos malos, pero a pesar de esto somos tan valiosos para Dios que Cristo murió por nosotros y vino para ser nuestro Salvador. Romanos 5:8 dice: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” Mateo 1:21 explica. “llamarás su nombre Jesús porque Él salvará a su pueblo de sus pecados.”
MAYRA. ¿Y Cristo puede ayudarnos a cambiar conductas?
RAÚL. Sí, puede ayudarnos a cambiar aquí en la Tierra. Después de aceptar a Cristo, le tenemos viviendo en nosotros. Podemos recibir el poder para obedecerle y ganar la victoria sobre el pecado. Ya tenemos la posibilidad de conectarnos en su poder, pero si intentamos todo en nuestras fuerzas, todavía vamos a fallar. Pero todo empieza con aceptar a Cristo en el corazón. ¿Tienes interés en aceptar a Cristo?
BETO. Yo sí.
MAYRA. Yo también.
RAÚL. Ustedes pueden hacerlo ahora por medio de una oración pidiendo perdón y dando las riendas de sus vidas completamente a Cristo. Las palabras no son mágicas y Dios ve qué hay dentro de sus corazones. Si con toda sinceridad rinden sus derechos a Cristo entregando a Él toda su vida, Él de una manera sobrenatural entrará en su corazón. ¿Quieren orar conmigo para pedir perdón por sus pecados e invitar a Cristo a morar en sus vidas?
BETO. Sí, eso es lo que necesito.
MAYRA. Yo quiero este poder.
RAÚL. Entonces, Repitan después de mí, “Señor Jesús... yo sé que soy pecador... me arrepiento de mis pecados...lava mi corazón con Tu sangre... entra en mi corazón para ser dueño de mi vida... quisiera obedecerte toda mi vida... con tu poder evitaré lo que dice la Biblia que es pecado... gracias por morir en la cruz por mí... gracias por entrar en mi corazón como has prometido... amén.
MAYRA. Beto, voy por tus 500 pesos.
BETO. Ninguno tenía la razón, olvídalo. Quédate con el dinero.
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