5 Minutos y 5 Personajes. Esta obra refleja el comportamiento que muchos de nosotros tenemos o tuvimos y la rebeldía e indiferencia que demostramos o demuestran hacia con Jesús, sin valorar su entrega por amor a nosotros en la cruz del calvario.
VERDADERAMENTE, ¿QUIÉN LO HA CRUCIFICADO?
PERSONAJES
CRISTO
FILÓSOFO
EGOCÉNTRICO
AMARGADO
HIPÓCRITA
PRIMER ACTO
(Esta obra se desarrolla dentro de un solo Acto y en una misma escena.)
(Primeramente se colocan los 5 personajes en forma de semicírculo en el escenario estando Cristo en el centro de los 4 personajes. Todos los personajes se encontrarán congelados en una posición que caracteriza su personaje. El personaje de Cristo se encontrará de espaldas al público con los brazos extendidos como crucificado que mantendrá así hasta terminar la obra. Otra forma de representar al personaje de Cristo es de frente o espaldas pero con la cabeza muy inclinada al frente y los brazos a los costados, como desconectado. Comenzará el filósofo descongelándose.)
FILÓSOFO. (En forma muy metódica.) Es verdad, tú hiciste algo muy fuera de lo común: fuiste capaz de dividir los tiempos en antes y después de ti, el Jesús de Nazaret, el Cristo, pero… ¿Qué si tuviste una vida recta y llena de prodigios o tuviste muchos seguidores? ¿Acaso no los tuvo también buda (agreguen los nombres de los dioses o líderes de sectas o religiones)? No, Jesús, para mí eres uno más aunque digan que resucitaste al tercer día… La verdad yo no lo creo, para mí no hay nada más que lo real, la historia y la filosofía, lo que es palpable y comprobado por estudios de ciencia… ¡Ja! Jesucristo el Salvador, historietas de la gente… (Cuando termina de hablar regresa a su lugar y se congela de nuevo.)
EGOCÉNTRICO. (Con voz de prepotencia.) ¡Ay…! ¡Qué aburrido! Otra vez me hablaron de Jesús el Cristo, que nada puedo hacer sin Él, que lo necesito en mi corazón, y ¡no sé que más…! ¡Ay, por favor! ¡Si todo lo que tengo lo he hecho por mí mismo! ¿Quién estudió para lograr mi título? Yo. ¿Quién me sacó de líos? Yo. Soy muy inteligente y lo que tengo ha sido por mi propia mano. ¿Qué puedo necesitar de ti, Jesús, de una religión? ¿En qué o en quién creer? ¿Para qué? ¿Acaso no me tengo a mí mismo? Puedo creer en mí. De hecho creo en mí ya que ha sido por ello que he logrado todo lo que me he propuesto: yo me compré mi carro, yo me compré la casa, yo trabajo para mantenerme, mi inteligencia me ha llevado muy lejos… ¿A quién o qué necesito? A nadie, me tengo a mí y eso me basta. (Se da una vuelta y vuelve a congelarse.)
AMARGADO. (Se descongela y comienza a hablar con dolor y termina hablando con gran coraje. Este personaje es rebelde.) ¡Jesús! Aquél que me ama, que me comprendía, sí aún recuerdo cuando iba a visitarte a tu casa, al lado de mi familia, pero, ¿qué pasó después, Jesús, cuando por mi trabajo ya no pude asistir y por las tantas actividades me olvidaba de orar o leer tu palabra? ¿Por qué me sentía solo? Y si es cierto, una vez alguien me dijo: “no te alejes del Señor…” Pero, ¿cómo hacerlo? Tú debes comprenderme, tengo mucho trabajo, no me alcanza el día en nada y mi familia ya no es la misma… ¿Dónde estás, Jesús? (Gritando desesperado.) ¿Dónde estás? ¿Dónde estuviste cuando mi familia se desintegró¿ ¿Qué hiciste cuando tuve aquel problema de trabajo? ¿Sabes quién lo resolvió? Yo, sí, yo. ¿Y sabes quién ha sabido salir adelante sin ayuda de nadie? Yo, sí, yo. Te he gritado, te he exigido ¿qué? ¿Todo es a tu tiempo? ¡No! Yo lo necesito ahora, es ahora cuando necesito que mi familia se una, es ahora cuando necesito quitar de mí este dolor que me consume, que hasta mi cuerpo se ha sentido enfermo. ¡Dónde! ¿Dónde estas? ¡¡Jesúuus!! ¿Dónde estás cuando quiero que estés aquí? (Esto último lo dice llorando y desesperado, pero con todo de exigir algo y se congela en una posición de enojo y desesperación, esto puede ser indicado con los brazos doblados y un poco levantados y los puños cerrados.)
HIPÓCRITA. (Se descongela. Éste es un religioso.) ¡¡Nombre!! ¡Qué padre estuvo el concierto de (nombrar cantante o conjunto cristiano)! En serio que me divertí mucho, ¡¡híjole!! Ya van a dar las seis y los chavos de la escuela me invitaron a ir a la disco… ¡Ay! Pero se me olvidaba que hoy hay culto de jóvenes. ¿Quién sabe quién va a venir a predicar para los jóvenes…? ¡Va…! Total casi no salgo con los amigos de la escuela… Además, ¿qué tanto es tantito mientras no me vea alguien de la Iglesia en la disco? Bueno pues si alguien me ve adentro no hay problema porque los dos estamos adentro, pero si alguien se entera o me ve salir a lo mejor me regañan… Pero lo que importa es que al cabo voy y le pido perdón a Jesús y ya sí Él me ama, me perdonará y si no voy hoy a la Iglesia, mañana iré y repondré el día, ¡¡Sí!! Así lo haré. (Regresa a su lugar y se queda congelado con cara de satisfacción.)
CRISTO. (Se voltea hacia el público y extiende los brazos hacia el frente y un poco abiertos.) Verdaderamente, ¿quién me ha crucificado? (Se pone en posición de cruz con el rostro al cielo, mientras los demás personajes se van poniendo de pie, si alguno tomó una postura diferente, y van señalando hacia el público. Los dos que están a la izquierda de Jesús, de izquierda a derecha y los dos que están a la derecha de derecha a izquierda, de tal forma que queden en un punto fijo al final que señalen todo el auditorio hacia el público.)
CRISTO
FILÓSOFO
EGOCÉNTRICO
AMARGADO
HIPÓCRITA
PRIMER ACTO
(Esta obra se desarrolla dentro de un solo Acto y en una misma escena.)
(Primeramente se colocan los 5 personajes en forma de semicírculo en el escenario estando Cristo en el centro de los 4 personajes. Todos los personajes se encontrarán congelados en una posición que caracteriza su personaje. El personaje de Cristo se encontrará de espaldas al público con los brazos extendidos como crucificado que mantendrá así hasta terminar la obra. Otra forma de representar al personaje de Cristo es de frente o espaldas pero con la cabeza muy inclinada al frente y los brazos a los costados, como desconectado. Comenzará el filósofo descongelándose.)
FILÓSOFO. (En forma muy metódica.) Es verdad, tú hiciste algo muy fuera de lo común: fuiste capaz de dividir los tiempos en antes y después de ti, el Jesús de Nazaret, el Cristo, pero… ¿Qué si tuviste una vida recta y llena de prodigios o tuviste muchos seguidores? ¿Acaso no los tuvo también buda (agreguen los nombres de los dioses o líderes de sectas o religiones)? No, Jesús, para mí eres uno más aunque digan que resucitaste al tercer día… La verdad yo no lo creo, para mí no hay nada más que lo real, la historia y la filosofía, lo que es palpable y comprobado por estudios de ciencia… ¡Ja! Jesucristo el Salvador, historietas de la gente… (Cuando termina de hablar regresa a su lugar y se congela de nuevo.)
EGOCÉNTRICO. (Con voz de prepotencia.) ¡Ay…! ¡Qué aburrido! Otra vez me hablaron de Jesús el Cristo, que nada puedo hacer sin Él, que lo necesito en mi corazón, y ¡no sé que más…! ¡Ay, por favor! ¡Si todo lo que tengo lo he hecho por mí mismo! ¿Quién estudió para lograr mi título? Yo. ¿Quién me sacó de líos? Yo. Soy muy inteligente y lo que tengo ha sido por mi propia mano. ¿Qué puedo necesitar de ti, Jesús, de una religión? ¿En qué o en quién creer? ¿Para qué? ¿Acaso no me tengo a mí mismo? Puedo creer en mí. De hecho creo en mí ya que ha sido por ello que he logrado todo lo que me he propuesto: yo me compré mi carro, yo me compré la casa, yo trabajo para mantenerme, mi inteligencia me ha llevado muy lejos… ¿A quién o qué necesito? A nadie, me tengo a mí y eso me basta. (Se da una vuelta y vuelve a congelarse.)
AMARGADO. (Se descongela y comienza a hablar con dolor y termina hablando con gran coraje. Este personaje es rebelde.) ¡Jesús! Aquél que me ama, que me comprendía, sí aún recuerdo cuando iba a visitarte a tu casa, al lado de mi familia, pero, ¿qué pasó después, Jesús, cuando por mi trabajo ya no pude asistir y por las tantas actividades me olvidaba de orar o leer tu palabra? ¿Por qué me sentía solo? Y si es cierto, una vez alguien me dijo: “no te alejes del Señor…” Pero, ¿cómo hacerlo? Tú debes comprenderme, tengo mucho trabajo, no me alcanza el día en nada y mi familia ya no es la misma… ¿Dónde estás, Jesús? (Gritando desesperado.) ¿Dónde estás? ¿Dónde estuviste cuando mi familia se desintegró¿ ¿Qué hiciste cuando tuve aquel problema de trabajo? ¿Sabes quién lo resolvió? Yo, sí, yo. ¿Y sabes quién ha sabido salir adelante sin ayuda de nadie? Yo, sí, yo. Te he gritado, te he exigido ¿qué? ¿Todo es a tu tiempo? ¡No! Yo lo necesito ahora, es ahora cuando necesito que mi familia se una, es ahora cuando necesito quitar de mí este dolor que me consume, que hasta mi cuerpo se ha sentido enfermo. ¡Dónde! ¿Dónde estas? ¡¡Jesúuus!! ¿Dónde estás cuando quiero que estés aquí? (Esto último lo dice llorando y desesperado, pero con todo de exigir algo y se congela en una posición de enojo y desesperación, esto puede ser indicado con los brazos doblados y un poco levantados y los puños cerrados.)
HIPÓCRITA. (Se descongela. Éste es un religioso.) ¡¡Nombre!! ¡Qué padre estuvo el concierto de (nombrar cantante o conjunto cristiano)! En serio que me divertí mucho, ¡¡híjole!! Ya van a dar las seis y los chavos de la escuela me invitaron a ir a la disco… ¡Ay! Pero se me olvidaba que hoy hay culto de jóvenes. ¿Quién sabe quién va a venir a predicar para los jóvenes…? ¡Va…! Total casi no salgo con los amigos de la escuela… Además, ¿qué tanto es tantito mientras no me vea alguien de la Iglesia en la disco? Bueno pues si alguien me ve adentro no hay problema porque los dos estamos adentro, pero si alguien se entera o me ve salir a lo mejor me regañan… Pero lo que importa es que al cabo voy y le pido perdón a Jesús y ya sí Él me ama, me perdonará y si no voy hoy a la Iglesia, mañana iré y repondré el día, ¡¡Sí!! Así lo haré. (Regresa a su lugar y se queda congelado con cara de satisfacción.)
CRISTO. (Se voltea hacia el público y extiende los brazos hacia el frente y un poco abiertos.) Verdaderamente, ¿quién me ha crucificado? (Se pone en posición de cruz con el rostro al cielo, mientras los demás personajes se van poniendo de pie, si alguno tomó una postura diferente, y van señalando hacia el público. Los dos que están a la izquierda de Jesús, de izquierda a derecha y los dos que están a la derecha de derecha a izquierda, de tal forma que queden en un punto fijo al final que señalen todo el auditorio hacia el público.)
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