10 Minutos y 6 Personajes. Obrita para intercalar en un culto, referente a la educación de los hijos. Demuestra la maldad de los hijos de Eli, y la irresponsabilidad de su padre a la hora de disciplinarlos.
LA PERVERSIDAD DE LOS HIJOS DE ELÍ
Beto PaezPERSONAJES
OFNI
FINEES
IGOR
ISRAELITA
ELI
VARÓN DE DIOS
1ª ESCENA
(Están jugando cartas en el suelo los hijos de Elí, en eso llega el criado con un tenedor grande en la mano.)
IGOR. Ya he guardado en la refri toda la carne que enganché con el tenedor de la cazuela, amo.
OFNI. ¿Y habéis dejado algo para el sacrificio a Jehová?
IGOR. Sí, la grasa, amo.
FINEES. Esa cosa me produce espinillas, y tú, Ofni, ve a preparar la cena.
OFNI. Voy pues a calentar la carne en el micro, ayúdame haciendo el juguito, hermano.
FINEES. Bueno, vamos, ñaño. ¡Igor, barre la entrada del tabernáculo que está todo sucio! ¿A dónde se ha ido el respeto por el Señor? Por cierto, ¿cuánto cobraste por el último sacrificio? (Digiriéndose a su hermano.)
(Salen los dos hablando de sus tretas y riendo entre ello; Igor está barriendo y en eso llega un israelita.)
ISRAELITA. Buenas, siervo de Jehová, vengo a ofrecer mi sacrificio, un corderito para…
IGOR. ¿Y dónde está la ofrenda? (Con ansias.)
ISRAELITA. Ah, lo dejé amarrado en el parqueadero pero…
IGOR. Pero tenéis que dar a los sacerdotes la carne del cordero antes del sacrificio, porque no tomaremos de ti carne cocida sino crudita.
ISRAELITA. Pero no es lo que dice la ley: primero que ofrezcan el sacrificio y lo que quede será para vosotros porque…
IGOR. A ver, a ver… ¡O sea, que las sobras para los ungidos de Jehová! ¿No sabes que se hizo la consulta popular, entre los sacerdotes, ¡ja ja! (esto último lo dice para el público) y se cambió la ley?
ISRAELITA. No sé, no he sabido de ninguna consulta popular y…
IGOR. Y si no nos das la carne ahora, a la fuerza te lo quitaré… porque hay que cumplir la ley pues, la ley de los sacerdotes. ¡Je, je! (Esto para el público.)
ISRAELITA. Está bien aunque no me parece porque…
IGOR. Bueno, vamos, vamos a ver qué tal está el corderito porque hay que pesarlo y según eso es el favor de Jehová y….
(Salen conversando los dos.)
2ª ESCENA
(El mismo escenario, entra Elí.)
ELÍ. ¿Dónde se habrán metido estos hijitos míos? ¡¡Ofni!! ¡¡Finees!! Si los hubiera encaminado desde pequeños no serían así de malcriados, ¡¡Ofni!! ¡¡Finees!!... No responden mis guaguas… ¡Ah, ya sé! Les llamaré al celu (saca el celular y espera.)
(En eso entran Ofni y Finees por detrás de Elí. Contestan al teléfono y se quedan detrás de su padre sin que éste se dé cuenta.)
OFNI. ¿Haló?
ELÍ. Ofni, Ofni, ¿dónde te habéis metido, muchacho? Y, ¿dónde está vuestro hermano? (Exaltado.)
OFNI. Tranquilo, papi, que te va a dar un infarto, estamos haciendo el trabajo que nosotros los sacerdotes debemos hacer.
(Los dos hermanos hacen mímica de estar bailando, tomando o fumando y ríen entre ellos.)
ELÍ. ¡Vengan inmediatamente ante mi presencia que tengo que deciros algo muy importante!
FINEES. (Da un brinco asustando a su padre.) ¡AQUÍ estamos, viejito!
ELÍ. (Se coge el corazón como si le estuviera dando un infarto.) Casi me matáis del susto…
OFNI. Con esa cara a cualquiera, ¡ja, ja!
FINEES. ¿Qué te pasa? Y vos muy guapo te creerás… (Finees da un golpe a su hermano y comienzan a darse de manotazos.)
ELÍ. ¡Ya basta, ya basta! ¡Dejen de pelear! He oído todo lo que habéis estado haciendo con Israel, ¡cobrando por los sacrificios! ¡Comiéndose lo que le pertenece a Jehová!, ¡Acostándose con las mujeres que velan a la puerta del tabernáculo! Haciendo discoteca la tienda santa…
OFNI. Pero padre, tú conoces quiénes somos, es por pura envidia lo que dice el pueblo.
ELÍ. Por eso mismo os estoy reprendiendo… ¿Por qué hacéis estas cosas? (Llorando.)
FINEES. ¿Y quién va a hacer algo si somos hijos de Elí, el sumo sacerdote? Además, ¡somos los ungidos de Jehová! (De forma arrogante.)
ELÍ. No, hijos, no es buena fama la que yo oigo. Si pecare el hombre contra el hombre, los jueces le juzgarán; mas si alguno pecare contra Jehová, ¿quién lo librará?
OFNI. Ya no dramatices que esto parece telenovela viejo.
FINEES. No le hagas caso, hermano, y mejor vámonos que tenemos tope.
OFNI. Ah sí, las hijas de Buenastan, hermano.
FINEES. Tú lo has dicho: buenas están, ¡ja, ja!
(Ríen y salen de escena burlándose de lo que su padre les dijo.)
ELÍ. ¡Esperen, esperen aún no he terminado con ustedes!
OFNI y FINEES. ¡Pero nosotros sí!!
(Elí se queda solo en el escenario comienza a caminar de un lado a otro lamentándose de la situación de sus hijos.)
ELÍ. ¿Por qué? ¡Por qué! No los instruí bien en los estatutos y en las leyes de Jehová, me dediqué a honrar más a mis hijos que al Señor, ahora me lamento por cómo son rebeldes, blasfemos y… y…
VOZ EN OFF. Por tanto Jehová el Dios de Israel dice: “yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mi por siempre; mas nunca haga yo tal cosa, porque yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco. Verás tu casa humillada, mientras Dios colma de bienes a Israel. Ofni y Finees morirán en un solo día y me buscaré un sacerdote fiel que haga conforme a mi corazón y a mi alma”.
ELÍ. Es mi culpa, sólo mi culpa… Y por ello me has juzgado, Señor. (Sale llorando.)
FIN
(Es necesario dar un mensaje respecto al tema.)
OFNI
FINEES
IGOR
ISRAELITA
ELI
VARÓN DE DIOS
1ª ESCENA
(Están jugando cartas en el suelo los hijos de Elí, en eso llega el criado con un tenedor grande en la mano.)
IGOR. Ya he guardado en la refri toda la carne que enganché con el tenedor de la cazuela, amo.
OFNI. ¿Y habéis dejado algo para el sacrificio a Jehová?
IGOR. Sí, la grasa, amo.
FINEES. Esa cosa me produce espinillas, y tú, Ofni, ve a preparar la cena.
OFNI. Voy pues a calentar la carne en el micro, ayúdame haciendo el juguito, hermano.
FINEES. Bueno, vamos, ñaño. ¡Igor, barre la entrada del tabernáculo que está todo sucio! ¿A dónde se ha ido el respeto por el Señor? Por cierto, ¿cuánto cobraste por el último sacrificio? (Digiriéndose a su hermano.)
(Salen los dos hablando de sus tretas y riendo entre ello; Igor está barriendo y en eso llega un israelita.)
ISRAELITA. Buenas, siervo de Jehová, vengo a ofrecer mi sacrificio, un corderito para…
IGOR. ¿Y dónde está la ofrenda? (Con ansias.)
ISRAELITA. Ah, lo dejé amarrado en el parqueadero pero…
IGOR. Pero tenéis que dar a los sacerdotes la carne del cordero antes del sacrificio, porque no tomaremos de ti carne cocida sino crudita.
ISRAELITA. Pero no es lo que dice la ley: primero que ofrezcan el sacrificio y lo que quede será para vosotros porque…
IGOR. A ver, a ver… ¡O sea, que las sobras para los ungidos de Jehová! ¿No sabes que se hizo la consulta popular, entre los sacerdotes, ¡ja ja! (esto último lo dice para el público) y se cambió la ley?
ISRAELITA. No sé, no he sabido de ninguna consulta popular y…
IGOR. Y si no nos das la carne ahora, a la fuerza te lo quitaré… porque hay que cumplir la ley pues, la ley de los sacerdotes. ¡Je, je! (Esto para el público.)
ISRAELITA. Está bien aunque no me parece porque…
IGOR. Bueno, vamos, vamos a ver qué tal está el corderito porque hay que pesarlo y según eso es el favor de Jehová y….
(Salen conversando los dos.)
2ª ESCENA
(El mismo escenario, entra Elí.)
ELÍ. ¿Dónde se habrán metido estos hijitos míos? ¡¡Ofni!! ¡¡Finees!! Si los hubiera encaminado desde pequeños no serían así de malcriados, ¡¡Ofni!! ¡¡Finees!!... No responden mis guaguas… ¡Ah, ya sé! Les llamaré al celu (saca el celular y espera.)
(En eso entran Ofni y Finees por detrás de Elí. Contestan al teléfono y se quedan detrás de su padre sin que éste se dé cuenta.)
OFNI. ¿Haló?
ELÍ. Ofni, Ofni, ¿dónde te habéis metido, muchacho? Y, ¿dónde está vuestro hermano? (Exaltado.)
OFNI. Tranquilo, papi, que te va a dar un infarto, estamos haciendo el trabajo que nosotros los sacerdotes debemos hacer.
(Los dos hermanos hacen mímica de estar bailando, tomando o fumando y ríen entre ellos.)
ELÍ. ¡Vengan inmediatamente ante mi presencia que tengo que deciros algo muy importante!
FINEES. (Da un brinco asustando a su padre.) ¡AQUÍ estamos, viejito!
ELÍ. (Se coge el corazón como si le estuviera dando un infarto.) Casi me matáis del susto…
OFNI. Con esa cara a cualquiera, ¡ja, ja!
FINEES. ¿Qué te pasa? Y vos muy guapo te creerás… (Finees da un golpe a su hermano y comienzan a darse de manotazos.)
ELÍ. ¡Ya basta, ya basta! ¡Dejen de pelear! He oído todo lo que habéis estado haciendo con Israel, ¡cobrando por los sacrificios! ¡Comiéndose lo que le pertenece a Jehová!, ¡Acostándose con las mujeres que velan a la puerta del tabernáculo! Haciendo discoteca la tienda santa…
OFNI. Pero padre, tú conoces quiénes somos, es por pura envidia lo que dice el pueblo.
ELÍ. Por eso mismo os estoy reprendiendo… ¿Por qué hacéis estas cosas? (Llorando.)
FINEES. ¿Y quién va a hacer algo si somos hijos de Elí, el sumo sacerdote? Además, ¡somos los ungidos de Jehová! (De forma arrogante.)
ELÍ. No, hijos, no es buena fama la que yo oigo. Si pecare el hombre contra el hombre, los jueces le juzgarán; mas si alguno pecare contra Jehová, ¿quién lo librará?
OFNI. Ya no dramatices que esto parece telenovela viejo.
FINEES. No le hagas caso, hermano, y mejor vámonos que tenemos tope.
OFNI. Ah sí, las hijas de Buenastan, hermano.
FINEES. Tú lo has dicho: buenas están, ¡ja, ja!
(Ríen y salen de escena burlándose de lo que su padre les dijo.)
ELÍ. ¡Esperen, esperen aún no he terminado con ustedes!
OFNI y FINEES. ¡Pero nosotros sí!!
(Elí se queda solo en el escenario comienza a caminar de un lado a otro lamentándose de la situación de sus hijos.)
ELÍ. ¿Por qué? ¡Por qué! No los instruí bien en los estatutos y en las leyes de Jehová, me dediqué a honrar más a mis hijos que al Señor, ahora me lamento por cómo son rebeldes, blasfemos y… y…
VOZ EN OFF. Por tanto Jehová el Dios de Israel dice: “yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mi por siempre; mas nunca haga yo tal cosa, porque yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco. Verás tu casa humillada, mientras Dios colma de bienes a Israel. Ofni y Finees morirán en un solo día y me buscaré un sacerdote fiel que haga conforme a mi corazón y a mi alma”.
ELÍ. Es mi culpa, sólo mi culpa… Y por ello me has juzgado, Señor. (Sale llorando.)
FIN
(Es necesario dar un mensaje respecto al tema.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario