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2012 - España

Vine a darte vida

10 Minutos y 7 Personajes. Un hombre se encuentra vagando por las calles, sucio, harapiento y hambriento. Después empieza a pasar un grupo de personas y él les pide… pero el hombre no quiere dinero ni comida, el hombre pide amor, comprensión y felicidad, al final aparece Jesus ofrenciendo todo lo que él necesita, el problema es que el hombre no se cree merecedor de todo eso.

VINE A DARTE VIDA


Huáscar Bravo y Eunices Herrera
Ministerio Teatral Alpha
Republica Dominicana




PERSONAJES

MENDIGO
CARNICERO
SEÑORITA
SEÑOR
SEÑORA
JOVEN
JESÚS


El escenario se encuentra sucio con algunos periódicos, paja, y uno o dos tanques de basura. En uno de los lados se encuentra un pequeño ventilador (abanico) que materializa el viento, el cual levanta los periódicos y la basura, como música de fondo se escucha una triste melodía que complementa el ya desolado escenario, en el centro hay un banco, la luz es tenue.

(Aparece en el escenario un hombre con aspecto de vagabundo, sucio y con mucha barba, el hombre lleva un saco sucio y medio lleno que dice: “MIS PECADOS”. El Hombre camina sin rumbo y mira hacia todos lados, va al tanque de basura, saca algo del tanque, come algo y lo que resta lo echa en el saco, se sienta en el suelo, abre el saco, saca algo y come. Se pone de pie y sale del escenario.)

(A los 5 segundos el hombre entra con aspecto de estar huyendo de alguien y se esconde detrás de uno de los tanques de basura, automáticamente entra un hombre con aspecto de carnicero con un cuchillo en la mano y vestido con una bata blanca, mira para todos lados buscando a alguien, sale del escenario.)

El vagabundo sale con cautela de su escondite mirando hacia todos lado, al no ver a nadie, se sienta en el banco, se saca algo que tiene escondido dentro de la ropa que lleva puesta (puede ser un pan), come un pedazo y el resto lo guarda en el saco. En ese instante empiezan a pasar varias personas.

MENDIGO. Señorita déme esperanza para tener la seguridad de que mañana mi situación será mejor que la de hoy, por favor.

MENDIGO. Señor, señor, por favor, déme alegría para enfrentar cada día con optimismo y sentir un poco de aliento en mi corazón.

MENDIGO. Señora, espere, por favor, necesito que me dé paz, paz para sentirme tranquilo ante las adversidades que enfrento todos los días.

MENDIGO. Joven, déme amor para amar a los demás y para aprender a valorarme a mí mismo, no me ignore, por favor.

(El hombre se siente triste al ver que nadie le dio lo que el tanto anhela. De pronto entra un hombre vestido de blanco completamente, no se ve su rostro, y sin que el hombre se dé cuenta se le acerca por detrás y le limpia el rostro, le quita la vestimenta sucia y le pone una ropa limpia.

MENDIGO. ¿Qué pasa? Siento que algo cambió, me siento renovado, con fuerzas, ya no me siento triste, recuerdo que la última vez que me sentí así era cuando tenía en mi corazón a… (Mira hacia atrás y se espanta.) ¡JESUSSSSSSSSS! (Se cae al suelo y se cubre el rostro con las manos.)

(Jesús trata de acercarse.)

MENDIGO. No te acerques, no me mires porque no soy digno de tu mirada, dime: ¿quién soy yo para que me visites? O, ¿quién soy yo para que tengas de mi memoria? Déjame, vete, no puedo estar frente a ti, no merezco estar en tu presencia, ve y busca a otra persona que sí te merezca, yo te he desechado, yo cambié mi vida por esto y ahora no quiero que me veas, vete, déjame, que yo no te merezco, señor.

Canción de fondo: "Tu mirada" de Abrahám Velasquez.

JESÚS. No he venido a acusarte, a señalarte ni a condenarte, he venido porque he visto tu caminar y no debes avergonzarte porque te he visto todos los días de tu vida y hoy estoy aquí porque sé que me necesitas, me duele verte vagando y mendigando. Ahora quiero que te pongas de pie y sepas que estoy aquí porque te amo. Ven, ven, levántate, ven conmigo.

(El mendigo con mucho llanto se levanta y todavía se resiste a que Jesús lo vea.)

MENDIGO. Yo te deseché, señor, yo me aparté de ti, yo dejé tu camino para vivir en la basura, señor. Yo no soy digno de ti, yo no soy digno de que tú me visites, señor. Yo no merezco estar en tu presencia.

(Jesús lo abraza e intenta calmarlo.)

JESÚS. No he venido a buscar sanos sino a enfermos, ni he venido a buscar a los salvos sino a los perdidos y quiero que entiendas que te sigo amando a pesar de todo lo que has hecho. Levanta tu rostro y mírame: yo soy tu señor, tu redentor, tu salvador y de mí no debes esconderte porque yo soy quien puede salvarte.

MENDIGO. Entonces, ¿qué hago, señor? ¿Qué debo hacer?

JESÚS. ¡Ven y descansa! (Con los brazos abiertos en forma de abrazo.)

(El mendigo abraza a Jesús y llora en su hombro pidiendo perdón.)

MENDIGO. ¡Señor, perdóname! ¡Ten misericordia de mí, Señor!

(Jesús lo consuela. Después que el mendigo se calma Jesús lo sienta en el banco.)

JESÚS. Nuca te dejaré, ni te desampararé y acuérdate que en mí encontrarás descanso.

(Jesús entra el saco del hombre en el saco del que dice TUS PECADOS. El hombre se levanta y no ve ni a Jesús, ni el saco se levanta.)

MENDIGO. ¡Gracias, Señor! (Sale del escenario.)

Una nueva vida

7 Minutos y 2 Personajes. Un payaso vive una vida ficticia en donde aparenta que todo está perfecto cuando en realidad su vida se encuentra totalmente vacía. Pronto se le acercará una persona que le hablará del amor de Dios. El payaso no se cree merecedor de ese amor porque se considera pecador.





UNA NUEVA VIDA

Eunices Herrera


PERSONAJES

ANIMADOR
CRISTIANO

ANIMADOR. (Entra al escenario hablando por el celular.) Sí, ajá, ¿a las 7:30 pm? Allá estaré, claro, no hay ningún problema, tú sabes que si se trata de animar una fiesta, estoy yo para eso: el Señor Diversión. Sí, claro, llegaré temprano. (Cuelga.) ¡Ahhh! Estoy cansado de este odioso trabajo, todo el tiempo la misma cosa: “¡Aquí está Alfredo, su animador estrella, el señor diversión! ¡Ahhh! (Frustración.) Tengo que concentrarme… A ver, ¿qué haré hoy? ¡Piensa, piensa, piensa! ¡Ah! Puedo llevar un espectáculo de imitación… ¡Sí! ¡Qué buena idea! ¡Será magnífico! ¡Ahh! (Frustración.) ¿A quién trato de engañar? Soy un fracaso, no sirvo para nada, ¡mi trabajo no sirve! Pero no me puedo dar el lujo de perderlo, tengo tantas deudas, tengo que pagar el alquiler, el teléfono, le debo a… ¡Ay, ya no me quiero ni acordar!

CRISTIANO. Cristo te ama. (Le entrega un tratado.) Me gustaría que me dedicara unos cuantos minutos de su tiempo.

ANIMADOR. Quiere decir de mi valioso tiempo. Gracias, amigo, discúlpeme pero en estos momentos tengo muchas cosas que hacer.

CRISTIANO. Disculpe que me entrometa pero tiene usted cara de preocupación. ¿Puedo ayudarle en algo? ¿Necesita hablar?

ANIMADOR. No, yo estoy bien, estupendamente bien, no necesito hablar con nadie, así que por favor, váyase y déjeme solo.

CRISTIANO. Disculpe, no quería molestarlo. Si me necesita estaré muy cerca de acá. (Se empieza a alejar.)

ANIMADOR. ¡Ey, ey, espere! Disculpe, no le quería ofender. Mire, la verdad es que estoy un poco preocupado… ¿A quién quiero engañar? Mi vida está hecha un lío, no sé qué hacer… (Se pone la mano en la cabeza, desesperado.)

CRISTIANO. A ver, cálmese, venga, siéntese por acá. Primeramente, ¿cómo se llama?

ANIMADOR. Me llamo Alfredo.

CRISTIANO. Pues yo me llamo César. A ver, Alfredo, ¿qué es lo que le tiene así preocupado?

ANIMADOR. Pues verá, César, tengo tantos problemas. A ver, ¿por dónde empiezo…? Primeramente soy animador de fiestas. Quiero dejar mi trabajo pero no puedo porque tengo un montón de deudas; es más, le confesaré algo: ya no quiero vivir.

CRISTIANO. No, no diga eso. Imagínese cuánto sufrirá su familia…

ANIMADOR. No tengo familia. Bueno, es como si no la tuviera. Mi madre murió cuando yo era pequeño y mi padre me maltrataba y tuve que huir de casa.

CRISTIANO. ¿Y tus amigos?

ANIMADOR. ¿Amigos? Yo no tengo amigos, estoy solo en el mundo, así que si me muriera ahora mismo a nadie le importaría, ya ve… no valgo nada.

CRISTIANO. Claro que sí vale, y mucho. Mire, le diré algo: yo conozco a alguien a quien usted le importa mucho, no se imagina cuánto.

ANIMADOR. ¡Ah, sí? Pues yo no sé quién es ese, no lo conozco. A ver, ¿cómo se llama?

CRISTIANO. Jesús. Sé que ha oído hablar de Él aunque no lo conozca.

ANIMADOR. He oído hablar de Él pero no creo en é. Nunca lo he visto. ¿Cómo creeré en algo o alguien que jamás he visto? ¡Imposible!

CRISTIANO. Le haré una pregunta: ¿usted cree que el viento existe?

ANIMADOR. Pues claro que sí, ¿a qué viene eso?

CRISTIANO. ¿Puedes ver el viento?

ANIMADOR. No lo puedo ver, pero lo siento.

CRISTIANO. Pues así mismo es Jesús: no lo puedes ver pero sí lo puedes sentir. Yo lo siento ahora mismo, sé que Él está aquí a nuestro lado, viéndonos, escuchándonos.

ANIMADOR. Pues yo no, si Él existiera, no dejaría que me estuviera pasando todo esto.

CRISTIANO. Él te quiere ayudar, ¿sabes por qué? Porque te ama.

ANIMADOR. ¿Amarme? ¿A mí? No creo, aunque existiera no podría amarme, no soy una persona buena, de veras que no, odio a mi padre, oído a mi jefe y tengo mucho resentimiento en mi corazón, Él no podría amarme, no lo merezco.

CRISTIANO. Pues Él sí te ama, no importa tu condición, la Biblia dice que Él vino a los enfermos, no a los sanos, así que ten siempre la certeza de que Él te ama.

ANIMADOR. ¿De veras? ¡Vaya! Nunca había pensado en eso, es… maravilloso e increíble

CRISTIANO. Sí lo es, Él fue enviado a morir por ti, a pagar todas tus culpas, para que así puedas tener esperanza.

ANIMADOR. ¿Esperanza? ¿Cuál esperaza?

CRISTIANO. La esperanza de la vida eterna.

ANIMADOR. ¿Vida eterna? ¿Te refieres a no morir? ¿Cómo sería eso posible? Nadie puede vencer a la muerte.

CRISTIANO. Pues Cristo sí lo hizo, Él murió pero al 3er día resucitó, así mismo pasa con los que le obedecen y hacen su voluntad. Cuando mueren es como un pequeño sueño, pues no le tenemos miedo a la muerte, porque sabemos que seremos resucitados en aquel día y que viviremos para siempre con Él, así lo dice su palabra.

ANIMADOR. ¡Guau! Esto que me estás diciendo es maravilloso, pero aún dudo que Él quiera aceptarme… ¿Quién querría a una persona como yo, con tantos defectos y problemas?

CRISTIANO. Pues tengo para decirte que Él es especialista en transformar vidas. Cuando te conviertes a Él, da borrón y cuenta nueva y ya tus pecados no son recordados. Él dice en su palabra: “Si tus pecados fueren rojos como la grana, vendrán a ser como la nieve y como la blanca lana”.

ANIMADOR. ¡Qué bien! Poder perdonar de esa forma, sin recordar el pasado. César, quiero tener esa esperanza como té la tienes. ¿Qué tengo que hacer para lograrlo?

CRISTIANO. Solo tienes que creer en tu corazón, confesar con tu boca que Cristo resucito de los muertos, bautizarte para el perdón de tus pecados y perseverar hasta el fin.

ANIMADOR. César, quisiera hacerte una pregunta: ¿Qué es la vida para ti?

CRISTIANO. La vida... Es Cristo en mí. Es que sin Cristo no hay vida solo puedes existir.

ANIMADOR. Espera, explícame eso. ¿Qué es lo que quieres decir? ¿Que después de tantos años yo he estado y no he estado aquí? Es profundo, no lo entiendo ¡tan sabio que siempre fui!
Creía que mucho sabía; hoy veo que no es así… Pero, ¿tú dices que Cristo es el que hace vivir?
Yo creía que no existía pues yo no lo veo aquí. ¿Cómo entonces tú sostienes que Él es vida para ti?

CRISTIANO. Pues porque Él medio la vida con su sangre carmesí.

ANIMADOR. Pues si a ti Él te dio vida también puede hacerlo en mí. Yo creía, yo pensaba,
que estaba lejos de mí. Ahora... me arrepiento: JESUCRISTO, creo en ti. Desde ahora ya no existo pues al pasado morí. Comienzo una vida contigo, no me inquieta el porvenir; contigo viviré seguro. ¿Quieres tú también vivir?

¿De quién son las huellas?

17 Minutos y 5 Personajes. El Sr. Bonetti anda en busca de las huellas más importantes de toda la humanidad y para eso contrata a un grupo de expertos para que le ayuden a encontrarla. A través del camino se encuentran con varias huellas de personajes famosos pero el Sr. Bonetti no está convencido. Más adelante encuentran un par de huellas luminosas, las cuales tienen muchas huellas a su alrededor ¿Serán esas las huellas que el Sr. Bonetti está buscando?





¿DE QUIÉN SON LAS HUELLAS?

David Matos y Eunices Herrera
Ministerio Teatral Alpha
Republica Dominicana




PERSONAJES

TRABAJADOR 1
TRABAJADOR 2
ARQUÉOLOGO- MR. JEFFERSON
HISTORIADOR-SRA. HERNÁNDEZ
SR. BONETTI


PRIMERA ESCENA

(Se encuentran todos afanados buscando algo en el suelo.)

TRABAJADOR 1. (Se dirige hacia Mr. Jefferson y con emoción le muestra una pequeña piedra.)

MR. JEFFERSON. (Mira la piedra con una lupa y la rechaza restándole importancia. La tira al suelo, le hace señas al Trabajador 1 para que siga trabajando.)

(Todos siguen afanados tallando y escarbando en la tierra cuando de pronto…)

TRABAJADOR 2. ¡Sra. Hernández! ¡Sra. Hernández! ¡Aquí están! Venga pronto. (Todos se amontonan para ver.)

SRA. HERNÁNDEZ. Permiso, por favor. (Tratando de abrirse paso entre los demás se agacha) A ver qué tenemos por acá… (Se quita las gafas.) ¡Ajá! (Se pone de pie.) Aquí están las preciadas huellas, son unas huellas grandes. (El Sr. Bonetti se acerca.) Se nota que son las huellas de un explorador de mares, alguien cuyo nombre trascendió varias décadas, e incluso centenarios… Sr. Bonetti, creo que hemos encontrado lo que buscábamos.

SR. BONETTI. ¿Está usted segura?

SRA. HERNÁNDEZ. Bueno, señor. (Dudando.)

SR. BONETTI. ¿Está segura? (Con énfasis.)

MR. JEFFERSON. No, no podemos hacer ninguna afirmación definitiva (mira a la Sra. Hernández) por lo menos hasta que hagamos los estudios de lugar y confirmemos si estas son las huellas que usted busca.
SR. BONETTI. Está bien, pero recuerden que no estoy en cualquier tipo de huellas, tienen que ser huellas exclusivas y especiales por lo tanto no descansaremos hasta obtenerlas.

SRA. HERNÁNDEZ. Claro, claro, usted no tenga la menor duda de que haremos todos los esfuerzos posibles para encontrar esas huellas.

SR. BONETTI. Eso espero… Bueno pero, ¿qué estamos esperando? Analicemos mejor estas huellas para así darnos cuenta si realmente valen la pena.

MR. JEFFERSON. Lo que tenemos que preguntarnos es qué tienen estas huellas de especiales.

SRA. HERNÁNDEZ. Bueno… Como dije antes, son huellas grandes y además parece que tienen mucho tiempo de antigüedad, alrededor de 600 años.

SR. BONETTI. Sí, son grandes, pero no creo que porque sean grandes sean especiales; simplemente pudo ser una persona con pies grandes.

SRA. HERNÁNDEZ. Pero Sr. Bonetti…

SR. BONETTI. Señor nada, le recuerdo nuevamente que no busco cualquier par de huellas.

MR. JEFFERSON. Calma, calma, por favor, apenas hemos encontrado éstas, no hemos buscado más. Busquemos más; si encontramos otra podemos compararlas y así podremos determinar cuáles son las más especiales, ¿de acuerdo?

SR. BONETTI. Claro, claro, estoy completamente de acuerdo. No importan los esfuerzos que se tenga que hacer o el tiempo que gastemos. Estoy decidido a encontrar esas huellas.

MR. JEFFERSON. ¿Y usted, Sra. Hernández, está de acuerdo?

SRA. HERNÁNDEZ. (No muy convencida.) Sí, sí, no hay problema.

SR. BONETTI. (Le pone la mano en el hombre a la Sra. Hernández.) ¡Ánimo, Sra. Hernández! Encontraremos esas huellas, estoy completamente seguro.

SRA. HERNÁNDEZ. Si usted lo dice...

(En ese instante el Trabajador 2 grita.)

TRABAJADOR 2. ¡Vengan por aquí! ¡Encontré otras!

MR. JEFFERSON. A ver (con la lupa). Aquí tenemos un par de huellas similares a las anteriores, no son tan grandes pero están un poco más marcadas en la tierra. Eso significa que el autor de las mismas tenía gran liderazgo. Parece ser que fue un artífice de la guerra, que conquistó muchas naciones con mano dura.

SRA. HERNÁNDEZ. (Riéndose con satisfacción.) Bueno, Sr. Bonetti, creo que ahora sí hemos encontrado esas huellas tan especiales que usted buscaba. Mire aparte de las huellas grandes hay alrededor otros pares de huellas que las siguen. Creo que estas son las huellas que usted busca.

SR. BONETTI. Yo no estaría tan seguro…

SRA. HERNÁNDEZ. Pero, ¿qué dice? Sí, ahí están las evidencias (señalando las huellas). El autor de estas huellas fue un líder mundial, tenía a muchos bajo su mando, las huellas a su alrededor lo indican.

SR. BONETTI. Sí, pero no creo que el ser imponente e indolente con sus enemigos sea signo de admirar o de premiar. Además, esas huellas que usted dice que están alrededor se desaparecen más adelante.

MR. JEFFERSON. Estoy de acuerdo con usted, Sr. Bonetti, creo que un verdadero líder es aquel a quien los demás siguen por convicción, no por miedo y si las huellas ya no están significa que dejaron de seguirle.

SR. BONETTI. ¡Claro que sí! ¿Verdad, Sra. Hernández?

SRA. HERNÁNDEZ. Bueno...Yo no estoy de acuerdo. Yo creo que lo importante es ser líder, lo demás es secundario.

SR. BONETTI. ¿Secundario? ¿Y en dónde queda la compasión, la libertad de expresión y el respeto hacia los demás?

(La Sra. Hernández se aleja del grupo con cara molesta. Se acerca al Trabajador 1 quien está buscando algo.)

MR. JEFFERSON. Pienso igual que usted. (Dirigiéndose al Sr. Bonetti.) Esas cualidades son muy importantes en un líder.

TRABAJADOR 2. ¡Encontré otras, vengan!

(La Sra. Hernández se dirige rápidamente hacia el Trabajador 3 y le hace señas para que haga silencio.)

MR. JEFFERSON. ¿Dónde están?

SRA. HERNÁNDEZ. No pasa nada, sólo ha encontrado unas huellas pequeñas a la orilla del camino, algo sin importancia.

SR. BONETTI. De todos modos, me gustaría verlas.

SRA. HERNÁNDEZ. La verdad no creo que sea necesario, sólo perdería el tiempo.

SR. BONETTI. Insisto.

MR. JEFFERSON. Deja que las vea y que él mismo dé su opinión.

SRA. HERNÁNDEZ. De acuerdo. (No muy convencida se retira a un lado y lo deja pasar.)

SR. BONETTI. ¿Me prestaría su lupa?

MR. JEFFERSON. Claro, claro, acá la tiene. (Le da la lupa.)

SR. BONETTI. Muchas gracias. (Se agacha.) A ver...

SRA. HERNÁNDEZ. ¿Ve lo que le dije? ¿Qué son sólo unas huellas sin importancia?

MR. JEFFERSON. (Le hace señas a Hernández de reprobación y silencio.)

SR. BONETTI. No pienso igual que usted, Sra. Hernández, acérquese Mr. Jefferson (le da la lupa) ¿Qué ve usted?

MR. JEFFERSON. Déjeme ver, ¡ohh estás huellas tienen algo diferente! Es como si irradiaran luz.

SRA. HERNÁNDEZ. ¿Irradiar luz? ¡Eso es ridículo!

MR. JEFFERSON. Acérquese usted misma y compruébelo.

SRA. HERNÁNDEZ. (De mala gana.) A ver… (Con la lupa.)

SR. BONETTI. ¿Ve la diferencia?

SRA. HERNÁNDEZ. Sí, pero no creo que eso sea relevante, simplemente estas huellas se pueden encontrar en un ángulo en donde la luz del sol entra con más facilidad.

MR. JEFFERSON. No estoy de acuerdo, no creo que eso tenga nada que ver.

TRABAJADOR 2. ¡Mire, Mr. Jefferson! Las huellas no terminan aquí, siguen avanzando.

MR. JEFFERSON. ¡Es cierto!

SR. BONETII. Esto es maravilloso, estas huellas son únicas.

SRA. HERNÁNDEZ. No creo que sea para tanto, además son muy pequeñas para poder considerarse especiales y mucho menos únicas.

SR. BONETTI. Al principio eran pequeñas pero mire, (señalando) a medida que avanzan se van haciendo más grandes.

TRABAJADOR 2. Y no sólo eso, señor, hay pares de huellas alrededor de estas huellas.

MR. JEFFERSON. Es como si esas pequeñas huellas que están alrededor las estuvieran siguiendo…

SRA. HERNÁNDEZ. ¿Y qué? Las anteriores si mal no recuerdo tenían también huellas alrededor, ¿o no?

SR. BONETTI. Sí, tenían algunas pero muy pocas, además en vez de aumentar el número de huellas, con el tiempo estas disminuyeron hasta desaparecerse por completo.

MR. JEFFERSON. En cambio, en estas el número de huellas va aumentando. ¡Miren!

SR. BONETTI. Sí, es verdad.

SRA. HERNÁNDEZ. ¡Ay, por favor! Son sólo huellas… Miren, si quiero las puedo borrar... (Pasa el pie por encima de las huellas. Lo pasa nuevamente al ver que no se borran)

SR. BONETTI. No pudo borrarlas, es increíble.

MR. JEFFERSON. Están grabadas en la tierra.

SRA. HERNÁNDEZ. A lo mejor sólo se han calcificado debido al tiempo y a la composición del terreno. Veamos las otras.

SR. BONETTI. Mira estas se borraron. (Pasando el pie por la primera huella.)

MR. JERFFERSON. Estas también (borrando la segunda).

SRA. HERNÁNDEZ. ¡No es posible!

SR. BONETTI. Estas huellas son diferentes, ¡esto es sorprendente!


SRA. HERNÁNDEZ. Un momento, ¿qué es eso? (Señalando hacia las huellas.)

MR. JEFFERSON. ¿Qué cosa?

SR. HERNÁNDEZ. Eso que hay alrededor, más adelante.

TRABAJADOR 2. Parece sangre… Sí, es sangre.

SRA. HERNÁNDEZ. ¡Al parecer hirieron al gran líder! Y miren más adelante las huellas si se borraron y se borraron solas (con ironía).

MR. JEFFERSON. ¡No puede ser, las huellas luminosas han desaparecido! (Con tristeza.)

SRA. HERNÁNDEZ. Si no están es porque su liderazgo desapareció.

SR. BONETTI. ¡No, no es así! Miren, aunque las huellas luminosas no están, las pequeñas que están alrededor siguen la misma trayectoria.

MR. JEFFERSON. Es cierto, además más adelante aparecieron nuevamente, lo que significa que solamente desaparecieron por muy poco tiempo, al parecer máximo 3 días. No entiendo qué pudo haber pasado…

SR. BONETTI. Eso no es relevante, lo importante es que primero sus seguidores no lo abandonaron mientras las huellas no estaban y segundo: las huellas volvieron a aparecer, lo que significa que definidamente estas son las huellas que yo buscaba.

SRA. HERNÁNDEZ. Señores, reflexionemos, por favor. Ok, supongamos que sí son huellas muy especiales pero eso, ¿qué importa? ¿Qué haremos con ellas? Al ser huellas no podemos arrancarlas y llevárnoslas. ¿Qué beneficio sacaremos de este descubrimiento y sobre todo de este largo viaje? Piensen un poco… ¡Deberíamos aprovechar la oportunidad y buscar algo realmente valioso como una piedra preciosa o un tesoro!

SR. BONETTI. Esto, amiga, es un tesoro. No lo veas sólo por el lado material míralo más allá de la superficie, más allá de lo que se ve a simple vista. El autor de estas huellas fue el verdadero líder.

SRA. HERNÁNDEZ. Ok, ¡fue un líder! ¡Un gran líder! Pero, ¿quién? ¡No sabemos de quién son esas huellas!

TRABAJADOR 1. (Quien no había hablado nada quitándose el casco) ¡Yo sí sé de quién son estas huellas! Estas huellas son las huellas del Maestro, aquel que dio su vida por la humanidad, aquel que dividió la historia en dos partes: un antes y un después. ¿Ven que sus huellas desaparecieron por un tiempo? Esto fue porque como un verdadero líder se sacrificó por lo que le seguían, por los que se sumarían después y aún hasta por los que no le siguen pero notaron también que sus huellas volvieron a aparecer eso significa que al tercer día resucitó y, ¿qué pasó a partir de ahí? Sus huellas jamás volvieron a desaparecer y cada día se multiplica el número de huellas que las siguen.

MR. JEFFERSON. Vaya, nunca pensé que encontraríamos las huellas del maestro.

SRA. HERNÁNDEZ. Yo tampoco.

TRABAJADOR 1. Sí, es maravilloso pero tengan presente que para encontrar estas huellas no tienen que viajar a un lugar lejano y escondido como éste. Estas huellas se encuentran en todo el mundo. Sólo hay que mirar alrededor y darse cuenta de que toda la tierra está llena de sus huellas. Sólo basta tener el deseo de encontrarlas y no sólo de encontrarlas sino de seguirlas, que es lo importante.

SR. BONETTI. Desde que las vi supe que eran huellas especiales y no las huellas sino su autor.

SRA. HERNÁNDEZ. Yo en cambio al principio estaba renuente a aceptar al ver las huellas tan pequeñas pero me di cuenta que todo lo que ustedes decían es verdad y al saber ahora de quienes son. Las encuentro mucha más especiales y sobre todo sé que su valor es incalculable.

MR. JEFFERSON. Sí, me sorprendió sobre todo todas las huellas que había a su alrededor. Son muchas, diría que miles o quizá más.

TRABAJADOR 2. Sí, es increíble la cantidad de huellas…

TRABAJADOR 1. Sí, son muchas, diría que incontables, si quieren convencerse sigamos el camino de sus huellas más adelante.

SR. BONETTI. Sí, buena idea, vamos.

(Todos se dirigen hacia delante menos la Sra. Hernández y van maravillados observando las huellas hasta que el Sr. Hernández se queda casi sólo.)

SRA. HERNÁNDEZ. (Se queda mirando las huellas) Ciertamente estas huellas son muy especiales porque tienen el poder de transformar mentes como la mía, que entendía que lo valioso era solamente las cosas materiales pero ahora me doy cuenta que a través de estas huellas puedo encontrar algo mucho mejor que lo que me puede dar una piedra preciosa (se pone de pie y pone un pie hacia adelante). Ciertamente estas huellas transforman vidas porque esta vida, mi vida, ha sido transformada y ahora estoy decidida a seguir a sus huellas.

MR. JEFFERSON. Hernández, venga a ver ¡es verdad! Las huellas no terminan y son muchas las huellas que hay alrededor de ellas...

SRA. HERNÁNDEZ. Sí, lo sé, son muchas y sé que cada día serán más. (Se va corriendo hacia el grupo.) ¡Ey, espérenme!

Decídete por él

13 Minutos y 8 Personajes. Un señor cuenta con una gran colección de arte que será subastada después de su muerte. Dentro de su colección se encuentra el retrato de su hijo. Este cuadro se lo había regalado un soldado en agradecimiento a que el hijo le había salvado la vida. La multitud de la subasta desprecia el cuadro de "El hijo" sin saber la importancia que este cuadro tiene.


DECÍDETE POR ÉL

Eunices Herrera
Ministerio Teatral Alpha, Republica Dominicana



PERSONAJES

PADRE
HIJO
SOLDADO
AYUDANTE/SUBASTADOR
PERSONA 1
PERSONA 2
PERSONA 3
NARRADOR


PRIMERA ESCENA

(Aparece el hijo vestido de soldado con un bulto en la mano despidiéndose de su padre.)

PADRE. Ya te vas, ¿verdad? (Apenado.)

HIJO. Sí, papá, el autobús me espera, solo vine a despedirme de ti.

PADRE. (Abraza al hijo fuertemente.) Hijo, cuídate mucho, que Dios te proteja, espero verte pronto.

HIJO. Papá, así será, esta guerra no durará mucho, pronto acabará todo y volveré a casa.

PADRE. Hijo, escríbeme, por favor, escríbeme tan pronto llegues.

HIJO. Te escribiré papá, lo prometo, y cuando regrese añadiremos otro cuadro a nuestra colección de arte, nos vemos papá, te quiero.

PADRE. Yo también te quiero, adiós hijo. (Lo abraza y se va, el padre ve con tristeza cómo se va.)

(Entra el ayudante.)

AYUDANTE. Señor, no se sienta triste ya verá que su hijo regresará pronto.

PADRE. Eso espero, José, eso espero, me voy a recostar un poco.

AYUDANTE. Sí Señor, descanse, ha sido un día muy agitado para usted.

(El señor se retira junto con el ayudante.)

NARRADOR. 3 Meses después.

(Entra el padre con cara de preocupación.)

PADRE. (Hablando para sí mismo.) Ya han pasado 3 meses y Alberto no me ha escrito la primera carta. ¡Qué extraño!

(Entra el ayudante.)

AYUDANTE. Señor, ha llegado una carta, creo que es de su hijo, está sellada por la marina.

PADRE. ¿De veras? Ábrela tú, por favor, José y léela por mí.

(José abre la carta y él empieza a leer en su mente y se queda estupefacto.)

PADRE. ¿Qué me dice mi hijo?

AYUDANTE. No es de su hijo.

PADRE. ¿Cómo dices? Pero si el sobre dice que viene de la marina…

AYUDANTE. Sí, viene de la marina pero…

PADRE. Pero, ¿qué, José? (Le quita la carta de las manos.) La leeré yo mismo.

AYUDANTE. No creo que sea buena idea, Señor…

(Pero ya es muy tarde el padre empieza a leer.)

PADRE. Estimado Señor Rodríguez: Esperamos que esta misiva haya llegado a usted lo más pronto posible. Lamentamos informarle que a pesar de los esfuerzos que hicimos no pudimos detener la hemorragia. Su hijo falleció el martes pasado mientras rescataba a otro soldado luego de una explosión. (El padre deja caer la carta al suelo.)

AYUDANTE. Señor…

PADRE. Lo siento José, necesito estar solo.

(El ayudante recoge la carta del suelo y se va.)

PADRE. No puede ser (llorando). El me prometió que volvería y que añadiríamos un cuadro más a nuestra colección de arte… (Llora y baja su cabeza.)

(Entra el ayudante.)

AYUDANTE. Señor, disculpe, sé que quiere estar solo pero hay alguien que lo busca.

PADRE. Sea quien sea, que venga mas tarde por favor.

AYUDANTE. Dice que es importante y que viene desde muy lejos.

PADRE. (Con resignación.) Está bien, lo recibiré.

(Entra el soldado.)

AYUDANTE. Aquí está, Señor.

PADRE. (Con la cabeza agachada y luego la levanta.) ¿Qué quiere?

SOLDADO. Señor, disculpe usted. No me conoce, pero yo soy el soldado por quien su hijo dio la vida. Él salvó muchas vidas ese día; yo estaba en una zona de alto riesgo y fui herido. Él me estaba llevando a un lugar seguro cuando una bala atravesó su pecho. El hablaba mucho de usted y de su pasión por el arte, yo sé que esto no es mucho, yo no soy un gran artista, pero estoy seguro de que a su hijo le hubiese gustado que usted recibiera esto… (Le entrega algo envuelto en papel.)

PADRE. (El padre abre el paquete.) Es un retrato de mi hijo, pintado por usted. No sabe cómo le agradezco esto.

SOLDADO. No es nada, de veras.

PADRE. Me gustaría pagarle por él.

SOLDADO. ¡No! Señor, no puedo aceptar su dinero, lo que su hijo hizo por mí yo nunca lo podría pagar. Acepte mi regalo que es mucho más pequeño que el que su hijo me hizo a mí; él me devolvió la vida.

PADRE. Gracias, por su regalo y sus palabras.

SOLDADO. De nada, nos vemos. (Se va.)

PADRE. Gracias nuevamente…. (Al ayudante.) José, por favor, cuelga este retrato en la entrada principal, tengo muchos cuadros importantes y famosos pero para mí este cuadro es el más especial de todos.

AYUDANTE. Sí, Señor, la verdad estoy sorprendido de cómo está capturada la esencia y la personalidad de su Hijo en este cuadro, parece una fotografía.

PADRE. Sí, es cierto. José, ¿sabes algo? Tráeme lápiz y papel: quiero hacer mi testamento.

AYUDANTE. ¿Por qué Señor? ¿Le pasa algo? ¿Se siente mal?

PADRE. No, no es eso. Lo que pasa es que ahora con la muerte de mi hijo me he puesto a reflexionar sobre la muerte, y de cómo ésta nos puede llegar en el momento que menos la esperamos, hay que estar siempre preparados.

AYUDANTE. Tiene razón, Señor. Vengo en breve.

(El ayudante busca papel y lápiz y se lo entrega al Señor.)

PADRE. José quiero que lo voy a escribir en este testamento permanezca inalterable.

AYUDANTE. Por supuesto, Señor, sabe que cuenta con todo mi apoyo.

PADRE. Lo sé, gracias. Vamos, José, colgaremos este retrato en el corredor principal.

(Salen de escena.)

NARRADOR. Pasaron varios años y el Señor Rodríguez murió. Meses más tarde se anunció una subasta con todas las pinturas que poseía. Mucha gente importante e influyente acudió con grandes expectativas de hacerse con un famoso cuadro de su colección.

AYUDANTE. Buenas noches, Señoras y Señores, estamos aquí para subastar los cuadros de la maravillosa colección del Sr. Rodríguez. Empezaremos los remates con este retrato del hijo, ¿quién ofrece por este Retrato?

PERSONA 1. Queremos ver las pinturas famosas… Olvídese de esa.

AYUDANTE. ¿Alguien ofrece algo por esta pintura? ¿$1,000? ¿$2,000?

PERSONA 2. (Con enojo y desprecio.) No venimos por esa pintura. Venimos por los Van Goghs, los Rembrandts. ¡Vamos a las ofertas de verdad!

AYUDANTE. El Hijo, El Hijo, El Hijo... ¿Quién se lleva El hijo?

PERSONA 1. No nos interesa.

PERSONA 3. Yo no tengo mucho pero ofrezco todo lo que tengo, ofrezco $10 pesos.

AYUDANTE. Tenemos $10 ¿Quién da $20?

PERSONA 1. ¿No entiende? No queremos esa pintura venimos por los cuadros valiosos, no nos interesa ningún tal hijo.

PERSONA 2. ¡Si! No nos haga perder el tiempo.

AYUDANTE. A la 1, a las 2… Vendida por $10 pesos.

PERSONA 1. ¡Qué bueno! Ahora podemos seguir con las que realmente valen la pena.

PERSONA 2. ¡Sí! Empecemos con la colección.

AYUDANTE. Lo siento mucho, damas y caballeros, pero la subasta llegó a su final.

PERSONA 2. ¿Qué? ¿Qué está diciendo?

PERSONA 1. ¡Pero si quedan muchos cuadros todavía!

AYUDANTE. Lo lamento mucho pero cuando el propietario de la colección murió se descubrió un secreto estipulado en su testamento. Yo tenía conocimiento pero no tenía permitido revelar esta estipulación hasta este preciso momento. Solamente la pintura de “El Hijo” sería subastada y aquel que la aceptara heredaría absolutamente todas las posesiones de este hombre, incluyendo las famosas pinturas.

PERSONA 1. Solo nos han hecho perder el tiempo, me voy.

PERSONA 2. Esto parece increíble. ¡Vámonos de aquí!

(Persona 3 al ver que se quedó solo va hacia el frente y el ayudante le entrega el cuadro y un sobre.)

AYUDANTE. Felicidades, Señor. (Le entrega el cuadro y un sobre y se retira.)

PERSONA 3. Gracias. (Se queda un poco pensativo y mira hacia el frente.) ¿Saben algo? Nunca pensé que este cuadro fuera tan valioso, ni tan importante. A través de él me he dado cuenta que las cosas muchas veces no son lo que aparentan ser. Nunca pensé que al decidirme por El Hijo obtendría todo lo demás.

VOZ EN OFF. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. El que se queda con el Hijo lo obtiene todo. Hoy tienes la oportunidad de hacer tu mejor decisión. Decídete por el ahora.

Adiós al desánimo

22 Minutos y 14 Personajes + Extras. Un ejemplo de perseverancia. Unos jóvenes se sienten desánimados porque creen que son culpables de que otros jóvenes no asistan a la iglesia. Encuentran en la palabra de Dios motivos para seguir predicando el evangelio y traer nuevas almas a su redil.

ADIÓS AL DESÁNIMO


PERSONAJES

CHAMUQUILLO
CHAMUMALITO
MALVADO
FABIOLA
RUT
BRENDA
DANIEL
PEDRO
CARLOS
MAMÁ
CAROL
JOVEN
PASTOR
NARRADOR


ESCENA I: LOS DEMONIOS PLATICANDO EN LA CALLE

CHAMUQUILLO. Carlos se arrepintió de su robo y está preparado a hacer todo lo necesario para regresar todo el dinero. ¡Qué horrible! Ya está aprendiendo que toda su justicia viene de Cristo y por esto puede pedir perdón y seguir adelante sin sentirse inútil por algunas semanas. Tal vez la próxima vez que peque se arrepentirá al mismo momento que se da cuenta de su pecado y no perderá tiempo. Los Cristianos que aprenden esto son pesadillas para nosotros.

CHAMUMALITO. Y este Pedro puede crecer y ser un buen líder cristiano. Es muy tenaz y muy diligente, estos tipos son los más difíciles de tumbar.

CHAMUQUILLO. ¿Y qué podemos decir a Malvado?

CHAMUMALITO. Tal vez podamos tomar el crédito para Claudia.

CHAMUQUILLO. Malvado es demasiado astuto para esto.

CHAMUMALITO. Pero, ¿qué plan podemos presentar a Malvado?

CHAMUQUILLO. Tal vez podemos lograr que los jóvenes se interesen en el ocultismo.

CHAMUMALITO. Lo dudo. Saben demasiado de la Biblia.

(Entra Malvado.)

MALVADO. Ustedes están dándome reportes pésimos. No pueden hacer ninguna tarea bien. Ni voy a decirles que tan ineptos son. No hay palabras para expresar mi menosprecio y desesperación. Ustedes me causan dolores de cabeza y regaños muy feos de mi jefe.

CHAMUQUILLO. Es porque todos tenemos una misión imposible y en el fin del mundo perderemos todo. Mejor disfrutamos lo poquito que podamos en esta miserable vida. Menos mal que será nuestro futuro.

MALVADO. (Gritando.) Nunca quiero oír este tipo de razonamiento. ¡Nunca! ¡Venganza! ¡Venganza! Vivimos para vengarnos. ¿Dónde está tu espíritu de pleito, de enojo, de furor? ¿Vas a aceptar tu destino sin vengarte de Dios destruyendo a los humanos que Él ama tanto? ¿Qué plan tienes para derrotar al grupo de jóvenes?

CHAMUQUILLO. Tal vez podamos involucrarlos en el ocultismo.

MALVADO. ¡Insensato! ¡Sin cerebro! ¿Piensas qué los jóvenes con tanta enseñanza bíblica de pronto caerán en el ocultismo? Esto es ridículo.

CHAMUMALITO. Chamuquillo, te lo dije.

CHAMUQUILLO. Y si eres tan inteligente, ¿qué plan propones tú?

CHAMUMALITO. Ya que Claudia está embarazada, tal vez podemos ayudar en la producción de más bebes.

MALVADO. Necesitamos una estrategia más sutil. Todas las chicas están asustadas y tienen más determinación que nunca para vivir en pureza. Pero nosotros sabemos que Claudia siempre fue hipócrita y solamente vino al grupo de jóvenes para conseguir novio. Y no tuvo éxito, y esto por culpa de ustedes. Ella fue a la peor discoteca de la ciudad, que para nosotros es la mejor, obviamente. Pero si ellos pueden sentirse culpables y desanimados por todo lo que sucedió, será excelente. También Noé fue a la reunión y no le gustó. Este mes la asistencia ha bajado, porque se sienten tristes e inseguros en darse cuenta de que el Líder de Jóvenes va a otra ciudad y no saben quien tomará el lugar, tienen una gran oportunidad de desanimarlos. Y esta vez espero un buen reporte.

CHAMUMALITO. Desánimo es la estrategia.

CHAMUQUILLO. ¡Al ataque!


ESCENA II: LOS JÓVENES PLATICANDO DESPUÉS DE LA REUNIÓN.

FABIOLA. Rut, ¿cómo estás?

RUT. Pues medio triste al oír las noticias acerca de Claudia. No puedo creer que esto le haya pasado a una muchacha de nuestro grupo especialmente después de que todos hicimos el compromiso de guardar el sexo para el matrimonio.

CHAMUQUILLO. (A Fabiola en voz baja.) Es tu culpa que Claudia cayera en pecado. Recuerda la noche cuando estuviste demasiado cansada para llamarla e invitarla a la clase de discipulado.

FABIOLA. Tal vez no hice todo lo que pude para ayudarla en su vida espiritual.

CHAMUMALITO. (A Rut en voz baja.) Rut, no le platicaste acerca del peligro de usar ropa provocativa. Esto era tu responsabilidad.

RUT. Tal vez fui yo la que falló.

(Se acercan Daniel, Pedro y Carlos.)

BRENDA. Quizás nuestras reuniones deben ser más dinámicas. Cuando Noé asistió me dijo que no le gustó y que no quería regresar.

CHAMUMALITO. (A Pedro en voz baja.) Pedro, es tu culpa porque no fuiste a visitar a Noé.

PEDRO. Pienso que hablamos demasiado con nuestros propios amigos y no charlamos con los nuevos. La noche que vino Noé tenía un fuerte dolor de cabeza y regresé a mi casa sin saludar a nadie.

CHAMUQUILLO. (A Daniel en voz baja.) Daniel, es tu culpa porque no fuiste a visitar a Noé.

DANIEL. El lunes después de que vino Noé, mi abuelita murió y no lo fui a visitar. Y después se me olvido.

CARLOS. ¿Qué está pasando con nosotros? Cuando Rodolfo ya no sea nuestro Líder de Jóvenes, ¿qué haremos?

RUT. Rodolfo ha sido muy buen líder. No quiero pensar qué sucederá el mes próximo, cuando él no esté con nosotros.

PEDRO. Benjamín dijo que dejaría de venir si hay otro líder.

FABIOLA. Pero esto es una mala actitud.

BRENDA. Pues, entonces yo también estoy contaminada. He oído que el Pastor pondrá a Arturo y Esmeralda como nuestros líderes. Si ellos son los líderes, no voy a asistir.

DANIEL. Sin Rodolfo no va a ser fácil, pero podemos ser leales y seguir adelante. El grupo de jóvenes existe para honrar a Cristo, no importa quien sea el líder.

CHAMUMALITO. (A Rut en voz baja.) Daniel siempre aparenta ser optimista, pero nunca afronta la realidad. Debes llamarle la atención.

RUT. Daniel, nunca ves la realidad. Estamos viviendo una situación sumamente difícil y actúas como si nada. Debes admitirlo en vez de estar tan positivo.

CHAMUQUILLO. (A Fabiola en voz baja.) Hay que defender a Daniel.

FABIOLA. Es que Daniel ve las cosas con fe, sabiendo que con Dios no hay imposibles. La razón por la que esto te parece raro a ti es porque eres una cristiana inmadura.

RUT. Tengo más años como cristiana que tú, además yo terminé primero el curso del Instituto Bíblico por auto aprendizaje.

PEDRO. Esto no ayudará en nada. Vamos todos a comer. Así nos olvidamos de los problemas. Tengo mucha hambre y con el estómago lleno me sentiré mejor. Dios provee la posibilidad de comer y tomar refrescos y convivir para tiempos así.

BRENDA. Cierto. "Y Dios creó la coca cola y vio que era buena" Génesis 1:75.

(Todos se ríen.)


ESCENA III: ESTUDIO BÍBLICO CON DANIEL, CARLOS, PEDRO E IVÁN

DANIEL. Vamos a leer varias citas bíblicas. Por favor encuentren los dos versículos que voy a asignarles para que puedan leerlos después. Pedro; Hebreos 10:35 al 38 y I Juan 4:4. Carlos: II Timoteo 4:2 y I Juan 5:4 e Iván, Romanos 8:37 y Hechos 14:19.21. (Todos encuentran las citas dejando sus biblias abiertas a la primera cita y dejando el marcador en la segunda.) Pedro, por favor lee Hebreos 10:35-38.

PEDRO. "No perdáis pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón. Porque os es necesario la paciencia para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa... más el justo vivirá por fe, y si retrocediera, no agradará a mi alma" ¡Vaya! Pienso que esto esta escrito para nuestro grupo de jóvenes.

DANIEL. Carlos, ahora lee II Timoteo 4:2.

CARLOS. Con gusto "Que prediques la palabra, que instes a tiempo y fuera de tiempo, redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina". No importa qué suceda, debemos continuar evangelizando.

Nota: Leyendo los versículos con las omisiones marcadas, pueden hacer el drama más dinámico porque no es posible leerlos todos sin que aburran al público. Los actores deben tener papelitos en sus Biblias para leer los versículos, sin perder tiempo en buscarlos en ese momento.

DANIEL. Iván, por favor Romanos 8:37

IVÁN. "Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó", pero no me siento como más que vencedor.

DANIEL. Hay que aceptar que la Palabra de Dios es la verdad, no importa como nos sentimos. Cuando tenía bronquitis, no me sentía como humano, y menos como cristiano pero mis sentimientos no cambiaron la verdad. Pedro, lee por favor I Juan 5:4.

CARLOS. "Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo, y ésta es la victoria que ha vencido al mundo nuestra fe".

DANIEL. Así como la naturaleza del pez es nadar, es natural que los que son nacidos de nuevo venzan al mundo. Si nos sentimos vencidos, es porque el diablo ha robado algo de nosotros, usualmente es nuestra fe. Debemos tener la actitud de Pablo, el apóstol. Iván, ahora puedes leer Hechos 14:19,21

IVÁN. "Y habiendo apedreado a Pablo, le arrastraron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto. Pero rodeándole los discípulos, se levantó y entró en la ciudad, y al día siguiente salió con Bernabé para Derbe, y después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra”.

DANIEL. ¿Qué tienen en común estos pasajes de la Biblia?

PEDRO. Qué no hay derrota para los cristianos porque siempre tienen disponible el poder de Dios que es sin límite.

IVÁN. En la peor situación, es cuando más debemos trabajar para el Señor.

CARLOS. Por esto debemos organizar a los jóvenes para evangelizar más que nunca.

DANIEL. Todo el libro de Hechos tiene este tema. Pablo sale de la cárcel para predicar más. En la cárcel de Roma él predicó a todos en el servicio de César y escribió cartas a las Iglesias, algunas están en la Biblia de hoy. Cuando perdió obreros, él siguió predicando. ¿Por qué no nos proponemos evangelizar a los adolescentes enfrente de la discoteca en las reuniones?

(Todos dicen que es buena idea y que pueden contar con ellos.)

DANIEL. ¡Qué bueno! Invitaremos a todos a una velada de oración en mi casa este viernes para prepararnos para evangelizar.


ESCENA IV: JUNTA DE EMERGENCIA DE DEMONIOS

MALVADO. ¡Qué reporte tan horrible! Por esto hay una junta de emergencia. ¡Cómo odio los estudios bíblicos! Durante el estudio, ¿qué pensamientos pusieron en sus mentes para contradecir la Palabra de Dios?

CHAMUQUILLO. Lo normal.

MALVADO. Pues, si es cierto, ¿a qué horas empezó el estudio?

CHAMUMALITO. Pues a las 12 del mediodía.

MALVADO. Mi espía me dio la noticia de que no fueron. El estudio empezó a las once. ¿Cómo es posible? Este es su trabajo y no asistieron al estudio bíblico.

CHAMUQUILLO. Pero también oran y tanta oración me da ataques de alergia.

CHAMUMALITO. Y los versículos bíblicos causan que sangre mí ulcera.

MALVADO. No quiero pretextos. No importa qué tengan que hacer, hay que parar la reunión de oración y el evento de evangelismo.

CHAMUQUILLO. Tú sabes que si ellos realmente dependen del poder de Dios, no podemos parar nada.

CHAMUMALITO. Siempre esperas de nosotros lo imposible. No es justo.

MALVADO. Una palabra más y les castigo.

AMBOS. ¡No, no! Por favor.

CHAMUMALITO. Haremos todo lo que podamos, todo.

CHAMUQUILLO. ¡Al ataque!


ESCENA V: EN CASA DE DANIEL LA NOCHE DE LA VELADA, MAMA, DANIEL Y FABIOLA ESTÁN EN LA SALA.

MAMÁ. Voy a la recamara a leer. Estoy tan contenta de que los jóvenes vayan a orar aquí. Daniel, si nos necesitan, tu papá y yo estaremos en la habitación. Buenas noches.

FABIOLA. Ojala tengamos buena asistencia en la velada. Es más bonita tenerla en una casa, si solamente mis padres fueran cristianos y me permitieran hacer cosas así.

DANIEL. Algún día...

(Tocan a la puerta y entran Rut, Brenda, Carol, Pedro, Carlos e Iván. Todos se saludan.)

DANIEL. Vamos a empezar de inmediato a orar.

(Se va la luz.)

BRENDA. ¿Qué pasó con la luz?

(Entra Chamuquillo con un cuchillo o tijeras inmensas en silencio y con una sonrisa diabólica.)

IVÁN. Mira, hay luz en toda la calle, menos en tu casa.

DANIEL. Ni modo. Vamos a tener una velada autentica de velas.

PEDRO. ¿Y el pastel?

(Daniel trae dos velas y los fósforos para encenderlas.)

DANIEL. Empezaremos, quisiera leer...

(Empieza música de rock con volumen fortísimo y toca a la puerta el vecino joven.)

DANIEL. Adelante Chilo.

JOVEN. ¿Podrían mover el carro de enfrente? Vamos a tener una fiesta aquí.

(Pasa Chamumalito riéndose. Tocan a la puerta los tíos.)

DANIEL. Adelante, bienvenidos. Tía, ¿cómo estás? Tío, ¿cuándo llegaron a la ciudad?
(Llamando.) Mamá, vinieron a visitarnos tío Alberto y tía Alma.

(Entra mamá corriendo.)

MAMÁ. Disculpa que no haya luz, y por tanto ruido, pero los vecinos están de fiesta. Pasen a la cocina a tomar una taza de café.

FABIOLA. Llamaré al Pastor. Pienso que podemos usar la Iglesia. Pedro, ¿puedes quitar tu carro de enfrente de la casa de los vecinos y llevarnos a la Iglesia?

PEDRO. Si, por supuesto. (Sale Pedro. Daniel marca el teléfono.)

DANIEL. Bueno, Pastor, ¡Qué feliz estoy de que esté en su oficina! No podemos tener nuestra velada de oración en mi casa, ¿Podemos usar la Iglesia?

PASTOR. Sí, no hay ningún problema. El velador siempre está en la Iglesia y él puede cerrarla cuando terminen.

(Entra Chamuquillo con una bujía del carro de Pedro con sonrisa diabólica. Entra Pedro.)

PEDRO. No arranca mi carro para nada. ¡Qué raro! Ayer le hice la revisión vehicular y el mecánico me dijo que estaba funcionando bien.

DANIEL. Y con la huelga de camiones, solamente hay una cosa por hacer. Iremos caminando a la iglesia.

BRENDA. Pero son casi tres kilómetros

DANIEL. No importa. Vamos a tomar la actitud del apóstol Pablo.

IVÁN. Parece que va a llover.

DANIEL. Hay tres paraguas en mi casa que puedo traer para las mujeres. Y si nos mojamos, no nos vamos a morir. (Saca los paraguas.) ¡Vámonos!

NARRADOR. Tuvieron su velada de oración y Dios los visitó. Puso en ellos una carga grande para las almas. El domingo fueron a testificar y cuatro personas aceptaron a Cristo.


ESCENA VI: LA REUNIÓN DE JÓVENES EN QUE ALGUNOS DAN TESTIMONIOS. DANIEL ESTÁ ENFRENTE DEL GRUPO DE JÓVENES.

DANIEL. Voy a pedir a algunos que den testimonio de lo que pasó el domingo.

(Pasa Rut.)

RUT. Primeramente doy gracias a Dios por Daniel. Sin su espíritu de fe no hubiéramos experimentado la victoria. Brenda y yo nos acercamos a dos muchachas que estaban formadas para entrar a la disco. Después de platicar un poquito, una de ellas empezó a llorar. Dijo que sus padres habían decidido divorciarse. Ella dijo que fue a la discoteca solamente para tratar de olvidarse de los problemas, pero que no pudo divertirse. Expusimos el plan de salvación y ella aceptó a Cristo. (Al público.) Por favor, oren por ella. Su mamá no le permite asistir a nuestra iglesia.

(Pasa Pedro.)

PEDRO. A Carlos y a mí nos tocó platicar con el hijo de un ateo que es profesor en la universidad. Primero se burló mucho, pero finalmente nos escuchó. Aún prometió leer el evangelio de Juan que le regalamos y me dio su número de teléfono.

(Pasa Iván.)

IVÁN. Daniel y yo platicamos con tres muchachos. La verdad es que me sorprendió que tuvieran tanto interés en el plan de salvación. Entonces nos dijeron que hace una semana un amigo murió en un choque automovilístico. Aquí están, quiero presentarles a Óscar, Andrés y Paco.

(Se paran y todos les aplauden.)

FABIOLA. A Carol y a mí nos tocó platicar con unas muchachas ricas. Nos preguntaron: "Ustedes son ____________", y yo le contesté: "Somos personas que creen que la Biblia es la verdad y me gusta la palabra ___________ porque significa: _____________". Entonces ella me preguntó si tenía novio y cuando le dije que sí, me preguntó: “¿Y él te lleva a puros estudios bíblicos y reuniones de oración, verdad?”

(Todos se ríen.)

FABIOLA. Les dije que eran mis actividades favoritas, pero que también vamos a comer pizza y jugar voleibol, me vieron como si fuera de otro planeta. Carol dijo que la cosa más bonita para ella de conocer a Cristo personalmente era que ella sabía que irá al cielo. Nos dijeron que pusiéramos los pies sobre la tierra, y se burlaron mucho cuando les regalamos folletos. Pero tengo una victoria personal. Antes, la burla me hacia pensar en que no debía compartir con gente tan ingrata y me sentía mal de que me rechazaran. Esta vez Dios me dio mucha compasión por ellos y más ganas de compartir el evangelio. Es un privilegio cuando se burlan de ti por el Señor.

(Entra Chamuquillo y Chamumalito a un lado.)

CHAMUQUILLO. ¿Oíste lo que dijeron?

CHAMUMALITO. Sí, después de todo, nuestro trabajo para destruir la reunión de oración, ¡Mira lo que sucedió!

CHAMUQUILLO. Cuando realmente captan que Dios puede llevarlos de victoria en victoria y no permiten que el miedo, la falta de fe, el egoísmo, o su propia comodidad interfieran en hacer la voluntad de Dios, estamos vencidos. ¡Qué desastre! Si solamente fuéramos elefantes, o gatitos, aun cucarachas, la vida del demonio es demasiado dura cuando los cristianos en verdad siguen a Dios.

Don dinero puede convertirte en esclavo

20 Minutos y 14 Personajes. El peligro de endeudarte.


DON DINERO PUEDE CONVERTIRTE EN ESCLAVO



PERSONAJES

CHAMUQUILLO
CHAMUMALITO
MALVADO
CARLOS
ENRIQUE
NARRADOR
HOMBRE
VOZ AL TELÉFONO
CLIENTA
SERGIO
VOZ DEL CIELO
PROVEEDOR
RUT
ROSY


ESCENA I: DOS DEMONIOS PLATICANDO EN LA CALLE

CHAMUQUILLO. Es tu culpa que Carlos haya confesado sus celos, inconformidad y deseo de creer lo peor de Pedro.

CHAMUMALITO. No es cierto. Si hubieras estado más listo, hubiera sido posible engañar al Líder de Jóvenes para que disciplinara a Pedro. Era tu tarea prevenir a Pedro de explicar todo lo de su prima. Si Pedro como inocente hubiera sido puesto bajo disciplina, hubiera sido fácil hacerlo enojar y no perdonar a Carlos. Pero tú estabas tomando una siesta. Un gran pleito entre Carlos y Pedro nos hubiera dado posibilidades de hacerles pecar gravemente, o por lo menos no asistir a la Iglesia.

CHAMUQUILLO. Y si tú eres un súper demonio, ¿Por qué no paraste el estudio bíblico universitario? Pedro aceptó a Cristo y para nosotros es un desastre. Tan popular que es, muchos van a tener interés en el evangelio. ¿Cómo es posible que no pudieras pensar en algo para obstaculizarlo para que no asistiera al estudio?

CHAMUMALITO. Era tu tarea parar el estudio bíblico, no la mía.

CHAMUQUILLO. Tú sabes bien que los humanos tienen libre albedrío. No son títeres. Después de arrepentirse de su orgullo, Carlos se puso a orar mucho. Pero Daniel y él oraban mucho por el estudio bíblico. Es casi imposible para mí acercarme. Tú sabes cómo afecta a mis alergias la oración.

CHAMUMALITO. Y cuando leen la Biblia le hace daño a mis úlceras.

(Entra Malvado corriendo.)

MALVADO. ¡No es su culpa! Ustedes esperan que crea esto. ¡Nunca! Pocas veces tienen una oportunidad tan buena para causar fricción y problemas entre creyentes, ¡No lo aprovecharon! Pero sí son insensatos...

CHAMUQUILLO. (Con rencor.) Flojos, ignorantes, inútiles, faltos de habilidades y no servimos para nada.

MALVADO. (Furioso.) Son peores que esto. Ustedes no conocen la ventaja de la paciencia y la sutileza.

CHAMUQUILLO. (A Chamumalito.) ¡Te dije que hablas demasiado!

MALVADO. (Muy enojado.) ¡Cállate! Estoy hablando. En general, ustedes ponen tentaciones demasiado obvias. Cuando alguien sabe mucho de la Biblia, hay que cambiar sus pensamientos poco a poco. ¿Han oído del famoso sapo que murió en una olla de agua hirviendo porque se calentaba tan lentamente que no lo notó y se acostumbró, hasta cuando estaba hirviendo ya era demasiado tarde para salirse? Ésta es su estrategia. Si sabe donde termina todo, el creyente huirá de la tentación.

CHAMUQUILLO. (Con amargura.) Usted es el experto en esto. Usted debe dar un plan para tumbar a Carlos.

MALVADO. (Gritando.) Si no quieren que los castigue, denme su plan para tumbar a Carlos.

CHAMUQUILLO. Carlos tiene un examen de química, tal vez podemos convencerle para copiar.

MALVADO. Eres un idiota. Carlos siempre estudia y es muy inteligente. Sería casi imposible convencerle para copiar en un examen.

CHAMUQUILLO. Si usted tiene una buena idea, dígala y la pondremos en marcha.

MALVADO. La economía en este país es pésima. Por tal motivo pagan muy poco y venden cosas caras. Podemos atrapar a mucha gente por pedir prestado hasta tener una deuda imposible. Pues la familia de Carlos tenía dinero, pero ya que quebró el negocio de su padre, es difícil ajustarse a un estilo de vida diferente. Ya desesperado, es más fácil convencerle de que hay que pecar para resolver su situación. Es importante guiar a Carlos paso por paso para endeudarse y que no tenga idea de lo que está sucediendo.

CHAMUMALITO. ¡Brillante!

CHAMUQUILLO. ¡Al ataque!


ESCENA II: LA CALLE ENFRENTE DE LA ZAPATERÍA 2000. HAY ZAPATOS EN EL APARADOR

NARRADOR. Son las ocho de la tarde de un viernes, Carlos y Enrique están saliendo de su trabajo.

CARLOS. Ya empieza otro fin de semana. ¡Qué lástima que necesito estudiar mucho!

ENRIQUE. Tampoco voy a divertirme este fin de semana; nos pagan tan poquito que no alcanza para nada. Después de pagar la casa de asistencia y apartar dinero para el camión, comprarme pasta de dientes, shampoo y lavar la ropa, no me sobra nada.

CARLOS. Pero el sábado en la noche voy a la reunión de jóvenes y esto no cuesta nada. Te invito. Además, Sergio es muy buen jefe y nos pagan más que en otros lugares.

(Entran en silencio Chamumalito y Chamuquillo.)

ENRIQUE. Pero, ¿cuándo me podré comprar ropa decente? La verdad es que no tengo novia porque no hay dinero para pasearla.

CHAMUMALITO. (A Carlos.) ¿Y tu ropa? También es pésima. No tienes nada a la moda. No tienes una bolsa de dormir. Si traes cobijas al retiro de jóvenes, Rut y las otras muchachas van a pensar que eres pobre. Además, tu equipo de sonido es horrible. Sería impresionante comentar a Rut que compraste un iPod nuevo. Es para tu vida espiritual. Necesitas oír siempre alabanzas. Es muy triste que no ganes lo suficiente para comprar estas cosas tan necesarias.

CARLOS. Sí, es cierto que no tengo mucho dinero para comprar ropa de moda. Vi unos tenis súper, me gustaría tanto comprarme una chamarra de piel, como las que se usan este año…

ENRIQUE. Estoy viviendo sin televisión. ¿Cómo podría admitir esto ante una muchacha? A ellas les gusta el hombre que viste bien y tiene el dinero para pasearlas en lugares bonitos, si no puedo mejorar mi situación, voy a quedarme soltero.

CHAMUQUILLO. Con ropa nueva, Rut te vería muy guapo. Necesitas pedirle que sea tu novia antes de que Andrés la conquiste.

CARLOS. ¿Piensas que Rut saldría conmigo si me comprara ropa de moda?

(Se acerca un hombre con volantes.)

ENRIQUE. Sí, y yo podría ser novio de Catalina. Vi pantalones de mezclilla a la última moda en la nueva tienda “Todo Tenemos”.

HOMBRE. Puedes comprarlos y también otras cosas. Lee esté volante. Desde hoy empiezan ofertas de todo el fin de semana. Hay tantas cosas en especial incluyendo pantalones de mezclilla. Se pueden pagar en abonos. El enganche es muy poco. Nunca encontraran ofertas mejores.

CHAMUQUILLO. (A Carlos.) Esta es tu oportunidad ¡Aprovéchala!

NARRADOR. Carlos y Enrique fueron a la tienda. Encontraron cosas buenas y baratas. Sólo les pidieron un poco de enganche, por lo que ambos pudieron comprarse mucho. Cuando firmaron su contrato de pago, no notaron los intereses altísimos, ni la cláusula que explicaba que la tienda tiene derecho de quitar el 25% de sus sueldos para que paguen sus deudas y que después de tres meses de no pagar, podían demandarlos y embargar sus pertenencias hasta que liquiden la deuda.



ESCENA III: UN LADO DE LA PLATAFORMA ES LA CALLE, COMO LA TIENDA ESTÁ EN ESQUINA HAY UNA SECCIÓN QUE ES EL APARADOR LLENO DE ZAPATOS. EN EL OTRO LADO DE LA PLATAFORMA ESTÁ LA OFICINA DE LA TIENDA. EN LA OFICINA HAY UN ESCRITORIO CON CAJONES, O ALGO QUE SIMULE SER LA CAJA FUERTE Y UN TELÉFONO. CARLOS ESTÁ ESPERANDO EN LA CALLE HASTA QUE LLEGUE ROSY PARA ABRIR, PERO PRIMERO LLEGA ENRIQUE.

CARLOS. Enrique. ¡Buenos días! Cuando el jefe está de vacaciones, nosotros somos los únicos que se reportan al trabajo a tiempo. Ni siquiera está Rosy para abrirnos.

ENRIQUE. ¡Buenos días! La verdad es que una pesadilla me despertó muy temprano y no pude dormirme otra vez. Por eso estoy aquí antes de la hora.

CARLOS. ¿Qué tipo de pesadilla tuviste?

ENRIQUE. Soñé que me metían a la cárcel por no pagar a la tienda “Todo Tenemos” y no tenía nada de comer más que espinacas.

CARLOS. ¿Has pagado tus abonos a la tienda?

ENRIQUE. No, ¿y tú?

CARLOS. Tampoco.

(Entra un hombre con un portafolio con papeles oficiales.)

HOMBRE. ¿Son ustedes Carlos Gutiérrez Acevedo y Enrique Campos Morán? ¿Son ustedes empleados de la zapatería 2000?

CARLOS. Así es.

HOMBRE. Soy representante de la tienda de “Todo Tenemos”. Ustedes no han pagado sus abonos en tres meses. Tienen que pagar todo en un plazo de 24 horas o voy a mandar al licenciado para poner una demanda.

CARLOS. (Asustado.) Por favor, tenga misericordia. Mi mamá se enfermó, por estos tres meses he gastado todo mi sueldo para comprarle medicinas. Ya está mucho mejor y el doctor dice que con dos semanas más de medicina será suficiente, ¡Gracias a Dios! Sí pagaré. Solamente déme un poco de tiempo. Es imposible para mí pagarles todo en 24 horas.

ENRIQUE. Me subieron la renta y no tenía la opción sino pagarla hasta que encuentre donde vivir, pero ya tengo a donde mudarme

HOMBRE. Tienen 24 horas para pagar todo o voy a mandar al licenciado.

CARLOS. Regresaré a la tienda todo lo que he comprado. Dice el volante que si no le gusta la mercancía es posible regresarla. Ya odio todo lo que compré.

HOMBRE. No leísteis la letra chica que dice que hay que regresarlo dentro de una semana, pues después de este tiempo no se aceptan devoluciones, no hay excepción. No aceptamos ningún pretexto. Otra vez, si no pagan en 24 horas mandaré al licenciado. ¡Es mejor que paguen y eviten ir a la cárcel!

(El hombre se va y llega Rosy.)

ROSY. ¡Buenos días! Parecen muy tristes. La mañana está preciosa. ¿Qué pasa? Todavía nadie se ha quejado de que no tenemos su tamaño o que los precios son injustos, o que no tenemos el color exacto para combinar con el vestido nuevo. (Rosy simula abrir la puerta.) Carlos y Enrique, deben acomodar todos los zapatos.

(Ellos acomodan los zapatos mientras Rosy abre los cajones del escritorio con llave y saca algunos papeles. Mientras entran Chamumalito y Chamuquillo sin ser notados. Suena el teléfono.)

ROSY. ¿Bueno?

VOZ AL TELÉFONO. Rosy, soy Fernando. Estoy aquí en el hospital. Tuvimos que traer a papá por un dolor muy fuerte que le dio en el corazón. Es posible que sea un infarto. Los médicos lo están examinando. Es mejor que vengas de inmediato.

CHAMUMALITO. (A Rosy.) Rosy, tu papá se está muriendo. Tienes que irte de inmediato si quieres verlo vivo.

ROSY. Carlos y Enrique, mi papá se está muriendo, le dio un ataque al corazón. Les encargo la tienda. Carlos, aquí está el cambio para que abras la caja y las llaves para cerrarla bien. Después de cerrar todo, lleva las llaves a mi casa. Sabes que ya vivo cerca de la tuya. (Le da a Carlos un sobre con cambio y llavero con algunas llaves.)

CARLOS. Lo siento mucho. Voy a orar por tu papá y por ti.

(Rosy se va y Chamuquillo abre muy bien el cajón con los cheques.)

CHAMUQUILLO. (A Enrique.) Enrique, esta es la oportunidad de conseguir el dinero que tanto necesitas. Sería mejor compartirlo con Carlos así él no podrá ser testigo en tu contra.

ENRIQUE. (Ve el cajón abierto sacando los cheques.) ¡Vaya! es una pila de cheques firmados por el jefe para pagar a los proveedores y la luz, etc.

CHAMUQUILLO. Enrique, solamente necesitas uno de estos cheques para resolver tus problemas y los de Carlos. Hay que presentar la idea a Carlos como un préstamo. Mira. El cheque de encima tiene un poco más de la cantidad para pagar las deudas en total. Es del proveedor de León que debe venir hoy. Rosy ni se dará cuenta si no está. Tú puedes pagar solamente por tres meses y con el resto ir a otra ciudad a vivir.

ENRIQUE. Carlos, tengo una idea para resolver nuestras deudas y salvarnos de la cárcel.

CARLOS. Ojalá sea buena y que funcione.

ENRIQUE. Necesitamos un préstamo. Podemos pagarlo después. La única persona que sabes que nos prestará dinero es Sergio. No está, pero él no quiere que vayamos a la cárcel, sería malo para su negocio. Mira, aquí hay cheques firmados por él. Porque Rosy no está, sería necesario cobrarlo yo. He ido con Rosy varias veces al banco, y el ejecutivo de cuenta me conoce. Cuando regrese Sergio, podemos pedirle que lo descuente de nuestro sueldo de poquito en poquito.

CARLOS. No sé. Me parece que no es honesto cobrar cheques de otra persona, no importa las circunstancias.

ENRIQUE. Pero, ¿cómo le vamos a llamar a Acapulco? Tenemos solamente veinticuatro horas. ¿Quieres ir a la cárcel?

CHAMUMALITO. (A Carlos en voz baja.) Una demanda va a manchar tu testimonio y Rut no te hablará si te llevan a la cárcel. Esto es urgente.

CARLOS. Pues pienso que Sergio va a entender que esto es una emergencia.

NARRADOR. Carlos no supo que Enrique falsificó una carta con la firma de Rosy donde autorizaba cambiar el cheque. Cuando vino el proveedor de León, Carlos dijo la verdad, que el jefe estaba de vacaciones y que Rosy se fue al hospital y que nadie le autorizó a pagar la cuenta. Por el hecho que siempre le pagaban, el proveedor aceptó la explicación.



ESCENA IV: LA TIENDA, HAY ZAPATOS EN LA VENTANA, EN EL OTRO LADO DE LA PLATAFORMA ESTÁ LA OFICINA. ROSY ESTÁ SENTADA EN SU ESCRITORIO Y CARLOS ESTÁ ATENDIENDO UN CLIENTE.

NARRADOR. Ya ha pasado un mes. Enrique nunca regresó a trabajar. Cuando Sergio regresó de sus vacaciones, a Carlos le parecía imposible confesar lo que había hecho. Además, si empezó pagar a Sergio, Carlos no tenía dinero para salir con Rut y Sergio ni se dio cuenta de su dinero perdido. Pero se puso más y más miserable. El versículo que memorizó regresaba a su mente día y noche: "El que encubre sus pecados, no prosperará, mas el que los confiesa y se aparta, alcanzará misericordia".

(Entra en la tienda el proveedor.)

PROVEEDOR. (A Carlos.) Quiero hablar con Sergio Monclavo.

(Entra Sergio y atrás de él escondidos Chamumalito y Chamuquillo.)

SERGIO. ¿Rosy qué pasó con el cheque para el señor Galván? $______ (Cantidad suficiente para comprar un Ipod, una TV, bolsa de dormir, zapatos y ropa.)

ROSY. En verdad que no vi ningún cheque por esta cantidad. Ayer llegó el estado de cuenta y no tuve tiempo de abrirlo y revisarlo. Déjame revisarlo. A ver, una copia de una carta que no escribí dando a Enrique el poder de cobrar el cheque. Ya sé por qué no regresó. La fecha es el 28 de julio, cuando pensé que mi papá iba a morir y fui al hospital.

CLIENTA. Yo trabajo en la tienda “Todo Tenemos”. Es el día que vino él (apuntando a Carlos) a pagar toda su deuda, y después vino Enrique Campos Morán para pagar por los tres meses, y la tienda todavía está tratando de localizarlo para que pagué el resto.

SERGIO. Carlos, ¿sabes algo de este cheque?

CHAMUQUILLO. Di que no.

VOZ DEL CIELO. "El que encubre sus pecados, no prosperará".

CARLOS. Pues, sí.

SERGIO. ¿Qué pasó?

CHAMUMALITO. Échale toda la culpa a Enrique. Dile que tu tío te dio el dinero.

VOZ DEL CIELO. "El que encubre sus pecados, no prosperará".

CARLOS. Enrique lo cobro, pero me dio la mitad. La idea era un tipo de préstamo para que no nos llevaran a la cárcel por no pagar nuestras deudas.

SERGIO. Rosy, por favor, paga al proveedor. Señor Galván déjeme su catálogo y su número telefónico aquí y le llamaré para solicitar la siguiente orden. Rosy, por favor, toma ya tu hora para comer. Necesito hablar seriamente con Carlos. (A Carlos.. Siéntate, Carlos. (Se sienta a su lado.) ¿Por qué fuiste parte de un robo?

CARLOS. Enrique y yo compramos muchas cosas en abonos en la tienda de “Todo Tenemos”. Mi mamá se enfermó y no podía pagar. Vino el representante de la tienda amenazándonos que si no pagábamos en veinticuatro horas nos demandarían hasta hacernos ir a la cárcel. Enrique encontró el cheque y me convenció de que sería un préstamo pero cuando nadie lo notó, me dio pena confesarlo. Ya tengo novia y si empiezo a pagarlo, no tendría dinero para gastar con Rut.

SERGIO. Entiendo las tentaciones de los jóvenes Cristianos y sé que tienes apenas un año en el Señor y también sé que las tiendas te asustan diciendo que pueden mandarte a la cárcel aunque no sea cierto. Te perdono y siempre seré tu amigo, pero no puedo emplear a un cajero en mi tienda que es capaz de robar dinero. Tengo un sobrino que necesita trabajo, voy a darle tu puesto a él. Te aconsejo que me pagues todo, no solamente porque necesito el dinero, sino porque a ti te conviene tener tu conciencia completamente limpia. La Biblia dice: "No debas nada a nadie".

CARLOS. Sergio, gracias por todo. Ya me voy.

(Se levanta y anda lentamente a la puerta con los demonios siguiéndole.)

CHAMUMALITO. (En voz baja a Carlos.) Ya no tienes trabajo. Debes ir a otra Iglesia para que no veas a Sergio y no sientas vergüenza por no pagar.

CHAMUQUILLO. (En voz baja a Carlos.) Mejor que evites a Sergio. Encuentra otro trabajo y sigue como si nada hubiera pasado. Si pagas a Sergio y dices la verdad, vas a perder a Rut.


ESCENA V: UN RESTAURANTE DONDE CARLOS Y RUT ESTÁN TOMANDO UN REFRESCO.

NARRADOR. Carlos platicó con su amigo Daniel y decidió seguir su consejo. Lo más difícil fue decirle a Rut toda la verdad.

CARLOS. (Muy nervioso.) Rut, hay algo que necesito decirte.

RUT. Carlos, puedes confiar en mí. Guardaré tus secretos.

CARLOS. Pues, pues, soy culpable de algo terrible y por eso perdí mi trabajo. Todo empezó al estar inconforme con mi situación. Antes de que quebrara el negocio de mi papá, nuestra familia tenía dinero. Cuando puse mis ojos en ti, pensé que era necesario impresionarte al comprarme ropa nueva, mandarte flores, comentarte que compré un estéreo nuevo, etc. Mi amigo del trabajo y yo compramos muchas cosas en oferta en la tienda “Todo Tenemos” para pagar en abonos. Pero no pagué las mensualidades, pues necesitaba comprar medicinas para mi mamá. Un día, vino un hombre al trabajo a decirnos a Enrique y a mí que nos mandaría a la cárcel si no pagábamos en veinticuatro horas. Enrique cobró un cheque firmado por Sergio y dividimos el dinero. Pagué mi deuda y me sobró suficiente para comprarte rosas y traerte a comer comida china. Pues, ya se descubrió todo y le confesé a Sergio cada detalle. Platiqué con Daniel. Él me dijo que debo encontrar trabajo y debo usar cada centavo para pagar todo a Sergio, no sólo mi parte, sino también la de Enrique. Necesito hacerlo. Pienso que por el momento no puedo tener una novia porque no puedo ofrecerte absolutamente nada. Te quiero, pero eres demasiado buena para andar con un ladrón.

RUT. Gracias por decirme la verdad. Te admiro por afrontar la situación y estar dispuesto a tomar la responsabilidad de tus acciones. Además, mi mamá me dijo que quería que me quedara sin novio por un año. Ella piensa que estoy muy chica todavía, y debo obedecer a mi mamá. Podemos ser amigos y después de un año estaré esperándote.

CARLOS. Gracias por tener un espíritu de perdón y misericordia. Daniel me informó que la Biblia dice en Proverbios 22:7: "El que toma prestado es siervo del que presta" por eso es muy peligroso pedir prestado. Jesucristo mismo dijo: "La vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee", pero es tan fácil pensar que necesitamos más cosas para hacernos felices. Cada vez que ignoramos consejos bíblicos abrimos las puertas al diablo. En mi caso fue endeudarme y fijarme en cosas materiales.

RUT. Mejor aprender joven. Nuestras fallas pueden ser nuestros maestros si permitimos ser enseñados por ellas.

(Entran Chamumalito y Chamuquillo como si estuvieran detrás de la pared escuchando.)

CHAMUMALITO. Otra vez perdimos por un versículo de la Palabra de Dios bien memorizado y mucha enseñanza bíblica.

CHAMUQUILLO. Y no nos ayuda el espíritu de misericordia, perdón y amor acompañados de consejos sabios.

CHAMUMALITO. ¡Qué bien que hay algunos Cristianos que se apartan de la Palabra y dejan de congregarse, haciendo nuestro trabajo más fácil!

¿Qué es la Navidad?

3 Minutos y 3 Personajes. Tres jóvenes expresan lo que es para ellos la Navidad. Intentarán cambiar las opiniones consumistas de uno de ellos y dar un ejemplo de verdadero significado.

¿QUÉ ES LA NAVIDAD?


PERSONAJES

SARITA
ALEJANDRA
JACOB


SARITA. ¡Qué contenta me tiene que llegue la Navidad! Tres veces he soñado con la dichosa cena. Ya está el dulce y comprado todo ya, la comida preparada, ¡ya llegó la Navidad!

ALEJANDRA. Pues a mí, Sarita, me gusta que se acerque ese día, mas es muy diferente a esa mi alegría. En casa cenaremos, en alegre reunión y después rogaremos a Jesús su bendición.

JACOB. ¿Y cómo se divierten si faltan los regalos? No es Navidad aquella sin juguetes en las manos.

SARITA. Una cena sin vino no se puede pensar, el vino es necesario para poder gozar.

ALEJANDRA. ¡Qué lástima que ustedes, tan buenos, tan prudentes, no tengan de ese día conceptos diferentes, y sean sus alegrías celebrando al Señor dignas de quien nos diera tantas pruebas de amor!

SARITA. Es verdad que en mi casa celebramos con ardor, sin embargo todo pasa y se apena el corazón.

ALEJANDRA. Amigos, es preciso que al llegar la Nochebuena pensemos en la fiesta, pensemos en la cena, pero que dediquemos fiesta y cena también en honor del que humilde, ha nacido en Belén, viene a hacernos felices: Que se halle en nuestro hogar presidiendo la fiesta y haciéndonos gozar.

JACOB. Sí, porque así podré triunfar. (Se postran.)

LOS TRES. Danos, Padre celestial en esta festividad de amor, que te amemos hoy y siempre con todo el corazón.