Drama por su sangre

7 Personajes y 12 Minutos. Alegoría en la que para salvar a la humanidad de una enfermedad mortal un padre ofrece la sangre de su hijo porque es el único remedio para curarla.


DRAMA POR SU SANGRE
Jonatán Gómez Suárez


PERSONAJES
PADRE DE FAMILIA
MADRE DE FAMILIA
DOCTOR
NARRADOR
NIÑO
RADIO
TELEVISIÓN

ESCENA 1


(En un cuarto de casa, un sofá donde se encuentra sentado un señor viendo el televisor.)


NARRADOR. Un día por la noche, se encuentra en su casa el padre de familia viendo las noticias. Donde cuentan una historia de poca importancia...


TELE. En un pueblo al otro lado del mundo tres personas han muerto de una extraña gripe que nunca antes se ha visto. Pasando a otra información, el estado del tiempo de mañana estará medio nublado todo el día...


PADRE DE FAMILIA. (Bosteza.) ¡Qué sueño!



ESCENA 2


(Mismo escenario en el desayuno.)


TELEVISOR. Ya son 30,000 personas las que han muerto en las colinas remotas de la India. Gente del control de enfermedades de EEUU ha ido a investigar…


PADRE DE FAMILIA. Vieja, está duro esto, ¡ojalá hagan algo por toda esa gente que se está muriendo!


MADRE DE FAMILIA. Pues sí, Dios tenga misericordia de esas pobres gentes.



ESCENA 3


(Misma escenografía en el almuerzo.)


PADRE DE FAMILIA. (Leyendo el periódico.) Mira, vieja, lo que dicen los periódicos: No sólo es la India sino Paquistán, Irán y Afganistán... ¡Qué tragedia! Córrele, vieja, a prender la tela a ver qué dicen los de Taravisa.


TELEVISIÓN. La llamada “Influencia misteriosa” está apareciendo en todo el mundo. La pregunta es: “¿Cómo vamos a controlarla?” Si usted piensa que la Organización Mundial de la Salud va a poder controlarla, marque uno; si usted piensa que no, marque dos. Los resultados van así: el 85% de las llamadas piensan que sí.


PADRE DE FAMILIA. Seguro que sí van a poder controlar la enfermedad. El Gobierno tiene un buen de dinero invertido en investigadores que trabajan día y noche para encontrar curas… No te preocupes, vieja.


MADRE DE FAMILIA. Sí, es cierto, ¿de qué nos preocupamos? Si ahora el hombre ya es dueño de su propio destino y ya ni necesita de Dios.


TELEVISIÓN. La noticia que sorprendió a todos: Europa anuncia que cierra sus fronteras. No habrá vuelos a Francia desde la India, ni de ningún otro país en el cual se haya visto la enfermedad. Una mujer afirma que una persona está muriendo de la llamada “Influencia Misteriosa”. Hay pánico en Europa.


PADRE DE FAMILIA. Está dura esa noticia… Esperemos que no llegue hasta México…


TELEVISIÓN: Según la OMS, cuando tienes el virus es por una semana y ni cuenta te das. Luego tienes 4 días de síntomas horribles y mueres. Inglaterra cierra también sus fronteras. El presidente de los EEUU cierra las fronteras a Europa y Asia para evitar el contagio en el país, hasta que encuentren la cura…



ESCENA 4


(En una iglesia.)


NARRADOR. Al día siguiente la gente se reúne en las iglesias a orar por una cura.


PERSONA. (Entra gritando.) Prendan la radio.


RADIO. Dos mujeres han muerto en Nueva York. En horas parece que la cosa invade a todo el mundo.


MADRE DE FAMILIA. Señor, ten piedad de tus hijos… Ayúdanos, permite que los doctores encuentren una cura.


RADIO. Los científicos siguen trabajando para encontrar el antídoto pero nada funciona. Un momento… una noticia de última hora: Se ha descifrado el código de ADN del virus. Se puede hacer el antídoto.


PADRE DE FAMILIA. Gloria a Dios… ¡Qué bueno que no nos desamparas!


RADIO. Un comunicado del presidente de los Estados Unidos: Ciudadanos de todo el mundo, va a requerirse la sangre de alguien que no haya sido infectado y de hecho, en todo el mundo se corre la voz que todos vayan al hospital central para que se les practique un examen de sangre.


PADRE DE FAMILIA. Vamos a practicarnos el examen. ¿Acaso será esto el fin del mundo?


NARRADOR. Va toda la familia y los vecinos como voluntarios al hospital a practicarse el examen.


(De repente el doctor sale gritando un nombre que ha leído en su cuaderno.)


DOCTOR. Aldo López… Aldo López, ¿quién es Aldo López?


NIÑO PEQUEÑO. Papito, ese es mi nombre…


(El Padre de Familia se queda como ido y no reacciona. Los soldados se llevan al niño.)


PADRE DE FAMILIA. Esperen, ¿a dónde lo llevan?


DOCTORES. Todo está bien, su sangre está limpia, su sangre es pura. Creemos que tiene el tipo de sangre correcta.


(Después de un tiempo salen los médicos llorando y riendo.)


DOCTOR. ¡Gracias, Señor!, la sangre de su hijo es perfecta, está limpia y pura y puede hacer el antídoto contra esta enfermedad.


NARRADOR. La noticia corre por todas partes, la gente está orando y riendo de felicidad.


(En Eso El Doctor se acerca a los Padres.)


DOCTOR. ¿Podemos hablar un momento? Es que no sabíamos que el donante sería un niño y necesitamos que firmen este formato para darnos el permiso de usar su sangre.


PADRE DE FAMILIA. (Leyendo el documento.) Solo una pregunta: ¿Cuánta sangre necesitan?


(La sonrisa del doctor desaparece.)


DOCTOR. No pensábamos que era un niño. No estábamos preparados. ¡La necesitamos toda!


PADRE DE FAMILIA. (Incrédulo e indignado.) Pero, pero...


(El doctor le sigue insistiendo.)


DOCTOR. Usted no entiende. Estamos hablando de la cura para todo el mundo. Por favor, firme, la necesitamos toda.


PADRE DE FAMILIA. Pero, ¿no pueden darle una transfusión?


DOCTOR. Si tuviéramos sangre limpia podríamos… ¿Firmará?... Por favor, firme.


(En silencio y muy triste el Padre de familia firma.)


DOCTOR. ¿Quiere ver a su hijo?


(Caminan hacia esa sala de emergencia donde se encuentra el niño, está sentado en la cama.)


NIÑO. ¡Papi! ¡Mami! ¿Qué pasa?


(Toma su mano.)


PADRE DE FAMILIA. Hijo, tu mami y yo te amamos y nunca dejaríamos que te pasara algo que no fuera necesario, ¿comprendes eso?


(Se acerca a toda prisa el Doctor.)


DOCTOR. Lo siento, necesitamos empezar. Gente en todo el mundo está muriendo…


NARRADOR. ¿Tú podrías irte y darle la espalda a tu hijo, dejándolo allí mientras te grita: “Papi, por qué me has abandonado?
Y a la siguiente semana cuando hacen una ceremonia para honrar al niño, algunas personas se quedan dormidas en casa, otras no vienen porque prefieren ir de paseo o ver un partido de fútbol y otras vienen a la ceremonia con una sonrisa falsa fingiendo que les importa.
El Padre de Familia quisiera pararse y gritar: “Mi hijo murió por ustedes, ¿qué no les importa?
Tal vez eso es lo que Dios nos quiere decir: "mi hijo murió, ¿todavía no saben cuánto los amo?”
Es curioso lo simple que es para la gente desechar a Dios y después preguntase por qué el mundo va de mal en peor.
Es curioso cómo nos creemos todo lo que leemos en el periódico pero cuestionamos lo que la Biblia dice.
Es curioso cómo nos esforzamos a diario para atesorar bienes terrenales y no le dedicamos unos cuantos minutos a atesorar los bienes celestiales.
Es curioso como alguien dice: “Yo creo en Dios” pero con sus acciones muestra que sigue a otros.
Es curioso, ¿verdad?
Más curioso es cómo alguien puede estar tan encendido por Cristo en domingo pero ser un cristiano invisible el resto de la semana.
Es curioso cómo nos preocupamos más por lo que la gente piense de nosotros que por lo que Dios vea en nosotros.

La vida de Elías

20 Minutos y 5 Personajes + Extras. Relato de varios episodios en la vida del profeta Elías.

LA VIDA DE ELÍAS


PERSONAJES

ELÍAS
ELISEO
NARRADOR
VIUDA
JEZABEL
PROFETAS


I Escena LLAMAMIENTO DE ELISEO (1 REYES 17:8-24)

(Eliseo está orando y entra Elías a escena, sin palabras se quita su capa y se la echa encima a Eliseo. Elías se da la vuelta e inicia su retirada).

ELISEO. (Se levanta y va tras Elías.) Déjame dar a mis padres un beso de despedida, y luego te seguiré.

ELÍAS. Puedes ir, pero recuerda lo que he hecho contigo. (Elías se retira del escenario y Eliseo comienza el relato de esta historia.)

ELISEO. Shalom, Hashem Barak NU, (Traducido: “Paz a vosotros ¡Qué Dios nos bendiga!”) Mi nombre es Eliseo, hijo de Safat, del pueblo de Abel-meholá, consagrado como profeta, en lugar de Elías, de quien relataré en esta mañana (tarde, noche...) (Se sienta en una silla y toma el micrófono en sus manos para seguir hablando. Con voz firme.) En el año treinta y ocho del reinado de Asá en Judá, Acab hijo de Omrí, comenzó a reinar en Israel. Y reinó sobre Israel durante veintidós años, en la ciudad de Samaria. Pero su conducta fue reprobable a los ojos del Señor, e incluso peor que la de los reyes anteriores a él, pues no le importó cometer los mismos pecados de Jeroboam, hijo de Nabat. Para colmo, se casó con Jezabel, hija de Et-baal, rey de Sidón, y acabó por adorar y rendir culto a Baal, y construyó un altar y un templo a Baal en Samaria. Hizo también una imagen de Asera, con lo que irritó al Señor, Dios de Israel, más que todos los reyes de Israel, anteriores a él. El profeta Elías, que era de Tisbé, de la región de Galaad, dijo a Acab...

ELÍAS. (Eliseo permanece en escena, Elías entra en escena y pronuncia lo siguiente…) ¡Juro por el Señor, Dios de Israel, a quien sirvo, que en estos años no lloverá, ni caerá rocío hasta que yo lo diga!

NARRADOR. (Dios.) Elías, Vete de aquí, hacia el oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está al oriente del Jordán. Allí podrás beber agua del arroyo, y he ordenado a los cuervos que te lleven comida.

(Mientras Eliseo narra, Elías sale de escena.)

ELISEO. Elías hizo lo que el Señor le ordenó, y fue y se quedó a vivir junto al arroyo de Querit, al oriente del río jordán. (Aquí puede sacar en acetato unos cuervos que se pueden proyectar hacia la pared a través de un retroproyector o filminas, y grabar el sonido de cuervos.) Y los cuervos le llevaban pan y carne por la mañana y por la tarde. El agua la bebía del arroyo. Pero al cabo de unos días el arroyo se secó porque no llovía en el país.

(Bajan el telón o si no hay telón salen de escena los actores de forma lenta y sin ver al público.)



II Escena ELÍAS Y LA VIUDA DE SAREPTA

NARRADOR. Elías, levántate y vete a la ciudad de Sarepta, en Sidón, y quédate a vivir allá. Ya le he ordenado a una viuda que allí vive, que te dé de comer.

ELÍAS. (Elías camina por el escenario y ve a lo lejos a la viuda.) Sin duda alguna esta es la viuda de la que Jehová me habló. (Grita.) ¿Qué es lo que haces, mujer?

VIUDA. Recojo leña, mi señor.

ELIÁS. Ven, mujer, tráeme en un vaso un poco de agua para beber, por favor.

(La viuda va a traer el agua y a medio camino le dice Elías…)

ELÍAS. Por favor, tráeme también un pedazo de pan.

VIUDA. Te juro por el Señor tu Dios que no tengo nada de pan cocido. No tengo más que un puñado de harina en una tinaja y un poco de aceite en una jarra, y ahora estaba recogiendo un poco de leña para ir a cocinarlo para mi hijo y para mí. Comeremos, y después nos moriremos de hambre.

ELÍAS. No tengas miedo. Ve a preparar lo que has dicho. Pero primero, con la harina que tienes, hazme una torta pequeña y tráemela, y haz después otras para ti y para tu hijo. Porque el Señor, Dios de Israel, ha dicho que no se acabará la harina de la tinaja ni el aceite de la jarra hasta el día en que el Señor haga llover sobre la tierra.

(Los personajes quedan estáticos y Eliseo narra. Se para en el centro del escenario.)
ELISEO. La viuda fue e hizo lo que Elías le había ordenado. (Hacen mímicas y gestos apropiados.) Y ella, su hijo y Elías tuvieron comida para muchos días. No se acabó la harina de la tinaja ni el aceite de la jarra, tal como el Señor lo había dicho por medio de Elías. Algún tiempo después cayó enfermo el hijo de la viuda, y su enfermedad fue gravísima.

(En este momento poco a poco se va cerrando el telón.)

ELISEO. (Continúa con la narración.) Pero Elías clamo al Señor en voz alta diciendo: “Señor y Dios mío, ¡te ruego que devuelvas la vida a este niño!”. El Señor atendió a los ruegos de Elías e hizo que el niño reviviera. Y la viuda aquella dijo a Elías…

(A estas alturas el telón debe de estar cerrado y se escuchará la voz de la viuda…)

VIUDA. Ahora sé que realmente eres un hombre de Dios, y que lo que dices es la verdad del Señor. (Con voz suave, aquí puede iniciar un cántico que hable de provisión o agradecimiento al Señor.)



II ESCENA ELÍAS Y ACAB

(Comienza a abrirse el telón. Elías está en el centro de rodillas y una luz en el centro le cubre, desde arriba)

NARRADOR. Elías, Elías, ya han pasado tres años desde que te ordené que profetizaras sobre la falta de lluvia; ahora ve y preséntate ante Acab, pues voy a mandar lluvia sobre la tierra.

ELISEO. (Sin hacer su aparición, sino tras el telón.) Mi señor Elías se presentó ante Acab y le dijo: “Acab, tú y tu gente han dejado los mandamientos del Señor, en su lugar han rendido culto a las diferentes representaciones de Baal. Manda ahora gente que reúna a todos los israelitas en el monte Carmelo, con los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal y los cuatrocientos profetas de Asera, a quienes Jezabel, tu mujer, mantiene.

(El telón se cierra. Esta sección abarcará poco tiempo, sólo lo que tarda el telón en abrir y cerrar, mientras Elías sigue de rodillas y la luz encima.)



III Escena ELÍAS Y LOS 450 PROFETAS DE BAAL Y LOS 400 PROFETAS DE ASERA

(Puede iniciar con música que refleje acción, valor, guerra o suspenso.)

ELÍAS. (Dirigiéndose al público de forma enfática y severa.) ¿Hasta cuándo van a continuar ustedes con este doble juego? Si el Señor es el verdadero Dios, síganlo a él, y si Baal lo es, a él deberán. ¿Por qué no responden palabras? Yo soy el único profeta del Señor que ha quedado con vida, en tanto que de Baal hay cuatrocientos cincuenta profetas. Pues bien, que se nos den dos becerros, y que ellos escojan uno, y lo descuarticen y lo pongan sobre la leña, pero que no le prendan fuego. Yo por mi parte prepararé el otro becerro y lo pondré sobre la leña, pero tampoco le prenderé fuego. Luego ustedes invocarán a sus dioses, y yo invocaré al Señor. ¡Y el dios que responda enviando fuego, ese el Dios verdadero! ¿Qué es lo que dicen? ¡Buena propuesta! Ok. Escojan uno de los becerros, y prepárenlo primero, ya que ustedes son muchos. (Esto lo dice desde un extremo del escenario y señala de forma figurada a muchos.) Invoquen a su dios, pero no enciendan fuego.

(Elías se sienta en un extremo y empieza a ver la hora en un reloj de arena, si lo hay. Al fondo desde la consola, puede haber un cassette con sonidos de gente gritando, para simular a los profetas gritando “¡Contéstanos, Baal!”)

ELÍAS. ¡Griten más fuerte porque es un dios! ¡A lo mejor está ocupado! (Saca un lápiz y una libreta) ¡O está haciendo sus necesidades, o ha salido de viaje…! (Con la mano hacer la mímica.) ¡Tal vez esté dormido y haya que despertarlo! (Mímica de dormido, sacar una cacerola, olla, sartén etc., y sonarla para que se despierte.)

(Poner nuevamente el cassette de gritos.)

ELÍAS. (Después de unos segundos se levanta.) Acérquense a mí. (Hace como que repara el altar, además toma doce piedras para construir un altar.) Llenen cuatro cántaros de agua, y vacíenlos sobre el holocausto y la leña. Eso así es. (Espere 5 segundos.) Háganlo nuevamente. (Espere 5 segundos.) Háganlo nuevamente. (Con seguridad.) ¡Señor, Dios de Abraham, Isaac e Israel! Haz que hoy se sepa que tú eres el Dios de Israel, y que yo soy tu siervo, y que hago todo esto porque me lo has mandado. ¡Respóndeme, Señor; respóndeme, para que esta gente sepa que tú eres Dios, y que los invitas a volverse de nuevo a ti!”.

(En este momento habrá un estruendo y una luz central de color rojo, para simular el fuego del Señor que cayó y quemó el holocausto.)

ELÍAS. ¡Fuego ha caído! (Con fuerza.) ¡Atrapen a los profetas de Baal! ¡Que no escape ninguno! (Señala al público agitado y sale corriendo.)

(El telón se va cerrando. Narra detrás del telón, con voz suave.)

ELISEO. La gente los atrapó, y Elías los llevó al arroyo Quisón y allí los degolló.



IV Escena ELÍAS ORA QUE LLUEVA/HUYE A HOREB

(Recomendación para esta escena el actor debe de mantener su tono de voz a varios niveles para captar el interés del público.)

ELISEO. (Con el telón abajo.) El cielo se oscureció con nubes y viento, y cayó un fuerte aguacero. En cuanto a Elías, el Señor le dio fuerzas; y luego de arreglarse la ropa, corrió hasta Jezreel y llegó antes de Acab, pues Acab había partido antes.

(Empieza a abrir lentamente el telón y en el centro aparece Eliseo con luz tenue y relata. Sonido ambiente suave.)

ELISEO. Acab contó a Jezabel todo lo que Elías había hecho y cómo había degollado a todos los profetas de Baal. Entonces Jezabel mandó un mensajero a decirle a Elías:

(Eliseo queda estático cada vez que Jezabel hable.)

JEZABEL. (Voz de Jezabel. Con enojo.) ¡Si tú eres Elías, yo soy Jezabel! Y que los dioses me castiguen duramente, si mañana a esta hora no he hecho contigo lo mismo que tú hiciste con esos profetas.

ELISEO. Elías se dio cuenta de que corría peligro, y para salvar su vida se fue a Beerseba, que pertenece a Judá, y allí dejó a su criado. Luego él se fue hacia el desierto, y caminó durante un día, hasta que finalmente se sentó bajo una planta. Era tal su deseo de morirse, que dijo…

ELÍAS. (Voz de Elías.) ¡Basta YA, Señor! (Con desesperanza.) ¡Quítame la vida, pues yo no soy mejor que mis padres!

ELISEO. Y se acostó allí, bajo la planta, y se quedó dormido. Pero un ángel llegó, y tocándolo le dijo…

ÁNGEL. (Voz de ángel.) Levántate y come.

ELISEO. Elías miró a su alrededor, y vio que cerca de su cabecera había una torta cocida sobre las brasas y una jarra de agua. Entonces se levantó, comió y bebió; después se volvió a acostar. Pero el ángel del Señor vino por segunda vez, y tocándolo le dijo:

ÁNGEL. (Voz.) Levántate y come, porque si no el viaje sería demasiado largo para ti.

ELISEO. Elías se levantó, y comió y bebió. Y aquella comida le dio fuerzas para caminar cuarenta días y cuarenta noches hasta llegar a Horeb, el monte de Dios. Al llegar, entró en una cueva, y allí pasó la noche. Pero el Señor se dirigió a él, y le dijo…

NARRADOR. ¿Qué haces aquí, Elías?

ELÍAS. (Entra en escena Elías y sale Eliseo. Con ademanes dirigiéndose al Señor. Con sentimiento.) He sentido mucho celo por ti, Señor, Dios todopoderoso, porque los israelitas han abandonado tu alianza y derrumbado tus altares, y a filo de espada han matado a tus profetas. Solo yo he quedado, y me están buscando para quitarme la vida.

NARRADOR. Sal fuera y quédate de pie ante mí, sobre la montaña.

(Recodar que estaba en una cueva. Se escuchará un viento fuerte y el sonido como de una montaña que se parte o rocas. Luego es sonido de un terremoto. Luego con las luces simular que pasa un fuego. Después un sonido suave y delicado. En estos momentos Elías se cubre la cara con su capa y se retira a la esquina a sentarse con una actitud de humildad.)

NARRADOR. ¿Qué haces ahí, Elías?

ELÍAS. He sentido mucho celo por ti, Señor, Dios todopoderoso, porque los israelitas han abandonado tu alianza y derrumbado tus altares, y a filo de espada han matado a tus profetas. Solo yo he quedado, y me andan buscando para quitarme la vida.

NARRADOR. Anda, regresa por donde viniste al desierto de Damasco. Ve y consagra a Hazael como rey de Siria, y a Jehú, nieto de Nimsí, como rey de Israel; a Eliseo, hijo de Safat, del pueblo de Abel-meholá, conságralo como profeta en lugar tuyo. De esta manera, a quien escape de la espada de Hazael, lo matará Jehú, y a quien escape de la espada de Jehú, lo matará Eliseo. No obstante, yo dejaré en Israel siete mil personas que no se han arrodillado ante Baal ni lo han besado.




V Escena - ELÍAS ES ARREBATADO POR CARROS DE FUEGO

(Salen a escena Elías y Eliseo y caminan por el escenario.)

ELÍAS. Quédate aquí, porque el Señor me ha enviado a Betel.

ELISEO. Juro por el Señor, y por ti mismo, que no voy a dejarte solo.

(Salen del escenario.)

(Se escucha una charla en el audio, no actuada, y dicen los profetas a coro: “¿Sabes que el Señor va a quitarte hoy a tu maestro?”)

ELÍAS. (En escena nuevamente con Eliseo.) Quédate aquí, porque el Señor me ha enviado a Jericó.

ELISEO. Juro por el Señor, y por ti mismo, que no voy a dejarte solo.

(Salen de escena.)

(Se escucha una charla en el audio, no actuada, y dicen los profetas a coro: “¿Sabes que el Señor va a quitarte hoy a tu maestro?”)

ELÍAS. (Entran a escena Eliseo.) Quédate aquí porque el Señor me ha enviado al Jordán.

ELISEO. Te juro por el Señor y por ti mismo, que no voy a dejarte solo.

(Caminan, salen del escenario. Vuelven a entrar y al inicio Elías enrolla su capa y golpea el suelo.)

ELÍAS. Vamos, Eliseo, ya el Jordán se ha abierto por mano de Jehová. (Cuanto cruzan a otro lado se dirige a Eliseo.) Dime, ¿qué quieres que haga por ti antes que sea yo separado de tu lado?

ELISEO. Quiero recibir una doble porción de tu espíritu.

ELÍAS. No es poco lo que pides. Pero si logras verme cuando sea yo separado de ti, te será concedido. De lo contrario, no se te concederá.

(De pronto una luz fortísima del lado del escenario donde salieron simulando carros de fuego. Elías camina a la luz y extiende la mano. Eliseo extiende la mano…)

ELISEO. ¡Padre mío, padre mío! Que has sido para Israel como un poderoso ejército…

(Arrodillándose lentamente y con el rostro en tierra. La luz mengua poco a poco y el telón se va cerrando lentamente con un fondo musical melancólico.)

Lo más importante de la Navidad

10 Minutos y 8 Personajes. Los miembros de una familia le dan más importancia a los regalos en Navidad que al tiempo que deberían pasar juntos. Unos ladrones roban sus regalos por la noche y este incidente les hace reflexionar sobre sus prioridades.




LO MÁS IMPORTANTE DE LA NAVIDAD
Héctor Pardo Cano

PERSONAJES

MAMÁ
PAPÁ
PEPE
BRENDA
ESTEBAN
FELIPE
LADRÓN 1
LADRÓN 2

(En escena, el living de la casa de la familia Rodríguez. Los hijos: Pepe, Brenda, Esteban, Felipe y Daniel están en distintas actividades y en continuo movimiento debido al inminente viaje de los papás.)

MAMÁ. (Dirigiéndose a Felipe que está tirado en el sillón escuchando su P.S.) ¡Ya pues Felipe! Ayuda a tus hermanos, si no nos apuramos vamos a amanecernos preparando el equipaje y no disfrutaremos de la noche buena.

FELIPE. (Quitándose los audífonos.) Pero mamá, ¿ya compraron todos los regalos? Mañana viajan muy temprano y no van a alcanzar a comprar nada más. Como es Navidad, mañana va a estar todo cerrado…

PAPÁ. Sí, hijo, ya está todo listo. Tu mamá y yo partiremos mañana, pero no importa, los regalos están todos y hay comida suficiente como para que pasen todo el día súper bien y sin pasar hambre. Ya está todo listo. ¡Uy! Y mira lo tarde que es ya, viejita, vayámonos a acostar luego, mañana tendremos que levantarnos muy temprano.

MAMÁ. Ya niñitos (mientras le da un beso a cada uno) todos a la camita, mañana tendrán que levantarse temprano para despedirnos. Tú, Esteban, vas a quedar a cargo de tus hermanitos. Cualquier cosa me llamas al celular ¿ya?

ESTEBAN. Pucha, siempre tengo que ser yo, por ser el mayor tengo que hacerme cargo de estos cabros que son más porfiados.

BRENDA. Ya, Esteban, hermanito, no te preocupes, aunque soy la menor, te voy a obedecer en todo ¿ya? Lo que a mí me entristece es otra cosa… (Brenda agacha la cabeza y comienza a sollozar.)

MAMÁ. ¿Y a ti qué te pasa, Brenda? ¿Acaso falta tu regalo? ¿Por qué lloras?

BRENDA. Es que ustedes van a viajar justo mañana y no vamos a estar juntos en Navidad, eso me pone muy triste.

PEPE. (Mofándose de su hermana.) ¡¡¡Buh!!!! Ya empezó la llorona, no puede estar sin llorar… ¡¡La llorona, la llorona…!! ¡¡¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja!!!

PAPÁ. (Sin importarle la situación.) Ya pues, ya hablé, a acostarse todo el mundo ya es muy tarde.

MAMÁ. Sí, viejito, ¡ya! Todos a la cama, ya oyeron al Papá, y tú, Brenda, déjate de niñerías, ¿ya? Anda a acostarte luego.

BRENDA. Ya, mamita (secándose las lágrimas), voy al tiro, voy a terminar de ordenar unas cositas aquí y me voy a acostar al tiro, ¿ya?

(Todos desaparecen de escena y queda sólo Brenda, la que al constatar que todos se han ido, se arrodilla y comienza a orar.)

BRENDA. ¡Oh Dios! Tú que conoces mi corazón, sabes cómo me siento. Toda mi familia está tan concentrada en las cosas materiales de esta navidad que han olvidado lo que realmente es importante. Te pido que arregles las cosas para que podamos estar juntos mañana y que mis padres no tengan que viajar. En el nombre de Jesús, amén.

(Brenda se retira de escena y pasan unos segundos. De pronto, se oyen ciertos ruidos y entran dos ladrones vestidos ad-hoc y comienzan a echar los regalos a sus bolsas.)

LADRÓN 1. (En voz baja.) ¡Ey! Apúrate, hombre, que no tenemos toda la noche. Echa luego lo que puedas a los bolsos y nos largamos de aquí.

LADRÓN 2. (En voz baja.) Ya, ya, sí te oí, hago lo que puedo, acuérdate que fue tu idea venir a esta casa.

LADRÓN 1. Sí, sé, pero es que es la papa, mira todos los regalos, con esta casa no vamos a tener necesidad de pasar a otra.

LADRÓN 2. (Después de un rato y con las bolsas llenas.) Ya, compadre, estamos listos; vámonos antes que nos pillen.

LADRÓN 1. Sí, sí, vámonos de una vez.

(Ambos ladrones salen sin ser percibidos. Al otro día, se levanta la familia y quien aparece primero es Felipe.)

FELIPE. (Al ver que no hay regalos y faltan cosas.) ¡¡¡Mamá, papá, chicos, vengan pronto!!! ¡¡Pasó algo terrible!!

(Aparece el resto de la familia, todos arreglándose porque recién se estaban levantando y llegan corriendo a los gritos de Felipe.)

MAMÁ. ¿Qué paso, hijito? (Mira la sala vacía de regalos.) ¡¡¡Ay!!! Dios mío, ¿qué pasó aquí, viejo? ¡¡Mira!! ¡¡Nos robaron!!

(Se arma un griterío entre todos, todos se desesperan y conversan unos con otros, hasta que Brenda interrumpe.)

BRENDA. (Gritando.) ¡¡Ey!! ¡¡¡Paren de gritaaaaaaaaaar!!!

PEPE. (Dirigiéndose a Brenda, enojado.) ¿Y qué quieres que hagamos tonta, si nos entraron a robar anoche? ¡¡Se llevaron todos los regalos!! Tú, sí, tú, Brenda, tú fuiste la última en irte a acostar, seguro que dejaste la puerta abierta... ¿Por qué eres tan tonta? ¡¡¡Por tu culpa ahora nos quedamos sin regalo!!!

PAPÁ. (Con voz autoritaria dirigiéndose a Pepe.) ¡Silencio, Pepe! ¿Cómo se te ocurre tratar así a tu hermana? Tenemos que calmarnos y pensar con la mente fría y no dejarnos llevar por lo molesto de esta situación.

ESTEBAN. (Con voz triste.) Y ahora, ¿qué vamos a hacer? Nos arruinaron la navidad, ¡no podremos tener navidad este año!

TODOS. (Excepto Brenda. Afirman lo que dijo Esteban y se lamentan.) Sí, nos arruinaron la navidad, ¿qué vamos a hacer?

MAMÁ. Viejito, y ahora, ¿qué vamos a hacer con el viaje? Me da miedo salir y dejar a los niños solitos. Esos ladrones pueden volver y si saben que no estamos pueden hacerles daño a nuestros hijos. ¡No! ¡No podemos viajar!

PAPÁ. Tienes razón, viejita, no podemos viajar. A mí tampoco me gusta la idea de dejar a los chicos solos; realmente nos arruinaron la navidad.

(Mientras el papá y la mamá hablan, la cara de Brenda se llena de alegría al punto que no aguanta e interrumpe la conversación.)

BRENDA. ¡Un momento! ¿Quién dijo que nos han arruinado la navidad? ¿Acaso no se dan cuenta? Todo esto es obra de Dios.

PEPE. Ya salió ésta otra vez con sus leseras… ¿Cómo va a ser obra de Dios el que nos hayan arruinado la navidad? Cada día estás más loca…

BRENDA. Pero si está claro. Creo que como familia tenemos que aprender una gran lección. Sin darnos cuenta caímos en el gran error de pensar que la navidad consiste en tener regalos y más regalos, y que sin regalos no hay navidad. Eso es una gran mentira. ¿De cuándo la navidad depende de los regalos? ¿Acaso hemos olvidado el verdadero sentido de la navidad? ¿Qué era más importante? ¿Los regalos o que estemos todos juntos, en familia, disfrutando de las bendiciones de Dios?

MAMÁ. Pero hija, nos costó mucha plata...

BRENDA. (Interrumpe bruscamente.) ¡Qué importa la plata, mamá! (Comienza a llorar.) No tienen idea de lo difícil que resultó para mí saber que viajarían hoy y que pasaríamos la navidad sin tenerlos a ustedes en casa… ¿Cómo pueden pensar que los regalos pueden llegar a reemplazar la compañía de los padres? Gracias a lo que ha ocurrido, ustedes no viajarán y podremos estar juntos. Eso es lo importante: estar juntos en la navidad, en familia, aunque sea un pan pelado que comamos, lo importante es que lo comamos juntos, ése es el verdadero sentido de la navidad, el único regalo que importa aquí es el que hizo Dios a la humanidad dando a su hijo Jesús para que el mundo sea salvo. ¿Por qué no pensar mejor en lo maravilloso que es saber que Jesús vino al mundo y en esta fecha se recuerda su nacimiento? Estamos unidos, eso es lo importante.

PEPE. (El que ha estado escuchando atento las palabras de Brenda y se sintió avergonzado.) Brenda, hermanita, perdóname, creo que tienes razón y yo actué muy mal, me alegro de que esos ladrones se hayan robado los regalos y no a uno de nosotros… Eso sí que no lo hubiera soportado. (Pepe abraza a su hermana y todos se abrazan en un gesto de amor y unidad.)

PAPÁ. Hijos, me siento muy orgulloso de ustedes. ¿Qué les parece si olvidamos lo ocurrido y nos vamos a la cocina a comer alguna cosa entretenida que la mamá nos preparó?

TODOS. ¡¡¡Sí, vamos!!!

(Salen todos de escena contentos y abrazados. Se cierra el telón.)

El nuevo nacimiento

6 Minutos y 4 Personajes. Una familia pobre sufre porque el padre gasta el poco dinero que tienes en alcohol. Lo que no sabrán es que una nochebuena, al pasar junto a una iglesia, el corazón de este padre cambiará por completo.


EL NUEVO NACIMIENTO




PERSONAJES

MADRE
HIJA
DON JULIO
NARRADOR


ESCENA 1

MADRE. Vaya a acostarse, hijita. Ya es tarde, acaban de dar las diez.

HIJA. No, mamá, no tengo sueño todavía. Hoy es noche buena ¿No oyes qué alegre pasa la gente por la calle? Además, espero a papá. No tardará en llegar.

MADRE. ¡Ay! Hijita mía, la noche buena, no es para los pobres como nosotros...
Además, su papá debe estar celebrando con sus amigos y gastando el poco dinero que tiene. Duérmase, yo lo esperaré.

HIJA. Es que no puedo dormir. La navidad es alegre, en cambio usted se ve tan afligida…

MADRE. No, no estoy afligida. Solo presiento que ésta será la más triste navidad que hayamos pasado. ¡Ay! Dios mío, ampara a mi esposo, para que nada le ocurra.

HIJA. Comprendo mamá, mi papá te hace sufrir. ¡Ay! Ese vicio…

(Salen ambas de escena.)

NARRADOR. Lo que no saben esta madre y su hija es que Don Julio, aquel hombre tan malo, que tanto había hecho sufrir a su familia, ahora es un hombre totalmente distinto, porque Dios ha cambiado su vida en un abrir y cerrar de ojos. Mientras caminaba por la calle, ebrio y sucio, escuchó el canto que provenía de un pequeña iglesia. Al entrar, Jesús lo estaba esperando para transformarlo y hacerlo un hombre feliz.

(Aparece Don Julio solo en escena.)

DON JULIO. Gracias Señor Jesús por ese mensaje de Salvación. Al entender el verdadero significado de la Navidad, me ha llegado al Alma. Desde hoy y para siempre, Cristo ha nacido en el pesebre de mi corazón. Confieso que soy un pecador que he vivido hundido en los vicios, perdido en la maldad. Pero ahora mi Señor, soy feliz porque tú naciste en mi corazón. Desde hoy iré a la Iglesia con mi esposa y mi hija.


ESCENA 2

(Aparece en escena, la madre con la hija, y golpea la puerta Don Julio.)

HIJA. ¿Quién será? No creo que mi papá. Él siempre golpea la puerta más fuerte, o entra violentamente.

(Otro golpe.)

MADRE. ¡Ay! Hijita, vaya a acostarse. Yo voy a abrir la puerta; puede que venga ebrio otra vez.

(Otro golpe, y va a abrir la puerta.)

DON JULIO. ¡Mi amor, hijita! Les traigo unos regalitos de Navidad. Toma hijita, para ti uno, y el otro para ti, mi amor.

HIJA. ¡Papá, papito! Qué cambiado vienes.

MADRE. Pero, ¿qué pasó? No sé qué pensar. Y para ti ¿no compraste nada?

DON JULIO. No, lo que tengo ahora no se compra con dinero. Para mí he adquirido una cosa de mucho más valor que todo lo terrenal. Recibí a Cristo como mi salvador personal. Dios me ha hecho salvo, ahora comienza mi verdadera vida.

MADRE. Bendito sea Dios, Julio, que respondió a mis súplicas.

NARRADOR. De este modo, mostrado en forma muy simple, Cristo nació en un nuevo pesebre, llenando de ricas bendiciones, un hogar que estaba para ser destruido. Y aquella esposa supo que la Navidad es también para los pobres, cuando Jesús el Salvador nace en el corazón.

(Cantan Noche de Paz.)

Jesús ha nacido

5 Minutos y 3 Personajes. Una niña no recuerda el nacimiento de Jesús y su hermano le anima a que vayan a adorarle a sus pies.


JESÚS HA NACIDO

PERSONAJES

NIÑO
NIÑA
MADRE

NIÑO. Hermanita, ¿Tú no sabes que en una noche como esta nació el Salvador?

NIÑA. ¿Qué dices, hermanito? Eso yo no recordaba.

NIÑO. Pues te diré: muy buenito es Jesús que ha nacido.

MADRE.
¿Queréis que os cuente una historia
que ocurrió allá en Belén?
De esto hace muchos años
y fue en un invierno cruel.

José y María llegaron
cansados de caminar
y buscaron un mesón
que los pudiera albergar.

La noche, tendió su manto
y se encendieron los grillos
las estrellas titilaron
y soplaba un viento frió.

La virgen ya presentía
que su hijo iba a llegar,
y todo lo que encontraron
fue un pobre y sucio pajar.

En un humilde pesebre
nació este niño que es rey
con pastores asustados
y entre la mula y el buey.

Así con gran sencillez
vino a la tierra el Señor,
y solo quiere que le demos
de regalo el corazón.

NIÑA. OH, yo lo quisiera ver.

NIÑO. Lo verás si tienes fe.

NIÑA. ¿Qué es fe?

NIÑO. Creer.

NIÑA. Qué hermoso, será mi rey. Yo quiero ir a sus pies.

NIÑO. Pues vamos y cantemos al niñito de Belén.

Un drama para la Navidad

25 Minutos + Cantos y 32 Personajes + Extras. Repaso de las profecías referentes al Mesía y dramatización de su nacimiento.


UN DRAMA PARA LA NAVIDAD

PERSONAJES

NARRADOR
ISAÍAS
MOISÉS
JEREMÍAS
MIQUEAS
DANIEL
MARDOQUEO
ZACARÍAS
ELÍSABET
GABRIEL
JOSÉ
MARÍA
MATÍAS
SARA
SAMUEL
JUAN
RUBÉN
BERNABÉ
GAD
BENJAMÍN
PASTOR 1
PASTOR 2
PASTOR 3
PASTOR 4
SIMEÓN
ANA
MAGO 1
MAGO 2
MAGO 3
MAGO 4
HERODES
ESCRIBA
EXTRAS: ÁNGELES, PUEBLO…




PRIMERA ESCENA

(Los profetas hablan del nacimiento de Cristo.)
(Especial: Oh Santísimo Felicísimo.)

NARRADOR. Dios dijo a sus profetas miles de años antes lo que iba a suceder. Escuchemos mientras hablan de las profecías que recibieron.

(Están sentados alrededor de una fogata. Cada uno tiene su Papiro de las profecías.)

MOISÉS. Aún allí en el huerto cuando Satanás se metió y malogró todo, Dios ya tenía un plan. Él me dijo que debía escribir lo que Él había dicho a la serpiente y hoy en día los hermanos lo encuentran en el libro de Génesis 3:14-15: "Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida, y pondré enemistad entre ti y la mujer y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza y tú le herirás en el calcañar."

MARDOQUEO. No entiendo. ¿Quién es la simiente de la mujer? ¿Cómo es que le iba a herir en el calcañar y él va a herir su cabeza?

MOISÉS. El hombre apenas había pecado y Dios ya dijo que un día la mujer daría a luz un hijo que iba a aplastar a Satanás; éste le iba a herir en la cruz pero no sería una herida mortal solamente en el calcañar, mientras que Jesús le iba a hacer una herida mortal, o sea en la cabeza.

MARDOQUEO. Ya veo. Aún allá en el huerto Dios prometió la cruz y que Satanás iba a ser destruido. Cristo fue herido y seguro que Satanás pensaba que había ganado pero en realidad fue todo lo opuesto porque este día todo se acabó para Satanás.

MOISÉS. También Dios me tenía escribiendo en el libro de Génesis 12:3 hablando a Abraham: “Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
Génesis 18:18: Habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en el todas las naciones de la tierra”.

MARDOQUEO. ¿Y cómo se aplica esto a Cristo?

MOISÉS. Abraham y su familia recibieron la bendición de ser la familia que iba a tener a Jesús como su hijo. Y por medio de Abraham y su familia todo el mundo sería bendito porque Jesús el Salvador iba a nacer.

MARDOQUEO. Entonces lo importante de ser un Israelita es que Jesús nació por medio de esta familia y ellos eran parte de todo esto.

ISAÍAS. Pues Dios me dijo que Él iba a ser no solamente el hijo de Abraham o un Judío, sino también hijo de David y que va a ser un día el rey de todo el mundo. No como cualquier otro rey pues tendrá otras características. Escucha lo que dijo Dios:
“Isaías 9:6-7 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto”.

MARDOQUEO. Estos son nombres de alguien muy especial. De verdad son los mismos nombres de Dios.

ISAÍAS. Él será un rey como ningún otro. Todo esto empezó con la primera Navidad. El bebé que nace en Belén no es un diosito, mejor dicho, Él es Dios todopoderoso nacido en la carne. En estos versículos que apenas he leído tienes sus nombres: Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, y Príncipe de Paz. El Hijo que nace es el Hijo de Dios; es Dios hecho carne.

MARDOQUEO. Esto es decir mucho más acerca de Él de lo que piensa la mayoría. Dios hizo algo grande aquella primer Navidad.

MIQUEAS. Dios no sólo nos dijo que iba a nacer su Hijo pero hasta nos dijo dónde iba a nacer. Escucha lo que Él me tuvo escribiendo. “Miqueas 5:2 Pero tú, Belén éfrata, pequeña para estar entre las familias de Judá de ti me saldrá el que será Señor en Israel y sus salidas son desde el principio desde los días de la eternidad”.

MARDOQUEO. En otras palabras, todo la Navidad o el nacimiento de Jesús estaba ya planeado, ¿no?

DANIEL. Sí, porque no solamente nos dijo dónde iba a nacer sino también cuándo. Escucha lo que Él dijo en el libro que yo escribí: “Daniel 9:25 Sabe pues y entiende que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe habrá siete semanas y sesenta y dos semanas se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos”.

MARDOQUEO. ¿Cómo dices que nos dice cuando iba a nacer?

DANIEL. Pues cada judío que estudió las Escrituras sabía que la orden para restaurar y edificar Jerusalén fue dada el 14 de Marzo de 445 antes de Cristo. Usando estos datos sabemos cuándo debía nacer Jesús. Así como verás después los escribas podrían decir a Herodes que los Magos sí tenían razón en buscar un rey que había de nacer.

ISAÍAS. Otra promesa que el Señor nos dio era que Él iba a nacer de una virgen. Entonces María era la manera que Dios cumplió la profecía. Mira lo que dicen las Escrituras. “Isaías 7:14 Por tanto el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo y llamará su nombre Emanuel”.

MARDOQUEO. Obviamente las Escrituras sí son inspiradas. Es imposible que meros hombres aunque Santos como ustedes hubieran podido escribir miles de años antes lo que había de suceder.

(Especial: “Bellas Palabras de Vida.)



SEGUNDA ESCENA

(Las visiones o los anuncios del nacimiento de Juan y entonces Jesús.)

NARRADOR. Hubo en los días de Herodes, rey de Judea un sacerdote llamado Zacarías de la clase de Abías; su mujer era de las hijas de Aarón, y se llamaba Elísabet. Ambos eran justo delante de Dios y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. Pero no tenían hijo porque Elísabet era estéril y ambos eran ya de edad avanzada. Aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios, según el orden de su clase, conforme a la costumbre del sacerdocio, le toco en suerte ofrecer el incienso entrando en el santuario del Señor. Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso y se le apareció un ángel del Señor puesto en pie a la derecha del altar del incienso y se turbo Zacarías al verle y le sobrecogió temor.

GABRIEL. Zacarías no temas porque tu oración ha sido oída y tu mujer Elísabet te dará a luz un hijo y llamarás su nombre Juan. Y tendrás gozo y alegría y muchos se regocijarán de su nacimiento porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra y será lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre y hará que muchos de los hijos Israel se conviertan al Señor Dios de ellos e ira delante de el con el espíritu y poder de Elías para hacer volver los corazones de los padres a los hijos y de los rebeldes a prudencia de los justos para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.

ZACARÍAS. ¿En qué conoceré esto? Porque yo soy viejo y mi mujer es de edad avanzada.

GABRIEL. Yo soy Gabriel que estoy delante de Dios y he sido enviado a hablarte y darte estas buenas nuevas y ahora quedarás mudo y no podrás hablar hasta el día en que esto se haga por cuanto no creíste mis palabras las cuales se cumplirán a su tiempo.

MATÍAS. ¿Qué pasa? ¿Por qué se demora tanto Zacarías?

SARA. No sé, nunca se demora tanto ninguno. ¿Qué le habrá pasado?

NARRADOR. Pero cuando salió no les podía hablar y comprendieron que había visto visión en el santuario. Él les hablaba por señas y permaneció mudo. Y cumplidos los días de su ministerio se fue a su casa. Después de aquellos días concibió su mujer Elísabet y se recluyó en casa por cinco meses.

ELÍSABET. Así ha hecho conmigo el Señor en los días en que se dignó quitar mi afrenta entre los hombres.

(Especial: Salmo 104:33-35 por Zacarías y Elísabet.)

NARRADOR. Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón que se llamaba José de la casa de David y el nombre de la virgen era María.

GABRIEL. ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo bendita tú entre las mujeres.

MARÍA. (Temblando y obviamente asustada.) ¿Qué me está pasando? ¿Qué quiere decir todo esto?

GABRIEL. María, no temas porque has hallado gracia delante de Dios y ahora concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo y llamarás su nombre Jesús. Éste será grande y será llamado Hijo del Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre y reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin.

MARÍA. ¿Cómo será esto? Pues no conozco varón.

GABRIEL. El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra por lo cual también el santo ser que nacerá será llamado Hijo de Dios. Y he aquí tu parienta Elísabet, ella también ha concebido hijo en su vejez y éste es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril porque nada hay imposible para Dios.

MARÍA. He aquí la sierva del Señor, hágase conmigo conforme a tu palabra.

(Especial: “Haz lo que quieras” por María.)

NARRADOR. Estando desposada María su madre con José antes que se juntasen se halló que había concebido del Espíritu Santo. José su marido como era justo y no quería infamarla quiso dejarla secretamente y pensando él en esto he aquí un ángel del Señor en sueños.

GABRIEL. José hijo de David no temas recibir a María tu mujer porque lo que en ella es, engendrado del Espíritu Santo es y dará a luz un hijo y llamará su nombre JESÚS porque Él salvará a su pueblo de sus pecados. Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta cuando dijo: “He aquí una virgen concebirá y dará a luz un hijo y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es “Dios con nosotros”.

NARRADOR. Y despertando José del sueño hizo como el ángel del Señor le había mandado y recibió a su mujer pero no la conoció hasta que dio a luz su hijo primogénito y le puso por nombre Jesús.



TERCERA ESCENA

(María visita a Elísabet.)

NARRADOR. En aquellos días levantándose María fue de prisa a la montaña a una ciudad de Judá y entró en casa de Zacarías y saludó a Elísabet. Llena del Espíritu Santo Elísabet dice:

ELÍSABET. Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? Porque tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos la criatura saltó de alegría en mi vientre y bienaventurada la que creyó porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor.

MARÍA. Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador porque ha mirado la bajeza de su sierva pues he aquí desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; Santo es su nombre y su misericordia es de generación en generación a los que le temen hizo proezas con su brazo esparció a los soberbios en el pensamiento de sus corazones Quitó de los tronos a los poderosos y exaltó a los humildes a los hambriento colmó de bienes y a los ricos envió vacíos; socorrió a Israel su siervo acordándose de la misericordia de la cual habló a nuestros padres para con Abraham y su descendencia para siempre.

NARRADOR.A Y se quedó María con ella como tres meses después se volvió a su casa.

(Especial: Salmo 138:4-6 por María y Elísabet.)



CUARTA ESCENA

Nacimiento de Juan el Bautista.)

NARRADOR. Cuando a Elísabet se le cumplió el tiempo de su alumbramiento dio a luz un hijo. Y cuando oyeron los vecinos y los parientes que Dios había engrandecido para con ella su misericordia, se regocijaron con ella. Aconteció que al octavo día vinieron para circuncidar al niño y le llamaban con el nombre de su padre Zacarías pero respondiendo su madre:

ELÍSABET. No, se llamará Juan.

SAMUEL. ¿Por qué? No hay nadie en tu parentela que se llame con ese nombre.

NARRADOR. Entonces preguntaron por señas a su padre cómo le quería llamar y pidiendo una tablilla escribió diciendo: Juan es su nombre y todos se maravillaron, al momento fue abierta su boca y suelta su lengua y habló bendiciendo a Dios.

ZACARÍAS. O alma mía, bendice a Jehová, Alabado sea Jehová nuestro Dios.

JUAN. ¿Quién pues será este niño?

RUBÉN. No sé… ¿Quién podría ser? Debe tener algo especial.

JUAN. Supongo que sí pero quién es este niño.

NARRADOR. Y la mano del Señor estaba con él.

ZACARÍAS. Bendito el Señor Dios de Israel, que ha visitado y redimido a su pueblo, y nos levantó un poderoso Salvador en la casa de David su siervo, como habló por boca de sus santos profetas que fueron desde el principio; Salvación de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos aborrecieron; para hacer misericordia con nuestros padres, y acordarse de su santo pacto; del juramento que hizo a Abraham nuestro padre, que nos había de conceder que, librados de nuestros enemigos, sin temor le serviríamos en santidad y en justicia delante de el, todos nuestros días. Y tu niño profeta del Altísimo será llamado; porque irá delante de la presencia del Señor, para preparar sus caminos; para dar conocimiento de salvación a su pueblo, para perdón de sus pecados, por la entrañable misericordia de nuestro Dios, con que nos visitó desde lo alto la aurora, para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; para encaminar nuestros pies por caminos de paz.

NARRADOR. Y el niño crecía y se fortalecía en espíritu y estuvo en lugares desiertos hasta el día de su manifestación a Israel.



QUINTA ESCENA

(Nacimiento de Jesús.)

NARRADOR. Aconteció en aquellos días que se promulgó un edicto de parte de Augusto César que todo el mundo fuese empadronado. Este primer censo se hizo siendo Cirenio gobernador de Siria e iban todos para ser empadronados cada uno a su ciudad Y José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret a Judea, a la ciudad de David que se llama Belén por cuanto era de la casa y familia de David para ser empadronados con María su mujer, desposada con él, la cual estaba encinta.

JOSÉ. Necesito donde pasar la noche con mi esposa, por favor.

BERNABÉ. No hay lugar, ni un cuartito.

JOSÉ. Necesito donde pasar la noche con mi esposa, por favor.

GAD. No hay lugar, ni un cuartito.

JOSÉ. Necesito donde pasar la noche con mi esposa, por favor.

BENJAMÍN. No hay lugar, ni un cuartito.

JOSÉ. Por favor, no importa su tamaño ni su condición.

BENJAMÍN. Pues siendo que no hay nada podría dar un rincón en el establo.

JOSÉ. Muchas gracias.

NARRADOR. Y aconteció que estando ellos allí se cumplieron los días de su alumbramiento y dio a luz a su hijo primogénito y lo envolvió en pañales y le acostó en un pesebre porque no había lugar para ellos en el mesón.

(Especial: Allá en el Pesebre.)

NARRADOR. Había pastores en la misma región que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño y he aquí se les presentó un ángel del Señor y la gloria del Señor los rodeó de resplandor y tuvieron gran temor.

GABRIEL. No temáis porque he aquí os doy nuevas de gran gozo que será para todo el pueblo que os ha nacido hoy en la ciudad de David un Salvador que es Cristo el Señor Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en panales acostado en un pesebre.

NARRADOR. Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales que alaban a Dios y decían…

ÁNGELES. Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres.

(Especial: La noticia sin igual.)

PASTOR 1. Pasemos pues hasta Belén y veamos esto que ha sucedido y que el Señor nos ha manifestado.

NARRADOR. Vinieron pues apresuradamente y hallaron a María y a José y al niño acostado en el pesebre.

PASTOR 2. Estábamos guardando las ovejas allí en el campo cuando de repente vino una gran luz

PASTOR 3. Entonces un ángel nos habló.

PASTOR 4. Y los ángeles del cielo se aparecieron y cantaron.

(Especial: Venid fieles todos.)

NARRADOR. Y todos los que oyeron se maravillaron de lo que los pastores les decían pero María guardaba todas estas cosas meditándolas en su corazón y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto como se les había dicho.



SEXTA ESCENA

(Presentación de Jesús en el templo.)

NARRADOR. Cumplidos los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre Jesús, el cual le había sido puesto por el ángel antes que fuese concebido. Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor como está escrito en la ley del Señor: todo varón que abriere la matriz será llamado santo al Señor, y para ofrecer conforme a lo que se dice en la ley del Señor: un par de tórtolas, o dos palominos. Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él. Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor. Y movido por el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito de la ley.

(Especial: ¡Qué niño es éste!

SIMEÓN. Ahora, Señor, despide a tu siervo en paz, conforme a tu palabra; porque han visto mis ojos tu salvación, la cual has preparado en presencia de todos los pueblos; luz para revelación a los gentiles, y gloria de tu pueblo Israel.

NARRADOR. Y José y su madre estaban maravillados de todo lo que se decía de él y Simeón los bendijo.

SIMEÓN. María, he aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha y una espada traspasará tu misma alma, para que sean revelaos los pensamiento de muchos corazones.

NARRADOR. Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad, y era viuda hacia ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche de día con ayunos y oraciones.

ANA. Dios te doy gracias por tu hijo quien ha nacido en este mundo. Escúchenme todos. La redención de Dios ha llegado. Jesús es el Cristo. Él nos salvará de nuestros pecados.



SEPTIMA ESCENA

(La visita de los magos.)

NARRADOR. Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes vinieron del oriente a Jerusalén unos magos.

MAGO 1. ¿Donde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente y venimos a adorarle.

NARRADOR. Oyendo esto el rey Herodes se turbó y toda Jerusalén con él.

HERODES. Traigan todos los escribas del pueblo y a los Principales sacerdotes. ¿Dónde había de nacer el Cristo?

ESCRIBA. En Belén de Judea porque así está escrito por el profeta: “Y tú Belén de la tierra de Judá no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá porque de ti saldrá un guiador que apacentara a mi pueblo Israel.)

HERODES. Trae a los magos. (Pausa.) ¿Cuándo es que se les apareció esta estrella?

MAGO 1. Nos apareció hace unos meses y sabíamos que algo raro estaba sucediendo y por nuestros estudios sabemos que un rey debe nacer a los judíos.

HERODES. Id allá a Belén y averiguad con diligencia acerca del niño y cuando le halléis hacédmelo saber para que yo también vaya y le adore.

NARRADOR. Ellos habiendo oído al rey se fueron y he aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos hasta que llegando se detuvo sobre donde estaba el niño y al ver la estrella se regocijaron con muy grande gozo.

MAGO 2. Te adoro y te presento oro.

(Especial: “Rey de Reyes”.)

MAGO 3. Te presento incienso.

(Especial: Digno es el Cordero.)

MAGO 4. Te presento mirra.

(Especial: Dime la historia de Cristo.)

GABRIEL. No vuelves a Herodes. El solo quiere matar al niño. Vuelve por otro camino

(Especial: Ve, dilo en las montañas.)

El regalo

10 Minutos y 5 Personajes. Un mimo no comparte el regalo que le da Dios con sus compañeros y éste se va haciendo más pequeño. Cuando lo comparte, el regalo va creciendo.


EL REGALO




PERSONAJES

5 Mimos

Una persona escucha una voz del cielo y extendiendo los brazos recibe un regalo de Dios. Simula con sus manos una caja de tamaño chico o mediano. Al recibir el regalo se muestra muy alegre y le da las gracias a Dios. Las otras 4 personas están paradas en una línea horizontal frente al público, pero están con la cara hacia abajo.

El mimo del regalo pretende compartirlo con esas cuatro personas. Va pasando con cada uno y les va tocando el brazo. Entonces voltean y les muestra su regalo. Los demás desean que les comparta su regalo pero al momento que extienden sus manos, el primero decide quedarse con el regalo para él solo. Es importante hacer notar que el regalo se va haciendo más pequeño cada vez que pasa entre los cuatro y no lo comparte.

Al llegar al final de la línea el regalo le cabe en un dedo y entonces siente que Dios le llama la atención de que debe compartir su regalo con los demás.

El joven repite el proceso con cada persona, pero esta vez comparte con todos el regalo. Ninguno de los cuatro le hace caso al principio, pues creen que los va a engañar, y le cuesta trabajo convencerlos porque ya les había engañado una vez. Pero, por fin, cada uno acepta el regalo y se muestran muy contentos.

Esta vez con cada persona el regalo crece en tamaño. Comparten el regalo entre los cinco y también con el público. El regalo de cada uno crece aún más. Los miembros del drama se juntan en el centro del escenario tomando el regalo que ya ha crecido muchísimo y lo tiran hacía al público.

David y Goliat

10 Minutos y 2 Personajes. Goliat intenta convencer a los niños de la iglesia para que reciban sus regalos pero entre sus filas saldrá un David que ayudará a los niños a vencer esos regalos que les entrega Goliat.


DAVID Y GOLIAT
Versión Moderna para Niños
Virginia Pineda





Basada en 1 Samuel 17: 1-54

PERSONAJES

GOLIAT


DAVID

(Luego de las alabanzas, la Directora le dirá a los niños que tiene que bajar a buscar algo que olvidó, pero que guarden reverencia y hagan silencio. Cuando el escenario esté solo, aparecerá Goliat, temible, amenazador y lanzará grandes amenazas)

GOLIAT. (Dirigiéndose a los niños.) ¿Quiénes son ustedes? ¿Qué hacen todos allí sentados y mirándome? ¡¡Contéstenme!! No se queden calladotes, ¿les comieron la lengua los ratones?
¡Ah! Ya sé… Ustedes están allí, cantándole a ese Jesús, ¿verdad?, entonces, si es así, ¡¡todos ustedes son mis enemigos!! ¿Y saben qué? A todos los voy a destruir porque soy más fuerte que ustedes, les voy a dar cosas que a ustedes les gusta, pero que los lleva a la muerte… ¡Ja, ja, ja!

(Tiene una bolsa llena de globos inflados. Cada globo representa una tentación o pecado que nos aleja de Dios.)

(Goliat a medida que va sacando los globos, los identifica claramente y pregunta quién lo quiere. Ej.: Saca el globo amarillo que dice “MENTIRAS” y dice: “Miren, niños, qué globo tan hermoso y qué color tan brillante. ¿Quién lo quiere?”

(Lógicamente algún niño lo pedirá; entonces Goliat dirá: “¡Ja, Ja, Ja! Claro que te lo regalo, allí te va”. Lo tira al público. Y así saca de la bolsa globos con diferentes nombres como: ROBO, EGOÍSMO, PALABRAS SUCIAS, MALDAD, DESOBEDIENCIA, ETC. Finalmente saca un globo rojo que dice “VIOLENCIA” y dice: “¡Oh, éste es hermoso y aquí tengo más de éstos!” (Saca más globos rojos que digan “violencia” y los tira a los niños. Les dice: “Tomen niños, son todos para ustedes, ¡contágiense y destrúyanse! ¡Ja, ja, ja! Todos morirán… a menos que… ¡¡A menos que salga un valiente y venga a pelear conmigo por sus vidas!! ¡Ja, ja, ja! Pero no creo que haya ningún valiente que se atreva a pelear conmigo, ¡ja, ja, ja! ¡¡¡Todos son unos GALLINAS!!!

(De repente sale de entre los niños, David, un niño pequeño, pero valiente, con túnica, un biombo y varias piedras pequeñas, le tira a los globos que aún están frente al escenario y debe reventarlos.)

DAVID. (A Goliat.) ¡Detente! ¡¡En el nombre de Jesús! Yo defenderé a estos niños y te mataré.

GOLIAT. ¡Ja, ja, ja! ¿Túuu? ¿Y cuántos más? No me hagas reír, mírate, ¡eres un enano! ¿Cómo te atreves a desafiarme?

DAVID. Tú vienes aquí, con tus mentiras y porquerías de regalo para destruir a estos niños, pero eso no va a pasar, porque tú no los puedes destruir ¿y sabes por qué? Hay algo que tú no sabes, ellos tienen un amigo poderoso que te botará de este lugar.

(Goliat busca entre los niños a ver si ve a ese Poderoso.)

DAVID. (A los niños) A ver, niños, vamos a llamar a ese amigo poderoso para que saque a este gigante mentiroso de este lugar. (Lleva a los niños a corear: JESÚS, JESÚS, JESÚS, JESÚS.)

GOLIAT. (Cuando escucha ese nombre, hace como que se cubre el rostro, da varios traspiés y sale gritando) ¡No! ¡No! ¡¡¡A él no, a él no!!! (sale corriendo del escenario.)

DAVID. (A los niños) ¡Niños! ¿Quién de ustedes se quiere morir? Nadie, ¿verdad?

NIÑOS. ¡¡¡Nadie!!!

DAVID. Entonces destruyan todos los regalos que les dio Goliat, porque eso sólo les hará daño. ¡¡¡A romperlos!!!

Jesús mi amigo fiel tiene la respuesta

10 Minutos y 5 Personajes. Una joven intenta buscar la respuesta a la crisis social en las instituciones humanas pero en realidad, la verdadera respuesta se encuentra en Jesús.


JESÚS MI AMIGO FIEL TIENE LA RESPUESTA




PERSONAJES


JOVEN. Representa la Humanidad sumergida en el pecado (crímenes, drogas, enfermedades, etc.) Mal Vestido.
POLICÍA. Representa la protección que tenemos contra los problemas de criminalidad, drogas, etc. Vestimenta de Policía y sus materiales.
MAESTRA. Representa la sabiduría humana. Vestida con uniforme mayormente en Blazer azul, con materiales escolares.
MÉDICO. Representa la salud contra las enfermedades. Vestimenta de Médico y materiales usados en Hospitales.
IGLESIA. Representa la única respuesta. Vestida de Blanco, con la Biblia.


NARRADOR. La humanidad se encuentra sumergida en el pecado. La criminalidad, las drogas, robos, accidentes, la violencia y tantas enfermedades que nos asedian sin encontrar solución a esta problemática social. El hombre en su desesperación pone su confianza en el otro hombre, sin poder detener todo este mal.

JOVEN. (Actitud de preocupación, de gemido.) Por este sendero sombrío y cual caminante errante voy hacia un rumbo incierto. (Pausa.) ¿Qué será de mí? Agobiada estoy por los pesares de la vida, sumergida en el pecado, cargando la maldad sin encontrar una esperanza para mi condición. ¿Quién me ayudará? ¿Quién podrá socorrer a esta alma solitaria? ¿Quién podrá librarme de la criminalidad, la violencia, las drogas, el abuso infantil, la violencia doméstica y tantos males sociales que a diario llegan a mis puertas? Cada día se destruyen más vidas. El hombre en su soledad busca llenar ese vacío con fiestas, drogas y alcohol, placeres pasajeros que no conducen al bien. Entonces ¿quién me ayudará a detener todo este mal? ¿Habrá alguien que escuche este gemido? Usted, Señor Policía, es la ley y significa protección, usted me puede ayudar a encontrar una solución a estos males sociales. Sumergida estoy con tanta perdición. Le exijo una respuesta.

POLICÍA. Yo..., lo lamento mucho, no te puedo ayudar.

JOVEN. Por Favor... Déme una respuesta que voy a desfallecer.

POLICÍA. Respuesta yo no la tengo a esta crisis social. Mil soluciones se han intentado sin ningún resultado positivo; al contrario, cada día aumenta más y no sabemos qué hacer, son más crímenes, más drogas, más muertes… esto no se puede parar. Hemos buscado estrategias para enfrentar esta problemática social. Se han creado nuevas leyes, se ha aumento la fuerza policíaca, tenemos las nuevas tecnologías y nada, nada de esto ha podido parar esta problemática social. Las calles no son seguras, lo lamento pero no te puedo ayudar (se marcha.)

JOVEN. ¡Oh! ¡Qué angustia es la que siento! ¡Qué impotente me encuentro! Cansada estoy, ¿qué puedo hacer? El dolor me azota, estoy enferma, la muerte se asoma, ¿a dónde llegaré?

(Aparece un Médico.)

JOVEN. Usted me podría ayudar, tengo el alma enferma, mi cuerpo no puede más, míreme, míreme cómo estoy, el cáncer come mis huesos, el SIDA me consume, la diabetes, la leucemia y tantas enfermedades más, déme una respuesta, que no quiero morir…

MÉDICO. ¡Respuesta! ¿Tú me pides a mí respuestas a la enfermedad? ¿Es que no te has dado cuenta de que no existen? Hemos hecho estudios en laboratorios, miles y miles de millones se han gastado para encontrar una cura para las enfermedades, pero no se ha logrado encontrar. Lo siento, no te puedo ayudar, aliviar tu dolor tal vez, pero sanarte, no. No está en mí, ya más no puedo hacer. (Se marcha.)

JOVEN. ¡Oh! ¡Qué vacía me siento! Es que... ¿no habrá respuesta a esta mi condición? ¿Es que moriré sin lograr solucionar todo este mal social? (Pausa. Cambio de actitud, más confiada en sí misma) ¿Sabes? Creo tener una buena solución. La tecnología ha avanzado, me aferraré a ella, a lo innovado, a lo nuevo, a lo In... esto cubrirá el vacío que hay en mí.

(Se dirige a un maestro. Lo toma por un brazo y con confianza se dirige.)

JOVEN. Usted, usted, me ayudará. El maestro representa la sabiduría humana, y de ella quiero yo. Enséñeme por favor, instrúyame sobre el comportamiento humano para así entender por qué hay tanta maldad en la humanidad. Dígame cómo buscar una cura para tantas enfermedades, Enséñeme a usar la nueva tecnología para entretenerme y así me olvidaré de tantos problemas, tal vez pueda encontrar una respuesta a esta mi plegaria.

MAESTRO. ¡Qué equivocada estás…! ¿Buscas respuesta en el conocimiento? Lo siento, pero no la hay. Años de estudios he tenido, como consecuencia la ciencia ha aumentado, nuevos descubrimientos a través del conocimiento humano se han logrado pero ninguno ha encontrado cómo parar todo este mal social. El Internet te puede ofrecer muchas opciones pero solución a esta crisis social, no... Lo siento, no te puedo ayudar.

JOVEN. (Derrotada.) Perdida, perdida estoy, ya más no puedo hacer, ¡qué sola me siento! estoy a punto de morir, hasta el fondo he llegado, ya no puedo más. ¿Quién podrá socorrerme? ¿Quién saciará la sed que agobia mi alma?... ¿Quién me librará de tanta violencia, de las enfermedades, de tanto conocimiento humano que de nada me ha valido? (Rendida se sienta frente al público.)

NARRADOR. En qué panorama tan desastroso se encuentra la humanidad. ¿Hasta dónde llegará toda esta su maldad? ¿Habrá una respuesta para todas sus necesidades? ¿Llegará el oportuno socorro?

(Música. Entra la Iglesia de Jesús vestida de blanco.)

IGLESIA. (Entra con la Biblia y alabando a Dios) La Iglesia, he aquí la Iglesia del Señor llena de poder y gloria trae una respuesta a ésta tu plegaria. He aquí te presento a Jesús, tu fiel amigo.

JOVEN. (Incrédula.) ¡La Iglesia! ¡Jesús! ¿Quién eres tú para darme una respuesta a esta problemática social? ¿Acaso tienes el poder para detener todo este mal? ¿Tendrás el poder de solucionar esta crisis social? Ni la ley, la medicina, ni el conocimiento humano han logrado frenar todo este mal.

IGLESIA. He aquí te presento a Jesús, el Salvador del Mundo. Aquel que se hizo humano para morir en la cruz del Calvario. El autor de la vida, el que murió pero también resucitó y nos dio vida eterna. Ese Jesús que perdonó nuestros pecados y nos libró de condenación eterna. Ese mismo que fue elevado al cielo y prometió regresar por su iglesia para llevarnos a las moradas celestiales. Te presento a ese Jesús que cuando estoy en peligro me dice: Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción: mas confiad, yo he vencido al mundo... Cuando te sientas cargado te dice: Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, yo os haré descansar... Si te encuentras desamparado te dice: Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Si te encuentras enfermo te dice: Ciertamente llevó Él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores: y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas Él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados. El castigo de nuestra paz fue sobre Él y por sus llagas fuimos nosotros curados. Si conspiran contra ti te dice: Si alguno conspirare contra ti, será sin mí: el que contra ti conspiraré, delante de ti caerá.

JOVEN. Entonces, ¿qué debo hacer para conocer a ese Jesús al que tú sirves?

IGLESIA. Cree... En ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos... Sólo tienes que creer en Jesús, aceptarlo como tu salvador personal y apartarte del mal. Él ha prometido cuidarnos de todo mal sobre la tierra. Y si alguien le hiciera daño a tu cuerpo tu alma quedará segura en los brazos de Jesús, tu fiel amigo.

JOVEN. Quiero saber más de Jesús, el amigo que tiene la respuesta. Quiero creerle y aceptarle como mi salvador.

IGLESIA. Ven (escoge dos miembros de la iglesia ya seleccionados y le hace entrega de la Humanidad). Ellos te ayudarán, te enseñarán cómo separarte para Dios, y cómo vivir feliz en este mundo de perversión.

(Sale la humanidad con los 2 miembros dialogando. Se dirige al público. Música de fondo)

IGLESIA. A ti, mi amado amigo, te presento a Jesús, el único que puede salvarte. ¿Te sientes solo? Él es tu compañía. ¿Estás triste? Él te dará gozo. ¿Estás enfermo? Él te sanará. ¿Te sientes vacío y tienes problemas? Él llenará ese vacío que hay en tu corazón y te ayudará en el momento difícil... Sólo tienes que aceptarle como tu único y exclusivo salvador y Él nunca te abandonará. Acéptale y sé feliz. (Puede dejarse guiar por el E. S.)

Salvación

8 Minutos y 6 Personajes. ¿Qué ocurre cuando una persona deja que que los vicios ocupen su corazón? Atentos a esta representación de mímica.


SALVACIÓN
Juan Carlos Flores Marker




PERSONAJES

ALMA
JESÚS
VICIOS
BRUJA
RIQUEZA
INMUNDICIA


MÚSICA

La puedes combinar con música de adoración al inicio y al final y música de caos durante la trama y agregar sonidos como tocar la puerta.


ATREZZO

- 1 Silla
- 1 Corazón blanco grande sobre la silla permitiendo que alguien se pueda sentar (esto será el trono del corazón.)
- Puerta (imaginaria).

DRAMA

1. Inicia el alma vestida de blanco realizando pasos de danza interpretativa judía alrededor del corazón. Si no sabe danza interpretativa pueden ser sólo pasos libres representando libertad.

2. Después el alma escucha que alguien toca a la puerta y entra el primer personaje (vicios) fumando y tomando golpea al alma, se sienta en el trono del corazón.

3. Después llega el siguiente personaje y sucede lo mismo con cada uno, ocupando el trono del corazón.

4. Hasta que Jesús toca a la puerta y el alma se arrastra para abrirle, los personajes o espíritus le tratan de impedir la entrada, pero lo logra y cuando Jesús entra, saca a todos los espíritus, limpia el corazón y restaura el Alma y el Alma sienta a Jesús en el trono del corazón. El drama termina cuando el Alma adora a Jesús como al inicio del drama.

Buscando corazones sinceros

8 Minutos y 6 Personajes. Los hermanos en la iglesia deciden tomar un tiempo diario de oración debido a varios problemas que tienen. No todos los miembros le dedican el tiempo y la intensidad que debieran. Veamos el contraste entre dos hermanos...


BUSCANDO CORAZONES SINCEROS
Joany A. Cruz García




PERSONAJES

SARA
ALBERTO
FRANCISCO
DIOS
NARRADOR
PASTOR


(En la iglesia.)

PASTOR. Hermanos, estamos pasando por momentos de pruebas, tenemos que buscar más el rostro del Señor. Vamos a estar haciendo ayunos todos los días por lo menos hasta las 12:00 del mediodía, para que el Señor siga con la obra, para que Dios nos dé fortaleza, sigan orando por mi familia y por esta iglesia. También todos en las casas oren, vamos a tomar la hora de las 7:00 pm en esta semana para orar. Busquen al Señor. Amén.

(Se hace esto ya que la iglesia está pasando por una crisis, pueden tratar una situación especifica en su iglesia.)

NARRADOR. 2 días después en sus casas, hora: 6:15pm.

ALBERTO. (Llega a su casa enciende la TV o la radio y engancha sus piernas en algún mueble, se pone cómodo.)

SARA. (Llega cansada de su trabajo a la casa.) Dios, gracias porque sé que en ti puedo descansar (arrodillada). Señor sabes los problemas que han pasado en la iglesia...

ALBERTO. ¡Ah! (Bosteza.) Dios mío, ¡qué sueño! Espérate, si falta media hora para las 7 que va a ser el juego decisivo.

FRANCISCO. (Llama a Alberto por teléfono.)

ALBERTO. ¿Quiéén sería el inoportuno? ¿Bueno?

FRANCISCO. Alberto, ¿cómo estás? Dios te bendiga.

ALBERTO. ¿Sí? ¿Quién habla?

FRANCISCO. Soy Francisco, el de la iglesia.

ALBERTO. ¿Cóómo estáás? ¿Cómo van las cosas? ¿Y la Familia?

FRANCISCO. Bien, gracias, mira hermano, te llamo para que sigas intercediendo por lo de la iglesia, la familia del pastor, tú sabes y te acuerdes de los ayunos...

ALBERTO. ¡Ay, sí!

FRANCISCO. ¿Dijiste algo?

ALBERTO. No, no, sí, cómo no… Sí, los ayunos y esas cosas, orar sí, pues...

FRANCISCO. Bueno, no te olvides, te dejo porque me falta realizar tres llamaditas más.

ALBERTO. Está bien, Dios le bendiga.

FRANCISCO. Hasta luego.

NARRADOR. En todo esto Dios observa tanto a Alberto como a Sara.

ALBERTO. ¡Rayos! A mí se me olvidó por completo… Pero Señor, tú sabes todas las cosas. Mira, estas cosas no pasarían si yo estuviera en el consejo y fuera el líder, porque tú me has dado muchos dones como el de discernimiento y tú sabes esto pasa...

NARRADOR. Dios lo mira con tristeza, suena el teléfono, llaman a Sara.

SARA. Buenas noches.

FRANCISCO. Sara, te habla Francisco, te llamo para acordarte y dar seguimiento a los ayunos y las oraciones.

SARA. Gracias, sí, tenemos que seguir orando, intercediendo, para que la gran obra se cumpla en nuestra iglesia y en nuestras vidas, gracias por llamar. ¡Que Dios lo bendiga!

ALBERTO. Dios ya son las 7:00 pero déjame ver algo y yo voy a orar, estáá bien, voy a orar... Bueno déjame poner el televisor en mudo y pues como en 2 minutos se acaban los anuncios y casi los juegos empiezan a las 7:15, bueno me da tiempito de orar.

SARA. (Arrodillada.) Dios, vengo una vez más delante de ti...

ALBERTO. Bueno, Señor, éste... Gracias por los dones que me has dado…

NARRADOR. Dios escucha con agrado a Sara más a Alberto no.

SARA. Señor, ten misericordia de nosotros, perdónanos, padre... (Con gemidos.)

ALBERTO. Bueno, Señor, yo sé que la iglesia está bien mal, empezando por el pastor pero perdónalos...

SARA. Señor perdona si en algúún momento hice mal, quizáás una mirada o una palabra con la que lastime a algún hermano...

ALBERTO. (Casi mirando el reloj y el televisor a la vez, ya se acerca a las 7:15.) Señor, pues tú sabes todas las cosas...

SARA. Señor, bendice a mi pastor, a tu iglesia, que tu Espíritu se derrame en la iglesia danos nuevos dones, amor, Padre celestial, cuídanos y protégenos señor, dale fortaleza a nuestro pastor que es un siervo que tu colocaste para bendición a esta iglesia, te alabo y te glorifico. (Puedes añadirle y poner más cínico a Alberto.)

(Albert se levanta y ve la tele. Sara sigue orando. Mientras Dios va a donde Alberto.)

DIOS. Alberto, tus palabras no han llegado a mi trono, ni siquiera me regalaste unos cuantos minutos, necesito hombres y mujeres de compromiso que estén dispuestos a buscar mi rostro tarde, día o de noche, pero prefieres tu comodidad, prefieres y eliges las cosas del mundo antes que a mí. Yo te amo Alberto, ámame tú también...

(Alberto se queda triste se arrodilla y pide perdón. Dios se dirige a Sara.)

DIOS. Mas tú, Sara, mi sierva, has sido fiel, a pesar de tu cansancio has hecho mi voluntad, has buscado mi rostro, pondré nuevos dones en ti y daré bendiciones a tu vida. Tu oración ha conmovido mi ser, y sí, tengo más paciencia y misericordia de lo que te imaginas, y tengo propósitos contigo y la iglesia, ¿¿sabes por qué? Porque los amo, los amo.

(Sara se queda en humillación y le da alabanza y gracias a Dios. Él se dirige hacia la iglesia, a la congregación y la observa, y les dice: busco una iglesia que me adore y que me siga, solo eso pido, busco corazones sinceros.)

Sueño de morir

5 Minutos y 6 Personajes. Representación musical con mímica basada en la canción “Sueño de morir” de Alex Campos.

SUEÑO DE MORIR
Cristian Bertín


PERSONAJES
6 Personajes disfrazados de mimos


MATERIAL
- Canción “Sueño de morir” de Alex Campos
- Imagen de fondo de la crucifixión de Cristo



CANCIÓN.

Introducción. Al comienzo todos los mimos están tirados en el suelo (las luces están apagadas), ubicados en dos hileras de espaldas al público. A medida que avanza la instrumentación se levantan muy lentamente (siguen de espaldas).

1º Estrofa:
Estando cerca del momento: se encienden las luces, los mimos se dan vuelta y con las manos abiertas las levantan y la bajan despacio.
Allí te conocí: hacia el costado y con una mano (puede ser la derecha o izquierda, todo depende donde se ubique la imagen de la crucifixión) señalar hacia donde está la imagen y cabeza abajo (imaginen que saludan a alguien).
Miro tu rostro: me llevo las manos hacia la altura de los ojos y señalo hacia la imagen.
Y tu silencio, sabré aprender de ti: doy la espalda y con una mano hago un giro de muñeca y la cierro (este gesto lo hacen los directores de coro para marcar el silencio musical); y con la otra, la levanto bien alto y miro hacia arriba.
Tu cuerpo lento y maltratado el mundo te golpeó: lentamente voy girando hacia el costado y lo hago de tal manera que se muestre el sufrimiento, moviendo cabeza, cuello, hombros, cintura. Una vez de costado y medio encorvado, con una mano en forma de puño levantarla a la altura de los hombros y golpearse disimuladamente (¡ojo, no se peguen de verdad!).
Sangre y lágrimas mezcladas: de frente se tocan con las dos manos el cuerpo deslizándolas desde el pectoral hasta la cintura y luego la cara, para terminar con las dos manos juntas (imagen que se están pasando una crema).
Fue tu sueño de morir: con las manos en la cabeza y girándola, para luego extenderlas hacia el costado (figura de la cruz).

2º Estrofa:
Antes que comience, se intercambian de posición (los que estaban en la hilera de adelante pasan atrás y los de atrás adelante).
El cielo anuncia el momento que marcará allí el fin: extienden una mano hacia arriba y la cabeza mirando también arriba, para luego con esa misma mano hacer una especie de cruz (marcando algo) y una línea horizontal.
La lluvia moja el sufrimiento: con las dos manos hacia arriba, realizan con los dedos movimientos simulando que cae lluvia pasándoselos por el rostro.
El cielo llora el gemir: giro la cabeza de un costado a otro mirando hacia arriba y terminando de costado, hacia donde está la imagen (tener en cuenta que este movimiento debe ser rápido).
El Padre ve morir a su Hijo, ve su niño allí partir: apuntando con las dos manos la imagen en forma horizontal, para después moverlas hacia el otro costado horizontalmente (como se si despidieran de alguien).
El día se convierte en luto: movimiento de cabeza hacia arriba y abajo, manos juntas (como cuando oramos), y pies también.
Fue tu sueño de morir: con las manos en la cabeza y girándola, para luego extenderlas hacia el costado (figura de la cruz).


Estribillo:
Aquí deben estar todos en hilera, en lo posible, y lograr con el cuerpo y el gesto del rostro el sufrimiento (es la parte que más expresión debe tener).
Sangre y silencio fue el precio fue el costo de mi vivir: con mucha fuerza y expresión deben moverse hacia un lado y el otro, con movimientos de cabeza, hombros, cintura. Se van agachando.
No sabré como agradecerte: agachados y con la cabeza abajo, cierran las manos apuntándose hacia el pecho con leves movimientos.
Yo mi vida daré a ti: siguen agachados, y con la cabeza hacia arriba levantan las manos.
En todo tiempo seré tuyo una ofrenda, me entrego a ti: levantados, con un brazo extendido y la mano en forma de querer parar algo, hacen un giro. Luego con los brazos extendidos hacia arriba, caen al piso.
Tu sueño hoy se hizo vida: desde el suelo, se toman la cabeza con las manos, y se levantan moviendo las manos hacia los costados.
Fue tu sueño de morir: con las manos en la cabeza y girándola, para luego extenderlas hacia el costado (figura de la cruz).


3º Estrofa:

Esta estrofa es representada por uno de los mimos, mientras el resto hace una ronda agachados en forma de oración.
El mimo que realice esta escena deberá interactuar con la imagen de la crucifixión que está proyectada, realizando la mímica que él considere apropiada de acuerdo a la letra. Como sugerencia puede estar parado de espaldas al público, mirando la imagen y realizando movimientos de brazos y cabeza como si le estuviera hablando al Señor; es muy emocionante.
Aunque no entienda el silencio al dar tu vida por mi, ayúdame a pagar el precio, quiero ser digno de ti.
Tú que estás allí en el cielo ayúdame a vivir, tú que pagaste por mi deuda, que tu sueño viva en mí.

Estribillo:
Se repite dos veces. Después de la segunda repetición, Alex alarga la canción con frases como “fue tu sueño”, “fue tu sueño de morir”, “que tu sueño viva en mí”, etc. En esos momentos de la canción todos deben señalar con una mano hacia donde está la imagen.

FINAL: El final se representa cuando se escucha el sonido de una especie de tambores o timbales. En ese instante se dispersan todos los mimos por el escenario y de a poco se van tirando en el suelo, (como si se estuvieran muriendo). Deben contar bien los tiempos para el toque final, donde deben tirarse por completo al suelo. Se apagan los reflectores.