Jesús mi amigo fiel tiene la respuesta

10 Minutos y 5 Personajes. Una joven intenta buscar la respuesta a la crisis social en las instituciones humanas pero en realidad, la verdadera respuesta se encuentra en Jesús.


JESÚS MI AMIGO FIEL TIENE LA RESPUESTA




PERSONAJES


JOVEN. Representa la Humanidad sumergida en el pecado (crímenes, drogas, enfermedades, etc.) Mal Vestido.
POLICÍA. Representa la protección que tenemos contra los problemas de criminalidad, drogas, etc. Vestimenta de Policía y sus materiales.
MAESTRA. Representa la sabiduría humana. Vestida con uniforme mayormente en Blazer azul, con materiales escolares.
MÉDICO. Representa la salud contra las enfermedades. Vestimenta de Médico y materiales usados en Hospitales.
IGLESIA. Representa la única respuesta. Vestida de Blanco, con la Biblia.


NARRADOR. La humanidad se encuentra sumergida en el pecado. La criminalidad, las drogas, robos, accidentes, la violencia y tantas enfermedades que nos asedian sin encontrar solución a esta problemática social. El hombre en su desesperación pone su confianza en el otro hombre, sin poder detener todo este mal.

JOVEN. (Actitud de preocupación, de gemido.) Por este sendero sombrío y cual caminante errante voy hacia un rumbo incierto. (Pausa.) ¿Qué será de mí? Agobiada estoy por los pesares de la vida, sumergida en el pecado, cargando la maldad sin encontrar una esperanza para mi condición. ¿Quién me ayudará? ¿Quién podrá socorrer a esta alma solitaria? ¿Quién podrá librarme de la criminalidad, la violencia, las drogas, el abuso infantil, la violencia doméstica y tantos males sociales que a diario llegan a mis puertas? Cada día se destruyen más vidas. El hombre en su soledad busca llenar ese vacío con fiestas, drogas y alcohol, placeres pasajeros que no conducen al bien. Entonces ¿quién me ayudará a detener todo este mal? ¿Habrá alguien que escuche este gemido? Usted, Señor Policía, es la ley y significa protección, usted me puede ayudar a encontrar una solución a estos males sociales. Sumergida estoy con tanta perdición. Le exijo una respuesta.

POLICÍA. Yo..., lo lamento mucho, no te puedo ayudar.

JOVEN. Por Favor... Déme una respuesta que voy a desfallecer.

POLICÍA. Respuesta yo no la tengo a esta crisis social. Mil soluciones se han intentado sin ningún resultado positivo; al contrario, cada día aumenta más y no sabemos qué hacer, son más crímenes, más drogas, más muertes… esto no se puede parar. Hemos buscado estrategias para enfrentar esta problemática social. Se han creado nuevas leyes, se ha aumento la fuerza policíaca, tenemos las nuevas tecnologías y nada, nada de esto ha podido parar esta problemática social. Las calles no son seguras, lo lamento pero no te puedo ayudar (se marcha.)

JOVEN. ¡Oh! ¡Qué angustia es la que siento! ¡Qué impotente me encuentro! Cansada estoy, ¿qué puedo hacer? El dolor me azota, estoy enferma, la muerte se asoma, ¿a dónde llegaré?

(Aparece un Médico.)

JOVEN. Usted me podría ayudar, tengo el alma enferma, mi cuerpo no puede más, míreme, míreme cómo estoy, el cáncer come mis huesos, el SIDA me consume, la diabetes, la leucemia y tantas enfermedades más, déme una respuesta, que no quiero morir…

MÉDICO. ¡Respuesta! ¿Tú me pides a mí respuestas a la enfermedad? ¿Es que no te has dado cuenta de que no existen? Hemos hecho estudios en laboratorios, miles y miles de millones se han gastado para encontrar una cura para las enfermedades, pero no se ha logrado encontrar. Lo siento, no te puedo ayudar, aliviar tu dolor tal vez, pero sanarte, no. No está en mí, ya más no puedo hacer. (Se marcha.)

JOVEN. ¡Oh! ¡Qué vacía me siento! Es que... ¿no habrá respuesta a esta mi condición? ¿Es que moriré sin lograr solucionar todo este mal social? (Pausa. Cambio de actitud, más confiada en sí misma) ¿Sabes? Creo tener una buena solución. La tecnología ha avanzado, me aferraré a ella, a lo innovado, a lo nuevo, a lo In... esto cubrirá el vacío que hay en mí.

(Se dirige a un maestro. Lo toma por un brazo y con confianza se dirige.)

JOVEN. Usted, usted, me ayudará. El maestro representa la sabiduría humana, y de ella quiero yo. Enséñeme por favor, instrúyame sobre el comportamiento humano para así entender por qué hay tanta maldad en la humanidad. Dígame cómo buscar una cura para tantas enfermedades, Enséñeme a usar la nueva tecnología para entretenerme y así me olvidaré de tantos problemas, tal vez pueda encontrar una respuesta a esta mi plegaria.

MAESTRO. ¡Qué equivocada estás…! ¿Buscas respuesta en el conocimiento? Lo siento, pero no la hay. Años de estudios he tenido, como consecuencia la ciencia ha aumentado, nuevos descubrimientos a través del conocimiento humano se han logrado pero ninguno ha encontrado cómo parar todo este mal social. El Internet te puede ofrecer muchas opciones pero solución a esta crisis social, no... Lo siento, no te puedo ayudar.

JOVEN. (Derrotada.) Perdida, perdida estoy, ya más no puedo hacer, ¡qué sola me siento! estoy a punto de morir, hasta el fondo he llegado, ya no puedo más. ¿Quién podrá socorrerme? ¿Quién saciará la sed que agobia mi alma?... ¿Quién me librará de tanta violencia, de las enfermedades, de tanto conocimiento humano que de nada me ha valido? (Rendida se sienta frente al público.)

NARRADOR. En qué panorama tan desastroso se encuentra la humanidad. ¿Hasta dónde llegará toda esta su maldad? ¿Habrá una respuesta para todas sus necesidades? ¿Llegará el oportuno socorro?

(Música. Entra la Iglesia de Jesús vestida de blanco.)

IGLESIA. (Entra con la Biblia y alabando a Dios) La Iglesia, he aquí la Iglesia del Señor llena de poder y gloria trae una respuesta a ésta tu plegaria. He aquí te presento a Jesús, tu fiel amigo.

JOVEN. (Incrédula.) ¡La Iglesia! ¡Jesús! ¿Quién eres tú para darme una respuesta a esta problemática social? ¿Acaso tienes el poder para detener todo este mal? ¿Tendrás el poder de solucionar esta crisis social? Ni la ley, la medicina, ni el conocimiento humano han logrado frenar todo este mal.

IGLESIA. He aquí te presento a Jesús, el Salvador del Mundo. Aquel que se hizo humano para morir en la cruz del Calvario. El autor de la vida, el que murió pero también resucitó y nos dio vida eterna. Ese Jesús que perdonó nuestros pecados y nos libró de condenación eterna. Ese mismo que fue elevado al cielo y prometió regresar por su iglesia para llevarnos a las moradas celestiales. Te presento a ese Jesús que cuando estoy en peligro me dice: Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción: mas confiad, yo he vencido al mundo... Cuando te sientas cargado te dice: Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, yo os haré descansar... Si te encuentras desamparado te dice: Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Si te encuentras enfermo te dice: Ciertamente llevó Él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores: y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas Él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados. El castigo de nuestra paz fue sobre Él y por sus llagas fuimos nosotros curados. Si conspiran contra ti te dice: Si alguno conspirare contra ti, será sin mí: el que contra ti conspiraré, delante de ti caerá.

JOVEN. Entonces, ¿qué debo hacer para conocer a ese Jesús al que tú sirves?

IGLESIA. Cree... En ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos... Sólo tienes que creer en Jesús, aceptarlo como tu salvador personal y apartarte del mal. Él ha prometido cuidarnos de todo mal sobre la tierra. Y si alguien le hiciera daño a tu cuerpo tu alma quedará segura en los brazos de Jesús, tu fiel amigo.

JOVEN. Quiero saber más de Jesús, el amigo que tiene la respuesta. Quiero creerle y aceptarle como mi salvador.

IGLESIA. Ven (escoge dos miembros de la iglesia ya seleccionados y le hace entrega de la Humanidad). Ellos te ayudarán, te enseñarán cómo separarte para Dios, y cómo vivir feliz en este mundo de perversión.

(Sale la humanidad con los 2 miembros dialogando. Se dirige al público. Música de fondo)

IGLESIA. A ti, mi amado amigo, te presento a Jesús, el único que puede salvarte. ¿Te sientes solo? Él es tu compañía. ¿Estás triste? Él te dará gozo. ¿Estás enfermo? Él te sanará. ¿Te sientes vacío y tienes problemas? Él llenará ese vacío que hay en tu corazón y te ayudará en el momento difícil... Sólo tienes que aceptarle como tu único y exclusivo salvador y Él nunca te abandonará. Acéptale y sé feliz. (Puede dejarse guiar por el E. S.)

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