El nuevo nacimiento

6 Minutos y 4 Personajes. Una familia pobre sufre porque el padre gasta el poco dinero que tienes en alcohol. Lo que no sabrán es que una nochebuena, al pasar junto a una iglesia, el corazón de este padre cambiará por completo.


EL NUEVO NACIMIENTO




PERSONAJES

MADRE
HIJA
DON JULIO
NARRADOR


ESCENA 1

MADRE. Vaya a acostarse, hijita. Ya es tarde, acaban de dar las diez.

HIJA. No, mamá, no tengo sueño todavía. Hoy es noche buena ¿No oyes qué alegre pasa la gente por la calle? Además, espero a papá. No tardará en llegar.

MADRE. ¡Ay! Hijita mía, la noche buena, no es para los pobres como nosotros...
Además, su papá debe estar celebrando con sus amigos y gastando el poco dinero que tiene. Duérmase, yo lo esperaré.

HIJA. Es que no puedo dormir. La navidad es alegre, en cambio usted se ve tan afligida…

MADRE. No, no estoy afligida. Solo presiento que ésta será la más triste navidad que hayamos pasado. ¡Ay! Dios mío, ampara a mi esposo, para que nada le ocurra.

HIJA. Comprendo mamá, mi papá te hace sufrir. ¡Ay! Ese vicio…

(Salen ambas de escena.)

NARRADOR. Lo que no saben esta madre y su hija es que Don Julio, aquel hombre tan malo, que tanto había hecho sufrir a su familia, ahora es un hombre totalmente distinto, porque Dios ha cambiado su vida en un abrir y cerrar de ojos. Mientras caminaba por la calle, ebrio y sucio, escuchó el canto que provenía de un pequeña iglesia. Al entrar, Jesús lo estaba esperando para transformarlo y hacerlo un hombre feliz.

(Aparece Don Julio solo en escena.)

DON JULIO. Gracias Señor Jesús por ese mensaje de Salvación. Al entender el verdadero significado de la Navidad, me ha llegado al Alma. Desde hoy y para siempre, Cristo ha nacido en el pesebre de mi corazón. Confieso que soy un pecador que he vivido hundido en los vicios, perdido en la maldad. Pero ahora mi Señor, soy feliz porque tú naciste en mi corazón. Desde hoy iré a la Iglesia con mi esposa y mi hija.


ESCENA 2

(Aparece en escena, la madre con la hija, y golpea la puerta Don Julio.)

HIJA. ¿Quién será? No creo que mi papá. Él siempre golpea la puerta más fuerte, o entra violentamente.

(Otro golpe.)

MADRE. ¡Ay! Hijita, vaya a acostarse. Yo voy a abrir la puerta; puede que venga ebrio otra vez.

(Otro golpe, y va a abrir la puerta.)

DON JULIO. ¡Mi amor, hijita! Les traigo unos regalitos de Navidad. Toma hijita, para ti uno, y el otro para ti, mi amor.

HIJA. ¡Papá, papito! Qué cambiado vienes.

MADRE. Pero, ¿qué pasó? No sé qué pensar. Y para ti ¿no compraste nada?

DON JULIO. No, lo que tengo ahora no se compra con dinero. Para mí he adquirido una cosa de mucho más valor que todo lo terrenal. Recibí a Cristo como mi salvador personal. Dios me ha hecho salvo, ahora comienza mi verdadera vida.

MADRE. Bendito sea Dios, Julio, que respondió a mis súplicas.

NARRADOR. De este modo, mostrado en forma muy simple, Cristo nació en un nuevo pesebre, llenando de ricas bendiciones, un hogar que estaba para ser destruido. Y aquella esposa supo que la Navidad es también para los pobres, cuando Jesús el Salvador nace en el corazón.

(Cantan Noche de Paz.)

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