10 Minutos y 6 Personajes + Extras. Jesús pasa a la puerta de varias personas pero nadie quiere recibirle.
PERSONAJES
JESÚS
DEPRIMIDA
NIÑA
MADRE
PADRE
MUJER
Grupo jóvenes
(Hay un grupo de chicos que están viendo un partido de fútbol en el salón de su casa. Están animando al equipo, vitoreando los goles y las jugadas. Jesús pasa por la puerta de su casa y llama.)
JESÚS. (Golpeando en una puerta imaginaria.) Buenas noches, ¿hay alguien ahí?
(Los jóvenes no escuchan a Jesús. Jesús insiste pero nadie se da cuenta. Continúa por un rato pero al ver que nadie le responde se marcha.)
(Hay una pareja que está discutiendo delante de la hija pequeña. La niña parece asustada. Jesús pasa a su puerta y golpea.
JESÚS. (Escucha el ruido que sale de la casa.) ¿Hola? ¿Puedo ayudar? ¿Me dejan pasar?
(La niña se percata de que alguien llama y abre la puerta. Los padres siguen discutiendo y no se dan cuenta de que la niña ha abierto la puerta.)
NIÑA. Hola, ¿quién eres?
JESÚS. Soy Jesús, pequeña. Por favor, dile a tus padres si puedo entrar y hablar con ellos… quizá pueda ayudarles.
NIÑA. (Va corriendo hacia sus padres corriendo para decirles lo que Jesús le ha dicho.) ¡Mamá, mamá! En la puerta hay un hombre que dice que puede ayudaros.
(Los padres siguen discutiendo ignorándola.)
MADRE. (La madre se entera a medias de lo que le dice la hija.) ¿Que has abierto la puerta a un desconocido? ¿No sabes que nunca debes abrir la puerta si no sabes quién es?
NIÑA. Pero es que él…
MADRE. (Cortándole.) Ni peros ni nada…
PADRE. ¿Así es cómo educas a tu hija?
MADRE. Como si tú hicieras algo…
(Se ponen a discutir otra vez y la niña va a cerrar la puerta.)
(Jesús llama a la puerta de una pareja joven.)
MUJER. ¡Hola! ¿Qué desea?
JESÚS. Buenas tardes. Me llamo Jesús, soy de Nazaret…
MUJER. ¿Jesús? ¿El Salvador del mundo?
JESÚS. Así es y me encantaría poder hablar con vosotros; traigo palabras de paz y esperanza y puedo mejorar vuestras vidas.
MUJER. Bueno, Jesús, muchas gracias pero vosotros no estamos interesados en estos rollos. Se le ve un hombre muy agradable pero la religión no es para nosotros.
JESÚS. De acuerdo, si alguna vez cambias de opinión, llámame. (Le entrega una tarjeta.)
(Jesús va a la puerta de una casa en la que vive una mujer deprimida. La mujer está sentada en el sofá. Cuando Jesús llama a la puerta, la mujer contesta desde el sofá pero no se levanta.)
DEPRIMIDA. ¿Quién es?
JESÚS. Soy Jesús, Ana.
DEPRIMIDA. ¿Cómo sabe mi nombre?
JESÚS. Sé muchas cosas de usted. Sé que no está muy bien desde que su marido e hijos fallecieron en el accidente y que cada día que pasa es una amargura para usted. Sé que la familia de su marido le acusa injustamente de haberlos matado porque usted conducía. Déjeme pasar, déjeme hablar con usted, me gustaría ayudarle.
DEPRIMIDA. (Pensativa y afectada por las palabras.) No tengo fuerzas para levantarme del sofá, por favor, pase en otro momento, hoy es uno de esos días…
JESÚS. ¿Seguro que…?
DEPRIMIDA. (Interrumpiéndole.) Por favor, ahora no…
JESÚS. Está bien…
JESÚS. (Dirigiéndose al público.) Esta noche he llamado a cuatro casas distintas y nadie me ha invitado a entrar. (Pausa.) Pero seguiré llamando, por si alguna vez quieren escucharme. (Pausa.) Esta noche también voy a pasarme por la puerta de tu corazón, llamaré despacito, para no molestarte y si tú quieres, entraré a cenar contigo. Ese es mi deseo para hoy.
JESÚS
DEPRIMIDA
NIÑA
MADRE
PADRE
MUJER
Grupo jóvenes
(Hay un grupo de chicos que están viendo un partido de fútbol en el salón de su casa. Están animando al equipo, vitoreando los goles y las jugadas. Jesús pasa por la puerta de su casa y llama.)
JESÚS. (Golpeando en una puerta imaginaria.) Buenas noches, ¿hay alguien ahí?
(Los jóvenes no escuchan a Jesús. Jesús insiste pero nadie se da cuenta. Continúa por un rato pero al ver que nadie le responde se marcha.)
(Hay una pareja que está discutiendo delante de la hija pequeña. La niña parece asustada. Jesús pasa a su puerta y golpea.
JESÚS. (Escucha el ruido que sale de la casa.) ¿Hola? ¿Puedo ayudar? ¿Me dejan pasar?
(La niña se percata de que alguien llama y abre la puerta. Los padres siguen discutiendo y no se dan cuenta de que la niña ha abierto la puerta.)
NIÑA. Hola, ¿quién eres?
JESÚS. Soy Jesús, pequeña. Por favor, dile a tus padres si puedo entrar y hablar con ellos… quizá pueda ayudarles.
NIÑA. (Va corriendo hacia sus padres corriendo para decirles lo que Jesús le ha dicho.) ¡Mamá, mamá! En la puerta hay un hombre que dice que puede ayudaros.
(Los padres siguen discutiendo ignorándola.)
MADRE. (La madre se entera a medias de lo que le dice la hija.) ¿Que has abierto la puerta a un desconocido? ¿No sabes que nunca debes abrir la puerta si no sabes quién es?
NIÑA. Pero es que él…
MADRE. (Cortándole.) Ni peros ni nada…
PADRE. ¿Así es cómo educas a tu hija?
MADRE. Como si tú hicieras algo…
(Se ponen a discutir otra vez y la niña va a cerrar la puerta.)
(Jesús llama a la puerta de una pareja joven.)
MUJER. ¡Hola! ¿Qué desea?
JESÚS. Buenas tardes. Me llamo Jesús, soy de Nazaret…
MUJER. ¿Jesús? ¿El Salvador del mundo?
JESÚS. Así es y me encantaría poder hablar con vosotros; traigo palabras de paz y esperanza y puedo mejorar vuestras vidas.
MUJER. Bueno, Jesús, muchas gracias pero vosotros no estamos interesados en estos rollos. Se le ve un hombre muy agradable pero la religión no es para nosotros.
JESÚS. De acuerdo, si alguna vez cambias de opinión, llámame. (Le entrega una tarjeta.)
(Jesús va a la puerta de una casa en la que vive una mujer deprimida. La mujer está sentada en el sofá. Cuando Jesús llama a la puerta, la mujer contesta desde el sofá pero no se levanta.)
DEPRIMIDA. ¿Quién es?
JESÚS. Soy Jesús, Ana.
DEPRIMIDA. ¿Cómo sabe mi nombre?
JESÚS. Sé muchas cosas de usted. Sé que no está muy bien desde que su marido e hijos fallecieron en el accidente y que cada día que pasa es una amargura para usted. Sé que la familia de su marido le acusa injustamente de haberlos matado porque usted conducía. Déjeme pasar, déjeme hablar con usted, me gustaría ayudarle.
DEPRIMIDA. (Pensativa y afectada por las palabras.) No tengo fuerzas para levantarme del sofá, por favor, pase en otro momento, hoy es uno de esos días…
JESÚS. ¿Seguro que…?
DEPRIMIDA. (Interrumpiéndole.) Por favor, ahora no…
JESÚS. Está bien…
JESÚS. (Dirigiéndose al público.) Esta noche he llamado a cuatro casas distintas y nadie me ha invitado a entrar. (Pausa.) Pero seguiré llamando, por si alguna vez quieren escucharme. (Pausa.) Esta noche también voy a pasarme por la puerta de tu corazón, llamaré despacito, para no molestarte y si tú quieres, entraré a cenar contigo. Ese es mi deseo para hoy.
Dios bendiga su hermoso ministerio, les Felicito.
ResponderEliminarME ENCANTA DA UNA REFLEXION GRAndiosa
ResponderEliminarMe encantó!!!
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