Entre bastidores

35 Minutos y 24 Personajes. Esta obra se desarrolla entre bastidores, el día del ensayo general del programa de Navidad. Todos los personajes están vestidos con los trajes que van a llevar en la representación. La directora está corriendo de aquí para allá intentando poner a la gente en su sitio para el ensayo. Resulta que algunos de los niños no comprenden la historia de Navidad que están representando…


ENTRE BASTIDORES
Dave Wagner, traducido con permiso por Loida Somolinos


PERSONAJES

DIRECTORA
MARÍA
JOSÉ
ÁNGEL 1
ÁNGEL 2
ÁNGEL 3
ÁNGEL 4
MESONERO
GABRIEL
MUJER DEL MESONERO
GUARDIA 1
GUARDIA 2
ZACARÍAS
ELÍSABET
ESTRELLA DE BELÉN
REY HERODES
RAQUEL
REY MAGO 1
REY MAGO 2
REY MAGO 3
PASTOR 1
PASTOR 2
PASTOR 3



OBRA

[En el escenario hay muchos actores y actrices vestidos, hablando entre ellos. La directora entra y poco a poco se abre paso entre la gente y dice…]

DIRECTORA. Ok, aquí todos. ¡Vamos! ¡Prestad atención! Este es el último ensayo antes del programa de mañana por la noche. Esta vez tiene que salir bien. Espero que no haya ningún error y recordad que ésta es la historia de Navidad. La historia del nacimiento de Jesús. Así que es importante. Vamos a intentar dar lo mejor de nosotros mismos. Más vale que os metáis en el papel que si no os…

JOSÉ. ¿Es así como piensas motivarnos?

DIRECTORA. Sólo estoy intentando haceros comprender lo importante que es esto. No queremos dejar mal a Dios, ¿verdad? (Sale.)

JOSÉ. Creo que ella es la que está confundida con Dios.

MARÍA. Sólo quiere que salga bien.

JOSÉ. Vale, intentaremos hacerlo lo mejor posible. ¿Has memorizado todo tu texto?

MARÍA. Sí. ¿Y tú?

JOSÉ. Creo que lo llevo bien aunque me ha costado un poquillo. Sólo espero acordarme de todo.

MARÍA. Y yo. Me he acostado muy tarde repasando los textos.

ÁNGEL 1. ¡Ey! Vuestros papeles son los más duros así que debéis ser MUY importantes, ¿no?

JOSÉ. Estás celoso porque no dices casi nada.

MARÍA. Sí, sólo te quedas de pie allí y mueves tus alas de cartulina… (Aletea con sus manos.)

JOSÉ. Oye, quizá otro año, cuando seas tan maduro como yo y puedas tomar tal responsabilidad, pases de ser el ángel silencioso a decir algunas frasecitas en otro papel.

MARÍA. Podrías ser como el mesonero. Todo lo que tiene que decir es: “No hay habitación”.

MESONERO. ¡Ey! Esa es mi parte. ¡Es un papel muy importante! Puedes expresar mucha emoción en esas tres palabritas.

JOSÉ. Sí, claro. Como si la obra entera no pudiera comprenderse si no entonas correctamente esas palabras.

MESONERO. ¡Ey! Búrlate todo lo que quieras; es mi parte y voy a hacerla lo mejor que pueda. (Dirigiéndose al Ángel 1.) ¡Y no puedes hacer mi parte!

ÁNGEL 1. No he dicho que quisiera hacerla.

(Entra la Directora por la parte izquierda.)

DIRECTORA. María, José… Vamos, tenemos que empezar. Y los ángeles… ¿Dónde están los ángeles? (El Ángel 1 y 3 se alinean.) Y, ¿dónde está el número 4? ¿Ángel número cuatro?

(Entra el Ángel 4, un adulto, vestido de ángel, con unas alas de cartón. Se pone en línea con los otros ángeles.)

ÁNGEL 4. Estoy aquí. (A la directora.) Mira, sé que hemos tenido nuestras diferencias en el pasado pero no estoy seguro de tu decisión de darme este papel. No me pega mucho…

DIRECTORA. ¿Qué es lo que estás diciendo? Te va muy bien. Termina de maquillarte. (El Ángel 4 sale.) Ángeles, os necesitaremos en 15 minutos. Ahora sólo necesito a María y a José. Y, ¿dónde está Gabriel? ¡Que alguien busque a Gabriel!

(La directora sale por la parte izquierda del escenario y Gabriel entra por la derecha.)

GABRIEL. Recitando unas líneas dramáticamente. “Yo soy Gabriel” No, esperad… “Yo soy Gabriel y estoy delante de la presencia de Dios” No, no… “Delante de la misma presencia de Dios”.

MARÍA. Venga, Gabriel. Que vamos a empezar…

GABRIEL. Pero yo me encuentro delante de la misma presencia de Dios.

JOSÉ. Pues muy bien, pero quédate en su presencia en el escenario. Estamos ensayando…

(María y José salen, escenario izquierdo.)

GABRIEL. Y traigo buenas nuevas… (Sale por la parte izquierda.)

ÁNGEL 2. Mira, ahí van: los actores importantes. ¿Qué se sabrán ellos?

ÁNGEL 1. Se creen mucho más que nosotros porque se han llevado los papeles más largos…

MUJER DEL MESONERO. Bueno, quizá lo sean. Quiero decir que si confiaran más en nosotros, nos habrían dado algún papel importante. Me imagino que no somos lo suficientemente maduros.

ÁNGEL 2. (A la mujer del Mesonero.) Por lo menos tú eres la mujer del Mesonero. Puedes considerar que te han ascendido.

MUJER DEL MESONERO. ¿Por qué? Si sólo figuro al lado de él mientras él dice: “No hay habitación”. ¿Tiene algo de mérito eso?

MESONERO. Ya veo… Tú estás allí para darme soporte emocional mientras dejo en la estacada a María y a José.

MUJER DEL MESONERO. ¿Soporte emocional? ¡Ja! Si hubiera sido por mí les habría dado tu cuarto y a ti te hubiera dejado en el establo.

MESONERO. ¡Esa no es forma de dirigirte a tu marido!

MUJER DEL MESONERO. Tú sólo eres mi marido en la obra.

ÁNGEL 2. ¿Qué más cambiarías?

MUJER DEL MESONERO. ¿Cómo?

ÁNGEL 2. Acabas de decir que les habrías dado su cuarto a José y a María. ¿Qué más cambiarías?

MUJER DEL MESONERO. No lo sé. No llevo la historia tan al dedillo.

ÁNGEL 1. ¿Cómo? ¿No te han enseñado esta historia en la iglesia?

MUJER DEL MESONERO. Bueno, algo sé.

MESONERO. Yo estoy igual. Sé algunas partes pero no estoy seguro de si he oído algunas cosas o ya las sabía.

ÁNGEL 3. Yo tampoco me la sé.

(Entra el Guardia 1 y el Guardia 2 por la parte derecha del escenario.)

GUARDIA 1. ¿Llegamos tarde?

ÁNGEL 1. No… Acaban de empezar el ensayo.

GUARDIA 2. (Mirando fuera por la parte izquierda del escenario.) Sí. La directora está chillando a la gente. Todavía no han empezado el primer acto.

GUARDIA 1. Menos mal que tenemos un poco de tiempo. (Se sienta.) Y, ¿de qué estabais hablando por aquí?

ÁNGEL 1. Estos chicos dicen que aunque están en la obra no se saben muy bien la historia de navidad. ¿Será posible?

GUARDIA. Puede ser. Me imagino que los adultos se piensan que los niños aprenden la historia por ósmosis o algo así.

MESONERO. ¿Qué es ósmosis?

GUARDIA 2. Significa que ellos piensas que te aprendes los detalles de la historia por estar únicamente cerca de alguien que la sabe.

MUJER DEL MESONERO. ¿O por estar simplemente en una obra?

GUARDIA 1. Exacto. Oye, ¿no os habéis leído la obra?

MUJER DEL MESONERO. ¿Por qué? Yo no digo ni una palabra. Solo hago lo que me han dicho que haga y vale.

MESONERO. ¿De verdad? Pues ve y tráeme algo de beber.

MUJER DEL MESONERO. ¡Ja ja ja ja!

GUARDIA 2. A ver, ¿qué sabéis de la historia?

MUJER DEL MESONERO. Bien, creo que empieza allí con algo del nacimiento de Juan el Bautismo, ¿no?

ÁNGEL 1. Querrás decir Juan el Bautista.

MUJER DEL MESONERO. Sí, sí, claro. ¿Cómo se llamaban sus padres?

ÁNGEL 3. Yo lo sé. Elisabet y…, esto… hum Zaaaaaa…

GUARDIA 2. (Se ríe.) ¡Zacarías!

MUJER DEL MESONERO. Sí, creo que es ése. Me parece que estaba en la iglesia y un ministro le dijo que su mujer iba a tener un bebé.

GUARDIA 1. Casi. Ven aquí, te lo enseñaré. Mira, tú serás Elisabet… y tú (al Ángel 3) serás Zacarías.

ÁNGEL 3. ¡Vale! ¡Por fin alguna parte hablada!

GUARDIA 2. ¡Yo seré el Ángel Gabriel! (Se pone en posición.)

GUARDIA 1. Ok, vamos (al Ángel 3) tú serás un sacerdote, ¿vale? Y tú estás en el templo ofreciendo incienso en el altar.

ÁNGEL 3. ¿No quemará eso la alfombra?

GUARDIA 1. No.

GUARDIA 2. Es como una especie de cocinilla.

MESONERO. Oye, ¿y yo de qué hago?

GUARDIA 1. Tú y él (se refiere al Ángel 2) vais a ser parte de la gente que ora afuera. (Al Ángel 3.) Ahora tú estás aquí de pie y echas incienso al altar…

ÁNGEL 3. ¿Te refieres a la cocinilla?

GUARDIA 1. Eso es. Eres un hombre mayor y tu mujer Elísabet también lo es. (A la mujer del mesonero.) Esa eres tú. No tenéis ningún hijo pero realmente os encantaría tener alguno. (Al Ángel 3.) Estás orando por un hijo a Dios. Venga pues.

ÁNGEL 3. “Oh Dios, soy un sacerdote viejo y quiero un hijo”. ¿Así?

GUARDIA 1. No, no… Haz como si fueras él. ¿Cómo orarías?

ÁNGEL 3. Ok, vale… “Oh, Señor, yo sé que nos escuchas cuando oramos. Elísabet y yo hemos intentando hacer lo correcto en nuestras vidas. Nos encantaría poder tener un hijo. Amén”.

GUARDIA 1. Excelente. Ahora viene el Ángel.

GUARDIA 2. ¡Ese soy yo!

GUARDIA 1. Venga, haz tu parte.

GUARDIA 2. ¡Soy Gabriel! Y estoy en la presencia de Dios.

GUARDIA 1. A ver si se puede mejorar…

GUARDIA 2. ¡Yo soy Gabriel que está en la presencia de Dios! No tengas miedo, Zacarías.

ÁNGEL 3. No, si no tengo.

GUARDIA 1. Claro que sí… se supone que debes tener miedo.

ÁNGEL 3. ¿Ah, sí? Bueno.

(Entran Elísabet y Zacarías por la parte derecha.)

ZACARÍAS. (Haciendo como si jugara al baloncesto.) …Y atravieso el campo, despisto a los defensas, voy por la izquierda, entre como una flecha y ¡metí canasta! ¡Y empatamos!

GUARDIA 1. ¡Hola a todos!

ELÍSABET. (Suspira.) No puedo esperar a que llegue la parte en la que el Ángel hace callar a este tío.

ZACARÍAS. ¿Cómo? ¿No quieres oír cómo ganamos la final? Estaba para echar un tiro, ¿vale? Y yo…

ELÍSABET. ¡Eh, Zacarías! ¡La directora te está llamando! ¡Se supone que tendrías que estar en escena!

ZACARÍAS. ¡Ah! ¿Sí? (Se marcha del escenario.)

ELÍSABET. ¡Ostras! Este tío es que no para de hablar. ¿Qué tal chicos?

(Entran tres pastores, se sientan al fondo y empiezan a jugar a las cartas. El Ángel 1 se les une.)

GUARDIA 2. Estamos repitiendo la obra otra vez. Estamos en tu parte.

ELÍSABET. ¿Sin mí?

ÁNGEL 2. ¿Qué se supone que tenemos que hacer ahora?

GUARDIA 1. Vosotros estáis afuera, orando.

ÁNGEL 2. Vale. (Al Mesonero.) Vamos.

(El Mesonero y el Ángel 2 salen de escena por la derecha.)

GUARDIA 2. No tengas miedo, ¡Zacarías!

ÁNGEL 3. Si no tengo… ¡Uy! Espera… Si yo soy, eso.

GUARDIA 2. Dios ha escuchado tu plegaria y tu mujer Elísabet tendrá un hijo que se llamará Juan.

MUJER DEL MESONERO. ¡Ey! ¿Dónde se han ido?

ELÍSABET. Les dijisteis que se fueran y oraran. (Risas.)

GUARDIA 1. ¿Cómo? No puede ser. Ahora vuelvo chicos. (Sale por la parte derecha.)

ÁNGEL 3. ¿Qué viene ahora?

ELÍSABET. Lo siguiente es que no crees en Gabriel.

ÁNGEL 3. ¿Por qué no creo en él?

ELÍSABET. Porque eres viejo, ¿no te acuerdas?

ÁNGEL 3. ¿Los viejos no creen en los ángeles?

GUARDIA 2. No, no… no te crees que tu mujer pueda tener un niño porque más que la madre podría ser la abuela, ¿no te acuerdas?

ÁNGEL 3. ¡Oh, vaya! Gabriel, ¿cómo puede tener una abuela un hijo?

ELÍSABET. Pasándolo muy mal…

GUARDIA 2. (A Elísabet.) ¡Eso no es lo que he dicho! (Al Ángel 3.) Bien, Dios va a hacer que suceda tanto si te lo crees como no. Y para demostrarte que el Señor puede hacer todas esas cosas, no podrás hablar hasta que eso suceda.

ÁNGEL 3. ¿De verdad?

GUARDIA 2. Sí.

ÁNGEL 3. ¿Así que no podré decir nada hasta que el niño nazca?

GUARDIA 2. Nada.

ÁNGEL 3. ¡Guay! ¡Se lo voy a decir a mi madre! (Sale del escenario rápidamente.)

GUARDIA 2. ¡Oye! ¿Dónde…? ¿Dónde se ha ido?

(Entra la Estrella de Belén, vestida de “estrella” un poco alterada.)

ESTRELLA. ¡Yo soy la Estrella! ¡Siempre he sabido que algún día sería una estrella! ¡He nacido para la escena! ¡Estoy hecha para la popularidad! ¡El estrellato me espera! En realidad… Soy una… SUPERESTRELLA ¡Sí!

GUARDIA 2. No eres ese tipo de estrella.

ESTRELLA. Las chicas tenemos sueños, ¿no?

ELÍSABET. Me parece que tú eres de una galaxia muy lejana o algo por el estilo.

ESTRELLA. ¡Ay, perdone! Su Majestad Elísabet… ¡Soy la Estrella de Belén! Si no fuera por mí, los magos estarían perdidos en el desierto preguntándose dónde estaría Jesús.

(Entra Zacarías por la parte izquierda.)

ZACARÍAS. ¡Ey, Elísabet! Nos toca, vamos.

ELÍSABET. Bueno, me gustaría quedarme aquí con vosotros pero es la hora de que las verdaderas actrices salgan a escena. ¡Ta ta! (Salen los dos.)

ESTRELLA. ¡Cómo es la gente! Puede que no tengamos que decir nada pero eso no significa que seamos insignificantes.

MUJER DEL MESONERO. Bueno, ¿y qué pasó después?

GUARDIA 2. Pues Elísabet se quedó embarazada de Juan el Bautista; pero antes de que naciera Gabriel se le apareció a María. (A la Estrella.) Aquí, vas a hacer de María…

ESTRELLA. ¿Quién? ¿Yo?

GUARDIA 2. Sí; estamos representando la historia de Navidad. Tú serás María.

ESTRELLA. ¡Estupendo!

GUARDIA 2. ¡Yo soy Gabriel! ¡Salve María! El Señor te ha favorecido entre todas las mujeres. Vas a tener un hijo y le llamarás Jesús.

ESTRELLA. Ah, sí, me sé esta parte: “He aquí la servilleta del Señor”.

GUARDIA 2. No, no… "He aquí la sierva del Señor”.

MUJER DEL MESONERO. ¿Qué significa eso?

GUARDIA 2. Le dice a Gabriel que hará lo que el Señor quiera que haga.

ESTRELLA. ¡Sí! Gabi, ¡Ok! Lo que Dios quiera, yo soy su chica.

GUARDIA 2. Venga, hombre… esto es serio. Esto fue algo muy importante que María tuvo que decidir. Ella le dijo que estaba dispuesta a llevar un bebé en su vientre.

MUJER DEL MESONERO. Mi madre dice que Dios crea todos los bebés.

GUARDIA 2. Pero esto es diferente…

MUJER DEL MESONERO. ¿Cómo que diferente?

GUARDIA 2. ¡Uf! Vamos a ver cómo te lo explico…

ESTRELLA. Eso, a ver cómo lo explicas.

(Entra el Rey Herodes, Raquel y los 3 Reyes Magos. Los Magos se sientan con los pastores, Herodes y Raquel se dirigen al centro de la escena)

HERODES. He aquí vuestro rey. (Pausa.) ¿Cómo? ¿No hay fanfarrias?

ESTRELLA. Vaya, vaya, si es el Rey Horrores.

HERODES. “Rey Herodes”, por favor.

ESTRELLA. Bienvenido.

HERODES. ¿Estáis preparados para ver a la gente estupefacta por mi actuación esta noche?

ESTRELLA. No será para tanto…

HERODES. ¿Por qué eres tan hostil conmigo?

ESTRELLA. ¿Estás de broma? Tú eres el que ordenó a los soldados que mataran a los niños de Belén y sólo porque querías que Jesús muriera.

HERODES. Yo no puedo hacer nada… está en la obra. Si pudiera hacer algo diferente lo haría.

GUARDIA 2. ¿Ah, sí? Vaya, estamos en esa parte ahora… vemos cómo lo harías.

HERODES. ¿Qué quieres decir?

GUARDIA 2. Estamos recreando las escenas de la obra. ¿Por qué no participas?

HERODES. ¿Por qué no?

MUJER DEL MESONERO. (A Raquel.) ¿Qué papel tienes en esta obra?

RAQUEL. Soy Raquel. Lloro por mis hijos perdidos.

MUJER DEL MESONERO. ¿Tus hijos perdidos?

(Entra el Mesonero, Ángel 2, Ángel 3 y Guardia 1 por la parte derecha; la Directora entra por la izquierda.)

DIRECTORA. ¡Mesonero! ¡Mujer del mesonero! ¡Vamos! Los guardias también. Y Raquel. Vamos.

RAQUEL. Vaya, ¿tengo que ir ahora?

DIRECTORA. ¿El guión no dice: “El lamento de Raquel"? ¡Venga, moveos! (A los ángeles.) Ángeles, atentos.

(Sale el Director, la Mujer del Mesonero, el Mesonero y Raquel.)

GUARDIA 2. (A la Estrella.) Vaya, parece que ahora vas a ser la estrella y la directora. Encárgate, ¿vale?

ESTRELLA. No te preocupes.

GUARDIA 2. (Al Guardia 1.) Nos toca, vamos.

(Salen los Guardias.)

(En el escenario se quedan la Estrella, Herodes que está en el centro, los Magos, los pastores y el Ángel 1 al fondo y los Ángeles 2 y 3 están sentados hablando.)

ESTRELLA. Venga, Herodes. Esta es tu escena. Necesitamos más gente. (Mira alrededor. Se dirige a los Magos y a los Pastores.) ¡Ey! Necesitamos más actores aquí. ¿Está alguno interesado?

(Los Magos 1 y 2 se acercan.)

MAGO 1. ¿Qué hacemos?

ESTRELLA. ¿Dónde se supone que tenéis que estar?

MAGO 2. Somos sabios. Venimos de muy lejos o algo así.

ESTRELLA. (Al Mago 2.) Vale, tú harás de César Augusto y te quedas aquí.

MAGO 1. ¿Y yo?

ESTRELLA. Tú harás del Mesonero, pero espera un momento. Esta es la parte en la que el César ordena que todos se censen.

MAGO 2. Ordeno que todo el mundo sea censado. Que todos vayan a sus lugares de origen y se registren.

ESTRELLA. Así que María y José se fueron a Belén… vaya, necesito un José. (Mira alrededor, va al fondo y agarra al Pastor 1 y empieza a tirar de él.) ¡Ey! Necesito un José y parece que tenemos un voluntario.

PASTOR 1. ¿Ah, sí? Ahora me entero. Yo no soy José sino un pastor.

ESTRELLA. Sí, ya lo sé pero ahora harás de José.

PASTOR 1. Vale, bueno.

ESTRELLA. Así que María y José fueron a Belén… pero María estaba muy avanzada en su embarazo (Pausa. Al Pastor 1.) ¡Hombre! Muestra algo de cariño.

PASTOR 1. De acuerdo. ¿Te encuentras bien, querida? Vamos a parar y a descansar un poco. Pareces muy cansada.

ESTRELLA. Sí, creo que será una buena idea. Además se está haciendo tarde.

PASTOR 1. Mira, allí hay una posada. Vamos a ver si tienen alguna habitación.

MAGO 1. Uy, esa es mi parte. Hum… lo siento, señor… pero no tenemos habitaciones libres.

PASTOR 1. ¿No tienen nada? Pero bueno, ¿qué tipo de posada es este?

ESTRELLA. ¡José no habría dicho eso!

PASTOR 1. Igual estaba cansado. Se podría haber puesto peor.

ESTRELLA. Venga, inténtalo de nuevo.

PASTOR 1. ¿No tienen habitaciones? Por favor, señor, mi esposa va a tener un niño en cualquier momento y necesitamos un sitio para estar.

MAGO 1. Lo siento. Estamos llenos pero puedo ofrecerles el establo si quieren.

ESTRELLA. Nos acercamos al oscuro y frío establo. (Pausa mientras miran al establo que está enfrente de ellos.) Y Jesús nació.

PASTOR 1. ¡Vaya manera de venir al mundo!

HERODES. Y de salir de éste: en una cruz.

MAGO 1. ¡Pero Él resucitó al tercer día!

ESTRELLA. ¡Correcto! ¿Os imagináis que momento tan maravilloso fue este? ¿Nacer aquí? Este es uno de los momentos más grandes de la historia.

HERODES. La verdad es que nunca había pensado sobre esto. Creo que deberíamos tomarnos la historia y la obra de forma más seria.

PASTOR 1. Sí. Hacemos una obra de Navidad cada año, nos lo pasamos bien, hacemos nuestra parte y nos vamos a casa. Y no nos paramos a reflexionar en lo que esta gente tuvo que pasar y por qué.

ESTRELLA. Podría haber nacido en cualquier otro sitio pero decidió nacer en un sucio establo.

PASTOR 1. Y morir en una sucia cruz.

(Entra la Directora.)

DIRECTORA. Vamos, chicos. A vuestros puestos. Vamos a practicar el gran final musical.

(Salen de la parte izquierda, excepto la Directora y la Estrella.)

ESTRELLA. ¿Señora?

DIRECTORA. ¿Qué pasa, Estrella?

ESTRELLA. Él no tendría que haber nacido en un establo. ¿Por qué sucedió de esta manera?

DIRECTORA. ¿De qué estás hablando?

ESTRELLA. Jesús. Él pasó mucho aquí, ¿verdad? Y sus padres también. ¿Cree que se dieron cuenta de lo importante que era todo esto?

DIRECTORA. No lo sé. ¿Puedes ir al escenario, por favor?

ESTRELLA. Me alegro de que pasaran por todo esto. Sólo quería que lo supiera.

DIRECTORA. (Que no se lo espera.) Ah… gracias, Estrella.

ESTRELLA. No… Gracias a usted por la oportunidad de poder hacer de la Estrella de Belén. Esta estrella señaló a la gente dónde estaba Jesús. No me lo voy a tomar a ligera nunca más. Quiero dar lo mejor de mí misma en este papel. (Sale por la parte izquierda.)

DIRECTORA. (Larga pausa.) Vaya, ¿qué es lo que habrá sucedido aquí detrás?

(La Directora sale por la parte izquierda.)

Copyright David Wagner 1999. El autor agradecería que se le notificara cuando se realice la obra. Davidwagner1@cox.net

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