La gran carrera

8 Minutos y 6 Personajes + Extras. Varios corredores se enfrentan a la carrera de la vida con destino al cielo pero no todos corren de la misma forma.


LA GRAN CARRERA


PERSONAJES

CORREDOR 1
CORREDOR 2
CORREDOR 3
CORREDOR 4
CORREDOR 5
VOZ EN OFF

(Todos los corredores llevan un número en el pecho y en la espalda. Uno de ellos en negro representará al diablo.)

(Se escucha un toque de trompeta.)

VOZ EN OFF. Señoras y señores, está a punto de comenzar la “Gran carrera de la Vida”. Una maratón en la que se prevé conseguir el gran record mundial en una modalidad que requiere resistencia, compromiso y amor. Junto a la meta ya se encuentra situado el gran Jurado. Sus 3 miembros, que actúan en perfecta armonía, estarán no solo para otorgar los galardones, sino que, desde sus diferentes posiciones auxiliarán a los corredores durante todo el recorrido.

(Toque de trompeta nuevamente.)

VOZ EN OFF. Señoras y señores, la carrera comienza.

(Señal de partida, una marcha triunfal. Salen los corredores en tropel corriendo. Entran y salen de la escena.)

CORREDOR 1. (Aparece en escena un corredor que simula que corre, pero que en realidad va todo lo despacio que puede, de vez en cuando se para, descansa, se desespera...)

CORREDOR 2. (Aparece corriendo y al ver al C-1, se pone a su altura y le pregunta, algo preocupado.) Oye, ¿qué te pasa? ¿Te encuentras bien?

CORREDOR 1. ¿Quién? ¿Yo? No, no me pasa nada. Es que yo no me tomo las cosas como vosotros, yo voy poco a poco.

CORREDOR 2. Pero, ¿tú quieres ganar, llegar a la meta?

CORREDOR 1. Pues claro, como tú, pero no te preocupes por mí. Yo me reservo, cuando vea que estoy cerca de la meta aceleraré el paso y te aseguro que llegaré el primero y además sin cansarme tanto como tú.

CORREDOR 2. Bueno, tú sabrás lo que haces, la carrera es personal. Lo siento pero no puedo detenerme más. Nos vemos en la meta.

CORREDOR 1. ¡Ay qué ver, qué prisas! (Sigue a su ritmo.)

CORREDOR 3. Compañero, ¿qué pasa? ¿Tan fatigado vas?

CORREDOR 1. No, qué va, es que me reservo, yo voy poco a poco, no soy un extremista, y hacer las cosas pausadamente es mucho mejor.

CORREDOR 3. ¿Tú crees? Pienso que si quieres llegar, tendrás que hacer un esfuerzo. La carrera es importante y cuando decidiste tomar parte en ella, sabías que no sería fácil. Piensa en la recompensa.

CORREDOR 1. Sí, sí, no te preocupes por mí, sigue tu camino. (El corredor desaparece corriendo.)

CORREDOR 4. (Este corredor representará al Diablo. Aparece por detrás del corredor y comienza a burlarse de él, imitando sus pasos. Poniéndose a su altura le dice…) Hola, ¿dónde vas con esa pinta? Pareces un corredor.

CORREDOR 1. Y lo soy, pero voy poco a poco. Un descanso aquí, otro allá. Quiero disfrutar del paisaje, y no complicarme la vida tanto. Tengo mucho tiempo por delante hasta la meta, ¿no te parece?

CORREDOR 4. Sí, sí. Indudablemente haces muy bien. Tú tómate las cosas con calma, si los demás quieren correr, tú déjales que corran, que se amarguen la vida, que suden y se desgasten: Tú disfruta la carrera. Y mira, para hacértelo más fácil, te he traído unos ‘regalitos’. Mira, mira lo que tengo para ti:
- Unos cascos para que no tengas que oír tanto “consejo” por parte de tus compañeros de carrera.
- Algo de comida rica y bebida estimulante, que facilitará tú esfuerzo y te hará más llevadero el camino.
- Te he traído también un bastón (el YO) para que te apoyes en él. Así no necesitaréis a nadie más, apóyate en ti mismo y si no, ya sabes lo que tienes que hacer, pídeme ayuda.
- Usa esta cápsula (AMBICIÓN) que aumentará tu seguridad.
- Y por último esta caja llena de “RIQUEZAS”, algo que te hará poderoso, rico y feliz incluso antes de llegar a esa meta que te proponen.

CORREDOR 1. (Lleno de paquetes.) Oye, gracias, muchas gracias. ¡Ay qué ver! Tú sí que eres un amigo.

(El diablo se va corriendo.)

CORREDOR 5. Oye, pero qué cargado vas. ¿No te molesta todo eso para correr?

CORREDOR 1. Un poco, pero, estas cosas me gustan.

CORREDOR 5. Pues tantas cosas que llevas y a ese paso, no sé, no sé. ¡Mal te veo! (Se va corriendo.)

(Se escuchan unas voces y vítores que se acercan. La gente se acerca y el Corredor 1 se acerca y pregunta.)

CORREDOR 1. ¿Qué pasa?

GENTE. ¿No lo sabes? .... La carrera ha terminado

CORREDOR 1. Pero, ¿cómo, si falta mucho camino?

GENTE. Quizá para ti, pero para los que querían llegar a la meta, el final ha llegado.

CORREDOR 1. Entonces, ¿he perdido?

GENTE. Sí, tu oportunidad ha pasado.

CORREDOR 1. Pero, ¿cómo...?

GENTE. Nos vas a perdonar, pero queremos celebrar el triunfo... Adiós.

(El Corredor 1 se marcha triste ya batido, mientras le escucha la lectura de 1 Corintios 9:24-27: “¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Así que yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esa manera peleo, no como quien golpea al aire; sino que golpeo mi cuerpo y lo pongo en servidumbre, no sea que, habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.”

Instrumentos de Dios

17 Minutos y 9 Personajes. La televisión puede cobrar un buen uso si seleccionamos los programas adecuados. Varios personajes bíblicos desfilan en un programa televisivo para darnos su testimonio.


INSTRUMENTOS DE DIOS




PERSONAJES

CHICO
TV
RUT
ANA
DÉBORA
ESTER
ENOC
ELÍAS
MARÍA


Una sala de una casa, un chico ve tranquilo la TV.... Se duerme poco a poco... La TV sigue con su programación... A lejos hay una Biblia olvidada...

TV. ¡Pss... pss!

CHICO. ¿Hummmm? ¿Ehh?

TV. Hola, no te asustes. No es una propaganda. Durante años he mantenido la boca cerrada dejando que todos hablen de mí.

CHICO. Pero, ¿qué pasa? (Intenta apagar con el control la tele.)

TV. No debes cambiar ahora, tengo que desahogarme. Como te he estado diciendo he cobrado muy mala fama, y tú tienes que escuchar este lado de la historia.

CHICO. ¿Estás seguro que no se trata de un sueño?

TV. No, soy realmente yo, muchas personas dicen que la tele ejerce de mala influencia y que en ella hay mucha basura… Estoy de acuerdo con ello, pero la verdad que son las personas que la hacen y la meten en mi interior. La TV es un instrumento maravilloso de comunicación, que si se llegara a utilizar adecuadamente podría llevar información de paz, esperanza y amor a todas las personas del mundo.

CHICO. Mi padre dice que la mayor parte del tiempo tú no vales la pena que se te mire.

TV. Son los seres humanos que derraman sus malos pensamientos en mi cerebro electrónico lo que hace que la mayor parte del tiempo yo sea inadecuado para que me miren. Entonces también hay que culpar a los seres humanos y a ti; tú puedes cambiar de canal y buscar una programación adecuada…. como programas religiosos.

CHICO. Yo no había pensado en ello.

TV. ¿Sabias hay 200 estaciones transmisoras de televisión en el mundo transmitiendo mensajes de esperanza, de manera que los aparatos de TV como yo, pueden llevar este maravilloso mensaje a muchos hogares del mundo?

CHICO. Es cierto lo que dices. Hoy en día existen vídeos con sermones y temas que ayuden a mejorar mi vida y de las demás personas.

TV. Hoy tengo nueva programación. Del cielo directa para ti...

CHICO. ¿Una nueva serie?

TV. ¡No! Es el programa de: “Ejemplos a través de la historia” Mira:

TV. Hay una mujer que fue muy importante para nuestra historia, de su descendencia salió el Hijo del Hombre... Es muy conocida por todos. Es un placer presentarte a Rut. Buenas tarde Rut, es un gusto tenerte entre nosotros.

RUT. Buenas tardes a todos.

TV. ¿Estás lista?

RUT. (Asiente con un gesto.)

TV. Empezaremos entonces.... ¿Cómo ocurrió esa serie de tristes acontecimientos en tu vida?

RUT. Como bien dijiste.... fueron unas experiencias muy tristes. De repente mi suegra y yo nos encontramos desamparadas y sin saber qué hacer.

TV. ¿Quería mucho a Noemí, verdad?

RUT. Así es. Ella había llegado a ser como una madre para mí... se había convertido en un ejemplo para mi vida. Más que eso, en una amiga; por eso no pude dejarla sol.

TV. ¿Fue muy dura aquella época en la que te tocó trabajar y sostener a tu suegra?

RUT. La verdad, no me pareció que fuera tan dura; trabaja con amor y buena disposición.... Trabajaba para poder comer y no podía desperdiciar la oportunidad que me habían dado.

TV. Dime, ¿te pareció bien que Booz te redimiera?

RUT. Bueno, fue algo que nos ayudó mucho.... Además, junto a él pude comenzar una nueva vida.

TV. Rut, te agradezco tu presencia entre nosotros. Fue un privilegio para mí hacerte esta entrevista.

RUT. El privilegio fue mío. Muchas gracias. (Al salir se despide con la mano.)

TV. Ahora quiero que conozcas a una mujer que nos dejó un hermoso ejemplo de fe en Dios. Ella es Ana. ¡Buenos días, Ana! Un placer tenerte con nosotros.

ANA. Buenos día, encantada de estar aquí.

TV. Cuéntanos Ana…. Tu vida ha sido una de las historia con más fe que he podido estudiar en la Biblia. Primero dinos cómo era tu vida con Elcana.

ANA. Él era un hombre muy bueno, me tenía en gran estima.

TV. Pero aún con ese aprecio de Elcana, ¿tú tenías una gran pena?

ANA. Así es, yo deseaba tener un hijo. Quería que Dios me concediera el privilegio de ser madre, y así fue… Dios escuchó mi oración.

TV. ¡Tuviste mucha fe!

ANA. Desde luego, yo confiaba en que Dios respondería mi oración... Era lo que me mantenía con fuerza.

TV. Cuéntanos de tu hijo...

ANA. Es un niño precioso... qué voy a decir, soy su madre. Samuel amó tanto a Dios, que su vida la dedicó por y para el Señor.

TV. Gran ejemplo de fe y de confianza en Dios es tu vida, Ana... Nos ha encantado que te pasaras por aquí.

ANA. Gracias a vosotros, a mí también me ha gustado mucho estar aquí. (Al levantarte, se despide.)

TV. Ahora tenemos a otra mujer que fue un gran ejemplo para su época. Ella fue nada más y nada menos que una jueza de Israel: Débora. Buenas tardes, Débora, es un gusto tenerte entre nosotros hoy.

DÉBORA. Gracias.

TV. Bien, Débora, como te habrán informado... te daré una preguntas y tú podrás contestarlas con toda libertad. Dime, Débora, ¿es cierto que tú fuiste jueza y profetisa?

DÉBORA. SÍ, es cierto. Fue un gran privilegio para mí ser escogida por Dios para juzgar a Israel y para comunicar su palabra.

TV. ¿Cuán grande era la opresión de Sísara sobre tu pueblo?

DÉBORA. Era muy grande. Había oprimido a mi pueblo durante 20 años.

TV. (Muestra sorpresa ante la respuesta.) ¿Por qué Barac no confió plenamente en la palabra de Dios?

DÉBORA. Quizás porque veía en las fuerzas de Sísara un ejército invisible.

TV. Pero el Señor entregó a Sísara en tus manos, ¿verdad?

DÉBORA. Sí, es verdad. En esa ocasión Dios usó a una mujer para engrandecer su nombre.

TV. Débora, fue un honor poder compartir estos minutos contigo.... Muchas gracias por acompañarnos.

DÉBORA. Igualmente para mí. (Se levanta y se despide con la mano a todos.)

TV. Nuestra siguiente invitada ya está por entrar; pero antes de eso te diré que ella también fue una mujer de gran importancia, muy recordada en la historia del pueblo judío. Se trata de la reina Ester.

ESTER. (Entra y se sienta junto a la TV.)

TV. Muy buenas tardes, reina Ester. Es muy grato tenerte con nosotros.

ESTER. Buenas tardes y encantada de estar aquí

TV. Reina Ester, le haré unas preguntas muy cortas que le ayudarán a este joven a ver cómo Dios la condujo en su vida. ¿Estás lista?

ESTER. Claro, por supuesto.

TV. ¿Creía que sería la escogida por el rey Asuero?

ESTER. Para serte sincera, yo no creía que llegaría a ser la reina. Aunque me gustaba mucho la idea y realmente quería ser reina, ¿quién era yo para aspirar a eso? No te olvides que pertenecía a una comunidad cautiva.

TV. ¿Compartiste la angustia y el dolor que tu pueblo padecía?

ESTER. Así es... fueron días de mucha aflicción. Yo, como los otros judíos, pude sentir el mismo dolor y el mismo temor que ellos sentían.

TV. En vista de eso y luego de tu decisión, ¿creíste que el rey no apreciaría tu vida, al verte ante su presencia sin que él te hubiese llamado?

ESTER. Sí, llegué a pensarlo.... pero decidí que no importaba si moría. Debía hacer el intento para ayudar a mi pueblo.

TV. ¿Creíste que fue Dios quien te ayudó en todas esas situaciones?

ESTER. Sin duda alguna. Solo la protección y la dirección del Señor, pudo haber dado solución a tantos problemas... Solo Él pudo rescatarnos de nuestros enemigos.

TV. Muchas gracias por su tiempo, reina Ester.

ESTER. Para mí ha sido un gusto. (Se levanta y se despide de todos.)

TV. El personaje que viene a continuación es un verdadero modelo para nosotros. Seguramente has escuchado hablar de él; él vivió aquí en la tierra en los primeros siglos después de la creación, hasta que Dios lo llevó a los cielos... Te presento a Enoc. (Enoc entra y se sienta). Buenas tarde, Enoc. Es un placer tenerte en nuestro programa.

ENOC. El placer es mío

TV. Bien, Enoc, me gustaría hacerte unas preguntas... Eres libre de contestar lo que bien te parezca. (Enoc asiente con la cabeza.) Entonces, comencemos. ¿Cómo era tu vida en la tierra, antes de que Dios te llevara?

ENOC. (Piensa unos segundos antes de contestar.) Escuché del mismo Adán la triste historia de la caída del hombre y también la maravillosa promesa de la redención. Me aferré a aquella historia de amor, creí en ella y dediqué mi vida a obedecer a mi Dios en todo, apartándome de lo que era malo y usando mi tiempo para cultivar una verdadera comunión con él.

TV. ¿Cuál era tu rutina? ¿Qué era lo que más te gustaba hacer?

ENOC. (Sonríe al recordar.) Me gustaba mucho reflexionar sobre lo que le había ocurrido a la raza humana.... Dedicaba la mayor parte de mi tiempo a la oración y a la alabanza, confiaba en Dios y oraba para entender su voluntad.

TV. ¿Se comunica Dios contigo?

ENOC. Sí. Con frecuencia sus santos ángeles venían a mí y hablaban conmigo.

TV. ¿Te comunicó Dios que te llevaría a los cielos con él?

ENOC. Sí, por medio de la dulce voz de sus ángeles me dijo que me amaba en gran manera y que no podía permitir que muriera como los demás hombres.

TV. ¿Cómo te trasladaron al cielo?

ENOC. Los carruajes de Dios, envuelto en llamas de fuego, fueron enviados para buscarme y llevarme allá.

TV. ¿Dónde está tu morada en los cielos?

ENOC. En la santa ciudad. Donde han de morar todos los que sean salvos, todos los que se aferren a las promesas del Salvador, todos los que entreguen su vida por completo a Él y usen su tiempo para adorarle y obedecerle.

TV. ¿Habrá otro como tú? ¿Otros que nos experimenten la muerte?

ENOC. Sí. Aquellos que se hayan apartado de todo mal, que experimenten una verdadera comunión con el Señor y que estén vivos cuando el Salvador vuelva en gloria y majestad.

TV. (Queda en silencio, como pensando en aquel momento maravilloso.) Muchas gracias por tus respuestas, Enoc. Fue muy grato tenerte entre nosotros.

ENOC. Gracias a ti....

TV. ¿Que te ha parecido la vida de estos personajes? Fueron transformadas sus vidas, y a día de hoy han sido un ejemplo a través dé la historia.

CHICO. Estoy entusiasmado, quiero seguir viendo más.

TV. De acuerdo, pues continuemos… De la persona que viene ahora diré que él también vive y que fue un gran profeta de Dios: Él es Elías. (Entra y se sienta.) Muy buenas tardes, Elías; es muy grato que estés con nosotros.

ELÍAS. Buenas tardes.
TV. Elías, me gustaría saber algunas cosa de ti y que él (el chico) te pueda conocer más... ¿Qué sentiste al estar solo en las montañas?

ELÍAS. Nunca me sentí solo; un ángel de Dios me acompañaba siempre.

TV. Hubo un tiempo en que fuiste el único profeta de Dios, ¿verdad?

ELÍAS. Es cierto, pero nunca estuve solo porque me acompañaron los más poderosos ángeles del cielo.

TV. Dime, Elías, ¿siempre sentiste el amor de Dios en tu vida?

ELÍAS. Siempre. En todo momento existió una verdadera comunión entre los dos; jamás me sentí solo, porque Dios siempre estuvo a mi lado, aun en el silencio.

TV. ¿Alguna vez tuviste miedo?

ELÍAS. Sí, aunque nunca debí sentirlo pues los ángeles que me acompañaban me daban fortaleza, hasta que aprendí a aferrarme por completo al amor de mi Dios. Entonces nada pudo hacerme dudar.

TV. ¿Cómo fuiste llevado al cielo?

ELÍAS. Un carruaje de fuego me separó de Eliseo y me llevó al cielo, como en medio de un torbellino.

TV. Finalmente, ¿crees que habrá otros que no experimentarán la muerte?

ELÍAS. Sin duda. Aquellos que en los últimos días vivan en medio del peligro y la maldad, y sin embargo se mantengan sin mancha alguna, experimentando una verdadera comunión con Dios, cuando el Salvador vuelva en majestad serán arrebatados al cielo sin conocer la muerte.

TV. Elías, gracias por concedernos esta entrevista.

ELÍAS. Gracias a ti por tenerme en cuenta. (Cuando sale, se despide con la mano de todos.)

TV. Ahora vamos a conversar con una mujer que fue muy especial entre todas las mujeres. En ella se cumplió una de la profecías más esperadas por los judíos. ¿Sabes quién es?

CHICO. Sí, creo...

TV. Bueno, ya la presento yo: Con todos nosotros María, la madre de Jesús.

MARÍA. ¡Buenos días!

TV. Buenos días, María. Ahora te voy a hacerte unas preguntas para poder conocerte un poco. ¿Cómo te sentiste cuánto el ángel te dijo que ibas a ser la madre del Mesías?

MARÍA. Fue muy gran honor, no me lo esperaba ¿Qué había hecho yo para ser la madre del Salvador?

TV. Sin lugar a duda fue una gran sorpresa para ti. Pero, ¿cómo era tu vida antes de la buena nueva?

MARÍA. Yo no había conocido hombre aún, en esa época hasta se pensaban las mujeres que yo no sería madre jamás.

TV. ¿Y tu relación con José?

MARÍA. José fue un gran apoyo para mí, y fue fiel a Dios en el cometido que habíamos tenido el privilegio de vivir. Su vida fue muy importante para la educación de Jesús.

TV. Cuéntanos: ¿Cómo era Jesús?

MARÍA. Aun con mi educación imperfecta, él fue muy fiel a su Amor por el Padre Celestial... Le encantaba estar en el templo, leer los libros de la biblia... Le gustaba estar preparado para ayudar a todos.

TV. Me gustaría hacerte una pregunta que es algo delicada... ¿Cómo viviste la crucifixión de tu hijo?

MARÍA. Hummm. Cómo madre es muy difícil ver sufrir a tu hijo. Para mí era muy incompresible verle morir siendo él Santo y puro. Mi hijo murió por todos. Él fue bueno hasta la cruz; ahora sé que su vida fue una eterna preparación para ese día, para que su fe no faltase, para que se cumpliese la profecía.

TV. Vaya. Gracias, María, por este testimonio. ¡Gracias por estar hoy con nosotros!

MARÍA. De nada, solo una última cosa: Quiero pedirte un favor (dirigiéndose al chico.) Haz que su muerte valga la pena. Él murió por ti. (Se levanta y se despide de todos.)

TV. Al igual que todas estas personas, tú también puede tener una transformación en tu vida, puedes ser un ejemplo para las personas que te rodean, llevando el mensaje de amor y esperanza a todas las personas que lo necesitan.

CHICO. Dios te ha utilizado como instrumento para que me pueda dar cuenta que estaba perdiendo todo mi tiempo dañando mi mente con programas que no me podían llenar mi vida espiritual. Hoy quiero ser un instrumento y me pongo en manos de Dios.

(Se levanta y coge la Biblia que estaba olvidada y lee: Efesios 2:10 y dice: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”)

El show del cristiano

8 Minutos y 5 Personajes + Extras. Como si fuera un show de la televisión, un cristiano llevará a la palestra a varias personas en sus relaciones setimentales. Analizaremos cada una para intentar llegar a que Dios dirija esa elección tan importante.


EL SHOW DEL CRISTIANO




PERSONAJES

DESESPERADA
PÚBLICO
REBELDE
GALANAZO
CRISTIANO

(Comienza la música y aparece Cristiano.)

CRISTIANO. Caminaba por ahí y me di cuenta que muchos de los jóvenes de nuestras iglesias tienen problemas con algunas preguntas por ejemplo: ¿Con quién se casarán?, ¿Por qué todavía no encuentro mi KEN? ¿Será que puedo tener una pareja que no venga a la iglesia? O, ¿será que fui llamado o llamada a la castidad eterna? Es por eso que decidí buscar algunos amigos que están viviendo y han vivido algunas de estas cosas y aquí tendremos algunas respuestas.

CRISTIANOS. Hoy nuestro tema en el SHOW DEL CRISTIANO se titula: “CUIDADO, TE EQUIVOCAS DE TREN”

CRISTIANO. Nuestro primer invitado, Carlitos, quien viene de la ciudad de Invu de Siquirres y dice ser el matador de las chicas, tener el comité de visitación personal de la iglesia sólo para jovencitas de 15 en adelante. ¡¡AQUÍ ESTA...!! (Aplausos.)

GALANAZO. Como dice Cristiano, soy él más guapo de la iglesia, tengo a mi cargo el comité de visitación.

CRISTIANO. Y, ¿quién te dio ese cargo?

GALANAZO. Pues yo lo hice, tengo el deber moral de visitar y cuidar que ninguna se vaya de la iglesia.

CRISTIANO. Y, dígame cómo es eso de que tiene una lista de teléfonos de todas las que están en su iglesia. ¿Para qué y por qué?

GALANAZO. Como le dije antes, Cristiano, eso lo hago para llevar un buen control y además uno nunca sabe, la verdad espero que de todas ellas salga la afortunada de tenerme como su novio.

CRISTIANO. Eso es ser orgulloso… ¿No crees Carlitos que deberías ser más humilde en cómo te expresas y eres con los demás?

GALANAZO. Yo creo lo que dice el Señor, que soy su especial tesoro, soy un sacerdote para él, y que me tiene como la niña de sus ojos, imagine cuán hermoso soy.

CRISTIANO. Bueno Carlitos, tengo en mis notas que deseas hacer un llamado especial a las jóvenes, ¿qué es eso de un llamado especial?

GALANAZO. Sí, (se pone de pie): Quiero aprovechar este momento para hacer una reflexión en las vidas de las jóvenes aquí reunidas, sólo tienen una oportunidad, tienen un camino hacia mí, y deben aprovechar este momento para tomar esa decisión porque mañana puede ser demasiado tarde. Cierren sus ojos e imaginen una vida conmigo... MUCHAS GRACIAS.

CRISTIANO. Bueno, esa es su vida, pero ahora quiero que conozcamos a nuestra siguiente penalista; Ella es una chica como cualquier otra, bueno, eso creo, por favor que pase Vanneta conocida como la DESESPERADA.

(Música y aplausos.)

CRISTIANO. Vanneta, en mis notas tengo que has hecho de todo para poder conseguir un novio, pero cuéntanos tú, por favor.

DESESPERADA. Primero quiero que sepan que soy una buena cristiana. Yo como vi que otras tenían sus novios, guapos, hermosos, rubios, ah no, eso fue en una película, pero bueno, entonces me recordé de aquel proverbio que dice, “a Dios orando y con el mazo dando”.

CRISTIANO. Eso no es un proverbio.

DESESPERADA. ¿Ah no? Bueno, yo creía, entonces me dispuse a estar a la moda, con el ombliguito, los nuevos cortes, la forma de hablar, y de todo, pero nadie me hace caso.

CRISTIANO. Pero Vanneta, eso es tirarse casi al mundo por desesperada, casi cambias a Dios por un hombre.

DESESPERADA. No, espérese, también he ayunado durante 40 días.

CRISTIANO. ¿Ve? Eso sí es bueno, los 40 días de abstener de alimentos.

DESESPRADA. ¿Cómo de abstenerse? Yo creía que era no probar pan ni agua. Bueno, también asisto regularmente a la iglesia y diezmo.

CRISTIANO. Eso es bueno, que asistas a la iglesia y diezmes.

DESESPERADA. Sí, asisto unas tres veces al mes, porque yo diezmo de los días del mes que son 30 días. Además de eso también estoy muy empapada de la Palabra de Dios.

CRISTIANO. Qué bueno, eso significa que la lees siempre y la escudriñas.

DESESPERADA. Bueno, eso de que la leo, la verdad es más bien que la pongo es casete cuando me baño y me arreglo. Quiero terminar diciendo que espero lograr con mi apariencia, entrega y fe en Dios, pueda encontrar un novio.

CRISTIANO. Alguien tiene alguna pregunta.

UNO DEL PÚBLICO. Sí, mire, a Vanneta, ¿de verdad cree que encontrara un buen joven, que ame a Dios, que la respete y bueno, siendo así?

DESESPERADA. Mira, la verdad no me interesa si es fiel, entregado o que ame a Dios, sólo deseo un novio.

CRISTIANO. ¿Quieres decir que no te interesa lo que Dios opine, o tu eternidad sólo por tu deseo de tener un novio y de ser igual a las demás? Eso esta mal, perdona que te lo diga.

DESESPERADA. La verdad quiero ser fiel a Dios, pero cuando una se desespera pierde la noción de lo que bueno y malo, pero realmente buscaré lo que Dios desea para mí.

(Aplausos.)

CRISTIANO. Quiero presentar a la ultima panelista, ella viene del alto y frío pueblo de
Mirar las Flores y dice ser la única bendecida de verdad con un gran hombre. Por favor, pase la rebelde sin causa.

REBELDE. (Manda un beso.) Me siento alegre por estar aquí. La verdad, como tú decías de mí, yo soy la verdadera bendecida aquí.

CRISTIANO. Tengo en mis notas que tienes al hombre perfecto, al novio que toda joven pudiera desear, cuéntanos.

REBELDE. Sí, así es, mi novio no tiene nada que envidiar a DiCaprio, menos la voz de Danilo, ninguno así. Él es bueno, me trata con cariño, me regala flores, me llama siempre, sí que se preocupa por mí, me acompaña a cualquier lugar.

CRISTIANO. Pues parece ser que si tienes a un perfecto novio.

REBELDE. Sí, además yo sí asisto todos los días al templo, leo la palabra de Dios, y sí diezmo de verdad, soy parte del coro, pertenezco al comité de evangelismo, ayudo a limpiar al iglesia y además soy maestra de la escuelita todos los días.

CRISTIANO. Es impresionante, y tu novio ¿qué hace en la iglesia? ¿Qué cargos desempeña?

REBELDE. (En un tono bajo.) No, él no es cristiano.

CRISTIANO. ¿Cómo, si él no es cristiano, puedes servir en todo eso?

REBELDE. Es que nadie lo sabe, bueno hasta hoy.

CRISTIANO. Ya que conoces la Biblia y sabes que no estás bien con Dios, ¿qué vas a hacer? Me supongo que lo dejarás para servir a Dios.

REBELDE. ¿Qué? Ni loca, que otra ocupe mi campo, pero yo a él no lo dejo, y sí conozco la Biblia, pero no lo dejo, no lo dejo, y no lo dejo.

CRISTIANO. Bien, es tu vida, pero quiero decirte que es más importante agradar a Dios y hacer su voluntad, que por un hombre perder tu salvación y amistad con Dios. Piénsalo.


CRISTIANO. (Con la música.) Me despido sólo recordándote que está en tus manos hacer lo que a Dios le agrada y si sabes esperar él tiene alguien esperando por ti, no te equivoques de tren. ¡¡Bye Bye!!

(Aplausos.)

Jorge de la jungla

5 Minutos y 2 Personajes. Jorge vive en la jungla y parece que tiene bastante miedo a todos los animales. Su maestro le animará a que confíe en Dios porque Él puede cuidarle de cualquier peligro.


JORGE DE LA JUNGLA
Jeff Robson traducido por Dr. Rudy Gómez




PROTAGONISTAS

JORGE
MAESTRO

MAESTRO. Estoy buscando a mi amigo Jorge… Jorge me dijo que iba a venir de columpiada y que me iba a recoger más o menos a esta hora (viendo a su reloj).

JORGE. (Se escuchan sonidos selváticos al iniciar la escena. De repente, se escucha a Jorge hacer el llamado de Tarzán por detrás del escenario. La cuerda se mueve de un lado al otro del escenario y se escucha el sonido de Jorge estrellándose contra un árbol. Jorge aparece en la parte posterior del escenario). Ohhh, A Jorge dolerle cabeza. Ohhh A Jorge dolerle el brazo. Ohhh, a Jorge dolerle la pierna. Pero más que todo… ohh a Jorge dolerle la nariz. A Jorge le gustaría tener una nariz más pequeña. Ohhh (gimiendo).

MAESTRO. Jorge… ¿Tú crees que el árbol está bien?

JORGE. (Indignado.) Sí… el árbol todavía creciendo – sólo tener una gran marca. Ahora Jorge tener un gran dolor de cabeza. (Gimiendo y quejándose.)

MAESTRO. No te ves muy bien. ¿Te vas a recuperar? ¿Quieres que ore por ti?

JORGE. (Se recupera y sacude su cabeza) Ah… Jorge va a estar bien… Jorge sentirse mejor ya… cabeza muy resistente, ¿eh? No imaginar que la dama tenga un plátano. Plátanos siempre ayudar a Jorge a recuperarse rápido. No preocuparse por Jorge… Solo ser herida leve (recuperándose un poco más). Además, Jorge ser el rey de la selva – sería bueno si otros animales saberlo. Jorge es el amo de los chupasangre – quizá porque nadie más querer el trabajo. Alguien más ser el amo de las moscas. Jorge ser el amo de las pulgas (se rasca la cabeza) Jorge (en este momento se escucha un rugido ya sea del audiocassette o alguien lo hace directamente en el micrófono). ¡Arrgghh LEOPARDO! (Jorge emite un grito de susto y se esconde detrás del escenario)

MAESTRO. ¿Tienes miedo del leopardo, Jorge?

JORGE. Jorge no temer a nada. ¿Ya se fue el leopardo?

MAESTRO. Sí, Jorge, creo que el leopardo ya se fue. No lo veo por ninguna parte.

JORGE. Que bueno… como Jorge decir, Jorge no tener miedo de nada. Jorge solo temerle a los gatos grandes con dientes filudos, peces pequeños con dientes filudos, insectos con ponzoña, pitones, elefantes en estampida y víboras. Fuera de esos, Jorge no temerle a nada.

MAESTRO. Tú le temes a muchas cosas, Jorge. ¿Sabías que no necesitar estar temeroso todo el tiempo?

JORGE. Jorge no tener miedo… acabar de caerse por pisar cáscara de plátano.

MAESTRO. Deja de pretender, Jorge. Te vi como temblabas cuando el leopardo apareció. Pero no te preocupes… porque yo entiendo que hay que tener cuidado cuando estamos rodeados de peligro. Aún así, no tienes que pasártela viajando constantemente de árbol en árbol porque tienes temor.

JORGE. ¿Qué usted querer decir? ¿Usted tener enorme lanza para pelear con animales peligrosos? ¿O usted tener músculos fuertes como Jorge para desaparecer rápidamente por los árboles?

MAESTRO. No estoy hablando de pelear o ser más fuerte. No te preocupes por eso. En realidad no hay maneras de estar realmente seguros de cualquier peligro.

JORGE. Pelear y ser rápido ayuda a Jorge… bueno algunas veces no. Algunas veces, Jorge casi comido por los animales peligrosos.

MAESTRO. Lo que quiero decir, Jorge, es que es bueno el tener músculos fuertes pero es aún mejor el ser fuertes en Dios y confiar en su poder. Si confías en Dios, Él te protegerá y no tendrás más temor. ¿Entiendes lo que te estoy tratando de decir?

JORGE. Jorge saber acerca de Dios pero, ¿qué usted querer decir? ¿Cómo puede Dios proteger Jorge de mordeduras fatales y peligros si Jorge no poder ver a Dios?

MAESTRO. El ser fuerte en Dios significa que eres amigo de Dios y que te deleitas en hacer lo que el quiere. Cuando le obedeces, Dios te protege porque Él siempre protege a sus amigos. En cierta ocasión, a uno de sus amigos lo encerraron en un foso con muchos leones hambrientos pero Dios protegió a su amigo y no permitió que los leones se lo comieran.

JORGE. ¿Querer decir que si Jorge encontrarse con león, Jorge poder orar a Dios… pero qué si Jorge encontrarse con leopardo? ¿Puede Dios ayudar a Jorge con leopardo también?

MAESTRO. Así es, Jorge. Dios puede protegerte de cualquier peligro… no nada más de los leones. Dios protege a sus amigos porque no le gusta que nada malo les pase, al igual que a ti no te gusta que algo malo les pase a tus amigos.

JORGE. Oh… OK… Jorge ya entender. Jorge ser cuidadoso y Dios lo protege de cosas malas y entonces Jorge no tener más miedo de nada. Pero, ¿qué de las ramas de los árboles?

MAESTRO. Bueno Jorge, si haces cosas peligrosas y eres descuidado te puedes lastimar. Pero Dios te ha estado cuidando hasta ahora porque a pesar de las ramas de los árboles todavía estás vivo.

JORGE. Jorge escuchar llamado de la selva. Jorge tener que irse. Adiós. (Se columpia en la cuerda y fuera del escenario se escucha cuando se estrella contra un árbol – se escucha un “¡ay!” apagado).

Historia de una maestra cristiana

13 Minutos y 4 Personajes. Una maestra está muy descontenta con la actitud de una alumno hasta el punto que desearía no tenerlo en su clase. Al tiempo se entera de que su mamá estaba muy enferma y en casa lo estaban pasando mal. A partir de ese momento, la maestra comprenderá cuál es su tarea como educadora.


HISTORIA DE UNA MAESTRA CRISTIANA
Agradecemos a Raquel García el envío de esta obrita. Se trata de la adaptación de otra obra del blog. (Ver obra)



PERSONAJES

NARRADOR
MAESTRA
ALUMNO MAL PORTADO (Judas Aparicio)
MANOLITO
ALUMNOS

NARRADOR. Este día queremos compartir con ustedes una historia que ocurrió hace mucho tiempo. El escenario está ambientado en el aula de Escuela Bíblica Dominical. Se cuenta que en este aula, la maestra aprendió algo que ella no era capaz de enseñar a sus alumnos hasta que pasó algo que le abrió los ojos. Estén muy atentos y vamos a ver lo que ocurrió.

(La escena comienza con los jóvenes alborotados que se arrojan unos a otros boletas de papel. Destaca en el relajo Judas Aparicio. Entra la maestra y ve el cuadro.)

MAESTRA. Por favor, ya está bien, compórtense como es debido. (Dando palmas.) Vamos, vamos, cada uno en su sitio.

(Obedecen todos excepto Judas que desde su sitio sigue arrojando bolas de papel.)

MAESTRA. Judas, por favor, ¿quieres estarte quieto? Revolucionas toda la clase.

(Judas obedece.)

MAESTRA. Bendiciones niños… hoy vamos aprender algo nuevo de la palabra de Dios. Cierren sus ojos vamos a orar.

(Cierran sus ojos y repiten la oración con la maestra.)

MAESTRA. Está bien, vamos a cantar para alabar a nuestro Dios

(Todos obedecen y se ponen a cantar junto a la maestra… pero Judas sigue molestando a los niños que se encuentran a su alrededor y la maestra solo lo observa.)

MAESTRA. Abrid su cuaderno del alumno y vamos a repasar la historia bíblica que corresponde a este día.

(Ojea unos papeles que tiene encima de la mesa. Judas comienza a secretearse con el compañero de al lado. La maestra lo ve y agota su paciencia.)


MAESTRA. Judas, levántate y ponte hacia la pared. Ya me tienes harta. Todos los domingos es igual. (Alzando la voz.) ¡He dicho que te pongas cara la pared!

JUDAS. Pero señorita, Pepito también ha hablado…

MAESTRA. Tú eres el culpable de todo. Eres el ángel negro de esta clase. No me repliques y a la pared.

(Judas se levanta y se pone cara a la pared.)

MAESTRA. (Como en sus pensamientos… pero en voz alta) Dios mío ya no soporto a este niño, yo no paso a traerlo y él es el primero en estar aquí esperando la clase… ya no sé que hacer con él. ¡Ojala el próximo domingo no venga!

NARRADOR. Ahí en la primera fila se sentaba Judas. La maestra observaba a Judas y había notado un cambio brusco en su actitud. También veía que su ropa estaba muy descuidada y que no le haría nada mal un buen baño. Digamos que Judas comenzaba a resultarle un tanto desagradable.

(La escena continua en el aula. Judas continúa castigado y la maestra comienza a hablar como si estuviera pensando.)

MAESTRA. ¡Vaya con el niño éste! No sé qué es lo que le sucede, antes no se comportaba de esta manera… era muy atento a la clase y hoy es todo un demonio, ya me es insoportable. Si por mí fuera no lo dejaba entrar pero bien tempranito está aquí esperando a que abra para dar la clase y para mi desgracia no falta ni un domingo… ¡Ay, Señor! ¿Qué haré…? Creo que este niño me provocará un infarto… Déjame descansar un día, Señor, y que no venga a la clase Judas… ¡Por favor, Señor!

MAESTRA. Bien, entreguen sus manuales para que se los califique y el próximo domingo se los tendré ya con sus notas.

(Comienza a recoger los cuadernos de los niños, uno por uno…. Y los va felicitando a todos. Cuando llega donde Judas le dice, seguramente tú tendrás un cero…. No sabes hacer nada bueno, solo molestar.)

NARRADOR. Y así pasaban los días, Judas haciéndole la vida imposible a la maestra y ella gozando cada vez que tenía que ponerle un cero. Pero un día ocurrió algo que cambió la vida de los dos. En el día de la celebración del día del Maestro, los alumnos tienen costumbre de obsequiar un presente a sus maestros.

(Aparece otra vez la escena de la clase. Todos los niños están en grupo hablando, bromeando y enseñando orgullosos los regalos envueltos en preciosos papeles decorados. Todos excepto Judas que está sólo afanándose en envolver algunos objetos. Entra la maestra.)

MAESTRA. Bien, muchachos. Se acabó la charla. Vamos cada uno a su sitio. (Fijándose en Juan.) ¡Qué raro que esté quieto! Algo estará tramando y seguro que no es nada bueno, pero por lo menos está tranquilo que ya es algo… Bendiciones, vamos a iniciar la clase de hoy.

(Todos obedecen excepto Judas que continúa con su tarea. La maestra lo observa, cuando se le acerca un niño de su clase)

MANOLITO. Hola hermana. ¿Cómo le fue el fin de semana?

MAESTRA. ¡Muy bien, Manolito! ¿Y a ti?

MANOLITO. No muy bien, maestra, porque en esta semana que pasó tuve que desvelarme mucho…

MAESTRA. ¿Por qué te desvelaste, Manolito? ¿Te dejaron muchas tareas en el Colegio?

MANOLITO. No, maestra…. ¿Que no sabe que fue lo que ocurrió hace algunos días?

MAESTRA. No, Manolito, cuéntame… ¿Qué fue lo que ocurrió?

MANOLITO. Es que usted sabe que hace muchos meses la mamá de Judas ha estado muy enferma y que las cosas en la casa de Judas han estado muy mal, porque han tenido muchos problemas. Tuvieron que gastar mucho dinero por la enfermedad de su mamá y ya no tenían quien cuidara de él y de sus hermanos porque su papá tenía que trabajar para que ellos comieran… (Mientras el niño hablaba la maestra se muestra muy sorprendida, porque ella no estaba enterada de todo lo que Judas había estado sufriendo) y entonces fue hasta esta semana que su mamá se murió y como yo estuve en el velorio de ella, por eso me desvelé en esta semana. ¡Ahhh, maestra, y ahora recuerdo que no la vi ni en el entierro!

(El niño se va hacia su asiento.)

MAESTRA. (La maestra se queda pensativa y preocupada.) Ahora encuentro la explicación a la conducta de este joven. ¡Qué mal me ha portado! En vez de hablar con él para ayudarle sólo le he tratado mal y he sido muy grosera con él… Dios perdóname por mi mala actitud, por no haber sido una buena maestra para Judas.

ALUMNO. Señorita, oiga, señorita.

(La maestra sin oír nada continúa con sus reflexiones.)

MAESTRA. ¡Qué egoísta he sido! ¡Jamás me perdonaré el comportamiento que he tenido con este joven!

ALUMNO. Señorita, señorita, ¿le ocurre algo?

MAESTRA. (Volviendo en sí.) ¿Eh? ¿Sí?

ALUMNO. ¿Se encuentra bien, señorita?

MAESTRA. Ah, sí, sí, me encuentro bien. No pasa nada, ¿qué quieres?

ALUMNO. Si le podemos entregar ya los regalos para celebrar su día y la excelente maestra que es.

MAESTRA. Sí, claro, claro. (Los niños van pasando a entregarle sus regalos. Judas sigue afanándose en envolver lo mejor que puede sus regalos. La maestra va abriendo los regalos y va comentando lo que le han regalado.) ¡Qué bonito, Casimira Bellavista! Muchas gracias. ¡Caramba, Petronila! Es estupendo. Mucho me gusta tu regalo Pepito.

(Los niños empiezan a hablar y a reír entre ellos mientras miran y señalan a Judas.)

MAESTRA. ¿Qué ocurre?

ALUMNO. Ya verá, maestra, qué sorpresa le espera… ¡Je, je!

(Judas se levanta con un paquete mal envuelto en un feo papel. La maestra desenvuelve el paquete y encuentra un viejo brazalete y un frasco de perfume a medio terminar. Risas de los niños.)

MAESTRA. (Poniéndose el brazalete.) ¡Basta, ya, muchachos! Es un regalo precioso que me queda muy bien. (Oliendo el frasco y echándose un poquito de perfume.)

JUDAS. Los usaba mi madre. Y ahora usted huele como solía oler mi mamá.

NARRADOR. Aquel día cuando acabó la clase la maestra lloró como nunca antes había llorado. Judas entregándole lo más precioso que tenía y ella incapaz de entregarle un poco de afecto y comprensión. En ese momento la maestra tomó una decisión. Se iba a dedicar en alma y cuerpo a ese muchacho y a todos los demás. Comprendió que enseñar a los niños es mucho más que impartirles matemáticas, literatura o química. Entendió que enseñar era compartir las alegrías y penas, y ayudarles a superar los momentos difíciles de su vida.

(Hacen una pausa para que aparezca en escena Judas y la Maestra… Estudiando)

NARRADOR. A partir de entonces la maestra pasó mucho tiempo con Judas, conforme comenzó a trabajar con él, su cerebro empezó a revivir. Mientras más lo apoyaba, él respondía más rápido. A final del año Judas se había convertido en uno de los niños más aplicados de la clase. Un día, la maestra encontró encima de su mesa una nota firmada por Judas, que decía. “Es usted la mejor maestra que he tenido en mi vida”.

Pasaron los años y la maestra y Judas seguían manteniendo relación mediante cartas.
Judas le iba contando sus progresos y la maestra estaba muy orgullosa de él. La historia no termina aquí…

Judas envió una carta a su maestra preferida, diciéndole:
“QUERIDA MAESTRA…
POR FIN HE ACABADO MIS ESTUDIOS EN EL INSTITUTO BÍBLICO Y AÚN ASÍ SIGO PENSANDO QUE ES USTED LA MEJOR MAESTRA QUE HE TENIDO EN MI VIDA.
MUCHAS GRACIAS POR CREER EN MÍ, POR HACERME SENTIR IMPORTANTE Y MOSTRARME QUE YO PUEDO HACER LA DIFERENCIA.
TENGO UNA BUENA NOTICIA QUE DARLE: MI NOVIA Y YO HEMOS DECIDIDO CASARNOS Y YA TENEMOS LA IGLESIA EN LA CUAL SERVIREMOS A DIOS COMO PASTORES, NOS GUSTARÍA QUE USTED FUERA LA MADRINA DE NUESTRA BODA.”

A esta carta la maestra le contestó con otra que le decía: “ME HIZO MUCHA ILUSIÓN RECIBIR TU CARTA Y ME ALEGRO DE QUE TE CASES Y POR SUPUESTO, ME ENCANTARÁ SER TU MADRINA. JUDAS FUISTE TÚ, QUIEN ME ENSEÑÓ QUE YO PUEDO HACER LA DIFERENCIA. ADEMÁS, NO SABÍA CÓMO EDUCAR HASTA QUE TE CONOCÍ”.

Y así acaba la historia de esta maestra que aprendió una lección que ella no era capaz de impartir.

CONCLUSIÓN:
Recuerda que donde quiera que vayas y hagas lo que hagas, tendrás la oportunidad de tocar o cambiar los sentimientos de alguien. Trata entonces de hacerlo de a la manera que Jesús lo haría.

¡¡Bendiciones!!