¿De quién son las huellas?

17 Minutos y 5 Personajes. El Sr. Bonetti anda en busca de las huellas más importantes de toda la humanidad y para eso contrata a un grupo de expertos para que le ayuden a encontrarla. A través del camino se encuentran con varias huellas de personajes famosos pero el Sr. Bonetti no está convencido. Más adelante encuentran un par de huellas luminosas, las cuales tienen muchas huellas a su alrededor ¿Serán esas las huellas que el Sr. Bonetti está buscando?





¿DE QUIÉN SON LAS HUELLAS?

David Matos y Eunices Herrera
Ministerio Teatral Alpha
Republica Dominicana




PERSONAJES

TRABAJADOR 1
TRABAJADOR 2
ARQUÉOLOGO- MR. JEFFERSON
HISTORIADOR-SRA. HERNÁNDEZ
SR. BONETTI


PRIMERA ESCENA

(Se encuentran todos afanados buscando algo en el suelo.)

TRABAJADOR 1. (Se dirige hacia Mr. Jefferson y con emoción le muestra una pequeña piedra.)

MR. JEFFERSON. (Mira la piedra con una lupa y la rechaza restándole importancia. La tira al suelo, le hace señas al Trabajador 1 para que siga trabajando.)

(Todos siguen afanados tallando y escarbando en la tierra cuando de pronto…)

TRABAJADOR 2. ¡Sra. Hernández! ¡Sra. Hernández! ¡Aquí están! Venga pronto. (Todos se amontonan para ver.)

SRA. HERNÁNDEZ. Permiso, por favor. (Tratando de abrirse paso entre los demás se agacha) A ver qué tenemos por acá… (Se quita las gafas.) ¡Ajá! (Se pone de pie.) Aquí están las preciadas huellas, son unas huellas grandes. (El Sr. Bonetti se acerca.) Se nota que son las huellas de un explorador de mares, alguien cuyo nombre trascendió varias décadas, e incluso centenarios… Sr. Bonetti, creo que hemos encontrado lo que buscábamos.

SR. BONETTI. ¿Está usted segura?

SRA. HERNÁNDEZ. Bueno, señor. (Dudando.)

SR. BONETTI. ¿Está segura? (Con énfasis.)

MR. JEFFERSON. No, no podemos hacer ninguna afirmación definitiva (mira a la Sra. Hernández) por lo menos hasta que hagamos los estudios de lugar y confirmemos si estas son las huellas que usted busca.
SR. BONETTI. Está bien, pero recuerden que no estoy en cualquier tipo de huellas, tienen que ser huellas exclusivas y especiales por lo tanto no descansaremos hasta obtenerlas.

SRA. HERNÁNDEZ. Claro, claro, usted no tenga la menor duda de que haremos todos los esfuerzos posibles para encontrar esas huellas.

SR. BONETTI. Eso espero… Bueno pero, ¿qué estamos esperando? Analicemos mejor estas huellas para así darnos cuenta si realmente valen la pena.

MR. JEFFERSON. Lo que tenemos que preguntarnos es qué tienen estas huellas de especiales.

SRA. HERNÁNDEZ. Bueno… Como dije antes, son huellas grandes y además parece que tienen mucho tiempo de antigüedad, alrededor de 600 años.

SR. BONETTI. Sí, son grandes, pero no creo que porque sean grandes sean especiales; simplemente pudo ser una persona con pies grandes.

SRA. HERNÁNDEZ. Pero Sr. Bonetti…

SR. BONETTI. Señor nada, le recuerdo nuevamente que no busco cualquier par de huellas.

MR. JEFFERSON. Calma, calma, por favor, apenas hemos encontrado éstas, no hemos buscado más. Busquemos más; si encontramos otra podemos compararlas y así podremos determinar cuáles son las más especiales, ¿de acuerdo?

SR. BONETTI. Claro, claro, estoy completamente de acuerdo. No importan los esfuerzos que se tenga que hacer o el tiempo que gastemos. Estoy decidido a encontrar esas huellas.

MR. JEFFERSON. ¿Y usted, Sra. Hernández, está de acuerdo?

SRA. HERNÁNDEZ. (No muy convencida.) Sí, sí, no hay problema.

SR. BONETTI. (Le pone la mano en el hombre a la Sra. Hernández.) ¡Ánimo, Sra. Hernández! Encontraremos esas huellas, estoy completamente seguro.

SRA. HERNÁNDEZ. Si usted lo dice...

(En ese instante el Trabajador 2 grita.)

TRABAJADOR 2. ¡Vengan por aquí! ¡Encontré otras!

MR. JEFFERSON. A ver (con la lupa). Aquí tenemos un par de huellas similares a las anteriores, no son tan grandes pero están un poco más marcadas en la tierra. Eso significa que el autor de las mismas tenía gran liderazgo. Parece ser que fue un artífice de la guerra, que conquistó muchas naciones con mano dura.

SRA. HERNÁNDEZ. (Riéndose con satisfacción.) Bueno, Sr. Bonetti, creo que ahora sí hemos encontrado esas huellas tan especiales que usted buscaba. Mire aparte de las huellas grandes hay alrededor otros pares de huellas que las siguen. Creo que estas son las huellas que usted busca.

SR. BONETTI. Yo no estaría tan seguro…

SRA. HERNÁNDEZ. Pero, ¿qué dice? Sí, ahí están las evidencias (señalando las huellas). El autor de estas huellas fue un líder mundial, tenía a muchos bajo su mando, las huellas a su alrededor lo indican.

SR. BONETTI. Sí, pero no creo que el ser imponente e indolente con sus enemigos sea signo de admirar o de premiar. Además, esas huellas que usted dice que están alrededor se desaparecen más adelante.

MR. JEFFERSON. Estoy de acuerdo con usted, Sr. Bonetti, creo que un verdadero líder es aquel a quien los demás siguen por convicción, no por miedo y si las huellas ya no están significa que dejaron de seguirle.

SR. BONETTI. ¡Claro que sí! ¿Verdad, Sra. Hernández?

SRA. HERNÁNDEZ. Bueno...Yo no estoy de acuerdo. Yo creo que lo importante es ser líder, lo demás es secundario.

SR. BONETTI. ¿Secundario? ¿Y en dónde queda la compasión, la libertad de expresión y el respeto hacia los demás?

(La Sra. Hernández se aleja del grupo con cara molesta. Se acerca al Trabajador 1 quien está buscando algo.)

MR. JEFFERSON. Pienso igual que usted. (Dirigiéndose al Sr. Bonetti.) Esas cualidades son muy importantes en un líder.

TRABAJADOR 2. ¡Encontré otras, vengan!

(La Sra. Hernández se dirige rápidamente hacia el Trabajador 3 y le hace señas para que haga silencio.)

MR. JEFFERSON. ¿Dónde están?

SRA. HERNÁNDEZ. No pasa nada, sólo ha encontrado unas huellas pequeñas a la orilla del camino, algo sin importancia.

SR. BONETTI. De todos modos, me gustaría verlas.

SRA. HERNÁNDEZ. La verdad no creo que sea necesario, sólo perdería el tiempo.

SR. BONETTI. Insisto.

MR. JEFFERSON. Deja que las vea y que él mismo dé su opinión.

SRA. HERNÁNDEZ. De acuerdo. (No muy convencida se retira a un lado y lo deja pasar.)

SR. BONETTI. ¿Me prestaría su lupa?

MR. JEFFERSON. Claro, claro, acá la tiene. (Le da la lupa.)

SR. BONETTI. Muchas gracias. (Se agacha.) A ver...

SRA. HERNÁNDEZ. ¿Ve lo que le dije? ¿Qué son sólo unas huellas sin importancia?

MR. JEFFERSON. (Le hace señas a Hernández de reprobación y silencio.)

SR. BONETTI. No pienso igual que usted, Sra. Hernández, acérquese Mr. Jefferson (le da la lupa) ¿Qué ve usted?

MR. JEFFERSON. Déjeme ver, ¡ohh estás huellas tienen algo diferente! Es como si irradiaran luz.

SRA. HERNÁNDEZ. ¿Irradiar luz? ¡Eso es ridículo!

MR. JEFFERSON. Acérquese usted misma y compruébelo.

SRA. HERNÁNDEZ. (De mala gana.) A ver… (Con la lupa.)

SR. BONETTI. ¿Ve la diferencia?

SRA. HERNÁNDEZ. Sí, pero no creo que eso sea relevante, simplemente estas huellas se pueden encontrar en un ángulo en donde la luz del sol entra con más facilidad.

MR. JEFFERSON. No estoy de acuerdo, no creo que eso tenga nada que ver.

TRABAJADOR 2. ¡Mire, Mr. Jefferson! Las huellas no terminan aquí, siguen avanzando.

MR. JEFFERSON. ¡Es cierto!

SR. BONETII. Esto es maravilloso, estas huellas son únicas.

SRA. HERNÁNDEZ. No creo que sea para tanto, además son muy pequeñas para poder considerarse especiales y mucho menos únicas.

SR. BONETTI. Al principio eran pequeñas pero mire, (señalando) a medida que avanzan se van haciendo más grandes.

TRABAJADOR 2. Y no sólo eso, señor, hay pares de huellas alrededor de estas huellas.

MR. JEFFERSON. Es como si esas pequeñas huellas que están alrededor las estuvieran siguiendo…

SRA. HERNÁNDEZ. ¿Y qué? Las anteriores si mal no recuerdo tenían también huellas alrededor, ¿o no?

SR. BONETTI. Sí, tenían algunas pero muy pocas, además en vez de aumentar el número de huellas, con el tiempo estas disminuyeron hasta desaparecerse por completo.

MR. JEFFERSON. En cambio, en estas el número de huellas va aumentando. ¡Miren!

SR. BONETTI. Sí, es verdad.

SRA. HERNÁNDEZ. ¡Ay, por favor! Son sólo huellas… Miren, si quiero las puedo borrar... (Pasa el pie por encima de las huellas. Lo pasa nuevamente al ver que no se borran)

SR. BONETTI. No pudo borrarlas, es increíble.

MR. JEFFERSON. Están grabadas en la tierra.

SRA. HERNÁNDEZ. A lo mejor sólo se han calcificado debido al tiempo y a la composición del terreno. Veamos las otras.

SR. BONETTI. Mira estas se borraron. (Pasando el pie por la primera huella.)

MR. JERFFERSON. Estas también (borrando la segunda).

SRA. HERNÁNDEZ. ¡No es posible!

SR. BONETTI. Estas huellas son diferentes, ¡esto es sorprendente!


SRA. HERNÁNDEZ. Un momento, ¿qué es eso? (Señalando hacia las huellas.)

MR. JEFFERSON. ¿Qué cosa?

SR. HERNÁNDEZ. Eso que hay alrededor, más adelante.

TRABAJADOR 2. Parece sangre… Sí, es sangre.

SRA. HERNÁNDEZ. ¡Al parecer hirieron al gran líder! Y miren más adelante las huellas si se borraron y se borraron solas (con ironía).

MR. JEFFERSON. ¡No puede ser, las huellas luminosas han desaparecido! (Con tristeza.)

SRA. HERNÁNDEZ. Si no están es porque su liderazgo desapareció.

SR. BONETTI. ¡No, no es así! Miren, aunque las huellas luminosas no están, las pequeñas que están alrededor siguen la misma trayectoria.

MR. JEFFERSON. Es cierto, además más adelante aparecieron nuevamente, lo que significa que solamente desaparecieron por muy poco tiempo, al parecer máximo 3 días. No entiendo qué pudo haber pasado…

SR. BONETTI. Eso no es relevante, lo importante es que primero sus seguidores no lo abandonaron mientras las huellas no estaban y segundo: las huellas volvieron a aparecer, lo que significa que definidamente estas son las huellas que yo buscaba.

SRA. HERNÁNDEZ. Señores, reflexionemos, por favor. Ok, supongamos que sí son huellas muy especiales pero eso, ¿qué importa? ¿Qué haremos con ellas? Al ser huellas no podemos arrancarlas y llevárnoslas. ¿Qué beneficio sacaremos de este descubrimiento y sobre todo de este largo viaje? Piensen un poco… ¡Deberíamos aprovechar la oportunidad y buscar algo realmente valioso como una piedra preciosa o un tesoro!

SR. BONETTI. Esto, amiga, es un tesoro. No lo veas sólo por el lado material míralo más allá de la superficie, más allá de lo que se ve a simple vista. El autor de estas huellas fue el verdadero líder.

SRA. HERNÁNDEZ. Ok, ¡fue un líder! ¡Un gran líder! Pero, ¿quién? ¡No sabemos de quién son esas huellas!

TRABAJADOR 1. (Quien no había hablado nada quitándose el casco) ¡Yo sí sé de quién son estas huellas! Estas huellas son las huellas del Maestro, aquel que dio su vida por la humanidad, aquel que dividió la historia en dos partes: un antes y un después. ¿Ven que sus huellas desaparecieron por un tiempo? Esto fue porque como un verdadero líder se sacrificó por lo que le seguían, por los que se sumarían después y aún hasta por los que no le siguen pero notaron también que sus huellas volvieron a aparecer eso significa que al tercer día resucitó y, ¿qué pasó a partir de ahí? Sus huellas jamás volvieron a desaparecer y cada día se multiplica el número de huellas que las siguen.

MR. JEFFERSON. Vaya, nunca pensé que encontraríamos las huellas del maestro.

SRA. HERNÁNDEZ. Yo tampoco.

TRABAJADOR 1. Sí, es maravilloso pero tengan presente que para encontrar estas huellas no tienen que viajar a un lugar lejano y escondido como éste. Estas huellas se encuentran en todo el mundo. Sólo hay que mirar alrededor y darse cuenta de que toda la tierra está llena de sus huellas. Sólo basta tener el deseo de encontrarlas y no sólo de encontrarlas sino de seguirlas, que es lo importante.

SR. BONETTI. Desde que las vi supe que eran huellas especiales y no las huellas sino su autor.

SRA. HERNÁNDEZ. Yo en cambio al principio estaba renuente a aceptar al ver las huellas tan pequeñas pero me di cuenta que todo lo que ustedes decían es verdad y al saber ahora de quienes son. Las encuentro mucha más especiales y sobre todo sé que su valor es incalculable.

MR. JEFFERSON. Sí, me sorprendió sobre todo todas las huellas que había a su alrededor. Son muchas, diría que miles o quizá más.

TRABAJADOR 2. Sí, es increíble la cantidad de huellas…

TRABAJADOR 1. Sí, son muchas, diría que incontables, si quieren convencerse sigamos el camino de sus huellas más adelante.

SR. BONETTI. Sí, buena idea, vamos.

(Todos se dirigen hacia delante menos la Sra. Hernández y van maravillados observando las huellas hasta que el Sr. Hernández se queda casi sólo.)

SRA. HERNÁNDEZ. (Se queda mirando las huellas) Ciertamente estas huellas son muy especiales porque tienen el poder de transformar mentes como la mía, que entendía que lo valioso era solamente las cosas materiales pero ahora me doy cuenta que a través de estas huellas puedo encontrar algo mucho mejor que lo que me puede dar una piedra preciosa (se pone de pie y pone un pie hacia adelante). Ciertamente estas huellas transforman vidas porque esta vida, mi vida, ha sido transformada y ahora estoy decidida a seguir a sus huellas.

MR. JEFFERSON. Hernández, venga a ver ¡es verdad! Las huellas no terminan y son muchas las huellas que hay alrededor de ellas...

SRA. HERNÁNDEZ. Sí, lo sé, son muchas y sé que cada día serán más. (Se va corriendo hacia el grupo.) ¡Ey, espérenme!

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