16 Minutos y 7 Personajes. En un centro de belleza se encuentran las mujeres más destacadas de la biblia. En la obra se presentan varias situaciones graciosas haciendo un entrecruzado de historias de la Biblia. Es una comedia en donde se habla de la importancia de la mujer en la iglesia.
D'BELÉN BEAUTY CENTER
David Matos y Eunices HerreraMinisterio Teatral Alpha
Republica Dominicana
PERSONAJES
MARTHA
MARÍA
SARA
ANANÍAS
RAHAB
ANA
DALILA
NIÑO
MARTHA. María siempre llega tarde, tantas veces que le he dicho que tiene que llegar temprano porque después se llena el salón de clientes y yo sola no puedo atenderlos a todos, ojalá llegue pronto.
(Llega María.)
MARÍA. La paz de Dios Martha, disculpa que llegue tan tarde, es que estaba escuchando uno de los sermones del maestro y ¡tú sabes cómo me emociono y me olvido del tiempo!
MARTHA. Si lo sé, María, gracias a Dios no ha llegado nadie todavía.
MARÍA. Seguro que no tardan en llegar (empieza a barrer)
(Llega Sara.)
SARA. Dios les bendiga, ¿cómo están?
MARÍA y MARTHA. Amen
MARÍA. Estamos bien por la gracia de Dios. ¿Qué te trae por aquí, Sara?
SARA. Vine a lavarme el pelo, ya que tengo como 3 meses que no me lavo la cabeza.
MARTHA. ¿3 Meses? Pero Sara, ¡seguro que en tu cabeza tienen que estar las 10 plagas de Egipto juntas!
SARA. Puede ser... Ya que siento una picazón terrible.
MARTHA. Me imagino… Y, ¿por qué duraste tanto tiempo?
SARA. ¡Ay! Es que no es fácil venir desde Génesis hasta el Nuevo Testamento solo para lavarse la cabeza, debería haber un salón en levítico por lo menos... porque ese viaje no es fácil.
MARÍA. Pero, ¿hay un salón en Génesis, no?
SARA. Había uno, pero no estaban en un sitio seguro, era de zinc y madera, y cuando vino el diluvio… se mojó y se dañó todo.
MARTHA. Me imagino lo terrible que estuvo aquello.
SARA. Ni que lo digas, andaban los blowers y los rolos flotando por todas partes… Fue muy frustrante (angustiada).
MARÍA. Y, ¿qué te vas a hacer hoy, Sara?
SARA. A ver… ¿No tendrán ustedes un 2x1, 3x1 o un…gratis?
MARTHA. ¿Gratis? No, pero precisamente tenemos un especial con unos productos muy buenos que nos llegaron desde Judea. Es una línea llamada estanque de Siloé.
SARA. ¡Eso suena muy bien! Y, ¿cuánto cuesta el lavado con esos productos?
MARTHA. Están en especial de introducción, la lavada solamente a 5,000 ciclos de plata.
SARA. ¡5,000! ¡Mija, pero descuéntale algo que Abraham no es rico, por Dios!
MARÍA. Lo que pasa es que esos productos son muy buenos ya que son hechos con agua destilada del estanque de Siloé, ¿te acuerdas? ¡Donde el ciego recibió la vista!
SARA. Sí, María, pero yo no quiero un milagro, ¡es simplemente lavarme la cabeza!
MARTHA. Aunque prácticamente después de 3 meses sin lavártela necesitaras un milagro para que no se te caigan los cabellos, pero está bien… como tenías mucho que no venías y es urgente que te hagas algo, lo vamos a dejar en 2,500, ¿de acuerdo?
SARA. Así está mucho mejor y vamos a darnos prisa que luego se va la energía eléctrica y después tengo que pagar el adicional de la planta eléctrica.
MARÍA. No te preocupes que ya resolvimos el problema, ahora tenemos de las 2 energías eléctricas: pusimos un cable desde Jerusalén porque la luz de Belén se va mucho.
SARA. ¡Qué bien! No están fácil, ustedes, cuando viene a ver ponen un Spa.
MARTHA. Eso está en veremos, ven ponte por aquí (le empieza a lavar la cabeza)… ¿Ves lo que te dije? ¡Tenías las 10 plagas de Egipto mija! De todo: moscas, ranas….hasta oscuridad, nada mas hay que ver el agua.
SARA. ¡Shh! No lo digas tan duro.
(Llegan Ana y Rahab.)
ANA. Dios les bendiga, ¿cómo están?
MARÍA. Amén, Ana. Rahab, ¡cuánto tiempo!
RAHAB. Bastante, hemos venido varias veces pero encontrábamos el salón cerrado, ¿qué fue lo que pasó?
MARTHA. ¡Ah! Eran problemas con la energía eléctrica, pero el problema está resuelto, gracias a Dios.
ANA. ¡Ay, qué bien! Porque no es fácil dar ese viaje tan largo.
SARA. Eso mismo digo yo... ¡Ey! Qué raro que no vino la mujer de Lot con ustedes.
MARÍA. Sí, ahora que lo dicen hace mucho que no la vemos por acá y, ¿qué de ella?
RAHAB. ¡Ay, mija! ¿La mujer de Lot? A esa mujer le ha caído una sal… Mejor ni preguntes.
MARÍA. ¡Qué pena…! Bueno, ¿y ustedes 2 qué se van a hacer?
ANA. Bueno, yo quiero hacerme un cambio radical como alaciarme bien el cabello o algo así… Para estar bella para Elcana.
MARTHA. Bueno, tenemos en especial un tratamiento de calor hidratante con una nueva plancha marca Sodoma.
RAHAB. ¿Sodoma? ¿Esa es nueva? Porque la que usaban antes era Gomorra.
MARTHA. Para el caso da igual ya que es la misma casa las que las fabrica, pero ésta es mejor.
ANA. ¡Ah, qué bien! Pues yo elijo ese tratamiento.
RAHAB. Pues yo también y en lo que arreglan a Ana, iré leyendo unas revistas (coge una) ¿no tienen revistas un poco mas actualizadas? Esta es la edición de… ¡La torre de babel! ¡Ay, Dios, pero qué vieja!
MARÍA. Busca bien que hay más.
RAHAB. A ver… (Buscando.) Ah, sí, encontré otra, esta es la edición de… Sansón.
SARA. Esa es buena, pero triste, el pobre Sansón sufrió mucho.
MARTHA. No digo yo con esa mujer que eligió.
ANA. Es que los hombres no se llevan de consejos. Tanto que se lo dijeron: “esa mujer no te conviene, Dalila está contigo por interés…” Pero el pobre estaba ciego.
MARÍA. Sí, lo sé, el pobrecito quedó ciego cuando esos malvados le sacaron los ojos.
RAHAB. Sí, pero digo ciego en forma figurada, o sea no se daba cuenta de la clase de mujer que era Dalila. (Mira para un lado.) Hablando del Rey de Roma… Escondan sus cabellos que ahí viene la estilista corta pelo…
(Todas disimulan estar ocupadas en algo.)
DALILA. Hola, ¿de qué hablaban?
MARTHA. Hola, nada, aquí hablando de cosas divinas, de las profecía de Isaías, entre otras cosas.
DALILA. Ah, qué bien, y ¿en qué están ustedes? ¿Cómo les ha ido?
SARA. Aquí bien, por la gracia de Dios. Como ves, arreglándonos y ¡cuidándonos el pelo!
DALILA. (Con cara de pocos amigos.) Ya veo, bueno, me voy, solo pasé a saludarlas, bye.
ANA. Cuídate, Dalila, qué Dios te bendiga (se va).
RAHAB. Qué Dios tenga misericordia de ella…
(Suena el móvil de Sara.)
SARA. ¡Alo! ¿Sí? Dime, Abraham, ¿qué? ¿Que vas a salir con Isaac? Ah, ok, que en la noche viene Moisés a cenar con nosotros, que les guarde cena… que no sea mana, ok, nos vemos luego, mi amor.
MARÍA. Prenderé la televisión a ver si aparece algo interesante.
(María prende la televisión.)
TELEVISIÓN. En el próximo Capitulo de: El rey David… David manda a sus siervos a que pongan a Urías al frente del Ejército…
SARA. ¡Lo sabía, lo sabía!
TODAS. ¡Shhhhhh! (La mandan a hacer silencio.)
TELEVISIÓN. ¿Podrá David salirse con la suya y quedarse con Betzabe? No se lo pierda esta noche por Tele Jerusalén.
MARTHA. Ojalá no se vaya la luz esta noche.
RAHAB. Ojalá.
TELEVISIÓN. Este es un resumen de las principales noticias ahora: La guerra en Siria no da tregua, ya van más de 25,000 muertos solo en lo que va de la semana, en otras noticias: un joven de 27 años resulto gravemente herido cuando le cayó encima un pedazo del muro de Jericó.
En el estado del tiempo: Después de la larga sequía predicha por Elías las lluvias vuelven a la tierra, si va a salir lleve su paraguas consigo… Para Jerusalén temperaturas máximas de 31 grados Celsius mínima 27 grados, para Sodoma y zonas aledañas temperaturas máximas de 685 grados Celsius, mínima de ……. 680 grados Celsius…
SARA. ¡Ay! ¡Cómo va el mundo! ¿Eh?
RAHAB. Muy mal, desde que el hombre se aparta de Dios todo comienza a ir mal.
(Entra el niño con un maletín.)
NINO. Buenas tardes, ¿cómo están todas por acá?
MARTHA. Hola, ¿cómo está! ¡Qué raro usted hoy por acá, Señor Ananías!
ANANÍAS. Sí, precisamente pasaba por Belén y decidí pasar por acá a visitarles.
MARÍA. ¿A visitarnos solamente?
ANANÍAS. Bueno, no precisamente… Vine a presentarles unos productos nuevos que tenemos en especial.
MARTHA. Bueno, señor Ananías, ahora mismo no estamos interesados porque acabamos de hacer una inversión con un problemita que teníamos con la luz… Usted sabe.
ANANÍAS. Pero no se preocupe, ¿no somos hijos del altísimo? Usted sabe que con ustedes no hay problema, lo pagan cuando puedan (le enseña uno de los productos) Mire, estos productos hacen milagros en el cabello, un par de lavadas y crecen como los de Sansón.
ANA. ¡Guau, qué bien!
ANANÍAS. Y, ¿qué de este tratamiento? Es una bendición en todo el sentido de la palabra, ya que está elaborado con madera del bastón de Moisés y también con hierbas del Getsemaní, y por el precio no se preocupe, haga como la viuda que dio lo que tenía. Espero que usted no tenga tan poco como ella.
RAHAB. Mira qué bien, cómpralo, Martha, recuerda, escudriñadlo todo y retened lo bueno.
MARTHA. Sí, déjame escudriñar antes de retener (lo abre y lo huele). Pero, señor, este se parece al que me trajo la otra vez…
ANANÍAS. Pero, ¡mira la hora que es! ¡Tenía que estar en filipenses a las 5! ¡Humm creo que lo dejaremos para la próxima!
MARÍA. Pero no se vaya tan rápido, señor Ananías...
ANANÍAS. No, de veras, me tengo que ir, bye.
SARA. Pero, ¡qué señor más extraño!
TELEVISIÓN. Boletín de ultimo minuto: En el siglo XXI el virus de la maldad sigue propagándose en el mundo entero, las cosas van cada vez peor, no cesan las guerras, los atracos y los asesinatos… los cristianos tratan de evitar que se propague la infección, pero esta va ganando más terreno, por lo tanto hacen falta voluntarios…
SARA. ¡Qué horror! ¿Ves lo que hablábamos? Las cosas están mal, me gustaría estar allí para ayudar.
MARÍA. Sí, yo también, porque hace falta voluntarios dispuestos a ayudar.
RAHAB. Claro, y pienso que nosotras las mujeres podemos ayudar mucho, ¿sabes? creo que ese es uno de los principales problemas, que hay muchas rezagadas en la obra, sin embargo el trabajo de nosotras es igual de importante que el de los hombres.
SARA. Claro, las mujeres siempre hemos desempeñado un trabajo muy importante en la obra, hay muchas que se han destacado.
MARTHA. Como tú, Sara, con la fidelidad hacia Jehová y hacia tu esposo.
SARA. Claro, como la fe de Ana y la viuda de Sarepta.
MARÍA. También la fe de la mujer que fue sanada del flujo de sangre, las mujeres que ayudaban a los apóstoles.
ANA. Claro, Esther con su valentía ayudó a su pueblo… Y así hay innumerables de ellas.
ANA. Sí, es verdad, si pudiera estar frente a ellas les diría que se esfuercen cada día más en la obra, que ellas tienen un papel muy importante que desempeñar, les contaría mi historia, les diría que yo no podía concebir hijos, sin embargo se lo pedí de todo corazón al Señor; y Él me lo concedió y así yo cumplí mi promesa en enviarlo a la casa de Jehová, porque era de Él...
SARA. Sí, yo también pensé que no concebiría hijos, pero Dios con su misericordia me lo prometió. Al principio yo dudé y me reí, pero luego vi la obra maravillosa que él hizo en mí al darme el hijo que tanto anhelaba.
RAHAB. De la misma forma, ni yo ni mi familia teníamos esperanza, pero Dios envió 2 siervos de Él y por medio de ellos fuimos salvos de la muerte.
MARÍA. Sí, yo siempre estoy atenta a las palabras del maestro porque me di cuenta que es necesario buscar primeramente las cosas de arriba y no las de la tierra.
MARTHA. Yo sin embargo siempre estuve afanada en mis quehaceres y no sacaba tiempo para las cosas realmente importantes hasta que Jesús me hizo darme cuenta de mi error y comprendí que no estaba tomando la mejor parte como lo hacía María.
ANA. Todas tenemos algo en común y es que somos mujeres… (Mira al público.)
SARA. Solo hace falta poner empeño en aquello que queremos lograr para la gloria de Dios y Él nos lo dará.
RAHAB. Si pudiéramos ir allá y decírselo…
MARTHA. Pero se lo estamos diciendo, cada vez que abren la Biblia y ven nuestras historias es como si les habláramos a cada una…
MARÍA. Claro, solo falta la determinación de cada una de ellas para obtener la mejor parte… (María apaga las luces del salón.) Este día acaba, pero mañana empezara otro en el cual tú puedes hacer la diferencia.
MARTHA. María siempre llega tarde, tantas veces que le he dicho que tiene que llegar temprano porque después se llena el salón de clientes y yo sola no puedo atenderlos a todos, ojalá llegue pronto.
(Llega María.)
MARÍA. La paz de Dios Martha, disculpa que llegue tan tarde, es que estaba escuchando uno de los sermones del maestro y ¡tú sabes cómo me emociono y me olvido del tiempo!
MARTHA. Si lo sé, María, gracias a Dios no ha llegado nadie todavía.
MARÍA. Seguro que no tardan en llegar (empieza a barrer)
(Llega Sara.)
SARA. Dios les bendiga, ¿cómo están?
MARÍA y MARTHA. Amen
MARÍA. Estamos bien por la gracia de Dios. ¿Qué te trae por aquí, Sara?
SARA. Vine a lavarme el pelo, ya que tengo como 3 meses que no me lavo la cabeza.
MARTHA. ¿3 Meses? Pero Sara, ¡seguro que en tu cabeza tienen que estar las 10 plagas de Egipto juntas!
SARA. Puede ser... Ya que siento una picazón terrible.
MARTHA. Me imagino… Y, ¿por qué duraste tanto tiempo?
SARA. ¡Ay! Es que no es fácil venir desde Génesis hasta el Nuevo Testamento solo para lavarse la cabeza, debería haber un salón en levítico por lo menos... porque ese viaje no es fácil.
MARÍA. Pero, ¿hay un salón en Génesis, no?
SARA. Había uno, pero no estaban en un sitio seguro, era de zinc y madera, y cuando vino el diluvio… se mojó y se dañó todo.
MARTHA. Me imagino lo terrible que estuvo aquello.
SARA. Ni que lo digas, andaban los blowers y los rolos flotando por todas partes… Fue muy frustrante (angustiada).
MARÍA. Y, ¿qué te vas a hacer hoy, Sara?
SARA. A ver… ¿No tendrán ustedes un 2x1, 3x1 o un…gratis?
MARTHA. ¿Gratis? No, pero precisamente tenemos un especial con unos productos muy buenos que nos llegaron desde Judea. Es una línea llamada estanque de Siloé.
SARA. ¡Eso suena muy bien! Y, ¿cuánto cuesta el lavado con esos productos?
MARTHA. Están en especial de introducción, la lavada solamente a 5,000 ciclos de plata.
SARA. ¡5,000! ¡Mija, pero descuéntale algo que Abraham no es rico, por Dios!
MARÍA. Lo que pasa es que esos productos son muy buenos ya que son hechos con agua destilada del estanque de Siloé, ¿te acuerdas? ¡Donde el ciego recibió la vista!
SARA. Sí, María, pero yo no quiero un milagro, ¡es simplemente lavarme la cabeza!
MARTHA. Aunque prácticamente después de 3 meses sin lavártela necesitaras un milagro para que no se te caigan los cabellos, pero está bien… como tenías mucho que no venías y es urgente que te hagas algo, lo vamos a dejar en 2,500, ¿de acuerdo?
SARA. Así está mucho mejor y vamos a darnos prisa que luego se va la energía eléctrica y después tengo que pagar el adicional de la planta eléctrica.
MARÍA. No te preocupes que ya resolvimos el problema, ahora tenemos de las 2 energías eléctricas: pusimos un cable desde Jerusalén porque la luz de Belén se va mucho.
SARA. ¡Qué bien! No están fácil, ustedes, cuando viene a ver ponen un Spa.
MARTHA. Eso está en veremos, ven ponte por aquí (le empieza a lavar la cabeza)… ¿Ves lo que te dije? ¡Tenías las 10 plagas de Egipto mija! De todo: moscas, ranas….hasta oscuridad, nada mas hay que ver el agua.
SARA. ¡Shh! No lo digas tan duro.
(Llegan Ana y Rahab.)
ANA. Dios les bendiga, ¿cómo están?
MARÍA. Amén, Ana. Rahab, ¡cuánto tiempo!
RAHAB. Bastante, hemos venido varias veces pero encontrábamos el salón cerrado, ¿qué fue lo que pasó?
MARTHA. ¡Ah! Eran problemas con la energía eléctrica, pero el problema está resuelto, gracias a Dios.
ANA. ¡Ay, qué bien! Porque no es fácil dar ese viaje tan largo.
SARA. Eso mismo digo yo... ¡Ey! Qué raro que no vino la mujer de Lot con ustedes.
MARÍA. Sí, ahora que lo dicen hace mucho que no la vemos por acá y, ¿qué de ella?
RAHAB. ¡Ay, mija! ¿La mujer de Lot? A esa mujer le ha caído una sal… Mejor ni preguntes.
MARÍA. ¡Qué pena…! Bueno, ¿y ustedes 2 qué se van a hacer?
ANA. Bueno, yo quiero hacerme un cambio radical como alaciarme bien el cabello o algo así… Para estar bella para Elcana.
MARTHA. Bueno, tenemos en especial un tratamiento de calor hidratante con una nueva plancha marca Sodoma.
RAHAB. ¿Sodoma? ¿Esa es nueva? Porque la que usaban antes era Gomorra.
MARTHA. Para el caso da igual ya que es la misma casa las que las fabrica, pero ésta es mejor.
ANA. ¡Ah, qué bien! Pues yo elijo ese tratamiento.
RAHAB. Pues yo también y en lo que arreglan a Ana, iré leyendo unas revistas (coge una) ¿no tienen revistas un poco mas actualizadas? Esta es la edición de… ¡La torre de babel! ¡Ay, Dios, pero qué vieja!
MARÍA. Busca bien que hay más.
RAHAB. A ver… (Buscando.) Ah, sí, encontré otra, esta es la edición de… Sansón.
SARA. Esa es buena, pero triste, el pobre Sansón sufrió mucho.
MARTHA. No digo yo con esa mujer que eligió.
ANA. Es que los hombres no se llevan de consejos. Tanto que se lo dijeron: “esa mujer no te conviene, Dalila está contigo por interés…” Pero el pobre estaba ciego.
MARÍA. Sí, lo sé, el pobrecito quedó ciego cuando esos malvados le sacaron los ojos.
RAHAB. Sí, pero digo ciego en forma figurada, o sea no se daba cuenta de la clase de mujer que era Dalila. (Mira para un lado.) Hablando del Rey de Roma… Escondan sus cabellos que ahí viene la estilista corta pelo…
(Todas disimulan estar ocupadas en algo.)
DALILA. Hola, ¿de qué hablaban?
MARTHA. Hola, nada, aquí hablando de cosas divinas, de las profecía de Isaías, entre otras cosas.
DALILA. Ah, qué bien, y ¿en qué están ustedes? ¿Cómo les ha ido?
SARA. Aquí bien, por la gracia de Dios. Como ves, arreglándonos y ¡cuidándonos el pelo!
DALILA. (Con cara de pocos amigos.) Ya veo, bueno, me voy, solo pasé a saludarlas, bye.
ANA. Cuídate, Dalila, qué Dios te bendiga (se va).
RAHAB. Qué Dios tenga misericordia de ella…
(Suena el móvil de Sara.)
SARA. ¡Alo! ¿Sí? Dime, Abraham, ¿qué? ¿Que vas a salir con Isaac? Ah, ok, que en la noche viene Moisés a cenar con nosotros, que les guarde cena… que no sea mana, ok, nos vemos luego, mi amor.
MARÍA. Prenderé la televisión a ver si aparece algo interesante.
(María prende la televisión.)
TELEVISIÓN. En el próximo Capitulo de: El rey David… David manda a sus siervos a que pongan a Urías al frente del Ejército…
SARA. ¡Lo sabía, lo sabía!
TODAS. ¡Shhhhhh! (La mandan a hacer silencio.)
TELEVISIÓN. ¿Podrá David salirse con la suya y quedarse con Betzabe? No se lo pierda esta noche por Tele Jerusalén.
MARTHA. Ojalá no se vaya la luz esta noche.
RAHAB. Ojalá.
TELEVISIÓN. Este es un resumen de las principales noticias ahora: La guerra en Siria no da tregua, ya van más de 25,000 muertos solo en lo que va de la semana, en otras noticias: un joven de 27 años resulto gravemente herido cuando le cayó encima un pedazo del muro de Jericó.
En el estado del tiempo: Después de la larga sequía predicha por Elías las lluvias vuelven a la tierra, si va a salir lleve su paraguas consigo… Para Jerusalén temperaturas máximas de 31 grados Celsius mínima 27 grados, para Sodoma y zonas aledañas temperaturas máximas de 685 grados Celsius, mínima de ……. 680 grados Celsius…
SARA. ¡Ay! ¡Cómo va el mundo! ¿Eh?
RAHAB. Muy mal, desde que el hombre se aparta de Dios todo comienza a ir mal.
(Entra el niño con un maletín.)
NINO. Buenas tardes, ¿cómo están todas por acá?
MARTHA. Hola, ¿cómo está! ¡Qué raro usted hoy por acá, Señor Ananías!
ANANÍAS. Sí, precisamente pasaba por Belén y decidí pasar por acá a visitarles.
MARÍA. ¿A visitarnos solamente?
ANANÍAS. Bueno, no precisamente… Vine a presentarles unos productos nuevos que tenemos en especial.
MARTHA. Bueno, señor Ananías, ahora mismo no estamos interesados porque acabamos de hacer una inversión con un problemita que teníamos con la luz… Usted sabe.
ANANÍAS. Pero no se preocupe, ¿no somos hijos del altísimo? Usted sabe que con ustedes no hay problema, lo pagan cuando puedan (le enseña uno de los productos) Mire, estos productos hacen milagros en el cabello, un par de lavadas y crecen como los de Sansón.
ANA. ¡Guau, qué bien!
ANANÍAS. Y, ¿qué de este tratamiento? Es una bendición en todo el sentido de la palabra, ya que está elaborado con madera del bastón de Moisés y también con hierbas del Getsemaní, y por el precio no se preocupe, haga como la viuda que dio lo que tenía. Espero que usted no tenga tan poco como ella.
RAHAB. Mira qué bien, cómpralo, Martha, recuerda, escudriñadlo todo y retened lo bueno.
MARTHA. Sí, déjame escudriñar antes de retener (lo abre y lo huele). Pero, señor, este se parece al que me trajo la otra vez…
ANANÍAS. Pero, ¡mira la hora que es! ¡Tenía que estar en filipenses a las 5! ¡Humm creo que lo dejaremos para la próxima!
MARÍA. Pero no se vaya tan rápido, señor Ananías...
ANANÍAS. No, de veras, me tengo que ir, bye.
SARA. Pero, ¡qué señor más extraño!
TELEVISIÓN. Boletín de ultimo minuto: En el siglo XXI el virus de la maldad sigue propagándose en el mundo entero, las cosas van cada vez peor, no cesan las guerras, los atracos y los asesinatos… los cristianos tratan de evitar que se propague la infección, pero esta va ganando más terreno, por lo tanto hacen falta voluntarios…
SARA. ¡Qué horror! ¿Ves lo que hablábamos? Las cosas están mal, me gustaría estar allí para ayudar.
MARÍA. Sí, yo también, porque hace falta voluntarios dispuestos a ayudar.
RAHAB. Claro, y pienso que nosotras las mujeres podemos ayudar mucho, ¿sabes? creo que ese es uno de los principales problemas, que hay muchas rezagadas en la obra, sin embargo el trabajo de nosotras es igual de importante que el de los hombres.
SARA. Claro, las mujeres siempre hemos desempeñado un trabajo muy importante en la obra, hay muchas que se han destacado.
MARTHA. Como tú, Sara, con la fidelidad hacia Jehová y hacia tu esposo.
SARA. Claro, como la fe de Ana y la viuda de Sarepta.
MARÍA. También la fe de la mujer que fue sanada del flujo de sangre, las mujeres que ayudaban a los apóstoles.
ANA. Claro, Esther con su valentía ayudó a su pueblo… Y así hay innumerables de ellas.
ANA. Sí, es verdad, si pudiera estar frente a ellas les diría que se esfuercen cada día más en la obra, que ellas tienen un papel muy importante que desempeñar, les contaría mi historia, les diría que yo no podía concebir hijos, sin embargo se lo pedí de todo corazón al Señor; y Él me lo concedió y así yo cumplí mi promesa en enviarlo a la casa de Jehová, porque era de Él...
SARA. Sí, yo también pensé que no concebiría hijos, pero Dios con su misericordia me lo prometió. Al principio yo dudé y me reí, pero luego vi la obra maravillosa que él hizo en mí al darme el hijo que tanto anhelaba.
RAHAB. De la misma forma, ni yo ni mi familia teníamos esperanza, pero Dios envió 2 siervos de Él y por medio de ellos fuimos salvos de la muerte.
MARÍA. Sí, yo siempre estoy atenta a las palabras del maestro porque me di cuenta que es necesario buscar primeramente las cosas de arriba y no las de la tierra.
MARTHA. Yo sin embargo siempre estuve afanada en mis quehaceres y no sacaba tiempo para las cosas realmente importantes hasta que Jesús me hizo darme cuenta de mi error y comprendí que no estaba tomando la mejor parte como lo hacía María.
ANA. Todas tenemos algo en común y es que somos mujeres… (Mira al público.)
SARA. Solo hace falta poner empeño en aquello que queremos lograr para la gloria de Dios y Él nos lo dará.
RAHAB. Si pudiéramos ir allá y decírselo…
MARTHA. Pero se lo estamos diciendo, cada vez que abren la Biblia y ven nuestras historias es como si les habláramos a cada una…
MARÍA. Claro, solo falta la determinación de cada una de ellas para obtener la mejor parte… (María apaga las luces del salón.) Este día acaba, pero mañana empezara otro en el cual tú puedes hacer la diferencia.
Excelente!!!!!!! Lo pondre en practica ,me encanta la variedad en evangelizar.Felicitaciones y adelante
ResponderEliminarBuenísimo, me parece excelene, mucha creatividad y versatilidad. les animo a seguir adelante ayudàndonos con estas herramientas muy útiles para las mujeres.
ResponderEliminarPrimero que nada, felicidades por escribir esta magnífica obra, yo la presente en mi iglesia y a todos les encanto. Me gustaría saber si me dan permiso en adaptar esta obra y hacerla más larga. Yo soy escritor de una compañía de teatro en Louisville, KY, USA y me gustaría adaptar esta obra. Que dicen?
ResponderEliminarEstimado Samuel: Para reformar la obra tendrá que preguntar directamente a los creadores de la misma y no a nuestro blog, dramascristianos, porque nosotros no somos los propietarios de ninguna de ellas.
ResponderEliminarQue Dios los bendiga
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