Historia de una Navidad

5 Minutos. Se trata de una narración humorística en la que participarán activamente los miembros de la iglesia. Se les pedirá que pronuncien una palabra o sonidos cuando escuchen ciertas palabras de la historia.


HISTORIA DE UNA NAVIDAD
Víctor Villanueva Abuxapqui




He aquí una actividad en la que podrá participar la audiencia y que resulta muy divertida: Divide a la audiencia en seis grupos. A cada grupo le será dada una palabra y una respuesta correspondiente. Entonces, el poema siguiente será leído (mira abajo). Cada vez que la palabra correspondiente a un grupo sea mencionada, ellos responderán con la frase correcta.

Palabra: SANTA
Respuesta: JO, JO, JO

Palabra: RENO
Respuesta: CLIPITI CLOP

Palabra: RODOLFO
Respuesta: BIP, BIP, BIP

Palabra: CAMPANAS
Respuesta: DIN DON, DIN DON

Palabra: NIEVE
Respuesta: BRRR, BRRR

Palabra: TRINEO
Respuesta: WIII, WIII, WIII



HISTORIA

Una vez, hace mucho tiempo, en un supuesto “pequeño pueblecito”, ocurrió un hecho cuya historia dice así: Érase que se era, un reno llamado Rodolfo, que no quería ayudar a Santa a repartir regalos en este pueblecito cercano a Yokdzonot. El trineo comprado por Santa fue cargado con muchos regalos por los campesinos y jóvenes que ayudaban a Santa. Los renos fueron adornados con campanas en sus patas, pero Rodolfo permaneció en casa (por aquello de su nariz roja). Santa, los renos, y el trineo, estaban todos listos cuando descubrieron un gran problema... Éste, los detuvo en su tarea, no podrían partir. El problema fue una gran tormenta de nieve.

La nieve caía tan recia que Santa no podía ver nada. Los renos no sabían hacia dónde jalar exactamente el trineo. Los renos, sonando sus campanitas y Santa haciendo surcos en la nieve, fueron a ver a Rodolfo, el reno de la nariz roja, para hacerle una pregunta:

“Rodolfo”, dijo Santa junto con los renos, “si esta nieve nos detiene este año, nuestra labor habrá terminado ya. El trineo está lleno de regalos para repartir esta noche, y la nieve es tan tupida, que tenemos poca visibilidad.” “¿Podrías con tu nariz roja guiar a los renos para llevar el trineo a los techos de las casas, de tal manera que Santa pueda llegar a todos los lugares donde deba repartir sus regalos?”. Rodolfo bostezó y echó un vistazo hacia afuera para ver la tormenta de nieve y dijo: “Santa, renos, no puedo ir con ustedes”.

“El trineo está muy pesado con tantos regalos y eso es deleitable, pero si me preguntan, el trabajo parece algo torpe. Además, toda esta nieve y sus campanas están fuera de onda, hay mucho frío. Mejor lo dejamos para el próximo mes de junio”.

Y colorín colorado, esta historia se ha terminado.

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