Desfile de pollinos

6 Minutos y 2 Personajes. Un perro y un burro hablan sobre el orgullo de haber elegido Jesús a un burro como el medio por el cual entró en Jerusalén. Se trata de una obra para marionetas.


DESFILE DE POLLINOS
Art Ferry




PERSONAJES

PABLO – Burro
TOBY – Perro


TOBY. (Perro) Pablo, mi buen amigo, ¿qué es lo que está pasando hoy?

PABLO. (Burro) ¿Cómo, qué es lo que dices…. A qué te refieres?

TOBY. Bueno, pues, a esas ramas de palmeras y a todo el ajetreo que hay en la ciudad. ¿Qué es lo que está pasando?

PABLO. Toby, por lo que tengo entendido, todo esto es por un desfile de Asnos.

TOBY. ¿Un desfile de asnos? Eso no tiene sentido.

PABLO. Quizá, pero es por eso. ¿Sabes? Hace unos 2000 años había un señor conocido como el Rey Jesús que eligió un asno para llevarlo a la ciudad.

TOBY. ¿Por qué eligió un burro? ¿No conocía a nadie que tuviese un caballo?

PABLO. Supongo que no. Los asnos son bestias de carga, entrenadas para trabajar en el campo y no para llevar a Reyes.

TOBY. Entonces, ¿por qué fue en un asno? Las únicas personas que usan asnos son las menos importantes. No reyes, desde luego.

PABLO. Lo sé. Yo soy pobre y poco importante, entrenado para trabajar y no para cargar a Reyes… Pero, deja en paz al rey de reyes. Él me eligió a mí para llevarlo en este desfile mundial de triunfo.

TOBY. Colega, esto se te está subiendo a la cabeza.

PABLO. (Suavemente.) Solo espero no resaltar para que todos puedan ver cuán grande es él, que sea humilde para que todos digan: "Bendito el que viene en el nombre del Señor", y no "que gran asno lleva".

TOBY. Eso es muy raro. Él podría haber ido montado en un caballo de guerra, pero eligió a un asno, un símbolo de paz, uno de los animales más bajos cuyo lomo pudiese cargar semejante peso. Era muy extraño, muy extraño, este hombre que llamaban “Rey Jesús”.

PABLO. Sí, es muy raro y espero que la gente no se fije en este asno de cuatro patas porque de eso no va este día. Se trata de la entrada triunfal del Rey de Reyes, no de un asno. Espero que se acuerden de esto, que no se olviden…

TOBY. Eso espero también, Pablo. Es Jesús el que vino para cargar con nuestros problemas, con el tremendo peso de los pecados de todo el mundo. ¡Qué noble, exquisito trabajo! No podría haber otra tarea mejor para nosotros que la de llevar a Cristo a ciudades o pueblos…

PABLO. Desde luego, qué honor, para nada sería un trabajo, qué privilegio… Y no importa que los asnos pasemos desapercibidos porque lo mas importante para nosotros es llevar a Cristo en nuestras vidas, tanto nosotros los asnos, como vosotros, los humanos. Tener a Cristo en nuestras vidas aquí y ahora, llevarlo allá donde vayamos.

TOBY. ¡Ohhhh ser una persona y tener a cristo en nuestras vidas tambien! Para todos. Asegúrate de llevar a Jesús contigo en tu vida.

PABLO. Si un asno tontito pudo llevar a Jesús, fíjate cuánto más puedes hacer tú.

Un corazón nuevo

30 Minutos y 11 Personajes. Es una obra que muestra cómo Dios puede cambiar la vida de un joven llamado Jorge. Nos hace comprender además que como cristianos nunca debemos discriminar a las personas por su modo de vestir y/o hablar. podremos presenciar la hermosa transformación de un individuo y de cómo Dios, a través de una jovencita, lo sigue hasta la cárcel misma.


UN CORAZÓN NUEVO


PERSONAJES

VOZ
SEÑOR
JORGE
PADRE
MADRE
VIEJITA
ESTRELLA
REPARTIDOR
GUARDIA 1
GUARDIA 2
MUCHACHA


MUCHACHO
COJO


ESCENA I

(Aparece un jovencito sentado tirando piedras y un señor lo ve y se le acerca.)

VOZ. Jorge García, un niño como tantos otros, pero tal vez su historia toque tu corazón. Escucha con atención mientras observamos la vida de este niño.

SEÑOR. ¿Qué haces, niño?

JORGE. Nada

SEÑOR. ¿Pero a qué le estás tirando piedras?

JORGE. Sólo estoy cogiendo puntería, tirándole a esos pajaritos.

SEÑOR. ¿Por qué no usas latas? ¿No sabes que no debemos matar los pajaritos?

JORGE. ¿Qué? Esa es la parte más divertida, ver cuando caen revoloteando.

SEÑOR. ¡Ay, niño, no tienes corazón! ¿Quién es tu padre?

JORGE. El diablo.

SEÑOR. ¿Qué? ¿Me estás tomando el pelo? ¿Quién es tu madre?

JORGE. Una perra.

SEÑOR. Deja de bromear y dime dónde vives.

JORGE. En el infierno.

SEÑOR. Tú me quieres tomar el pelo. Anda, llévame a tu casa, de una vez le pides permiso a tus padres para que puedas ir a dar un paseo conmigo.

JORGE. Muy bien, te llevaré.

(Salen por el frente de la iglesia en lo que el padre, borracho con una botella de licor en la mano y sucio y la madre desaliñada, está lavando una ropa a mano en un balde. Entra nuevamente Jorge con su amigo.)

JORGE. Papá, papá, este amigo mío quiere que vaya con él a pasear, ¿puedo, papá? ¿Puedo?

PADRE. Yo no sé, tú sabes que aquí yo no cuento para nada, allá tu madre. Mira a ver si esa perra te deja ir.

JORGE. Mamá, mamá, ¿puedo ir a pasear con este amigo mío?

MADRE. (Amargada y peleando.) Tú te vas a pasear ¿verdad? Y yo, yo aquí, nunca puedo ir a ningún lado. Tú debes ir a pedir dinero en la calle para nosotros, para por lo menos comer un poco de pan. No, pero tú no puedes, porque vas a pasear, hijo del diablo… Vete a trabajar y no vas para ningún lado.

(Jorge baja la cabeza y se va hacia donde está el amigo.)

MADRE. Esta casa es un infierno.

(Jorge y el amigo se van, luego se van los padres.)


(Parte Especia. Himno “A Jesús Encontré”.)


ESCENA II

VOZ. Los años no pasan en vano, veamos cómo ha progresado nuestro amigo Jorge García.

(Aparece Jorge nuevamente vestido de negro con gafas como “malote”. Parado en una esquina. Entra una viejita con su cartera debajo del brazo. Jorge se la arrebata y la viejita lucha…)

VIEJITA. No, no, mal hombre, devuélveme mi cartera. Tú no tienes corazón.

(Jorge le quita la cartera y sale corriendo.)

VIEJITA. Ese es ese Jorge García, el mismo sinvergüenza de siempre, se metió a mi casa, mató a mi perro y me robó; ahora se llevó lo poco que me quedaba. Dios se apiade de ese muchacho, porque va a terminar muy mal. (Se va la viejita lamentándose por el camino.)



ESCENA III

(Entra Jorge con un cigarrillo en la mano y se sienta, pasado un momento, llega una muchacha llamada Estrella.)

ESTRELLA. ¡Hola, tanto tiempo sin verte, Jorge! Bueno, desde que te fuiste de la escuela. Ya estamos por graduarnos, ¡qué pena que no te quedaste! Te graduarías ahora también.

JORGE. ¡Ay, Estrella! Eso son tonterías de la gente, yo estoy muy ocupado.

ESTRELLA. Te comprendo, Jorge, siempre has tenido que mantener a tu familia. Pero tú eres especial para Dios, él quiere que tú seas feliz.

JORGE. ¡Ja, ja! ¿Dios? ¿Que yo sea feliz? No sé quién es Dios.

ESTRELLA. Pues Dios sí sabe quién eres tú y sabe todo lo que tú has hecho.

JORGE. ¿De veras? Pues entonces no querrá nada conmigo.

ESTRELLA. ¿Por qué dices eso?

JORGE. Porque yo he matado, he robado, estoy en drogas y muchísimas cosas más.

ESTRELLA. Eso no importa, Dios te puede dar un nuevo corazón y tus pecados serán olvidados.

JORGE. ¿Un corazón nuevo? ¿Tú crees? Sigue hablando de Dios, por favor.

(Salen caminando. Mientras caminan la muchacha le dice…)

ESTRELLA. Este viernes hay un programa muy especial, celebraremos la muerte del Hijo de Dios, porque por su muerte fuimos nosotros salvados.

(Salen ambos.)

(Parte Especial. “Confía en Dios” de Felipe Andino.)

VOZ. Cinco años más tarde...

(Entra el repartidor de periódicos, entra por la puerta del frente y sale por la puerta al lado de la plataforma.)

REPARTIDOR. Extra, extra, cae en una redada el delincuente Jorge García, dueño de un punto de drogas, lo sentencian a cinco años de cárcel. Extra, extra….



ESCENA IV

(Entra el joven esposado con dos guardias.)

GUARDIA 1. Al fin te atrapamos. Un delincuente como tú no debería salir nunca a la calle.

(Jorge se resiste y no quiere caminar.)

GUARDIA 2. Vamos, camina y no te guapees, porque no estás en la calle. Aquí se respeta y la reprensión que no te dieron tus padres, te la damos nosotros, muchacho malcriado.

(Lo echan a la celda. Se van los guardias)

VOZ. La conducta de Jorge no mejoró en lo absoluto, por el contrario empeoró, pues se pasaba buscando pleitos y haciendo sus fechorías aún dentro de la cárcel.

(Entran los guardias nuevamente.)

GUARDIA 1. Has pasado aquí tres años…

GUARDIA 2. Parece que todavía no aprendes a comportarte, maldito.

GUARDIA 1. ¡Qué suerte tienes! Levántate que tienes visita.

JORGE. ¿Visita yo? No sé quién, yo no tengo a nadie que me visite.

(Lo sacan de la celda y lo sientan en una mesita pequeña. Entra la muchacha que le había hablado años atrás, vestida diferente, luciendo un poco mayor.)

VOZ. “Entonces el Rey dirá a los de su derecha: ¡Venid, benditos de mi Padre! Heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me diste de comer; tuve sed y me diste de beber; fui forastero y me recibiste; estuve desnudo y me cubriste; enfermo y me visitaste; estuve en la cárcel y viniste a mí. ..” En cuanto lo hiciste a uno de estos mis hermanos pequeños, a mí lo hiciste”. Mateo 25: 34-36

JORGE. Estrella, ¿qué haces aquí?

ESTRELLA. Vine a visitarte, a saber de ti.

JORGE. De mí, pues aquí estoy, al fin y al cabo, no puedo ir a ningún lado. (Se ríe.)

ESTRELLA. ¿Sabes algo? Dios todavía te ama.

JORGE. Otra vez con lo mismo, hace años atrás me dijiste lo mismo y te creí.

ESTRELLA. Y si me creíste, ¿por qué nunca fuiste a la Iglesia?

JORGE. Aquel mismo viernes, yo fui a la Iglesia.

ESTRELLA. ¿Qué? Yo nunca te vi.

JORGE. Yo fui, yo fui… llegué hasta la puerta, donde un señor muy serio me dijo: “Mira, tú, muchacho, con esa facha de maleante no se viene a la Iglesia y si vienes a estar hablando en la parte de atrás, mejor te quedas en tu casa”. Así que no entré y nunca volví, seguí con mis fechorías, tal vez peor.

ESTRELLA. ¿Quién fue capaz de semejante cosa, quién?

JORGE. Fue un hombre de barba y bigote muy grande.

ESTRELLA. No puede ser, no puede ser.

JORGE. ¿Ves? Tú tampoco crees en mí, no sé para qué te lo dije.

ESTRELLA. No puede ser porque la única persona que usa barbas y bigotes en la iglesia, durante ese tiempo no podía hablar, porque la operaron de la garganta y estuvo ese año sin poder hablar.

JORGE. No entiendo nada, porque yo sé que esa persona me habló.

ESTRELLA. Yo no dudo de ti, Jorge, no es la primera vez que el enemigo de las almas, se pone en el medio para que las personas no lleguen a Jesús.

JORGE. ¿Quieres decir que el enemigo de las almas me habló a mí?

ESTRELLA. Quiero decir que el enemigo de las almas, no quiere que tú seas feliz y pone piedras en el camino para que tú caigas, él está gobernando tu vida.

JORGE. ¿Y qué debo hacer?

ESTRELLA. Un hombre fue a Jesús de noche y le hizo esa pregunta. Jesús le contestó que debía nacer de nuevo, necesitas un nuevo corazón.

(Parte Especial. Himno “Un hombre llegose de noche a Jesús”.)


ESCENA V

GUARDIA 1. Bueno, bueno, se terminó el tiempo.

GUARDIA 2. Señorita. Debe marcharse.

JORGE. No, no, por favor, todavía no.

GUARDIA 1. Aquí nosotros decimos hasta cuando.

(Lo golpean.)

ESTRELLA. Está bien, está bien, ya me voy. Toma, lee esta pequeña Biblia, te ayudará. (Se va.)

(Entran a Jorge a la celda y se van los guardias.)

JORGE. (Lee algunos versículos en voz alta.) Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. (1 Juan 1:9)
El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta, alcanzará misericordia. (Prov. 28:13)
Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tus misericordias; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Salmo 51:1
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil y ligera mi carga. Mateo 11:29, 30

(Parte especial. Himno “Mi yugo es fácil”.)

JORGE. Un nuevo corazón, un nuevo corazón. Necesito tener un nuevo corazón, necesito poder creer y aceptar lo que este libro dice… Pero, ¿cómo podré yo tener un nuevo corazón? He sido tan perverso… (Baja la cabeza, guarda un momento de silencio. Luego grita.) Yo quiero cambiar… Señor Dios, si tú me oyes, si tú me amas… dáme un nuevo corazón. (Se va bajando en los barrotes hasta llegar al piso, se apagan las luces. Entra uno vestido de blanco.)

ÁNGEL. Tu oración ha sido escuchada, tendrás un nuevo corazón.

(Con una linterna pequeña escondida en la mano alumbra a Jorge y se escucha la grabación de un corazón latiendo. Lo alumbra hasta que dure la grabación y luego se retira. Encienden las luces y Jorge se levanta.)

JORGE. Me siento diferente… Tengo un corazón nuevo, ¡qué feliz me siento! He sido transformado.


(Parte Especial. Pon otro lugar en la mesa)



ESCENA VI

VOZ. Los últimos dos años en prisión fueron completamente diferentes. La lectura diaria de aquella pequeña Biblia transformó su vida. Verdaderamente Jorge era otra persona.

(Entran los dos guardias.)

GUARDIA 1. Bien, un día pensamos que nunca saldrías de aquí.

GUARDIA 2. Ha llegado la hora, eres libre, puedes irte.

JORGE. Gracias, buenos hombres, ustedes han sido muy buenos conmigo. (Se va muy feliz.)

GUARDIA 2. ¡Quién lo diría!

GUARDIA 1. Verdaderamente la palabra de Dios transforma las vidas.

(Salen los dos guardias.)

(Parte Especial: Dios hace todo crecer.)



ESCENA VII

JORGE. Hoy es viernes, puedo ir a la Iglesia, pero no puedo ir con las manos vacías, debo llevarle algo a Dios. Ya sé… (Coge las flores que están en el piano.) Le llevaré estas flores en señal de mi gratitud.

(Entra una muchacha llorando.)

JORGE. ¿Qué te pasa? ¿Por qué lloras?

MUCHACHA. Mi novio me dejó por otra y se fue.

JORGE. Dios quiere que tú seas feliz, ya vendrá un mejor novio para ti.

MUCHACHA. ¿Tú crees?

JORGE. Claro que sí, mira, toma estas flores para que seas feliz. (Le da parte de las flores.)

MUCHACHA. Gracias, gracias, me siento mucho mejor. (Se va.)

(Entra otro muchacho muy preocupado.)

JORGE. ¿Por qué estás tan preocupado?

MUCHACHO. Me colgué en el examen de cálculo, no sé qué voy a hacer ahora.

JORGE. Dios quiere que tú seas feliz, deja tus problemas en sus manos y Él te ayudará.

MUCHACHO. Lo dices con tanta certeza que me lo estoy creyendo.

JORGE. Pues créelo, porque es cierto. Ten, toma estas flores para que te alegres.

MUCHACHO. Me siento más tranquilo, gracias. (Se va.)

(Entra un cojo.)

COJO. Esta dichosa pierna… Hay días que me duele y hay días que me duele más.

JORGE. No se preocupe, buen hombre, pídale a Dios y Él lo escuchará.

COJO. Tú… siendo joven me dices a mí que soy viejo.

JORGE. Yo sufrí mucho, pero ya no más, Dios me dio un nuevo corazón.

COJO. Se nota, te ves tan feliz…

JORGE. Sí, soy feliz, tenga usted estas flores para que también se sienta feliz como yo.

COJO. Gracias, gracias… (Sale contento.)

JORGE. ¡Oh! ¿Qué he hecho? Mi regalo de gratitud a Dios. Esas personas estaban tan tristes, yo sólo quise alegrarlos y ahora no tengo nada que llevarle a Dios.

VOZ. Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos.

JORGE. Mi corazón, mi corazón nuevo es lo único que tengo. (Se arrodilla hacia el bautisterio.) De lo recibido de tu mano te devuelvo, toma, oh Dios, mi corazón y hazme recto delante de ti.

(Se corre la cortina y dentro del bautisterio hay una cruz encendida.)

VOZ. Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada y cubierto su pecado.
Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño.
Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día.
Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; se volvió mi verdor en sequedades de verano.
Mi pecado te declaré y no encubrí mi iniquidad.
Dije: “Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi pecado”.
Por eso orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado; ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él.
Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia; con cánticos de liberación me rodearás.
Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos.
No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento, que han de ser sujetados con cabestro y con freno, porque si no, no se acercan a ti.
Muchos dolores habrá para el impío; mas al que espera en Jehová, le rodea la misericordia.
Alegraos en Jehová y gozaos, justos y cantad con júbilo todos vosotros los rectos de corazón.
Porque es hora de alabar a Dios, estemos todos en pie y entonemos el himno “Es hora de alabar a Dios” para finalizar.

(Todos pasan al frente para alabar a Dios. Oración Final.)


Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. (1 Juan 1:9)

El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia. (Prov 28:13)

Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tus misericordias; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Salmo 51:1

Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil y ligera mi carga. Mateo 11:29, 30


BIENVENIDA (Llevar un globo en forma de corazón.)

Estamos muy contentos con la presencia de todos ustedes, pero tenemos una visita muy especial, el Sr. Globo Corazón. El aceptó nuestra invitación de acompañarnos esta noche. El Sr. Corazón es muy buen amigo, como ven, siempre está sonriente, tiene una hermosa sonrisa.

Pero el Sr. Globo Corazón tiene un problema, es un tanto inflado y mientras más se infla más grande es su sonrisa. (Llenar el globo un poquito.) Y si lo inflamos más, más amplia aún será su sonrisa.

Muchas veces nosotros nos comportamos así, nos inflamos, nuestro corazón se enorgullece. Pero Jesús no está interesado en un corazón grande sino en un corazón humilde. (Explotar el globo con un alfiler.)

Que tú y yo no tengamos un corazón lleno de orgullo, sino uno humilde para que Jesús pueda hacer su morada.

Sean todos muy bienvenidos, porque en el cielo hay fiesta cuando sus hijos se reúnen.


INTRODUCCIÓN

Muchos cristianos hoy día esperan manifestaciones espectaculares, grandes milagros, grandes señales, pero en lugar de vivir esperando esa agitación emocional, debemos aprovechar la oportunidad que tenemos hoy. En lugar de perder tiempo discutiendo cosas vanas… el look, los panas, quién tiene el mejor carro, la mejor casa, la mejor ropa, debemos someternos al control del Espíritu Santo e impartir el pan de vida a las almas que perecen por falta de la verdad.

Muchos quieren reformar la iglesia, quieren cambiar la iglesia, pero no es la iglesia lo que debemos cambiar, el cambio que necesitamos es aquella transformación del corazón que puede obtenerse únicamente buscando a Dios. Pero debemos buscarlo individualmente para recibir sus bendiciones, rogando para obtener su poder, e implorando fervientemente su gracia para que nuestro corazón sea cambiado y ese es el cambio que necesitamos hoy.

Por eso los jóvenes de la Iglesia de la iglesia ______ rogamos por un nuevo corazón y sabiendo que únicamente tú puedes permitirle a Jesús que entre a tu corazón y te acepte tal cual eres, no importan tus problemas, no importa de dónde vengas, hemos preparado este programa especial para ti.

Para algunos puede que sea sólo una dramatización, pero para ti puede ser el cambio que tu vida necesita, si así tú lo decides.

Veamos, pues, el programa UN NUEVO CORAZÓN.

¿Quién me dará alegría?

13 Minutos y 4 Personajes. Unas niñas le piden a Papá Noel que lleve alegría a todo el mundo pero Papá Noel les dice que él no puedo hacerlo. Lala, una amiga suya les enseña que el único que puede hacer eso es Jesús.


¿QUIÉN ME DARÁ ALEGRÍA?
Yadira Rojas




PERSONAJES

CACHA
LUCY
PAPÁ NOEL
LALA

CACHA. ¡Ay, estoy tan triste…! Es navidad y ahora vienen las fiestas, los regalos… (En voz baja.) Y me dijeron que a Pedrita le van a regalar una muñeca nueva eh, de afuera… ¡Qué rico! ¡Si también a mi me regalaran esas cosas…!

(Entra Lucy)

CACHA. Hola Lucy, ¿cómo estás?

LUCY. Bien y, ¿tú?

CACHA. ¿Qué tú crees? Imagínate que va a empezar la navidad y a mí nunca me regalan nada…

LUCY. (Un poco triste.) ¿Pues y qué? A mí me van a regalar tres muñecas, unos patines, una bicicleta y hasta un juego de cocinita con comida de mentirita y todo.

CACHA. Pero yo no te veo tan contenta.

LUCY. ¡Qué contenta voy a estar si no tengo a nadie que juegue conmigo y mi perrito Cucho se me perdió! Además, siempre me están regañando por portarme mal y ya eso me tiene cansada.

CACHA. De verdad, de verdad…Yo tampoco estoy muy contenta, a mí siempre me están pasando cosas malas… Pero bueno, a lo mejor en esta navidad con tantas fiestas y regalos voy a tener mucha alegría.

LUCY. Sí, y después, ¿qué? Mi perrito Cucho no va a aparecer… y eso me pone tan triste...

CACHA. ¡Tengo una idea!

LUCY. ¿Sí? ¿Cuál?

CACHA. Tenemos que hacer algo por obtener alegría, ¿no es verdad? Pues, ¿qué te parece hacer el baile de neuronas, eh?

LUCY. Claro, está muy súper esa idea, vamos a hacer el baile de neuronas: un dos tres y…

(Las dos, cantando y moviendo los pies: “Mueve tus neuronas, piensa y ponlas a bailar...”)

LUCY. ¡Ya lo tengo! Esperemos a que venga Papá Noel y cuando vaya a regalarnos algo le pedimos alegría, sí, mucha alegría. ¿Qué te parece?

CACHA. Me parece muy bien. De verdad que eres un filtro.

LUCY. Pero mientras esperamos vamos a jugar a algo.

CACHA. Está bien, juguemos a… (Algún juego.)

(Las niñas comienzan a jugar hasta que se van aburriendo.)

LUCY. ¡Ay, qué aburrimiento…!

CACHA. Verdad que sí y Papá Noel que no llega.

LUCY. Tengo un sueño.

CACHA. Yo también.

(Se van acomodando hasta que se quedan dormidas. Entra Papá Noel Mirando para todos lados.)

PAPÁ NOEL. ¿QuiÉn estaba solicitando mis servicios? ¡Ah, aquí están...! (Hacia las niñas.) ¡Hola niñas! ¡Hola niñas! (Grita.) ¡Hola niñas!

(Las niñas se despiertan sobresaltadas, hasta que ven a Papá Noel.)

CACHA. ¡Es papá Noel!

LUCY. Sí. ¡Es Papá Noel de verdad!

PAPÁ NOEL. ¡Hola niñas! He escuchado que han solicitado mis servicios por aquí y les diré que tengo muchos, muchos regalos para todos los niños que quieran. Usted puede solicitarme también en la pagina web: www.papanoel.com

CACHA. Bueno, Papá Noel, en verdad solo necesitamos un regalo.

PAPÁ NOEL. Pues pidan lo que quieran que aquí estoy para hacer sus sueños realidad.

CACHA. Queremos, si usted puede, que ponga mucha alegría en nuestro corazón.

LUCY. Sí, y que no sea solo por la navidad sino para toda la vida.

PAPÁ NOEL. ¿Qué? Pero, ¿saben ustedes lo que están pidiendo? Eso nadie podría hacerlo.

CACHA. Pero usted es papá Noel y les trae regalos a los niños en la navidad, su deseo más preciado.

PAPÁ NOEL. (Hablando bajo.) Pero eso que están pidiendo… ¿Saben el valor que tiene? ¡Es demasiado! (Hablando un poco triste.) Me temo que mis regalos, los juguetes que tanto les gustan a los niños, no pueden darles esa alegría, esa felicidad eterna de la que hablan. Porque los juguetes se pierden o se rompen, o simplemente se olvidan y al llegar los problemas y las cosas feas a sus vidas todo se vuelve muy triste y en ese momento perdemos una vez más esa valiosa alegría.

(Las niñas se entristecen mucho.)

LUCY. ¡Qué triste! Nunca podremos tener esa maravillosa alegría.

CACHA. Sí, ahora estamos perdidas.

PAPÁ NOEL. Discúlpenme, niñas, pero en realidad no puedo hacer nada más por ustedes…Y ahora debo marcharme a otros asuntos. Pero antes quiero probar con ustedes un polvillo mágico que acabo de crear que hace que los niños aburridos y tristes, duerman tranquilos y tengan un lindo sueño. (Busca en su bolso.) Aquí está… (Lo sopla y automáticamente las niñas se quedan profundamente dormidas.)

(Entra Lala cantando.)

LALA. Yo tengo gozo, gozo en mi corazón… ¿Dónde?...

(Mira a las niñas.)

LALA. Pero no puedo creerlo, son Cacha y Lucy… ¡Mira dónde se han quedado dormidas! Voy a despertarlas.

(Las llama y las niñas se despiertan soñolientas.)

LALA. ¡Hola chicas! ¿Cómo se han quedado ahí dormidas?

LUCY. Es que estábamos esperando a Papá Noel y del aburrimiento nos dormimos.

LALA. Pero si Papá Noel no existe, eso en realidad es un invento de estos tiempos donde algún familiar o amigo se disfraza de esta simpática persona para traerles regalos a los niños en Navidad.

CACHA. Sí, pero yo tuve un sueño. ¡Parecía tan real! Sucedió Lucy, que vino papá Noel a vernos. Pero él no podía darnos alegría porque él solo daba regalos, y cuando éstos se rompieran o nos pasara algo malo, nuestra alegría se acabaría.

LUCY. Vaya, ¡qué mala suerte tenemos! Nadie logrará que podamos tener felicidad.

LALA. Vaya, pues eso es verdad. Todos los Papás Noel del mundo son de mentirita, pero además ellos solo traen regalos materiales. Eso de que la vida siempre sea alegre es algo bien difícil y solo hay una persona que puede hacerlo.

CACHA. ¿Una persona?

CACHA y LUCY. ¿Quién?

LALA. ¡Ahhh! Esta persona es Jesucristo, el hijo de Dios. Cuando lo conocemos podemos estar tristes por algún motivo pero aún en medio de la tristeza podemos sentir gozo y paz. ¿Saben ustedes quién es Dios?

CACHA y LUCY. ¡¿No?!

LALA. Pues Dios es el creador de todas las cosas, él creó el mundo entero junto con todo lo que hay en él: el mar, los animales, el sol, las estrellas… Además las creó a ustedes y me creó a mí. Todo esto lo dice en su palabra que es el libro llamado Biblia. La Biblia también dice que Él nos ama mucho pero hay algo que nos separa de Dios ¿Saben qué es?

CACHA. No, ¿qué es?

LALA. El pecado, que es todo lo que hacemos, decimos y pensamos que a Dios no le agrada. Como portarse mal, decir mentiras…

LUCY. ¡Ay! Pero yo siempre me porto mal y más de una vez he dicho mentira.

CACHA. ¡Qué triste! Nunca podremos estar cerca de Dios.

LALA. Pero, ¿saben qué? Dios creó un plan por su inmenso amor. Él envió a Jesús su único y perfecto hijo a salvarnos de nuestros pecados. Jesús nació como un bebé y cuando fue grande lo clavaron allí en una cruz y murió por nuestros pecados. Pero no se quedó muerto, sino que al tercer día resucitó. Y hoy está vivo, está junto a su padre Dios en el cielo. Y ahora gracias a lo que Jesús hizo por ustedes, pueden tener sus pecados perdonados.

CACHA. ¡Yo quiero! Yo quiero que Jesús me perdone para así no estar más separada de Dios.

LUCY. Yo también, ¿pero qué podemos hacer, Lala?

LALA. Ya ustedes reconocieron que son pecadoras y que quieren ser perdonadas. Ahora pueden hablarle a Dios y con un corazón arrepentido pedirle perdón. Entonces ustedes, al igual que yo, se convierten en hijas de Dios y nunca más Jesús las abandona.

(Lala les da indicaciones a las niñas de cómo orar y ellas repiten las frases de la oración.)

CACHA. ¡Qué maravilloso! Ahora somos hijas de Dios.

LALA. Sí, ahora Dios les regala esa alegría de la cual hablan. Ustedes solo tienen que confiar siempre en Él y obedecerlo. Suceda lo que suceda van a sentir gozo aun en medio de los problemas al saber que Dios, nuestro gran Dios está de su lado, que las ama y que siempre las va a ayudar. Ahora ayúdenme a cantar esta canción.

LUCY. ¿Cuál canción?

CACHA. Yo sé cuál: Una que Lala siempre canta, que le enseñaron en la iglesia y creo que habla del gozo.

LALA. ¡Esa misma! Que habla del gozo, la alegría y muchas otras cosas que Cristo nos regala al conocerlo. ¡Vamos a cantar!

CACHA. Sí, porque ya tenemos gozo.

LUCY. ¡Gracias a Dios puedo tener gozo en mi corazón!

(Cantan “yo tengo gozo en mi corazón” y danzando se van.)

El gran éxodo

20 Minutos y 13 Personajes. Se trata de una simulación de un programa informativo de televisión que informa de cómo el pueblo de Dios avanza durante la era cristiana hacia la Tierra Prometida, desde el nacimiento de Jesús hasta la Segunda Venida. La representación va acompañada de unas imágenes en powerpoint; para conseguirlas clique AQUÍ.

EL GRAN ÉXODO
Ester Villanueva Larrosa



PERSONAJES

PRESENTADOR
LOCUTOR 1
LOCUTOR 2
ENVIADO ESPECIAL 1
ENVIADO ESPECIAL 2
ENVIADO ESPECIAL 3
ENVIADO ESPECIAL 4
ENVIADO ESPECIAL 5
ENVIADO ESPECIAL 6
ENVIADO ESPECIAL 7
ENVIADO ESPECIAL 8
ENVIADO ESPECIAL 9
ENVIADO ESPECIAL 10


(Es una simulación de un programa de televisión. Los locutores están sentados detrás de una mesa. Tienen papeles, un bolígrafo en la mano y un auricular pequeño en la oreja. Se necesita una pantalla al lado de los locutores donde se proyectarán las imágenes mientras hablan. Los enviados especiales pueden intervenir sin que se les vea o colocarse al otro lado de la pantalla, de pie. Todos los personajes pueden leer su texto pero han de hacerlo de forma natural y mirando al público.)

SINTONÍA

PRESENTADOR Señoras y Señores. Tenemos que interrumpir la programación habitual porque nos están llegando noticias de un acontecimiento sin precedentes en el Universo. En breves momentos les ofreceremos un programa informativo especial. Rogamos permanezcan atentos.

SINTONÍA

(Los dos locutores entran con sus papeles y se sientan detrás de la mesa. Ajustan el micrófono y los auriculares que estaban sobre la mesa.)

LOCUTOR 1. Saludos y bienvenidos a este programa especial.

LOCUTOR 2. La noticia ha conmocionado a todo el Universo y todos los ojos miran con preocupación a los sucesos que se están produciendo en el planeta Tierra. (Se proyecta en la pantalla una imagen de la Tierra desde el espacio.) Es lo que hemos llamado “El gran Éxodo”.

LOCUTOR 1. Para la realización de este programa especial contamos con un gran despliegue de medios que nos permitirá cubrir cada uno de los momentos históricos por los que pase esa gran peregrinación de personas que se están moviendo. Trataremos de averiguar el porqué de esta situación, cuales son sus motivaciones y sobre todo qué destino les aguarda.

LOCUTOR 2. Mientras damos paso a las distintas conexiones les dejamos con un reportaje preparado por nuestros colaboradores que intenta explicar el origen del problema.

REPORTAJE. (Se proyecta el primer PP.)

LOCUTOR 1. Una vez visto cómo Satanás se hizo con el control del planeta vamos a contactar con (Nombres), nuestros enviados especiales al siglo primero.

LOCUTOR 2. Buenos días (Nombre). ¿Podrías contarnos qué está sucediendo?

ENVIADO ESPECIAL 1. Sí, saludos desde la Tierra. Lo que ha ocurrido en los últimos años es algo maravilloso. La esperanza de los habitantes de la Tierra se ha visto materializada en la Encarnación del propio Dios. La promesa del Mesías se ha cumplido. (Se proyecta: Imagen del nacimiento de Jesús.) Desde su nacimiento hace treinta y tres años, la humanidad vive el momento más intenso de su historia.

LOCUTOR 1. Entonces, todo el mundo estará pendiente de lo que haga y diga el Mesías. ¿Cómo es la reacción de los humanos?

ENVIADO ESPECIAL 2. Pues... Si tengo que ser sincero, muy pocas personas están siguiendo al Mesías, sobre todo en las últimas horas. Aunque Jesús comenzó su ministerio público hace tres años con un éxito notable, los acontecimientos de las últimas horas han cambiado el panorama. Jesús ha sido detenido y condenado a muerte. (Se proyecta: Imagen de la pasión) Ahora las personas que lo seguían tienen miedo y se han escondido.

LOCUTOR 2. (Simulando que les hablan por el auricular.) Nos están llegando noticias de que algo dramático está ocurriendo. ¿Podéis contarnos qué sucede?

ENVIADO ESPECIAL 1. Efectivamente, en estos momentos se está cumpliendo lo predicho por Dios desde hace siglos. Jesús, Dios mismo, acaba de morir. Se ha demostrado el gran amor del Creador dando su vida hasta el extremo de la muerte. (Se proyecta: Imagen de la crucifixión.)


ENVIADO ESPECIAL 2. Es espectacular ver cómo Jerusalén se estremece entre la tormenta y el terremoto mientras Satanás se da cuenta de que la guerra ha sido ganada por Jesús. (Se proyecta comentario 6: Satanás vencido.)

ENVIADO ESPECIAL 1. Sólo nos queda dejar pasar unos instantes para que veamos cómo, tras los tres días terrestres, Jesús resucita.

ENVIADO ESPECIAL 2. ¡Un momento, un momento! ¡Ya se está produciendo! La roca del sepulcro ha sido removida y de él sale el Salvador. (Se proyecta comentario 7: Resurrección.) El camino hacia la Salvación se ha abierto.

ENVIADO ESPECIAL 1. Es cierto. ¡Jesús vive! ¡Ha vencido a la muerte! Se ha pronunciado la sentencia. Satanás queda declarado culpable. Por fin tiene sus días contados.

LOCUTOR 1. Es la mejor noticia que podíamos escuchar. ¿Cómo crees que marchará todo ahora que Cristo ha vencido a Satanás?

ENVIADO ESPECIAL 1. Es difícil de saber. En pocos momentos lo veremos ascender a los Cielos y la Humanidad continuará su historia esperando la Segunda Venida.

LOCUTOR 2. ¿Los humanos se quedarán solos con Satanás? Aunque esté vencido todavía puede hacer mucho daño.

ENVIADO ESPECIAL 2. No, no van a estar solos. El Espíritu Santo siempre les acompaña. Eso no quiere decir que no tengan que estar preparados para los ataques de Satanás. Va a intentar hacer el mayor daño posible.

LOCUTOR 1. Muchas gracias por vuestra información.

LOCUTOR 2. Ahora nos están llegando imágenes de la marcha de esta gran peregrinación (se proyectan imágenes sobre los personajes y acontecimientos que narra la locutora) durante los primeros siglos después de Cristo. ¿Tenemos conexión? Sí, nos dicen que nuestros compañeros están preparados.

ENVIADO ESPECIAL 3. Sí, saludos compañeros. Podemos ver a los apóstoles recibiendo el Espíritu Santo prometido, las primeras predicaciones y los maravillosos milagros en el nombre de Cristo. Podemos ver, también, la conversión del apóstol Pablo y cómo el cristianismo se multiplica por todos los lugares del mundo conocido.

LOCUTOR 1. Si el mensaje de Jesús llega a todo el mundo es una estupenda noticia.

ENVIADO ESPECIAL 4. Así es, pero no podemos olvidar que Satanás no se resigna a dejar de hacer daño con sus llegando a crueldades inimaginables. Pero como el poder de la Palabra es muy grande y no consigue doblegar a los cristianos está cambiando de estrategia: ahora está fabricando grandes mentiras que equivoquen el camino hacia la Tierra Prometida.

LOCUTOR 1. Muchas gracias compañeros. (Simulando que les hablan por el auricular.) Me dicen que tenemos conexión con (Nombres), enviados especiales a la Edad Media. Saludos. ¿Cómo transcurre el éxodo en ese periodo?

ENVIADO ESPECIAL 5. No está yendo muy bien. Parece que Satanás está ganando puestos en evitar que la mayor cantidad posible de personas lleguen fieles hasta la Tierra Prometida. Ha conseguido engañar a los dirigentes prometiéndoles poder sobre los ciudadanos. Los ciudadanos (se proyecta: Imagen del papado) han sido privados de todo conocimiento directo de las Escrituras. Sólo conocen lo que les cuentan sus dirigentes que se aleja mucho de la verdad.

LOCUTOR 2. ¿Pero no hay nadie que se dé cuenta de la situación?

ENVIADO ESPECIAL 6. Hay algunos grupos que han conseguido tener acceso a las Escrituras en secreto. Intentan estudiarlas y aún con sus errores se oponen al poder establecido. Traducen el Nuevo Testamento y lo copian a mano para que más personas puedan aprender. Son grupos como los cátaros o los valdenses que (se proyecta: Imagen de la Edad media) intentan predicar el Evangelio con prudencia y en secreto porque están siendo perseguidos. Los poderosos arrasan pueblos enteros y torturan y ejecutan a todo aquel que tenga alguna porción de las Escrituras.

LOCUTOR 1. Eso estará desanimando a los creyentes...

ENVIADO ESPECIAL 5. No creas. Es un movimiento que ya no puede ser parado.

ENVIADO ESPECIAL 6. En efecto. Cada vez hay más personas que se preguntan sobre la verdad de Dios y que buscan respuestas en los textos sagrados. Por todas partes aparecen estudiosos y predicadores como Wycliffe, Jan Hus, o Erasmo de Roterdam… (Se proyectan: Imágenes de los personajes nombrados.)

LOCUTOR 2. Tenemos que dejaros. (Simulando que les hablan por el auricular.) Nos están pidiendo conexión con el siglo XVI. Algo importante está sucediendo. Adelante (Nombre).

ENVIADO ESPECIAL 7. Saludos desde la Europa del siglo XVI. Una luz brillante comienza a guiar a los peregrinos. Varios estudiosos de la Biblia están revolucionando el mundo. La Biblia, por fin, está al alcance de muchas personas gracias a la invención de la imprenta. Estudiosos como Zwinglio, Lutero (se proyectan: Imágenes de los personajes nombrados) o Calvino están consiguiendo que miles y miles de personas se unan a una marea humana que camina hacia la Tierra Prometida. En los siguientes siglos las ideas de Menno, los hermanos Wesley, Whitefied o Valdés se están extendiendo por el noroeste de Europa y América.

LOCUTOR 1. Son noticias estupendas. Pero, ¿qué sabemos de Satanás? Supongo que no se estará con los brazos cruzados.

ENVIADO ESPECIAL 8. Es cierto. Está utilizando las diferentes iglesias para provocar diferencias políticas que llevan a distintas guerras. (Se proyecta una imagen.) Veo el peligro de que los peregrinos comiencen a perder el rumbo y pierdan de vista el objetivo de la Tierra Prometida.

LOCUTOR 2. Muchas gracias por vuestra aportación. Vamos ahora a dar paso a nuestros enviados a los siglos XIX y XX. Saludos (Nombre)

ENVIADO ESPECIAL 9. Saludos desde los Estados Unidos del siglo XIX. Las filas de los peregrinos se están incrementando cada vez más. Esto se debe a la predicación de un tal Guillermo Miller (se proyecta una imagen) que ha predicho la vuelta de Cristo para el año 1844. El júbilo es generalizado. Todos alaban a Nuestro Señor y se preparan para su llegada.

LOCUTOR 1. Disculpa, pero no, no puede ser. Eso es un error. Están equivocados. ¿Qué va a pasar cuando vean que Cristo no vuelve?

ENVIADO ESPECIAL 10. Lo estamos viendo en estos instantes. Es el 23 de octubre de 1844. El día después. Los peregrinos lloran desconsolados. Demasiadas ilusiones puestas en el día de ayer. Se sienten engañados y comienzan a abandonar el camino.

LOCUTOR 2. No es posible. ¿Nadie les puede ayudar?

ENVIADO ESPECIAL 9. Un momento. De entre la multitud se están levantando algunas personas que intentan animar al resto. Puedo ver a Hiram Edson (se proyectan: Imágenes de los personajes nombrados), a Elena y Jaime White, a Raquel Oates Preston, José Bates, Juan Byinton, Juan Andrews, Juan Norton Loughborough, S. N. Haskell o Urias Smith.

LOCUTOR 1. ¿Cómo está respondiendo la gente?

ENVIADO ESPECIAL 10. Despacio, pero cada vez hay más personas que han entendido el error y que vuelven otra vez al Camino. Hay muchas personas que contemplan a los peregrinos y que no se atreven a incorporarse a la comitiva. Los peregrinos intentan animarlos pero no entran todos los que nos gustaría que fueran.

LOCUTOR 2. Y mientras tanto, ¿qué noticias tenemos de Satanás? No creo que se esté tan tranquilo.

ENVIADO ESPECIAL 9. Durante estos siglos se está volviendo muchísimo más agresivo de lo que era. Sabe que le queda poco tiempo y quiere hacer todo el daño que pueda. No te lo puedo expresar con palabras. Mejor ved vosotros mismos las imágenes. (Se proyecta: PPS con imágenes de guerras, catástrofes y desgracias. Apenas 30 segundos.) Esto es terrible. Intenta destruir el planeta y con él a todos sus habitantes. Pero los peregrinos se mantienen firmes en el Camino. Saben que ya queda poco.

LOCUTOR 1. Entonces, ¿su estado de ánimo es bueno?

ENVIADO ESPECIAL 10. Hay mucha gente en el borde del Camino que desde fuera se burlan y les reprochan que pierdan el tiempo, incluso hay quienes se atreven a entrar para tirar de ellos y sacarlos. Pero en este último tramo han comenzado a caminar de la mano. Algunos están agotados y se sientan, pero el que está a su lado lo abraza firmemente y carga con él. Tienen la mirada fija puesta en su objetivo y se mantienen firmes. Esto está llamando la atención de muchísima gente que les observa desde fuera del Camino y que empiezan a entrar en él. ¡No lo puedo creer! Miles, millones de personas han entrado en el Camino y se unen al éxodo. Desde aquí puedo ver (se proyecta: Imagen de los chicos) claramente a un numeroso grupo de jóvenes que cantan y ríen animando a todo el mundo a continuar. Algunos se paran y hablan con los que están fuera invitándoles a caminar con ellos; otros conversan, cantan y sonríen para hacer más agradable el Camino; otros se preocupan de los más débiles y cansados y les ayudan a caminar.

LOCUTOR 2. (Simulando que les hablan por el auricular.) Tenemos que terminar la conexión con vosotros porque me comunican que el gran momento ha llegado. (Se proyecta la 2ª venida y la Tierra Nueva.) No tenemos palabras para expresar la emoción y la alegría que nos embarga en este momento. Véanlo ustedes mismos. Saludos y hasta la eternidad.

Crisis navideña

17 Minutos y 8 Personajes. Cuando un autobús se estropea en la víspera de Nochebuena, los pasajeros tienen que cambiar su actitud si quieren salir con bien.


CRISIS NAVIDEÑA
Savita Mitra y Bea Oertel, traducido por Loida Somolinos




PERSONAJES

PACO
ADRIÁN
SUSANA
VICENTE
SRA. ARNAL
RAQUEL
TINA
LORENA



OBRA

(El conductor Paco coge los billetes de los pasajeros a medida que suben al autobús en la estación del Norte.)

ADRIÁN. ¿Puedo meter mi bici dentro del autobús? Está nuevita, es un regalo prenavideño de mis padres. La he llamado Julieta y no me gustaría que cogiera una hipotermia en el maletero.

PACO. Haz lo que quieras.

(Adrián mete su bicicleta en el autobús.)

SUSANA. (Confundida.) ¿Va este autobús a Oviedo?

PACO. (Sarcástico) No, a Gibraltar, pues claro...

(Susana sube en el autobús.)

VICENTE. (Contentillo.) Aquí llegamos mi amorcito y yo. (Besa la botella. Sube al autobús y grita…) ¡Vamos de viaje! (Se deja caer en la bicicleta de Adrián.)

SRA. ARNAL. ¿Vamos a llegar a tiempo? Porque no puedo llegar tarde…

PACO. Llegaremos cuando lleguemos. (La Sra. Arnal sube al autobús).

RAQUEL. ¡Hola! ¿Qué tal?

PACO. Bien, tome asiento, por favor. (Raquel se sube al autobús.)

TINA. ¡Feliz Navidad! ¿Va a poner villancicos en el autobús?

PACO. Sí, hombre, ¿y qué más?

TINA. Pero es Nochebuena.

(Tina, decepcionada, sube al autobús.)

LORENA. Espero que mis zapatos no se echen a perder después de todo el rato que he caminado por la nieve... ¿Qué diría mi novio si los viera? No me lo perdonaría así que espero que la calefacción funcione bien para que se sequen pronto. (Lorena se sube al autobús.)

PACO. (Hablando consigo mismo.) ¿Por qué me da la impresión de que llevo un zoo en el autobús? (Se sube al autobús y cierra la puerta.)

LORENA. (A Adrián.) Espero que esta bicicleta tan sucia no me roce la ropa. ¿Tienes idea de lo que cuesta el abrigo que llevo?

ADRIÁN. ¿Ese retal? Unos 10 euros.

LORENA. (Ofendida, hablando para sí misma.) Maldita tormenta que me obliga a coger el autobús y viajar con toda esta chusma…

VICENTE. Alguien se está mosqueando…

(Lorena ignora el comentario y las miradas del resto y mira por la ventanilla.)

RAQUEL. (A Vicente.) “Sea agradable…” (Se ríe.)

VICENTE. ¿Quieres un poco de espíritu navideño?

RAQUEL. No, gracias. No lo necesito. No necesito ahogar mis penas.

VICENTE. ¿Por qué no?

RAQUEL. Porque sé que flotan.

SRA. ARNAL. (A Tina.) Perdone, ¿puede decirme la hora? Tengo que llevar a Oviedo a tiempo. Mis suegros llegan de Alemania hoy y no puedo llegar tarde.

TINA. No llevo reloj pero mi madre me va a regalar uno para Navidad. (Se gira a Susana que le está golpeando el asiento con el pie.) ¿Podría parar, por favor?

SUSANA. (Sarcástico.) ¡Lo siento!

(Todo el mundo se echa a dormir. De repente el motor empieza a hacer ruidos. Paco intenta poner en marcha el motor otra vez pero el motor está muerto. Todo el mundo se despierta y empiezan a dar mal.)

PACO. Ya está bien. Quédense todos quietos y calladitos. Voy a mirar el motor.

VICENTE. A mí me da igual si nos quedamos aquí hasta mañana. Total, ya llevo conmigo lo único que necesito. (Besa a su botella.)

ADRIÁN. Pero tengo que ir pronto a la feria de bicicletas.

LORENA. Si no llego a tiempo mi novio me dejará y qué voy a hacer yo…

ADRIÁN. (Con ironía.) ¡Genial, tirados en la A-2!

LORENA. (Lo fulmina con la mirada.) ¿Sabes el qué? Deberías usar un exfoliante…

ADRIÁN. ¿Qué?

RAQUEL. Mis abuelos me están esperando y se van a preocupar mucho si no llego.

SRA. ARNAL. Si no llego a tiempo para recoger a mis suegros, les voy a dar una mala impresión. Mi suegra piensa que no soy lo suficientemente buena para Dieter.

TINA. Voy a perderme los regalos. ¡Oh no!

SUSANA. Por lo menos yo no tengo a nadie que me espere…

RAQUEL. (Girándose hacia él.) ¡Oh, vaya…!

PACO. (Sube al autobús.) A ver, atención todo el mundo. El autobús se ha estropeado.

LORENA. Eso ya lo sabemos. Pero, ¿qué es lo que le pasa?

PACO. No lo sé… La radio no funciona tampoco. ¿Alguien tiene un móvil?

RAQUEL. Yo, tome. (Se lo pasa.)

(Paco marca y espera.)

PACO. No hay cobertura en esta zona.

LORENA. ¡Nos vamos a morir aquí!

RAQUEL. No, nos vamos a congelar.

SRA. ARNAL. ¡Me estoy quedando fría! (Los otros asienten.)

PACO. Me imagino que tendrán ropa en sus maletas. ¿Quién quiere traer maletas?

(Todos señalan a otros.)

PACO. (A Adrián.) Tú, esteroide, haz buen uso de esos músculos.

ADRIÁN. ¡Hace frío afuera! ¡Que alguien me acompañe! (Señala a Susana.) ¿Y ese chaval? No está haciendo nada.

SUSANA. Vale, ya voy.

(Los dos se bajan del autobús y se las apañan en la tormenta de nieve para sacar maletas del maletero. Jaime regresa cargado.)

LORENA. Ten cuidado con mis maletas. ¿Me has traído las 4?

(Adrián se sube al autobús y se cae al suelo.)

RAQUEL. ¿Está bien? (Se levanta y se acerca a Adrián.) Dios mío, creo que tiene hipotermia. (Lo cubre con su abrigo.)

VICENTE. Esto lo mantendrá en calor. (Le acerca su botella.)

RAQUEL. ¡Ni hablar! ¿No sabes que eso le destrozará el hígado?

TINA. ¡Tengo hambre! ¿Tiene alguien algo de comer?

SRA. ARNAL. Tengo algunas magdalenas pero son para mí. (Le da un mordisco a una.)

TINA. ¡Muchas gracias!

(Raquel se sienta junto a Jaime al fondo del autobús.)

RAQUEL. ¡Hola! ¿Qué tal?

SUSANA. Bien. ¿Qué te espera en Oviedo para que estés tan contenta?

RAQUEL. Lo típico, ya sabes, cena familiar, primos, servicio en la iglesia… ¿Y tú?

SUSANA. Nada.

RAQUEL. Vaya. ¿Nunca has tenido una verdadera Navidad en familia?

SUSANA. Creo que no.

RAQUEL. ¿Te gustaría pasar la Navidad con mi familia? Nos encantaría que vinieras.

SUSANA. ¿Estás segura? ¿Por qué les gustaría que fuera yo?

RAQUEL. Pues porque de eso se trata la Navidad. Consiste en dar.

SUSANA. En dar, ¿el qué?

(Todos se acercan para escuchar lo que Raquel y Jaime están hablando.)

RAQUEL. El amor que Dios nos ha dado.

SUSANA. ¿Dios? ¿Qué tiene que ver Él con Navidad?

RAQUEL. ¿No sabes que Jesús nació en Navidad?

SUSANA. Dios, Jesús… ¿Qué pasa?

RAQUEL. Es muy simple. Dios envió a su hijo Jesús para que naciera como un bebé en Navidad hace mucho tiempo. Cuando creció, murió en una cruz por todas las cosas malas que hemos hecho para que podamos estar bien con Dios otra vez. Jesús fue un regalo para nosotros y nosotros damos regalos para recordar Su regalo.

TINA. Vaya, ¿por eso damos regalos?

RAQUEL. ¡Aja!

SRA. ARNAL. Siento haber sido tan egoísta con las magdalenas. ¿A quién le apetece una? (Pasa la bolsa entre todos.)

ADRIÁN. (A Lorena.) Perdona por lo de tu abrigo, la verdad es que es muy bonito.

LORENA. No importa, disculpa por haberme metido contigo. ¿Te encuentras mejor?

ADRIÁN. Sí.

PACO. Esto es un pastelón. Voy a ver si funciona el motor otra vez.

ADRIÁN. ¿Puedo ir yo también? ¿Eh?

PACO. Vale, esteroide. (Se para.) ¡Lo siento!

(Los dos se bajan del autobús en la tormenta.)

SUSANA. (A Raquel.) ¿De verdad que me invitas a tu casa por Navidad?

RAQUEL. De verdad. No es la primera vez que tenemos invitados en esas fechas. Mi familia está muy acostumbrada.

SUSANA. De alguna forma siento como si no fuera una coincidencia que nos quedásemos todos atrapados en este autobús. Quizá tenía que ser así para que por un momento reflexionásemos sobre lo que significa la Navidad. (Todo el mundo asiente.) Gracias por invitarme, no me lo perdería por nada del mundo. ¿Tendréis pavo para cenar?

RAQUEL. ¡Hombre! Por supuesto.

SUSANA. Ahora más que nunca quiero que se arregle este autobús.

(Paco y Adrián suben al autobús sacudiéndose la nieve.)

PACO. ¿Sabéis el qué? Adrián ha descubierto cuál era el problema.

ADRIÁN. Ah, una tontería.

PACO. Parece que la correa del ventilador se ha roto.

LORENA. Eso mismo nos pasó a mi novio y a mí cuando íbamos conduciendo por los Alpes en su deportivo. La misma cosa. Él me dijo que le diera mis… mis medias y yo le dijo que no, así que usamos sus calcetines.

ADRIÁN. De acuerdo, dánoslas…

LORENA. Vale, pero solo porque es Navidad. (Se quita las medias y se las da a Adrián.)

(Adrián las sujeta a disgusto entre dos dedos. Adrián y Paco se bajan del autobús.)

RAQUEL. (A Lorena.) Gracias por las medias.

LORENA. Bueno, también tengo mi corazoncito.

TINA. (A Raquel.) ¿De verdad crees en Dios, en Jesús y todas esas cosas?

RAQUEL. (Sonriendo.) ¡Claro!

TINA. Vaya

SRA. ARNAL. Voy a sugerir a mi familia que vayamos a la iglesia esta Navidad. Nunca es tarde para empezar una buena tradición.

PACO. (Se sube al autobús.) ¡Vamos a ver si movemos al chico!

(Paco intenta poner en marcha el autobús pero no lo consigue.)

PACO. Creo que se ha terminado el anticongelante.

VICENTE. (Levantándose lentamente.) Ya te puedes imaginar lo que me cuesta desprenderme de esto pero porque es Navidad y todos vosotros sois unos tipos estupendos, os dono mi incentivo navideño. (Levanta la botella)

RAQUEL. ¡Esa es la única cosa para la que es buena tu amiguita!

PACO. (Sale del autobús) ¡Eh, Adrián! ¿Puedes echar esto en el anticongelante? (Le pasa a Adrián la botella. Adrián la echa en el motor y se vuelve al autobús)

(Paco lo pone en marcha y funciona. Todo el mundo se alegra)

TINA. Ey, vamos a cantar algún villancico.

TODOS. “Noche de paz…

FIN
Copyright 2005 Bea Oertel y Savita Mitra, todos los derechos reservados.
No se exige ninguna tarifa para la puesta en marcha de la obra pero se ruega que se notifique a las autoras en la siguiente dirección: beaoertel@yahoo.com si se va a representar

Un corazón limpio

15 Minutos y 3 Personajes. Dos payasos aprenden de un tercero que Jesús limpia sus corazones del pecado. Ver fotos AQUÍ.

UN CORAZÓN LIMPIO
Maday Ruíz Armenta


PERSONAJES

ROÑÓN
ESPONJA
KUATE


(Entra en escena el payaso Roñón. Se para en medio del escenario y saluda a los niños. Se prepara para cantar. Afina su garganta y comienza cantándola en un tono tranquilito normal y luego la rapeará. Invitará a los niños a que lo ayuden con sus aplausos.)

CUIDADO MIS MANITAS AL TOCAR
CUIDADO MIS OJITOS AL MIRAR
CUIDADO MIS OIDOS AL OIR
CUIDADO MI BOQUITA AL HABLAR
PORQUE DIOS ARRIBA ESTA
Y EL TODO MIRARÁ
CUIDADO AMIGUITO AL ANDAR

(El payaso Roñón sale felizmente cantando del escenario. Y entra el payaso Esponja.)

ESPONJA. ¡Kuateeee! ¡Kuateeee! ¿Dónde estás, Kuateee? ¡Siempre te me pierdes!

(Entra por la derecha el payaso Kuate, este mostrará un semblante más alegre que los otros dos.)

KUATE. ¡Esponjaaaaaa! ¿Dónde estás, Esponja? ¡Siempre te me pierdes! (A un mismo tiempo a manera de espejo, Kuate y Esponja dirán los siguientes textos, cada uno en un área del escenario. Kuate actuará como eco de Esponja.)

ESPONJA. ¡Kuateeee!

KUATE. ¡Esponjaaaaa!

ESPONJA. Este Kuate es un latoso.

KUATE. Este Esponja es un latoso.

ESPONJA. Me pareció oír su voz.

KUATE. Me pareció oír su voz.

ESPONJA. Le voy a preguntar.

KUATE. Le voy a preguntar.

ESPONJA. ¿Eres tú, Kuateee?

KUATE. ¿Eres tú, Esponjaaaa?

ESPONJA. ¡Contéstame!

KUATE. ¡Contéstame!

ESPONJA. Yo te pregunté primero.

KUATE. Yo te primeré pregunto.

ESPONJA. No creas que estoy jugando.

KUATE. No juegues que estoy creyendo.

ESPONJA. Sigue y verás como te pego.

KUATE. Pega y verás como te sigo.

ESPONJA. Ni creas que eres tan gracioso.

KUATE. Ni gracias que eres tan creyente.

ESPONJA. Ya me estas haciendo que me enoje.

KUATE. Ya me estas enojando que me haga.

ESPONJA. ¡Serás un puerco si te haces!

KUATE. ¡Serás un hecho si te empuercas!

ESPONJA. ¡Muéstrate no seas cobarde!

KUATE. ¡Acobárdate no te muestres!

(En este texto se encuentran espalda con espalda, pero sin llegar a verse ni tocarse.)

ESPONJA. ¡Oigo tu voz a mis espaldas!

KUATE. ¡Oigo a mi espalda tus voces!

(Se dan la vuelta, al verse ambos lanzan un grito y espantados en distintas direcciones, luego, del lugar mas alejado posible se miran retadores mientras hacen sombras de boxeo.)

ESPONJA. Éntrale pues, miedoso.

KUATE. Miédate pues, entroso.

(Ambos tiemblan de miedo pero van acercándose cada vez más.)

ESPONJA. No me gusta que me arremeden.

KUATE. No me arremeda que me gusten.

ESPONJA. No hables al revesado.

KUATE. No al reveses hablado.

(Esponja le propina tremendo golpe a Kuate.)

ESPONJA. ¡Toma!

KUATE. ¡Mato!

(Esponja se hace el muerto y Kuate toma venganza del golpe recibido.)

ESPONJA. ¡Me dolió!

KUATE. ¡Duelemió! Ja, ja, ja.

(Esponja se enfurece y se enfrasca en tremenda pelea con Kuate, uno y otro reciben golpes al por mayor.)

ESPONJA. ¡Ay!

KUATE. ¡Ya!

ESPONJA. ¡Ay!

KUATE. ¡Ya!

ESPONJA. Si te sigo pegue y pegue, voy a terminar matándote.

KUATE. Si te sigo mate y mate voy a terminar pegándote.

ESPONJA. ¡Ya pues!

KUATE. ¡Pues ya!

(Dejan de pelear, haciendo pucheros.)

ESPONJA. Me dejaste todo golpeado.

KUATE. Me golpeaste todo dejado.

ESPONJA. Si yo te quiero mucho.

KUATE. Y yo te miero cucho.

(Lloran y se consuelan uno al otro.)

KUATE. ¿Y para qué me hablabas?

ESPONJA. Porque oí que alguien cantaba tan desafinado que ni a él mismo le había gustado.

KUATE. Síííííííí, yo también lo escuche, pero, ¿qué es lo que decía la canción?

ESPONJA. No recuerdo.

(El payaso Roñón entra de nuevo cantando la misma canción que al principio en tono rapero y pasa hacia delante del escenario por en medio de los otros dos payaso.)


CUIDADO MIS MANITAS AL TOCAR
CUIDADO MIS OJITOS AL MIRAR
CUIDADO MIS OIDOS AL OIR
CUIDADO MI BOQUITA AL HABLAR
PORQUE DIOS ARRIBA ESTÁ
Y ÉL TODO MIRARÁ
CUIDADO AMIGUITO AL ANDAR

(Los payasos Esponja y Kuate lo miran extrañados y les gusta la canción y hacen una especie de coreografía.)

KUATE y ESPONJA. ¡Qué rola tan padre!

KUATE. ¿Dónde la escuchaste?

ROÑÓN. En la iglesia, la semana pasada.

ESPONJA. Y, ¿por qué dice que debemos cuidar nuestras manitas, nuestros ojitos, nuestra boquita y nuestros oídos?

ROÑÓN. Porque Dios ve todo lo que hacemos, todos nuestros actos buenos y malos. Dios está en todos lados.

KUATE. (Cara de asustado.) Entonces Dios vio cuando me quedé con la feria de mi mamá, cuando me mandó a las totillaaaas….

ESPONJA. Y también Diosito ha de haber visto cuando le grite la grosería a una niña del salón que me cae muy mal.

KUATE. Yo vi una película bien fea que mi ama me dijo que no viera y la viiiiiiiiiiiii. Dios se dio cuentaaaaa…

ESPONJA. (Cara muy asustada.) Y entonces Dios también se enteró cuando estaba escuchando una música con muchas groserías. Y a mí ama no le gusta que las escuche y lo peor es que me las aprendí.

ROÑÓN. Sííííí… Dios vio todas esas cosas malas que hicieron… Y les tengo una mala noticia: han desobedecido y eso es pecado.

KUATE y ESPONJA. ¿¿Peeecaaaaadooooooooooooooooooooooooooooo??

ESPONJA. ¿Qué es pecado?

ROÑÓN. Pecado son todas las cosas que no agradan a Dios, o sea, todas las cosas malas.

KUATE. (Llorando.) Entonces somos niños malos.

ROÑÓN. Pero eeey, no se pongan tristes, también les tengo una buena noticia… el corazón sucio que ustedes tienen a causa del pecado, puede ser limpio, totalmente limpio… Espérenme tantito, ahorita vengo no se muevan de aquí…

(Sale el payaso Roñón y estos se quedan con una gran duda y tratan de resolverla….)

KUATE. ¿Escuchaste eso, Esponja? Somos niños malos pero podemos ser niños buenos lavando nuestro corazón lleno de pecado…

(Festejan porque han encontrado según ellos la respuesta.)

ESPONJA. Sííííí se me ocurrió una ideaaaaaa… (Toma un destapacaños.) Mira, Kuate, abre la boca bien grande para que yo pueda meter este destapacaños por tu boca y hacerte limpo el corazón, ándale ábrela…

KUATE. Nooooo erveyy mejor tuuu….

(Esponja lo persigue corriendo un momento.)

KUATE. ¡¡¡Alto, alto!!! Tengo una mejor ideaaaa… (Va por una bolsa de jabón en polvo.) Miraaa, Esponja, este jaboncito foca nos va a resultar mejor que tu destapacaños; ahora tú abre la boca, ándaleeee vas a quedar blanquecito blanquecitooo, y hace mucha espuma….

ESPONJA. (Con poquito miedo.) Pero, ¿no me va a hacer daño? No me quiero enfermar de la panza como la otra vez que comí muchas guayabas ¿te acuerdas?

KUATE. Nooo no te enfermas, al contrario, quedarás limpiecito, abre la boca grandota grandota…

(Justo en ese momento llega el payaso Roñón.)

ROÑÓN. NOOOOOOOOOOOOOO… ¿Qué haceeen?

ESPONJA. Es que queremos ser limpios…

KUATE. Síííí, queremos que nuestro corazón quede bien limpiecito y bien blanco… queremos ser niños buenos y que Dios se agrade de lo que hagamos.

ROÑÓN. Síííí, pero los corazones no se limpian ni con destapacaños, ni con jabón, solo hay una manera. Miren, fui por mi Biblia para leerles cuál es esta única manera: (Leer 1 Juan 1:7) “La sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado”. Jesucristo es el hijo de Dios. Jesús murió en la cruz por amor a ustedes (señala a los payasos y también a los niños del público) y ya pagó por sus pecados. Ahora lo único que deben hacer es pedirle que venga a su corazón y que los haga limpios.

KUATE y ESPONJA. ¿¿¿Así de fácil??? ¿¿¿Sólo una oración???

ROÑÓN. Sííí, es muy fácil. Pero la oración que hagan debe de ser de todo corazón, es decir, hablar con Jesús con la verdad. ¿Quieren hacer la oración?

KUATE y ESPONJA. Síííííííííííííííííííí.

(Hacen la oración y cuando terminan agradecen a Jesús y festejan porque son limpios.)

KUATE. ¡Somos limpios!

ESPONJA. ¡Somos niños buenos!

KUATE. Gracias Dios

ESPONJA. Gracias Jesús

KUATE. Ahora haremos solo cosas buenas.

ROÑÓN. ¿Qué les parece si cantamos de nuevo la canción?

TODOS. Síííííííííííí.

(Se termina cantando de nuevo la canción del principio con una coreografía entre los tres.)

CUIDADO MIS MANITAS AL TOCAR
CUIDADO MIS OJITOS AL MIRAR
CUIDADO MIS OIDOS AL OIR
CUIDADO MI BOQUITA AL HABLAR
PORQUE DIOS ARRIBA ESTÁ
Y EL TODO MIRARÁ
CUIDADO AMIGUITO AL ANDAR
(Adaptaciones de varias obras y grupo de teatro “ExaltArte” y material de los discos para niños del Hno. Víctor Richard “Vaquero Vázquez”.)

La pieza de Marcelito

28 Minutos y 10 Personajes. Un niño tiene miedo a la oscuridad y un grupo de superhéroes intentarán ayudarle aunque el único superhéroe que lo ayudará de verdad será Jesús. ¡¡VER FOTOS!!


LA PIEZA DE MARCELITO
Matías Scialabba




PERSONAJES

MARCELITO. un nene de unos 8 años que le tiene miedo a la oscuridad.
LA OSCURIDAD. Representa justamente eso, da miedo, es despreciable. El malo de la película, intenta asustar al niño y siempre lo logra
LA LIGA DE LA JUSTICIA: Este grupo está formado por Batman, Robin, Supermán, La mujer maravilla, flash y Los gemelos fantásticos. (Estos personajes, se creen que son fantásticos pero en realidad son un completo desastre y para colmo son unos vagos).


RELATOR


ESCENOGRAFÍAS

Si se puede, deberían haber 2 escenarios, uno, el principal, que es una habitación de un nene. Tiene que haber una cama, una mesita de luz con un velador, un armario, que en realidad es hueco, (por ahí entra la oscuridad), algunos juguetes tirados por el piso y un teléfono.
El otro escenario es la oficina o cueva, en la que se reúne “La Liga de la Justicia”. Tiene que haber una mesa, sillas y sobre la mesa un teléfono.



ESCENA I

RELATOR. ¿Cómo les va, mis queridos espectadores? Les voy a relatar la historia de un niño llamado Marcelito. Este niño tenía más o menos la edad que tienen ustedes cuando le ocurrió esto que justamente le puede pasar a cualquiera de ustedes.


MARCELITO. Hasta mañana papá, hasta mañana mamá, sí, ya me lavé los dientes (se refriega los ojos y bosteza.) ¡Qué sueño tengo! Y para colmo mañana tengo que madrugar para ir a la escuela. (Se mete a la cama, apaga la luz y se duerme.)

LA OSCURIDAD. (Sale del armario, le pega un buen susto y luego se despide.) Hasta mañana querido, que duermas bien. (Se ríe.)

MARCELITO. (Pega un grito y prende la luz con un pánico incalculable.) Esto es terrible, hace un montón de tiempo que no me puedo dormir porque le tengo miedo a la oscuridad, mejor voy a dejar la luz prendida. (Se vuelve a dormir.)

LA OSCURIDAD. (Entra, apaga la luz, se mete en el armario y vuelve a salir y lo despierta.) ¡Marcelito, Marcelito! Despiértate que te tengo que asustar.

MARCELITO. ¿Qué pasa?

LA OSCURIDAD. ¡Bu! (Se va.)

MARCELITO. (Reponiéndose del susto.) Basta, ya no soporto más, tengo que hacer algo. Oh, ¿y ahora quién podrá ayudarme?

(Aparece Supermán desde atrás del todo.)

SUPERMÁN. ¡¡Yo!!

MARCELITO. ¡¡El chapu!!... (Desconcertado.) ¡Supermán!

SUPERMÁN. Sí, el mismo.

MARCELITO. Pero pará, cuando uno dice esa frase, el que tiene que aparecer es el chapulín colorado.

SUPERMÁN. No, pibe, me parece que vos ves demasiada tele. Bua, ¿qué es lo que andá pasando?

MARCELITO. Señor Supermán, disculpe que lo moleste, pero lo que pasa es que no puedo dormir porque cuando apago la luz entra la oscuridad y me asusta.

SUPERMÁN. ¿Ah, sí? ¡Mira vos! Vamos a hacer una cosa, vos metete de bajo de la cama y yo me acuesto. Y cuando me quiera asustar lo agarro y lo hago puré con mi dedo chiquito. No hay nadie que no pueda vencer.

MARCELITO. Dale, dale, yo me voy a esconder.

(Entra La Oscuridad, asusta a Supermán que está en la cama y se va.)

(Supermán grita y se queda duro del susto.)

MARCELITO. Sí, bien, como gritó es obvio que se pegó un susto cuando te vio en la cama (ve a Supermán y se da cuenta que el que se asustó fue Supermán.) Che, Supermán, ¿no me digas que no lo hiciste puré?

SUPERMÁN. (Se larga a llorar.) Es que era tan feo. A propósito, ¿quién es?

OSCURIDAD. (Entra de repente.) ¿Cómo que quien soy?, soy “la oscuridad”.

(Canta la canción.)

Canción de La oscuridad (Música: I´m a believer)
Esta noche voy a salir a asustar (bu, bu, bu)
Muchos niños voy a hacer llorar
Ellos gritarán, yo seré feliz
Porque solo esa es mi misión
Coro: Soy la oscuridad
Y vengo a asustarlos
Apaguen la luz
Que yo voy a entrar
Les voy a (buu)
Dejar los pelos bien parados
Del jabón

Esta noche quiero ser la sensación (bu, bu, bu)
Ay que miedo les voy a causar
Vayan a dormir, que descansen bien
Que yo haré mi entrada triunfal

Coro

(Mientras la oscuridad canta la canción, Marcelito y Supermán se abrazan del miedo.)

MARCELITO. Bueno, no te preocupes, ya pasó, ya se fue. Pronto se nos va a ocurrir algo para vencer a esa oscuridad espantosa.

SUPERMÁN. (Reponiéndose del susto.) Pará, ya sé lo que vamos a hacer, pásame un teléfono.



ESCENA II

RELATOR. Mientras tanto en el palacio de la justicia se reúnen los súper amigos de “La liga de la justicia”. Se encontraban Batman, Robin, los gemelos fantásticos, Flash y la mujer maravilla


FLASH. Pero ¿dónde se metió este Supermán?

LA MUJER MARAVILLA. Yo les dije que no lo mandásemos a él a comprar la pizza, siempre se distrae, vive volando con los pajaritos.

GEMELO 1. Seguro que anda volando por ahí, para hacerse el canchero con sus súper poderes.

BATMAN. No, lo que más me preocupa es que le presté el batimovil.

(Suena el teléfono y atiende el contestador automático: “usted se ha comunicado con la liga de la justicia, si... si no, aguarde y será atendido”.)

ROBIN. La liga de la justicia, buenas noches, mi nombre es Robin, ¿en qué puedo servirle?

SUPERMÁN. (Desde la otra escenografía.) ¿Qué hacés?, habla Supermán.

ROBIN. Santos superhéroes retrasados, es Supermán, (dice al resto). ¿A dónde fuiste a comprar la pizza?

SUPERMÁN. No, lo que pasó fue lo siguiente: paré en el quiosco a comprar criptonita y resulta que de repente escuché que llamaban pidiendo ayuda

ROBIN. Le pidieron ayuda, dice. ¿Pero no le dijiste que era la hora de morfar?

SUPERMÁN. Pará, resulta que me encontré con algo que no había visto nunca,

ROBIN. Vio algo horrible, dice.

SUPERMÁN. “La oscuridad”.

ROBIN. ¿Qué? (Se desmaya.)

LA MUJER MARAVILLA. (Agarra el tubo.) ¿Qué cosa?

SUPERMÁN. “La oscuridad”.

(La mujer maravilla se desmaya.)

FLASH. ¿Qué dijiste?

SUPERMÁN. La oscuridad, dije.

(Flash también se desmaya.)

(Los gemelos fantásticos, y Batman se miran, encogen los hombros y también se desmayan para no ser menos.)

FLASH. (Se levanta.) No, esperen. (Se levantan todos.) Tenemos que hacer algo.

GEMELO. Sí, sólo nosotros tenemos la solución, debemos ir a ayudar a esa persona

GEMELA. Pero, pará, ¿y la pizza?, yo tengo hambre.

BATMAN. Pero no te das cuenta que hay alguien en problemas.

GEMELA. Claro ¿y mi problema, quién lo soluciona? Yo no ayudo a nadie viejo. Primero mi pizza.

GEMELO. No ves que siempre pensás en vos. Claro, y los demás no te importan, amarrete.

GEMELA. ¿Y qué? ¿Y qué?

LA MUJER MARAVILLA. Bueno, basta de pelear y vayamos a ayudar a ese chico.

TODOS. Sí, eso, vamos.


Canción de la liga de la justicia

Música: Un mundo de sensaciones (Sandro)

Coro:
Somos la liga de la Justicia
Nosotros somos muy fuertes
Y te vamos a ayudar
SUPERMÁN.
Yo corro a mil por hora
FLASH.
Yo tengo una fuerza impresionante
BATMAN.
Y yo súper ágil soy
ROBIN.
Yo sigo a Batman donde vaya
LA MUJER MARAVILLA.
Mi vista infalible es
GEMELA.
Yo me convierto en oso
GEMELO.
Y yo un balde puedo ser
Coro:
Somos la liga de la Justicia
Nosotros somos muy fuertes
Y te vamos a ayudar

BATMAN. Bueno, vamos para allá.

(Se van y llegan al otro escenario en cámara lenta y con la canción de Carrozas de fuego. Flash como es rápido va y viene corriendo mientras los otros llegan al otro escenario, donde los esperan Supermán y Marcelito, también en cámara lenta, suben, amagan a saludar a Supermán y lo saludan a Marcelito. Supermán queda pagando. Se termina la cámara lenta.)




ESCENA III

(Ahora sí saludan a Supermán.)

SUPERMÁN. Sí, muchachos, al fin llegaron. Les presento a Marcelito.

TODOS. ¡Hola, Marcelito!

MARCELITO. Menos mal que llegaron, ¡ahora sí vamos a poder vencer a la oscuridad!

BATMAN. Bueno, debemos idear un plan.

FLASH. Esperen, ya sé, ustedes déjenmelo a mí. Yo me escondo detrás del armario y cuando la Oscuridad entre, con mi velocidad le pongo la red y cuando lo tenga atrapado lo agarramos entre todos y ese no asusta más a nadie.

TODOS. Ah, sí, ¡qué buena idea!

LA MUJER MARAVILLA. Todos a sus puestos.

(Entra La oscuridad, asusta a Marcelito y sale tan rápido que Flash no logra reaccionar.)

ROBIN. ¿¿¿Y??? ¿Qué pasó?

FLASH. Es que se movía tan rápido que no logré reaccionar.

(Los demás se quejan.)

GEMELA. Ah, se me ocurrió una idea, ¿qué tal si cuando la oscuridad entra nos ponemos delante de la puerta del armario y se la cerramos?

GEMELO. Claro, ahí sí que no se va a poder escapar. Y mi hermana y yo nos convertimos en lo que ya sabemos y atrapamos a la oscuridad.

GEMELA. Claro, hacemos nuestros trucos y terminamos con este asunto.

TODOS. Sí, vamos.

(Entra la oscuridad, entre todos le cierran la puerta del armario y se quedan preparados para pelear.)

GEMELOS FANTÁSTICOS. Poder de los Gemelos fantásticos, actívense.

GEMELO. Uh, pará, se quedó sin pila el anillo.

GEMELA. No te preocupes, yo siempre traigo conmigo unas pilas Eveready

GEMELO. Ahora sí.

GEMELA. En forma de oso.

GEMELO. En forma de cubeta de agua.

(Efectos especiales y aparecen en el piso un balde con agua o papel picado y un osito de peluche. La oscuridad, agarra el balde, moja a los súper héroes tirándolos al piso, Revolea el balde y con un puntapié se despide del osito de peluche. Se va muerto de risa por el armario.)

(Los súper héroes se levantan, todavía un poco doloridos.)

ROBIN. Santos súper Héroes mojados, Batman.

BATMAN. Bueno, esto me esta cansando. ¡Robin!

ROBIN. Sí.

BATMAN. ¿Por qué no lo hacemos como nosotros sabemos?

ROBIN. Me parece una gran idea.

LA MUJER MARAVILLA. Esperen, nosotros también podemos ayudar… Se me ocurre algo.

BATMAN. Reunámonos. (Hacen una ronda y cuchichean.)

TODOS. Si, mejor así.

FLASH. Todos a sus puestos.

(Entra la oscuridad y se arma una batalla campal. Esta escena también es en cámara lenta. Todos intentan derrotarla pero la oscuridad les gana. En esta pelea se utilizan carteles que digan por ejemplo: Bum, Prock, Plam, etc, para cada piña que reciben los súper héroes. Quedan todos desparramados por el piso. Y la oscuridad se va otra vez triunfante.)

MARCELITO. Muchachos, vengan, esperen un poquito. Yo me acuerdo que mi mamá siempre me dice que cuando yo tengo un problema, hay alguien que siempre está para ayudarme.

SUPERMÁN. Sí, sí, nosotros.

MARCELITO. No, pero ella me hablaba de alguien que es más poderoso que cualquiera.

LA MUJER MARAVILLA. ¿Y quién es?

MARCELITO. Se llama JESÚS.

TODOS. ¿JESÚS?

MARCELITO. Sí, JESÚS. Y Él es el único que puede vencer a la oscuridad y a todos los miedos que tengamos.

SUPERMÁN. ¿Y a dónde lo podemos encontrar?

MARCELITO. Acá, en la Biblia.

BATMAN. Y entonces, ¿qué estamos esperando? Llamémoslo.

FLASH. Claro que sí (agarra la Biblia y le grita) ¡Eh, Jesús! Vení que acá hay un bodrio terrible.

LA MUJER MARAVILLA. Dale, vení, que esta Oscuridad nos está pegando un baile terrible.

MARCELITO. No, muchachos, no le tienen que hablar a la Biblia, la Biblia es para leerla, lo que tenemos que hacer es orar.

ROBIN. ¿Y eso qué es?

MARCELITO. Orar es hablar con Dios, lo único que hay que hacer es decirle lo que sentimos en el corazón, y como Dios es tan bueno y tan poderoso, Él nos ayuda si nosotros lo dejamos.

FLASH. ¡Qué bueno eso, che!, ¿y a dónde vive? Digo, así me voy a su casa a charlar un rato con Él.

MARCELITO. Mi mamá me dijo que lo podemos invitar a vivir en nuestro corazón.

GEMELO 1. ¡Guau! Invitémoslo ahora. ¡El que quiera invitarlo que levante la mano!

GEMELO 2. Y de los que están ahí abajo, ¿quién quiere invitar a Jesús a vivir a su corazón?

MARCELITO. Repitan conmigo: “Jesús, te pido que vengas a vivir adentro de mi corazón, y que me cuides de todas las cosas a las que le tengo miedo. Amén.”

SUPERMÁN. Sí, eso es, ahora con Jesús acá adentro nadie nos va a poder hacer nada.

ROBIN. Uh, cuidado, ahí viene la oscuridad.

(Se meten todos detrás de Marcelito)

MARCELITO. Pará, esa papa déjamela a mí. (Le habla a la oscuridad.) ¿Sabés qué?, vos a mí no me asustas más, ¿me entendiste? Porque Jesús es la luz, (en ese momento se puede prender un reflector que ilumine a la oscuridad), y cuando la luz entra, la oscuridad se va y ahora todos mis amigos y yo tenemos a Jesús en nuestro corazón, así que ahora te vas.

(La oscuridad se va derrotada arrastrándose por el piso, como faltándole el aire.)

TODOS. Sí, bien, vencimos a la oscuridad.

MARCELITO. Ya sé, ahora podríamos cantar una canción para festejar.

TODOS. ¡¡¡Sí!!!

Canción Final

Cuando la luz entra
La oscuridad se va
Cuando la luz entra
Todo es felicidad

Pedile a Jesús
Que entre en tu corazón
Y vas a ver que todo va a cambiar.




RELATOR. Y así fue que una vez más, nuestro héroe y súper amigo, JESÚS derrotó al villano que siempre quiere asustar y hacerle mal a los niños. Y colorín colorado, este cuento se ha terminado.

(Mientras el relator termina de contar la historia los súper héroes se van cantando.)

La Navidad alrededor del mundo

20 Minutos y 9 Personajes + Extras. Un joven reflexiona, a través de las palabras de la una canción, la importancia de tener un encuentro personal con Jesús y el deseo misionero de compartir con otros pueblos alrededor del mundo el significado de la Navidad.


LA NAVIDAD ALREDEDOR DEL MUNDO
Iván Amadé



PERSONAJES

RELATOR
PABLO NIÑO
PABLO ADULTO
MARTÍN (Hijo de Pablo)
ESPOSA de Pablo
MADRE de Pablo joven
MADRE de Pablo adulta
FAMILIAR
LÍDER
EXTRAS: Compañeros de trabajo, familiares, personajes del sueño


CANCIONES
"El pajarillo" de Marcos Vidal (Cara a Cara)
"Enciende una luz" Marcos Witt


RELATOR. La Navidad es una época muy especial del año, en la cual todos nos encontramos extrañamente sensibles. El espíritu navideño se hace sentir, aun en los corazones más cerrados a Dios.

Aunque la densa oscuridad del mundo ha hecho que muchas personas hayan perdido de vista el real significado de esta festividad, siempre emergen luces que hacen denotar el camino errado y el verdadero. Esta historia es una de ellas. Una historia cercana al corazón de Dios que pretende despertarnos del sueño para hacernos oír lo que Dios clama hacia nosotros.

(Pablo es pequeño. Está en brazos de su madre.)

PABLO. Mamá, ¿cuánto falta para la Navidad? ¡Estoy ansioso por los regalos!

MADRE. Hijo, te voy a contar una historia para que entiendas lo que realmente es la Navidad. Había un pajarito que no conocía la navidad en su país y salió a buscarla...

(Cantante solista, tema completo "El pajarillo". Se retiran mama y niño.)



ESCENA 2

RELATOR. Pablo nunca olvidaría esa historia, porque ahí la Navidad tuvo un nuevo significado para él. Mientra fue niño, miraba cada pajarito y se preguntaba si sería de su país o si acaso vendría de otras tierras para conocer la navidad...

(Pablo ya adulto, se dirige a su trabajo.)

RELATOR. Ahora han pasado muchos años, esas cosas son solo un recuerdo de sensaciones que Pablo quisiera volver a vivir: el Dios de su niñez con el que quisiera volver a encontrarse, pero se sentía lejos de él, a pesar de que asistía a la iglesia regularmente y colaboraba cada vez que se lo solicitaban. Pablo, recuerdo sus oraciones de niño, nunca sintió tan cercano al Señor… Hoy se pregunta cómo poder encontrarlo otra vez. ¡Qué paradójico! ¡Un cristiano que necesita encontrar a Cristo! ¡Resulta que ahora él era el pajarillo que salía a buscar la navidad!



ESCENA 3

(Pablo en su escritorio, habla por teléfono.)

PABLO. Sí, los costos deben bajar, ya sé que queda menos personal, pero no hay dinero. Ya sabe usted que debemos subir el superávit… Las fiestas, sí ya sé, las fiestas... veremos qué podemos hacer, pero aprenda, Gutiérrez, que el mundo de los negocios es así. (Cuelga el teléfono. Bufa. Se toma la cabeza y la mueve.)

(Entran sus compañeros. Hablan de fútbol. De placeres y diversión. Pablo participa con ellos. Suena el teléfono otra vez. Atiende. Los compañeros se retiran.)

PABLO. ¡Hola hijo! Sí... ¿Qué necesitas? Sí, pedile a mamá. ¿Cuánto necesitas…? No, no puedo darte tanto... No, hijo, no... Cuando llegue a casa lo hablamos.



ESCENA 4

(Pablo regresa a casa.)

PABLO. Mi hijo preocupado por las misiones, mi pequeño hijo preocupado por los que no saben lo que es la navidad… No lo puedo entender, con los problemas que tengo en la empresa y este muchacho me pide dinero para ayudar a un desconocido que dice que está predicando en no sé dónde… Ahora le voy a hacer poner los pies sobre la tierra…

(De pronto mira un árbol y le sorprende la belleza de un ave que no acostumbraba a ver. Se escucha la voz de Pablo como si pensara: “¡Ese ave no es de este lugar!”. Se detiene. Solista canta una estrofa de "el pajarillo". Pablo de queda conmovido, como si su conciencia le hablara.)

PABLO. No, no, no, esto ya pasó, fue solo un pensamiento de la niñez. Sigo mi camino, tengo muchos problemas de esta tierra que arreglar como para pensar en volver a cosas pasadas. Ahora que recuerdo, ¡hoy es 24! ¡Tengo que comprar algo para la nochebuena, uy, regalos, comida, dinero que se escurre como agua entre los dedos...

(Se apagan las luces. Colocar mesa, dos sillas y Martín entra. Se vuelve a iluminar el escenario.)



ESCENA 5

(Pablo y su hijo. Se saludan.)

PABLO. Hijo, ¿a qué se debe que pretendas que mi dinero vaya a un desconocido que no sabes en que lo usará? ¿No sabes todo lo que está pasando en la empresa?

MARTÍN. Papá, no es un desconocido, es un hermano nuestro y está cumpliendo con la Gran Comisión donde no lo conocen, como nos mandó el Señor... Papá, ¿cómo no entiendes esto? Además, tu empresa funciona bien, no nos falta nada, al contrario, estos meses hemos tenido mayores ingresos que el anterior... aunque te veamos menos... estamos económicamente bien, no necesitamos más...

PABLO. Hijo, si me ves menos es por mi arduo trabajo y aun así no he alcanzado mis metas económicas... Y por lo otro que te preocupa, somos buenos cristianos, no robamos, asistimos a la iglesia, a veces ayudamos, tu madre y yo trabajamos mucho para darte lo mejor. Ahora, contame a qué se debe tu nueva inquietud, por qué vas tanto ahora a la Iglesia, ya que hace un año no te podíamos hacer ir ni a palos...

MARTÍN. ¡Qué bueno que me lo preguntaras después de tanto tiempo! El Señor me liberó de una vida sin sentido, sin propósito y ahora quiero servirle.

PABLO. Hijo mío, no te falta nada, estudias, haces todo lo que te gusta ¿cómo me hablas de una vida sin propósito? ¿No querías estudiar también en el Instituto?

MARTÍN. Sí, pero ahora siento que conocí verdaderamente al Señor, volví a encontrarme con el Dios de mi niñez.

(Pablo queda anonadado, y aunque lo disimula, lo dicho por su hijo lo ha conmovido y quiere saber más.)

PABLO. Sígueme contando, ¿qué es eso del Dios de tu niñez? ¿Cuántos dioses hay?

MARTÍN. Solo uno, papá, pero ahora pude volver a encontrarlo.

PABLO. ¿Acaso lo habías perdido?

MARTÍN. Cuando era niño, sentía su presencia, soñaba con él y deseaba servirle, pero al llegar a la adolescencia, algo ya no era igual, parecía ya no oírme... Luego supe que era por mis pecados y cuando lo entendí, me arrepentí, lo acepté y pude encontrarlo otra vez.

PABLO. Pero hijo, fuimos toda la vida a la Iglesia, ¿cómo hablas de aceptarle?

MARTÍN. El pecado arruinó mi juventud, iba a la Iglesia pero no me arrepentía... Vos sabes de qué hablo...

PABLO. Sí, lo sé, no te podíamos hacer convertir.

MARTÍN. ¿Vos cuando volviste a encontrarte con el Dios de tu niñez? ¿A qué edad te pasó lo que me pasó a mí?

(Pablo agacha la cabeza y enmudece.)

MARTÍN. Te voy a contar cómo empezó todo. Por las noches oía una voz, luego fue en mis sueños. La voz me decía, "pasa a este lado y ayúdanos". Luego el pastor me leyó en el libro de los Hechos la historia de Pablo cuando iba en su viaje misionero y fue a Macedonia. Esa noche tuve un sueño...

(Se apagan las luces.)



ESCENA 6

(Se encienden las luces: Una joven cabileña aparece y le dice "pasa y ayúdanos, queremos conocer la navidad" repetidamente y le da todos sus datos. Un joven chino aparece y habla de la navidad en su país en medio de la persecución "pasa a este lado y ayúdanos". Un joven alemán habla de las navidades pasadas, y dice "pasa y ayúdanos, solo uno de cada mil de nosotros conoce a Cristo". Un joven quechua dice "pasa a este lado y ayúdanos, en Sudamérica aun hay lugares donde el evangelio no ha llegado, somos un 70% que no tenemos navidad".)

(Se vuelven a apagar las luces. Se retiran los personajes del sueño.)



ESCENA 7

PABLO. Y nosotros no valoramos lo que tenemos.

MARTÍN. ¿Me entiendes ahora? Aquí se rechaza a Cristo pero se sabe de él, ahí, ni siquiera han oído una sola vez...

(Pablo queda pensativo, abruptamente se levanta.)

PABLO. Vamos, hay que preparar la cena de navidad.

(Martín se va triste y pensativo creyendo que su padre no había entendido. Pablo queda solo y camina, suspira. Se arrodilla. Ora. Adora. Solista canta "el pajarillo". Apagar las luces.)



ESCENA FINAL

(Noche de navidad. Iluminar. La mesa servida, los familiares van llegando, se saludan. Pablo está como en otro mundo. Hora de brindar. Todos alegres pero Pablo sigue en su mundo. Su madre le pregunta qué pasa. Pablo trata de fingir. Vuelven a preguntarle y él quebrantado les cuenta lo que pasó.)

PABLO. Acabo de conocer a Jesucristo.

FAMILIAR. Pero, ¿no vas a la Iglesia desde siempre?

PABLO. Pasé muchos años de religioso pero ahora lo conozco de verdad.

MADRE. Entiendo, pero, ¿por qué estás triste entonces?

PABLO. Porque no puedo dejar de pensar que en este momento hay mas de un 40% del mundo que no tienen navidad...

FAMILIAR. Sí, la situación económica, seguro que algunos no tienen ni para un pan dulce y una sidra...

PABLO. No, esto es más grave, ni siquiera saben que existe la navidad, porque no saben tampoco que hay un salvador... (Mira a su madre y dice…) Hay muchos pajarillos tropicales, que buscan la navidad... Quiero que al brindar, pensemos en ellos y luego oremos al Señor de la mies para que envíe obreros a la mies, porque los obreros son pocos, pero la mies es mucha.

(Todos se toman de la mano luego de brindar. Oran.)

(Grupo de alabanza comienza a cantar "Enciende una luz". Líder de alabanza lee las palabras de enciende una luz y se canta con la Iglesia.)

LÍDER. En el mundo hay más del 40 % de la población que no han escuchado el nombre de Jesús. Esto representa 2.400.000.000 de almas. No lo han oído en ninguna canción. No lo han leído en sus libros de historia porque no tienen libros de historia, porque ni tienen alfabeto. Esas son las etnias que viven en las montañas y en los desiertos del mundo, marginados y olvidados por los demás. Mientras que en la Iglesia del Señor perdemos el tiempo, en pleitos, celos y divisiones, estos miles de millones se van a una eternidad sin Dios. ¿Qué vamos a hacer, tú y yo? ¿Seremos la generación que les lleve las buenas nuevas de salvación?

(Mientras terminamos de cantar enciende una luz, aparecen los personajes del sueño con pancartas que dicen: "somos 2.400.000.000", "no tenemos navidad"; "Pasa y ayúdanos". Entran en el orden que se mencionan.)

Daniel y el foso de los leones

10 Minutos y 5 Personajes. Historia de Daniel en el foso de los leones para niños.

DANIEL Y EL FOSO DE LOS LEONES

Crystal Taylor

PERSONAJES

DANIEL
REY DARÍO
CONSEJERO1
CONSEJERO 2
NARRADOR
LEONES. Opcional, los miembros de la audiencia pueden ser usados también.




ESCENARIO. El Narrador está de pie en la parte izquierda del escenario, aparte del resto de la escena. El escenario está separado en tres secciones; la parte derecha es para los dos consejeros y posiblemente después para el foso de los leones (aunque la localización del foso de los leones es flexible.) El centro es donde estará el Rey Darío, y la parte izquierda donde vive Daniel.

ATREZZO y VESTUARIO

Tanto el atrezzo como el vestuario son opcionales, dependiendo de lo que se disponga. Elementos como una corona para el Rey, algo para definir el foso de los leones, y colorear la ropa (por ejemplo los consejeros en negro) harán la historia más interesante y fácil de entender para el público.

(Todos los actores están en el centro del escenario, Daniel está de pie a la izquierda del Rey, y los otros a su derecha.)

NARRADOR. Había una vez un Rey, el Rey Darío, que tenía tres consejeros que estaban encargados de todo su reino. Pero su favorito era Daniel.

(El rey habla sólo con Daniel, ignora a los otros dos que están a su otro lado. Los personajes pueden elegir o no reaccionar ante las palabras del Narrador cuando los menciona, saludando con las manos, etc.)

Los otros dos consejeros tenían celos de Daniel y estaban siempre intentando llamar la atención del rey, pero nada funcionaba.

(Los dos consejeros se van al escenario de la derecha y actúan a medida que el Narrador habla. Daniel se dirige a la izquierda, pero permanece fuera de escena; el rey también está fuera de escena.)

Los dos consejeros se cansaron de Daniel y decidieron que tenían que deshacerse de él. Así que pasearon… hablaron… y pasearon… y hablaron… y volvieron a hablar… y a pasear cuando de repente vieron a Daniel orando con las ventanas abiertas, como hacía siempre tres veces al día.

(Daniel empieza a orar cuando los consejeros empiezan a andar.)

CANCILLER 1. Tengo una idea. (Se amontonan antes de ir al Rey.)

NARRADOR. Así que fueron delante del Rey y le dijeron su idea.

CONSEJERO 2. Que el Rey Darío viva para siempre…

CONSEJERO 1. El más grande entre los reyes, el más grande en todo el mundo.

CONSEJERO 2. Que el Rey Darío viva para siempre.

CONSEJERO 1. Rey Darío, tenemos una idea.

REY. ¿Otra idea? ¿Qué es esta vez?

CONSEJERO 2. Mi poderoso y gran Rey en toda la tierra.

CONSEJERO 1. Señor, sentimos que tú, siendo el más grande entre los reyes, no estás siendo adorado como mereces. Y como tus principales consejeros, miramos por tus intereses y hemos encontrado una forma en la que el más grande de los reyes será adorado como el verdadero Rey que eres (susurrando) y a la vez nos desharemos de Daniel.

REY. Sí, eso es verdad. Yo soy un gran rey y no soy adorado como debiera así que… ¿Cuál es vuestro plan?

CONSEJERO 1. Verá, gran rey.

CONSEJERO 2. Que el Rey Darío viva para siempre…

CONSEJERO 1. Pensamos, gran señor, que durante los próximos 30 días todos tus súbditos tendrán que adorarte sólo a ti. Y si se encuentra a alguno que no te adore sino que adore a otro rey, sea lanzado al foso de los leones (susurrando) y… ¡adiós Daniel!

REY. ¿Qué has dicho?

CONSEJERO 2. Ha dicho adiós Da…

CONSEJERO 1. David, adiós David… un amigo que acaba de pasar por la puerta (hace como que saluda con la mano a un amigo dirigiéndose al público.) Así que, ¿qué te parece, Rey?

REY. ¡Hum! El foso de los leones… no es un poco duro; pero por otra parte así sólo me adorarían a mí, A MÍ y SÓLO A MÍ. Sí pero… no lo sé, dadme un poco de tiempo para pensármelo.

CONSEJERO 1. Grandioso Rey, todo el mundo te adoraría a ti, y SÓLO A TI. Vamos, lo único que tienes que hacer es firmar aquí, en esta línea.

CONSEJERO 2. Majestad, es sólo una firma más en un decreto.

REY. Oh, hum, está bien, lo firmaré.

CONSEJERO 2. Y por los próximos 30 días sólo tú serás adorado en tu reino.

CONSEJERO 1, 2. Y Daniel será nuestro, nuestro y sólo nuestro. (Chocan los cinco.)

NARRADOR. Los dos Consejeros, con su plan en acción, fueron a vigilar a Daniel para cazarle cuando estuviera rompiendo el decreto real.

(Los Consejeros salen del escenario por la derecha y espían a Daniel que está en la parte izquierda del escenario. Después de un rato Daniel se arrodilla y empieza a orar. El Rey Darío está fuera de la escena.)

CONSEJERO 2. Mira, es Daniel y está…

CONSEJERO 1. Está orando. ¡Es perfecto! Está cayendo en nuestra trampa. ¿Sabes lo que eso significa?

CONSEJERO 2. Que está orando…

CONSEJERO 1. Sí, y como está orando ha roto nuestro…, digo el decreto del Rey y le espera el foso de los leones.

(Los Consejeros van corriendo al rey alterados pero pretendiendo que están tristes.)

CONSEJERO 1. Rey Darío, que vivas para siempre, hemos encontrado a alguien que ha roto tu decreto.

REY. ¿Tan pronto? ¿Y quién es?

CONSEJEROS 1 y 2. ¡Daniel! (Chocan los 5 pero lo disimulan aparentando que están muy tristes y están llorando y abrazándose.)

REY. Daniel, no, Daniel no, todos menos Daniel.

CONSEJERO 2. Lo sé, tampoco nosotros nos podíamos creer lo rápido que rompió el decreto pero…

CONSEJERO 1. Pero Rey, tú hiciste el decreto y lo firmaste justo aquí. El decreto dice que todo el mundo y Daniel es parte de ese mundo. No tienes alternativa.

CONSEJERO 2. Tendrá que ir al foso de los leones. (Hace como si llora.)

REY. Lo sé, lo sé… es sólo que Daniel… Oh, Daniel, ¿por qué? Está bien, coged a Daniel y echadlo al foso de los leones.

(Los leones corren hasta Daniel que todavía está orando y lo agarran de las orejas y lo echan al foso. Todo esto es lo que hacen mientras el narrador lo cuenta.)

NARRADOR. Y los Consejeros fueron y cogieron a Daniel y lo echaron a un foso lleno de leones hambrientos.

(El foco se centra en el Rey que está durmiendo.)

Esa noche el Rey no pudo dormir. Estuvo dando vueltas en la cama una y otra vez, contó los leones, y se levantó varias veces y aún así no pudo dormir. No hacía más que pensar en Daniel y lo hambrientos que estaban los leones. La mañana siguiente se levantó temprano y fue a ver cómo estaba Daniel.

(El Rey sigue las instrucciones del narrador y se levanta y va al foso.)

REY. Daniel, Daniel, amigo mío, ¿estás todavía aquí?

DANIEL. Señor, aquí estoy.

REY. ¿Estás bien? ¿Te han mordido los leones?

DANIEL. No, Señor, Dios envió ángeles que cerraron la boca de los leones; pero no he podido dormir muy bien aquí porque las almohadas de aquí son como rocas.

NARRADOR. El Rey ayudó a Daniel a salir del foso. Cuando el rey se dio cuenta de que le habían tendido una trampa envió a Daniel a buscarlos. Daniel fue a buscarlos y trajo a los dos Consejeros…

(Daniel va y trae a los dos Consejeros y de la oreja los echa al foso. Si se considera apropiado los Consejeros y los leones podrían hacer ruido.)

Y los echó al foso de los leones.
Después de que el rey escuchó por boca de Daniel cómo su Dios le había protegido, el Rey ordenó a sus súbditos que sólo adoraran al Dios de Daniel.
Nota de la autora: Esta obra es una gran obra para hacer algo diferente en la historia de los niños en la iglesia, o en un viaje… cuenta la historia de la Biblia tal como sucedió a la vez que resulta divertida e interesante para todos los chavales. Es un drama sencillo y divertido ideal para cualquier edad. Los adultos disfrutan viendo las viejas historias de la Biblia de nuevo, así como los niños. Les deseo que se diviertan poniéndola en escena.