La lista de Navidad

12 Minutos y 3 Personajes. Cuando los niños se acercan a su madre con su lista de Navidad, la madre cree que es el momento para que sus hijos escuchen lo que verdaderamente significa la Navidad.


LA LISTA DE NAVIDAD
Terry Savage. Traducido con permiso por Loida Somolinos




PERSONAJES

MADRE
BRANSON
BRYAN


(La madre está limpiando la casa cuando sus hijos se le acercan con unas listas de Navidad.)

BRANSON. Mamá, mira, nuestras listas.

BRYAN. Sí, ¿nos sentamos para que las veas?

MADRE. Bien. (Los niños la ayudan a sentarse.)

BRANSON. Esta es la mía. Tiene varias páginas, pero lo he puesto en orden alfabético para ayudarte.

MADRE. ¿En orden alfabético?

BRANSON. Sí, de esa forma estará más organizado.

MADRE. (Sarcástica.) ¡Qué atentos!

BRYAN. Mi turno. (Se aclara la garganta.) Un poco de ayuda por aquí, hermanito. (Le pasa el final del rollo que es exageradamente largo.) Toma, coge esto y camina hacia ese lugar.

(Branson camina al otro lado del escenario.)

MADRE. (Con sarcasmo.) ¿Vas a tener sitio suficiente?

BRYAN. Pues no lo sé, ya sabes que cuando llegan estas fechas hay más anuncios en la tele así que es posible que añada más cosas a la lista. ¿Quieres que los ponga al final de la lista o te haga otra?

MADRE. Me parece que tenemos que hablar un poco sobre el verdadero significado de la Navidad. Anda, llama a tu hermano para que venga aquí.)

(Bryan le hace señas a su hermano para que recoja y Branson comienza a enrollar la lista.)

MADRE. ¿Qué os parece si dejamos eso para más tarde y nos sentamos un momento? (En este punto se podría invitar a todos los niños para que se acercasen al escenario.) A ver, ¿sabéis POR QUÉ celebramos la Navidad con regalos?

BRANSON. ¿Porque nos quieres mucho?

BRYAN. ¿Porque somos el centro de tu vida?

MADRE. (Sonríe.) Bueno, no exactamente. La razón por la que celebramos la Navidad es porque celebramos el nacimiento de Jesús, nuestro salvador. Mirad, vamos a leer la historia de su nacimiento (coge una Biblia.) Esto es lo que dice Mateo 1: 18-24 (lo lee) y Lucas 2: 1-20 dice...

BRYAN. Sí, vale, pero, ¿qué tiene que ver eso con mi lista de Navidad?

MADRE. Sí, espera que lea otra parte. En Mateo 2 dice: (lee hasta el versículo 12.) Le llevaron regalos al niño para darle honor.

BRYAN. ¡Vaya! Le dieron regalos y por eso tú nos haces regalos también.

MADRE. No, cariño, es más que eso, Jesús mismo fue un regalo para todos nosotros. Él dejó su trono en los cielos para nacer en este mundo. En este mundo.

BRANSON. Pero mamá, ¿por qué alguien querría dejar el Cielo para venir aquí?

MADRE. Porque Él sabía que necesitábamos un Salvador porque Él nos ama muchísimo. Él pensó en nosotros en lugar de en sí mismo.

NIÑOS. (Percatándose de que habían sido egoístas, agachan sus cabezas.) ¡Ah!

MADRE. ¿Qué os parece si pensáis un poquito en todo esto?

BRYAN. Sí, mamá.

BRANSON. Gracias, mamá.

MADRE. (Lee un poema. El nacimiento del Rey.)

Escuché la historia de un futuro rey
Cuyo reinado será para siempre
En un palacio no nació
Sino en un humilde pesebre

Esa noche no fue una noche corriente
Ya que los ángeles se aparecieron
Para anunciar el nacimiento de nuestro Bendecido Rey
A los que permanecen cerca

La estrella brillaba en lo alto del lugar
En donde nuestro futuro rey dormía
Y muchos llegaron para mirar
A este niño tendido en la paja

Los pastores fueron muy contentos
Proclamando la gracia de Dios
Porque de los milagros que habían escuchado
Se hicieron realidad.

Y allí fueron aquellos que viajaron de lejos
Para encontrar al futuro rey
Hermosos presentes: oro, incienso,
Y mirra estos hombres trajeron.

“Gloria a Dios”, cantaron los ángeles
Y paz en la tierra a los hombres
La Salvación ha llegado a la tierra
Cuando Él dejó su trono celestial.

¡Qué regalo para la humanidad!
Fue este precioso bebé
¡Qué maravilloso amor de Dios!
Que Él ha dado lo mejor para nosotros.


(Es un buen momento para invitar a la congregación a que canten "Noche de Paz".)


(Se apagan las luces.)
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© Terri Savage, todos los derechos reservados. La obra no se puede reproducir, traducir ni copiar en ningún medio, incluidos libros, CDs o en Internet sin el permiso escrito de la autora. Esta obra se puede representar gratuitamente a condición de que no se venda ninguna copia, ni se cobre una entrada para su representación. A cambio de la obra, la autora agradecería que se le notificara cuándo y con qué propósito se va a representar. Se puede contactar con ella en la siguiente dirección electrónica: tsavage@surgicalservices

Camino de Belén

12 Minutos y 11 Personajes. Dos hermanos preparan su viaje para ver al niño Jesús pero en el camino se encuentran a varios viajeros necesitados a los que regalarán los presentes que llevaban para el bebé.


CAMINO DE BELÉN
Texto adaptado de “La Navidad de los collas” por Esther Villanueva


PERSONAJES

HERMANA
HERMANO
VIAJERO 1
VIAJERO 2
VIAJERO 3
VIAJERO 4
VIAJERO 5
VIAJERO 6
VIAJERO 7
VOZ EN OFF
2ª VOZ EN OFF


ACTO I

(El escenario es la habitación de una casa. El hermano duerme. La hermana abre las ventanas y lo despierta.)

HERMANA. Vamos (nombre) despierta. Ya ha amanecido. Tenemos que irnos.

HERMANO. (Remoloneando.) Pero si acabo de dormirme... ¿Por qué hay tanta prisa?

HERMANA. Porque tenemos que hacer una visita (le da algo de ropa para ponerse) Me ha dicho Jacinta que al otro lado del monte, en Belén, ha nacido un niño muy importante.
Todos lo irán a ver y le llevarán regalos.

HERMANO. (Mientras se arregla.) ¿Importante? ¿Por qué?

HERMANA. Porque dicen que vino del Cielo para vivir en la Tierra y que cuando crezca ayudará a todas las personas.

HERMANO. Y, ¿cómo se llama?

HERMANA. Se llama Jesús. Vamos, hay que prepararlo todo. (Coge una bolsa y van metiendo todo lo que mencionan.)

HERMANO. Vamos a llevarle esta manta para que duerma bien abrigado. Y estas sandalias, para cuando aprenda a caminar. Así las piedras no le harán daño en sus piececitos.

HERMANA. ¡Ah! Mete también este queso de cabra. Seguro que le gustará.

HERMANO. ¿Y si llevamos este perfume?

HERMANA. Buena idea. Espera un momento que voy a buscar agua para el camino… (Recoge unos recipientes y los coloca dentro de la bolsa.)

HERMANO. Bueno, ya está listo vámonos para poder llegar pronto.

(Salen.)



ACTO II

(El escenario es un camino. El decorado puede ser un fondo de campo. Los dos hermanos se van a encontrar con distintos viajeros. Dos viajeros sentados al borde del camino.)

VIAJERO 1. Ayer se nos acabó la comida. Tengo hambre y no sé dónde vamos a conseguir algo de comida.

VIAJERO 2. No te angusties. Estamos los dos igual. Seguro que por el camino habrá alguien que pueda compartir su comida con nosotros. Mira (señalando por donde vienen los hermanos) por ahí viene alguien.

(Entran los hermanos.)

VIAJERO 2. Esperad un momento, por favor. Estamos hambrientos y no tenemos comida. ¿No tendréis un poco de pan?

HERMANO. Bueno... No tenemos pan. (A su hermana.) Se nos ha olvidado la comida para nosotros, Sólo llevamos el queso.

VIAJERO 1. ¡Queso! ¡Qué rico!

HERMANA. Sí, pero es un regalo para Jesús.

VIAJERO 2. (Desilusionado.) Ah... Bueno... Gracias de todos modos

(Se apartan. Los dos hermanos se quedan pensativos viéndolos irse.)

HERMANA. ¿Qué te parece si se lo damos?

HERMANO. Vale... Total... Tenemos otros regalos. (A los viajeros.) ¡Eh! ¡Esperad! (Les entregan el queso.) Lo hemos pensado mejor. Que os aproveche.

VIAJEROS. (Despidiéndose agradecidos.) Gracias, muchas gracias.

(Salen. Entra el Viajero 3 como cojeando.)

HERMANA. ¿No es ese (nombre)?

HERMANO. Creo que sí. ¿Por qué anda así de raro?

HERMANA. Hola, (nombre) ¿Te pasa algo? (Señalando a las piernas.)

VIAJERO 3. Nada, que hace dos día se me rompieron las sandalias y hasta que pueda conseguir unas nuevas... En este camino hay muchas piedras y estoy viendo las estrellas.

HERMANO. (A su hermana.) ¿Y si le damos las sandalias?

HERMANA. (Sacándolas.) Bueno... Son muy grandes y hasta que le sirvan a Jesús... (A Viajero 3.) Mira, tenemos estas sandalias. Son tuyas.

VIAJERO 3. (Poniéndoselas.) Gracias, muchas gracias. Vosotros sí que sois buenos amigos.

(Se despiden y continúan sus caminos.)

HERMANO. ¿No podríamos sentarnos a descansar un poco? Hace mucho calor y tengo sed.

(Se sientan, sacan el agua y beben los dos un poco, Enseguida aparecen otros dos viajeros que corren hacia ellos y les quitan el agua de las manos.)

VIAJERO 4. ¡Esperad! ¡Dadnos un poco! (La cogen y se la beben entre los dos.)

HERMANO. (Protestando.) Pero que todavía nos queda mucho camino...

HERMANA. No te molestes, ya se la han bebido toda.

VIAJERO 5. (Devolviéndoles el recipiente.) Muchas gracias. Buen camino. (Salen rápidamente.)

HERMANA. (Levantándose.) Anda, vamos, que nos queda mucho por andar.

(Aparecen otros dos viajeros. Uno ayuda al otro a caminar. Está herido. Lo ayudan a sentarse.)

HERMANO. ¿Qué ha pasado?

VIAJERO 6. Estábamos cuidando el ganado. Se ha resbalado y se ha caído desde bastante altura. Si no llego pronto al pueblo sus heridas se infectarán.

HERMANA. (Buscando en la bolsa.) Espera un momento. (Saca el perfume.) Es perfume, pero puede ayudar a desinfectar la herida. (Cura al herido.) Ya está.

VIAJERO 6. Muchas gracias. Ahora ya está fuera de peligro.

HERMANO. ¿Podrá caminar?

VIAJERO 6. Yo creo que sí. Pero descansaremos un poco antes de seguir.

HERMANO. (Saca la manta de la bolsa.) Entonces coged esta manta. Pronto anochecerá y no es bueno que pases frío.

VIAJERO 7. Muchas gracias por todo. Me gustaría poder pagaros de alguna forma.

HERMANA. No te preocupes. Lo hemos hecho con gusto. No necesitamos más recompensa.

(Continúan el camino.)

HERMANO. (Nombre) ¿Te has dado cuenta de que no tenemos nada para regalarle a Jesús?

HERMANA. (Preocupada.) ¡Es verdad! ¿Y ahora qué hacemos?

HERMANO. (Triste.) No podemos ir así, con las manos vacías. Tendremos que volver a casa.

HERMANA. (Consolándolo.) Me hubiera gustado tanto regalarle algo a Jesús...

(Una luz brillante los interrumpe.)

VOZ OFF. Venid, benditos de mi padre. Heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; estuve desnudo y me cubristeis; enfermo y me visitasteis.

HERMANO. Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te sustentamos, o sediento y te dimos de beber?

VOZ OFF. De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos pequeños (salen todos los viajeros) a mí lo hicisteis.

2ª VOZ OFF. Cuando los corazones simpatizan con otros corazones agobiados por el desaliento y la congoja; cuando la mano reparte a los necesitados; cuando los desnudos son vestidos, los extraños bienvenidos a vuestra sala y tienen un lugar en vuestro corazón, los ángeles se llegan muy cerca y resuena un acorde como respuesta en el cielo.
La verdadera simpatía entre el hombre Y su prójimo ha de ser la señal que distinga a los que aman y temen a Dios de los que no tienen en cuenta su ley.
¡Cuán grande es la simpatía que Cristo expresó al venir a este mundo para dar su vida como sacrificio por un mundo agonizante!
Feliz Navidad

Representación bíblica del nacimiento de Jesús

15 Minutos y 14 Personajes + Extras. Como su título indica es una representación del nacimiento ideal para niños.


REPRESENTACIÓN BÍBLICA DEL NACIMIENTO DE JESÚS

PERSONAJES

NIÑO 1
NIÑO 2
NIÑO 3
VOZ NARRATIVA
ÁNGEL
VIRGEN

JOSÉ
ISABEL
SOLDADO
HERODES
REY MAGO 1
REY MAGO 2
REY MAGO2
ESCRIBA
EXTRAS: PASTORES y ÁNGELES


(Para pequeños, pueden participar niños desde 5 años en adelante. Advertencia: Si fuere posible preparar algunas decoraciones para los escenarios, y un pequeño foro con telón, será mucho mejor; pero de no ser posible, puede hacerse tan solo con un telón en el fondo que oculte el Nacimiento; y al principio de cada escena, la persona que es la Voz narrativa, anunciará el lugar en que se desarrolla; al terminar cada escena, el escenario quedará en la oscuridad, para el cambio de personajes, y se volverá a iluminar al comenzar la escena siguiente; sólo en las de la adoración de los Pastores y los Magos, se levantará el telón del fondo, para descubrir el Nacimiento. Hay que preparar discos con música de Navidad: Villancicos, canciones navideñas.)

(Prólogo: El escenario en la oscuridad. Al fondo, tres niños. Conforme se va adelantando cada uno, al frente, un reflector lo va iluminando.)

NIÑO 1. Hace mucho tiempo, el mundo no existía; sólo existía Dios. Dios siempre ha existido. Dios Todopoderoso, todo lo creó; con sólo su palabra, creó cielos y tierra.

NIÑO 2. En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios. Por Él fueron hechas todas las cosas, y sin Él no se ha hecho cosa alguna de cuantas han sido hechas.

NIÑO 3. Y el Verbo se hizo Hombre, y habitó entre nosotros.

NIÑO 1. Si hoy le vemos como un niño, entre pajas, junto al buey, lo veremos en la Gloria, algún día, como Rey.

NIÑO 2. Cristo quiere nacer de nuevo, en las almas, por la Gracia; preparemos nuestras almas, con pureza, alegría, confianza.

NIÑO 3. Unidos a Él por la Gracia, vivamos toda la vida; y después, allá en la Gloria, nos unirá a Él algún día.


ESCENA 1: LA ANUNCIACIÓN.

(Se ilumina el escenario. La Santísima Virgen, cosiendo en un banquito bajo; túnica blanca, manto azul; velo de encaje blanco. El Ángel entra, por un lado del escenario, túnica blanca o plata. Antes de la entrada del Ángel se escucha…)

VOZ NARRATIVA. Envió Dios al Ángel Gabriel, a Nazaret, a una Virgen desposada con cierto varón de la Gasa de David, llamado José, y el nombre de la virgen era María.

ÁNGEL. (Entrando.) Dios te salve, llena de Gracia, El Señor es contigo, bendita tú entre todas las mujeres.

(La virgen vuelve la cara sorprendida, sin hablar.)

ÁNGEL. No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios. Sabe que tendrás un hijo a quien pondrás por nombre “Jesús”.

VIRGEN. ¿Cómo será esto?

ÁNGEL. El Espíritu Santo descenderá sobre ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el Santo que nacerá de ti, será llamado Hijo de Dios.

VIRGEN. (Levantándose, bajando la cabeza, y cruzando las manos sobre el pecho.) He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí, según tu palabra.

(Telón, o se oscurece el escenario para la mutación.)



ESCENA 2: LA VISITACIÓN

(Se ilumina el escenario. Isabel, túnica listada de colores, velo de color liso, en el tono de alguna de las listas de la túnica, avanza por un lado del escenario, con un cántaro en la cabeza. Del lado opuesto sale la Santísima Virgen, al verla, Santa Isabel deja el cántaro en el suelo y se adelanta con los brazos tendidos, a saludarla.)

VIRGEN. La paz sea contigo, Isabel.

ISABEL. Bendita tú entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre. ¿Y de dónde a mí, tanto bien, que la Madre de mi Señor, venga a visitarme?

VIRGEN. (Levantando los ojos al cielo y cruzando las manos sobre el pecho.) Mi alma glorifica al Señor, y mi espíritu está transportado de gozo, en Dios Salvador mío porque ha puesto los ojos en la pequeñez de su sierva. Por tanto, ya desde ahora me llamarán bienaventurada todas las generaciones. Porque ha hecho en mí, cosas grandes Él que es Todopoderoso, cuyo nombre es Santo.

(Isabel le pone las manos sobre los hombros, e inclina la cabeza. Telón, o se oscurece el escenario, para el cambio de escena.)



ESCENA 3: EL EDICTO del CÉSAR.

(Se ilumina el escenario. En el suelo, sentados, niños y niñas, con túnicas listadas de colores; ellos, con turbantes, ellas con velos en la cabeza, con frutas, flores, telas, que venden. Otros niños y niñas con el mismo vestuario entran a comprar. Todo a señas. Por un lado del escenario sale un heraldo y un soldado con vestiduras romanas. El heraldo toca una trompeta; todos se vuelven al soldado que desenrolla un papel imitación de pergamino y lee.)

SOLDADO. ¡Prestad atención, pueblo de Israel, al Edicto del Emperador de Roma! El noble César Augusto ordena a todos sus súbditos que vayan a empadronarse, cada cual a la ciudad de sus antepasados. Quien no cumpliere esta orden será severamente castigado.

(Camina de un lado a otro y repite tres veces la lectura del edicto. Todos cuchichean y dan señales de disgusto. Telón o se oscurece el escenario para el cambio de escena.)



ESCENA 4: EL CAMPO DE LOS PASTORES

(Se ilumina el escenario. Al centro una fogata; alrededor, los pastores; unos, dormitando, otros frotándose los ojos para espantar el sueño o las manos, como si tuvieran frío. Al fondo aparece el Ángel muy iluminado por un reflector y se acerca a ellos que quedan sorprendidos y asustados.)

ÁNGEL. No tenéis que temer, pues vengo a daros una nueva de grandísimo gozo para todo el pueblo; y es que hoy os ha nacido en la ciudad de David el Salvador que es el Cristo, el Señor nuestro. Y os servirá de señal que hallaréis al Niño envuelto en pañales y recostado en un pesebre.

(Si fuere posible saldrán otros niños vestidos de ángeles, y si no, desde el fondo se oirán voces.)

VOCES. “GLORIA A DIOS EN EL CIELO Y PAZ EN LA TIERRA A LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD”

PASTORES. (Levantándose apresuradamente y muy alegres.) Vamos a Belén, y veamos este suceso prodigioso que el Señor nos ha manifestado. (Desaparecen cantando algún villancico.)

(Telón o se oscurece el escenario para mutación.)



ESCENA 5: EL NACIMIENTO

(Se descorre la cortina del fondo, se ilumina el escenario, y aparece el Nacimiento viviente. Una niña y un niño, como la Virgen y José. Éste con túnica listada de colores obscuros, manto café, turbante amarillento y un báculo; el Niño, si no es un niño, o una imagen grande, puede ser un muñeco, fajado en pañales y con falla, para que no se note que es muñeco; en un pesebre, sobre paja; la Virgen sentada en un tronco y José de pie. Los pastores rodeando el pesebre y los ángeles, si los hay. El Ángel que dio el anuncio, al fondo, un poco más alto que los demás. Este es un cuadro plástico. Se cantan algunos villancicos, y se puede tocar el disco del "Adeste fideles".)

(Telón; se corre la cortina del fondo; se oscurece el escenario.)




ESCENA 6: LOS MAGOS DE ORIENTE.

(Se Ilumina el escenario. Como en la Escena 3, una escena de mercado. Mientras vendedores y compradores se entienden por señas, se oye…)

VOZ NARRATIVA. Habiendo pues nacido Jesús, en Belén de Judá reinando Herodes, he aquí que unos Magos vinieron de Oriente a Jerusalén preguntando…

(Salen los Reyes Magos. Se dirigen a todos preguntando varias veces.)

REY MAGO 1. ¿Dónde está el nacido Rey de los Judíos?

REY MAGO. Porque vimos en Oriente su estrella.

REY MAGO. Y hemos venido con el fin de adorarlo.

(Mientras los Reyes Magos van de un lado a otro, como preguntando, se oye…)

VOZ NARRATIVA. Oyendo esto el Rey Herodes, turbóse y toda Jerusalén con él. Y convocando a los príncipes de los sacerdotes y a los escribas del pueblo, les preguntaba en dónde había de nacer el Cristo. A lo cual ellos respondieron…

(Sale un escriba: túnica listada, turbante, desenrollando un pergamino y leyendo.)

ESCRIBA. En Belén de Judá que así está escrito en el profeta Miqueas: "Y tú Belén, tierra de Judá, no eres ciertamente la menor entre las principales ciudades de Judá, porque de ti es de donde ha de salir el caudillo que rija a mi pueblo de Israel".

(Telón o se oscurece el escenario para el cambio de escena.)



ESCENA 7: LA ADORACIÓN DE LOS MAGOS

(Se descorre la cortina del fondo, se ilumina el escenario y aparece de nuevo la Virgen, pero con el Niño Jesús en brazos, a su lado, San José, y al frente, los Reyes Magos, de pie. Se oye…)

VOZ NARRATIVA. Luego que oyeron eso, los Magos partieron. Y he aquí que la estrella que habían visto en Oriente iba delante de ellos, hasta que llegando sobre el sitio donde estaba el Niño se paró. A la vista de la estrella se regocijaron en extremo. Y entrando en la casa hallaron al Niño con María su Madre, y postrándose, le adoraron, y abiertos sus cofres, le ofrecieron presentes de oro, incienso, y mirra.

(Al decir: “postrándose le adoraron”, los Reyes Magos se arrodillan y abren sus cofres; así están un momento, y luego la escena se oscurece mientras entran de nuevo los pastores y los ángeles, y rodean al Niño, para la escena final.)




ESCENA FINAL

(Se ilumina el escenario del Nacimiento. En cuadro plástico la Virgen con el Niño, José rodeándolos, los ángeles, si los hay, el Ángel del anuncio, al fondo; los pastores, los Reyes Magos. Se cantan algunos villancicos o se puede tocar el disco de "Noche de Paz".)

Natividad

10 Minutos y 6-10 Personajes. Drama de humor en el que las figuras del Belén se juntan un año después para comprobar que a muchos los han sustituido por otras figurillas que no son navideñas y lo peor es que se han olvidado del niño Jesús.


NATIVIDAD

© Copyright, Justyn Walker. Traducido por Loida Somolinos.

PERSONAJES

PASTOR
JOSÉ
MARÍA
REY MAGO
ÁNGEL
JIRAFA(2 personas)
OVEJAS (varias personas a cuatro patas)

(La actuación se desarrolla en un Belén en la que las figurillas son los personajes.. Están en una casa y ocasionalmente miran fuera del escenario a otas figurillas como Santa Claus o Rudolf que están alrededor de la sala. Se abre el telón y aparece la típica imagen navideña en el escenario. La escena está congelada por unos segundos y después los personajes vuelven a la vida tosiendo, estornudando y resoplando. Los personajes sacuden sus vestidos para quitarse el polvo (p.ej. polvos de talco).


PASTOR. Debe de ser Navidad otra vez.

JOSÉ. Demos gracias de no estar metidos en la caja.

MARÍA. No nos vendría mal que nos pasaran un poco la aspiradora.

PASTOR. Ni en broma; así es como perdí una vez tres ovejas.

JOSÉ. No te preocupes, tienes más.

MARÍA. (María está cepillándose para quitarse el oropel de encima.) ¡Ay! Es que no se va ni con...

(Entra un Rey Mago con el brazo enrollado en papel de plástico. Se queda mirando a alguien hacia arriba y se ve como es movido hasta ser colocado en posición.)

REY MAGO. Ya está bien, ¡deja de empujar! ¡Para ya! No me lo puedo creer.

JOSÉ. Pero, ¿qué te pasa?

REY MAGO. ¡Que se me han cargado!

PASTOR. ¡Otra vez!

ÁNGEL. Únete al club. (El ángel se gira y se le puede ver que le falta un ala.)

JOSÉ. Vale, pero no tienes que armar tanto alboroto.

REY MAGO. Soy tan humano como cualquier otra figurilla de aquí.

MARÍA. Eso no tiene mucho sentido.

REY MAGO. ¡Oye! ¿Quién es el más ‘sabio’ por aquí?

JOSÉ. Escuchad, chicos, la representación no saldrá tan bien como cuando todos éramos nuevos y además, tened en cuenta que a alguno de nosotros se nos ha dejado caer, se nos ha pisoteado o nos han aspirado varias veces. Pero es Navidad y todos tenemos que hacer algún sacrificio. No debemos desalentarnos por los descuidos o la insuficiencia de los humanos, a los que estamos sujetos.

PASTOR. ¡Vaya con las insuficiencias! ¡Échale un vistazo a esto! (Levanta un manojo lanudo de algodón con 4 palos de escoba como piernas.) ¿Le parece a alguien esto una oveja? He sido pastor 18 años y te puedo decir que una oveja no se hace con una pieza de algodón y cuatro palillos.

ÁNGEL. Si quieres saber más, te diré que alguien ha perdido unas ovejas en el corral; ya sabes a quién me refiero, ¿no?

REY MAGO. ¿Y tú crees que eso es malo? Espera y verás lo que tengo que aguantar. (Toca un silbato.) ¡Marines! (Entran dos soldados vestidos de verde con un rifle. En la bayoneta del rifle están colgados dos cajas de regalo.)

SOLDADOS. Incienso y mirra como ha mandado, ¡señor!

JOSÉ. Deben de estar bromeando.

MARÍA. ¿Qué le ha pasado a los otros reyes magos?

SOLDADO 1. Cayeron en combate, señora.

MARÍA. ¿En combate?

SOLDADO 2. Se perdieron en una batalla campal que se organizó entre la bañera y la taza del baño. No pudimos recuperar sus cuerpos.

JOSÉ. ¿Así que vosotros vais a sustituir a los Reyes Magos?

SOLDADOS. Afirmativo, señor.

JOSÉ. Bien, tú te tendrás que colocar aquí y tú junto a él. Tratad de pasar inadvertidos.

ÁNGEL. Cabezas arriba.

(Todos los personajes miran hacia arriba como si un brazo imaginario trajera más ovejas y una jirafa.)

JOSÉ. Está bien, hagamos recuento: Reyes Magos por aquí, María y José, ése soy yo, ángel, pastor, animales del establo, ¿no nos olvidamos de alguien?

(Todos miran a su alrededor.)

REY MAGO. No.

ÁNGEL. Creo que no.

PASTOR. Esta mula parece una jirafa.

MARÍA. Al menos no hay ninguna pieza del Lego este año.

ÁNGEL. Se me hace raro no tener a la Barbie ni a Ken esta vez.

JOSÉ. (Señalando fuera del escenario a un ornamento de Santa Claus.) Hablando de ornamentos raros, ¿qué hacemos con él?

(Todos se echan a reir.)

PASTOR. ¡Oh, sí! ¿Os imagináis a un tipo de unos 150 kilos en un traje rojo dando vueltas por el desierto de Judea en un carro sin ruedas?

MARÍA. La verdad es que lo están logrando con un tipo como éste.

ÁNGEL. (Señalando a algo que está fuera del escenario y leyendo.) Rudolf, el reno de la nariz roja. ¿Qué es un reno?

PASTOR. (Señalando a la jirafa.) Quizá eso sea uno.

(Todo el mundo asiente con la cabeza.)

MARÍA. ¿Sabéis lo que os digo? Que con todo esto no reconozco la verdadera Navidad.

OTROS. Sí.

(Pausa.)

REY MAGO. A Jersusalén llegaron, los reyes en trece días (continúa cantando “La adoración de los Reyes”.)

ÁNGEL. Ángeles cantando están, tan dulcísima canción… (Continúa cantando “Gloria in excelsis Deo”.)

PASTOR. Pastores venid, pastores llegad, adorad al niño (bis), que ha nacido ya… (Continúa cantando “Venid Pastores”.)

SOLDADOS. Soy soldado del padre y del hijo… (Continúa cantando “Soldado” de Juan Luis Guerra.)

JOSÉ. ¡Por el amor de Dios!

MARÍA. A la nanita nana, nanita ea, nanita ea... (Canturrea “A la nanita nana”.)

JOSÉ. Oye, tú sí que no.

MARÍA. Jesucristo nació en Navidad. (Mira al pesebre.) ¡Ah!

OTROS. ¿Qué?

MARÍA. (Señalando.) ¡Ah!

(Los demás respiran profundamente.)

JOSÉ. ¡Qué!

REY MAGO. Esto es intolerable.

PASTOR. ¡Esto no lo aguanto!

OVEJA. ¡Beee!

ÁNGEL. No se puede celebrar la Navidad sin Jesús.

JOSÉ. ¡Hasta aquí hemos llegado! He servido de alimento para los hamsters, he pasado seis meses detrás de la cadena musical pero esta vez han ido demasiado lejos. Si no hay Niño Jesús, no hay Navidad. ¡Todos a la caja!

PASTOR. (Silbando.) Venga, rebaño. Empezar a moveros. (Saca al rebaño fuera del escenario.) Tú también, mula. (Sale la jirafa.)

MARÍA. (Coge el pesebre el cual lleva ruedas y lo hace rodar como un cochecito.) Nunca me había sentido ultrajada de este modo.

JOSÉ. No te preocupes, cariño, ya nos vamos.

(Salen los dos.)

REY MAGO. ¡Marines!

SOLDADOS. Sí, señor!

REY MAGO. Nos llevamos el oro con nosotros.

SOLDADOS. ¡Señor! (Cogiendo el oro.) ¡A sus órdenes! (Salen corriendo.)

ÁNGEL. ¡Increible! Imaginaos a la gente celebrando Navidad y olvidándose de Jesús. Seguro que esto que no sucede en ningún otro sitio...

REY MAGO. Seguro que no.

ÁNGEL. Desde luego.

REY MAGO. No habrás visto una estrella por aquí, ¿no?

(Salen ambos mientras el rebaño de mentira va desapareciendo gradualmente del escenario.)

Figuritas de Belén

10 Minutos + Cantos y 11 Personajes. Un grupo de chavales reflexiona sobre el significado de los nombres que llevan las figurillas del Belén. (La obra se integró como parte de un programa musical de niños.)


FIGURITAS DE BELÉN
Luis Oliván

PERSONAJES

ELÍAS
SARA
ALBERTO
ERIKA
ÁLVARO
MARÍA
JAVI
JENNIFER
ÓSCAR
ABEL
VOZ EN OFF



ESCENARIO

Sofá y sillas
TV con mando a distancia
Mesa para poner el belén
Un belén con figuras



ESCENA PRIMERA


(Elías sentado en el sofá viendo la tele y haciendo zapping.)

ELIAS. (Pensando en voz alta) Vaya rollo de programas, si una cadena es mala, la otra es peor. ¡Vaya aburrimiento! Esta panda de tardones ya podía estar aquí. Ya llevan diez minutos de retraso. Son más lentos que el caballo del malo…

(Suena el timbre de la puerta. Elías apaga la tele, tira el mando al sofá, se levanta deprisa y va a abrir la puerta. Aparecen Álvaro, Abel, Alberto, Javi y Óscar. Le chocan la mano mientras se saludan, chocando la mano en alto).

ELIAS. Hala, machos, que ya es hora…

ÁLVARO. El Javi que no suelta la play-station ni para comer.

JAVI. Pues la he traído y tengo un juego que flipas.

ABEL. ¿Qué hay? Este Javi siempre alucinando.

ALBERTO. Hola tío, ¿qué tal?

ÓSCAR. Hola.

(Se sientan los seis.)

ÓSCAR. Pensaba que ya estarían las chicas…

ALBERTO. Con lo tardonas que son, tenemos para rato.

JAVI. A veces son unos plomazos y no les gusta la play-station…

ÁLVARO. (A Javi.) Jo tío, es que la play-station y tú habéis formado un solo cuerpo…

ABEL. (Dirigiéndose a Elías.) ¿Qué estabas haciendo?

ELIAS. Nada, me aburría viendo la tele.

JAVI. Es que donde esté la play…

ÁLVARO. (Dirigiéndose a Javi.) Eres pesadito, ¿eh?, con la play.

(Suena el timbre.)

ELIAS. Ya están aquí. (Se levanta a abrir.)

(Aparecen Sara, Erika, Jennifer y María.)

JENNIFER. Hola a todos.

SARA. ¿Qué hacéis?

ERIKA. ¿No lo ves? Están meditando sobre la inmortalidad del cangrejo.

ÓSCAR. Eh, eh, sin pasarse. Menos pitorreo ¿eh?

JAVI. Estamos preparando la play porque he traído un juego chulísimo.

MARÍA. ¡Y tan chulo! Vaya rollo. ¿Veis chicas? Hemos venido a perder el tiempo.

ABEL. ¡Jolín qué tías! Tampoco hace falta que os pongáis así.

JENNIFER. Como es Navidad, pensábamos que íbamos a hacer algo diferente.

ALBERTO. ¿Cómo qué? ¿Calceta?

SARA. Mira que eres machista.

ERIKA. (Señalando el Belén y dirigiéndose a Elías.) ¡Andá! ¡Qué portal más guay! ¿Lo estabas montando?

ELIAS. Sí, empecé ayer con mi madre, pero como está muy ocupada lo montamos por etapas.

MARÍA. ¡Tengo una idea! ¡Podríamos terminar de montar el belén!

ELIAS. –Ni hablar; si rompemos una figura, mi madre me mata. Es un belén que perteneció a su madre, que perteneció a su abuela, que perteneció a su bisabuela, y así hasta el Cid Campeador por lo menos.

ÓSCAR. Pues, hombre. A mí no me parece tan mala idea.

ELIAS. ¡Ni hablar!

ÁLVARO. Total aunque se rompa una figura…

ELIAS. (Mirando a Álvaro.) Pero estás tonto o qué.

ABEL. Por qué no le pides permiso a tu madre a ver si nos deja.

JAVI. Eso, eso, a lo mejor no le importa. Yo cuelgo la play y punto.

JENNIFER. Venga hombre, llama a tu madre.

ELIAS. Está bien. Por probar… ¡Mamá!

(Se oye una voz en off.)

VOZ EN OFF. Dime, Elías.

ELIAS. ¿Puedo montar el belén con mis amigos?

VOZ EN OFF. Sí, pero tened cuidado. Pieza rota, día sin salir.

ELIAS. (A sus amigos.) Ya habéis oído. Si en algo apreciáis la vida, tratar las piezas con el máximo cariño.

(Se acercan todos al belén.)

SARA. Se me ocurre que mientras ponemos las figuras, podríamos comentar qué representan cada una de ellas…

ALBERTO. Me parece buena idea. (Coge un pastorcillo. Algunos meten la mano, sacan más pastorcillos y los colocan.)

ERIKA. ¿Qué hacían los pastores esa noche? ¿Cómo serían?



INTERVENCIÓN MUSICAL INFANTIL



ESCENA SEGUNDA


(Aparecen otra vez alrededor del belén, colocando las figuras.)

ÁLVARO. (Cogiendo la figura de María.) Ésta representa a María, la madre de Jesús.

MARÍA. Yo me llamo como ella. ¿Sabéis qué significa el nombre de María?

JAVI. A mí me suena a galleta.

JENNIFER. Tú no piensas más que en jugar a la play y en comer.

ÓSCAR. (Con desgana.) A ver, ¿qué significa?

MARÍA. Significa “amada”.

ABEL. Fue una mujer muy buena. Dios la quería mucho.

ELIAS. (Sacando la figura de José.) Mira, éste es José, el padre de Jesús. Fue carpintero. Seguro que hacía unas mesas chulísimas.

SARA. ¿Alguien sabe qué significa el nombre de José?

ALBERTO. ¡Jo, maja! Esto parece un examen. Yo qué sé.

ERIKA. Yo lo sé, yo lo sé, significa “aumento”. Lo sé por un tío mío que es diácono en la Iglesia y se llama José, y siempre nos está dando la vara con el significado de su nombre.

MARÍA. Da la idea de crecimiento, ¿no?

JAVI. También fue un hombre formidable. Cuidó y protegió a su familia.

JENNIFER. (Sacando la figura del niño Jesús.) Y éste es el niño Jesús. Lo voy a poner en la cunita.

ÓSCAR. (Con ironía.) Bueno. A vosotras jugar a muñecas se os da muy bien.

SARA. ¡Qué gracioso! ¡Mira cómo me río!

ABEL. Va, en serio. ¿Alguien sabe qué significa el nombre de Jesús?

ELIAS. Yo lo sabía, pero no me acuerdo.

SARA. ¡Toma, y yo! Pero tampoco me acuerdo.

ALBERTO. Si alguien lo sabe que lo diga.

ERIKA. A mí me suena que significa “redentor” o algo así.

ÁLVARO. Pues significará “algo así”, porque redentor no me suena.

MARÍA. (Dirigiéndose a Elías.) Elías, ¿por qué no preguntas a tu madre?

ELIAS. Vale, vale. Mamá, ¿qué significa el nombre Jesús?

VOZ EN OFF. “Salvador”, hijo. Significa “Salvador”.

JAVI. Pues el nombre le viene que ni pintado, porque es el Salvador del mundo.

JENNIFER. Y ahora en Navidad, celebramos pues, el nacimiento de nuestro Salvador.

ÓSCAR. Esto es lo más importante. Celebrar el nacimiento del Salvador. La comida, la fiesta, los banquetes, los regalos, no tienen importancia comparado con esto.

ABEL. Es verdad. En Navidad deberíamos pensar en Jesús, que nació, vivió, murió y resucitó por nosotros.

ELIAS. Bueno, ya está todo montado. Me lo he pasado muy bien y además he aprendido algunas cosas. La más importante, que Jesús nuestro salvador, que nació en Belén y que ahora está en el cielo, vendrá a buscarnos para estar con él para siempre. ¿No es así, chicos?

(Hacen como que siguen montando el belén y se apagan las luces.)

Su estrella hemos visto

30 Minutos y 22 Personajes. Dios tenía un plan preparado para salvar a la humanidad del pecado. Las estrellas desde la eternidad guiarán a los magos al portal de Belén para adorar al redentor.


SU ESTRELLA HEMOS VISTO


PERSONAJES

NARRADOR
EVA
ADÁN
ESTRELLA 1
ESTRELLA 2
ESTRELLA 3
ESTRELLA 4
AFA C
ANA
MARÍA
ÁNGEL
MELCHOR
GASPAR
BALTASAR
ESTRELLA DE BELÉN
VOZ EN OFF
NIÑO
ABUELO
PASTOR 1
PASTOR 2
JOAZAR
SIMÓN




ESCENA I - La Creación


NARRADOR. En el cuarto día de la creación del mundo dijo Dios: “Que haya luces en el firmamento, que alumbren la tierra y separen el día de la noche, y que sirvan también para señalar los días y los años... Y así fue, Dios hizo las dos luces: la grande para alumbrar de día y la pequeña para alumbrar de noche. También hizo las estrellas. Dios puso las luces en el firmamento para alumbrar la tierra de día y de noche, y para separar la luz de la oscuridad. Y vio que todo estaba bien. De este modo se completó el cuarto día.

(Música “Danza de los miritones”. Entran las estrellas al compás de la música. Al terminar la música, las estrellas se colocaran fijas.)

EVA. Mira qué hermosas lumbreras puso Dios en el firmamento. De día tenemos el sol y de noche la luna y estas hermosas estrellas que nos alumbran.

ADÁN. El amor de nuestro Dios está expresado en cada cosa que creó para nosotros. Mira nuestro alrededor, si caminamos, está la suave pradera adornada de flores aromáticas, de ella se empinan los esbeltos arboles, y si alzamos nuestras frentes, vemos este cielo estrellado. Todo cuenta la gloria de Dios y la obra que salió de sus manos.

EVA. En todo encontramos armonía que habla de un conocimiento y una sabiduría infinitos. La cual proviene de nuestro creador...

(Se retiran caminando lentamente mientras que prosigue el narrador.)

NARRADOR. Y en el principio todo era perfecto, mas pasó el tiempo y la humanidad se apartó de Dios, desobedeció a su creador. Su destino ahora era una muerte eterna... Hasta que después de 4000 años: la humanidad volvió a tener esperanza, Jesús había encontrado una vía de escape para el hombre perdido.


ESTRELLA 1. (Suspira.) Han pasado 4000 años desde que estamos en este lugar.

ESTRELLA 2. Sí, y desde entonces no he parado de disfrutar del firmamento.

ESTRELLA 3. (Despistada.) ¿Ya han pasado 4000 años? Para mí han sido 4 minutos.

ESTRELLA 4. ¿En que galaxia vives? Siempre tan despistada.

ESTRELLA 2. En todo este tiempo... ¿Qué habrá sido del hombre?

ESTRELLA 3. ¿El hombre? ¿Era algún planeta, galaxia, estrella?

ESTRELLA 1. La humanidad, acuérdate que fue creada dos días después que nosotras.

AFA C. Ellos son del planeta donde está Lucifer en este momento ¿Recuerdan ese día cuando lo vimos pasar por aquí junto con millares y millares de ángeles? Bueno, En este momento todo el universo está pendiente por el destino final de esos seres creados. Nosotros que estamos tan lejos no sabemos nada. Pero sé que nuestro creador no deja a sus criaturas, sin duda hay un plan de salvación.

(Se cierra la escena con una música a doc.)


ESCENA II


ANA. María, mi hija ¿qué tienes? ¿Por qué estas tan pensativa?

MARÍA. No lo sé, madre mía. Aquí, hondo, en el secreto de mi corazón, siento... siento alegría por algo... que va a llegar, no te sabría explicar pero me infunde gozo... y miedo.

ANA. Yo lo comprendo, hija mía. Estás pensando en el matrimonio que se acerca día tras día.

MARÍA. No es eso, madre querida... no es un amor terrenal... tiene dulzor celestial. Si estoy dormida, en mi sueño veo a toda la legión sagrada pasar delante de mí. Al despertar, en la quietud de mi estancia adivino la presencia de una santa majestad...

ANA. ¿Estarás enferma, acaso?

MARÍA. No, madre, me siento bien.

ANA. ¿Quién nos podría dar un buen consejo? Cuando regrese tu padre del templo, se lo diré...

MARÍA. ¿Para qué preocuparle, si no es ningún mal?

ANA. Deben ser cosas de tu edad... y doncellez.

MARÍA. O del cielo...

ANA. Dios solo sabe, hija mía. (Pausa.) Bien, voy hacer el pan, vuelvo pronto.

MARÍA. Ve en paz.


(Al quedar sola, vuelve a su trabajo y a su actitud de ensimismada. Se percibe una suave música. Aparece el Angel.)

ÁNGEL. ¡Salve, muy favorecida, pues el Señor es contigo, bendita tú entre todas las mujeres!... gracia en sus ojos hallaste, y Él, en su infinito conocimiento hará nacer al Hijo Eterno del Padre... Su nombre será Jesús, y le dará el Señor Dios un trono, y ÉL reinará en la casa de Jacob... será un nuevo reino que jamás será destruido.

MARÍA. Pero, ¿cómo será esto? (Turbada.) Yo soy doncella.

ÁNGEL. El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el santo ser que va a nacer será llamado Hijo de Dios. Pues nada hay imposible para Dios.

MARÍA. Aquí está la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra.

ÁNGEL. Queda en paz.

MARÍA. (Al quedar sola, mirando al cielo.) ¡Eterno Dios de Israel! Tu sierva escuchó tu mandato, confiada, en ti esperaré.

MÚSICA




ESCENA III - El encuentro


MELCHOR. Mientras estudiamos los cielos tachonados de estrellas, tratando de escudriñar el oculto misterio de sus brillantes derroteros, contemplamos la gloria del Creador. La ciencia me ha enseñado a estar atento a la voz que sale de la presencia del alto y sublime Dios.

BALTASAR. Yo desde el lejano Egipto los astros estudié. Contigo me junto, hermano, en fe, amor y presentir.

MELCHOR. Sin duda, el espíritu de Dios nos ha juntado para estudiar juntos las profecías milenarias que desde mi infancia aprendí.

GASPAR. (Llega.) ¡Paz a vosotros! La noche, el cielo, su augusta paz, sobre vosotros repose...

BALTASAR y MELCHOR. ¡Paz!

GASPAR. Baltazar, Melchor, para encontrar un conocimiento más claro, he traído estas escrituras hebreas, aunque en nuestras tierras tenemos escritos proféticos que nos anuncian la llegada del Mesías que ha de venir, estos escritos nos revelan el advenimiento del Salvador más claramente. (Con solemnidad.) Hermanos míos, con gozo les puedo decir que su venida está cercana, todo el mundo quedará lleno del conocimiento de la gloria de Jehová.

BALTASAR. Si el espíritu de Dios nos ha llamado para estudiar las profecías, que sea él quien nos guíe.

TODOS. ¡Así sea!



ESCENA IV - La aparición de la estrella de Belén


(Las estrellas están moviéndose, disfrutando del firmamento. De repente, en medio de ellas.
Aparece la estrella de Belén. Todas la rodean curiosas y comentan entre sí.)


ESTRELLA 3. Mírala bien, debe ser una enana blanca.

ESTRELLA 1. ¿No será una nova?

ESTRELLA 4. Se parece mucho a Sirio, es muy brillante.

ESTRELLA 2. Yo le daré la bienvenida (se dirige a la estrella de belén.) Hola, bienvenida a nuestra constelación. Eres una estrella muy distinta... tu brillo tiene algo especial. Nunca habíamos visto una estrella así

ESTRELLA DE BELÉN. Mis propósitos vienen del tercer cielo. Ustedes lucen muy hermosas en el firmamento, alumbran la oscuridad del firmamento con su brillo. Pero yo no vine a eso, mi misión es servir por señal la llegada de aquel que resplandece en la oscuridad, aquel que es la esperanza de un pueblo que anda en tinieblas, aquellos que moran en la Tierra de sombra de muerte, luz resplandecerá sobre ellos.

ESTRELLA 3. ¿La Tierra?

(Comentan entre ellas.)

ESTRELLA 1. Nosotros sabemos que los hijos de Dios que viven en la tierra están separados de nuestro Creador por el pecado que entró.

ESTRELLA DE BELÉN. Así es, pero el tiempo se ha cumplido, Dios enviará a su Hijo para que la humanidad, se reconcilie de nuevo con su Creador

ESTRELLA 2. Siempre supimos que nuestro Creador idearía un plan para rescatar a sus criaturas.

ESTRELLA 1. Esto es la demostración del amor infinito de nuestro Creador.

ESTRELLA 3. ¡Contadnos cómo ha sucedido esto!

ESTRELLA DE BELÉN. El plan de salvación fue hecho mucho antes de la caída de Adán y Eva. Fue una manifestación de los principios que desde edades eternas habían sido el fundamento del trono de Dios. El Creador no ordenó que el pecado existiese, sino que previó su existencia, e hizo provisión para hacer frente a la terrible emergencia. Desde el principio, Dios y Cristo sabían de la apostasía de Satanás y de la caída del hombre seducido por el apóstata. Todo comenzó cuando Lucifer, el querubín protector, deseó ser el primero en el cielo. Trató de investir al amante Salvador, así engaño a los ángeles, consiguió que se uniesen con él en su rebelión contra Dios, y la noche de la desgracia se asentó sobre el mundo.

ESTRELLA 1. Nosotras estábamos ahí cuando Lucifer fue expulsado junto con los miles de ángeles que se habían unido a él.

ESTRELLA DE BELÉN. La tierra quedó obscura porque se comprendió mal a Dios. A fin de que pudiesen iluminarse las lóbregas sombras, a fin de que el mundo pudiera ser traído de nuevo a Dios, había que quebrantar el engañoso poder de Satanás. Esto no podía hacerse por la fuerza. El ejercicio de la fuerza es contrario a los principios del gobierno de Dios; él desea tan solo el servicio de amor; y el amor no puede ser exigido; no puede ser obtenido por la fuerza o la autoridad. El amor se despierta únicamente por el amor. El conocer a Dios es amarle; su carácter debe ser manifestado en contraste con el carácter de Satanás. En todo el universo había un solo ser que podía realizar esta obra. Únicamente aquel que conocía la altura y la profundidad del amor de Dios podía darlo a conocer. Sobre la oscura noche del mundo, debía nacer el sol de justicia, trayendo salud eterna en sus alas.

VOZ EN OFF. “Porque de tal manera amo Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en el cree no se pierda, sino que tenga vida eterna.”

(Música especial.)



ESCENA V - ¡Vamos pronto adoradle!

BALTASAR. ¡Qué extraño está el firmamento! Hay misterio en esa estrella, algo grande nos avisa; tal como lo dijo el profeta de Israel. Sabios del oriente el tiempo es cumplido. ¡Bendito el rey de la gloria! Iremos pronto a adorarle.

GASPAR. (Revisa los pergaminos.) Y como dice la profecía de Balaam: “Saldrá estrella de Jacob, y levantarase cetro de Israel” (Pausa.) Sin duda esta extraña estrella ha sido enviada como precursora del Prometido.

MELCHOR. (Pensativo, pausa.) Hermanos míos, hace unos días atrás, la luz de la verdad enviada por el cielo se presentó ante mí en sueños, pero la he comprendido en este momento. Esta estrella nos es señal que anuncia la venida del Mesías ¡EL HIJO DEL ALTÍSIMO!

BALTASAR. Tenemos la estrella como señal externa, pero más poderosa es la evidencia interna del Espíritu Santo que está impresionando nuestros corazones y nos inspira esperanza.

GASPAR. ¡Miradla, miradla! Cada vez centellea y forma en mí augurio del evento más glorioso que en el mundo ha sucedido.

BALTASAR. Nacimiento del Mesías Rey de Reyes y Señor de Señores, Hijo del Altísimo.

MELCHOR. Hijo del Altísimo. Tienes razón, Baltasar. Marchemos diligentes, llevaremos nuestros dones, yo le ofrendaré mi oro, como el más rico tesoro.

GASPAR. Yo le llevo el incienso, homenaje al Dios glorioso.

MELCHOR. Yo le llevo la mirra pura, simbolismo de amargura que en mi corazón lo puso el cielo avisando en mis sueños.

MELCHOR. No perdamos más tiempo, vamos a adorar al rey del cielo que ha nacido.

GASPAR. ¡Sí, vamos pronto!

VOZ EN OFF. Así como por la fe Abraham salió al llamamiento de Dios, sin saber dónde iba, estos gentiles salieron para hallar al salvador prometido. En el oriente abundaban las cosas preciosas, y los magos no salieron con las manos vacías. Era costumbre ofrecer presentes como acto de homenaje a los príncipes, y los magos llevaron los más ricos dones de su tierra como ofrenda a Aquel en quien todas las familias de la tierra iban a ser bendecidas. Era necesario viajar de noche a fin de poder ver la estrella; en cada descanso, escudriñaban las profecías; y se afirmaban en ellos la convicción de que eran guiados divinamente.




ESCENA VI - Los Pastores de Belén


ESTRELLA DE BELÉN. Fue tal el amor de nuestro Creador, que dio a su hijo para que llevase todos los pecados de los hombres y muriese por ellos. El hijo del altísimo fue entregado para que llegase a ser miembro de la familia humana, y retuviese para siempre su naturaleza humana.
Dios adoptó la naturaleza humana en la persona de su Hijo, y la llevó a lo más alto del cielo. Es el hijo del hombre ahora quien comparte el trono del universo. Es el hijo del hombre cuyo nombre será llamado: ADMIRABLE, CONSEJERO, DIOS FUERTE, PADRE ETERNO, PRINCIPE DE PAZ.

NIÑO. Abuelo, ¡qué misterios esconde la noche!

ABUELO. Misterios que oprimen mi corazón con un extraño gozo.

(El niño pone unas ramas secas en la fogata.)

PASTOR 1. Es una noche serena, una dulzura infinita de todo se desprende.

NIÑO. ¡Oh, mirad aquella estrella! Parecen voces de ángeles, ¡mirad qué iluminada está!

PASTOR 2. ¡Escuchen! ¿Será del cielo ese cantar?

ABUELO. ¡Del cielo es ese cantar! ¿Qué duda cabe?

ÁNGEL. ¡Paz, no temáis! Pues he aquí que os doy nuevas de gran gozo, ¡no os turbéis, no huyáis de mí! ¡Ha nacido el Señor, el deseado, el Mesías! Por tanto levantaos, id a Belén y hallaréis un humilde establo y en el pesebre hallaréis al Hijo del Dios del cielo vuestro Mesías y rey que nace en gloriosa alborada. (Se retira.)

PASTOR 1. ¡Vamos a anunciarles a los otros pastores que el ángel del señor se nos ha aparecido! Y nos ha hablado de que Cristo el Señor hoy ha nacido.

ABUELO. Cumpliose la profecía, mis ojos podrán ver a quien nos trae redención. ¡Vamos!




ESCENA VII


BALTASAR. ¡Cuantos días de camino tras la estrella misteriosa, en pos del incierto destino... mas la vocación gloriosa que Dios ha infundido en mí presiente la maravilla que ha de venir.

MELCHOR. ¡Mirad! La estrella que nos ha guiado durante todo el camino se detuvo sobre la hermosa ciudad de David. ¿Será éste el fin del viaje desde nuestras lejanas tierras?

GASPAR. Ha desaparecido, preguntemos en el templo y compartamos gozosos las buenas nuevas que trae esperanza a nuestros corazones.

(Se dirigen donde están los sacerdotes.)

MELCHOR. Paz a vosotros, hombres de Jerusalén. ¿Dónde esta el Rey de los Judíos que ha nacido? “Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.”

SIMÓN. (Se miran, quedan perplejos.) Nosotros no sabemos de qué hablan.

BALTASAR. Pero el Mesías de Israel, esperado desde hace tanto tiempo, ha nacido, nosotros lo hemos estudiado en las profecías.

SIMÓN. Miren, señores extranjeros, no sabemos exactamente de qué tierra son, pero nosotros conocemos muy bien las escrituras. Mi nombre es Simón, doctor escriba de la ley y miembro del sanedrín. Y él es Joazar, un sumo sacerdote y hoy no ha nacido ningún rey ¿Qué es lo que están diciendo?

(Se miran confundidos.)

GASPAR. Su estrella hemos visto en el oriente, ella nos ha guiado... seguiremos nuestro camino.

(Se retiran.)

SIMÓN. (Con desprecio.) ¿Qué han de venir estos gentiles pecadores a decirnos que nació el Mesías?


JOAZAR. (Con tono burlón.) Dijeron que habían visto una estrella que los guiaba.

SIMÓN. Gracias a Dios soy judío y tengo una buena educación para no tener que andar creyendo esas cosas.

JOAZAR. Además, si hubiera nacido el Mesías, nosotros lo sabríamos. ¿Cómo podríamos ignorar el tiempo de su aparición?





ESCENA VIII

BALTASAR. ¿Será posible? Todavía no puedo creer que nadie allí supiese del recién nacido rey. (Al cielo.) Señor Jehová, hasta este lugar hemos llegado y sé que un misterio sagrado encierra ese iluminar.

GASPAR. Las buenas nuevas que queríamos compartir con estos hombres de Israel, han quedado en asombro y confusión para nuestros corazones.

MELCHOR. No se preocupen, hermanos míos, si la estrella de Jehová nos ha guiado hasta acá, él en su misericordia, proveerá para nosotros el camino que hemos de seguir.

BALTASAR. ¡Ved la estrella que perdida estaba, ha vuelto a brillar!

GASPAR. Ella nos guiará y al Rey adoraremos.

(Entran los pastores.)

BALTASAR. Mirad, hermanos míos, aquellos pastores que se aproximan. Preguntémosle si saben el lugar donde ha nacido el niño, Hijo del altísimo.

(En esta escena aparecen los pastores con los pastores más pequeños.)

MELCHOR. ¡Paz! Buenos hombres, de lejos hemos venido para ver el rey que ha nacido. ¿Le habéis visto o sabéis por ventura donde poder encontrarle?

PASTOR 1. ¡Paz, noble viajero! Estábamos en aquel monte cuidando nuestras ovejas cuando el aire se llenó de cantos celestiales, aleluyas se escuchaban y entonces el ángel de Jehová nos anunció que el Mesías ha nacido en Belén, nos dijo que lo hallaríamos en un humilde pesebre. No los conozco, nobles viajeros, pero vuestra causa es noble, si quieren ver al Mesías, vengan con nosotros.

BALTASAR. Ahora sabemos realmente que el espíritu de Dios nos ha guiado hasta aquí para poder llegar a adorar aquel niño. ¡Vamos pronto sin tardar!



ESCENA IX - El nacimiento


ÁNGEL. En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Y aquel verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros y vimos su gloria, gloria como el unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.

(Aparece María y José, acomodan al niño. Llegan los ángeles.)

TODOS LOS ÁNGELES. “Gloria a Dios en las alturas y en la Tierra paz; buena voluntad para con los hombres”.

ÁNGEL. “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre ADMIRABLE, CONSEJERO, DIOS FUERTE, PADRE ETERNO, PRINCIPE DE PAZ.

(Comienza la canción del “tamborilero”. Después de tocar la primera vez.)

ÁNGEL. Ha nacido el niño Dios, tú también puedes a entregar tu ofrenda a Jesús.

(Llegan los reyes magos primero, le siguen los pastores. Ésta es una escena muy solemne.)

MELCHOR. Éste es el rey de Israel que limpiará todos los pecados.

BALTASAR. No sabíamos lo que nos esperaba al venir a este establo creí que estaban equivocados (señala a los pastores), pero ahora veo la justicia de todo, no hay mejor lugar.

GASPAR. (Asiente con la cabeza.) No en gloria, sino en humildad.

MELCHOR. Acepta estas pobres muestras de alabanza. Incienso: para perfumar al todo poderoso.

BALTASAR. Oro, para el rey.

MELCHOR. Mirra: La más preciosa hierba del oriente y la más amarga. (Esto último significa que Jesús iba a morir por nosotros.)

PASTOR 1. En una noche estrellada, nació nuestro Salvador. Fue una noche gloriosa, pues vislumbramos una luz de esperanza para todos nosotros. (Canta “Noche gloriosa”.)

ÁNGEL. Yacía el mundo en oscuridad, pero Jesús, la estrella de la mañana ha brillado. Para el niño es paz, y es paz al anciano y es la libertad para el pobre esclavo. ¿Quién ciego camina? ¿Quién perdido va buscando la senda que no sabe hallar? Mire hacia el pesebre, mire hacia la cruz; que al ver al Dios Hombre, luz obtendrá.

(Música de marcha. Aquí los personajes empiezan a salir por el medio. Los últimos son José y María. La escena se centra en la estrella de belén.)

ESTRELLA DE BELÉN. Este fue el acontecimiento más grande del universo, el cual será dado a conocer a todas las potestades de las regiones celestiales, que será estudiada por los siglos de los siglos. Ahora las acusaciones de Satanás quedan refutadas y su carácter desenmascarado. La rebelión no podrá nunca volverse a levantar. El pecado no podrá nunca volver a entrar en el universo. La obra de la redención estará completa. Donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia de Dios. La tierra misma, el campo que Satanás reclama como suyo, ha de quedar no solo redimida sino exaltada. Aquí, donde el Hijo de Dios habitó en forma humana; donde el Rey de Gloria vivió, sufrió y murió; aquí, cuando renueve todas las cosas, estará el tabernáculo de Dios con los hombres, “morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y el mismo Dios será su Dios con ellos”. Y a través de las edades sin fin, mientras los redimidos anden en la luz del Señor, le alabarán por su Don inefable. EMMANUEL; DIOS CON NOSOTROS.


MUSICA “EL ALELUYA DE HAENDEL”

La madre es muy exigente

10 Minutos y 2 Personajes. Dos chicas se quejan de sus madres pero al final, si tuvieran que elegir a una madre volverían a elegir a la suya.


LA MADRE ES MUY EXIGENTE




PERSONAJES

MELISA
ESTEFANÍA


(Las muchachas entran juntas, pasan cruzando suavemente mientras hablan)

MELISA ¿Tú piensas que tu mamá sea exigente? Mi madre me hace limpiar mi habitación aún cuando no esperamos visitas.

ESTEFANÍA. Mi madre me hace quitar las manchas del teléfono, aún cuando nadie más necesita usarlo.

MELISA (Manos sobre caderas, imitando.) ¡Usted podría sembrar papas debajo de esa cama, jovencita!

ESTEFANÍA. (Manos sobre caderas, imitando.) ¡Hay otras personas en esta familia, jovencita!

AMBAS. ¡Madre!

MELISA ¿Aún tu madre te da una escupidera?

ESTEFANÍA. Y justamente en público. “Tienes algo en tu barbilla” (lo demuestra, se lame, con los dedos pretende quitar el tizne o la mancha restregando la barbilla de MELISA)

MELISA (Lo demuestra, se lame, con los dedos pretende quitar el tizne o la mancha restregando la barbilla de ESTEFANÍA.) “Aquí, déjame limpiártela”.

AMBAS. ¡Madres!

MELISA Y ¿por qué yo parezco tener la única madre en el pueblo que insiste en despedirse con un beso cada vez que me deja en la escuela?

ESTEFANÍA. Y cuando ella me recoge.

MELISA En los labios.

ESTEFANÍA. Justo frente al chico que estoy tratando de impresionar.

AMBAS. ¡Madres!

MELISA Yo perdonaría a tu mamá el no hablar de la talla de tu ajustador en la reunión familiar (cruzándose los brazos frente al pecho.)

ESTEFANÍA. ¿Qué te parece en la pizzería? Justo frente a otros 14 jugadores de fútbol (cruzándose los brazos frente al pecho.)

AMBAS. ¡Madres!

ESTEFANÍA. ¿Y cuántas veces le he dicho a mi madre que estoy muy vieja para llevar panties de los ositos?

MELISA ¿Y qué decir de las panties Mickey Mouse?

ESTEFANÍA. ¿Y el Pato Donald?

AMBAS. ¡Madres!

ESTEFANÍA. ¿Realmente mi madre piensa que seré mejor ciudadana si aprendo a sacar la basura sin recordármelo?

MELISA ¿Hay alguien más en la escuela completa cuya madre insista en acompañarla a CADA actividad de muchachos SOLTEROS de la escuela?

ESTEFANÍA. ¿Te arrastra tu mamá a todos esos banquetes Madre-Hija?

MELISA ¿Y qué hay con todo este compromiso madre-hija?

AMBAS. ¡Madres!

ESTEFANÍA. "Come tus vegetales, son buenos para ti."

MELISA "No te inclines, siéntate derecha."

ESTEFANÍA. "Di por favor."

MELISA "Di gracias.”

ESTEFANÍA. "Haz tu quehacer."

MELISA "Tú no vas a usar ESE vestido para la iglesia, ¿verdad?”

AMBAS. ¡Madres!

ESTEFANÍA. Si tú pudieras escoger una madre en todo el ancho mundo, ¿cómo la escogerías?

MELISA Mi Mami.

ESTEFANÍA. Yo también.

MELISA Yo no cambiaría ni una cosa.

Sala de Terapia Intensiva

10 Minutos y 3 Personajes. Un joven en su lecho de muerte acepta a Jesús como su Salvador.


SALA DE TERAPIA INTENSIVA

PERSONAJES

DOCTOR
ENFERMERA
JOVEN
VOZ EN OFF


ESCENOGRAFÍA

(Constará con 2 partes adyacentes: una parte será la enfermería, la otra será la sala de terapia intensiva donde se encontrará el joven internado.)



(Con el telón cerrado se escucha un automóvil a alta velocidad y seguido de esto un accidente de tránsito. Se abre el telón. El doctor está con el joven, lo mira por última vez; va a la enfermería. Agarra su saco ya para irse a su casa.)

DOCTOR. Adiós, Carolina.

ENFERMERA. Adiós Doctor, que le vaya bien.

(El doctor ya saliendo, queda pensando, se da vuelta y dice a la enfermera.)

DOCTOR. En verdad me apena el joven accidentado... (Pausa.) Nosotros hicimos lo mejor que pudimos, pero me temo que morirá antes del amanecer.

ENFERMERA. Pero, ¿cómo es posible? ¡Si usted dijo que todo está bien y también dijo al joven que todo está a su favor y que sobrevivirá!

DOCTOR. Él está luchando por su vida y no hay razón para alterarlo. En algunas horas más quedará inconsciente y ni se va dar cuenta de que se está muriendo...

ENFERMERA. (La enfermera un tanto exaltada) ¿Por qué no se lo dice, doctor? Tal vez tenga algo que ordenar todavía en su vida.

DOCTOR. (Moviendo negativamente la cabeza.) No, es más fácil para él si no lo sabe. (Ya se retira el doctor, puede ponerse el saco. Y antes de salir le dice a la enfermera.) Si quiere, dígaselo usted.

(La enfermera queda pensando un momento sentada en su escritorio, después se levanta y se va a ver al joven.)

JOVEN. ¡Qué lindo gesto de su parte, enfermera, venir a verme…! Usted también escuchó al doctor decir que me voy a salvar de ésta. ¡Por favor, avísele a mi madre para que no se preocupe por mí!

ENFERMERA. (La enfermera guarda silencio un instante hasta que se anima.) Temo que el doctor te dio una falsa esperanza Andrés, tus lesiones son más graves de lo que se pensó a primera vista...

JOVEN. (Sobresaltado.) ¡¿Me dice usted QUE ME VOY A MORIR?!

(La enfermera sólo agacha la vista y guarda silencio.)

JOVEN. ¿Cuánto tiempo me queda?

ENFERMERA. (Se toma unos segundos y con voz triste…) No puedo ocultarte la verdad: te están quedando un par de horas. Según el doctor será antes del amanecer...

JOVEN. (Exclama desesperado.) Pero... ¡Yo no estoy preparado para la muerte, enfermera! ¡Yo no me puedo morir! ¡No estoy preparado!

(Silencio.)

JOVEN. (Un poco más calmado y con tono suplicante.) ¿Qué debo hacer para ser aceptado por Dios? ¿Qué tengo que hacer para ser salvo?

ENFERMERA. (Con desconcierto.) Yo no lo sé Andrés, ni sé cómo yo puedo poner en orden mis cosas...

JOVEN. ¡Ore por mí! Por favor, enfermera, ¡ore por mí!

ENFERMERA. (En un tono triste.) Yo no sé cómo se ora, ¡jamás lo hice! (Piensa un instante.) ¿Sabes lo que voy a hacer, Andrés? Si a vos no te molesta, voy a permanecer esta noche junto a ti y te voy a leer algo de la Biblia.

JOVEN. Sí, enfermera, ¡por favor, hágalo!

(La enfermera se va al cuarto de al lado y saca de su escritorio una Biblia, la limpia pues como no se usa está sucia. Se sienta al lado del joven y comienza a hacer como que lee y va avanzando las páginas.)

VOZ EN OFF. La enfermera abrió la Biblia sin mirar dónde... y comenzó a leer el Evangelio según San Juan. Ella leyó con suave y tranquila voz de un hombre que vino de noche a Jesús buscando respuestas a sus inquietantes preguntas. También leyó del gran amor de Dios a todo el mundo; de una mujer que encontró en Jesús el agua que calmó su sed interior; de un paralítico que fue sanado por Jesús... ella leía con voz clara y él escuchaba con suma atención. Andrés trataba de encontrar una respuesta a la pregunta: “¿Cómo puedo ser salvo?”, cuya respuesta no conocía y afligía su corazón.

(La enfermera hace una pausa y queda mirando al joven.)

JOVEN. Por favor, siga leyendo... ¡No se detenga!

ENFERMERA. “De cierto, de cierto os digo: Él que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida”. (Juan 5:24)

(Lee esto y mira al joven. La cara del joven ya no está angustiada y preocupada, sino un rostro de alegría, exclama el joven con voz baja pero alegre.)

JOVEN. Déjeme solo, pero venga pronto otra vez; yo le agradezco ¡Le agradezco de corazón!

(La enfermera sale de la sala y se cierra el telón.)

VOZ EN OFF. Ella lo dejó solo, solo por media hora... solo con Dios.

(Se abre el telón, la enfermera se levanta y vuelve al lado del joven, el joven está con una amplia sonrisa en la cara.)

JOVEN. Yo escuché su palabra y la acepto en verdadera fe, creo que el Señor Jesús también cargó sobre sí mis pecados cuando estuvo colgado en la cruz, y que también me aceptó, así como soy, con todos mis pecados. Eso significa: ¡no más muerte para mí, sino vida y vida Eterna! Él me lo ha dado. ¡Yo pasé de la muerte a la vida!

JOVEN. (El joven hace una pausa, y con seriedad dice…) Enfermera, prométame que nos volveremos a ver en el cielo, usted ya no puede decir que no conoce el camino. ¡Por favor, prométamelo!

ENFERMERA. Yo te prometo, Andrés, que no descansaré hasta saber lo que vos sabés ahora.

JOVEN. Dígale a mi mamá que el Señor Jesús me salvó a las once horas, a las once, enfermera.

ENFERMERA. Sí, Andrés, lo haré...

(El joven comienza a desvanecerse, queda como dormido. La enfermera queda sentada a su lado observándolo. Una luz cada vez más fuerte comienza a llenar la sala de terapia intensiva.)

VOZ EN OFF. La Santa presencia de Dios iba llenando la sala de terapia intensiva. La muerte iba extendiendo su brazo, pero este joven aceptó a Jesucristo en verdadera fe como su salvador y redentor, así como dijo Jesús: “El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna, y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida”. Él creyó y se aferró a su salvador... ¡Paz, paz! Fueron las últimas palabras que dijo estando conciente. Rápidamente, así como dijo el doctor, perdió el conocimiento. Ahí estaba acostado el joven, preparado para morir, para ser despertado luego por Cristo Jesús; por el Buen Pastor, que buscó y encontró su “oveja perdida”.

Verdaderamente, ¿quién lo ha crucificado?

5 Minutos y 5 Personajes. Esta obra refleja el comportamiento que muchos de nosotros tenemos o tuvimos y la rebeldía e indiferencia que demostramos o demuestran hacia con Jesús, sin valorar su entrega por amor a nosotros en la cruz del calvario.




VERDADERAMENTE, ¿QUIÉN LO HA CRUCIFICADO?




PERSONAJES

CRISTO
FILÓSOFO
EGOCÉNTRICO
AMARGADO
HIPÓCRITA



PRIMER ACTO

(Esta obra se desarrolla dentro de un solo Acto y en una misma escena.)

(Primeramente se colocan los 5 personajes en forma de semicírculo en el escenario estando Cristo en el centro de los 4 personajes. Todos los personajes se encontrarán congelados en una posición que caracteriza su personaje. El personaje de Cristo se encontrará de espaldas al público con los brazos extendidos como crucificado que mantendrá así hasta terminar la obra. Otra forma de representar al personaje de Cristo es de frente o espaldas pero con la cabeza muy inclinada al frente y los brazos a los costados, como desconectado. Comenzará el filósofo descongelándose.)

FILÓSOFO. (En forma muy metódica.) Es verdad, tú hiciste algo muy fuera de lo común: fuiste capaz de dividir los tiempos en antes y después de ti, el Jesús de Nazaret, el Cristo, pero… ¿Qué si tuviste una vida recta y llena de prodigios o tuviste muchos seguidores? ¿Acaso no los tuvo también buda (agreguen los nombres de los dioses o líderes de sectas o religiones)? No, Jesús, para mí eres uno más aunque digan que resucitaste al tercer día… La verdad yo no lo creo, para mí no hay nada más que lo real, la historia y la filosofía, lo que es palpable y comprobado por estudios de ciencia… ¡Ja! Jesucristo el Salvador, historietas de la gente… (Cuando termina de hablar regresa a su lugar y se congela de nuevo.)

EGOCÉNTRICO. (Con voz de prepotencia.) ¡Ay…! ¡Qué aburrido! Otra vez me hablaron de Jesús el Cristo, que nada puedo hacer sin Él, que lo necesito en mi corazón, y ¡no sé que más…! ¡Ay, por favor! ¡Si todo lo que tengo lo he hecho por mí mismo! ¿Quién estudió para lograr mi título? Yo. ¿Quién me sacó de líos? Yo. Soy muy inteligente y lo que tengo ha sido por mi propia mano. ¿Qué puedo necesitar de ti, Jesús, de una religión? ¿En qué o en quién creer? ¿Para qué? ¿Acaso no me tengo a mí mismo? Puedo creer en mí. De hecho creo en mí ya que ha sido por ello que he logrado todo lo que me he propuesto: yo me compré mi carro, yo me compré la casa, yo trabajo para mantenerme, mi inteligencia me ha llevado muy lejos… ¿A quién o qué necesito? A nadie, me tengo a mí y eso me basta. (Se da una vuelta y vuelve a congelarse.)

AMARGADO. (Se descongela y comienza a hablar con dolor y termina hablando con gran coraje. Este personaje es rebelde.) ¡Jesús! Aquél que me ama, que me comprendía, sí aún recuerdo cuando iba a visitarte a tu casa, al lado de mi familia, pero, ¿qué pasó después, Jesús, cuando por mi trabajo ya no pude asistir y por las tantas actividades me olvidaba de orar o leer tu palabra? ¿Por qué me sentía solo? Y si es cierto, una vez alguien me dijo: “no te alejes del Señor…” Pero, ¿cómo hacerlo? Tú debes comprenderme, tengo mucho trabajo, no me alcanza el día en nada y mi familia ya no es la misma… ¿Dónde estás, Jesús? (Gritando desesperado.) ¿Dónde estás? ¿Dónde estuviste cuando mi familia se desintegró¿ ¿Qué hiciste cuando tuve aquel problema de trabajo? ¿Sabes quién lo resolvió? Yo, sí, yo. ¿Y sabes quién ha sabido salir adelante sin ayuda de nadie? Yo, sí, yo. Te he gritado, te he exigido ¿qué? ¿Todo es a tu tiempo? ¡No! Yo lo necesito ahora, es ahora cuando necesito que mi familia se una, es ahora cuando necesito quitar de mí este dolor que me consume, que hasta mi cuerpo se ha sentido enfermo. ¡Dónde! ¿Dónde estas? ¡¡Jesúuus!! ¿Dónde estás cuando quiero que estés aquí? (Esto último lo dice llorando y desesperado, pero con todo de exigir algo y se congela en una posición de enojo y desesperación, esto puede ser indicado con los brazos doblados y un poco levantados y los puños cerrados.)

HIPÓCRITA. (Se descongela. Éste es un religioso.) ¡¡Nombre!! ¡Qué padre estuvo el concierto de (nombrar cantante o conjunto cristiano)! En serio que me divertí mucho, ¡¡híjole!! Ya van a dar las seis y los chavos de la escuela me invitaron a ir a la disco… ¡Ay! Pero se me olvidaba que hoy hay culto de jóvenes. ¿Quién sabe quién va a venir a predicar para los jóvenes…? ¡Va…! Total casi no salgo con los amigos de la escuela… Además, ¿qué tanto es tantito mientras no me vea alguien de la Iglesia en la disco? Bueno pues si alguien me ve adentro no hay problema porque los dos estamos adentro, pero si alguien se entera o me ve salir a lo mejor me regañan… Pero lo que importa es que al cabo voy y le pido perdón a Jesús y ya sí Él me ama, me perdonará y si no voy hoy a la Iglesia, mañana iré y repondré el día, ¡¡Sí!! Así lo haré. (Regresa a su lugar y se queda congelado con cara de satisfacción.)

CRISTO. (Se voltea hacia el público y extiende los brazos hacia el frente y un poco abiertos.) Verdaderamente, ¿quién me ha crucificado? (Se pone en posición de cruz con el rostro al cielo, mientras los demás personajes se van poniendo de pie, si alguno tomó una postura diferente, y van señalando hacia el público. Los dos que están a la izquierda de Jesús, de izquierda a derecha y los dos que están a la derecha de derecha a izquierda, de tal forma que queden en un punto fijo al final que señalen todo el auditorio hacia el público.)

El pozo

10 Minutos y 7 Personajes. Dos personajes guardan en unos pozos que simbolizan sus corazones cosas distintas hasta que uno de los pozos se va llenando de desperdicios y su agua se va corrompiendo.


EL POZO




INTRODUCCIÓN. ¿Que es lo que afecta mas en nuestra vida, lo que comemos o bebemos o lo que entra en nuestro corazón a través de nuestros ojos y oídos?
Proverbios 4:23 dice: "Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida". En el drama EL POZO vemos cómo influyen las cosas mundanas en la condición espiritual de nuestro corazón.


PERSONAJES

DANY
ERIC
ROCK
VIDEO
CHISME
ODIO
NARRADOR

UBICACIÓN. Los cristianos se ubican al lado de dos pozos imaginarios que representan a sus corazones. Los demás personajes van entrando sucesivamente al escenario llevando como accesorio un balde.


NARRACIÓN

DANY. (Entra al escenario y se acerca a Erica quién está simulando tomar agua de su pozo.) ¡Hola Eric, qué padre encontrarte! ¿Estás aquí para tomar más agua de tu pozo, no? (Él pretende tomar agua de su pozo.) ¿Sabes qué? He estado tomando agua de este pozo durante dos años y nunca he bebido ni una gota de agua todavía.

(Los dos pretenden tomar agua de sus respectivos pozos.)

ERIC. Sí, Dany, esta agua me parece más dulce cada vez que la tomo. (Continúan tomando agua.)

DANY. Más dulce y más dulce conforme pasa el tiempo. Estoy feliz porque mi pozo está tan limpio…

ROCK. (Entra en el escenario llevando un balde.) ¡Hola Muchacho! ¿Este camino va hacia el basurero municipal?

DANY. ¿El basurero municipal? Sí, por ese camino. (Señalando.)

ROCK. Gracias.

ERIC. ¡Espere! ¡Espere! ¿Qué tiene ahí? (Tratando de ver lo que tiene en el balde.)

ROCK. ¡Oh, algo de música "Rock and Roll"! Tengo que llevarla al basurero. (Intenta irse.)

ERIC. (Lo detiene.) ¡Ey, ey…! Basura para uno, tesoro para otro. Realmente yo he estado en el mundo de rock and roll. ¡Mire! ¿Por qué no tira un poquito aquí en mi pozo?

ROCK. ¿De verdad? (Vacía su balde en el pozo.)

DANY. ¡Mira Eric! ¿Piensas que debes poner esos desechos en tu pozo? Son desechos.

ERIC. Solo una o dos canciones no pueden hacerle daño.

ROCK. Bueno, ahí lo tiene. (Sale del escenario.)

DANY. ¡Hum...! Eric, yo no sé si eso fue sabio.

ERIC. Es un pozo grande, que no se da cuenta de nada. (Empieza a pretender tocar la guitarra y canciones muy conocidas.)

VIDEO. (Entra en el escenario llevando un balde.) ¡Ey! ¿Puede uno de ustedes decirme cuánto me falta para llegar al basurero municipal? Esta carga pesa mucho.

DANY. ¿El basurero? Está aquí cerca. No puede perderse.

VIDEO. ¡Oh, gracias! Yo necesito librarme de estos desechos que han empezado a controlar mi mente. (Comienza a salir.)

ERIC. ¡Espere un minuto! ¿Qué tiene ahí?

VIDEO. Nada que a usted le gustaría tener. Es solo mi betamax y esos videos de esas películas terribles.

ERIC. Yo he oído acerca de esas películas. ¿Por qué no tira una o dos de esas aquí? No tengo inconveniente. Realmente podría llegar a disfrutarlo.

VIDEO. Bueno, está bien. Es su decisión. Aquí va... (Vacía su balde en el pozo.)

DANY. ¡Eric, hombre! No necesitas nada de esa basura de la televisión. Esos desechos van a ensuciar tu pozo. Todo ese sexo, violencia y esas cosas.

ERIC. ¡No, Dany! Un poquito aquí y allá no puede hacerme daño. Además es como una gota en el océano. Nunca lo notaría.

DANY. Bueno, no sé...

ERIC. ¡Ey, Dany! ¿Viste esa película en la televisión la noche pasada? Tenían esas muchachas... (Simula dibujar la silueta de una mujer con sus manos.)

DANY. Mira, yo no vi esa película pues no quiero malgastar mi tiempo, ni arruinar mi pozo con basura como esa. Tú debes tener más cuidado de lo que pones en tu pozo, Eric.

CHISME. (Entra en el escenario llevando su balde.) ¡Ey! ¿Este es el camino hacia el basurero municipal?

DANY. Sí, por este camino. No puede perderse. Hay muchas personas ahí en este momento. (Señalando.)

ERIC. ¡Espere un segundo! ¿Por qué esta yendo ahí?

CHISME. Bueno, he estado llevando este chisme calientito por algún tiempo y necesito deshacerme de él.

ERIC. ¡Oooooh! ¿Chisme? Uh… ¿Por qué no pone un poquito aquí en mi pozo? Yo podría orar sobre eso.

CHISME. ¡Oh... bueno! (Levanta sus hombros.) ¿Por qué no? (Vacía su balde y sale del escenario.)

DANY. ¡Eric! ¿Cómo puedes permitir basura tan sucia como esa en tu pozo?

ERIC. ¡Ey! está bien. ¡Solamente quiero escuchar para poder orar! Dany, ven aquí... (Murmurando.) ¿Has escuchado lo que ha estado pasando en la casa del pastor? (Carcajeándose.) Su esposa va a...

DANY. (Pone su mano sobre la boca de Eric.) ¡Espera, Eric! Yo no quiero escuchar ningún chisme acerca de nadie. Pienso que debes buscar lo que Dios piensa de eso. Eric, debes dejar de poner los desechos en tu pozo.

ERIC. Mira, Dany, ¡yo no estoy molestando a nadie...! (Mientras que habla con Dany alguien entra y comienza a vaciar un balde en su pozo.) Además, ¿por qué tienes que ser tan fanático, hombre? Debes ser más liberal.

DANY. ¡Ey, Eric! Alguien está botando algo en tu pozo.

ODIO. ¿Tu pozo? ¡Yo pensé que éste era el basurero municipal!

ERIC. ¡No! El basurero municipal es por ahí. (Señalando.) ¿Qué tiro aquí?

ODIO. Solo un poquito de odio y celos. (Sale del escenario.)

DANY. ¿Ves Eric, la forma terriblemente equivocada con la que has tratado a tu pozo?

ERIC. Deja de estar pisando mis talones. Me cuidas como si fueras mi madre.

DANY. No Eric. Yo estaba tratando de...

ERIC. (Toma agua del pozo de Dany.) ¡Ey! ¿Por qué tienes un pozo mejor que el mío? Los recibimos al mismo tiempo. Probablemente me convenciste de tomar uno que no estaba tan bueno.

DANY. Eric, toma un poquito de agua de tu pozo... adelante, tómalo. (Eric toma agua.)

ERIC. (Escupiendo el agua.) ¡Uh, ésta es agria!

DANY. Por supuesto que es agria, Eric. Es por toda la basura que has puesto ahí.

ERIC. Pero yo solo he puesto un poquito de vez en cuando.

DANY. ¿No ves, Eric? Se requiere de un poquito aquí, un poquito allá y pronto tu pozo entero estará malo.

ERIC. ¿Qué voy a hacer ahora?

DANY. Tienes que dejar de poner basura ahí y llenarlo con cosas buenas, como la Palabra de Dios y oración. Dios dice que de la abundancia del corazón habla la boca. Si dejas de poner cosas malas ahí y comienzas a llenar tu pozo con agua viva, pronto tu agua sabrá dulce otra vez. (Toma agua de su pozo.) Ten, Eric, agua de mi pozo.

ERIC. ¡Humm… Sabe deliciosa!

DANY. ¿Ves? Tomas un trago del agua viva y nunca tendrás sed otra vez.

(Dany y Eric se congelan.)

NARRADOR. Ustedes antes vivían en la obscuridad, pero ahora, por estar unidos al Señor, viven en la luz. Pórtense como quienes pertenecen a la luz, pues la luz produce una cosecha de bondad, rectitud y verdad. Procuren hacer lo que agrada al Señor. No tomen parte en las cosas inútiles que hacen los que son de la obscuridad; mas bien repréndanlas.

Consejos

12 Minutos y 6 Personajes. Terminar con los viejos hábitos y costumbres requiere de ayuda, no de consejo. En Jesús encontraremos la ayuda que necesitamos.

CONSEJOS




PERSONAJES

PREJUICIOSO
HOMBRE
CIENTÍFICO
PSICÓLOGO 1
PSICÓLOGO 2
JESÚS



ESCENARIO

(Dos sillas ampliamente distanciadas encarando al público.)




PREJUICIOSO. (Entra y trata de sentarse en el asiento más cercano.)

HOMBRE. (Entra después de Prejuicios.) Lo siento, pero no puede sentarse allí.

PREJUICIOSO. ¿Perdón?

HOMBRE. No puede sentarse allí.

PREJUICIOSO. ¿Por qué no?

HOMBRE. Ahí es donde me siento yo. Puede sentarse por allá. (Señala.)

PREJUICIOSO. ¿Y cuál es la diferencia?

HOMBRE. Es un hábito, me tengo que sentar ahí.

PREJUICIOSO. ¿Un hábito?

HOMBRE. Sí, me he sentado en esta silla por años. Así que si puede moverse, por favor, yo...

PREJUICIOSO. Estas sillas son idénticas. ¿Qué diferencia tiene en cual se siente?

HOMBRE. Ya le dije, es un hábito.

PREJUICIOSO. Solo porque sea un hábito, no significa que tenga que hacerlo de nuevo, ¿o sí?

HOMBRE. Claro que sí, ¿podría, por favor, salir?

PREJUICIOSO. Usted realmente está obsesionado con sentarse aquí, ¿verdad?

HOMBRE. No, no lo estoy.

PREJUICIOSO. Si no está obsesionado, entonces puede sentarse en cualquier lugar sin que le cause daño, siéntese allá, entonces.

HOMBRE. (Hace silencio, agitado.) ¡Muy bien! Esto no es solo un hábito, estoy obsesionado con sentarme aquí, ¿está contento?

PREJUICIOSO. (Regresa a la otra silla.) ¡No tiene que molestarse, solo preguntaba!

HOMBRE. (se sienta y llora angustiosamente.)

PREJUICIOSO. ¿Qué es lo que pasa, le ocurre algo?

HOMBRE. (Llora.) Sí, me acabo de sentar en una tachuela (llora).

PREJUICIOSO. ¿Lo ve? Eso es lo que las obsesiones le causan. No puedo entender cómo hay personas que se vuelven adictos a algo y se provocan tanto dolor a sí mismos

HOMBRE. (Sigue llorando.) ¡No se quede ahí parado! ¡Haga algo! ¡Me duele, me duele mucho!

PREJUICIOSO. Me encantaría ayudar, pero ya he hecho bastante por usted al hacerle ver su problema. (Saliendo.) Usted tendrá que esforzarse mucho para solucionarlo por su propia cuenta.

HOMBRE. (Llora.) ¡Ayúdenme! ¡Alguien, ayúdeme!

DROGADICTO. (Entra.) Oye, amigo, ¿necesitas ayuda?

HOMBRE. (Llora.) Sí, me senté sobre una tachuela, el dolor es tremendo, ayúdeme, ¡por favor!

DROGADICTO. (Mira para ambos lados.) Oye, amigo, justo me has agarrado en un buen momento. Acabo de conseguirme de las mejores, las efectivas (muestra la funda que contiene las pastillas) o prefieres un método más simple para aliviar el dolor. Tengo vodka, Gin, Bourbon, Scotch, y por supuesto tengo una amplia colección de vinos, tengo tinto, blando, cabernet …

HOMBRE. ¡TODO! ¡Dame todo! El dolor es inaguantable… ¿A cuánto me las dejas?

DROGADICTO. Esas son las buenas noticias, amigo, la primera te la dejo gratis, pero luego de esa corren por tu cuenta. (Le entrega la funda.)

HOMBRE. (Agarra la funda.) ¡Bien! (La abre.) ¡Justo lo que necesito!

DROGADICTO. (Saliendo.) Regresaré mañana para proveerte de más. Trae dinero.

HOMBRE. (Toma la pastilla.) ¡Claro, seguro, lo que digas!

CIENTÍFICO. (Entra usando un mandil de laboratorio.) ¡Oh, no, no hagas eso, por favor!

HOMBRE. (Coge la pastilla.) ¿Que no haga qué? Solo trato de aliviar este dolor.

CIENTÍFICO. Las drogas solo son una solución temporal para un problema permanente. Lo que necesitas es una solución permanente, radical…

HOMBRE. Óyeme, el dolor es insoportable. ¿Qué es lo que pensabas?

CIENTÍFICO. Si tienes tanto dolor, podríamos realizarte una cirugía para eliminar tu dolor, podrías estar libre de dolor el resto de tu vida.

HOMBRE. (Agarra la pastilla.) Eso suena grave. ¿No hay ningún efecto dañino en esa clase de operación?

CIENTÍFICO. Bueno, por supuesto, antes que nada, ¿no tendrás ninguna sensación en el área afectada? Algunas personas que se han hecho esta cirugía se han quemado o cortado accidentalmente, sin siquiera notarlo. Y, desde luego, siempre hay una ligera posibilidad de que la operación te mate.

HOMBRE. (Agarra la pastilla.) Eso sí es grave. No estoy seguro de que esa operación me vaya a servir.

CIENTÍFICO. Bueno, si quitarte la sensibilidad no te sirve, podrías optar por una lobotomía o tratamiento por medio de choques eléctricos para quitar la tensión causada por el dolor.

HOMBRE. (Agarra la pastilla.) ¿Choques eléctricos? ¿Eso no es más doloroso que sentarme en una tachuela?

CIENTÍFICO. ¿Y qué te parece una bio-regeneración o implantes de electrodos?

HOMBRE. (Agarra la píldora.) ¿Implantes? ¿Eso no es cirugía?

CIENTÍFICO. (Saliendo.) Bueno, claro, sin dolor no se gana.

HOMBRE. (Se lleva la pastilla a la boca, luego la regresa a la funda.) ¡Oh, no! Creo que me estoy volviendo adicto a estas píldoras (llora de dolor) ¡Ayúdeme, alguien!

PSICÓLOGO 1. (Entra usando un mandil de doctor.) Entiendo lo que sufres.

HOMBRE. ¡Así es!

PSICÓLOGO 2. (Entra usando un mandil de doctor.) ¿Dónde te duele?

HOMBRE. Me senté sobre una tachuela

PSICÓLOGO 1. Sospecho que tiene tendencias masoquistas.

HOMBRE. ¿Qué están balbuceando?

PSICÓLOGO 2. ¿No se le ha ocurrido a usted que tal vez se sentó sobre la tachuela deliberadamente?

HOMBRE. ¡Está loco!

PSICÓLOGO 1. Observe la negación. Obviamente está reprimiendo algo…

PSICÓLOGO 2. Obviamente es un dolor auto-infligido.

PSICÓLOGO 1. Obviamente asociada con cierta culpabilidad de algún tipo.

PSICÓLOGO 2. Obviamente de alguna índole sexual.

PSICÓLOGO 1. Obviamente para compensar alguna culpabilidad.

HOMBRE. ¿Culpabilidad? ¿Qué culpabilidad? Me senté en una tachuela…

PSICÓLOGO 2. Definitivamente sufre de cierto grado de culpabilidad.

PSICÓLOGO 1. Díganos quién lo lastimó.

HOMBRE. ¿Quién me lastimó? ¡Nadie me ha hecho ningún daño!

PSICÓLOGO 1. ¿Qué le dije sobre la negación?

HOMBRE. ¡No estoy negando nada! Bueno, lo estoy, pero no estoy negando nada que sea verdad…

PSICÓLOGO 2. Muy bien, es negación. ¿Cómo era su relación con su madre?

HOMBRE. ¿Qué tiene mi madre que ver con el hecho de que me haya sentado en una tachuela?

PSICÓLOGO 2. Esta patología esta profundamente arraigada.

PSICÓLOGO 1. Muy profundamente. Creo que deberíamos prescribirle años de psicoanálisis.

PSICÓLOGO 2. ¡Años!

HOMBRE. ¡Oh, ustedes no me ayudan en nada!

PSICÓLOGO 1. (Saliendo.) ¿Qué te dije?

PSICÓLOGO 2. (Saliendo.) Tenías razón. Una negación profundamente arraigada.

JESÚS. (Entra.) Escuché que tenías dolor.

HOMBRE. Me senté sobre una tachuela. Pero no hay nada que pueda hacer. Nadie puede hacer nada.

JESÚS. ¿Has tratado de moverte a la silla que no tiene la tachuela?

HOMBRE. ¡No, no podría hacer eso!

JESÚS. ¿Por qué no?

HOMBRE. He estado sentado en esta silla por años. Es una vieja costumbre que tengo. Siempre estoy diciendo que algún día me sentaré en otra silla, pero siempre regreso aquí.

JESÚS. ¿Sabes que sí tienes una opción?

HOMBRE. ¿La tengo?

JESÚS. Claro que sí.

HOMBRE. No. No hay forma de que pueda cambiar ahora, no después de tantos años

JESÚS. Bueno, tú puedes hacerlo por ti mismo. Necesitas a alguien que te ayude a desarrollar nuevas costumbres.

HOMBRE. (Nervioso agarra la pastilla.) No. Nunca podría desarrollar nuevas costumbres. ¡Nunca! Lo he tratado, simplemente soy incapaz.

JESÚS. Eso es porque nunca te has apoyado en alguien que te ayude a desarrollar nuevos hábitos.

HOMBRE. No hay nadie que pueda hacer eso por mí, todos quieren darme consejos o venderme cosas, pero nadie quiere AYUDARME a cambiar.

JESÚS. Yo te ayudo.

HOMBRE. ¿Me ayudarías?

JESÚS. Por supuesto, vamos… (Extiende su mano.) Inténtalo, solo una vez.

HOMBRE. Bueno, está bien. (Toma su mano y se levanta.) Pero... ¡Oh…! ¡Oh!

JESÚS. ¿Qué pasa?

HOMBRE. ¡El dolor se fue!

JESÚS. Bien. (Lleva al hombre a otra silla.) Ven, probemos otra costumbre.

HOMBRE. Está bien, creo que vale la pena intentarlo. (Se sienta.)

JESÚS. ¿Cómo se siente?

HOMBRE. Algo raro.

JESÚS. ¿Qué quieres decir?

HOMBRE. ¡En realidad tengo una opción! ¡Aunque va a costarme el poder acostumbrarme! Estaba muy cómodo con mi desesperanza.

JESÚS. Hay todo un nuevo mundo que se te abre al descubrir que tienes una opción. (Le ofrece la mano.) ¿Quieres probar más posibilidades?

HOMBRE. (Toma su mano, saliendo.) Claro, en tanto estés allí para ayudarme. Yo no lo puedo lograr estando solo.