La hija que se había perdido

7 Minutos y 4 Personajes. Historia moderna de la hija pródiga.

LA HIJA QUE SE HABÍA PERDIDO
PERSONAJES

PADRE
RUT
GEMA
DON RAÚL


PRIMER ACTO

PADRE. He ordenado todo, hijas, tenemos sobre ruedas: en el aspecto financiero nada nos va a ocurrir, hemos superado todos los obstáculos.

RUT. Papi, mañana mismo nos iremos a depositar la cantidad que te dije, nuestra empresa es una de las más fuertes en el medio.

PADRE. (Abrazándolas.) Gracias a Dios, hijas (mirando a su hija menor). Gema, hija, te veo muy preocupada, ¿es que no te sientes bien?

GEMA. (Tomando silencio.) Papá, deseo hablar contigo algo muy personal y como es personal creo que Rut sobra.

RUT. Bien, los dejo, no quiero estorbar.

PADRE. (Sentándose trata de calmar los ánimos.) Gema, ¿qué tienes que decirme?

GEMA. No sé si te habrás dado cuenta; yo no me siento feliz acá, papa, y aunque no lo creas, sí me afecta no tener a mamá al lado; desde que ella murió, nada ha vuelto a ser igual. Sé que te amo, padre y que tú también me amas, pero eso no llena mi vida. Padre, quiero irme de la casa, quiero mi libertad, sé que esto te parecerá absurdo pero creo que para mí será lo mejor, además, con mi hermana Rut peleo a cada rato y tú a mí me sobreproteges una canción, me esclavizas, me tratas como una niñita y no te das cuenta de que soy una mujer, así que, papá, lo siento y me voy.

PADRE. (Pensativo.) Hija, no sé qué te está pasando, no lo comprendo, que es una mala idea, no sé por qué te vas de casa; aquí lo tienes todo, siempre tuviste todo.

GEMA. (Interrumpiendo.) No todo, papa.

PADRE. Está bien, hijita, está bien; Sé que el cariño que te tengo ha hecho que me comporte como un padre protector, quiero que recapacites hija, yo te amo y siento (intenta abrazarla, Gema le interrumpe).

GEMA. Quiero que me des lo que me pertenece, dame mi herencia, te mostraré que yo también sé hacer dinero, no quiero más tus consejos, padre, déjame ir.

PADRE. (Mira tristemente a su hija.) Está bien, hijita, ahora mismo te firmaré este cheque; aquí está todo lo que te pertenece, y no te preguntaré en qué lo invertirás, puedes hacer lo que quieras con el dinero; una cosa más, aquí en casa, siempre te estaré esperando.

(Gema toma el cheque, lo mira y se sorprende. Se va sin despedirse. El papá se queda solo y apenado.)




ESCENA DOS

(Gema se fue a la capital y se juntó con amigas de mala fama.)

ROSA. Muy bien, Gema, lo hiciste bien, tienes que hacer sufrir a estos sinvergüenzas.

GEMA. Rosa, tengo un problema y quiero compartirlo: cuando salí de casa le dije a mi papa que yo también sabía hacer dinero ¿Por si acaso no conoces un lugar que pueda trabajar y ganar dinero?

ROSA. (Riendo a carcajadas.) ¿Trabajar? ¡Ja, ja! ¿Tú, trabajar? Me das risa, yo te voy a enseñar dinero fácil, muy fácil. (Señalando con el dedo.) ¿Ves aquel lugar?

GEMA. Sí.

ROSA. Es un casino y también tragamonedas; la gente muy a menudo viene por aquí, invierte un poco de dinero y sale millonaria. Gema, con mucha suerte ganarás más dinero de lo que padre ganaría en veinte años. ¿Tú tienes un capital?

(Gema asiente.)

ROSA. Entonces, ven conmigo.

(Gema en un solo día perdió todo lo que tenía; entonces vago por las calles hasta que una persona tuvo misericordia y le dio trabajo.)




TERCER ACTO

(Gema vestida de basurera empieza a trabajar.)

DON RAÚL. Gema, toma las escobas y barre todas las calles que aquí te he señalado, hazlo bien, por favor. ¡Ah...! Recuerda que la paga es quincenal.

GEMA. Don Raúl, pero no tengo nada.

DON RAÚL. Mira niña lo que estoy haciendo por ti, yo no te puedo tener en mi casa. Sé que hago algo, pero no hago mucho (tomando sus bolsillos saca dinero), para tu almuerzo de hoy, mañana veré si te doy algo más pero no te lo aseguro. Lo siento, Gema.

GEMA. (Se pone a barrer y llora, y llora de hambre, no había comido en dos días) ¡Cuántos trabajadores en la casa de mi padre tienen que comer y yo soy su hija y aquí perezco de hambre! ¡Ya sé! Me levantaré e iré a la casa de mi padre, y le diré a mi PADRE. “he pecado contra el cielo y contra ti, ya no soy digna de ser llamada tu hija, hazme trabajadora de tu empresa”.




CUARTO ACTO

(Gema regresa a su casa con el uniforme de barrendera y cuando su padre la ve, fue movido a misericordia).

PADRE. (Conmovido) Hija mía, Gema, hija de mi corazón, al fin te veo.

GEMA. Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, ya no soy digna de ser llamada tu hija, hazme como una trabajadora de tu empresa.

PADRE. (Le corta, la calla.) Amelia, Rocío (gritando a sus sirvientas) venid, saquen el mejor vestido, y vestidle; pongan un anillo en su mano y un calzado en sus pies. Vayan a la carnicería y compren un toro entero, comamos y hagamos fiesta, porque ésta mi hija muerta era y ha revivido, se había perdido y ha sido hallada.

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