Y la promesa se cumplió

7 Minutos y 11 Personajes. Recreación infantil de las profecía que anunciaban el nacimiento del Salvador así como la representación de los pastores y los reyes magos.

Y LA PROMESA SE CUMPLIÓ

PERSONAJES

NARRADOR
ISAÍAS
MIQUEAS
PASTOR 1
PASTOR 2
PASTOR 3
MAGO 1
MAGO 2
MAGO 3
JOSÉ
MARÍA



NARRADOR. Hacía mucho tiempo que dios se había revelado a Israel, prometiendo que un día llegaría un mesías para salvar al pueblo.

(Aparecen dos niños vestidos de Isaías y Miqueas, que recitan una parte unidos y otra, cada uno solo.)

ISAÍAS y MIQUEAS. (A la vez.) Somos los profetas y venimos a anunciar todas las cosas que sucederán.

ISAÍAS. Yo soy Isaías y quiero decir: “de una virgen, un niño va a venir.  

MIQUEAS. Yo soy Miqueas. Escucha mis promesas: “de la pequeña Belén, saldrá el gran rey”.

ISAÍAS. También profetizo que de otros lugares vendrán al niño con regalos especiales.

ISAÍAS y MIQUEAS. (A la vez.) Somos los profetas y venimos a anunciar todas las cosas que sucederán.         

NARRADOR. Y cuando llegó el momento, dios cumplió lo que había prometido. (Se lee el texto de Lucas 2: 1-7 mientras suena “Noche de paz” o similar y pueden aparecen en escena José, María y el niño, aunque no hablen.)

NARRADOR. Había pastores cerca de Belén que, siendo avisados por los ángeles, corrieron para ver con sus ojos la buena noticia.

(Aparecen los pastores en el escenario.)

PASTOR 1. Corriendo hemos venido, porque queremos ver, en esta noche especial, el gran regalo celestial.

PASTOR 2.  Ángeles nos dijeron: “Gloria a Dios en la tierra y en el cielo”.

PASTOR 3: todos esta tarde alegres estamos porque juntos celebramos el amor manifestado.

(Los pastores se quedan en el escenario, junto a María, José y el niño.)

NARRADOR. Y también desde oriente vinieron a Belén los sabios que en el cielo vieron una estrella especial.

(Aparecen los tres magos.)

MAGO 1. ¿Dónde está este niño, dónde el rey nació? Porque venimos de lejos a ver al salvador.

MAGO 2. Una estrella tan preciosa cada noche brilló y nuestro corazón latía fuerte por encontrar al señor.

MAGO 3. Regalos le traemos: oro, incienso y mirra, pero además hoy le daremos lo mejor: nuestra vida.


(Se finaliza con todos los personajes gritando "Feliz Navidad".)

La reina Ester

15 Minutos y 19 Personajes + Extras. Historia en la que se cuenta la elección de la Reina Ester entre varias muchachas como reina de Persia y de cómo ella siente que su elección fue para un propósito mayor.

LA REINA ESTER
©Escrito por Karen Guerra

PERSONAJES

ABUELO
NIÑA
NARRADOR
ESTER
REY ASUERO
MARDOQUEO
SOLDADO 1
SOLDADO 2
SOLDADO 3
SOLDADO 4
PADRE 1
PADRE 2
PADRE 3
MUCHACHA 1
MUCHACHA 2
MUCHACHA 3
MUCHACHA 4
CIUDADANO
SIERVO HEGAI




ESCENA 1

(Una niña se encuentra con su abuelo pidiéndole que le cuente una historia.)

NIÑA. Abuelito, quiero que me cuentes otra historia.

ABUELO. ¿Otra? Pero si ya te he contado muchas…

NIÑA. Sí, pero yo quiero otra, por fis…

ABUELO.  Bueno, te voy a contar una historia más. Es acerca de una reina muy hermosa. Ella vivió hace mucho tiempo atrás en un reino muy grande, su nombre fue Ester.


ESCENA 2

(El rey manda que se dé el anuncio de que todas las jóvenes se reúnan. Los soldados buscan entre las bancas a las doncellas.  Hay un retroceso.)

SOLDADO 1. Señoras y señores, niños y niñas, habitantes de Susa y de todas las provincias del gran imperio Persa. La gran y única reina  manda que todos los jóvenes atractivos se presenten a su palacio inmediatamente y de entre todos ellos se elegirá al nuevo rey… (Con voz de anuncio y algún sonido de trompetas.)

SOLDADO 2. Vamos, muchachos, la orden es clara: traer a todos los hombres apuestos que encontremos.

(Los otros soldados no tan convencidos, empiezan a buscar entre la gente y hacen expresiones como de enojados por la orden.)

NIÑA. Abuelito, ¿no era una reina que andaban buscando?

ABUELO. ¿Una reina? Sí, era una reina la que buscaban.

NIÑA. Sí, pero dijiste que mandaron a buscar por todo el reino a muchachos…

ABUELO. ¿Y cómo es?

NIÑA. Muchachas, mandaron a buscar muchachas, abuelito…

ABUELO. ¿Y yo qué dije?

NIÑA. ¡Ay, abuelito! Me estás molestando, mejor sigue con la historia.

ABUELO. ¡Ja, ja, ja! Sí, mejor sigamos con la historia, pero entonces regresemos al principio.

(Se hace la regresión; regresan los soldados.)

SOLDADO 1. Señoras y señores, niños y niñas, habitantes de Susa y de todas las provincias del gran imperio Persa. El gran y único rey Asuero manda que todas las jóvenes hermosas se presenten a su palacio inmediatamente y de entre todas las doncellas se elegirá a la nueva reina… (Con voz de anuncio y algún sonido de trompetas.)

NARRADOR. Los soldados se apresuraron a cumplir la orden del rey y fueron de pueblo en pueblo buscando a muchachas bonitas, para llevarlas ante el rey.

SOLDADO 2. Señor, deberá entregarme a su hija; por orden del rey ella debe presentarse al palacio.

PADRE 1. Será un honor para mí enviar a mi hija al palacio.

MUCHACHA 1. Padre, yo no quiero ir, nunca los volveré a ver, no me importan todas las riquezas, yo no quiero ir, no dejes que me lleven.

PADRE 1. Lo siento, hija, es una orden del rey y debemos cumplirla; debemos sentirnos orgullosos de que se te tome en cuenta.

(El Soldado 2 se la lleva.)

PADRE 2. ¡Soldado, soldado! Aquí le traigo a mi hija: la mujer más hermosa de todo el reino; no hay quién se le compare.

SOLDADO 3. Muy bien, señor, entréguela (la agarra del brazo bruscamente.)

MUCHACHA 2. ¡Huy…! Pero, soldado igualado, tráteme con respeto, mire que voy a ser su próxima reina.

SOLDADO 3. Sí, sí claro, andando, ¡camine!

MUCHACHA 2. ¡Huy, no! ¿Cómo es posible? ¿Dónde está el carruaje?

SOLDADO 3. ¡Ja, ja, ja! (Risa burlona.) ¡Camine, su majestad!

(Él se inclina y ella, de mala manera, camina.)

CIUDADANO. Mire, soldado, ¿usted anda en busca de muchachas hermosas? Yo le tengo la mejor. Es la más linda de esta provincia. ¡Uhhhh! No se la imagina, aquí, entre nos: 90–60–90, ¡perfecta!

SOLDADO 1. ¿De veras? Pues, ¿dónde la encuentro? Me la llevo de una vez, lo mejor para el rey.

(Le entregan a la Muchacha 4, el soldado la puede ver de arriba abajo y se la lleva.)

SOLDADO 4. Mire, señor, no gana nada con negarse, es una orden del rey y quiera o no, yo me llevo en este instante a su hija. Piense en todo lo que va a tener.

PADRE 3. A mí no me importa eso señor, por favor, no se la lleve.

MUCHACHA 3. Tenga compasión, no me lleve, por favor.

SOLDADO 4. Andando, andando…

(La agarra a la fuerza, mientras ella forcejea un poco con él y llora. Todos los soldados llevan a las muchachas al “palacio” con Hegai.)


ESCENA 3                     

(Ester y Mardoqueo hablan en la casa. Comentan del edicto que se ha mandado a proclamar. Un soldado llega a buscarla.)

NARRADOR. Esa fue la orden del rey Asuero. Debía elegir una nueva esposa. (Pausa.) Pero, allá en Susa, la capital del reino, en una casita, muy cerca del palacio, vivía Hadasa, una hermosa jovencita con muchas cualidades y virtudes.

ESTER. Primo Mardoqueo, ¿escuchaste a ese soldado diciendo que andan buscando mujeres hermosas? Ya quiero ver ese desfile, ¿te imaginas ver todas esas hermosas damas extravagantes y muy ricas? Seguramente será un gran espectáculo.

MARDOQUEO. Sí, Hadasa, ¿y sabes qué? Yo creo que tú podrías concursar también.

ESTER. ¡Ja, ja, ja! ¿Yo? ¡Jamás! ¿Cómo se te ocurre? ¡Competir contra todas esas muchachas tan bonitas…!

MARDOQUEO. Mi primita hermosa, has llegado a ser mi hija, mi princesa, y ahora que ya eres grande estoy seguro de que Dios tiene un gran plan para tu vida.

ESTER. ¡Ja, ja, ja! No creo, primo Mardoqueo, yo solo soy una muchacha más y no creo que pueda llegar a hacer algo muy grande.

SOLDADO 1. Todas las doncellas deben asistir al palacio del rey, allí se elegirá a la nueva reina.

MARDOQUEO. (Admirado.) ¿Oíste, mi niña? Eso es, tú serás la reina, eres hermosa y Dios está contigo.

ESTER. ¡Ja, ja, ja! ¿Te imaginas? ¿Yo? ¿Reina? No, Mardoqueo, eso es imposible.

MARDOQUEO. Prométeme que si vienen por ti nunca dirás que eres judía; es más, dirás que tu nombre es Ester.

ESTER. ¿Ester? ¿Y qué significa ese nombre?

MARDOQUEO. Significa “estrella”. Estoy seguro de que Dios quiere que brilles por él.

(Tocan a la puerta.)

SOLDADO 4. (Solo se oye su voz.) Sabemos que aquí vive una joven.

MARDOQUEO. (Abre la puerta.) ¿Sí señor? Dígame.

SOLDADO 4. Nos han informado de que aquí vive una jovencita y debe obedecer el mandato del rey.

NARRADOR. Ester se puso un poco triste porque no se quería separar de su primo Mardoqueo, a quien amaba mucho. Mardoqueo la animó y le aseguró que todo iba a salir bien.


ESCENA 4

(Ester sale con el soldado  y la lleva al palacio, donde se encuentra con las otras muchachas.)

NARRADOR. Con un poco de dolor se despidieron.

(Se ven varias a jóvenes y un hombre enseñándoles diversos artículos de belleza.)

NARRADOR. Ester llegó a su nueva casa y empezaron los tratamientos de belleza: perfumes, cremas, vestidos, telas, fragancias…

MUCHACHA 1. ¡Hum! Bueno, ya que estoy aquí, yo quiero lo mejor de las joyas.

MUCHACHA 2. ¡Hum! Yo quiero que me den los mejores perfumes: yo merezco lo mejor.

MUCHACHA 3. (Triste, llorando.) Yo lo único que quiero es regresar a mi casa con mis padres: este lugar no es para mí.

MUCHACHA 4. Yo también quiero irme, tengo miedo de lo que nos pueda pasar.

(Otras se contagian y se ponen tristes. Ester llega y pone expresión de compasión. Mientras tanto, Hegai, siempre está viéndolas con asombro y curiosidad.)

ESTER. No, no, muchachas, no estén tristes. Yo tampoco estoy muy convencida de estar aquí, pero yo creo que Dios tiene algo especial para nosotras.

MUCHACHA 1. ¿Dios?

ESTER. Sí, yo tengo un Dios, es el que creó el cielo y la tierra y Él siempre cuida de mí, y también las está cuidando a ustedes. No estén tristes.

(Se limpian las lágrimas y se ven una a la otra.)

ESTER. Miren, ¿por qué no disfrutamos de lo que estamos viviendo? (A la Muchacha 1) Mira, ¡qué hermoso velo! Combina con tus ojos… (A la Muchacha 2) Y a ti, esta crema te va a encantar…

(Las anima y les pasa cosas. Todas sonríen y salen felices.)


ESCENA 5

(El concurso ha llegado. Cada dama va a desfilar frente al rey y sus cortesanos.)

NARRADOR. Ester era diferente, no había duda. Hegai, el hombre que las cuidaba,  vio que era una jovencita con muchas cualidades hermosas, y se dedicó a ayudarla. Le enseñó a comportarse ante el rey y cómo lucir más hermosa….
Llegó el día del concurso de belleza. Todos estaban esperando ver a esas hermosas jóvenes, y saber a quién elegiría el rey como la nueva reina de ese gran imperio.

SOLDADO 1. ¡Atenciónnnnn! Su Majestad, ¡las jóvenes doncellas están listas para pasar!

REY ASUERO. (Sentado en el trono.) Que pasen… (Da la señal con la mano.)

(Música como de trompetas.)

(Las muchachas se pelean por ir primero y Ester se queda la última.)

SOLDADO 1. Desde la India le presentamos a Ranji (la muchacha 3) hermosa joven  de una familia muy prestigiosa.  (Pasa saludando y haciéndose la linda. Es una joven orgullosa.)
Desde Malasia nos deleitamos en presentarle a Maresha (la muchacha 4), utilizando los mejores velos del reino

NARRADOR. Y así fueron desfilando todas las jóvenes. El rey estaba analizando a cada joven cuando de repente, sus ojos se enfocaron en una dama. (Ester no ha pasado, ni otras damas, nos preparamos para el segundo retroceso.)

REY ASUERO. La encontré. Elijo a Lamya de la provincia del Líbano.

NIÑA. Abuelito, ¿cómo es posible que el rey elija a otra?

ABUELO. Bueno, esa le gustó al rey.

NIÑA. Pero, no puede ser posible, ¡Ester debe ser la reina! La historia se trata de ella… (Se dirige a los niños y al público.) ¡Mis amigos! ¿También creen que es Ester, verdad?

ABUELO. (Dirigiéndose a los niños y al público.) ¿A quién eligió el rey?

(Se espera que la iglesia responda: “¡A Ester!”.)

NIÑA. ¿Ya viste? ¡Ay, abuelito! Yo creo que ya se te están olvidando las historias…

ABUELO. Yo creo que sí pero, ¡qué bueno que te tengo a ti! Retrocedamos la historia entonces…

NARRADOR.  Y así fueron desfilando todas las jóvenes. El rey estaba analizando a cada joven cuando, de repente, sus ojos se enfocaron en la última de las doncellas: era Ester. El rey ni siquiera escuchó el nombre, ni de dónde venía la joven.  Ester iluminaba el salón con su humildad y belleza sencilla. (Ester camina con la cabeza en alto, pero de una manera muy modesta y tranquila.)

(El Rey Asuero se levanta de su trono con una sonrisa en sus labios, admirado por la joven. Le extiende el cetro de oro.)

ESTER. (Toca el cetro y hace reverencia.) Su majestad.

REY ASUERO. ¿Cuál es tu nombre?

ESTER. (Con actitud humilde.) Mi señor: mi nombre es Ester.

REY ASUERO. Ester, Ester... Memucán, trae la corona, he encontrado a mi reina.
(Ester admirada sonríe, las otras la miran con envidia y todos alrededor admirados.)


ESCENA 6

(Mardoqueo envía el mensaje a Ester de que el pueblo judío está en peligro. Todos se dedican a orar y ayunar.)

NARRADOR.  Aquella jovencita judía era ahora la reina de todo aquel imperio tan enorme. El rey la respetaba mucho y amaba cada una de sus cualidades. Sin embargo, un día algo malo sucedió. Un hombre que no amaba a Dios mandó matar a todos los judíos.

NIÑA. (Asustada.) ¡No puede ser…! ¡Abuelito! ¡Ester era judía!

ABUELO. Sí, hijita, así que ahora ella debía salvar a su pueblo. Pero, ¿cómo?

SIERVO HEGAI. Mi reina. Un mensaje de Mardoqueo.

(Ester toma el rollo, lo abre y lee.)

MARDOQUEO. (En voz en off.) ¿Y quién sabe si para esta hora Dios te ha hecho llegar al reino?

ESTER. (Lo lee en silencio y pone cara de asombro.) No puede ser posible. ¿Cómo ese hombre puede ser tan malvado y querer matar a nuestro pueblo? Pero, pero… ¿qué puedo hacer yo? (Piensa, camina de un lado a otro como desesperada, sin saber qué hacer.) (A un soldado.) Envíale este mensaje a Mardoqueo: “Ora tú y todos los judíos, que yo oraré y ayunaré también con mis doncellas, y en tres días me presentaré al rey, aun sin ser llamada, y le rogaré que no permita que nos maten”.

SIERVO HEGAI. (En tono de angustia.) ¡Mi reina! ¿Qué dice? La ley es clara, cualquiera que entre al palacio sin ser llamado, morirá.

ESTER. No hay otra opción, tengo que intentar salvar a mi pueblo. Mardoqueo debe tener razón, seguro Dios permitió que fuese reina para este preciso momento. (Con convicción, fuerte, tono decidido pero con angustia.) Lo haré y si perezco, que perezca.


ESCENA 7

(Se ven dos grupos de personas orando, unos con Mardoqueo y otros con Ester.)

NARRADOR. Todos se unieron en oración. ¿Te imaginas? Querían matar a todo un pueblo. Ester no podía quedarse de brazos cruzados y Dios tenía un plan especial para ella.

NIÑA. Y, ¿qué más, abuelito, qué más?

ABUELO. Mi niña, presta mucha atención a la parte que viene. Es muy importante.

NARRADOR. Llegó el día, todos estaban a la expectativa. El rey sentado en su trono hablaba con sus ayudantes. Cuando de repente…

(Ester camina hacia el rey con la frente en alto.)

(El SOLDADO 2 saca la espada, ve al rey, a su alrededor y hace como que va contra ella a matarla.)

(Se pueden oír voces que digan: “¿cómo se le ocurre?”, “merece la muerte”, “es una ofensa contra el rey”, “esto va contra la ley”.)

NARRADOR. Ester siguió caminando, todos se quedaron admirados esperando ver el momento de su muerte ya que estaba desobedeciendo una ley.

REY ASUERO. ¡Soldado! Guarde esa espada.

SOLDADO 2. Pero, mi rey, merece la muerte, la ley lo dice. Es una traidora.

REY ASUERO. Yo soy el rey y la ley también dice que yo puedo extender mi cetro a quien yo desee. (Extiende el cetro de oro.)

NARRADOR. Dios hizo un milagro y Ester no recibió el castigo que decía la ley. El rey le extendió el cetro y le dio permiso de hablar. Ester habló con él en un banquete que le preparó y le rogó que no permitiera que los mataran. Los malos no se salieron con la suya y el pueblo judío fue salvado por la valentía de Ester.

NIÑA. ¡Guau, abuelito! Esta historia me encantó. ¡Qué valiente fue Ester!

ABUELO. Sí, hijita, fue muy valiente y obediente a Dios.

NIÑA. Yo quiero ser así de valiente como Ester y brillar para Cristo.

FIN


NOTA FINAL. Invitación final para preguntar a los niños cuántos más desean ser como Ester: obedientes y brillar para Jesús. “Cada uno de ustedes son hijos del Gran Rey del universo, por eso hoy queremos entregarles una corona para que siempre se acuerden de la valentía de Ester y de que somos hijos del Rey. Así que los invitamos a pasar con el rey y la reina para que les pongan una corona”. (Repartir coronas a los niños.)


Musical de Noé

15 Minutos + Canciones y 13 Personajes + Extras: Niños. Representación musical del Diluvio. (No se incluyen las canciones.)


MUSICAL DE NOÉ

Escrita por Karen Guerra

PERSONAJES

NARRADOR
NOÉ
DIOS (VOZ)
CIUDADANO 1
CIUDADANO 2
CIUDADANO 3
ESPOSA DE NOÉ
SEM
CAM
JAFET
ESPOSA DE SEM
ESPOSA DE CAM
ESPOSA DE JAFET
EXTRAS: Niños para los animalitos

ESCENA 1

(Noé está cultivando la tierra.)

NARRADOR. Hace mucho, mucho tiempo atrás, cuando el planeta Tierra vivía sus primeros años y todavía existían personas de gran estatura y animales de gran tamaño, un hombre llamado Noé recibió un mensaje de Dios.

DIOS. ¡Noé, Noé!   ¡Noé, Noé!

NOÉ. (Se asombra y mira a su alrededor.) ¡Hummm! ¿Quién es?

DIOS. Soy Yo, tu Padre.

NOÉ. (Se postra reverentemente.) Mi Señor…

DIOS. Noé…  He visto que la maldad de los hombres es mucha en la Tierra. Todos sus pensamientos son de continuo solo al mal; ya no me respetan ni a mí, su mismo Creador. Por lo tanto, he decido raer de la Tierra a toda esta raza de hombres perversos.

NOÉ. (Sigue inclinado pero levanta la cabeza. La expresión del rostro debe ser de asombro y confusión.) Mi Señor, ¿destruirás  todo?

DIOS. Noé, será necesario. Solo tú y tu familia sois leales a mí. La violencia es extrema y va en aumento.

NOÉ. Pero… Pero… ¿y si alguien se arrepiente de sus malos caminos?

DIOS. ¡Noéééé…! Mi amor por todos ustedes es demasiado grande y ya saben que siempre que uno de ustedes se vuelve a mí, no puedo más que vaciar mi gracia y misericordia sobre él. Así que presta atención, tu misión es…

NARRADOR. Dios le encomendó una gran tarea a Noé. Debía preparar un barco enorme que pudiera resistir el diluvio que se aproximaba. Además, debía hablar a todo el pueblo para que se arrepintiera de sus malos caminos y decidieran entrar en el arca, porque era el único medio para salvarse.


ESCENA 2

(Noé está predicando. Cuando termina, algunas personas lo llaman “loco”. Los ciudadanos se dan cuenta de que “Ahí vienen los animales”. Todos los niños vestidos de animales deben pasar en esta escena mientras que la familia de Noé los acomoda.)

CIUDADANO 1. (Gritando.) Noé está loco, ¿cómo se le ocurre semejante mentira?

CIUDADANO 2. Nunca ha llovido y él dice que toda la tierra se va a llenar de agua. Es imposible.

CIUDADANO 3. Se volvió loco….

(Canción: “Ahí vienen los animales”.)

CIUDADANO 1. ¡Miren allá! ¿Qué es eso?

CIUDADANO 2. (Señalando el cielo.) ¡Miren esa nube oscura…! ¡Parecen aves…! ¡Imposible!

CIUDADANO 3. (Señalando por donde aparecen los niños vestidos de animales.) ¡Miren allá! ¿Quién los dirige?

CIUDADANO 1. No sé, pero ahí vienen los animales.

(Los animalitos se van acomodando en la plataforma, cerca de la estructura del arca. Cuando están dentro del arca Noé, su esposa, sus hijos y sus nueras irán acomodando a cada animalito en su lugar. La familia de Noé puede estar temerosa con los primeros animales, pero después ven que son inofensivos.)


ESCENA 3

(Noé y su familia entran en el arca. El ángel del Señor cierra la puerta. Mientras pasan los 7 días, la gente se burla de ellos desde afuera del arca y luego empieza a llover.)

DIOS. ¡Noé! ¡Entra tú y tu familia al arca también!

NOÉ. (Dirigiéndose a su familia.) Querida, hijos míos, llegó el momento. Entremos.

(Entran todos, abrazados y un poco asustados.)

NARRADOR. Noé y su familia entraron en el arca un poco temerosos, pero confiando en Dios, el mismo que había dado la orden a Noé y el mismo que había dirigido tan grandiosa caravana de animales de toda especie hasta el arca. Entonces, un ángel de Dios cerró la puerta.

(Incluir el sonido de una puerta cerrándose.)

NARRADOR. Ahora la familia de Noé se encontraba dentro de aquel enorme barco junto con muchos animales.  Mientras tanto, afuera, la multitud rodeó el arca y esperó a que algo sucediera. Pasó un día, dos días, pero nada. Tres días y no había señal de lluvia, el sol seguía brillando tal y como lo hacía todos los días. Dentro del arca, la familia de Noé se impacientaba un poco y, afuera, la gente se burlaba.

CIUDADANO 1. (Riendo a carcajadas.) ¡Ja, ja, ja, ja, ja! ¡Noé! ¡Noé! Aquí afuera vieras qué lindo está al día. ¡Ja, ja, ja, ja, ja! y ¿el diluvio que vendría?

CIUDADANO 2. Noé está loco; él y su familia deben estar ahogándose de calor dentro de ese barco…

CIUDADANO 3. ¡Ja, ja, ja, ja! ¡Qué dicha que no le hicimos caso a semejantes disparates que decía…!

NARRADOR. Noé y su familia escuchaban con tristeza lo que la gente les gritaba. Llegó el sexto y el séptimo día.

ESPOSA DE NOÉ. Dios nos ama y siempre ha sido fiel con nosotros, no debemos dudar.

SEM. Pero mamá, ya ha pasado una semana y no llueve…

ESPOSA DE NOÉ. Hijo, no dudes de Dios como todas esas personas de ahí afuera.

CAM. ¡Escuchen, escuchen! La gente está gritando asustada.

(Se oyen sonidos de truenos. Hay efectos de luz para similar los relámpagos.)

CIUDADANO 1. ¡Noé, Noé! Ábrenos la puerta. El cielo se puso negro

CIUDADANO 2. ¡Tengan compasión de nosotros, por lo menos dejen entrar a mis hijos!

JAFET. Papá, ¿no podemos ayudarlos?

NOÉ. Ya no podemos hacer nada, ellos tomaron su decisión y, además, la puerta está cerrada, nosotros no podemos abrirla.

(Todos gritan desesperados y se oyen grandes gotas caer. La lluvia cada vez es más fuerte. Se oyen truenos y como golpes sobre madera.)

ESPOSA DE SEM. ¡Escuchen, escuchen…! Se escuchan gotas… ¡La lluvia cae!

(Cantan el corito: “La lluvia cae, muchas gotitas caen”. Simular que el agua con una tela azul grande.)


ESCENA 4

NOÉ. (Gritando desde un extremo del arca.) ¡Semmmmmm! ¡Caaaaammm! ¡Jafeeettt! Traigan alimento para los elefantes, ya se la comieron.

SEM. Ahí vamos, papi.

ESPOSA DE NOÉ. (Caminando con las nueras por otro lado.) ¡Miren, miren…! ¡Qué ternura…! Esta gata tuvo 3 gatitos. Están tan lindos…

ESPOSA DE SEM. ¡Oh! ¡Qué ternura!

ESPOSA DE CAM. ¡Miren allá! Los pollitos ya picaron los huevos… Hay que llevarles comida.

ESPOSA DE JAFET. Vamos, vamos…

JAFET. (Caminando con Noé.) Padre, ¿crees que ya bajó el agua? Hace días que no escucho lluvia.

NOÉ. Es cierto, ya hace bastante que no se escucha la tormenta, pero llovió bastante, la tierra debe haber quedado llena de agua.

SEM. (Interrumpe.) ¿Y cómo hacemos para saber si ha bajado el nivel del agua?

NOÉ. ¡Humm! Déjenme pensar…

CAM. Bueno, papá, ojalá se te ocurra algo pronto porque el alimento se está acabando.

NOÉ. ¡Ya sé! Enviemos un cuervo. Saquémoslo por la ventana de allá arriba. (Señalando una ventanita.)

ESPOSA DE NOÉ. ¿Un cuervo? ¿Para qué quieren un cuervo?

NOÉ. Miren, si el cuervo encuentra algún árbol dónde pararse o qué comer se quedará ahí afuera y eso será una señal de que la tierra está seca, pero si vuelve, significa que todavía hay agua.

CAM. Bueno, hagámoslo. Manos a la obra. Yo voy a ir por el cuervo.

NARRADOR. Así toda la familia puso en marcha el plan del padre. Sacaron el cuervo por la ventana. Esperaron y esperaron pero el cuervo volvió a entrar por la ventana. Toda la familia se entristeció porque eso significaba que el agua no había bajado. Pasaron los días y decidieron enviar una paloma. Esta vez, el avecilla volvió con una ramita de olivo en su pico. Qué alegría se sintió en todo el arca. Una vez más enviaron la paloma y esta vez no volvió. Ahora sí era tiempo de celebrar porque el agua había bajado completamente. Cantaron y se gozaron porque muy pronto saldrían de aquel barco, en el que habían estado tanto tiempo.

(Mientras el narrador habla, la familia toma al cuervo y lo envía. Después envían a la paloma y van haciendo lo que el narrador dice. Cuando el narrador está terminando de hablar puede empezar la música del siguiente canto: “Canten y brillen”.)

Subieron al arca todos los animales, subieron al arca leones, jirafas, camellos y todos, sin faltar una de las criaturas de Dios.

La lluvia cayó por cuarenta días, la lluvia cayó el arca  se movía, todos se mecían, seguras todas las criaturas de Dios. 

Canten y brillen y denle a Dios la gloria, amen y brillen y denle a Dios la gloria, todos juntos…. Demosle a Dios la gloria, niños del Señor. Niños del Señor. Niños del Señor. 


ESCENA 5

(La puerta fue abierta y ellos también abrieron el techo. Todos salieron. Se hace la oración de agradecimiento, porque aparece el arco iris.)

NOÉ. ¡Qué bueno ha sido Dios con nosotros! Creo que es hora de salir. ¡Sem, Cam, Jafet! Ayúdenme a abrir el techo… quizá podemos ver desde arriba cómo está la tierra.

NARRADOR. Al abrir el techo pudieron observar la tierra que estaba un poco desordenada y destrozada, pero Dios los había salvado a ellos. Las aves volaron libres. Se oyó un chillido y la enorme puerta del arca fue abierta. Todos los animales empezaron a salir: los corderitos corrían mientras que las cabras jugueteaban. ¡Estaban vivos!

NOÉ. (Salen todos abrazados.) Mi querida familia, Dios nos ha salvado por eso creo que debemos agradecerle. Arrodillémonos aquí mismo y oremos.

DIOS. Noé, Noé. Fuiste fiel, creíste en mí y por eso fuiste salvo tú y tu familia. Mira hacia arriba. (Todos ven el cielo y aparece el arco iris.) Pongo el arco iris en el cielo. Será una señal perpetua para siempre. Es mi promesa de que nunca volveré a destruir la Tierra con agua. Hago hoy un pacto con ustedes y con todos los que vendrán. Recorran la tierra, multiplíquense y cuiden su hogar. Vivan conforme a mis mandatos, porque ellos garantizarán su felicidad.

(Todos los niños se unen y cantan “Los colores del arco iris”.)