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2012 - España

La Biblia victoriosa

7 Minutos y 8 Personajes. Varias personas están agobiadas por los problemas de la vida. Preocupación intenta apartarlos de la solución que pueden encontrar en la Biblia.


LA BIBLIA VICTORIOSA




PERSONAJES

RELATOR
CRISTIANO
PREOCUPACIÓN
BIBLIA
CRISTIANA
AMIGO 1
AMIGO 2
AMIGO 3

(La acción ocurre en la plataforma central, en la que sólo habrá una silla en el centro. La persona que hace el papel de Biblia, lleva una cinta con la palabra Biblia, del mismo modo, Preocupación. )

RELATOR. Vamos a visitar a Don Cristiano. Sus experiencias representan algo que le pasa a cada persona que trata de servir a Dios.

(Entra Cristiano. Preocupación, se queda cerca de él. )

CRISTIANO. ¡Ay! ¡Cuántos problemas tengo! He tenido tantas dificultades últimamente. Mi esposa se encuentra enferma, mis niños tienen problemas en la escuela, mi patrón me regaña mucho por no prestar la debida atención en mi trabajo. Mis deudas aumentan cada día más. ¿Qué haré?

PREOCUPACIÓN. ¿No te dije que no podías confiar en las palabras dulces del pastor y de tus amigos de la iglesia? Te engañan.

(Entra la Biblia y se coloca al lado del Cristiano.)

BIBLIA. ¡Espérate, ten ánimo! Yo contengo las promesas fieles de Dios, tales como esta en Romanos 8: 28: “Sabemos que Dios dispone todas las cosas, para el bien de los que le aman”.

PREOCUPACIÓN. ¡Mentira! No le hagas caso a ese libro de cuentos.

BIBLIA. Filipenses 4: 19 dice: “Mi Dios les dará todo lo que os falte, de acuerdo con las gloriosas riquezas que le tiene en Cristo Jesús”.

PREOCUPACIÓN. ¡No es cierto!

BIBLIA. Dios lo ha dicho en Hebreos 13: 5 “Nunca te dejaré ni te abandonaré “. Así que, podemos decir con confianza, “El Señor es el que me ayuda no temeré lo que me pueda hacer ningún hombre “.

PREOCUPACIÓN. ¡No es cierto! Dios no lo hará.

BIBLIA. En 1ª de Pedro 5: 7 dice: “Dejen todas sus preocupaciónes a Dios, porque Él se preocupa de ustedes”.

PREOCUPACIÓN. Otro engaño. Olvídate de esas falsas palabras.

BIBLIA. Filipenses 4: 13 dice: “Puedo hacer frente a todo pues es Cristo el que me da fuerzas”.

PREOCUPACIÓN. Mentirosa, no le creas.

BIBLIA. Jesús dice en Mateo 6: 25 al 30: “No se preocupen por lo que van a comer o beber para vivir, ni la ropa que han de ponerse, ustedes tienen un padre Celestial que ya sabe que ustedes necesitan todo esto”.

PREOCUPACIÓN. (Furiosa grita.) ¡Mentira! La Biblia miente.

CRISTIANO. ¡Basta ya! ¡Cállate engañador! Ya veo que la preocupación es un pecado para el creyente. Muestra la falta de confianza en la fidelidad de Dios. La preocupación acusa a Dios de ser mentiroso. Le es un insulto. Es hipocresía para un creyente profesar que tiene fe en Dios mientras sigue dudando de sus palabras. Confiaré en mi Señor, Dios Todopoderoso. Márchate tú, no te escucharé más.

PREOCUPACIÓN. Está bien, creyente tonto. Me voy, pero encontraré otra víctima enseguida.

(Todos salen.)

RELATOR. Es cierto: la malévola preocupación encuentra fácilmente a sus víctimas, más aún entre los cristianos. Miren aquí viene de nuevo.

(Entra Cristiana, y preocupación por otro lado. Lleva una funda llena de enfermedades como: Ulceras, alta presión, mareo, dolor de cabeza. Ve a Cristiana, y...)

PREOCUPACIÓN. ¡Ah amiga! Te encuentro con tantos problemas. Mira, te he traído unos regalos para mostrarte preocupada. (Pega en Cristiana los papeles.)

CRISTIANA. ¡Ay de mí! Ay... Ay...

PREOCUPACIÓN. Me alegra ver cómo te portas en estas dificultades. Me gusta verte fruncir las cejas y retorcerte las manos así. Seguramente todo irá de mal en peor. Será mejor que te quedes desvelada toda la noche. Mira, te voy a dar otros regalitos. (Pega 4 carteles más.)

(Entran los 3 amigos.)

AMIGO 1. ¡Vaya, amiga! ¿Qué le pasa?

CRISTIANA. Las preocupaciones me matan.

AMIGO 1. ¿No sabes que la preocupación es pecado porque le hace daño al cuerpo? La Biblia dice en 1ª Corintios 3: 16: “¿No saben ustedes son templo del Espíritu de Dios y que moran en ustedes? Si alguno destruye el templo Dios lo destruirá a él”. La preocupación, debilita y a veces destruye el templo de Dios que es tu propio cuerpo.

AMIGO 2. Nadie puede orar con fe y preocuparse a la vez. Leemos en Isaías 26: 3: “Dios guardará en completa paz, a aquellos que en Él persevera porque en Él ha confiado”.

AMIGO 3. La preocupación, es un pecado porque daña nuestro testimonio cristiano, el Señor Jesús nos manda en Mateo 5: 16: “Hagan que su luz brillen delante de la gente, para que al ver el bien que hacen ellos alaben al Padre de ustedes que está en los cielos”.

CRISTIANA. Sí, ahora entiendo. Cuándo le demuestro al mundo que no confío en Dios, no doy un buen testimonio. Pero entonces, ¿cuál es la solución de todo esto?

AMIGO 1. La palabra de Dios. Leamos en Filipenses 4: 6-7: “No se aflijan por nada, sino díganle siempre todo a Dios en oración. Pídanle y denle gracias también. Entonces Dios le dará su paz que es más grande”. Cristo nos dice en Mateo 6: “El Padre ya sabe lo que ustedes necesitan antes que ustedes se lo pidan... Busquen primeramente el reino de Dios y la vida recta, que a Él le agrada y recibirán también todas estas cosas, no se preocupen por el mañana.

AMIGO 2. Este es el secreto: “Alabar a Dios con gratitud, y orar a Dios con fe. Eso trae la paz y tranquilidad al alma”.

CRISTIANA. Gracias, mis hermanos, haré lo que Dios manda. (Al decir arranca los papeles y los tira.) Oraré, que Dios me perdone por preocuparme y dar un mal testimonio al mundo... Que él me dé victoria sobre mi falta de fe en él, y sus promesas. Le pediré la gracia y la fe para depositar en Él todas mis cuitas y problemas. Gracias a Dios, ya me siento mejor, vamos juntos a la iglesia para dar gracias a Dios... (Salen.)

PREOCUPACIÓN. ¡Chitas! Vencida otra vez, por la palabra de Dios y la fe Cristiana. ¡Qué mala suerte! (Recoge los papeles y sale.)

Era un viernes

10 Minutos y 7 Personajes + Extra. Un grupo de madre cuenta a sus niños cómo han sacrificado a Jesús en la cruz pero a pesar de todo, resaltan su promesa de resurrección.


ERA UN VIERNES


PERSONAJES

NARRADOR
MADRE 1
MADRE 2
MADRE 3
NIÑO 1
NIÑO 2
NIÑA
Extras: Grupo de niño a los pies del escenario


ESCENARIO

(Completamente descubierto. Todo a media luz. El telón puesto. Una película que describa la crucifixión de Jesús, para utilizar sólo las escenas necesarias (si no se consigue la película utilizar transparencias apropiadas. Después que se acondicionan las luces aparece en la pantalla unja transparencia de una montaña con tres luces.)


NARRADORA. Era un viernes. Un viernes por la tarde. Densas tinieblas habían oscurecido el momentáneamente la tierra, y el ambiente se encontraba todavía nublado, tal como los corazones de esas personas que habían presenciado la escena entre ellas, algunas mujeres que lloraban y se lamentaban.



(De fondo del escenario salen tres mujeres con mantillas en la cabeza, caminando despacio y hablando quedamente; cuando se acercan a la mitad de la plataforma aparecen tres niños, sus hijos, y abrazan a sus respectivas madres.)

NIÑO 1. ¡Mamá, mamá!

NIÑA. ¡Te hemos estado buscando desde la mañana!

NIÑO 2. ¿Dónde estabas, mamá?

MADRE 1. ¿No escucharon las noticias?

NIÑO 1. ¿Cuál noticia?

MADRE 2. ¡Crucificaron a Jesús!

NIÑA. ¿El que decía: “Dejad a los niños venid a mí?

MADRE 1. Sí, el que tanto beneficio brindaba a la humanidad.

NIÑO 2. ¿Cómo sucedió todo?

MADRE 3. Esta mañana apenas rayaba el alba, llevaron a Jesús ante Poncio Pilato…

(Continúa la narradora)

NARRADORA. Pilato se encontraba en su despacho cuando los soldados trajeron al prisionero. Su presencia lo impresionó, pero el sumario que tenía en su mano reprochaba su conducta. Sus enemigos lo acusaban de traición, y ese era un grave delito en el Imperio Romano.

NIÑO 1. ¿Qué hizo entonces Pilato?

MADRE 1. Pilato hizo que se le aplicara un castigo.

NARRADORA. Como el castigo no produjo mayores consecuencias, se acordó que en esa ocasión se librara a un prisionero y ordenó que se trajera a Barrabás, el criminal más empedernido para que el pueblo escogiera entre Jesús y Barrabás.

NIÑA. ¿A cual de los dos escogió el pueblo?

MADRE 2. ¡A Barrabás!

NIÑO 2. ¿Qué hicieron luego con Jesús?

MADRE 3. Lo obligaron a llevar su propia cruz.

NARRADORA. Al cruzar Jesús las puertas del atrio del tribunal de Pilato, la cruz que había sido preparada para Barrabás fue puesta sobre sus hombros magullados y ensangrentados. Dos compañeros de Barrabás iban a sufrir la muerte al mismo tiempo que Jesús, y se pusieron también cruces sobre ellos. La cruz de Jesús era demasiado pesada por su condición débil y doliente.

NIÑO 2. ¿Nadie le ayudó a Jesús a llevar la cruz?

NARRADORA. Sí, en ese momento, un desconocido llamado Simón cireneo, que volvía del campo, el cual se detuvo asombrado ante la escena, y como expresó su compasión, se apoderaron de él, y colocaron la cruz sobre sus hombros.

NIÑO 1. ¿Adónde fue Jesús con el hombre que llevaba su cruz?

MADRE 1. Al monte Calvario.

(Aparece la transparencia con tres cruces.)

NIÑA. ¿Ese monte que se ve a la distancia?

MADRE 1. Sí, ese mismo.

NIÑO 1. ¿Qué sucedió allí?

NARRADORA. Al llegar al lugar de la ejecución, los presos fueron asegurados a los instrumentos de tortura. El Salvador no dejó oír un murmullo ni una queja. Su rostro permaneció sereno. Pero había grandes gotas de sudor sobre su frente. Mientras los soldados estaban realizando su terrible obra, Jesús oraba por sus enemigos: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. Después lo pusieron en el medio de los ladrones.

NIÑA. ¿Cómo eran los ladrones?

MADRE 2. Uno era un ladrón empedernido, pero el otro, al hablar con Jesús, se arrepintió de sus pecados. Durante su agonía sobre la cruz, llegó a Jesús un rayo de consuelo. Fue la petición de ese ladrón arrepentido.

NIÑO 2. ¿Cómo murió Jesús?

NARRADORA. En esas terribles horas Jesús tenia la evidencia que era aceptado de sus padres en los atrios celestiales. Era un momento sublime. Nunca antes había presenciado la tierra una escena tal. La multitud permanecía paralizada, y con aliento en suspenso miraba al Salvador. Otra vez descendieron tinieblas y se oyó un ronco rumor; se produjo un violento terremoto que hizo caer a la gente en racimos. En un momento Jesús pronunció las últimas palabras: “Consumado es” y expiró.

NIÑA. ¿Qué hicieron ustedes entonces?

MADRE 3. Nos vinimos.

MADRE 2. Ahí lo dejamos.

MADRE 1. Clavado en la cruz.

NIÑO 1. Pero Jesús dijo que resucitará. ¿Verdad que resucitará?

NIÑO 2. Seguro que resucitará.

NIÑA. Jesús resucitará.

(Llegan los niños que estaban abajo y junto con las mujeres cantan un himno apropiado, como “El Señor resucitó, aleluya”.)

La juventud que nos rodea

15 Minutos y 10 Personajes. Mostrar a los jóvenes los peligros de las malas compañías y la felicidad duradera que produce la asociación con otros cristianos.

LECTURA BÍBLICA: 1 Samuel 16:7

LA JUVENTUD QUE NOS RODEA

PERSONAJES

PADRE
MADRE
JULIO
MARÍA
GUILLERMO
TOMÁS
PASTOR
SEÑORITA
DIRECTOR JÓVENES
NARRADOR


La juventud actual de la iglesia presenta un verdadero desafío para todo dirigente de jóvenes. La competencia por las mentes de la juventud, es mucho mayor ahora que una generación atrás. Las innumerables atracciones mundanas han rebajado los gustos morales de la juventud y, en gran medida, han relajado también la vida espiritual de muchos de nuestros propios jóvenes. Entre los instrumentos más eficaces que usa Satanás contra los jóvenes figuran las malas compañías. Debemos hacer todo lo que esté de nuestra parte para ayudar a los jóvenes a darse cuenta de la importancia de sus amistades y deducirlos a relacionarse sólo con personas que tengan blancos elevados y que persigan ideales nobles.


ESCENA 1

(Una sala con sillones, mesas, lámparas y otros muebles. Una madre aparece sentada en una de las sillas, mientras lee. El padre lee el periódico. Un joven está sentado y mira ociosamente a su alrededor.)

PADRE. (Hablando a la madre.) ¿Sabes que el mundo se torna cada día un lugar peor para la juventud?

JULIO. Sí; y a veces me parece un lugar no muy interesante.

PADRE. Escuchen dos noticias que acabo de leer en este periódico. (Leer alguna historia de algún periódico local acerca de la delincuencia juvenil, pandillas o cosas así.)

MADRE. Es una pena que esa juventud sana, fuerte e inteligente se entregue a actos tan terribles de violencia. A menudo me preocupo pensando qué podemos hacer para salvar a la juventud de la iglesia. Precisamente leía ahora acerca de la influencia de los compañeros en la juventud. Me doy cuenta cuán tremenda es la influencia de los amigos sobre nuestra vida cuando somos jóvenes. Escuchen: “Los jóvenes que salen de su casa y dejan de estar bajo el cuidado vigilante de los padres, hacen hasta cierto punto solos la elección de sus compañeros. Deberían recordar que está sobre ellos la mirada del Padre celestial, y que él ve cada una de sus necesidades, de sus tentaciones. Siempre se encuentran en las escuelas jóvenes que por su conducta revelan que sus mentes han sido formadas en un molde inferior. La preparación desacertada que han recibido en la niñez no ha desarrollado equilibradamente sus caracteres; y al avanzar ellos en años, sus defectos han permanecido y echado a perder su experiencia. Estas almas hacen desviar por precepto y ejemplo a los que son débiles en fuerza moral. El tiempo es oro, queridos jóvenes. No pongáis en peligro vuestras almas cometiendo los excesos de la juventud. No podéis permitiros el ser descuidados en cuanto a los compañeros que escogéis. Espaciaos en lo que es noble en el carácter de otros, y estos rasgos llegarán a ser para vosotros un poder moral para resistir el mal y escoger el bien. Fijaos un blanco alto. Vuestros padres y maestros, que aman y temen a Dios, podrán seguiros día y noche, con sus oraciones, podrán rogaros y amonestaros, pero todo esto será en vano si escogéis compañeros indiferentes. Si no veis peligro real y pensáis que lo mismo podéis hacer el bien que el mal, según os parezca, no discerniréis que la levadura de impiedad está inficionando y corrompiendo de un modo insidioso vuestra mente”.

PADRE. Es verdad. Cuando recuerdo mi vida pasada más me convenzo de que mis amigos cristianos fueron la mejor influencia de mi vida.

JULIO. Mamá, ¿podrías leer otra vez eso acerca de la mirada del Padre Celestial? ¿Cómo dice?

MADRE. Dice así: “Los jóvenes… deberían recordar que está sobre ellos la mirada del Padre Celestial”.

JULIO. (Se pone de pie para salir.) ¡Y pensar que realmente soy observado por Dios!

(Todos salen. Cantan Himno “Salvador a ti me rindo”.)


ESCENA 2

(Una sala con 5 ó 6 jóvenes, o menos si es necesario. Entra Julio y saluda a sus amigos.)

JULIO. ¿Qué hacen?

MARÍA. Estábamos comentando acerca de cuán muerto es este lugar por la tarde después del servicio matinal. Nuestra Sociedad de jóvenes no presenta reuniones interesantes y fuera de eso no hay nada más que hacer.

TOMÁS. Sé que los muchachos de la escuela secundaria van a jugar fútbol esta tarde. Podemos ir allá y entretenernos un rato.

GUILLERMO. El partido lo transmitirán por radio, por lo menos escuchémoslo.

JULIO. ¡Pero no me explico que les pasa! ¿No se dan cuenta de que somos observados?

MARÍA. ¿Qué somos observados? ¿Por quién?

JULIO. Por nuestro Padre Celestial

(Los jóvenes se quedan por un momento mirando a Julio y luego sueltan la risa.)

GUILLERMO. ¡Vaya Julio, si ya pareces pastor! Probablemente deberíamos nombrarte capellán del grupo.

(Todos celebran la agudeza con risitas.)

JULIO. Es probable que les resulte graciosa mi actitud. No obstante, no creo que lleguemos muy lejos sin altos ideales en nuestra vida. Y el supremo ideal para cada individuo es el de ser buen cristiano. A muchos jóvenes puede parecerles más ilógico dejar el problema de la religión para cuando sean viejos. Sin embargo, no todos los jóvenes llegan a viejos. Por otra parte, esta postergación por regla general no resulta. Ustedes pueden ir a donde deseen o pueden encender la radio y escuchar el partido. Por mi parte, voy a la sociedad de Jóvenes. Ojalá todos ustedes quisieran acompañarme (Julio sale.)


ESCENA 3

(Lo siguiente se oye a través de un micrófono; no aparece ningún personaje.)

NARRADOR. Los padres de Julio conversan en su casa acerca de su hijo.

PADRE. Últimamente, he estado muy preocupado por los amigos de Julio. Siempre me he hecho ilusiones de que nuestro hijo se ponga un ideal elevado en la vida, que elija los mejores amigos y que nunca pierda su confianza en el Señor.

MADRE. A mí me pasa exactamente lo mismo. En estos últimos días he estado siempre muy preocupada por Julio. Ahora mismo me gustaría saber qué está haciendo. Salió con la idea de asistir a la sociedad de jóvenes, pero como tantos jóvenes han perdido su interés en esas reuniones, solamente deseo que Julio tenga el valor de proceder como él sabe que es correcto. ¿Qué te parece si ahora mismo oramos por él?

NARRADOR. Seguramente, puesto que los padres y el hijo están convencidos de la poderosa influencia de las compañías, Julio ha de salir victorioso. Él permanecerá fiel a Dios.

(Himno “Oh que amigo nos es Cristo”.)


PANEL

(Participantes: El Pastor, un joven y una señorita, una madre y un dirigente de jóvenes. Cada uno puede ampliar los puntos sugerentes correspondientes.)

PASTOR. Algunos de los puntos en los cuales la iglesia puede ayudar a la juventud son los siguientes:

La iglesia puede ayudar a la juventud a desarrollar la cualidad superior de la mente humana: la reverencia a Dios.
La iglesia puede indicar a la juventud la paz y seguridad para ahora y la felicidad eterna para el futuro.
La Iglesia puede ofrecer magnificas oportunidades para sus jóvenes en la obra misionera local y en los campos misioneros. Es una tarea que exige la fortaleza de la juventud. La iglesia puede hacer comprender a los jóvenes que ellos le pertenecen.


JULIO. Lo que deseo encontrar en mis compañeros…

SEÑORITA. Lo que yo espero de mis amigas…

MADRE. Cuando mis hijos jóvenes comienzan a buscar amistades, yo trato de encontrar en ellas las siguientes cualidades…

DIRIGENTE DE JÓVENES.
Proveer una oportunidad para que los jóvenes desarrollen la capacidad de dirigir.
Encargar a los jóvenes la responsabilidad de seguir a su Maestro y compartir su fe
Fomentar la camaradería entre jóvenes de la misma fe en una organización que estimula los principios de la verdadera vida cristiana.
La sociedad de jóvenes es un lugar donde la juventud cristiana puede tener compañeros verdaderos, inspiradores y cristianos.

(Para terminar, invítese con mucho tacto a los miembros para mejorar la sociedad de jóvenes y anúnciese los planes para la próxima reunión social, una reunión social para salvar.)

La cocina de jóvenes

30 Minutos y 3 Personajes + Extras. Se trata de un programa en el que mientras se prepara una torta se resaltar la función de la sociedad de jóvenes en una iglesia.


LA COCINA DE JÓVENES
PERSONAJES

JOVEN 1
JOVEN 2
JOVEN 3


JOVEN 1. Muy buenas tardes tengan todos ustedes, feliz día. Hoy nos vestimos de gala en este programa con dos maravillosas visitas que me ayudaran a prepara el pastel de la sociedad de jóvenes, démosle la bienvenida a ___________________ y __________________. Gracias por aceptar la invitación y acompañarme en el día de hoy.

JOVEN 2. No, gracias a ti por invitarnos.

JOVEN 3. Realmente es un placer acompañarte en tan prestigioso programa.

JOVEN 1. Bueno, hermana (nombre del joven 2) _____________ mándanos a comerciales.

JOVEN 2. Con gusto, vamos a comerciales y ya regresamos con el pastel de la sociedad de jóvenes.



(BIENVENIDA)



JOVEN 1. Nos encontramos de regreso para preparar una exquisita torta, comenzaremos con ¾ tazas de azúcar.

JOVEN 3. ¿Recuerdan la rima que dice: Carmesí es la rosa; la violeta azul, y dulce el azúcar, así eres Tú?

(Risas.)

JOVEN 2. Nos salió poeta la mujer, ¡ja, ja, ja!

JOVEN 3. ¿Saben, estimados televidentes? El azúcar representa el pueblo de Dios: tú y yo, los miembros de la sociedad de jóvenes. Si te ausentas, la sociedad de jóvenes no tendrá tan buen sabor como si tú hubieras estado.

JOVEN 2. Tienes toda la razón.

JOVEN 1. ¿Alguna vez haz visto los cristales de azúcar por el microscopio?

JOVEN 2 y 3. No.

JOVEN 1. ¡¡Son Hermosos!! Sin embargo, te das cuenta que tienen muchos cantos filosos y muchas esquinas. Esas esquinas filosas en el pueblo de Dios, a pesar de ser tan dulces, nos lastiman y nos irritan.

JOVEN 3. Lamentablemente en ocasiones es así.

JOVEN 2. El azúcar se parece mucho a la arena. Puede atascar la delicada maquinaria. Eso es lo que sucede a menudo cuando muchos miembros dulces y agradables del pueblo de Dios se reúnen. Nos lastimamos unos a otros con nuestras esquinas filosas y ¡muy pronto surgen problemas!

JOVEN 1. Bueno, sigamos con nuestro pastel. El segundo ingrediente que utilizaremos es ¼ de taza de aceite.

JOVEN 3. El azúcar debe ser mezclada con el aceite del Espíritu Santo si deseamos una sociedad de jóvenes que funcione con suavidad.

JOVEN 2. ¡Qué diferentes son las cosas cuando Él toma el control de nuestras vidas! Derrite nuestros ásperos contornos y nos une.

JOVEN 3. El Espíritu Santo hace posible que amemos a aquellos que nos han hecho daño.

JOVEN 1. Sí, el Espíritu Santo nos hace amigables y afectuosos con los extraños, combina nuestras vidas en una maravillosa unidad.

JOVEN 2. ¿Qué tal si aprovechamos este momento de ir a comerciales para saludar a los hermanos que no hemos podido?

JOVEN 3. Me parece una excelente idea.

JOVEN 1. A mí también, entonces, hagámoslo.

(Saludo de los hermanos.)

JOVEN 1. Bueno continuamos con nuestro pastel de Jóvenes.

JOVEN 2. Sí, a continuación añadiremos ½ taza de leche.

JOVEN 3. Sí, debemos de añadir la leche una cucharada a la vez. En el pastel de la sociedad de jóvenes, la leche representa la leche espiritual de la palabra de Dios.

JOVEN 1. Correcto, pero aquí es donde necesitamos que nuestros televidentes nos ayuden, añadiremos una cucharada por cada promesa bíblica que citen.

JOVEN 2. Perfecto, entonces vamos a darle el paso a nuestro corresponsal.

(El corresponsal busca las promesas.)

JOVEN 3. Ahora mientras batimos vámonos a un boletín informativo.

(Boletín informativo.)

JOVEN 3. Nos encontramos devuelta con este programa en el que estamos aprendiendo a elaborar la torta de nuestra sociedad de jóvenes.

JOVEN 1. El próximo ingrediente es 1 huevo sin batir.

JOVEN 2. El huevo es símbolo de vida, un símbolo de esperanza, porque a través de él nace una nueva generación.

JOVEN 3. En nuestro pastel, el huevo representa la vida eterna, la bendita esperanza, sin esta esperanza, ¿dónde estaríamos?

JOVEN 1. En ninguna parte.

JOVEN 2. Definitivamente.

JOVEN 3. Esta esperanza une la sociedad de jóvenes a través del mundo.

JOVEN 1. ¿Qué tal si en este momento escuchamos algún testimonio de algún hermano sobre lo que ha significado para él esta esperanza?

JOVEN 2. Bueno, vamos a darle el paso a nuestro corresponsal.

(Testimonio.)

(Propaganda.)

JOVEN 1. Ya de regreso vamos a continuar agregando 1 cucharadita de vainilla a nuestro pastel para darle sabor.

JOVEN 2. Excelente, en esta sociedad vamos a darle sabor entonando un himno.

JOVEN 3. ¿Qué les parece el himno “A Dios sea gloria”? A mí me gusta mucho.

(Himno.)

JOVEN 3. Vamos a seguir agregando 2 ½ cucharaditas de polvo para hornear.

JOVEN 2. Recuerdan el pasaje bíblico que se encuentra en el libro de Mateo 13:33 dice: "El reino de los cielos es como la levadura que una mujer tomó, y escondió en tres medidas de harina".

JOVEN 1. Es la levadura la que hace que el pastel se esponje y crezca, así también a través de la predicación del evangelio al mundo entero la iglesia crece. Seguramente no queremos que el polvo de hornear quede fuera de nuestro pastel de la sociedad de jóvenes.

JOVEN 3. Tienes razón en lo que dices, tan solo hace semanas se estaban estableciendo nuevas iglesias en el estado _________.

JOVEN 2. ¿Qué tal si escuchamos algunas noticias de ese trabajo que hace la iglesia a nivel mundial?

JOVEN 1. OK. Ya regresamos.

(Noticias.)

JOVEN 1. El próximo ingrediente es 1 ¼ tazas de harina cernida.

JOVEN 3. La harina representa nuestras oraciones, no sabemos orar como debiéramos pero el Espíritu Santo cierne nuestras palabras para encontrar el verdadero deseo de nuestro corazón.

(Se cierne la harina mientras se sigue conversando.)

JOVEN 2. Ustedes no han escuchado la historia de un pequeño niño que comenzó a orar de la siguiente manera: ABCDEFGHIJK..... XYWZ AMEN un día alguien lo escuchó y le pregunto: ¿que tipo de oración es esa? Y él respondió: “No sé cómo orar pero conozco el abecedario, entonces se me ocurrió que si le daba a Dios el alfabeto, él podría hacer las palabras”.

JOVEN 3. Y es eso exactamente lo que hace el Espíritu Santo por nosotros. Como está registrado en Romanos 8:26 "Y de igual manera el Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad, pues que hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles".

JOVEN 1. La oración debe ser parte de nuestra sociedad de jóvenes. Arrodillémonos mientras hacemos la oración.

(Oración.)

JOVEN 3. Para seguir con nuestro pastel, el próximo ingrediente es ½ cucharada de sal, "Vosotros sois la sal de la tierra" dijo Jesús.

JOVEN 2. Podríamos decir, que ella representa los planes misioneros de nuestra sociedad, a través de los cuales ayudamos a que otras personas conozcan lo maravilloso que es Nuestro Señor Jesucristo.

JOVEN 1. Bueno, ahora batimos vigorosamente con una cuchara hasta que la pasta quede suave, esta cuchara representa la directiva de la sociedad. Su trabajo es mover a los santos, sacarlos de sus sillas para que participen en los programas y testifiquen para el Señor a través del evangelismo juvenil.

(Se unta la pasta en un molde para pan.)

JOVEN 3. Ahora verteremos la pasta, el molde del concilio de Jóvenes, y estará listo para el horno. El concilio le da forma a todos los planes de la sociedad, así como el molde lo hace para el pan, pero para que el molde cumpla su función necesita ser lubricado con el Espíritu Santo y además debe tener sus oraciones refinadas por el Espíritu Santo.

JOVEN 2. Si el concilio no está engrasado y enharinado por el Espíritu Santo y las oraciones no podrá cumplir su función. ¡Listo! Pero no se vayan, estaremos de regreso en un momento.

(Se lleva la pasta al salón de atrás.)

JOVEN 1. Sí, pero mientras esperamos que esté listo, vámonos con nuestro corresponsal.

(Corresponsal Juegos bíblicos.)

JOVEN 1. ¡¡Aquí esta!! El pastel de la sociedad de jóvenes. (Debe traerlo con velitas.)

JOVEN 2. Hoy estamos celebrando el cumpleaños de las Sociedades de Jóvenes y todo lo que han significado para la iglesia a través de los años.

JOVEN 3. Vamos a escuchar un pequeño informe de la misma.

(Informe.)

JOVEN 1. Ahora ya de regreso voy a pedir a _______________________ que apague las velitas.

JOVEN 2. Muchas gracias a todos por asistir a nuestro programa.

JOVEN 3. Sí, esperamos que haya sido de mucho provecho para todos.

JOVEN 1. Eso sí, los esperamos para la próxima sociedad de jóvenes. ¡Qué Dios les bendiga!

Tu mayor riqueza es dar

8 Minutos y 10 Personajes. Un niño mendigo está en la calle pero todas las personas encuentran excusas para no ayudarle. Una familia cristiana le demostrará su amor al acogerlo en su casa.


TU MAYOR RIQUEZA ES DAR




PERSONAJES

NIÑO MENDIGO
ARTURO
OMAR
DAVID
MILENA
JUAN
CRISTIAN
PADRE
MADRE
CARLITOS


(Aparece en la plataforma un niño cubierto con una cobija grande. Y a medida que pase cada participante a la plataforma, pegará el letrero correspondiente sobre la cobija que cubre al niño. Se harán cuatro letreros: pobreza, peleas, robos y vicios. Para que se pueda dar cierta realidad al programa, sería de gran ayuda que todos los participantes entraran por la puerta principal, para que de esta forma, puedan observar a cierta distancia al niño mendigo que estará en la plataforma.)



POBREZA

ARTURO. ¡Ah! Qué suerte la nuestra. Un día más sin trabajo. No tenemos nada que llevar a nuestros hogares.

OMAR. ¿Y quién sabe hasta cuándo nos acompañará esta mala suerte? No sé cómo salir adelante con mi familia. ¡Ya me estoy cansando de tantos esfuerzos inútiles!

ARTURO. Debemos ser pacientes y confiar en Dios. Estoy seguro que no le agrada nuestra situación.

OMAR. (Señalando al niño.) ¡Ey! Mira, Arturo, este jovencito lleva días durmiendo en ese mismo lugar. Me gustaría ayudarle, pero… no podemos hacer nada por él. Somos muy pobres.

(Pega sobre la cobija del niño el letrero que dice “pobreza”) luego se marchan.


PELEAS

DAVID. ¡pero cómo te atreves a decir que soy un mal padre! ¿Acaso le falta algo a nuestros hijos? Todo lo que piden, eso les compro…

MILENA. No es cierto. ¿Cuándo has estado con ellos a solas hablando, jugando o algo así? Además no estás cuando te necesitan, no les das de tu tiempo.

DAVID. (Un poco malhumorado.) No vuelvas con la misma frasecita de siempre “No les das de tu tiempo”. Me voy de la casa ¡Contigo sólo se respiran cosas desagradables!

MILENA. (Se acerca extrañada y pausadamente.) ¡Oh! Qué niño más pobre. Me gustaría llevarlo a mi casa y darle de comer y regalarle ropa limpia, pero sé que mi esposo no lo permitiría…

(Se acerca al niño y le pega el letrero que dice “peleas”.)

MILENA. ¡Qué pesar!



ROBOS

JUAN. ¡Uh! No hicimos ni para los cigarrillos; esos policías no nos quitaron los ojos de encima. No sabemos hacer más que robar.

CRISTIAN. Si hubiera seguido estudiando, ya habría aprendido a leer y a escribir; pero para ser un médico famoso se necesita ir a la universidad, pero con esta vida que llevamos sé que el Todopoderoso está muy triste por nosotros.

JUAN. Soñar es muy lindo, pero yo me quedo con la realidad, así sea terrible, pero es mejor ya que siempre nos acompaña.

CRISTIAN. No pierdo la esperanza de estudiar algún día y alcanzar mis metas. Sé que Dios me ayudará ¡Oh!, mira Juan ese niño. Debe tener mucho frío. ¡Pobrecito! Nosotros al menos tenemos un lugar donde dormir y mejor ropa, pero éste no. Me gustaría ayudarle pero no sé cómo. (Se acerca al niño y le pega el letrero que dice “robos”.)


VICIOS

EDSON. Hermano, si usted sigue con ese vicio, seguro lo va a mandar a la tumba. Mire, amigo Dickson, usted está joven, debería dejar esa vida. Aunque sea hágalo por ellos, porque creo que usted no se quiere a sí mismo.

DICKSON. (Lo dice en un tono alto.) ¡Sí, sí! Es cierto, pero no puedo, lo he intentado y creo que Dios no volverá a ayudarme, pues varias veces le he prometido dejar esta vida que llevo y volver a empezar, ¡pero no puedo! Vuelvo a las andanzas y caigo en las drogas. No sé qué hacer, estoy desesperado.

EDSON. Tranquilo, hermano, sé que usted puede cambiar, pero debe tener más fuerza de voluntad. Yo le pido a Dios en oración que le ayude y tengo fe que cambiará. ¡Claro que sí hermano! (Lo abraza.)

DICKSON. (Se acerca al niño y lo mira de cerca.) ¡Edson, pobre chico este! Qué padres tan desconsiderados. Yo no sería capaz de mandar a mis hijos a la calle. No quiero imaginar cómo serían mis hijos sin mí; por eso voy a cambiar. ¡No quiero morir como un drogadicto! ¿Cómo sería uno de mis hijos en esta situación? ¡No, Señor, por favor! (Lo dice mirando hacia arriba.)

EDSON. Es muy triste tal situación. Pero no podemos hacer nada por él (se acerca y le pega el letrero de “vicios”.)


AMOR CRISTIANO

(Familia cristiana mientras entran a la iglesia y se dirigen a la plataforma van cantando un himno.)

PADRE. (Se detiene a la mitad del camino y le habla a uno de sus hijos) Carlitos, si te portas bien en la clase de niños podrás invitar a tu amigo Jaimito a la casa.

CARLITOS. ¡Sí papi! (avanzan todos) Papi, mira a ese niño pobrecito.

PADRE. ¡Oh sí! Debe tener mucho frío. Vengan, hablemos con él.

MADRE. Me parece buena idea.

CARLITOS. (Lo toca y lo descubre y luego dice en tono fuerte.) ¡Niño, niño, despiértate!

PADRE. Espera un momento, hijo.

NIÑO MENDIGO. (Se levanta con pereza y asombro a la vez.) ¿Quiénes son ustedes?

PADRE. Ella es mi esposa Patricia, y ellos son mis hijos: Camilo y Carlitos. Mi nombre es Juan Carlos.

NIÑO MENDIGO. ¡Vaya que casualidad! Mi nombre también es Camilo. ¡Ustedes son una linda familia!

PADRE. Tratamos de ser mejores cada día, y es Dios el que nos ha ayudado a mantenernos unidos.

MADRE. Ven, Camilo (se acerca hacia él y tomando su cobija le dice.) Quítate esa cobija. Está muy pesada y sucia para un niño tan atractivo como tú.

PADRE. ¿Llevas tiempo viviendo en la calle?

NIÑO MENDIGO. Sí desde que tenía 8 años. Mi papá me abandonó.

PADRE. ¿Tú papá te botó de la casa? Es muy malo…

NIÑO MENDIGO. Sí, es muy malo. Yo no lo quiero.

MADRE. (Toma la cobija y la muestra a la feligresía, luego observa al niño y le dice.) Camilo, debes botar esta cobija tan sucia y horrible. Tendrás ropa agradable y bonita. Te mereces lo mejor, ven con nosotros, Camilo, te aceptaremos como un hijo.

NIÑO MENDIGO. (Mirando al público, junto a su nueva familia.) La gente hoy en día piensa en ayudar, pero no lo hace. Hay muchas cosas que nos esclavizan al mundo. Seré una nueva persona ahora y gracias a esta linda familia. Gracias Dios porque tú nunca nos desamparas.

“SÉ UN CRISTIANO PRÁCTICO Y NO DE SIMPLES CONOCIMIENTOS. DIOS TE RECOMPENSARÁ”.

El nacimiento de Jesús

8 Minutos y 12 Personajes. Representación del nacimiento de Jesús para niños.


EL NACIMIENTO DE JESÚS




PERSONAJES

NARRADOR
JOSÉ
MARÍA
POSADERO 1
POSADERO 2
ÁNGEL 1
ÁNGEL 2
PASTOR 1
PASTOR 2
REY 1
REY 2
REY 3



PRIMERA ESCENA

(Afuera del pueblo. Entra el narrador.)

NARRADOR. ¡Oigan, oigan! Augusto César decidió que habrá un censo. Todos tienen que ser inscritos y deben regresar a sus propios pueblos. ¡Que esto lo sepan todos!

(Calla el narrador, José y María embarazada entran.)

JOSÉ. María, sé que pronto tendrás al bebé, pero debemos ir a Belén por el censo.

MARÍA. Sí, José. Creo que puedo viajar y sé que el Señor estará con nosotros en este viaje.

(José y María empacan y empiezan su viaje. Y caminando hacia la primera posada, tocan la puerta. Los posaderos están detrás de las puertas.)

POSADERO 1. (Cuando tocan) ¿Sí?

JOSÉ. Hemos estado viajando por mucho tiempo, ¿tienen espacio para nosotros?

POSADERO 1. Lo siento mucho, pero no hay may espacio aquí. Traten en la siguiente posada.

(José y María caminan a la siguiente posada y tocan la puerta.)

POSADERO 2. (Cuando tocan.) Lo siento, si están buscando un lugar para quedarse, estamos completamente llenos. Traten en la siguiente posada.

(José y María caminan hacia la posada. Casi ni están en la puerta cuando el 3er posadero sale.)

POSADERO 3. ¡Increíble! Este lugar está casi lleno de pared a pared. (Ve a María con compasión.) No creo que encuentren un cuarto en este pueblo. Pero no creo que deban seguir viajando cuando es tan noche. Si no les importa, tal vez podrían descansar en mi establo atrás. No es el lugar más cómodo, pero por lo menos habrá un techo sobre sus cabezas. Y los animales son maravillosos, no los molestarán.

JOSÉ. Mi esposa debe descansar. El establo estará bien.

POSADERO 3. Muy bien, ¡síganme!

(El posadero lleva a José y a María al establo, después todos los posaderos salen.)



SEGUNDA ESCENA

(Un establo. José ayuda a María a sentarse en el piso, después empieza a preparar una cama.)

JOSÉ. Sé que Dios está con nosotros. Es mucho mejor dormir aquí que afuera.

MARÍA. José, no me siento muy bien. Estoy muy cansada y tengo este dolor. Creo que es tiempo para que el bebé nazca.

JOSÉ. Por favor, María, acuéstate en esta cama que te he preparado, no será por mucho tiempo.



TERCERA ESCENA

(Un campo. Entra el narrador.)

NARRADOR. En ese mismo tiempo, había unos pastores que estaban cuidando a su rebaño cuando de repente un ángel se les apareció.

(Ángeles entran. Mientras el ángel habla, María envuelve al bebé en la tela y lo acuesta en el pesebre.)

ÁNGEL 1. Les traigo buenas nuevas de gran alegría. Hoy en la ciudad de David nació un Salvador, que es Cristo el Señor. Esto les servirá de señal: Encontrarán a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre.

ÁNGEL 2. Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad.

PASTOR 1. Vayamos a Belén y veamos lo que el Señor nos ha dicho.

PASTOR 2. Vamos a decirles a nuestros amigos y después vamos todos. ¡Gloria a Dios por estas buenas nuevas! Vámonos, es un viaje largo.

NARRADOR. Y los pastores, despuÉs de oír a los ángeles fueron a visitar al Bebé. Un tiempo después unos reyes magos vieron una estrella brillante en el cielo.

(Sale el narrador y entran los reyes magos. Se ve la estrella.)

REY 1. (Señalando a la estrella.) Miren, una estrella. ¡Miren que tan brillante es!

(Los otros dos reyes ven hacia la estrella.)

REY 2. Es la señal. La maravillosa señal. El rey de los Judíos ha nacido.

REY 3. Vayamos a adorarle. ¡Regalos, necesitamos regalos!

REY 1. Ya sé lo que le puedo dar. Le daré oro, porque es de la familia real.

REY 2. Mi regalo va a ser especial. Será mirra.

REY 3. Incienso será mi regalo. Pongámoslos en regalos en cajas especiales, porque es rey.

(Los tres reyes magos ponen sus regalos en cajas de tesoros. Narrador entra. Los reyes magos caminan hacia el establo mientras ven la estrella. María toma al niño y lo pone en sus brazos.)


CUARTA ESCENA

(Un establo. Entra el narrador.)

NARRADOR. Y los reyes magos encontraron a su rey siguiendo la estrella. Y cuando llegaron, se postraron y adoraron a su rey, y le ofrecieron sus regalos.

(Los reyes magos ponen sus regalos enfrente de María y después se postran. Entran los ángeles.)

ÁNGELES. ¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz!

Mamita querida

18 Minutos y 7 Personajes. Un joven le entrega su vida a Jesús cuando su madre es asesinada por unos delincuentes.

MAMITA QUERIDA



PERSONAJES

AMALIA
BEBÉ
ARMANDO NIÑO
ARMANDO ADULTO
ALFREDO
NATALIA
DELINCUENTE 1
DELINCUENTE 2



INTRODUCCIÓN

Este es una historia que pudiera pasar en cualquier sitio de nuestra ciudad, donde una madre soltera tiene que luchar con su pequeño niño, por causa del abandono. En esta situación encontramos a Amalia, una joven madre, que tiene que afrontar la vida sola con su pequeño hijo Armando, a causa de la ruptura de su matrimonio. Amalia confía en que sola cubrirá todas sus necesidades. Con la ayuda del Señor Dios Todopoderoso, confía en que en un futuro Armandito, será un hombre de provecho que estará caminando cada día con Dios. Pero por una mala casualidad le tocará vivir la trágica jugada del destino, donde será separada de su hijo.




PRIMERA ESCENA.

(Se encuentra Amalia en un parque de la ciudad conversando con su pequeño hijito Armando.)

AMALIA. ¡Mi niño querido! ¡Viniste a llenar un vacío tan grande en mi vida! Nunca te voy a dejar solo, ¡siempre te voy a querer! Haré de ti un hombre de provecho, serás un buen hombre, ¡un profesional! Te enseñaré a valorar la vida, a amarme, a respetar a tu esposa... (Con desilusión.) No como tu padre que se fue y nos dejó solos... ¡Mi niño querido! ¡Mi Armandito! Vas a crecer fuerte y saludable, nunca te hará falta nada; el Señor ha prometido estar con nosotros y sustentarnos en todo momento, pero tú ahora estás muy chiquitico para entender estas cosas, ¿no? Eres tan pequeñito, tan indefenso, necesitas tanto de mis cuidados, de mi protección... Te pareces tanto a mí... No, no, no, ¿cómo te vas a parecer a mí? Si tú eres tan lindo… Tú eres un regalo de Dios, tú eres mi pedacito de cielo. (Comienza a canta una canción de cuna.)



SEGUNDA ESCENA

(Pasados ocho años se encuentra Armandito jugando canicas cerca de su casa, con Alfredito su amigo.)

ARMANDO. Dale, dale, que te toca a ti...

ALFREDO. Sabes que si le pego, te quedas sin nada...

ARMANDO. ¡Ok! ¡Está bien! Si es que logras pegarle… (Viendo sus anteojos.) Porque con esas lupas que tienes, lo dudo mucho… (Risas.)

ALFREDO. (Molesto.) ¿Te estás burlando de mis lentes?

ARMANDO. (Sigue burlándose.) ¡Dale! ¿Qué se va a hacer tarde…? Y ya va a ser hora de almorzar y mi mamá me va a llamar.

ALFREDO. ¡No te sigas burlando! Si te sigues riendo de mí, ya vas a ver… (Hace como que va a jugar y Alfredito se tapa la boca aguantando las ganas de reír.) Entonces, ¿te vas a seguir burlando de mí? (Arroja las canicas al suelo y se le encima tomándole por el cuello.)

ARMANDO. ¡¡Yaaaa!! Suéltame… (Logra soltarse.) Oye, suéltame, no te pongas bravo… No fue mi intención… ¡¡DISCÚLPAME!!

ALFREDO. (Llorando.) ¡¡Cállate!! Tú eres como los demás, todos se burlan de mis lentes… Yo no pedí ser así… Mi mamá me dijo que los necesito para poder ver bien y tú que dices ser mi amigo, te burlas como los demás, no es justo…

ARMANDO. (Apenado.) Oye, de verdad, discúlpame… No fue mi intención, cometí un error… Te prometo jamás volverme a burlar de ti… pero no llores… Mira, mi mamá me dice que la palabra de Dios dice: “un amigo es más que un hermano” y tú eres mi mejor amigo…eres como un hermano para mí y te quiero mucho; no nos volvamos a pelear por tonterías OK. ¡Dame esos cinco, amigo!

ALFREDO. (Secándose las lagrimas.) Bueno, pero ya sabes… (Estrecha las manos con Armando.)

ARMANDO. Bien terminemos.

VOZ EN OFF. (Interrumpiendo.) ¡Armandito!, ¡la comida está servida, ven a comer!

ARMANDO. ¡Epa! Me tengo que ir, mi mamá me está llamando.

ALFREDO. (Protestando.) ¿Y no vas a terminar de jugar?

ARMANDO. No, no, no... Mi mamá me está llamando, tengo que ser muy obediente por que eso le agrada a Dios. ¿No sabes que tenemos que honrar a nuestros padres? Después seguimos. (Sale de escena corriendo.)



TERCERA ESCENA

(Diecisiete años más tarde, Armandito convertido en un hombre se encuentra conversando con su mamá, quien está planchando.)

AMALIA. Menos mal, mijo, que por lo menos conseguiste un empleo estable, porque un muchacho corno tú, bachiller de esta República, haciendo cualquier cosa por ahí, no resulta. Imagínate que ninguna nevera se descompusiera, ¿qué va ser de nosotros? ¿Ah? Porque con lo poquito que gano planchando, no alcanza, y entre pagar el apartamento, la compra de la comida, y cancelar todos los servicios, se va todo el dinero, pero el Señor escuchó mi oración y pudiste conseguir ese empleo y hasta en gracia has caído, porque tu jefe te trataba muy bien, ¿no es así? (Armando no contesta ~ vuelve a preguntar) ¿No es así, Armando? Armando, ¿tú me estás escuchando?

ARMANDO. Sí, sí, yo te estoy escuchando, mamá, pero es que estoy apurado porque hoy es la fiesta de Lisbeth, y voy a ir con Belice. Es más, me acaba de llamar y me dijo que baje en 5 minutos y no quiero hacerla esperar.

AMALIA. (Preocupada.) Pero, ¡Armando! ¿En qué habíamos quedado? ¿No me dijiste ayer que me ibas acompañar a visitar a la hermana Rosa? Ella te aprecia mucho y le gustaría verte, además siempre te he dicho que ese camino que pretendes llevar, no te va a producir a nada bueno. ¿No sabes que la amistad con el mundo es enemistad contra Dios?

ARMANDO. (Molesto.) Pero bueno, mamá, ¿vas a empezar de nuevo con tu sermón? Siempre andas criticando mis amistades: que no te gusta lo que hacen…

AMALIA. Lo hago por tu bien. Tú naciste bajo la bendición de un hogar cristiano y tú me prometiste que hoy…

ARMANDO. ¡Que hoy nada mamá! Cambié los planes, ¿OK? ¿Tú crees que voy a perder mi tiempo con esa señora? No, mamá, lo siento mucho, además, ¡que la visite su familia! ¿Es que acaso se olvidaron de ella, que nosotros tenemos que estar arriba de ella?

AMALIA. ¡No hables así, Armando! Te desconozco… ¡Me estas faltando el respeto!

ARMANDO. Lo siento, mamá, pero es que a veces tú me cansas con tus sermones. Y me da mucha rabia. (Calmando las cosas.) Mira, dejemos esto hasta aquí, no quiero seguir discutiendo contigo, otro día te acompaño Ok…

AMALIA. (Reflexiva.) Como me gustaría verte en el grupo de danzas de la Iglesia. Danzándole al Señor… Dime: ¿cuándo piensas enseriarte con las cosas de Dios? Ya sabes lo que dice la palabra, “Acuérdate joven de tu creador en los días de tu juventud”. Él merece nuestra absoluta obediencia. A ver, explícame esto: ayer era Ana Teresa, ahora es Belice y mañana, ¿quién sabe? ¿Tú crees que vas a entrar en la universidad, si sigues con eso? ¿Si estás pendiente de fiestas y noviecitas?

ARMANDO. ¡Mamá, por favor! Yo entiendo que Jesucristo es mi Salvador, que murió por mí y todo eso, pero eso todavía no es para mí, ¡aún soy joven! Yo necesito vivir mi vida, ¡disfrutar mi juventud! Además, tú lo que quieres es tenerme sometido, tenerme aquí encerrado, ¿acaso tu me estás criando para que me quede contigo? Esta chica no te gusta, esta tampoco... ¡Yo no sé qué quieres tú!

AMALIA. Armando, yo solo quiero el bien para ti.

ARMANDO. ¡¡Ya!! No quiero escucharte más… ¡Me largo!

AMALIA. ¡¡Armando!! ¡¡Armando!!

(Armando sale de escena bruscamente, dejando a su madre sola.)



CUARTA ESCENA

(Al día siguiente, muy temprano por la mañana, Amalia se disponía a ir al mercado con Armando.)

AMALIA. ¡Dios del cielo! Yo no sé qué pasa con este muchacho... ¡Armando, Armando! ¿Se puede saber a qué horas llegaste?

ARMANDO. (Despertándose.) ¿Qué? ¡¡Déjame dormir!! Tengo mucho sueño…

AMALIA. ¡¡No vas a tener sueño, si llegas de madrugada…!!! ¡¡Bien bonito que te está quedando esa costumbre de llegar de madrugada!! Si así fueras cuando te digo que nos quedemos en la Iglesia para hacer una vigilia… (Armando se arropa la cabeza.) ¡Anda, levántate! Necesito que me acompañes al mercadito popular. Sabes bien que hay que ir bien temprano para aprovechar los precios, además tú sabes cómo se llena eso y necesito que me ayudes con las bolsas.

ARMANDO. (Levantándose.) Mamá, todas las semanas te acompaño al mercadito popular, pero entiéndelo, acabo de llegar. Y estoy bien cansado, además los muchachos me vienen a buscar más tarde para ir a la playa. (Se vuelve a arropar.)

AMALIA. (Sarcástica.) Así que, ¿te vienen a buscar de nuevo? Bien bueno contigo... ¿Por qué mejor no te mudas y vives en la calle…? Porque ya casi ni te la pasas en la casa.

ARMANDO. (Se levanta muy molesto.) ¡Sí! ¡¡Lo que me provoca es largarme!!¡¡Ahora no se puede dormir en paz en esta casa!!

(Armando sale de escena.)

AMALIA. ¡Armando! ¡No me hables así! ¡Mira que soy tu madre! ¡Armando…! Pero, ¿quién se ha creído éste que soy yo? Que el Señor reprenda el diablo… ¡Dios mío dame paciencia con este muchacho! (En ese momento toca la puerta Natalia, la amiga de Amalia en busca de unos palitos de fósforos.) Ahora quién será…

NATALIA. Buenos días, Amalia, ¿eso que todavía estás aquí? Ya te hacia en el mercado con Armadito, como ustedes salen bien temprano... Pero menos mal que te consigo, vine para ver si me puedes regalar unos palitos de fósforos que se me apagó la cocina y… disculpa la molestia.

AMALIA. No te preocupes, Naty, no faltaba más. (Los busca y se los da.) Aquí están, ¿vas al mercado?

NATALIA. Sí, ¿por qué?

AMALIA. Para ir juntas, porque Armando no podrá ir conmigo. ¿Vamos?

NATALIA. (Extrañada.) Ah, bueno. Vamos pues. Pasamos por la casa y con eso te cuento algo de Alfredo, pero primero llevamos los fósforos, busco el monedero y nos vamos. Ese muchacho no sé qué le pasa.

(Salen de escena.)



QUINTA ESCENA.

(Horas después aparecen en escena caminando Amalia y Natalia, con las bolsas del mercado, comentando.)

NATALIA. Ay no, Amalia, con estos precios no vamos a poder ni comer. Figúrate que ya subieron la harina de trigo, no se dónde iremos a parar...

AMALIA. Pero démosle gracias a Dios porque hasta ahora nunca nos ha faltado nada, y por ese mercadito que vende barato, porque yo vi. Esa misma harina la vi más cara la semana pasada en el abasto del señor Domingo.

NATALIA. Oye pero, no sé, a mí como que se me olvidó algo. ¿Qué será? ¡Ay! Se me olvidó comprar los fósforos...

AMALIA. (Risas.) Vaya, mujer, con esa cabeza tuya… Eres tan olvidadiza… No importa, no te preocupes, te voy a regalar una cajita que tengo en la alacena.

NATALIA. Gracias, mujer, eres tan buena… Eres una santa. (De pronto ve a dos delincuente en la esquina estaban drogados.) ¡Ay, Amalia! ¿Usted está viendo esos tipos de la esquina?

AMALIA. Sí, los he visto varias veces rondando el barrio. ¿Por qué, Natalia?

NATALIA. Porque esos tipos son unos delincuentes; le dicen los “morochos” y parece que lo están buscando y le digo una cosa: para nada bueno será. En el barrio dicen que la semana pasada mataron a uno por problemas de drogas… Mejor nos vamos por la otra calle…

NATALIA. No, se darían cuenta, además, ¿qué nos pueden hacer? Van a robar a dos pobres como nosotras… (Risas.) Vamos, el Señor nos cuida.

DELINCUENTE 1. Entonces my lady, buenos días. ¿Qué pasó, viejita? ¿Por qué van tan solitas? ¿Las acompañamos?

AMALIA. No, gracias, hijo, nosotras podemos solas.

DELINCUENTE 2. ¿Qué pasó morocho? ¿Te vas a meter con las señoras? No se preocupe mi vieja….

DELINCUENTE 1. ¿Qué pasó? ¿Por qué tan nerviosa, mi doña?

NATALIA. ¿Nerviosa yo…? Eh… para nada…

DELINCUENTE 1. Entonces, mi viejita, será que nos pasa alguito para comer…

AMALIA. Mira, muchacho, yo ni te conozco, y no te voy a dar nada porque ambos sabemos bien que no es para comer sino para comprar esa basura que te metes que además te está destruyendo la vida.

DELINCUENTE 2. (Molesto.) ¿Qué pasó, mi doña? Tampoco la cosa es así… (Saca una pistola.) Ahora, vieja estúpida, me vas dar la cartera o si no ¡¡te quiebro aquí mismo!!

AMALIA. ¡¡Suelta mi cartera!! ¡¡Auxilio!!

(Forcejean y el delincuente mata a Amalia.)

DELINCUENTE 1. ¡¡Vámonos!! ¡¡Te quebraste a la vieja!! ¡¡Corre!! (Salen corriendo.)

NATALIA. (Desesperada.) ¡Amalia, Amalia! ¡No! ¡Auxilio!, ¡ayúdenos!, ¡alguien que me ayude!, una ambulancia, ¡por favor!

AMALIA. (Agonizando.) ¡¡Natalia!!, me muero… me muero… Natalia..., cuida de mi hijo... dile que lo amo… que nunca se aparte de los caminos del Señor…... dile que lo amo... (Expira.)

NATALIA. (Gritando.) ¡¡Amalia!! ¡¡Amalia!!

(Entra en escena Armando apresuradamente.)

ARMANDO. ¿Qué pasó? Señora Natalia, ¿qué le pasó a mi mamá?

NATALIA. ¡La mataron! Armando… ¡la mataron!

ARMANDO. (Conmocionado.) ¡¡Noooo!! ¡¡Mamá!!, ¡¡mamá!!, (Grita desesperado pidiendo ayuda.) Mamá, despierta, estoy aquí, soy Armando, tu hijo Armando… ¿Quién pudo hacerte esto...? ¡Mamá, por favor, no te vayas!, por favor, ¡no me dejes solo!, contéstame mama... mamá, te quiero, tal vez no lo demostré cómo te lo merecías... si tú te vas, ¿quién va a estar en tu lugar? Nadie podrá sustituirte, ¿quién paralizó tus manos que trabajaron tanto por mí...?, ¿quién apagó tu voz...? ¡Mamita querida...! (Entona la canción y luego exclama.) Mamá: ¡¡TE PROMETO QUE VOY A SEGUIR A JESUCRISTO!! Escúchame: ¡¡acepto a Jesús!!

Él volverá

17 Minutos y 11 Personajes. Un grupo de trabajadores se encuentra en una construcción trabajando duramente. La mayoría han perdido las esperanzas de que su Señor vuelva y se han apartado de la construcción dejándose llevar por pasiones pasajeras, luego se darán cuenta de que Él está por venir muy pronto.





ÉL VOLVERÁ
Eunices Herrera y José A. Pérez
Ministerio Teatral Alpha
República Dominicana




PERSONAJES

MARCOS
NATY
CLEO
JOSÉ
CITRA
MARIANA
ISAÍAS
DISTRACCIÓN
PEREZA
TIEMPO
JESÚS




VOZ EN OFF



PRIMERA ESCENA

(Entre luz aparecen 7 personajes con palas y picos trabajando incesantemente, bajo un ambiente en media luz, con una música triste. Los trabajadores inician conversando.)

MARCOS. Realmente siento que cada día la tierra se torna má dura.

NATY. Sí, Marcos. Este trabajo se pone cada vez más difícil: los obstáculos, los problemas, los cayos en las manos y el desánimo entre los obreros me llevan a preguntarme si podremos soportar y estar de pie hasta el final.

MARCOS. Yo también he estado pensando lo mismo, también me he sentido desanimado y vulnerable, sobre todo al ver la desunión y los conflictos entre los obreros. Sin embargo, todo eso también me lleva a pensar que vendrá algo mejor. Eso fue lo que Él nos prometió.

CITRA. ¿Por qué ustedes en vez de estar hablando tanto, no siguen trabajando? Esto se torna cada vez más insoportable, estoy cansada de todo este trabajo.

MARIANA. Sí todos sabemos que es difícil trabajar tanto.

MARCOS. No digan eso, recuerden las promesas que Él nos hizo. Cuando nos comisionó jamás se nos dijo que iba a ser fácil.

JOSÉ. Pero tampoco nos dijeron que iba a ser difícil, que duraría tanto la construcción y sobre todo que Él duraría tanto tiempo ausente.

CLEO. Estoy de acuerdo con José. Antes de estar aquí estábamos mejor, no trabajábamos tanto y descansábamos más.

NATY. ¿Cómo es posible que piensen de esa forma? Si antes de estar aquí no teníamos nada, aquí sí tenemos esperanza.

CITRA. ¿Esperanza? ¿A qué tipo de esperanza te refieres? Porque la única esperanza que veo posible es morir de cansancio.

ISAÍAS. Sí, yo en particular me siento muy cansado.

MARCOS. Señores, por favor, ¿por qué tanto desanimo? Tenemos que seguir trabajando fuertemente y adelantar esta obra.

JOSÉ. ¿Que por qué tanto desanimo? Porque cuando Él nos contrató, nunca nos dijo que se iría y nos dejaría solos.

MARCOS. Pero no estamos solos, recuerden que nos dejó un compañero.

ISAÍAS. Sí, pero no es lo mismo, si Él estuviera aquí no sería igual.

MARIANA. Opino lo mismo, Él no debió marcharse.

NATY. Pero Él se fue para mejoría de nosotros, recuerden la promesa, Él vendrá, así que sigamos trabajando.

CLEO. Es que yo ya no resisto más.

MARIANA. Yo tampoco.

NATY. ¡Ey, animo chicos!


SEGUNDA ESCENA

(Entra Pereza.)

PEREZA. (Bosteza, mira al grupo.) Tiene que haber una causa muy fuerte para que estas personas sigan trabajando tan arduamente y sin descanso por… (Saca un calendario.) ¿Casi 2000 años? Guau, ¿saben algo? Es sorprendente como algunos todavía tienen tanto ánimo… (Se acerca al grupo, se dirige a Isaías.) Ey, amigo, parece que no te gusta mucho estar aquí. Mira esos cayos en tus manos, no te ves muy conforme, estas quemado por el sol. ¿Qué te parece si te tomas un descanso, aunque sea uno pequeño? (Chasca los dedos.) Ey… Es una pena que no puedas verme, ni oírme, solo estoy en tu subconsciente, si me vieras podría ser más persuasiva. Bueno si no quieres, tú te lo pierdes. Bye.

(Sale. Los trabajadores inician nuevamente su conversación.)

CLEO. ¿Saben algo? Deberíamos tomarnos un receso en esta construcción y volver luego, no creo que eso signifique nada.

CITRA. Estoy de acuerdo, podemos descansar y volver.

MARCOS. ¡No! No podemos irnos y abandonar la obra, Él puede venir en cualquier momento y si no nos encuentra aquí, ¿qué será de nosotros?

ISAÍAS. No creo que Él venga ahora, podemos tomarnos un receso, yo estoy decidido, me voy, tomo un receso y luego volveré y seguiré trabajando en la obra.

MARCOS. ¡No! No te vayas, Él puede venir y no encontrarte aquí trabajando en la construcción.

ISAÍAS. No, no, yo vendré antes de que Él regrese, no te preocupes, adiós chicos.

NATY. Adiós

(Se va. Entra distracción.)

DISTRACCIÓN. (Va pasando por el lugar sin percatarse de la presencia de los trabajadores, y al darse cuenta…) ¡OH! ¿Y estas personas aquí? Se notan… ¿Aburridos? (Se acerca.) ¡Sí! Ciertamente están aburridos, necesitan relajarse, salir de la rutina, cambiar de ambiente, necesitan… ¡¡¡Diversión!!! Sí, eso es lo que necesitan. ¡Ey! ¿Qué tal tú? (Dirigiéndose a Mariana.) Te notas aburrida, podemos divertirnos mucho, veamos qué opción tengo para ti… (Saca una lista larga de actividades.) Domino, pasear, ver televisión, jugar a las cartas, ir al campo, ir a la playa, ver el partido… ¡¡Escoge una!! No, mejor escógelas todas, ¡¡un día completo de pura diversión!! ¡Ey, hola! ¿Hola? ¿No me ves? ¡Ah, qué pena! Tenía más ideas en mente. Bueno por lo menos lo intenté… (Sale.)

(Siguen conversando…)

CITRA. Ah me siento súper aburrida, hacemos lo mismo todos los días, trabajar, trabajar y trabajar.

NATY. Por favor no se quejen tanto, tengamos confianza y sigamos esta obra ya casi estamos terminando.

MARIANA. Bueno, ya estoy muy cansada de estar aquí. Tengo demasiados años trabajando en esta construcción que cada día se torna más dura, más difícil, yo me voy.

MARCOS. Quédate. No te desanimes ahora, siento que su regreso está muy cerca.

MARIANA. No. No puedo seguir, de veras, no sé ustedes pero yo me voy. (Sale.)

(Entra Avaricia.)

AVARICIA. A ver.. Trece millones novecientos mil... Trece millones... ¡Ay! Ya perdí la cuenta otra vez, tendré que empezar de nuevo, uno, dos... ¡Oh! ¿Y éstos? Se ven... sucios, cansados, aburridos... ¡Ah! Necesitan Dinero. Hola, ¿cómo están? Se ven un poco... ¿Pobres? Sí, pobres. Ey, ¿quieren un yate? Yo se lo puedo dar. ¿Un carro de lujo? ¿Una casa? ¿Fama? ¡¡¡De todo!!! Solo tienen que seguirme, hacer lo que yo digo y tendrán todo lo que siempre han soñado. ¡Ey! ¿Es que no me oyen? ¿Hola? ¿Hola? Bueno estaré por allá por si cambian de opinión.

CLEO. Mira lo sucio y miserable que nos vemos, quisiera tener ropa linda, de marca... ¡Ah! Quisiera comprar tantas cosas, pero trabajando aquí no he conseguido ni conseguiré nada.

CITRA. A mí me gustaría tener joyas, un lindo vestido...

MARCOS. Ey, amigos, el dinero no da la felicidad, además lo que Él nos prometió no se compra ni con todo el dinero del mundo, ténganlo presente. Nos dará el galardón cuando Él vuelva.

JOSÉ. Oye, Marcos, estás errado. ¿Cómo crees que todavía Él va a volver? Parece que Él ya se olvidó de nosotros, solo nos quiso reclutar para abandonarnos y dejarnos solos. Para mí esto es perder el tiempo, queremos hacer nuestra vidas en otra parte, disfrutar, divertirnos. Yo me voy de acá.

CITRA. Sí, eso es lo que queremos, nos vamos y creo que tú también debes acompañarnos.

MARCOS. No, no me voy, recuerden sus palabras, lo que nos dijo de la higuera, ¿no lo ven? Ya las ramas están tiernas, sus hojas brotan, el verano está cerca y eso nos anuncia que Él vendrá.

NATY. Yo me quedo al igual que José.

CLEO. ¿Y tú, José, Cleo, qué dices?

JOSÉ. Yo me voy con ustedes, ya no quiero estar aquí.

CITRA. Bueno, pues no perdamos más tiempo, vámonos.

MARCOS. Están cometiendo un grave error.

CLEO. No, no es así. (Se van.)

(Naty y Marcos se agarran de las manos y miran cómo se alejan sus compañeros.)

MARCOS. Nos causa mucha tristeza que ellos se hayan ido, pero no podemos perder la vista del objetivo por el cual estamos aquí.

NATY. Sí, lo sé.

VOZ EN OFF. Y siguieron trabajando, día tras día, mes tras mes, año tras año, agotados, cansados, pero sin perder la esperanza.

(Aparece José.)

NATY. Mira, Marcos, ¡¡es José!!

MARCOS. ¿José? ¿Dónde? ¡Oh, sí! Parece que vuelve a trabajar en la obra.

JOSÉ. Hola, ¿cómo están? Bueno, lucen cansados.

MARCOS. Ey, José, ¡qué gusto volver a verte! ¿Vienes nuevamente a trabajar con nosotros?

JOSÉ. ¿Yo? No, qué va, solo vine a ver si era verdad lo que decían muchos, que todavía ustedes estaban aquí, después de más de 3 años que nos fuimos y veo con mis propios ojos que es verdad. Parece increíble.

NATY. Sí, cada día que pasa sabemos que es un día menos para encontrarnos con Él.

JOSÉ. Bueno… Solo pasé a eso y a saludarlos, me voy.

MARCOS. Ey, pero no te vayas tan rápido, Naty y yo iremos al deposito a buscar más ladrillos, quédate un rato para que conversemos un poco.

JOSÉ. Bueno… está bien, pero no tarden mucho, ¿sí?

NATY. Volvemos enseguida.

(Salen.)

JOSÉ. ¡Ah! ¡Qué pena con ellos! Ellos piensan persuadirme para que vuelva, pero yo no lo haré, tuve que salir de acá, necesitaba divertirme, hacer mi vida, soy muy joven para gastar todo mi tiempo en esto… (Señala la construcción.) No, esto no es para mí.

(Se escucha un ruido.)

JOSÉ. ¿Marcos? ¿Naty? ¿Son ustedes? Ey, ¿quién está ahí?

TIEMPO. (Sale.) Hola, Marcos.

MARCOS. ¿Quién eres? ¿Cómo sabes mi nombre?

TIEMPO. Soy Tiempo, tu tiempo y te conozco desde antes que nacieras.

MARCOS. ¿A mí? Estás equivocado. Yo jamás te había visto.

TIEMPO. Siempre he estado a tu lado, pero tú no te habías dado cuenta.

MARCOS. ¿Qué? ¿Estás loco? ¿Me quieres hacer una broma?

TIEMPOS. No, no es ninguna broma, te vi cuando ibas a la escuela, cuando jugabas cuando eras pequeño… e incluso me acuerdo de ese día cuando te caíste de tu bicicleta roja cuando tenías 7 años; te llevaste un gran susto, lo recuerdo como si hubiese sido ayer.
MARCOS. ¡Ah! (Grita.) ¿Quién eres? ¡Policía! ¡Auxilio!

TIEMPO. Ey, Ey, tranquilo ya te dije que soy tu tiempo, aunque vengan no podrán verme, solo tú puedes hacerlo. En fin, solo vine a decirte que... a ver cómo te digo esto: bueno el caso es que me estoy agotando.

MARCOS. ¿Agotando? ¿Como así? ¿Acaso estás enfermo? Además eso a mí no me importa.

TIEMPO. Pues debería importarte, porque soy parte de tu vida, si me pasa algo a mí te afecta y viceversa, con la única diferencia que yo no tengo nada que perder.

MARCOS. ¿Está usted loco? Me está asustando, ¿es eso lo que quiere asustarme?

TIEMPO. No pretendía eso, pero… imagínate qué puedo hacer, en fin, sólo vine a decirte eso, para que lo tengas presente. Mi jefe me envió a esto, considero que no me estabas usando de acuerdo con el manual y decidió darme de alta, a ver…. (Saca un reloj.) ¡Guau! La verdad es que queda muy poco, ¡qué pena que no me hayas aprovechado de la forma correcta…! Has cometido muchos errores en la vida, pero el mayor de ellos fue abandonar la construcción. (Señala la construcción.) Debiste hacerle caso a tus compañeros, debiste quedarte, así estuvieras en una mejor posición de la que estás ahora.

MARCOS. Ey, ¿cómo sabes que estaba aquí en la construcción? ¿Te lo dijo José o Naty?

TIEMPO. No me lo dijo nadie, ¿es que eres sordo? ya te lo dije: sé todo sobre ti, siento haberte dicho todo esto, pero así son las reglas, ¡¡adiós!!

MARCOS. ¡Espera! ¿Cuáles reglas? ¿Quieres decir que voy a morir? ¿Es eso? Déjame decirte que soy muy joven y tengo muy buena salud, te equivocaste de persona, me queda mucho tiempo por delante.

TIEMPO. ¡Jaque mate! (Se va.)

MARCOS. ¿Y este sujeto? ¡Cuántos locos sueltos hay en las calles, ja! Todavía me queda mucho tiempo. ¡Yo lo sé!

(Se escucha el sonido de un reloj: “tic tac tic tac tic tac”.)

MARCOS. ¿Qué es eso?

(Se escucha más rápido tic tac tic tac… Marcos siente un dolor en el pecho.)

MARCOS. Ah ah, ¿qué me pasa? No no puedo morirme aún, soy muy joven, ¡¡¡no!!! Por favor, otra oportunidad, por favor, ¡un medico! ¡Auxilio! (Sale.)

(Vuelven Marcos y Naty.)

MARCOS. ¡¡José, José!! Oh, ¿dónde estará?

NATY. ¡Se fue! Pero le dijimos que nos esperara, ojalá tenga suerte de rectificar su error.

MARCOS. Ojalá, pero a veces cuando lo queremos hacer ya es muy tarde. Vamos, Naty, sigamos trabajando.

(Siguen trabajando. Se escucha música celestial y trompetas.)

JESÚS. ¿Hay alguien? ¿Todavía queda alguien?

MARCOS. ¡Señor, has vuelto! Míranos, señor, estamos aquí.

NATY. ¡Qué alegría, Señor, volviste!

JESÚS. ¿Dónde están los demás? ¿Qué ha pasado con ellos?

MARCOS. Señor, casi todos se han ido. Algunos se marcharon al poco tiempo de que tú te fueras, otros duraron más tiempo, pero luego se cansaron y prefirieron marcharse y tomar otro rumbo.

JESÚS. Entonces, solo ustedes han soportado, llegaron hasta el final.

NATY. Sí, señor, siempre confiamos en que regresarías a buscarnos.

(Se arrodillan a sus pies.)

JESÚS. Vengan mis fieles siervos, sobre poco han sido fieles, y sobre mucho los pondré, han soportado como valientes guerreros, ahora disfruten del gozo de su señor. Vengan conmigo, lejos de aquí al lugar preparado para todos los fieles desde antes de la fundación del mundo.

D'Belén Beauty Center

16 Minutos y 7 Personajes. En un centro de belleza se encuentran las mujeres más destacadas de la biblia. En la obra se presentan varias situaciones graciosas haciendo un entrecruzado de historias de la Biblia. Es una comedia en donde se habla de la importancia de la mujer en la iglesia.



D'BELÉN BEAUTY CENTER
David Matos y Eunices Herrera
Ministerio Teatral Alpha
Republica Dominicana


PERSONAJES

MARTHA
MARÍA
SARA
ANANÍAS
RAHAB
ANA
DALILA


NIÑO


MARTHA. María siempre llega tarde, tantas veces que le he dicho que tiene que llegar temprano porque después se llena el salón de clientes y yo sola no puedo atenderlos a todos, ojalá llegue pronto.

(Llega María.)

MARÍA. La paz de Dios Martha, disculpa que llegue tan tarde, es que estaba escuchando uno de los sermones del maestro y ¡tú sabes cómo me emociono y me olvido del tiempo!

MARTHA. Si lo sé, María, gracias a Dios no ha llegado nadie todavía.

MARÍA. Seguro que no tardan en llegar (empieza a barrer)

(Llega Sara.)

SARA. Dios les bendiga, ¿cómo están?

MARÍA y MARTHA. Amen

MARÍA. Estamos bien por la gracia de Dios. ¿Qué te trae por aquí, Sara?

SARA. Vine a lavarme el pelo, ya que tengo como 3 meses que no me lavo la cabeza.

MARTHA. ¿3 Meses? Pero Sara, ¡seguro que en tu cabeza tienen que estar las 10 plagas de Egipto juntas!

SARA. Puede ser... Ya que siento una picazón terrible.

MARTHA. Me imagino… Y, ¿por qué duraste tanto tiempo?

SARA. ¡Ay! Es que no es fácil venir desde Génesis hasta el Nuevo Testamento solo para lavarse la cabeza, debería haber un salón en levítico por lo menos... porque ese viaje no es fácil.

MARÍA. Pero, ¿hay un salón en Génesis, no?

SARA. Había uno, pero no estaban en un sitio seguro, era de zinc y madera, y cuando vino el diluvio… se mojó y se dañó todo.

MARTHA. Me imagino lo terrible que estuvo aquello.

SARA. Ni que lo digas, andaban los blowers y los rolos flotando por todas partes… Fue muy frustrante (angustiada).

MARÍA. Y, ¿qué te vas a hacer hoy, Sara?

SARA. A ver… ¿No tendrán ustedes un 2x1, 3x1 o un…gratis?

MARTHA. ¿Gratis? No, pero precisamente tenemos un especial con unos productos muy buenos que nos llegaron desde Judea. Es una línea llamada estanque de Siloé.

SARA. ¡Eso suena muy bien! Y, ¿cuánto cuesta el lavado con esos productos?

MARTHA. Están en especial de introducción, la lavada solamente a 5,000 ciclos de plata.

SARA. ¡5,000! ¡Mija, pero descuéntale algo que Abraham no es rico, por Dios!

MARÍA. Lo que pasa es que esos productos son muy buenos ya que son hechos con agua destilada del estanque de Siloé, ¿te acuerdas? ¡Donde el ciego recibió la vista!

SARA. Sí, María, pero yo no quiero un milagro, ¡es simplemente lavarme la cabeza!

MARTHA. Aunque prácticamente después de 3 meses sin lavártela necesitaras un milagro para que no se te caigan los cabellos, pero está bien… como tenías mucho que no venías y es urgente que te hagas algo, lo vamos a dejar en 2,500, ¿de acuerdo?

SARA. Así está mucho mejor y vamos a darnos prisa que luego se va la energía eléctrica y después tengo que pagar el adicional de la planta eléctrica.

MARÍA. No te preocupes que ya resolvimos el problema, ahora tenemos de las 2 energías eléctricas: pusimos un cable desde Jerusalén porque la luz de Belén se va mucho.

SARA. ¡Qué bien! No están fácil, ustedes, cuando viene a ver ponen un Spa.

MARTHA. Eso está en veremos, ven ponte por aquí (le empieza a lavar la cabeza)… ¿Ves lo que te dije? ¡Tenías las 10 plagas de Egipto mija! De todo: moscas, ranas….hasta oscuridad, nada mas hay que ver el agua.

SARA. ¡Shh! No lo digas tan duro.

(Llegan Ana y Rahab.)

ANA. Dios les bendiga, ¿cómo están?

MARÍA. Amén, Ana. Rahab, ¡cuánto tiempo!

RAHAB. Bastante, hemos venido varias veces pero encontrábamos el salón cerrado, ¿qué fue lo que pasó?

MARTHA. ¡Ah! Eran problemas con la energía eléctrica, pero el problema está resuelto, gracias a Dios.

ANA. ¡Ay, qué bien! Porque no es fácil dar ese viaje tan largo.

SARA. Eso mismo digo yo... ¡Ey! Qué raro que no vino la mujer de Lot con ustedes.

MARÍA. Sí, ahora que lo dicen hace mucho que no la vemos por acá y, ¿qué de ella?

RAHAB. ¡Ay, mija! ¿La mujer de Lot? A esa mujer le ha caído una sal… Mejor ni preguntes.

MARÍA. ¡Qué pena…! Bueno, ¿y ustedes 2 qué se van a hacer?

ANA. Bueno, yo quiero hacerme un cambio radical como alaciarme bien el cabello o algo así… Para estar bella para Elcana.

MARTHA. Bueno, tenemos en especial un tratamiento de calor hidratante con una nueva plancha marca Sodoma.

RAHAB. ¿Sodoma? ¿Esa es nueva? Porque la que usaban antes era Gomorra.

MARTHA. Para el caso da igual ya que es la misma casa las que las fabrica, pero ésta es mejor.

ANA. ¡Ah, qué bien! Pues yo elijo ese tratamiento.

RAHAB. Pues yo también y en lo que arreglan a Ana, iré leyendo unas revistas (coge una) ¿no tienen revistas un poco mas actualizadas? Esta es la edición de… ¡La torre de babel! ¡Ay, Dios, pero qué vieja!

MARÍA. Busca bien que hay más.

RAHAB. A ver… (Buscando.) Ah, sí, encontré otra, esta es la edición de… Sansón.

SARA. Esa es buena, pero triste, el pobre Sansón sufrió mucho.

MARTHA. No digo yo con esa mujer que eligió.

ANA. Es que los hombres no se llevan de consejos. Tanto que se lo dijeron: “esa mujer no te conviene, Dalila está contigo por interés…” Pero el pobre estaba ciego.

MARÍA. Sí, lo sé, el pobrecito quedó ciego cuando esos malvados le sacaron los ojos.

RAHAB. Sí, pero digo ciego en forma figurada, o sea no se daba cuenta de la clase de mujer que era Dalila. (Mira para un lado.) Hablando del Rey de Roma… Escondan sus cabellos que ahí viene la estilista corta pelo…

(Todas disimulan estar ocupadas en algo.)

DALILA. Hola, ¿de qué hablaban?

MARTHA. Hola, nada, aquí hablando de cosas divinas, de las profecía de Isaías, entre otras cosas.

DALILA. Ah, qué bien, y ¿en qué están ustedes? ¿Cómo les ha ido?

SARA. Aquí bien, por la gracia de Dios. Como ves, arreglándonos y ¡cuidándonos el pelo!

DALILA. (Con cara de pocos amigos.) Ya veo, bueno, me voy, solo pasé a saludarlas, bye.

ANA. Cuídate, Dalila, qué Dios te bendiga (se va).

RAHAB. Qué Dios tenga misericordia de ella…

(Suena el móvil de Sara.)

SARA. ¡Alo! ¿Sí? Dime, Abraham, ¿qué? ¿Que vas a salir con Isaac? Ah, ok, que en la noche viene Moisés a cenar con nosotros, que les guarde cena… que no sea mana, ok, nos vemos luego, mi amor.

MARÍA. Prenderé la televisión a ver si aparece algo interesante.

(María prende la televisión.)

TELEVISIÓN. En el próximo Capitulo de: El rey David… David manda a sus siervos a que pongan a Urías al frente del Ejército…

SARA. ¡Lo sabía, lo sabía!

TODAS. ¡Shhhhhh! (La mandan a hacer silencio.)

TELEVISIÓN. ¿Podrá David salirse con la suya y quedarse con Betzabe? No se lo pierda esta noche por Tele Jerusalén.

MARTHA. Ojalá no se vaya la luz esta noche.

RAHAB. Ojalá.

TELEVISIÓN. Este es un resumen de las principales noticias ahora: La guerra en Siria no da tregua, ya van más de 25,000 muertos solo en lo que va de la semana, en otras noticias: un joven de 27 años resulto gravemente herido cuando le cayó encima un pedazo del muro de Jericó.
En el estado del tiempo: Después de la larga sequía predicha por Elías las lluvias vuelven a la tierra, si va a salir lleve su paraguas consigo… Para Jerusalén temperaturas máximas de 31 grados Celsius mínima 27 grados, para Sodoma y zonas aledañas temperaturas máximas de 685 grados Celsius, mínima de ……. 680 grados Celsius…

SARA. ¡Ay! ¡Cómo va el mundo! ¿Eh?

RAHAB. Muy mal, desde que el hombre se aparta de Dios todo comienza a ir mal.

(Entra el niño con un maletín.)

NINO. Buenas tardes, ¿cómo están todas por acá?

MARTHA. Hola, ¿cómo está! ¡Qué raro usted hoy por acá, Señor Ananías!

ANANÍAS. Sí, precisamente pasaba por Belén y decidí pasar por acá a visitarles.

MARÍA. ¿A visitarnos solamente?

ANANÍAS. Bueno, no precisamente… Vine a presentarles unos productos nuevos que tenemos en especial.

MARTHA. Bueno, señor Ananías, ahora mismo no estamos interesados porque acabamos de hacer una inversión con un problemita que teníamos con la luz… Usted sabe.

ANANÍAS. Pero no se preocupe, ¿no somos hijos del altísimo? Usted sabe que con ustedes no hay problema, lo pagan cuando puedan (le enseña uno de los productos) Mire, estos productos hacen milagros en el cabello, un par de lavadas y crecen como los de Sansón.

ANA. ¡Guau, qué bien!

ANANÍAS. Y, ¿qué de este tratamiento? Es una bendición en todo el sentido de la palabra, ya que está elaborado con madera del bastón de Moisés y también con hierbas del Getsemaní, y por el precio no se preocupe, haga como la viuda que dio lo que tenía. Espero que usted no tenga tan poco como ella.

RAHAB. Mira qué bien, cómpralo, Martha, recuerda, escudriñadlo todo y retened lo bueno.

MARTHA. Sí, déjame escudriñar antes de retener (lo abre y lo huele). Pero, señor, este se parece al que me trajo la otra vez…

ANANÍAS. Pero, ¡mira la hora que es! ¡Tenía que estar en filipenses a las 5! ¡Humm creo que lo dejaremos para la próxima!

MARÍA. Pero no se vaya tan rápido, señor Ananías...

ANANÍAS. No, de veras, me tengo que ir, bye.

SARA. Pero, ¡qué señor más extraño!

TELEVISIÓN. Boletín de ultimo minuto: En el siglo XXI el virus de la maldad sigue propagándose en el mundo entero, las cosas van cada vez peor, no cesan las guerras, los atracos y los asesinatos… los cristianos tratan de evitar que se propague la infección, pero esta va ganando más terreno, por lo tanto hacen falta voluntarios…

SARA. ¡Qué horror! ¿Ves lo que hablábamos? Las cosas están mal, me gustaría estar allí para ayudar.

MARÍA. Sí, yo también, porque hace falta voluntarios dispuestos a ayudar.

RAHAB. Claro, y pienso que nosotras las mujeres podemos ayudar mucho, ¿sabes? creo que ese es uno de los principales problemas, que hay muchas rezagadas en la obra, sin embargo el trabajo de nosotras es igual de importante que el de los hombres.

SARA. Claro, las mujeres siempre hemos desempeñado un trabajo muy importante en la obra, hay muchas que se han destacado.

MARTHA. Como tú, Sara, con la fidelidad hacia Jehová y hacia tu esposo.

SARA. Claro, como la fe de Ana y la viuda de Sarepta.

MARÍA. También la fe de la mujer que fue sanada del flujo de sangre, las mujeres que ayudaban a los apóstoles.

ANA. Claro, Esther con su valentía ayudó a su pueblo… Y así hay innumerables de ellas.

ANA. Sí, es verdad, si pudiera estar frente a ellas les diría que se esfuercen cada día más en la obra, que ellas tienen un papel muy importante que desempeñar, les contaría mi historia, les diría que yo no podía concebir hijos, sin embargo se lo pedí de todo corazón al Señor; y Él me lo concedió y así yo cumplí mi promesa en enviarlo a la casa de Jehová, porque era de Él...

SARA. Sí, yo también pensé que no concebiría hijos, pero Dios con su misericordia me lo prometió. Al principio yo dudé y me reí, pero luego vi la obra maravillosa que él hizo en mí al darme el hijo que tanto anhelaba.

RAHAB. De la misma forma, ni yo ni mi familia teníamos esperanza, pero Dios envió 2 siervos de Él y por medio de ellos fuimos salvos de la muerte.

MARÍA. Sí, yo siempre estoy atenta a las palabras del maestro porque me di cuenta que es necesario buscar primeramente las cosas de arriba y no las de la tierra.

MARTHA. Yo sin embargo siempre estuve afanada en mis quehaceres y no sacaba tiempo para las cosas realmente importantes hasta que Jesús me hizo darme cuenta de mi error y comprendí que no estaba tomando la mejor parte como lo hacía María.

ANA. Todas tenemos algo en común y es que somos mujeres… (Mira al público.)

SARA. Solo hace falta poner empeño en aquello que queremos lograr para la gloria de Dios y Él nos lo dará.

RAHAB. Si pudiéramos ir allá y decírselo…

MARTHA. Pero se lo estamos diciendo, cada vez que abren la Biblia y ven nuestras historias es como si les habláramos a cada una…

MARÍA. Claro, solo falta la determinación de cada una de ellas para obtener la mejor parte… (María apaga las luces del salón.) Este día acaba, pero mañana empezara otro en el cual tú puedes hacer la diferencia.

Guerra espiritual

22 Minutos y 7 Personajes. Un grupo de soldados se hallan en pleno campo de batalla, el enemigo está al acecho y no pueden descuidarse. Muy pronto se darán cuenta que van por el camino errado, solo la unión entre ellos y el seguimiento de las instrucciones del mapa que le dio el capitán le garantizaran el seguir con vida y el obtener la victoria.



GUERRA ESPIRITUAL
Eunices Herrera y José A. Pérez
Ministerio Teatral Alpha
Republica Dominicana



PERSONAJES

1. SOLDADO - GUTIÉRREZ
2. SOLDADO - HEREDIA
3. SOLDADO - PÉREZ
4. SOLDADO - ESPINOSA
5. SOLDADO - REYES
6. SOLDADO - RODRÍGUEZ
7. SOLDADO - LÓPEZ



ESCENA I

(Se escuchan disparos lejanos y luego cercanos.)

SOLDADO 7. ¡Cuidado!

SOLDADO 6. ¡El enemigo está cerca, estén alerta!

SOLDADO 1. Creo que vienen por la izquierda, Rodríguez.

SOLDADO 6. ¡Prepárense todos! ¡Fuego a discreción, fuego a discreción! (Disparos.)

SOLDADO 3. ¡Creo que le di a uno!

SOLDADO 1. ¡No se descuiden! ¡Sigan alerta! ¡Todos alerta! (Siguen disparando.)

SOLDADO 2. ¡Creo que ya los derribamos! (Disparos.)

(Soldado 4 se tira al suelo.)

SOLDADO 6. ¡Al suelo!

(Todos se tiran al suelo menos el soldado 5 y el 3. Siguen disparando.)

SOLDADO 6. ¡Dije al suelo!

(Siguen agachados todos con la mano en la cabeza.)

SOLDADO 4. ¡Ay, ay, vamos a morir!

SOLDADO 1. Tranquilícese Espinosa, no vamos a morir.

(Cesan los disparos.)

(Todos se ponen de pie, menos el soldado 4.)

SOLDADO 6. Espinosa, ya puede ponerse de pie.

(Soldado 4 mira a su alrededor con temor.)

SOLDADO 4. Gracias, Señor, por un momento pensé que moriríamos.

SOLDADO 5. ¿Por un momento solamente? Con esa actitud (con sarcasmo) no creo que lleguemos muy lejos.

SOLDADO 4. ¿Qué dijiste?

SOLDADO 5. ¡Nada, nada! Solo pensé en voz alta.

SOLDADO 6. ¡Ya basta! No estamos en el circo, estamos en una situación muy seria.

SOLDADO 5. Sí, lo sabemos señor.

SOLDADO 6. Entonces si lo saben, ¿cómo es que usted y Pérez desobedecen las instrucciones?

SOLDADO 3. Disculpa, Rodríguez.

SOLDADO 5. Si discúlpanos, no volverá a ocurrir.

SOLDADO 6. Me alegra oír eso.

SOLDADO 1. ¡Ey, tengan cuidado donde pisan! Este lugar está lleno de minas.

(Se congelan todos menos el soldado 6.)

SOLDADO 6. Soy Rodríguez, debemos estar alerta, hemos derrotado muchos soldados enemigos, pero eso no quiere decir que ya ganamos, no nos debemos descuidar…

SOLDADO 4. Sí, hay muchas minas en el suelo en un segundo podemos volar en mil pedazos.

SOLDADO 6. Sí, por eso hay que tener la certeza de donde se pisa, pisen donde pisen los otros.

(Se congelan.)

SOLDADO 5. Rodríguez siempre está diciéndonos lo que debemos hacer, conozco los medios que debemos utilizar, no me gusta que me den órdenes, yo sé lo que tengo que hacer. ¡Ah! Por cierto, soy el soldado Reyes.

SOLDADO 2. Claro, debemos mantenernos lo más cerca posible, así nos mantendremos a salvo.

SOLDADO 3. Yo soy Pérez, yo pienso que no importa los medios que usemos, lo importante es ganar, que yo gane esta guerra, hablando de medios creo que olvidé algo…

SOLDADO 1. Heredia, a su servicio. Entiendo que el único medio para ganar esta guerra es si nos dejamos guiar exclusivamente de nuestro capitán, debemos luchar con valentía.

SOLDADO 4. Soy Espinosa, por ahí vienen muchos más. (Temblando.) Pensé que ya esto se acabaría, pero veo que no es así, tengo mucho miedo, el enemigo se oculta entre nosotros, me quiero ir para mi casa (con angustia). ¡Vamos a morir!

SOLDADO 7. Yo, el soldado López, creo que para ganar esta guerra es necesario que permanezcamos unidos, solo así obtendremos la victoria.

SOLDADO 2. Soy Gutiérrez, yo creo que ya casi ganamos. El capitán dice que estemos alerta, no creo que sea necesario tanto esfuerzo.

SOLDADO 7. Descansemos aquí, creo que es un buen lugar para acampar, parece un sitio seguro.

SOLDADO 1. Yo no estaría tan confiado, recuerda que estamos rodeados y que somos el blanco.

SOLDADO 3. La verdad, no veo la razón para tanta preocupación.

(Soldado 2 cae al suelo.)

SOLDADO 6. ¡Heredia! ¡Heredia! ¿Qué te pasa? ¡Contéstame!

SOLDADO 2. Creo que me dieron, estoy herido (se queja).

SOLDADO 4. ¡Ah! Estamos rodeados, les dije que no podíamos descuidarnos. Ahora, ¿qué vamos a hacer? Estamos perdidos.

SOLDADO 7. ¡Ey, ey, calma! Que con desesperación no vamos a resolver nada (se arrodilla para ver al soldado 2). Heredia, ¿me escuchas?

SOLDADO 2. Sí (débilmente).

SOLDADO 1. Está muy débil. ¡Heredia, no te duermas, no te duermas! ¡No se queden ahí parados, pasen el botiquín!

(Todos se miran.)

SOLDADO 5. Pérez, ¿no ibas a traer el equipo médico?

SOLDADO 3. Sí, pero lo olvidé en la base.

SOLDADO 5. ¡Esto es increíble! No se puede contar contigo… ¿Cómo crees que podremos sobrevivir si no estamos preparados?

SOLDADO 3. Si te crees tan eficiente, ¿por qué no lo trajiste tú?

SOLDADO 5. Obvio, porque quedaste tú de traerlo.

SOLDADO 6. Pero, ¿qué es lo que les pasa? ¿Creen que es momento de discutir? Además, todos somos responsables del equipo y de las armas, todos debemos colaborar.

SOLDADO 3. Lo siento Rodríguez y excúsame tú también, Reyes.

SOLDADO 6. ¿Reyes? ¿Y tú no dices nada?

SOLDADO 5. ¡Ok, ok! Lo siento (falsamente).

SOLDADO 6. Está muy pálido, ojalá no esté inconsciente.

SOLDADO 4. Heredia va a morir, lo presiento.

SOLDADO 5. Lamento decir esto pero creo que no nos podemos sacrificar.

SOLDADO 7. ¿Qué quieres decir?

SOLDADO 5. Que no podemos perder el tiempo con Heredia, las tropas enemigas están cerca y no podemos arriesgarnos.

SOLDADO 6. ¿Quieres decir que lo abandonemos? ¿Que lo dejemos morir?

SOLDADO 3. No lo digas de esa forma, de todos modos va a morir, no creo que tenga esperanzas de sobrevivir, ¿no ves lo mal que está?

SOLDADO 5. Eso es lo que yo pienso, ¿por qué sacrificarnos todos? Además no debió ser tan descuidado, ahora por culpa de él estamos todos en peligro.

SOLDADO 7. ¡Un momento! ¿Qué pasa aquí? Recuerden que todos somos un equipo, debemos ayudarlo entre todos.

SOLDADO 6. Claro, él solo no podrá lograrlo pero con la ayuda del capitán y la colaboración nuestra logrará salvarse, en mi mochila tengo algo que puede servir (abre la mochila y saca gasas y medicamentos).

SOLDADO 3. ¿Pretendes curarlo aquí mismo? Rodríguez, nos estás poniendo a todos en riesgo.

SOLDADO 6. No pienso dejarlo abandonado a su suerte, no fue eso que nos enseñó nuestro capitán. Recuerda que Él dijo que somos un equipo, debemos ayudarlo para que se pueda restablecer.

SOLDADO 4. Hagan lo que tienen que hacer pero háganlo rápido, que este lugar no es seguro.

SOLDADO 1. Como no tenemos todos los equipos y medicamentos necesarios, solo podemos estabilizarlo hasta que llegue el capitán. Sólo Él puede curarlo completamente. Le detendremos la hemorragia (lo venda) que es lo más importante en este momento y lo inyectaremos para prevenir una infección (saca una inyección y se la aplica).

SOLDADO 5. ¡Ok, ok! No queda de otra, démonos prisa y salgamos de aquí lo más pronto posible.

SOLDADO 4. Sí, por favor, presiento que algo malo va a pasar.

SOLDADO 3. Espinosa, tú y tus presentimientos, deja la paranoia para otro momento, por favor.

SOLDADO 4. ¿Qué quieres decir? ¿Piensas que no debemos darle importancia al asunto? Pues estás equivocado, ellos están más cerca de lo que te imaginas, ¿no ves lo que le paso a Heredia?

SOLDADO 5. Sí, pero eso le pasó por descuidado.

SOLDADO 1. No hables así, Reyes, todos estamos expuestos y cualquiera de nosotros puede resultar herido. La única manera de sobrevivir es haciendo lo que nos dijo el capitán y permaneciendo unidos.

SOLDADO 7. Estoy completamente de acuerdo.

SOLDADO 1. ¡Ey, está despertando! Heredia, ¿me escuchas?

SOLDADO 2. ¿Qué me paso?

SOLDADO 1. Te hirieron y te desmayaste, ¿te sientes bien?

SOLDADO 2. Más o menos, me siento un poco débil.

SOLDADO 1. Es comprensible debido a la pérdida de sangre. Toma un poco de agua, esto te ayudará. (Le da a beber agua.)

SOLDADO 7. Oye, Heredia, qué bueno que estás mejor, pensé que no lograrías sobrevivir.

SOLDADO 2. Un momento antes de desmayarme sólo pensaba en las palabras del capitán y eso me dio muchas fuerzas, y gracias también a ustedes.

SOLDADO 5. ¡Ok, ok! Todos felices, vámonos de aquí.

SOLDADO 6. ¿Crees que puedes caminar, Heredia?

SOLDADO 2. Creo que sí, con la ayuda de algunos de ustedes.

SOLDADO 5. Sí, que alguien lo ayude, porque la verdad estoy muy cansado.

SOLDADO 1. Apóyate en mí. (Lo ayuda a levantarse.)

SOLDADO 4. Vamos, rápido, no hay tiempo que perder

(Siguen caminando. Sonido de ruido de la selva, el soldado 3 se queda atrás.)

SOLDADO 4. (Está a la expectativa, mira para todos lados.)

SOLDADO 3. (Le topa por detrás.) ¿Dónde estamos?

SOLDADO 4. ¡¡Ahhh!! ¿Qué pretendes, Pérez? ¿Quieres matarme de un susto? No te me acerques de esa forma, además, ¿qué sé yo dónde estamos? Pregúntale a Rodríguez, él siempre tiene respuesta para todo.

SOLDADO 3. Rodríguez, ¿dónde estamos?

SOLDADO 6. ¡Ehh! Estamos cerca, pero si quieres confirmemos con el mapa para que te convenzas. Gutiérrez, alcánzame el mapa.

SOLDADO 1. Acá lo tienes (se lo entrega).

SOLDADO 6. Veamos… Si mis cálculos no me fallan, en este momentos debemos de encontrarnos en… ¡hummm! (Toma la Biblia.) La verdad es que no tengo la más mínima idea.

SOLDADO 3. ¿Quééé? ¿Quieres decir que no sabemos ni siquiera dónde estamos?

SOLDADO 6. No exactamente, solo estamos un poco lejos de la zona donde deberíamos estar. Pero por lo menos ahora sabemos que nos hemos alejado un poco de nuestro rumbo y gracias al mapa que nos dejó nuestro capitán podemos retomar nuevamente a nuestro camino.

SOLDADO 5. Se lo dije, sabía que si nos dejábamos influenciar de las debilidades de los demás no nos iría bien, ¡estamos perdidos!

SOLDADO 2. ¿Quieres decir que es mi culpa que nos hayamos extraviado? Yo no tengo la culpa de que me hirieran.

SOLDADO 5. Claro que la tienes por ser tan descuidado, el capitán nos dijo que debíamos estar alerta todo el tiempo ya que el enemigo es muy astuto y tú te descuidaste y ahora por tu culpa estamos todos en peligro.

SOLDADO 7. Calma, así no vamos a resolver nada, por el contrario, ahora debemos concentrarnos en nuestro objetivo y llevarnos de lo que dice el mapa.

SOLDADO 5. Yo recuerdo bien lo que dice el mapa, pero creo que podemos tomar un atajo, además llegaremos mas rápido si nos dividimos.

SOLDADO 1. ¿Qué dices? Tenemos instrucciones precisas de que no debemos dividirnos ni tomar decisiones por cuenta propia.

SOLDADO 3. Sí, pero, ¿por qué tenemos que irnos por este camino tan estrecho y con tantos obstáculos? El otro camino que dejamos atrás es más espacioso y fácil. Yo creo que debimos irnos por ahí, piénsenlo todavía tenemos tiempo de regresar.

SOLDADO 7. Espérate, ¿acaso no recuerdas que el capitán hizo mucho hincapié en que no debemos tomar aquel camino aunque parezca mas fácil? Debemos hacer lo que Él nos mandó.

SOLDADO 2. Estoy de acuerdo con López, debemos hacer lo que nos dijo el Capitán.

SOLDADO 5. Bueno, debemos de seguir en este camino pero esto parece interminable no sabemos cuánto nos falta, y para colmo no sabemos bien dónde estamos. Sigo insistiendo en que debemos dividirnos y tomar diferentes atajos. Además, no entiendo muy bien las señales que hay, son muy confusas.

SOLDADO 6. Todas las instrucciones están aquí en el mapa que nos dejó el capitán.

SOLDADO 1. Sí, miren aquí. Dice que debemos seguir por el camino angosto y no mirar hacia atrás.

SOLDADO 7. También dice que debemos concentrarnos en nuestro objetivo que es obtener la victoria.

SOLDADO 2. Bueno, veo también que dice que debemos estar siempre alerta ya que el enemigo está en todos lados. A partir de ahora no me descuidaré.

SOLDADO 6. ¿Reyes? Lee tú mismo lo que dice acá.

SOLDADO 5. ¿Qué cosa?

SOLDADO 6. La regla subrayada acá abajo que nos escribió nuestro capitán.

SOLDADO 5. Dice que debemos confiar en él, y que sobretodo debemos mantenernos siempre unidos, porque todos somos un equipo y que solo así podremos vencer.

SOLDADO 7. ¿¿Ves??

SOLDADO 5. Sí, ahora comprendo. La verdad, chicos, es que me he comportado de forma egoísta; les pido perdón a todos. Debemos llevarnos de las instrucciones de nuestro capitán.

SOLDADO 3. Yo también les pido disculpas, ahora más que nunca debemos permanecer unidos.

SOLDADO 1. Así es. Miren, no estamos extraviados, aquí en el mapa dice que continuemos por el camino iluminado y este es.

SOLDADO 2. Sí, se veía un poco oscuro por los árboles y obstáculos que hay, pero tienes razón, ¡es éste!

SOLDADO 5. Es verdad, ¡qué bien! Continuemos que adelante está nuestra victoria.

SOLDADO 1. Bien, a partir de ahora las cosas cambiarán, y conquistaremos la corona.

SOLDADO 6. ¡Eso es! Vengan aquí, pongámonos de acuerdo (hacen una ronda y conversan). Entonces, soldados, estamos de acuerdo con lo que necesitamos.

SOLDADO 4. Valentía.

SOLDADO 6. Enfoque de nuestro objetivo.

SOLDADO 7. Armonía.

SOLDADO 2. Perseverancia.

SOLDADO 3. Motivación.

SOLDADO 1. Integración.

SOLDADO 5. Unión.

TODOS. ¡Soldados unidos jamás serán vencidos!

(Salen cantando.)