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2012 - España

Descubriendo al verdadero cristiano

8 Minutos y 7 Personajes. Para responder a la pregunta de quién es un verdadero cristiano, varios personajes expresan sus opiniones ante el público. Al final se pedirá que se haga una votación para ver quién creen que es un cristiano.


DESCUBRIENDO AL VERDADERO CRISTIANO

Tema: ¿Quién es un cristiano verdadero?

PERSONAJES

MAESTRO DE CEREMONIAS
DAVID
AARON
ADRINA
BETO
SARA
LUCY


ESCENA

(Maestro de Ceremonias con sus panelistas para su programa “¿Quién es el verdadero cristiano?” Todos tienen números del 1 al 6.

MAESTRO DE CEREMONIAS. Quisiera dar la bienvenida al público. Después que los panelistas contesten algunas preguntas, ustedes van a votar por la persona que piensan que realmente es un “Cristiano Verdadero”. Quisiera introducir al panelista No. 1, David López, campeón de fútbol, (vestido como futbolista, cargando su balón); el panelista No. 2, Aarón Martínez, que ganó una beca en la mejor universidad del país, (con lentes y bastantes libros gruesos); la panelista No. 3 Adriana Reyes, Presidenta de Tolerancia, S. A. (cargando un cuaderno titulado: “Todos tiene la razón”) El panelista No. 4, Beto Rodríguez, campeón mundial de ajedrez (con su juego de ajedrez); panelista No. 5, Sara Velásquez, princesa del pueblo de Playa Blanca, (con lentes oscuros y sombrero de mar); panelista No. 6, Lucy Cárdenas, coordinadora de Comida para los Pobres, (con dos bolsas con letreros “Dénos lo que pueda””)

(Aplausos.)

MAESTRO DE CEREMONIAS. Quiero preguntarles algunas cosas: Primeramente, ¿Cuál es su definición de “Cristiano Verdadero?”

DAVID. (Botando la pelota.) Es hacer lo mejor posible desarrollando todos sus talentos y habilidades para salir adelante. Dios ayuda a los que se ayudan a sí mismos.

AARÓN. Es la persona que aprende todo lo que pueda para contribuir más a la sociedad. ¿Qué puede ser más cristiano que esto?

ADRIANA. El mundo necesita amor. Es el centro del cristianismo. Amo a todas las criaturas de Dios, aún a las ¡cucarachas! Necesitamos aceptarnos tal como somos.

BETO. Cristo murió por nuestros pecados y resucitó porque no podemos salvarnos a nosotros mismos. Por poner nuestra fe en Jesucristo podemos invitarle a tomar control de nuestras vidas y vivir en nosotros. Un cristiano necesita ser nacido de nuevo en una forma sobrenatural.

SARA. Hay que repetir una oración para aceptar a Cristo. Yo lo hice cuando tenía cinco años.

LUCY. “La fe sin obras es muerta”. Hay que hacer muchas cosas para ayudar a tu prójimo. Yo, por ejemplo, estoy recogiendo comida para dar a los pobres. Si hago mucho más bueno que malo, Dios me aceptará.

MAESTRO DE CEREMONIAS. Quisiera hacer otra pregunta. ¿Cuál es la meta principal de su vida?

DAVID. Quiero realizar todo mi potencial. Nosotros como humanos usamos solamente una fracción de nuestras habilidades. Con disciplina y trabajo diligente, no hay fin de lo que uno pueda hacer. Quisiera ser Presidente del país.

AARÓN. Quiero saber todo. Si todos estudiamos bastante, encontraremos la razón de la guerra y la pobreza para eliminarlos.

ADRIANA. Mi meta es ser amable con todos. El problema del mundo es que algunos piensan que tienen la verdad y no confían en los demás. Pero no importa lo que hacen o dicen, todos somos buenos. Solamente necesitan a alguien que los ame.

BETO. Quiero vivir para Jesucristo y seguir la Biblia. Porque creo que la Biblia tiene la razón; creo que algunas personas están equivocadas y no voy a seguirlas. Siempre comparo mis propias metas con la voluntad de Dios para mi vida. Él sabe perfectamente bien qué debo hacer y ser.

SARA. Quiero una buena vida. Quiero experimentar todas las cosas divertidas que pueda hacer antes de que regrese Jesucristo.

LUCLY. Mi meta es ayudar a todo el mundo, hacer más buenas obras que cualquier otra persona.

MAESTRO DE CEREMONIAS. ¿Hay alguien que piensa que sus ideas pueden hacer un mundo mejor?

DAVID. Si todos realizaran su potencial al máximo, el mundo sería maravilloso.

AARÓN. Estadísticas comprueban que nueve de cada diez gentes prefieren ser felices en vez de desarrollar todo su potencial. Esto es porque son ignorantes. Si todos estudiaran, el mundo sería mejor.

ADRIANA. No use la palabra “ignorantes” en mi presencia. Todos somos inteligentes. Aceptar a todos tal como son mejorará al mundo.

LUCY. Somos tan inteligentes que todos van a darme dinero para comprar comida para los pobres.

ADRIANA. ¡Eres una sinvergüenza! ¿Cómo puedes aprovecharte de nosotros así? ¿Cómo sabemos que no vas a gastarte el dinero en cosas personales?

AARÓN. Todos somos buenos, ¿recuerdas? ¿Dónde está el respeto para todos? Todos tienen la razón, debes vivir tu filosofía.

MAESTRO DE CEREMONIAS. Regresando al tema: ¿Cuál sería tu descripción de Dios?

DAVID. Dios es un Ser que ha llegado a su máximo potencial.

AARÓN. Dios es cualquier cosa o persona que tú desees que sea.

ADRIANA. Dios es una combinación de lo grande y lo bueno de la religión.

BETO. La Biblia nos dice cómo es Dios. Jesucristo vino para mostrarnos cómo es Dios. Cada persona puede conocer a Dios personalmente por la fe en Jesucristo.

SARA. Dios es un buen cuate. Mandó a Jesús para morir por nuestros pecados, para que no nos preocupemos si pecamos.

LUCY. Dios hace cosas buenas como mandar la lluvia y el sol. El ayuda a la gente.

MAESTRO DE CEREMONIAS. Para finalizar, por favor díganme ¿Cómo esperan ir al cielo?

DAVID. Dios va a querer en el cielo a todos los que han desarrollado todo su potencial.

AARÓN. Si hay un cielo, debe ser para personas inteligentes que han usado su conocimiento para otros.

ADRIANA. Todos van al cielo, no sería justo por parte de Dios excluir a nadie.

BETO. El cielo no sería el cielo si Dios permite el pecado. Pero todos hemos pecado y por esto murió Cristo. La Biblia dice en 2a. de Corintios 5:21 “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él”. Voy al cielo no porque soy bueno, sino porque he aceptado el perdón de Cristo y su justicia.

SARA. Oré una vez para aceptar a Jesús. Entonces iré al cielo no importa lo que haga.

LUCY. He hecho más obras buenas que malas, muchas más. Por eso estoy segura de ir al cielo.

MAESTRO DE CEREMONIAS. Gracias por contestar las preguntas. Ahora nuestro público votará por el cristiano verdadero. Hay que votar por el número 1, 2, 3, 4, 5 ó 6. (Hay que distribuir boletos y después recogerlos todos.) Y ahora, el “Cristiano Verdadero” se pondrá de pie.

NOTA. El número cuatro se pondrá de pie, así que siga con una plática explicando porqué el número 4 era el cristiano verdadero y de una oportunidad para los que quieran aceptar a Cristo.

Corazones

7 Minutos y 7 Personajes. Un médico saca adiografías de los corazones de varios personajes. Estos corazones están enfermos y la única forma de curarlos es con otro corazón sano, el del hijo del médico.

CORAZONES


PERSONAJES

DOCTOR
LAURA
BETO
TITA
HIJO
CÉSAR
NARRADOR


Tema: ¿Qué hay dentro de tu corazón?

DOCTOR. (A todos sus pacientes.) Ya tenemos el método más avanzado para diagnosticar problemas del corazón. Este tipo de foto nos revela qué está dentro del corazón. Ni su ropa ni su esqueleto aparecerán en la foto, sólo su corazón. Con la información dada podemos salvar vidas. Por favor hagan una fila, voy a tomar las fotos, después de revelarlas, les llamaré para informarles los resultados.

LAURA. Estoy segura que tengo un corazón limpio. Amo a todos y hago muchas buenas obras.

DOCTOR. ¿Amas al hombre que robó tu carro? Hay que dejar de respirar ahora. Uno, dos, tres. (Click, ruido de la cámara.) Ya puedes respirar, gracias. (Sale Laura.)

BETO. Por ser tan generoso y tan dispuesto a ayudar a los demás debo tener un corazón magnífico.

DOCTOR. Ahora deja de respirar por favor. (Click.) Gracias. (Sale Beto y entra el hijo del Doctor vestido de blanco.)

DOCTOR. Buenas tardes, hijo. Necesitas apurarte antes de que cierren el banco. (A los demás.) Les pido permiso para que mi hijo reciba su foto ahorita, ¿está bien? (Tita y César dicen que sí.) Hijo, quiero tomar la foto de tu corazón antes de que traigas el dinero del banco.

HIJO. Claro que sí padre, como digas.

DOCTOR. Ahora no respires, uno, dos y tres. (Click.) Ya puedes respirar.

HIJO. Adiós padre. Regresaré para terminar el trabajo que estoy haciendo.

TITA. Mi turno. Sé que no tengo ningún problema con mi corazón. Siempre tengo la razón y hago lo que es correcto.

DOCTOR. Tita, por favor, no respire ahora. Uno, dos, tres. (Click.) Gracias, ya puede respirar.

CÉSAR. Doctor, ¿Quiere usted tomar la foto del corazón más perfecto que hay?

DOCTOR. Pues, pienso que no todos están de acuerdo contigo, pero sí, si quiero tomar una foto de tu corazón. No respires por favor. (Click.) Ya puedes respirar. Gracias. (Sale César.)

ESCENA II: EL DOCTOR Y SU HIJO TOMANDO UN CAFÉ.

HIJO. ¿Cómo salieron las fotos de los corazones papá?

DOCTOR. Todos tienen corazones malísimos, menos tú. Tú eres el único con un corazón limpio y sano. Los demás van a morir. El único remedio para ellos es quitarles el mal y transplantar células de un corazón saludable a sus corazones, pero no tengo esas células.

HIJO. Puedes usar mi corazón.

DOCTOR. Pero hijo, no entiendes. No es posible sacar células del corazón a menos que muera la persona donante.

HIJO. Yo quiero donar mi corazón para ellos. Estoy dispuesto a morir por ellos.

NARRADOR. El hijo se sometió a la operación dando su vida y por esto el doctor podía ofrecer el remedio a los que iban a morir.

ESCENA III: CONSULTORIO DEL DOCTOR.

DOCTOR. Tengo los resultados de las fotos de los corazones. Todos salieron muy mal y sin una operación para transplantar células nuevas, todos van a morir. Mi hijo dio su vida para que pueda darles está oportunidad.

LAURA. No creo que su diagnóstico sea correcto. Voy con otro médico. (Empieza a salirse.)

DOCTOR. Laura, un momento. Aquí está la foto. Mira la masa de celos y el tumor de orgullo. En poco tiempo serán fatales.

LAURA. Usted solamente quiere perjudicarme. Buscaré un doctor que me diga que estoy bien. (Sale Laura.)

BETO. Ni modo, yo voy a tomarme las pastillas de auto ayuda y vitaminas de auto realización. Yo puedo vencer esto sin una operación. Adiós. (Sale Beto.)

TITA. Esto viene en un tiempo tan incómodo. Tengo demasiadas cosas qué hacer. No tengo tiempo para operarme. No quiero sufrir. Hay fiestas importantes durante estos dos siguientes meses y no quiero perdérmelas. Hasta luego. (Sale Tita.)

CÉSAR. Si voy a operarme. ¿Cuándo puede hacer usted la cirugía?

DOCTOR. ¿Cómo puede la mayoría menospreciar un sacrificio tan grande?

NARRADOR. Escuchen las palabras de la Biblia: “Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. A los suyos vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su Nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.” Marcos
10:45, Juan 1:11-12. (Termine con una explicación de cómo arrepentirse y guíelos a recibir a Cristo.)

En vivo desde Jerusalén

35 Minutos y 20 Personajes + Voces. Asistimos a la retransmisión en directo por parte del Canal 31 de los últimos acontecimientos de la vida de Jesús.


EN VIVO DESDE JERUSALÉN



ESCENOGRAFÍA

Este drama, basado en el arresto y juicio de Jesús, vistos a través del lente de un noticiero de televisión, puede desarrollarse en un escenario casi vacío, iluminado por una sola luz. Esto enfatiza el diálogo, que trata de replicar las Sagradas Escrituras. Use grabaciones para simular las voces de la multitud, de manera que las escenas no requieran una multitud real de actores abarrotando el escenario. A la vez, otros actores fuera de la escena unen sus voces a las grabaciones, para hacer resaltar frases particulares. Tiene que existir un buen balance entre las grabaciones y las voces no grabadas para obtener el grado de autenticidad requerido y el impacto deseado; preste atención especialmente al volumen. Limitar el número de actores en la escena, también va encaminado a presentar la realidad que Jesús fue abandonado por todos en este momento crucial de su vida. Que sufrió, sangró y, finalmente, murió solo. El vestuario debe ser típico de los tiempos de Jesús, excepto los reporteros, que vestirán ropas modernas. La entrada y salida de los reporteros queda a decisión del Director.

PERSONAJES

JORGE MOLINA (Sólo su voz)
LAURA COLLINS (Reportera)
CAMARÓGRAFO 1
MARÍA TERESA RAMOS (Reportera)
CAMARÓGRAFO 2
JESÚS
PEDRO
SANTIAGO
JUAN
GUARDIA 1
GUARDIA 2
GUARDIA 3
GUARDIA 4
JUDAS
CAIFÁS
PILATO
LADRÓN 1
LADRÓN 2
MARÍA
MARÍA MAGDALENA
VOCES
Oscar
Iván
Sánchez
Miriam

SINOPSIS

Se acerca la primavera del año 30 a.C. Roma procura mantener la precaria paz en la provincia de Judea. A su vez, una facción de la jerarquía judía está alerta, para prevenir cualquier incidente iniciado por sus conciudadanos que comprometa la situación política en la región, impuesta por los conquistadores romanos. Este grupo está convencido, precisamente, que un humilde galileo, hijo de un carpintero de Nazaret, constituye una amenaza terrible al proceso de paz. Estos hombres han logrado reclutar a uno de los seguidores del nazareno, quien los ayudará a removerlo permanentemente de la escena política judía y mundial. Como era de esperarse, esta bomba de tiempo política ha atraído la atención y la presencia de la prensa internacional a Jerusalén.

Se desarrolla el libreto desde la Escena I hasta la Escena III, el viernes, día de Crucifixión, dejando inconcluso el libreto en la muerte de Jesús. La Escena IV se lleva a cabo el domingo, día de Resurrección, y después se repite el libreto nuevamente, a modo de recapitulación, hasta que comienzan los hechos de ese día realmente.




ESCENA I

(El arresto)

(El escenario está oscuro, de repente se escucha la voz en off de Jorge Molina)

JORGE MOLINA. Interrumpimos este programa para presentarles un reportaje especial del Canal 31. Ahora, desde nuestro estudio en Washington, Laura Collins.

(Luces sobre Laura Collins, que está sentada en una mesa a la derecha del escenario; ella tiene la vista fija en una cámara de televisión.)

LAURA. Buenas noches. El Noticiero 31 ha conocido que esfuerzos recientes para obtener algo de autonomía en Judea, a expensas de Roma, pueden estar en peligro. Con nosotros, en vivo, desde Jerusalén, nuestra corresponsal del Medio Oriente, María Teresa Ramos.

(Se apagan las luces sobre Laura Collins. Se ilumina la parte izquierda del escenario, donde María Teresa Ramos está de pie, en frente a una cámara de televisión, con un micrófono en la mano.)

LAURA. María, hemos recibido información acerca de ciertos incidentes ocurridos recientemente en la capital judía que pudieran... (Alarmada.) ¿Descarrilar la paz con Roma?

MARÍA TERESA. Así es, Laura. Me encuentro cerca del centro de Jerusalén, en un huerto de olivos, que los vecinos aquí llaman Getsemaní. Hace unos momentos esta fue la escena de un alboroto cuando representantes del concilio gobernante judío, el Sanedrín, como es llamado, capturaron a un Hombre que, ellos dicen, es una amenaza más grande para los diálogos de paz, que el movimiento independentista de los celotes. MEGAVISIÓN ha obtenido esta grabación exclusiva del arresto.

(Se apagan las luces sobre María Teresa Ramos y se encienden sobre el centro del escenario. Pedro, Juan y Santiago están acostados en el suelo durmiendo; Jesús se acerca y se agacha entre ellos.)

JESÚS. ¿Por qué están durmiendo? Levántense y oren para que no caigan en tentación. (Sonidos de gente acercándose por el lado derecho del escenario, el ruido aumenta gradualmente; se escuchan gritos individuales muy airados. Jesús y sus discípulos miran en la dirección del ruido y los gritos.)

VOVECES. ¡Sabemos que estás ahí! ¡Te tenemos rodeado! ¡Ríndete! ¡Sal ahora! ¡No tienes escape! ¡Sal pacíficamente!

JESÚS. ¡Levántense, vamos! (Los discípulos se incorporan.) ¡El que me traiciona se acerca! (El ruido de la muchedumbre acercándose ha llegado a su cénit y comienza a decrecer. Los discípulos rodean a Jesús, todos continúan mirando a la derecha del escenario, mientras la muchedumbre se acerca y Jesús les dice a la distancia.) ¿A quién buscan?

VOCES. ¡Jesús! ¡Jesús de Nazaret!

JESÚS. (Firmemente.) ¡Yo soy! ¿A quién buscan?

VOCES. ¡A Jesús!, ¡a Jesús de Nazaret!

JESÚS. ¡Les dije que Yo soy! Si me buscan a Mí, dejen a éstos irse. (Señala para sus discípulos.)

JUDAS. (Sale de la oscuridad, a la derecha del escenario, camina hasta la luz.) ¡Maestro! (Abraza a Jesús y le besa ambas mejillas; Jesús no se resiste.)

JESÚS. Judas, ¿entregas al Hijo del Hombre con un beso? (Judas no responde, baja la cabeza avergonzado y retrocede lentamente. Jesús continúa hablándole tiernamente.) Amigo, haz lo que viniste a hacer.

(Judas le da la espalda y huye corriendo por la derecha del escenario. Dos guardias romanos entran por la derecha del escenario, se acercan a Jesús y tratan de prenderle. Pedro saca su espada y golpea al Guardia 1 cortándole una oreja; éste da un grito de dolor, deja caer su arma al suelo y aprieta su herida con ambas manos, arrodillándose en el suelo. El Guardia 2 abandona a Jesús y va a socorrer al Guardia 1.)

JESÚS. ¡Pedro, guarda tu espada! ¿No tomaré la copa que mi Padre me ha dado? Todos los que viven por la espada, por la espada morirán ¿Tú no crees que Yo puedo clamar a mi Padre y Él me enviaría más de doce legiones de ángeles? (El Guardia 1 sigue arrodillado, mostrando dolor. Jesús se acerca, pone la mano sobre la herida y lo sana. Ambos guardias quedan sorprendidos y el Guardia 1 no sabe cómo agradecerle su curación, mira a Jesús con reverencia y respeto.)

(Aparece el Guardia 3, que se abre paso hasta los otros guardias, empujando y golpeando a los discípulos, tiene una espada en su mano, gesticula y discute con los otros guardias, visiblemente airado, sin prestar atención a Jesús que les habla.)

JESÚS. Como contra un ladrón han salido, con espadas y palos a prenderme. (El Guardia 3 empuja violentamente a Guardia 1 que cae de espaldas completamente al suelo y obliga al Guardia 2 a sujetar a Jesús. Los discípulos tratan de intervenir, pero el Guardia 3 les acomete con su espada y ellos retroceden. El Guardia 3 toma el brazo libre de Jesús y continúa gesticulando e injuriando contra el Guardia 1 mientras sacude a Jesús. Jesús continúa hablando mientras estas acciones ocurren, no se resiste.) Cada día estaba con ustedes, enseñando en el templo y no me prendieron. Pero ésta es su hora... cuando reinan las tinieblas...

GUARDIA 3. (Interrumpiendo a Jesús, hay odio e ira en su voz.) ¡Basta ya!, ¡perro! (El Guardia 2 y 3 empujan y jalan a Jesús brutalmente, llevándoselo por la izquierda del escenario.) Tendrás tu día en la corte. ¡Vamos donde Anás!

(Jesús tropieza mientras los tres salen por la izquierda del escenario. El ruido de fondo de la multitud que se ha escuchado durante todo el arresto, se desvanece mientras Jesús y Sus capturadores salen de la escena. Se escucha el canto de las aves, simbolizando el alba. Los tres discípulos contemplan a Jesús salir desde la derecha del escenario y el Guardia 1 está de rodillas otra vez. Los discípulos notan al Guardia 1, le ayudan a ponerse de pie y los cuatro huyen corriendo por la derecha del escenario. Los sonidos cesan y las luces al centro del escenario se apagan. Se enciende una luz sobre María Teresa Ramos, a la izquierda del escenario.)

MARÍA TERESA. Acaban de ver nuestro video exclusivo del arresto del galileo llamado Jesús. Aparentemente ha sido llevado por los guardias del Sanedrín a la casa de Anás, quien fuera antes el Sumo Sacerdote, a fin de determinar si hay suficiente evidencia para ser juzgado por Caifás, el Sumo Sacerdote actual. Si el Sanedrín encuentra a este Hombre culpable de sedición, es casi seguro que tendrá que enfrentar una corte romana. Mientras Jesús está en custodia, sus seguidores, como una docena de pescadores y comunes, no se encuentran por ninguna parte. Se han dispersado a los cuatro vientos. Les habla María Teresa Ramos, Canal 31, en vivo, desde Jerusalén.

(Se apaga la luz sobre María Teresa Ramos, el escenario queda completamente oscuro. Se escucha la voz en off del Reportero Jorge Molina.)

JORGE. Este ha sido un reportaje especial del Canal 31, gracias por su sintonía. El Noticiero 31 les presentará nuestro reportaje exclusivo del juicio “Jesús contra el Sanedrín”; mañana a las 9:00 a.m. tiempo oriental, 8:00 a.m. tiempo central, en la mayoría de nuestras emisoras.

(Al terminar se pone rápido música, demostrando cierre de noticias y cambio a otro programa, mientras se cierran las cortinas)


ESCENA II

(El juicio ante el Sanedrín)

(El escenario está oscuro, de repente se escucha la voz en off de Jorge Molina)

JORGE. Este es un boletín especial del Canal 31, sobre el juicio “Jesús contra el Sanedrín”. Escuchemos a nuestra corresponsal en el Medio Oriente, María Teresa Ramos, directamente desde el lugar de los hechos... María Teresa Ramos...

(Luz sobre María Teresa Ramos, parada a la izquierda del escenario)

MARÍA TERESA. Estoy reportando en vivo desde el atrio de Caifás, el Sumo Sacerdote. Jesús de Galilea, acusado, además de otras cosas, de intentar derrocar al gobierno romano, ha sido trasladado aquí para enfrentar a sus acusadores. El Canal 31 ha logrado introducir una cámara dentro de la sala y les trae este reportaje del juicio.

(Se apaga la luz sobre ella y continúa hablando, se ilumina el centro del escenario, a la vez se escuchan conversaciones simulando el ruido de una sala de juicio.)

MARÍA TERESA. Mientras nuestra cámara escudriña el salón, pueden ver a los maestros de la ley, los ancianos, los miembros del concilio religioso y al Sumo Sacerdote. Caifás los convocó a una sesión urgente y... (Jesús aparece custodiado por el Guardia 2 y 3 en la penumbra, a la derecha del escenario. María Teresa Ramos se toca el oído como escuchando y habla en voz baja.) Me acaban de decir que Jesús ha entrado a la sala, conducido por los guardias. Esta sesión está para empezar. (El ruido de la multitud decrece. Los guardias llevan a Jesús al borde de la luz iluminando el centro del escenario y lo arrojan violentamente al suelo. Jesús cae en el centro de la luz. El ruido de la gente sube de tono rápidamente. Se escuchan gritos acusatorios desde el público, detrás y a los costados del escenario.)

VOCES. ¡Traidor, criminal, agitador! ¡Mírate ahora (despectivamente, con desprecio) Rey Jesús! ¡Oye rebelde, vuelve a Belén! ¡Canalla, revoltoso, blasfemo, loco, renegado!

(Los guardias gritan también pero se mantienen fuera de la luz, moviéndose, hablando entre ellos y señalando a Jesús. Caifás aparece de pie en una tribuna, en la penumbra a la izquierda del escenario. Aparece el Guardia 4 y se une a los otros dos).
CAIFÁS. (En voz alta, sobre el ruido de la gente y los gritos.) ¡Silencio! ¡Vengan a orden! ¡Silencio! (Los ruidos de la multitud se vuelven susurros.) El prisionero se pondrá de pie. (Jesús se esfuerza para levantarse, pero cae otra vez; los guardias se burlan de Él.) ¡Ponte de pie prisionero, para que oigas tus cargos!, ¡levántate!

(Jesús logra pararse lentamente, respirando entrecortadamente, una vez de pie, frente al público, baja la cabeza; el ruido de la multitud se intensifica.)

GUARDIA 3. (Sin que nadie lo mande, mirando al público, señala a Jesús y habla despectivamente.) Este es el Hombre que podría destruir el templo y reconstruirlo en tres días.

CAIFÁS. (Amonestando al Guardia 3 y sobre el ruido de la gente.) ¡Silencio! ¡Yo examinaré al prisionero! (Hacia el público.) ¡No toleraré otra interferencia como esa, aunque tenga que sacarlos a todos de aquí! (La multitud se calma.) Te pregunto, Jesús, lo mismo que Anás te preguntó anoche: ¿Qué es lo que Tú y tu banda de fanáticos están planeando? ¿Piensas destruir la ciudad de David? (Sube la voz.) ¿Piensas destruir este templo? ¿La ley enviada por Moisés? ¡Por Jehová mismo!

JESÚS. (Calmadamente.) Y te daré la misma respuesta que le di a Anás: Yo he hablado al mundo públicamente. Siempre he enseñado en las sinagogas y en este templo, donde se reúnen todos los judíos y nada he hablado en oculto ¿Por qué me preguntas a mí? Pregunta a los que han oído, aquellos a los que les he hablado. Ellos saben lo que he dicho.

GUARDIA 3. (Sale de las sombras, se para delante de Jesús y le da una bofetada. Jesús vira la cara con el golpe que resuena por la sala.) ¡¿Así respondes al Sumo Sacerdote?!

JESÚS. (Con calma y firmemente.) Si he hablado mal, testifica del mal (el Guardia 3 le da la espalda haciendo un gesto de desprecio con la mano y vuelve a la oscuridad en la derecha del escenario) y si bien, ¿por qué me golpeas? (Jesús baja otra vez la mirada.)

CAIFÁS. ¿No respondes a los cargos contra ti? ¡¿A lo que testifican estos contra ti?! (Jesús mantiene la mirada baja y no responde.) Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres Tú el Cristo, el Hijo de Dios.

JESÚS. (Levanta la vista, pero mira a la derecha del escenario, no a Caifás.) Si les digo, no me creerán. También, si les pregunto, no me responderán ni me soltarán; pero desde ahora el Hijo del Hombre se sentará a la diestra del poder de Dios.

CAIFÁS. (Intrigado y con ansias de mal.) Entonces, ¿eres Tú el Hijo de Dios?

JESÚS. (Mirando al público.) Tú lo has dicho. (Sonido de paño o tela desgarrándose. El bullicio de la gente se vuelve ensordecedor.)

CAIFÁS. (Se para enérgicamente y con ira grita a voz en cuello, apuntando a Jesús y mirando a la multitud.) ¡Ha blasfemado! ¡¿Qué necesidad tenemos de testigos?! ¡Han oído su blasfemia! ¿Qué les parece? ¿Cuál es su veredicto?

VOCES. ¡Culpable!, ¡culpable!, ¡culpable!, ¡culpable!

(El Guardia 2 y 3 se acercan a Jesús. El Guardia 3 le escupe el rostro, Jesús se cubre la cara con las manos. El Guardia 2 le da un puñetazo en el estómago, Jesús se dobla de dolor. El Guardia 3 le golpea en la cabeza, Jesús cae de rodillas al suelo. Los guardias lo patean.)

GUARDIA 2. ¡Profetízanos, Cristo!

GUARDIA 3. ¡Sí! ¿Dinos quién te golpeó?

CAIFÁS. Hemos oído suficiente. (El Guardia 2 y 3 levantan a Jesús violentamente y lo ponen delante de Caifás; un guardia le agarra la barbilla, levantándole la cabeza para obligarle a mirar a Caifás.) ¡Guardias! Amarren al prisionero. (El Guardia 3 hace señas al Guardia 4, quien sale de las sombras con una cuerda o cadena y los guardias amarran o encadenan a Jesús.) Jesús, te voy a enviar a Pilato, donde serás juzgado por sedición y traición ¡Esta sesión ha terminado!

(Los guardias sacan a Jesús por el lado izquierdo del escenario, maltratándole y burlándose. Se apaga la luz sobre el centro del escenario y se ilumina el lado izquierdo, donde aparece María Teresa Ramos de pie, con un micrófono en la mano.)

MARÍA TERESA. Pues, como han visto, el Sanedrín ha entregado a Jesús al gobierno romano local, para que sea juzgado por sedición y traición. El patio de la corte ha quedado vacío, todos se han ido a sus casas.

(Pedro sale de la derecha del escenario, deja ver que tiene mucha prisa y quiere pasar desapercibido. La Reportera se da cuenta de su presencia y lo confronta, cortándole el paso. Pedro trata de evitarla, sin conseguirlo.)

MARÍA TERESA. ¡Oiga usted!, señor, ¿tiene un minuto? ¡Señor!, ¿puedo hacerle una pregunta? Por favor… ¿Cuál es su impresión acerca de lo que aquí hemos visto? (La reportera le pone el micrófono delante, esperando su respuesta.)

PEDRO. (Casi huyendo y tratando de no salir en cámara.) No tengo comentarios.

MARÍA TERESA. (Insiste preguntando.) ¿Es culpable?

PEDRO. No tengo comentarios.

MARÍA TERESA. ¡Seguro que usted tiene una opinión! ¿Piensa que Él es culpable?

PEDRO. Otra vez le digo que no tengo comentarios. Por favor... con su permiso. (Pedro trata de alejarse y sale de la luz dirigiéndose hacia la izquierda del escenario, pero la Reportera lo jala por un hombro hacia la luz, obligándolo a voltearse y mirarla.)

MARÍA TERESA. (Con cierta duda.) ¡Espere un momento! ¿No le vi yo anoche en el Huerto de los Olivos? ¿No era usted uno de los que andaba con Jesús?

PEDRO. (Decidido.) ¡Yo no sé de qué me habla! (Retrocede otra vez fuera de la luz.)

MARÍA TERESA. (Recordando y con firmeza.) ¡Pero usted sí estaba con Jesús!

PEDRO. ¡No sé de qué habla! (Empieza a caminar rápidamente hacia la izquierda, alejándose de la luz.)

MARÍA TERESA. ¡Yo lo vi!

PEDRO. (Casi fuera del escenario, gritando desesperado.) ¡Yo no conozco a ese Hombre! ¡Le digo que no lo conozco!, ¡no conozco al tal Jesús!, ¡no lo conozco! (Se escucha un gallo cantar en la distancia.)

MARÍA TERESA. (Vuelve a mirar a la cámara, meneando la cabeza con incredulidad.) Aquí vieron al hombre que ayer mismo estaba dispuesto a dar su vida por Jesús y ahora que su líder va a juicio, niega hasta haber conocido su nombre. Les habló María Teresa Ramos, en vivo, desde Jerusalén.

(El escenario queda totalmente oscuro.)

JORGE. No se pierda esta noche, “Jesús contra Pilato” ¿Es traición o trampa? María Teresa Ramos reportará en vivo, desde la capital judía. Recuerde, esta noche, a las 10:00 p.m., sólo en el Canal 31, le esperamos.

(Al terminar se pone música rápido, demostrando cierre de noticias y cambio a otro programa, mientras se cierran las cortinas.)


ESCENA III

(El juicio ante Pilato)

(El escenario está oscuro, de repente se escucha la voz en off de Jorge Molina.)

JORGE. Interrumpimos este programa para traerles noticias de último momento, sobre la crisis en Judea.

(Luz sobre María Teresa Ramos, de pie a la izquierda del escenario, micrófono en mano.)

MARÍA TERESA. Buenas noches. Hemos recibido noticias que Jesús ha sido entrevistado por Herodes y devuelto a Pilato. El hijo de un carpintero de Nazaret, Jesús, ha sido traído aquí por segunda vez, después que el Gobernador romano examinó los cargos contra Él: subversión, oponerse a pagar impuestos al César y por sus reclamaciones de ser el Mesías.

Personas cercanas al Gobernador, nos han dicho que los cargos contra el nazareno fueron hallados válidos. El gobernante descubrió que Jesús era galileo y estaba bajo la jurisdicción de Herodes, así es que lo envió a éste. Hemos sabido que Herodes no recibió respuesta alguna de Jesús, por tanto, humilló al líder carismático, vistiéndolo como un rey, con un manto regio, antes de devolverlo a Pilato... (Mano en el oído...)

Me dicen que Pilato va a reexaminar al galileo. Vamos ahora a nuestra cámara, que está cubriendo el palacio del gobernador romano.

(Se apaga la luz sobre María Teresa Ramos. Se escucha el sonido de una multitud como en una plaza, algo similar al ruido de la gente en el juicio en el Sanedrín. El centro del escenario se ilumina, Pilato está de pie, de espaldas a la audiencia. Los Guardias 2 y 3 traen a Jesús amarrado o encadenado por la izquierda del escenario. Jesús camina mansamente, los tres se detienen ante Pilato, quien mira a Jesús y Jesús sostiene Su mirada, inocentemente, esperando a que Pilato diga o haga algo. El Guardia 3 hace una seña al Guardia 2 y éste golpea las piernas de Jesús con su lanza. Jesús cae de rodillas a los pies de Pilato, los guardias retroceden unos pasos y se paran enérgicamente en el borde de la luz.)

PILATO. Pues nos encontramos otra vez, Jesús. (Pilato se inclina y ayuda a Jesús a levantarse. Jesús se queda de frente a la audiencia. Pilato comienza a caminar alrededor de Jesús sin quitarle la vista.) Jesús, Jesús, Jesús… ¿Qué voy a hacer contigo? Dime, ahora que estamos solos... sólo entre Tú y yo... (Pilato se detiene brevemente.) ¿Eres Tú el Rey de los judíos?

JESÚS. ¿Tú dices esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí?

PILATO. (Comienza a pasearse alrededor de Jesús nuevamente y le responde algo irritado.) ¿Soy yo acaso judío? Tu nación y sus principales sacerdotes te han entregado a mí… (curiosamente) ¿Qué has hecho? (Se detiene detrás, al lado derecho de Jesús y acerca el oído hacia Él.)

JESÚS. Mi reino no es de este mundo. Si lo fuese, mis servidores pelearían para que Yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí. (Pilato camina detrás de Jesús y se detiene al lado izquierdo, detrás de Jesús, escuchando. Jesús habla pausadamente.) Todo el que es de la verdad oye mi voz.

PILATO. (Intrigado, como buscando en la mente el significado de sus palabras.) Verdad, verdad... ¿Qué es la verdad? (Jesús baja la cabeza. Pilato camina fuera de la luz y se dirige al público en alta voz, sobre el ruido de la multitud.) ¡Yo no hallo ningún delito en Él!... Ustedes tienen la costumbre de que les suelte un prisionero en la Pascua, ¿quieren que les suelte al Rey de los judíos?

VOCES. ¡No!, ¡no!, ¡no a éste! ¡No, danos a Barrabás!

PILATO. (Alarmado.) ¿Por qué? ¿Qué crimen ha cometido este Hombre?

VOCES. ¡Fuera con éste! ¡No, suelta a Barrabás!

PILATO. (Asombrado por la elección, se acerca a Jesús, que mantiene la cabeza baja y camina detrás de Él, pensativo.) ¿De dónde eres Tú? (Pilato llega al lado derecho de Jesús y se da la vuelta. Jesús no le contesta ni se mueve. Pilato se detiene al lado izquierdo de Jesús.) ¿No me hablas a mí? (Pilato vuelve rápidamente al lado derecho de Jesús.) ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte o crucificarte?

JESÚS. (Levanta la cabeza y mira a Pilato a los ojos, Pilato le sostiene la mirada.) Ninguna autoridad tuvieras sobre mí, si no te fuera dada de arriba. Por lo tanto, el que a ti me ha entregado, mayor pecado tiene. (Vuelve a bajar la cabeza.)

PILATO. (Dirigiéndose al público.) ¡¿Qué hago entonces con éste, que ustedes llaman el Rey de los judíos?!

VOCES. (Desde el público, inmediatamente después de Pilato.) ¡Crucifícalo!, ¡crucifícalo!

PILATO. (Habla por encima de los gritos de la multitud, convencido de la inocencia de Jesús.) ¡Ningún delito de muerte he hallado en Él!

VOCES. (Gritan más fuerte que antes, con convicción.) ¡Crucifícalo!, ¡crucifícalo!, ¡crucifícalo!

PILATO. (Trata de hacerse escuchar por la multitud.) Lo castigaré y luego lo soltaré.

VOZ. (Se destaca sobre los otros gritos.) ¡Si lo sueltas, no eres amigo del César! ¡Todo el que se proclama rey, a César se opone!

VOCES. ¡Fuera con Él!, ¡fuera!

PILATO. (Hace un ademán pidiendo silencio, la gritería decrece considerablemente.) ¿Crucifico a su Rey?

CAIFÁS. (Se adelanta de entre la multitud.) ¡No tenemos más rey que César! ¡Crucifícalo! (La gritería sube de tono una vez más. Pilato se acerca a uno de los guardias y le habla en voz baja. El Guardia 2 sale y regresa trayendo una vasija con agua y un paño. Pilato se sube las mangas de su toga. La gritería se convierte en murmullo curioso.)

PILATO. (Señalando la vasija.) ¡¿Ven esto?! (Señala entonces a Jesús.) ¡Esto es su responsabilidad! (Mete las manos en la vasija y se lava las manos.) Me estoy lavando las manos... (Se las seca con el paño y encara a la multitud.) ¡Soy inocente de la sangre de este hombre!

VOCES. ¡Su sangre sea sobre nosotros y nuestros hijos!

PILATO. (Camina hasta donde está Jesús y le pone la mano en el hombro. Jesús levanta la cabeza y sus miradas se encuentran.) Es tiempo…

(Los actores se inmovilizan en sus posiciones, se apagan las luces sobre el escenario, mientras se cierra la cortina. Se ilumina la parte izquierda del escenario, donde está María Teresa Ramos de pie, micrófono en mano.)

MARÍA TERESA. La ejecución del predicador de Galilea, sin más discusión, será llevada a cabo a las 9:00 a.m. del día de mañana. Un pequeño detalle interesante entre todo esto: las autoridades israelitas han identificado el cuerpo del hombre que los llevó a Jesús... Judas Iscariote fue encontrado ahorcado. Este hombre fue del grupo íntimo de seguidores de Jesús. Soy María Teresa Ramos, Canal 31, reportando en vivo, desde Jerusalén. Buenas noches.

(Se apaga la luz, el escenario queda completamente a oscuras. Se escucha una música de fondo o grabación de un programa de televisión que es interrumpido abruptamente.)

JORGE. No se pierda esta noche, la edición de “La noticia al rojo vivo”. También mañana, a las 9:00 a.m. hora oriental y a las 8:00 a.m. hora en Norteamérica, “La hora de la ejecución”, manténgase con nosotros para que conozca los últimos detalles de estos acontecimientos en el Medio Oriente; «saciamos su sed de conocimientos, porque usted necesita estar informado». Yo soy Jorge Molina, desde Los Ángeles, California, y los espero, a esta misma hora, cada día, buenas noches.

(Se apaga la luz, el escenario queda completamente oscuro. Se escucha una música de fondo o grabación de un programa de televisión que es interrumpido abruptamente.)


ESCENA IV

(La ejecución de Jesús)

(El escenario está oscuro, de repente se escucha la voz en off de Jorge Molina.)

JORGE. Buenos días tengan todos, les habla Jorge Molina, desde el Canal 31, llevándoles a ustedes las últimas noticias ocurridas en el Medio Oriente, escenario actual de grandes revueltas relacionadas con el líder judío Jesús, quien en el día de ayer fue llevado a juicio y condenado a crucifixión por la multitud y los principales líderes religiosos. Ahora, tal y como lo habíamos anunciado en el día de ayer, tenemos un contacto en vivo, desde Jerusalén, con nuestra corresponsal María Teresa Ramos.

(Luz sobre María Teresa Ramos, de pie a la izquierda del escenario, micrófono en mano.)

MARÍA TERESA. Buenas días. A diferencia de los reportajes anteriores, en esta ocasión nuestras cámaras y micrófonos no han podido acercarse como queríamos al lugar de los hechos, ya que ha sido prohibido, por los guardias y demás líderes religiosos, el acercamiento de los diferentes medios de prensa al lugar de la ejecución. Este tipo de ejecución es fuera de lo común en nuestro continente, pero realmente es algo impactante lo que hasta aquí hemos presenciado y que no nos fue permitido grabar.

El mismo reo es obligado a cargar su cruz, es golpeado, abofeteado, escupido y comienza a sufrir los agravios de su muerte, desde que sale rumbo al lugar de la misma. No tenemos referencia de otros prisioneros que hayan pasado por esto, pero ha sido colosal la multitud que ha acompañado a este líder, Jesús, a lo largo de su trayecto hasta el monte conocido por Calvario, en el que ha sido crucificado.

El dolor de su madre, de sus seguidores y demás devotos, ha sido palpable con facilidad, pero aun a ellos se les ha impedido acercarse a Él. Nuestro paso fue obstruido en la ladera de este monte Calvario, pero desde aquí oímos los gritos de los dos crucificados, de los cuales nos han informado, son dos ladrones que yacían con antelación en ese lugar. Los que están al pie de la cruz de Jesús, acompañándolo y viéndolo pagar como un ladrón más, sufren su pena y dolor.

Desde aquí nuestra cámara ha logrado captar esta imagen, en lo más alto del Calvario, que muestra la escena más impactante que jamás se haya visto, donde este hombre, al parecer inocente y condenado injustamente según muchos entrevistados, y cuyo rostro no inspira maldad alguna, sufre las terribles consecuencias de esta muerte tenebrosa. Pero a pesar de ello, desde antes de lograr este pase a MEGAVISIÓN, en el tiempo que hemos estado observando desde acá abajo, no hemos notado que se ha alterado ni que ha pronunciado palabra alguna de venganza a sus torturadores; por el contrario, algo le ha dicho a los ladrones que los rodean, que ha servido de bálsamo para ellos, pues hace un rato estaban muy desesperados y ahora los vemos serenos y a uno de ellos, como si albergara una esperanza más allá de su muerte.

No sabemos cuánto tiempo pueda soportar con vida el galileo en esa cruz, luchando contra la misma muerte, pero cuando ésta lo venza, de seguro habrán acabado estos disturbio en Jerusalén, que han ocupado las noticias en la última semana, la que podemos decir ha sido la última semana de Jesús en la tierra. Yo soy María Teresa Ramos, y esto ha sido un reporte en vivo, desde Jerusalén, para el Canal 31: MEGAVISIÓN.

JORGE. Y así concluyen los sucesos de esta semana en el Medio Oriente, con la muerte en una cruz del quien dijo ser el “Rey de los judíos”, muchas gracias a nuestra Reportera María Teresa Ramos, por este trabajo desde el mismo lugar de los hechos. Recuerde, esta noche, a las 11:00 p.m. nuestro programa de participación “100 Mejicanos dijeron” y mañana sábado, a la misma hora “Sábado Gigante”, con Don Francisco, que lo espera para hacerle pasar un fin de semana estupendo, los esperamos, por este, el Canal 31, yo soy Jorge Molina, quien ha tenido el gusto de compartir estas horas con ustedes. Tengan buenas tardes.

(Al terminar se pone música rápido, demostrando cierre de noticias y cambio a otro programa, mientras se cierran las cortinas.)


ESCENA V

(La gran noticia)

(Esto que continúa, se desarrolla el domingo, día de Resurrección, donde se abren las cortinas con un supuesto programa de TV, que de repente es interrumpido por Jorge Molina, quien trae una noticia de última hora desde Jerusalén; pero ha perdido la comunicación con su Reportera, María Teresa Ramos y decide retransmitir lo relacionado con los hechos que ella trae, acontecidos durante la semana.)

JORGE. Buenos días tenga todos, estimados televidentes, ante todo pedimos disculpas por la interrupción del programa que disfrutaban, pero algo alarmante, de última hora, ha llegado a nuestros medios y queremos que nuestros televidentes sean los primeros en conocer lo que acontece en el Medio Oriente, específicamente en Jerusalén, lugar del cual creímos había sido historia, refiriéndonos al arresto, juicio y muerte del personaje que ha ocupado la atención de muchos en esta recién terminada semana, Jesús.

Estamos tratando de establecer contacto con nuestra Reportera en ese lugar, María Teresa Ramos, desde la capital judía… Buenos días, María Teresa, adelante… (Tras darse cuenta que no responde, insiste) ¿Me escuchas, María Teresa? ¿Estás con nosotros? (Tras unos segundos, se da por vencido y se dirige al público nuevamente.) Parece ser que hemos perdido la comunicación con Jerusalén, rogamos disculpas, pero seguiremos intentando, apenas tengamos a nuestra corresponsal lista, haremos el pase en vivo. Mientras tanto, retransmitiremos los reportajes anteriores hechos por esta periodista, desde ese mismo lugar, para que nuestros televidentes recuerden y los que no tuvieron la oportunidad de verlo en vivo, estén al tanto de lo acontecido en las últimas horas en el ámbito internacional.

(Al terminar comienza a repetirse el guión desde el principio.)


ESCENA VI

(La resurrección de Jesús)

JORGE. Interrumpimos estas imágenes diferidas, para conocer en vivo los detalles de último momento de lo que parece ser la gran noticia del año en el mundo entero. Sin más, ya tenemos en vivo, desde el lugar de los hechos, a María Teresa Ramos ¿Me escuchas ahora, María Teresa?

(Ella afirma y él hace el pase)

MARÍA TERESA. (Aparece con otro vestuario distinto al que ha portado hasta el momento, representando que es otro día. Su voz es de alarma, habla rápido y asombrada de lo que va a decir.) Sí, te escucho, Jorge; buenos días para ti y el resto de los amigos que están con nosotros en esta hora. Algo verdaderamente grandioso e inesperado ha acontecido en esta región de nuestro planeta, algo que no esperábamos cuando nos despedíamos el pasado viernes, creyendo que los sucesos de la última semana habían llegado a su fin con la muerte del, por muchos llamado “Rey de los judíos” y por otros considerado como un farsante y blasfemo.

Pero lo cierto es que en esta mañana, desde bien temprano, reina la algarabía y el asombro en esta ciudad, pues un grupo de seguidores de Jesús afirman, nada más y nada menos, que su líder ha RESUCITADO. Imaginen cómo está la ciudad de convulsa. Los miembros del Sanedrín están que arden de ira con tal noticia y niegan tal suceso. Sin embargo, los conocidos como discípulos de Jesús, afirman que esto es el cumplimiento de lo profetizado por su Maestro antes de morir ¿Será acaso que ese Jesús que fue crucificado, era realmente el Mesías esperado, el Hijo de Dios? Nuestras cámaras se encuentran en estos momentos cerca de los que declaran ser los primeros en oír la noticia.

(Se acerca a Juan, quien está rodeado por otros discípulos y las Marías; la Reportera le extiende el micrófono y pregunta.) ¿Su nombre por favor?

JUAN. Me llamo Juan.

MARÍA TERESA. Lo vi a usted al pie de la cruz, abrazaba a la madre del galileo, ¿es de la familia?

JUAN. Realmente no, pero soy uno de los discípulos que anduvo con Jesús a los largo de Sus tres años de ministerio. Aprendí mucho del Maestro, es alguien sin comparación y por nuestra relación, encomendó a mi cuidado a su madre.

MARÍA TERESA. Dice usted “es”… ¿acaso es de los que piensa que ha resucitado?

JUAN. No, no lo pienso, lo creo firmemente.

MARÍA TERESA. Si habla con tanta seguridad, es porque debe tener un argumento sólido al respecto, ¿pudiera dar detalles para este reportaje?

JUAN. Esta mañana, al enterarnos Pedro y yo de la gran noticia que nos trajeron atónitas María y María Magdalena, corrimos al sepulcro donde el viernes, antes de caer el sol, pusieron el cuerpo del Maestro. Y al llegar allí, todas nuestras dudas fueron disipadas, pues contemplamos que la piedra del sepulcro había sido removida y los lienzos estaban en su lugar. Nuestro Maestro no estaba, ¡había resucitado!

MARÍA TERESA. ¿No cree que pudiera ser causa de su pasión desmedida por… su “Maestro”, como le llaman, lo que haga que imaginen tal acontecimiento irreal? (Es interrumpida por María Magdalena.)

MARÍA MAGDALENA. Se equivoca usted, señora, entiendo que pueda ser asombroso para usted quizás, como lo fue par nosotros de primer momento; pero irreal no es, pues a mí misma se me apareció cerca del sepulcro, cuando lloraba por lo que me habían dicho los ángeles, y me llamó por mi nombre. Pude contemplar al Maestro frente a mí… (Admirada.) Era Jesús y me dio la encomienda de contarles a sus discípulos lo que había visto.

MARÍA TERESA. ¿Usted es de las que fueron al amanecer a llevarle ungüentos y especias aromáticas al sepulcro?

MARÍA MAGDALENA. Sí, mi nombre es María Magdalena, fui con mis otras amigas y al llegar allí y ver la piedra removida, nos asustamos, pero el ángel nos dijo: “¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que ha resucitado”.

MARÍA TERESA. ¿Un ángel, ha dicho?

PEDRO. Sí, ella lo vio y nos contó, fue cuando comprendimos que era cierto lo que Él nos había dicho, que al tercer día resucitaría y las tantas formas en que nos lo dijo.

MARÍA TERESA. ¿Y no es usted el que negó haberlo conocido y haber estado con Él, cuando Jesús fue arrestado? ¿Cómo puede ahora estar de su lado y estar tan seguro de eso que afirma?

PEDRO. Primeramente, porque me arrepentí de haberlo negado y rumbo al Calvario, cuando me miró y me vio llorando, sentí que con Su mirada me perdonaba... Si usted hubiera conocido a Jesús, entendería lo que digo. Después, cuando nos apareció, estando todos reunidos, me preguntó en varias ocasiones: “¿Pedro, me amas?” Y yo le respondí, “Sí, Señor, tú sabes que te amo”, me perdonó y ahora es mi deber decir a todos que Jesús ha resucitado y que vive en nuestros corazones.

JUAN. Nosotros estábamos tristes, atemorizados por haber quedado solos; nos sentíamos turbados, sin esperanza… pero cuando Jesús apareció frente a nosotros y nos preguntó porqué estábamos así, nos dijo que debíamos haber creído en Él… y más que eso, nos mostró Sus heridas en las manos y Su costado, comprendimos que realmente no estábamos derrotados, como los del Sanedrín y demás que lo odiaban nos quisieron hacer creer. Por el contrario, Él llenó nuestras vidas de esperanza una vez más, nos reunificó e hizo que creyéramos lo mismo, que nos uniéramos en un mismo sentir y lleváramos a otros las buenas nuevas de su resurrección. Nos ha encomendado que como buenos discípulos sigamos la obra que Él comenzó y que nos extendamos al mundo entero, proclamando que Él vive y reina, y que nuestra fe y sacrificio no ha sido en vano, porque nuestro Maestro no está muerto, sino que ha resucitado y nosotros también, un día, resucitaremos con Él.

MARÍA TERESA. Es conmovedor lo que nos cuenta, y creo que quien escucha las palabras que han dicho y contempla la firmeza con que lo expresan, no le cabe duda que dicen la verdad, aunque es mucha la oposición que tienen, pero si se unen, creo que podrán sobreponer la verdad que defienden por encima de todo y sin saberlo, han comenzado la obra que su Maestro les legó, haciéndoles conocer a los amigos televidentes que están con nosotros en estos momentos, que su líder, Jesús, ha resucitado.

Muchas a gracias a ustedes por sus palabras y tiempo y a ustedes, queridos amigos televidentes, por acompañarnos en esta última hora. Hemos escuchado de primera mano esta gran noticia que ha hecho estremecer en este primer día de la semana, domingo, al mudo entero. Deben ser millones en todo el planeta, los que hayan escuchado en esta mañana la inesperada, impactante y esperanzadora noticia, que el Jesús que creíamos que estaba muerto aún, ha resucitado. Muchas gracias por la sintonía, yo soy María Teresa Ramos, para el Canal 31, en vivo, desde Jerusalén.

Día de la Independencia

Estimados amigos, en el siguiente link encontrarán dos obras para el 4 de Julio, Día de la Independencia norteamericana:



http://www.scriptsbywarren.com/store/nuevos-dramas.html



1) ABIGAIL Y MARTA Este es un pequeño sketch de 5 minutos para el DÍA DE LA INDEPENDENCIA en el que se representa el encuentro entre Abigail Adams y Marta Washington. La reunión y las palabras que dicen son ficticias pero la carta que Abigail lee es una carta real que le envió su marido, John Adams. Éste la escribió en el día que se votó la independencia de Gran Bretaña. La carta es larga y ocupa la mayor parte del sketch. No hay que memorizar mucho. Este sketch se encuentra también en la gran producción de “Fundadores de Libertad” y “Dios bendiga nuestra tierra”. Hay una versión más larga con más actores titulada: “Las patriotas: Abigail y Marta”.
2 Actrices. 5 Minutos.









2) EL VOTO En este pequeño sketch para el DÍA de la INDEPENDENCIA nos trasladamos a 1776 donde están votando por la Independencia. Johan Hancock dirige la reunión y John Adams habla a favor de la Independencia. Hancock llama a todas las colonias y éstas emiten su voto… Finalmente, la delegación de Delaware llega y rompe el punto muerto en el que se encontraban. Hancock anuncia que acaban de convertirse en los Estados Unidos de América. Este sketch está inspirado en la gran producción “Gracias a Dios por América”, “Fundadores de Libertad” y “Dios bendiga nuestra tierra”.
5 actores. De unos 4 minutos de duración. Se puede hacer como teatro leído. Los 12 delegados pueden ser miembros del público.

Presentación para fiestas

7 Minutos y 2 Payasos. Un payaso entra en escena y no saluda. El otro payaso le intenta enseñar cómo tiene que hacer cuando entra a un sitio. A partir de entonces, se crea una confusión en el diálogo. Ver fotos AQUÍ.


PERSONAJES

PAYASO 1
PAYASO 2

(Entra el PAYASO 1 a escena y se va de largo sin saludar.)

PAYASO 2. ¡Oígame! ¿Acaso usted no fue a la escuela?

PAYASO 1. Sí, jui, pero casi no entraba…

PAYASO 2. Ah, eso está muy mal. Cuando entraba, ¿qué era lo que las maistras le enseñaban?

PAYASO 1. ¡¡Los chones bien oxidados!!

PAYASO 2. No, hombre, ¿que nunca le enseñaron que cuando está frente a un lindo y hermoso público, lo primero que se debe de hacer es saludarlos a todos?

PAYASO 1. ¡¡A todos??

PAYASO 2. Sí, ¡¡a todos a todos!!

PAYASO 1. Bueno pero, son bien mucho (pasa con la mano saludando de persona en persona). Buenos días, tío, ¿cómo le va, madrina? ¿Cómo está don…?

PAYASO 2. No, hombre, así no los saludes…

PAYASO 1. ¿Con la mano, no?

PAYASO 2. No con la mano, ¡no!

PAYASO 1. Entonces con el pie (los saluda con el pie). ¿Cómo estás, primo? ¿Cómo te va?

PAYASO 2. Así tampoco, ¡saludaos con la boca!

PAYASO 1. Ah, con la boca… (empieza a quererlos besar.)

PAYASO 2. Así no, diles cosas dulces.

PAYASO 1. ¡Ah, cosas dulces!

PAYASO 2. Sí, cosas dulces.

PAYASO 1. Ah, pues chocolates, gomitas, paletas, bombones…

PAYASO 2. Así no, dígales palabras.

PAYASO 1. ¿¿Palabras??

PAYASO 2. Sí, palabras.

PAYASO 1. Ah, pues, palabras, palabras, palabras (cantando).

PAYASO 2. Eso tampoco. Mejor repite lo que yo diga:

PAYASO 1. Bueno, pues repito después de ti…

PAYASO 2. Estimada concurrencia.

PAYASO 1. ¿Y si se enojan?

PAYASO 2. No, hombre, ¿por qué se van a enojar? Diles pues: “Estimadaa concurrencia”.

PAYASO 1. Que se salgan con su apestilencia.

PAYASO 2. Así, no, mejor dígales: “Estomados chiquitines”.

PAYASO 1. ¡Que train rotos los calcetines!

PAYASO 2. Así tampoco, mejor dígales niños y niñas, es para mí un placer…

PAYASO 1. Piños y piñas, es para mí el pastel…

PAYASO 2. ¡Así no es!

PAYASO 1. Y tiene nuez…

PAYASO 2. Usted no sabe nada…

PAYASO 1. Y relleno de mermelada.

PAYASO 2. Este payaso está loco…

PAYASO 1. Y que también tiene coco…

PAYASO 2. Otra vez: niños y niñas, voy a tener el gusto…

PAYASO 1. Niños y niñas voy a tener el susto… ¡Ay!

PAYASO 2. Ya, dígalo bien. Niños y niñas voy a tener el gusto de divertirlos a todos.

PAYASO 1. ¿Y si se enojan?

PAYASO 2. No se enojan, ¡a eso venimos!

PAYASO 1. Niños y niñas voy a tener el gusto, voy a tener el gustooooooo de desvestirlos a todos (corre hacia los niños a desvestirlos y el otro payaso lo jalonea para evitarlo.)

PAYASO 2. Mejor pregúntele a quién estamos festejando…

Bueno, así termina la Rutina. Pasan al festejado, le cantan las mañanitas, lo coronan y continúan con su show. Espero que a varios les sirva y les haya gustado. Se despide de ustedes su amigo el payaso Yody.

Cadenas

12 Minutos y 5 Personajes. Obra de mímica en la que unos demonios atacan a un cristiano y lo encadenan. El cristiano clama ayuda a Jesús para que lo libere. Jesús entra en escena y combate con los demonios por él.


CADENAS




PERSONAJES

JESÚS (vestido de jeans o mezclilla y camiseta blanca de mangas largas)
CRISTIANO (vestido de jeans)
DEMONIO 1 (vestido de negro simulando un Ninja)
DEMONIO 2 (vestido de negro simulando un Ninja)
ENEMIGO (vestido de negro pero con media máscara o maquillaje pesado)


ATREZO

Cadenas o esposas
Biblia


MÚSICA

Música de acompañamiento en vivo o grabada, de música cristiana en rock, o hasta en un piano con efectos.
Nota: Cada golpe mencionado en el argumento debe estar acompañado de efectos especiales y musicales


ARGUMENTO

ESCENA 1

Entra el cristiano caminando con su Biblia en mano. De momento se apagan las luces, o se realiza ese efecto, y se escuchan risas burlonas. Se encienden algunas luces (o se ponen tenues) y aparecen en el escenario el enemigo con dos demonios a sus lados, con los brazos cruzados sobre su pecho mirando con odio y a la vez en burla. Los dos demonios también se ríen. Luego él manda atacar; los demonios rodean al cristiano y empiezan a girar a su derredor hasta que uno lo ataca; el cristiano se defiende sin soltar la Biblia.
Los demonios juegan sucio y lo golpean por la espalda. El cristiano por un momento parece perder pero luego se suelta (estaba con los brazos amarrados) y acaba con ellos. El enemigo se enoja y toma a los demonios por la ropa y hace señas como diciendo: "¡inútiles, no sirven para nada, yo les mostraré!". El cristiano toma posición de combate y pelean. Al principio va ganando hasta que entran los demonios y uno de ellos le quita la Biblia (con un golpe en la rodilla, lo hace caer). El enemigo entonces golpea con destreza al cristiano que cae mientras los demonios sujetan otra vez sus brazos. Casi abatido, uno de los demonios lo esposa (o encadena) y lo lanzan al suelo. Los demonios celebran burlándose, el enemigo vitorea, y envanecido alardea.


ESCENA 2

Se apagan todas las luces. El cristiano tirado y esposado se pone de rodillas y grita: "¡Nooooooooo!", mirando sus manos esposadas (o viendo las cadenas) llora y grita: "¡Jesús ayúdame!". Se escucha un sonido de pasos, entra Jesús al escenario. Se encienden las luces. Mira al cristiano con dulzura, lo toma con cariño, lo acaricia con ternura y lo ubica en un extremo del escenario.
Al encender las luces, los demonios se arrastran y se esconden de Jesús. El enemigo se asusta, y a la vez se enoja, pues esa es su víctima y le pertenece. Música otra vez de combate.
El enemigo ataca con agresividad pero Jesús bloquea con facilidad, hasta que Jesús toma la ofensiva con golpes y patadas (reales sin contacto, fuerte aparentemente) y lo vence.


ESCENA 3

Luego, con el enemigo en el piso, Jesús toma la llave que cuelga del cuello del enemigo (la llave de las esposas) y libera al cristiano, y le devuelve la Biblia. Éste viene entonces contra los demonios y pone su pie sobre ellos, en señal de dominio mientras Jesús está a su espalda con su mano sobre su hombro.

La Jaula

10 Minutos y 3 - 7 Personajes de mímica. Unos jóvenes se encuentran atrapados en una jaula imaginaria y descubren una Biblia que encierra una llave oculta que los libera de su esclavitud.



LA JAULA



Todos los jóvenes empiezan agachados dentro de una jaula invisible. Se ve que sufren y tienen dolor, atrapados, con movimientos lentos… Una Biblia es puesta apenas al alcance de un joven. Extendiendo su brazo la toma y la mete dentro de la jaula. La abre y descubre una llave. Con las manos muestra claramente que tiene la llave en la mano, y con la Biblia y la llave abre la puerta de la jaula y se escapa, dejando a los demás adentro.
El tono de la música cambia cuando sale, y se ve el gozo y el alivio del joven ya fuera de la jaula. Brinca y sonríe disfrutando su libertad. Después de un rato, se acuerda de sus compañeros que todavía están atrapados, encerrados en la tristeza y la miseria. Con la misma Biblia que tiene en sus manos se acerca a la jaula, y les da la Biblia a los prisioneros. Ellos también la abren, sacan la llave, y salen de su esclavitud.
Todos se ponen a regocijar y disfrutar las maravillas y la gloria de la vida. Se salen del escenario.
Requiere algo de explicación: Encontramos en la Biblia el mensaje que nos da libertad.

¿Dónde están tus hijos?

13 Minutos y 6 Personajes. Un matrimonio está siempre discutiendo y no prestan atención a su hijo. El joven encuentra refugio en la banda del barrio y cuando los padres quieren reaccionar será demasiado tarde.


¿DÓNDE ESTÁN TUS HIJOS?
Beto Paez




PERSONAJES

PAPÁ
MAMÁ
JUAN
TIPO 1
TIPO 2
VOZ EN OFF


ESCENA 1

(Se encienden las luces. Están en escena los padres de Juan discutiendo acaloradamente de las finanzas del hogar, llega Juan.)

PAPÁ. ¡Es increíble cómo pudiste gastar tanto en este mes, mujer!

MAMÁ. ¿Y qué culpa tengo yo si no ganas lo suficiente, ah?

PAPÁ. ¿De qué hablas si me rajo el lomo por esta familia?

JUAN. Ya llegué.

(Los padres ni se percatan que su hijo ya ha llegado y siguen discutiendo como si nada.)

MAMÁ. ¿Ahora te vas a hacer la víctima, no? Típico de ti.

JUAN. ¡¡Hola!! (Casi gritando.) Que ya llegué, digo.

PAPÁ. ¡Ja! Pero si toda la culpa es tuya.

JUAN. Saqué cero en mate y creo que voy a reprobar.

MAMÁ. ¿Mi culpa? ¿Mi culpa? ¿Y por qué mi culpa?

JUAN. Necesito que me ayudes, papá.

PAPÁ. Si dejaras de pasar tanto tiempo en ese teléfono tal vez nos alcanzaría.

JUAN. Y los tipos de la esquina siguen molestando, ¿qué hago?

MAMÁ. Y si dejaras de gastarte la plata en tus chumas con tus amigos, nos alcanzaría más.

JUAN. Es inútil, (decepcionado) es como si hablara con la pared… al menos ella no habla mientras yo lo hago.

(Juan sale de escena triste, sus padres siguen discutiendo, se apagan las luces.)


ESCENA 2

(Se encienden las luces. Están en la calle los tipos malos conversando entre ellos, pasa por allí Juan y lo detienen.)

TIPO1. ¡Ey, Juanito! ¿A dónde vas amigo? (Lo toma del brazo y no lo suelta.)

JUAN. Déjenme en paz…

TIPO 2. Tranquilo, carnal, no te haremos nada.

TIPO1. Sólo queremos que nos des algo de money para comprar… bueno, ya sabes…

(Ríen entre ellos, menos Juan que se empieza a alterar y trata de zafarse.)

TIPO 2. No te esponjes, Juanito, y danos lo que queremos a las buenas.

JUAN. ¡Que no tengo nada!

TIPO 1. A ver (le da un golpe en el estomago y hurga sus bolsillos, encuentra el dinero) Ah… ¿Que no, Juanito? (Lo tira al suelo y salen riendo y burlándose de Juan, se apagan las luces.)


ESCENA 3

(Se encienden las luces. El padre de Juan está en casa cuando éste llega.)

PAPÁ. Y, ¿dónde estabas? ¡Mírate, no más! ¿Ya volviste a pelear, no?

JUAN. Pero papá, tú no sabes lo que pasó…

PAPÁ. No me interrumpas, ya sé lo que pasó, siempre te andas metiendo en líos, mocoso…

JUAN. Pero no fueron así las cosas, ¡tú no entiendes…!

PAPÁ. ¡Que no me interrumpas, te digo! Estás castigado, sube a tu cuarto ahora mismo y no sales. (El padre sale de escena se queda solo Juan.)

JUAN. ¡Es increíble, ni siquiera me escuchó, ni supo dónde estuve…! Le voy a dar un verdadero motivo para que me castigue ese viejo… ya va a ver…

(Sale de escena Juan, se apagan las luces.)


ESCENA 4

(Se encienden las luces. Está la mamá conversando por teléfono, apenas si se entiende lo que dice, entra Juan.)

MAMÁ. ¡En serio! No te lo puedo creer, qué irresponsables los Naranjo con su hijo…

JUAN. Voy a salir, ya vengo.

MAMÁ. ¡Bien hecho! Se lo merecen por ser malos padres porque…

JUAN. No sé a qué hora venga…

MAMÁ. Sí, sí… No me molestes que estoy ocupada.

JUAN. Bueno, adiós.

MAMÁ. Y, ¿qué pasó con la María? ¿En serio? Y eso que ni sabes que…

(Sale Juan meneando la cabeza, la mama sigue hablando por teléfono, se apagan las luces.)


ESCENA 5

(Se encienden las luces. Están en la calle los tipos malos metidos en su vicio, llega Juan.)

JUAN. ¡Ey!

TIPO1. Juanito, ¿otra vez por aquí?

TIPO 2. ¿Que eres masoquista o qué? ¿Quieres que te volvamos a dar una paliza? ¡Ja, ja!

JUAN. No… quiero… quiero… unirme a ustedes

(Los tipos ríen entre ellos pero al ver la seriedad de Juan dejan de reír.)

TIPO 1. ¡Miren nada más a Juanito, el buenito quiere ser uno de la pata!

JUAN. ¡Sí! Ya estoy cansado de mi casa, necesito gente que me entienda y sea mi amiga

TIPO 2. Pues has venido al lugar correcto carnal.

TIPO 1. Na’ más tienes que bautizarte pa’ ser parte de nosotros (saca una bolsa de cocaína.)

JUAN. ¿Y qué es eso?

TIPO 2. Harina de repostería… (Le da un golpe en la cabeza.) Es cocaína, tonto, métetela todita carnal.

TIPO 1. Vamos, te enseño cómo hacerlo mi’jin.

(Salen de escena hablando entre ellos, se apagan las luces.)

VOZ EN OFF. Así… Juan me metió por malos caminos, y como era típico en su familia, sus padres ni cuenta se dieron de dónde estaba su hijo, ni se interesaron por averiguarlo… estaban metidos en su propio mundo sin darse cuenta de que su único hijo se estaba perdiendo…


ESCENA 6

(Se encienden las luces. Están en casa los padres de Juan discutiendo.)

MAMÁ. ¡Ya era hora que llegaras! ¿Dónde rayos estabas?

PAPÁ. Trabajando, ¿qué esperabas?

MAMÁ. Mentira, de seguro te fuiste con tus amigos a beber…

PAPÁ. ¿De qué hablas? ¡Estás loca, mujer!

MAMÁ. Ya no pasas tiempo con nosotros, nos has descuidado a mí y a tu hijo… (Empieza a llorar.)

PAPÁ. Ya no dramatices, mujer… Por cierto, ¿dónde está Juan?

MAMÁ. Pues… este… en su cuarto, creo.

PAPÁ. ¿Como que creo? ¿Como que creo? ¿No sabes que ya es media noche? ¡Cómo puedes descuidarlo así!

MAMÁ. El burro hablando de orejas. ¡Quien lo ha descuidado eres TÚ! Por si no sabes reprobó en matemáticas y está a punto de perder el año.

PAPÁ. ¿Y por qué no me lo han dicho? (Furioso.)

MAMÁ. Te lo dijo él mismo pero, como siempre, “el señor trabajo” no tuvo tiempo para escuchar a su hijo y…

(Suena el teléfono.)

PAPÁ. Pero, ¿quién será a esta hora? Deja de parlotear y contesta el teléfono.

MAMÁ. (Coge el auricular.) Halo… Sí, con la misma… ¿Qué? ¿Cómo dice? (Comienza a alterarse.) ¡No, no puede ser, debe ser una equivocación! (Llora.) No, mi hijito, no…

(Suelta el teléfono y cae de rodillas llorando desconsoladamente.)

PAPÁ. Pero, ¿qué pasa? ¡Anda, dime! ¿Qué le pasó a Juan?

MAMÁ. ¡Está muerto! ¡Está muerto!

PAPÁ. Pero, ¿cómo? ¿Por qué? (Rompe en llanto.)

(Los dos se abrazan y lloran juntos comienzan a lamentarse.)

VOZ EN OFF. Los padres de Juan recibieron la terrible noticia de que su hijo había muerto en una balacera entre pandillas.

PAPÁ. ¿Por qué no me di cuenta en qué se había metido? ¿Por qué no hice nada?

MAMÁ. ¡Mi hijo, no…!

(Entra Juan vestido todo de blanco simulando ser un espíritu, sus padres no pueden verlo ni oírlo.)

JUAN. Ya es muy tarde… no logran nada lamentándose... cuando estuve vivo no se preocuparon por mí, no se preocuparon por lo que estaba haciendo… no se preocuparon por dónde estaba… ahora ya sabrán donde estaré… en una tumba por siempre… (se dirige al público) ustedes, no permitan que a sus hijos les suceda lo que a mí, no esperen a que sea tarde para querer acercarse a ellos, para querer ser sus amigos… para saber… dónde están sus hijos.

(Se apagan las luces.)
(Se debe dar un mensaje final dirigido tanto a los padres como a los hijos.)

La vida del rey Salomón

15 Minutos y 7 Personajes. Repaso de aspectos importantes de la vida del rey Salomón. Esta obra forma parte de un programa más amplio. Clique AQUÍ para descargárselo.


LA VIDA DEL REY SALOMÓN

PERSONAJES

SALOMÓN
NARRADOR
DIOS
MUJER 1
MUJER 2
ROBOAM
REINA DE SABÁ



ESCENA I. NARRACIÓN INTRODUCTORIA I

NARRADOR. (Música de realeza, trompetas u otros instrumentos. El narrador con voz fuerte anuncia:) Damas y caballeros, señoras y señores, con ustedes el excelentísimo Rey Salomón.

SALOMÓN. (Entra el Rey con gran gala, una alfombra roja. Habrá una silla real.) Mis leales súbditos. Se preguntarán qué hago aquí. Pues bien, déjenme contarles: Luego de meditar sobre lo que ha sido mi vida, llegué a una conclusión; pero antes de darles mi conclusión, quiero contarles algo con respecto a mi vida, y cómo he llegado a esta conclusión… Soy hijo del Rey David (con orgullo) y Betsabé, mi madre. Fui afortunado y desafortunado en cuanto al ambiente que me rodeaba en mi hogar. Fui afortunado al tener un padre como David, un gran genio, quien en general fue espiritualmente fiel. Fui desafortunado en cuando a que hubo elementos en el ejemplo de mi padre, que inevitablemente tuvo un efecto perjudicial en mi vida de joven. Fui criado en un hogar donde se practicaba la poligamia y había muchos celos y luchas. (Empieza a cerrarse el telón)


II. NARRACIÓN INTRODUCTORIA II

NARRADOR. (Mientras el telón se está cerrando el narrador da otros datos.) Al tener muchos hijos, David prometió que Salomón sería su sucesor y que sería ungido como rey antes de la muerte de su padre. Salomón hizo parentesco con faraón rey de Egipto, pues tomó la hija de Faraón y la trajo a la ciudad de David, entre tanto que acababa de edificar su casa y la casa de Jehová, y los muros de Jerusalén alrededor. Hasta entonces el pueblo sacrificaba en los lugares altos; porque no había casa edificada al nombre de Jehová hasta aquellos tiempos. Mas Salomón amó a Jehová, andando en los estatutos de su padre David. Solamente sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos. Iba el rey a Gabaón, porque aquel era el lugar alto principal, y sacrificaba allí; mil holocaustos, sobre aquel altar. Una noche El Señor se la apareció a Salomón en sueños y le dijo:

(Comienza a abrirse el telón y aparece Salomón de rodillas.)



III. SALOMÓN Y EL SUEÑO CON DIOS

DIOS. Salomón, pide lo que quieras que yo te dé.

SALOMÓN. (Mirando al cielo y extendiendo las manos humildemente.) Tú hiciste gran misericordia a tu siervo David mi padre, porque él anduvo delante de ti en verdad, en justicia y con rectitud de corazón para contigo; y tú le has reservado esta gran misericordia, en que le diste hijo que se sentase en su trono, como sucede en este día. (Se levanta lentamente con humildad se pone en dirección al lado izquierdo que simula la presencia de Dios.) Ahora pues, Jehová Dios mío, tú me has puesto a mí, tu siervo, por rey en lugar de David mi padre; y yo soy joven y no sé cómo entrar ni salir. Y tu siervo está en medio de tu pueblo al cual tú escogiste; un pueblo grande, que no se puede contar por su multitud. Da, pues, a tu siervo, corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo porque, ¿quién podrá gobernar este pueblo tan grande?

DIOS. Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos años, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio, he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú. Y aun también te he dado las cosas que no pediste: riquezas y gloria de tal manera que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días (se empieza a bajar el piso y se acuesta, simulando que duerme) y si andares en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como anduvo David tu padre, yo alargaré tus días.

(Salomón se despierta turbado, extrañado. Comienza a cerrarse el telón, mientras tanto el narrador dirá, ya no como Dios, sino parte de la historia:)

NARRADOR. Cuando Salomón despertó, vio que era un sueño, y vino a Jerusalén y se presentó delante del arca del pacto de Jehová, y sacrifico holocaustos y ofreció sacrificios de paz, e hizo también banquete a todos sus siervos.



IV. SABIDURÍA Y PROSPERIDAD DE SALOMÓN

(Aparecen 2 mujeres en escena ante el rey en su trono. Llegan las mujeres se arrodillan ante el rey, luego se ponen en pie y exponen su problema:)
MUJER 1. ¡Señor mío! Esta mujer (señala) y yo morábamos en una misma casa, y yo di a luz estando con ella en la casa. Aconteció al tercer día después de dar a luz, que ésta dio a luz también, y morábamos nosotras juntas, nadie más estaba en casa, sino nosotras dos en la casa. Y una noche el hijo de esta mujer murió, porque ella se acostó sobre él y lo peor, señor mío, (llorando o sollozando, suspira) se levantó a media noche y tomó a mi hijo, estando yo dormida y lo puso a su lado y puso a mi lado a su hijo muerto. Y cuando yo me levanté de madrugada para dar el pecho a mi hijo, he aquí que estaba muerto; pero lo observé por la mañana, y vi, señor, (para un segundo, toma aire, solloza) ¡Vi! Que no era mi hijo, el que yo había dado a luz.

MUJER 2. (La interrumpe.) ¡No! Mi hijo es el que vive y tu hijo es el muerto (señala a la mujer amenazante.)

MUJER 1. ¡No! Tu hijo es el muerto, y mi hijo es el que vive.

SALOMÓN. Un momento, una dice: “mi hijo es el que vive” y la otra que es su hijo el que vive; ahora pues, (voz fuerte) traedme una espada (extiende la mano; alguien le lleva la espada, o lo hace de forma imaginaria.) ¡Partid a la mitad al niño vivo y dad la mitad a una y la otra a la otra!

MUJER 1. ¡No! (Corre al rey que ha levantado la espada.) ¡Señor mío! Dad a ésta (señala a la otra mujer) el niño vivo y no lo matéis.

MUJER 2. (Con enojo y desprecio.) ¡No! Ni a mí, ni a ti; partidlo (voz fuerte).

SALOMÓN. ¡Un momento! Dad a ésta (señala a Mujer 1) el hijo vivo, y no lo matéis; Ella es la madre.

(El telón cierra inmediatamente, una luz central se prende encima de los 3 personajes. Pueden usar un muñeco de “hijo” o puede ser imaginario”).



V. SU POLÍTICA Y SUS EMPRESAS

(El telón se abre a medias de tal forma que solo se vea Roboam, sin quitarle espacio.)

ROBOAM. Hola soy Roboam hijo de Salomón. Una de las cosas más importantes del reinado de mi padre fue su política y sus empresas. Él llevó a cabo los planes de su padre, David. Salomón mi padre consolidó el reino y se comprometió en muchas empresas comerciales, mientras que crecían sus riquezas y su fama. Su más grande empresa fue la construcción del magnífico templo de Jerusalén, la cual tomó siete años. En su terminación, Salomón ofreció una oración de dedicación.

(Roboam baja la cabeza, el telón se abre completamente y en una esquina estará Salomón con manos al cielo de rodillas y dirá:)

SALOMÓN. Jehová, Dios de Israel, no hay Dios semejante a ti (Roboam, sale de escena, lentamente de tal forma que no se note) en el cielo, ni en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia con tus siervos que caminan delante de ti, de todo corazón... Cumple a tu siervo David, mi padre, lo que has prometido, diciendo: “No faltará de ti varón delante de mí, que se siente en el trono de Israel, con tal que tus hijos guarden su camino, andando en mi ley, como tú has andado delante de mí. He aquí, Señor, que los cielos y los cielos de los cielos no te pueden contener: ¿cuánto menos esta casa que he edificado? Ahora, pues, oh Dios mío, te ruego que estén abiertos tus ojos y atentos tus oídos a la oración en este lugar. Oh Jehová Dios, levántate ahora para habitar en tu reposo, tú y el arca de tu poder; ¡oh, Jehová, Dios! Sean vestidos de salvación tus sacerdotes, y tus santos se regocijen en tu bondad. Jehová Dios, no rechaces a tu ungido; acuérdate de tus misericordias para con David tu siervo.

(Salomón se queda estático y el narrador dice:)

NARRADOR. Cuando Salomón acabó de orar, descendió fuego de los cielos, y consumió el holocausto y las víctimas y la gloria de Jehová llenó la casa

(Luces fuertes, simulando fuego del cielo; se cierra el telón.)

NARRADOR. Y no podían entrar los sacerdotes en la casa de Jehová, porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Jehová. Cuando vieron todos los hijos de Israel descendió el fuego y la gloria de Jehová sobre la casa. Se postraron sobre sus rostros en el pavimento y adoraron, y alabaron a Jehová diciendo:

(Aquí el telón está cerrado totalmente y los personajes tras telón dicen:

PERSONAS. ¡Porque él es bueno y su misericordia es para siempre!



VI. SUS ÚLTIMOS AÑOS

REINA DE SABA. (Entra ante el trono del rey.) Verdad es lo que oí en mi tierra de tus cosas y de tu sabiduría; pero yo no lo creía, hasta que he venido, y mis ojos han visto que ni aún se me dijo la mitad acerca de ti. Bienaventurados tus hombres, dichosos éstos tus siervos que están continuamente delante de ti, y oyen tu sabiduría. Jehová tu Dios sea bendito, que se agradó de ti para ponerte en el trono de Israel; porque Jehová ha amado siempre a Israel, te ha puesto por rey, para que actúes rectamente y en justicia. Yo, la Reina de Sabá, te he traído un presente de 120 talentos de oro, especies, piedras preciosas. Rey Salomón, por favor, recíbelo, mi señor. (Hace reverencia.)

SALOMÓN. (Se levanta.) También yo daré a ti, reina de Saba, todo lo que me pidas ¡Todo cuanto pidas!

(Estáticos. Sería bueno que en los cambios de hombres y mujeres estáticas, su entrada y salida, haya cambios también de música. Cerrar medio telón del lado de los reyes y entra en el otro medio lado descubierto Roboam.)

ROBOAM. (Entra.) Pero el Rey Salomón, mi padre, amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras: de Moab, Amón, Edom, Sidón y Heteas, gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: “No os llegaréis a ellas, porque ciertamente harán inclinar vuestro corazón tras sus dioses”. A éstas se juntó mi padre. Y tuvo 700 mujeres reinas y 3000 concubinas; y sus mujeres y los placeres desviaron su corazón, y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón (pausa, con dolor) no era perfecto con Jehová, su Dios, como el corazón de su padre David. (Telón.)


VII. SU ARREPENTIMIENTO

SALOMÓN. (Con el rostro a tierra sale, levanta el rostro lentamente y dice:) ¡Esta es la conclusión del predicador (fuerte). (Reflexivo) ¡Vanidad de vanidades, todo es vanidad! ¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol? Generación va, y generación viene; más la tierra siempre permanece. Miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu. Dije yo en mi corazón: “¡Ven ahora, te probaré con alegría, gozarás de bienes!” Mas he aquí esto también era vanidad. Dije además en mi corazón: “Como sucederá al necio, me sucederá también a mí”. ¿Para qué, pues, he trabajado hasta ahora por hacerme más sabio? Y dije en mi corazón que también esto era vanidad. Así mismo aborrecí todo mi trabajo que había hecho debajo del sol, el cual tendré que dejar a otro que vendrá después de mí. Y, ¿quién sabe si será sabio o necio el que se enseñoreará de todo mi trabajo en que yo me afané y en que ocupé debajo del sol mi sabiduría? Esto también es vanidad. Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó. Alégrate mucho y tome placer tu corazón en tu vida; y anda en los caminos de tu corazón y la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre estas cosas te juzgará Dios. El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos: porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.

Entre bastidores

35 Minutos y 24 Personajes. Esta obra se desarrolla entre bastidores, el día del ensayo general del programa de Navidad. Todos los personajes están vestidos con los trajes que van a llevar en la representación. La directora está corriendo de aquí para allá intentando poner a la gente en su sitio para el ensayo. Resulta que algunos de los niños no comprenden la historia de Navidad que están representando…


ENTRE BASTIDORES
Dave Wagner, traducido con permiso por Loida Somolinos


PERSONAJES

DIRECTORA
MARÍA
JOSÉ
ÁNGEL 1
ÁNGEL 2
ÁNGEL 3
ÁNGEL 4
MESONERO
GABRIEL
MUJER DEL MESONERO
GUARDIA 1
GUARDIA 2
ZACARÍAS
ELÍSABET
ESTRELLA DE BELÉN
REY HERODES
RAQUEL
REY MAGO 1
REY MAGO 2
REY MAGO 3
PASTOR 1
PASTOR 2
PASTOR 3



OBRA

[En el escenario hay muchos actores y actrices vestidos, hablando entre ellos. La directora entra y poco a poco se abre paso entre la gente y dice…]

DIRECTORA. Ok, aquí todos. ¡Vamos! ¡Prestad atención! Este es el último ensayo antes del programa de mañana por la noche. Esta vez tiene que salir bien. Espero que no haya ningún error y recordad que ésta es la historia de Navidad. La historia del nacimiento de Jesús. Así que es importante. Vamos a intentar dar lo mejor de nosotros mismos. Más vale que os metáis en el papel que si no os…

JOSÉ. ¿Es así como piensas motivarnos?

DIRECTORA. Sólo estoy intentando haceros comprender lo importante que es esto. No queremos dejar mal a Dios, ¿verdad? (Sale.)

JOSÉ. Creo que ella es la que está confundida con Dios.

MARÍA. Sólo quiere que salga bien.

JOSÉ. Vale, intentaremos hacerlo lo mejor posible. ¿Has memorizado todo tu texto?

MARÍA. Sí. ¿Y tú?

JOSÉ. Creo que lo llevo bien aunque me ha costado un poquillo. Sólo espero acordarme de todo.

MARÍA. Y yo. Me he acostado muy tarde repasando los textos.

ÁNGEL 1. ¡Ey! Vuestros papeles son los más duros así que debéis ser MUY importantes, ¿no?

JOSÉ. Estás celoso porque no dices casi nada.

MARÍA. Sí, sólo te quedas de pie allí y mueves tus alas de cartulina… (Aletea con sus manos.)

JOSÉ. Oye, quizá otro año, cuando seas tan maduro como yo y puedas tomar tal responsabilidad, pases de ser el ángel silencioso a decir algunas frasecitas en otro papel.

MARÍA. Podrías ser como el mesonero. Todo lo que tiene que decir es: “No hay habitación”.

MESONERO. ¡Ey! Esa es mi parte. ¡Es un papel muy importante! Puedes expresar mucha emoción en esas tres palabritas.

JOSÉ. Sí, claro. Como si la obra entera no pudiera comprenderse si no entonas correctamente esas palabras.

MESONERO. ¡Ey! Búrlate todo lo que quieras; es mi parte y voy a hacerla lo mejor que pueda. (Dirigiéndose al Ángel 1.) ¡Y no puedes hacer mi parte!

ÁNGEL 1. No he dicho que quisiera hacerla.

(Entra la Directora por la parte izquierda.)

DIRECTORA. María, José… Vamos, tenemos que empezar. Y los ángeles… ¿Dónde están los ángeles? (El Ángel 1 y 3 se alinean.) Y, ¿dónde está el número 4? ¿Ángel número cuatro?

(Entra el Ángel 4, un adulto, vestido de ángel, con unas alas de cartón. Se pone en línea con los otros ángeles.)

ÁNGEL 4. Estoy aquí. (A la directora.) Mira, sé que hemos tenido nuestras diferencias en el pasado pero no estoy seguro de tu decisión de darme este papel. No me pega mucho…

DIRECTORA. ¿Qué es lo que estás diciendo? Te va muy bien. Termina de maquillarte. (El Ángel 4 sale.) Ángeles, os necesitaremos en 15 minutos. Ahora sólo necesito a María y a José. Y, ¿dónde está Gabriel? ¡Que alguien busque a Gabriel!

(La directora sale por la parte izquierda del escenario y Gabriel entra por la derecha.)

GABRIEL. Recitando unas líneas dramáticamente. “Yo soy Gabriel” No, esperad… “Yo soy Gabriel y estoy delante de la presencia de Dios” No, no… “Delante de la misma presencia de Dios”.

MARÍA. Venga, Gabriel. Que vamos a empezar…

GABRIEL. Pero yo me encuentro delante de la misma presencia de Dios.

JOSÉ. Pues muy bien, pero quédate en su presencia en el escenario. Estamos ensayando…

(María y José salen, escenario izquierdo.)

GABRIEL. Y traigo buenas nuevas… (Sale por la parte izquierda.)

ÁNGEL 2. Mira, ahí van: los actores importantes. ¿Qué se sabrán ellos?

ÁNGEL 1. Se creen mucho más que nosotros porque se han llevado los papeles más largos…

MUJER DEL MESONERO. Bueno, quizá lo sean. Quiero decir que si confiaran más en nosotros, nos habrían dado algún papel importante. Me imagino que no somos lo suficientemente maduros.

ÁNGEL 2. (A la mujer del Mesonero.) Por lo menos tú eres la mujer del Mesonero. Puedes considerar que te han ascendido.

MUJER DEL MESONERO. ¿Por qué? Si sólo figuro al lado de él mientras él dice: “No hay habitación”. ¿Tiene algo de mérito eso?

MESONERO. Ya veo… Tú estás allí para darme soporte emocional mientras dejo en la estacada a María y a José.

MUJER DEL MESONERO. ¿Soporte emocional? ¡Ja! Si hubiera sido por mí les habría dado tu cuarto y a ti te hubiera dejado en el establo.

MESONERO. ¡Esa no es forma de dirigirte a tu marido!

MUJER DEL MESONERO. Tú sólo eres mi marido en la obra.

ÁNGEL 2. ¿Qué más cambiarías?

MUJER DEL MESONERO. ¿Cómo?

ÁNGEL 2. Acabas de decir que les habrías dado su cuarto a José y a María. ¿Qué más cambiarías?

MUJER DEL MESONERO. No lo sé. No llevo la historia tan al dedillo.

ÁNGEL 1. ¿Cómo? ¿No te han enseñado esta historia en la iglesia?

MUJER DEL MESONERO. Bueno, algo sé.

MESONERO. Yo estoy igual. Sé algunas partes pero no estoy seguro de si he oído algunas cosas o ya las sabía.

ÁNGEL 3. Yo tampoco me la sé.

(Entra el Guardia 1 y el Guardia 2 por la parte derecha del escenario.)

GUARDIA 1. ¿Llegamos tarde?

ÁNGEL 1. No… Acaban de empezar el ensayo.

GUARDIA 2. (Mirando fuera por la parte izquierda del escenario.) Sí. La directora está chillando a la gente. Todavía no han empezado el primer acto.

GUARDIA 1. Menos mal que tenemos un poco de tiempo. (Se sienta.) Y, ¿de qué estabais hablando por aquí?

ÁNGEL 1. Estos chicos dicen que aunque están en la obra no se saben muy bien la historia de navidad. ¿Será posible?

GUARDIA. Puede ser. Me imagino que los adultos se piensan que los niños aprenden la historia por ósmosis o algo así.

MESONERO. ¿Qué es ósmosis?

GUARDIA 2. Significa que ellos piensas que te aprendes los detalles de la historia por estar únicamente cerca de alguien que la sabe.

MUJER DEL MESONERO. ¿O por estar simplemente en una obra?

GUARDIA 1. Exacto. Oye, ¿no os habéis leído la obra?

MUJER DEL MESONERO. ¿Por qué? Yo no digo ni una palabra. Solo hago lo que me han dicho que haga y vale.

MESONERO. ¿De verdad? Pues ve y tráeme algo de beber.

MUJER DEL MESONERO. ¡Ja ja ja ja!

GUARDIA 2. A ver, ¿qué sabéis de la historia?

MUJER DEL MESONERO. Bien, creo que empieza allí con algo del nacimiento de Juan el Bautismo, ¿no?

ÁNGEL 1. Querrás decir Juan el Bautista.

MUJER DEL MESONERO. Sí, sí, claro. ¿Cómo se llamaban sus padres?

ÁNGEL 3. Yo lo sé. Elisabet y…, esto… hum Zaaaaaa…

GUARDIA 2. (Se ríe.) ¡Zacarías!

MUJER DEL MESONERO. Sí, creo que es ése. Me parece que estaba en la iglesia y un ministro le dijo que su mujer iba a tener un bebé.

GUARDIA 1. Casi. Ven aquí, te lo enseñaré. Mira, tú serás Elisabet… y tú (al Ángel 3) serás Zacarías.

ÁNGEL 3. ¡Vale! ¡Por fin alguna parte hablada!

GUARDIA 2. ¡Yo seré el Ángel Gabriel! (Se pone en posición.)

GUARDIA 1. Ok, vamos (al Ángel 3) tú serás un sacerdote, ¿vale? Y tú estás en el templo ofreciendo incienso en el altar.

ÁNGEL 3. ¿No quemará eso la alfombra?

GUARDIA 1. No.

GUARDIA 2. Es como una especie de cocinilla.

MESONERO. Oye, ¿y yo de qué hago?

GUARDIA 1. Tú y él (se refiere al Ángel 2) vais a ser parte de la gente que ora afuera. (Al Ángel 3.) Ahora tú estás aquí de pie y echas incienso al altar…

ÁNGEL 3. ¿Te refieres a la cocinilla?

GUARDIA 1. Eso es. Eres un hombre mayor y tu mujer Elísabet también lo es. (A la mujer del mesonero.) Esa eres tú. No tenéis ningún hijo pero realmente os encantaría tener alguno. (Al Ángel 3.) Estás orando por un hijo a Dios. Venga pues.

ÁNGEL 3. “Oh Dios, soy un sacerdote viejo y quiero un hijo”. ¿Así?

GUARDIA 1. No, no… Haz como si fueras él. ¿Cómo orarías?

ÁNGEL 3. Ok, vale… “Oh, Señor, yo sé que nos escuchas cuando oramos. Elísabet y yo hemos intentando hacer lo correcto en nuestras vidas. Nos encantaría poder tener un hijo. Amén”.

GUARDIA 1. Excelente. Ahora viene el Ángel.

GUARDIA 2. ¡Ese soy yo!

GUARDIA 1. Venga, haz tu parte.

GUARDIA 2. ¡Soy Gabriel! Y estoy en la presencia de Dios.

GUARDIA 1. A ver si se puede mejorar…

GUARDIA 2. ¡Yo soy Gabriel que está en la presencia de Dios! No tengas miedo, Zacarías.

ÁNGEL 3. No, si no tengo.

GUARDIA 1. Claro que sí… se supone que debes tener miedo.

ÁNGEL 3. ¿Ah, sí? Bueno.

(Entran Elísabet y Zacarías por la parte derecha.)

ZACARÍAS. (Haciendo como si jugara al baloncesto.) …Y atravieso el campo, despisto a los defensas, voy por la izquierda, entre como una flecha y ¡metí canasta! ¡Y empatamos!

GUARDIA 1. ¡Hola a todos!

ELÍSABET. (Suspira.) No puedo esperar a que llegue la parte en la que el Ángel hace callar a este tío.

ZACARÍAS. ¿Cómo? ¿No quieres oír cómo ganamos la final? Estaba para echar un tiro, ¿vale? Y yo…

ELÍSABET. ¡Eh, Zacarías! ¡La directora te está llamando! ¡Se supone que tendrías que estar en escena!

ZACARÍAS. ¡Ah! ¿Sí? (Se marcha del escenario.)

ELÍSABET. ¡Ostras! Este tío es que no para de hablar. ¿Qué tal chicos?

(Entran tres pastores, se sientan al fondo y empiezan a jugar a las cartas. El Ángel 1 se les une.)

GUARDIA 2. Estamos repitiendo la obra otra vez. Estamos en tu parte.

ELÍSABET. ¿Sin mí?

ÁNGEL 2. ¿Qué se supone que tenemos que hacer ahora?

GUARDIA 1. Vosotros estáis afuera, orando.

ÁNGEL 2. Vale. (Al Mesonero.) Vamos.

(El Mesonero y el Ángel 2 salen de escena por la derecha.)

GUARDIA 2. No tengas miedo, ¡Zacarías!

ÁNGEL 3. Si no tengo… ¡Uy! Espera… Si yo soy, eso.

GUARDIA 2. Dios ha escuchado tu plegaria y tu mujer Elísabet tendrá un hijo que se llamará Juan.

MUJER DEL MESONERO. ¡Ey! ¿Dónde se han ido?

ELÍSABET. Les dijisteis que se fueran y oraran. (Risas.)

GUARDIA 1. ¿Cómo? No puede ser. Ahora vuelvo chicos. (Sale por la parte derecha.)

ÁNGEL 3. ¿Qué viene ahora?

ELÍSABET. Lo siguiente es que no crees en Gabriel.

ÁNGEL 3. ¿Por qué no creo en él?

ELÍSABET. Porque eres viejo, ¿no te acuerdas?

ÁNGEL 3. ¿Los viejos no creen en los ángeles?

GUARDIA 2. No, no… no te crees que tu mujer pueda tener un niño porque más que la madre podría ser la abuela, ¿no te acuerdas?

ÁNGEL 3. ¡Oh, vaya! Gabriel, ¿cómo puede tener una abuela un hijo?

ELÍSABET. Pasándolo muy mal…

GUARDIA 2. (A Elísabet.) ¡Eso no es lo que he dicho! (Al Ángel 3.) Bien, Dios va a hacer que suceda tanto si te lo crees como no. Y para demostrarte que el Señor puede hacer todas esas cosas, no podrás hablar hasta que eso suceda.

ÁNGEL 3. ¿De verdad?

GUARDIA 2. Sí.

ÁNGEL 3. ¿Así que no podré decir nada hasta que el niño nazca?

GUARDIA 2. Nada.

ÁNGEL 3. ¡Guay! ¡Se lo voy a decir a mi madre! (Sale del escenario rápidamente.)

GUARDIA 2. ¡Oye! ¿Dónde…? ¿Dónde se ha ido?

(Entra la Estrella de Belén, vestida de “estrella” un poco alterada.)

ESTRELLA. ¡Yo soy la Estrella! ¡Siempre he sabido que algún día sería una estrella! ¡He nacido para la escena! ¡Estoy hecha para la popularidad! ¡El estrellato me espera! En realidad… Soy una… SUPERESTRELLA ¡Sí!

GUARDIA 2. No eres ese tipo de estrella.

ESTRELLA. Las chicas tenemos sueños, ¿no?

ELÍSABET. Me parece que tú eres de una galaxia muy lejana o algo por el estilo.

ESTRELLA. ¡Ay, perdone! Su Majestad Elísabet… ¡Soy la Estrella de Belén! Si no fuera por mí, los magos estarían perdidos en el desierto preguntándose dónde estaría Jesús.

(Entra Zacarías por la parte izquierda.)

ZACARÍAS. ¡Ey, Elísabet! Nos toca, vamos.

ELÍSABET. Bueno, me gustaría quedarme aquí con vosotros pero es la hora de que las verdaderas actrices salgan a escena. ¡Ta ta! (Salen los dos.)

ESTRELLA. ¡Cómo es la gente! Puede que no tengamos que decir nada pero eso no significa que seamos insignificantes.

MUJER DEL MESONERO. Bueno, ¿y qué pasó después?

GUARDIA 2. Pues Elísabet se quedó embarazada de Juan el Bautista; pero antes de que naciera Gabriel se le apareció a María. (A la Estrella.) Aquí, vas a hacer de María…

ESTRELLA. ¿Quién? ¿Yo?

GUARDIA 2. Sí; estamos representando la historia de Navidad. Tú serás María.

ESTRELLA. ¡Estupendo!

GUARDIA 2. ¡Yo soy Gabriel! ¡Salve María! El Señor te ha favorecido entre todas las mujeres. Vas a tener un hijo y le llamarás Jesús.

ESTRELLA. Ah, sí, me sé esta parte: “He aquí la servilleta del Señor”.

GUARDIA 2. No, no… "He aquí la sierva del Señor”.

MUJER DEL MESONERO. ¿Qué significa eso?

GUARDIA 2. Le dice a Gabriel que hará lo que el Señor quiera que haga.

ESTRELLA. ¡Sí! Gabi, ¡Ok! Lo que Dios quiera, yo soy su chica.

GUARDIA 2. Venga, hombre… esto es serio. Esto fue algo muy importante que María tuvo que decidir. Ella le dijo que estaba dispuesta a llevar un bebé en su vientre.

MUJER DEL MESONERO. Mi madre dice que Dios crea todos los bebés.

GUARDIA 2. Pero esto es diferente…

MUJER DEL MESONERO. ¿Cómo que diferente?

GUARDIA 2. ¡Uf! Vamos a ver cómo te lo explico…

ESTRELLA. Eso, a ver cómo lo explicas.

(Entra el Rey Herodes, Raquel y los 3 Reyes Magos. Los Magos se sientan con los pastores, Herodes y Raquel se dirigen al centro de la escena)

HERODES. He aquí vuestro rey. (Pausa.) ¿Cómo? ¿No hay fanfarrias?

ESTRELLA. Vaya, vaya, si es el Rey Horrores.

HERODES. “Rey Herodes”, por favor.

ESTRELLA. Bienvenido.

HERODES. ¿Estáis preparados para ver a la gente estupefacta por mi actuación esta noche?

ESTRELLA. No será para tanto…

HERODES. ¿Por qué eres tan hostil conmigo?

ESTRELLA. ¿Estás de broma? Tú eres el que ordenó a los soldados que mataran a los niños de Belén y sólo porque querías que Jesús muriera.

HERODES. Yo no puedo hacer nada… está en la obra. Si pudiera hacer algo diferente lo haría.

GUARDIA 2. ¿Ah, sí? Vaya, estamos en esa parte ahora… vemos cómo lo harías.

HERODES. ¿Qué quieres decir?

GUARDIA 2. Estamos recreando las escenas de la obra. ¿Por qué no participas?

HERODES. ¿Por qué no?

MUJER DEL MESONERO. (A Raquel.) ¿Qué papel tienes en esta obra?

RAQUEL. Soy Raquel. Lloro por mis hijos perdidos.

MUJER DEL MESONERO. ¿Tus hijos perdidos?

(Entra el Mesonero, Ángel 2, Ángel 3 y Guardia 1 por la parte derecha; la Directora entra por la izquierda.)

DIRECTORA. ¡Mesonero! ¡Mujer del mesonero! ¡Vamos! Los guardias también. Y Raquel. Vamos.

RAQUEL. Vaya, ¿tengo que ir ahora?

DIRECTORA. ¿El guión no dice: “El lamento de Raquel"? ¡Venga, moveos! (A los ángeles.) Ángeles, atentos.

(Sale el Director, la Mujer del Mesonero, el Mesonero y Raquel.)

GUARDIA 2. (A la Estrella.) Vaya, parece que ahora vas a ser la estrella y la directora. Encárgate, ¿vale?

ESTRELLA. No te preocupes.

GUARDIA 2. (Al Guardia 1.) Nos toca, vamos.

(Salen los Guardias.)

(En el escenario se quedan la Estrella, Herodes que está en el centro, los Magos, los pastores y el Ángel 1 al fondo y los Ángeles 2 y 3 están sentados hablando.)

ESTRELLA. Venga, Herodes. Esta es tu escena. Necesitamos más gente. (Mira alrededor. Se dirige a los Magos y a los Pastores.) ¡Ey! Necesitamos más actores aquí. ¿Está alguno interesado?

(Los Magos 1 y 2 se acercan.)

MAGO 1. ¿Qué hacemos?

ESTRELLA. ¿Dónde se supone que tenéis que estar?

MAGO 2. Somos sabios. Venimos de muy lejos o algo así.

ESTRELLA. (Al Mago 2.) Vale, tú harás de César Augusto y te quedas aquí.

MAGO 1. ¿Y yo?

ESTRELLA. Tú harás del Mesonero, pero espera un momento. Esta es la parte en la que el César ordena que todos se censen.

MAGO 2. Ordeno que todo el mundo sea censado. Que todos vayan a sus lugares de origen y se registren.

ESTRELLA. Así que María y José se fueron a Belén… vaya, necesito un José. (Mira alrededor, va al fondo y agarra al Pastor 1 y empieza a tirar de él.) ¡Ey! Necesito un José y parece que tenemos un voluntario.

PASTOR 1. ¿Ah, sí? Ahora me entero. Yo no soy José sino un pastor.

ESTRELLA. Sí, ya lo sé pero ahora harás de José.

PASTOR 1. Vale, bueno.

ESTRELLA. Así que María y José fueron a Belén… pero María estaba muy avanzada en su embarazo (Pausa. Al Pastor 1.) ¡Hombre! Muestra algo de cariño.

PASTOR 1. De acuerdo. ¿Te encuentras bien, querida? Vamos a parar y a descansar un poco. Pareces muy cansada.

ESTRELLA. Sí, creo que será una buena idea. Además se está haciendo tarde.

PASTOR 1. Mira, allí hay una posada. Vamos a ver si tienen alguna habitación.

MAGO 1. Uy, esa es mi parte. Hum… lo siento, señor… pero no tenemos habitaciones libres.

PASTOR 1. ¿No tienen nada? Pero bueno, ¿qué tipo de posada es este?

ESTRELLA. ¡José no habría dicho eso!

PASTOR 1. Igual estaba cansado. Se podría haber puesto peor.

ESTRELLA. Venga, inténtalo de nuevo.

PASTOR 1. ¿No tienen habitaciones? Por favor, señor, mi esposa va a tener un niño en cualquier momento y necesitamos un sitio para estar.

MAGO 1. Lo siento. Estamos llenos pero puedo ofrecerles el establo si quieren.

ESTRELLA. Nos acercamos al oscuro y frío establo. (Pausa mientras miran al establo que está enfrente de ellos.) Y Jesús nació.

PASTOR 1. ¡Vaya manera de venir al mundo!

HERODES. Y de salir de éste: en una cruz.

MAGO 1. ¡Pero Él resucitó al tercer día!

ESTRELLA. ¡Correcto! ¿Os imagináis que momento tan maravilloso fue este? ¿Nacer aquí? Este es uno de los momentos más grandes de la historia.

HERODES. La verdad es que nunca había pensado sobre esto. Creo que deberíamos tomarnos la historia y la obra de forma más seria.

PASTOR 1. Sí. Hacemos una obra de Navidad cada año, nos lo pasamos bien, hacemos nuestra parte y nos vamos a casa. Y no nos paramos a reflexionar en lo que esta gente tuvo que pasar y por qué.

ESTRELLA. Podría haber nacido en cualquier otro sitio pero decidió nacer en un sucio establo.

PASTOR 1. Y morir en una sucia cruz.

(Entra la Directora.)

DIRECTORA. Vamos, chicos. A vuestros puestos. Vamos a practicar el gran final musical.

(Salen de la parte izquierda, excepto la Directora y la Estrella.)

ESTRELLA. ¿Señora?

DIRECTORA. ¿Qué pasa, Estrella?

ESTRELLA. Él no tendría que haber nacido en un establo. ¿Por qué sucedió de esta manera?

DIRECTORA. ¿De qué estás hablando?

ESTRELLA. Jesús. Él pasó mucho aquí, ¿verdad? Y sus padres también. ¿Cree que se dieron cuenta de lo importante que era todo esto?

DIRECTORA. No lo sé. ¿Puedes ir al escenario, por favor?

ESTRELLA. Me alegro de que pasaran por todo esto. Sólo quería que lo supiera.

DIRECTORA. (Que no se lo espera.) Ah… gracias, Estrella.

ESTRELLA. No… Gracias a usted por la oportunidad de poder hacer de la Estrella de Belén. Esta estrella señaló a la gente dónde estaba Jesús. No me lo voy a tomar a ligera nunca más. Quiero dar lo mejor de mí misma en este papel. (Sale por la parte izquierda.)

DIRECTORA. (Larga pausa.) Vaya, ¿qué es lo que habrá sucedido aquí detrás?

(La Directora sale por la parte izquierda.)

Copyright David Wagner 1999. El autor agradecería que se le notificara cuando se realice la obra. Davidwagner1@cox.net